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jueves, 7 de noviembre de 2013

The Ballad

2/2 Confesión

Los días pasaron rápidamente sin que KyungSoo pudiera detenerlos o hacer que avanzaran más lentos. Podría haberle pedido a ZiTao que parara el tiempo por él, pero la verdad era que los poderes de los que fardaban no existían, así que no podía hacer nada.

La llamada de KyuHyun sunbae había llenado de esperanzas a los chicos, sobre todo a JunMyeon y durante aquellos días habían estado dándole la murga y también haciendo ensayar al chico lo que habían planeado para que todo saliera bien.

KyungSoo sentía que iba a morir. Tenía que asistir a programas, ensayar las coreografías y hacer mil cosas más aparte de lo que había estado preparando para el cumpleaños de RyeoWook. Pero lo hacía por él. Era la persona que le gustaba y le daba lo mismo caerse muerto.

Llevaba mucho tiempo pensando en declararse y los chicos le habían dado el empujoncito que le hacía falta. Sin embargo estaba muy nervioso. ¿Y si él solo lo veía como un dongsaeng al que cuidar y no lo veía como algo más?

Las dudas lo carcomían por dentro, pero debía ser fuerte, no podía rendirse, debía hacerlo porque ya hacía demasiado tiempo que se sentía así cuando estaba con RyeoWook y necesitaba decirle todo lo que sentía antes de que fuera demasiado tarde y cualquiera se lo arrebatara.

Prefería tener el “no” claro, prefería escuchar el rechazo de sus labios a estar sin saber qué era lo que realmente pensaba de él.

El día 26 de Junio llegó y tras una presentación en el Show Champion de la MBC en la que KyungSoo volvió a salir vestido con aquella cosa de plumas que tanto odiaba y con la que las fans ya lo llamaban el buitre DoDo, se preparó mentalmente para pasar la mayor parte de la tarde en la radio, junto a RyeoWook.

Ya habían ido al SuKiRa Kiss The Radio justo cuando hicieron el Come Back, de hecho fue el mismo día que se presentaron por primera vez en el M! Count Down con Wolf, pero habían prometido volver y allí se encontraban de nuevo, aunque esta vez no iban todos, solo tuvieron que asistir él, YiXing, BaekHyun, JongDae y ChanYeol.

A la llegada a la radio había muchas fans que comenzaron a hacerles fotos a destajo y KyungSoo comenzó a ponerse nervioso. Iba a estar toda la tarde con RyeoWook y al día siguiente le iba a dar la sorpresa de su vida haciendo aquello que había planeado.

El tiempo en la radio se le hizo demasiado corto entre canciones, juegos y preguntas. Amaba pasar el tiempo con él, cantar con él y mirarlo de reojo. También amaba su sonrisa y cómo lo tomaba de la mano al hablar, sin embargo su tiempo se acabó y tuvieron que irse tras tomarse algunas fotos para el programa.

KyungSoo pensaba que su corazón se le saldría del pecho cuando durante aquellos momentos se pegó al cuerpo de RyeoWook para que todos salieran en la foto y todavía más cuando al hacerse las fotos con él y JongDae, se abrazó a su cintura. Aunque había sido él quien había rodeado al mayor deseó una y otra vez que no hubiera escuchado los latidos desenfrenados de su corazón golpeando contra su cuerpo.

–¿Cómo ha ido? –le preguntó JunMyeon cuando regresaron a casa y el chico no tuvo que responder, JongDae lo hizo por él.
–Se ha pasado todo el camino de vuelta con la mano en el pecho intentando bajarse los latidos del corazón.

En esos momentos el chico enrojeció notablemente y tras darle un golpe en el brazo al otro, que se rió y quejó a la vez se fue a la habitación que en aquellos momentos compartía con LuHan y SeHun. A veces echaba de menos compartirla con JongIn, porque aunque fuera un niño pequeño mimado siempre estaba allí cuando necesitaba un abrazo.

Como si sus pensamientos fueran escuchados, el chico entró a la habitación sin siquiera llamar a la puerta y se le acercó para rodearlo con sus brazos.

–Mañana todo saldrá bien –le susurró al oído–. Verás como todo sale bien, hyung.
–Gracias, JongIn…

~.~.~

Aquella tarde con KyungSoo había sido completamente agradable. Lo había pasado genial a su lado, tanto que no estaba ni cansado, cuando normalmente, después de un duro día de trabajo lo único que tenía ganas de hacer era tumbarse en la cama y dormir. No, ese día estaba perfectamente despierto, todavía escuchando su voz cantando aquella canción que habían entonado juntos y sintiendo sus brazos a su alrededor.

Al llegar a casa ni siquiera le extrañó que los tres inquilinos del piso inferior se encontraran en su salón y pidió a un restaurante chino comida para todos. Mientras él se duchaba escuchó cómo la comida llegaba y deseó que los monstruos tragones que había en su salón no acabaran terminándose la comida antes de que él saliera del baño.

Por suerte, parecieron acordarse de él y le dejaron algo de comer. La cena se desarrolló tranquilamente, pero cuando RyeoWook bostezó por primera vez y se dispuso a irse a dormir, ya que al día siguiente, aunque fuera su cumpleaños tenía muchas cosas que hacer y debía estar descansado, los chicos lo detuvieron.

–¿Estás seguro de que mañana no quieres hacer nada? –le preguntó HyukJae–. Es tu cumpleaños y deberías celebrarlo o algo.
–No tengo ganas de celebrarlo –comentó.
–Pero… -comenzó SungMin, sin embargo el chico negó con la cabeza.
–Con que me compréis una tarta y me cantéis cumpleaños feliz tengo –dijo con una sonrisa–. Ya con esta edad uno no quiere cumplir años.

HyukJae y SungMin se indignaron porque ellos eran mayores y todavía no se veían tan viejos, sino que se veían en la flor de la vida, sin embargo KyuHyun comenzó a reírse malvadamente y a meterse con todos aprovechando que era el más joven y retorcido del lugar.

RyeoWook se fue a dormir, pero aun escuchaba las risas del Maknae cuando se metió en la cama.

~.~.~

–¿Vosotros qué creéis que nos hará cuando se dé cuenta de lo que le hemos preparado? –preguntó SungMin.
–O nos adora y nos lo agradece o nos mata –dijo KyuHyun desinteresadamente mirándose las uñas como si fuera lo más interesante del mundo.
–Yo voto por la segunda opción –murmuró HyukJae y los demás lo miraron mal–. ¿Qué? –preguntó.
–Le va a gustar, adora a KyungSoo y KyungSoo lo adora a él –comentó el Maknae.
–¿Y tú como sabes eso? –preguntaron los otros dos a la vez.
–Uno… que tiene sus contactos…

~.~.~

Cuando KyungSoo se despertó la mañana del 27 de Junio, día del cumpleaños de RyeoWook pensó que ni siquiera el ejército de los aliados no se sintió tan nervioso el día D., pero para él era inevitable. Iba a confesarle sus sentimientos a la persona que amaba cantándole una canción, dándole una sorpresa. Estaba muy nervioso y no podía evitarlo.

Se pasó el día de un lado para otro. Tenía muchas cosas que hacer, estaba muy agobiado, pero no iba a dejarse vencer.

Por eso mismo, cuando acabó su agenda salió corriendo hacia el bloque de apartamentos en el que vivía Super Junior y subió hasta la planta en la que se encontraba el piso en el que vivía RyeoWook. Cuando llegó, ya lo estaban esperando sus sunbaes que le dieron la bienvenida y muchos ánimos para lo que iba a hacer.

En cualquier otro momento le habría molestado que JunMyeon hubiera hablado más de la cuenta y les hubiera contado a todos que estaba enamorado de RyeoWook, pero en esos momentos lo único que tenía en la cabeza era hacerlo bien.

~.~.~

RyeoWook entró al edificio en el que se encontraba su apartamento y cuando se subió al ascensor se dejó caer sobre una de las paredes del cubículo, cansado. Había sido un día agotador y el chico lo único que quería era llegar a casa y tumbarse en la cama, sin ducharse siquiera.

El ascensor dio un pitido para anunciar que había llegado a su planta y él salió en dirección a la puerta de su apartamento. No tenía ganas de nada, pero seguramente los del apartamento de abajo le habían preparado una fiesta. Puso mala cara al entrar y ver todas las luces apagadas.

Alargó la mano para darle al interruptor y encenderlas, sin embargo, se quedó a mitad de camino cuando escuchó una voz dulce muy conocida.

saeng-il chu-ka ham-ni-da

Comenzó a dejarse entrever una pequeña iluminación tras la esquina en ese primer verso de la canción de cumpleaños. El corazón de RyeoWook comenzó a latir con anticipación.

saeng-il chu-ka ham-ni-da

Unas manos delicadas sosteniendo una tarta aparecieron en su campo de visión y el chico se tapó la boca con las manos para no gritar.

ji-gu-e-seo u-ju-e-seo

Un cuerpo delgado, un rostro ovalado, una sonrisa de corazón y unos grandes ojos expresivos terminaron por aparecer. el chico podía jurar que el sonido de su corazón podía oírse en todo el vecindario.

je-il sa-rang-ham-ni-da

La canción terminó y RyeoWook notó el flash de una cámara, viendo a SungMin tras ella con una gran sonrisa. Alzó su vista y miró con una gran sonrisa al chico frente a él. quería decir algo, pero se había quedado sin palabras.

–Pide un deseo, hyung –susurró KyungSoo y el cumpleañero asintió automáticamente, avanzando hasta él para colocarse frente a las velas y soplarlas.

“Que me ame tanto como yo a él”.

Una sonrisa apareció en el rostro de KyungSoo y otro flash procedente de la cámara de fotos se dejó ver en la estancia.  Las luces se encendieron y aparecieron los demás miembros de Super Junior. Todos felicitaron al chico  podo después, salieron por la puerta. KyuHyun lo hizo tras guiñarle un ojo y HyukJae dedicándole un “fighting”.

El chico se quedó a solas con KyungSoo, que parecía muy nervios, mientras intentaba hacer que su cabeza entendiera aquellos gestos que le habían dedicado sus amigos.

~.~.~

Los dos chicos se quedaron mirándose, sin saber qué decir o qué hacer. KyungSoo no quería irse y RyeoWook no quería que se fuera tampoco. Se miraron y se sonrieron.

El menor tomó aire. Quería hacerlo, quería declararse, pero no se atrevía. Sin embargo no había estado una semana ensayando aquella canción para luego no cantársela. Además, tampoco quería que JongDae ganara la apuesta que había hecho con BaekHyun sobre que no se atrevería y tampoco quería ver la cara de decepción de JunMyeon.

Así que se levantó rápidamente, mirando fijamente a los ojos a RyeoWook y este fue a hacer lo mismo, sin embargo, el chico colocó sus manos sobre sus hombros, dejándolo sentado en el sofá en el que antes estaban los dos.

–Yo… quiero decirte… algo… –murmuró y pudo ver la confusión reflejada en el rostro de su hyung–. No me odies por lo que estoy a punto de hacer –se aclaró la garganta y comenzó a cantar.

Noreul choeum bon sun-ganbutoyosso
Naye gaseumeun harudo pyonhal nari obsosso
Ne onmome sin-gyong deulkkaji ne sumgyolmajodo nomaneul hyanghe

Hayan gorie ullineun jongsori
Haneul gadeukhi ssodajineun hambang nuneul bomyo
Nigyote isseul oneureul gidehe

Ne oreunjjoge neul hamkke inneun nege gamsahe
Mabobe gollin gotchorom hengbokhan misoga
Ipgaro bonjyonawa

Been waiting for this (I've been waiting for this)
Ne nunen nobakke boiji ana
Iron-ge sarangin-gabwa nomu hengbokhe
Nor-hangsang jikyojulge noye wenjjogeso

Niga useumyon nunkkochi heutnallyo
Deultteun solleim hayake ssain yeppeun nun chorom
Uri dul sarang yongwonhi bitnagil

Ne oreunjjoge neul hamkke inneun nege gamsahe
Mabobe gollin gotchorom hengbokhan misoga
Ipgaro bonjyonawa

Been waiting for this (I've been waiting for this)
Ne nunen nobakke boiji ana
Iron-ge sarangin-gabwa nomu hengbokhe
Nor-hangsang jikyojulge noye wenjjogeso

Saranghe saranghe saranghe
Choeum mannatdon geu nal chorom saranghe
Yongwonhi ne gyote issojwo
Jungneun geu nalkkaji nigyote

Saranghe

Noreul saranghe (nol mani saranghe) i malbakken pyohyon mot-hagesso
Machi kkok orine chorom noye boreul manjigo
Oneuse pume ana

Been waiting for this
Ne nunen nobakke boiji ana (nobakke anboyo)
Iron-ge sarangin-gabwa nomu hengbokhe

Onjena duri hamkke oh
Onjena duri hamkke oh
Onjena duri hamkke yeppeun saranghaja~

Dejó que las últimas notas vibraran en su garganta y notó cómo el chico frente a él comenzaba a llorar. Inmediatamente se agachó y lo abrazó, intentando consolarlo. No quería hacerlo llorar, solo quería confesarle sus sentimientos.

–Hyung… yo… –comenzó, pero el otro no lo dejó acabar.
–Yo también te amo.

Se separaron unos momentos y se miraron a los ojos. Ambos sonreían, ambos tenían lágrimas corriendo por sus mejillas y por eso cuando acercaron sus rostros para darse un beso por primera vez, este les supo salado, pero también les supo a amor.


Notas de Autora:

White Love – Starship Planet.
Link de la Canción con Subs en Español
El cumpleaños de RyeoWook es realmente el 21 de Junio, pero este año lo celebró el 27 porque los días anteriores apenas tuvo un descanso.
Foto del Show Champion el 26-6-13 para que veáis al Buitre DoDo.














Foto del SuKiRa el 26-6-13 en la que Soo abraza a Ryeo.









Fotos Cumpleaños RyeoWook el 27-6-13


 



domingo, 27 de octubre de 2013

The Ballad

The Ballad


1/2 Preparación

Doce chicos ensayaban los difíciles pasos de baile de la nueva canción que presentarían dentro de poco, aun cuando todavía no habían finalizado las actuaciones de la anterior. El año pasado habían disfrutado de una vida más o menos cómoda debido a los retrasos de su ComeBack, sin embargo, en esos momentos estaban completamente saturados.

Entre los programas de televisión, los de radio, las entrevistas, las presentaciones, los fanmeetings y los viajes de un lado a otro, pensaban que morirían de un momento a otro.

Pero que no tuvieran apenas tiempo para nada no quitaba que no lo tuvieran para el amor.

En esos momentos se habían desarrollado varias parejas dentro del grupo, claro que, con tanto roce no era de extrañar, vivían doce en un apartamento, era lo normal.

Sin embargo, había un chico que no había desarrollado sentimientos por alguno de los de dentro -aunque pretendientes no le faltaban-, sino fuera de él -aunque pareciera que todo hombre homosexual de Corea estuviera enamorado de el- pero tampoco fuera de la empresa. Él estaba enamorado de un sunbae que era demasiado bueno con él, que lo cuidaba y que lo quería como una madre a su hijo.

Pero Do KyungSoo no quería a Kim RyeoWook como si fuera una madre, lo quería como algo más, como algo más que un amigo, algo más parecido a un amante.

La coreógrafa los dejó por fin terminar de ensayar por ese día tras recordarles que debían practicar en sus ratos libres también para que todo fuera perfecto y todos ellos asintieron aunque sabían perfectamente que las dos únicas personas que le harían caso serían YiXing y JongIn.

En cuanto la puerta de la sala se cerró tras la mujer, todos se dejaron caer hasta el suelo. Les vendría muy bien algo de comer, llevaban son hacerlo desde el mediodía y ya eran las tantas de la noche.

Cuando creían que morirían de inanición, como un ángel caído del cielo, RyeoWook apareció en la puerta de la sala de baile portando unas cuantas de bolsas de comida de un restaurante cercano. Todos sonrieron, babeando con antelación por los suculentos manjares que comerían en breves momentos. Pero el más feliz era KyungSoo, ya que había sido la persona que más quería en el mundo, después de su familia, quien había aparecido allí.

–¿Tenéis hambre, chicos? –preguntó el recién llegado con una sonrisa.
–Eso ni se pregunta, sunbae –contestó JunMyeon y Tao corriendo avanzó hasta RyeoWook y las pizzas.
–Gracias sunbae –tomó las cajas en sus fuertes brazos dejando descansar al otro chico y las llevó dónde estaban los demás chicos.

Inmediatamente todos se abalanzaron sobre ellas y comenzó la lucha por la comida. Parecían lobos salvajes atacándose entre sí por el mejor trozo de la presa que habían cazado. Sin embargo, uno de ellos, bajito, con el pelo tintado de castaño, se acercó a RyeoWook con una tímida sonrisa.

–Gracias, RyeoWook –dijo y el otro sonrió.
–No hay de qué –contestó–. Estáis en medio de un ComeBack y además, ensayáis la coreografía de vuestra siguiente canción, es muy cansado y apenas tenéis tiempo para comer.
–De todas formas, gracias –KyungSoo quiso inclinarse un poco para mostrase todavía más agradecido, pero el mayor no lo dejó, simplemente lo rodeó con sus brazos y lo apretó fuertemente contra su cuerpo.

El corazón del menor latía fuerte y rápidamente contra su pecho. Deseaba con todas sus fuerzas que aquel chico no se diera cuenta de ello y que si lo hacía, lo achacara a que acabada de bailar. A KyungSoo le gustaba RyeoWook, pero no por ello podía ir haciendo que se enterase todo el mundo, sobre todo él. Era demasiado importante para él y no podía permitirse perderlo.

–Ni se te ocurra hacerme una reverencia –murmuró RyeoWook en su oído, haciéndolo estremecer–. Si quieres agradecerme algo, con un abrazo basta –se separó de él y lo miró a los ojos–. Qué aproveche, yo tengo que irme –le deseó y tras una encantadora sonrisa, salió por la puerta de la sala de ensayos.

Durante unos segundos, KyungSoo se quedó estático. No podía moverse. Su corazón bombeaba tanta sangre que parecía que su sistema se había sobrecargado. Tuvo que esperar un tiempo para calmarse y así poder volver a ser una persona normal que se movía y pensaba.

Se dio la vuelta y vio cómo sus compañeros de grupo casi habían acabado con todo y se hizo una nota mental para no dejarlos nunca comer solos a ellos porque si no se quedaría sin nada para él.

–Vamos, Soo –dijo ChanYeol con la boca llena–. Sino vienes Tao se comerá tu parte.
–Ya voy –murmuró antes de sentarse junto a ellos y atacar la presa.

Durante unos minutos, las conversaciones cesaron y solo se oían el sonido que hacían sus bocas al masticar. Las pizzas volaron en poco tiempo y los cansados y ya saciados lobos se dejaron caer sobre las tablas de madera del suelo.

–¿Cuándo piensa contarle a RyeoWook que estás enamorado de él? –se escuchó de pronto preguntar a JongDae.

No podía quedarse callado y aunque a KyungSoo le daba igual porque ya todos lo sabían, con esas cosas se debía tener mucho cuidado. Las paredes tenían unos oídos muy finos.

–Sinceramente no lo sé –contestó.
–Podrías intentarlo para su cumpleaños –propuso JunMyeon y KyungSoo lo miró.
–¡Pero eso es dentro de una semana! –respondió mirándolo alarmado.
–Nosotros te ayudaremos –dijo Kris.

~.~.~

Tras llevarles las pizzas a los hambrientos miembros de EXO, RyeoWook salió del edificio de la SM, se montó en su coche y se dirigió a los apartamentos en lo que ahora vivían los miembros de Super Junior. No tardó mucho en llegar puesto que no estaban demasiado lejos del lugar.

Subió en el ascensor hasta la planta en la que estaba su apartamento y tras introducir la clave que abría la puerta, ingresó al piso.

Un fuerte olor le taladró las fosas nasales y supo que HyukJae había subido para hacerle una visita, pero no lo había hecho solo, unas zapatillas con los cordones rosas le hizo averiguar que SungMin también había subido a aquel lugar desde el apartamento de abajo en el que ahora que JongWoon se había ido al ejército vivían junto a KyuHyun.

El chico se tapó la nariz y rápidamente se deshizo de sus zapatos entrando rápidamente al piso para dejar aquel insoportable olor tras él. En cuanto llegó al salón se encontró a los dos chicos tumbados en los sofás, como si fuera su casa, viendo la tele.

No se dieron cuenta de que RyeoWook había llegado hasta que este se puso delante de la pantalla de plasma, impidiéndoles ver el programa que estuvieran viendo a aquellas horas.

–Hola –saludó HyukJae moviendo su mano derecha alegremente y SungMin hizo lo mismo segundos después.
–Hola –contestó el chico–. ¿Qué hacéis aquí? –preguntó.
–Queríamos pasar a saludarte –contestó SungMin–, últimamente no paras quieto y apenas te vemos.

RyeoWook sonrió agradecido. Sabía que había algún motivo oculto tras aquella visita. A SungMin se le había pegado hacer aquellas cosas después de tantos años viviendo con KyuHyun y HyukJae se apuntaba a todo, así que lo más probable era que dentro de poco supiera el motivo real de aquello.

El chico fue a ducharse y a cambiarse de ropa y luego salió de la habitación. Hizo a SungMin sentarse correctamente para poder tener un lugar donde sentarse él también y en ese momento se enteró de lo que los dos chicos querían.

­–¿Has pensado con quién vas a pasar tu cumpleaños? –preguntó HyukJae.
–No. Aun no lo he hecho, no sé cuánto tiempo voy a tener libre ese día –contestó RyeoWook y la conversación quedó ahí.

Pasaron algunos minutos haciendo zapping, ya que el programa que antes estaban viendo los dos invitados antes, al parecer había acabado.

En un momento dado, la barriga de HyukJae hizo un sonido demasiado fuerte como para ser humano y se empezó a reír a carcajadas mientras se sujetaba la barriga.

–¿Tienes hambre? –preguntó RyeoWook y el otro asintió–. Creo que es hora de ir haciendo la cena entonces.

El inquilino del apartamento se levantó del sofá y SungMin lo siguió mientras el otro seguía partiéndose de risa. Simplemente a HyukJae a veces se le iba la pinza de aquella manera.

Ninguno de los dos que estaban en la cocina tenían muchas ganas de cocinar, por lo que sacaron pan y algunas cosas más y se pusieron a preparar sándwiches. Podrían haber pedido algo para que les llevaran, pero tardarían demasiado y lo mismo HyukJae se moría de hambre.

Mientras untaba un poco de mantequilla en uno de los sándwiches, RyeoWook notó que alguien lo miraba fijamente y alzó la vista para encontrase a SungMin mirándolo de forma intensa.

–¿Qué pasa, SungMin? –preguntó.
–¿De verdad no sabes con quién vas a pasar el día de tu cumpleaños? –preguntó.
–No. ¿Por qué? –preguntó extrañado.
–Porque yo sé de una persona que querría estar contigo ese día –contestó el chico y RyeoWook frunció el ceño.
–¿Quién?
–Do KyungSoo.

Nada más escuchar el nombre de la persona de la que estaba enamorado RyeoWook salir de los labios de SungMin, su corazón se aceleró y sus mejillas se tiñeron de un adorable tono rojizo.

–No creo que pueda venir… está muy ocupado con el ComeBack, apenas tiene tiempo para respirar –murmuró–. No quiero que el tiempo que tiene para descansar lo utilice estando conmigo en una fiesta que tampoco es tan importante.
–Ryeo… es tu cumpleaños, ¿cómo no va a ser importante?
–Para él no lo es.
–¿Y tú como sabes eso? KyungSoo te quiere mucho.
–Sí… como hyung.
–Nada de eso… -comenzó a protestar SungMin, pero RyeoWook lo detuvo.
–Déjalo. No voy a ilusionarme con algo que sé que tengo que dar por perdido –el chico suspiró y siguió haciendo sándwiches para que HyukJae no se muriera de hambre.

Acabaron de preparar la comida en silencio y luego la llevaron al salón, donde estaba el otro chico viendo la televisión. Al parecer había dado con alguna película empalagosa occidental y la estaba viendo con las lágrimas saltadas. Sin embargo, en cuanto vio los platos de los sándwiches se lanzó hacia ellos, olvidándose de todos y de todo.

La comida fue agradable, ya que ninguno habló, solo se limitaron a comer. Bueno, RyeoWook se dedicó a pensar en lo que había estado diciendo SungMin antes en la cocina. No tenía sentido lo que le decía. KyungSoo solo lo veía como a un hyung aunque para él, el chico fuera la persona más importante del mundo.

~.~.~

El Domingo de aquella semana por fin llegó y aprovechando que no tenían actividades, ya que habían grabado el Inkigayo hacía unos días y EXO-M estaba en China para lo del partido de fútbol en el que iban a participar MinSeok y LuHan. EXO-K aprovechó para idear un plan con el que llevar a cabo lo que querían: hacer que KyungSoo se declarara a RyeoWook el día del cumpleaños del mayor, dentro de cuatro días.

Los seis estaban desperdigados por el salón. Unos jugando a la play otros viéndolos y JunMyeon y KyungSoo pensando, sentados el uno al lado del otro, con un papel en blanco frente a ellos y un boli de tinta líquida.

–Lo primero que tenemos que ver es cómo hacer que te quedes solo con él el día –comentó el líder–. ¿Pero cómo?
–Déjalo, JunMyeon –murmuró el chico–. No va a salir bien.
–Claro que va a salir bien, verás como… –la frase del chico fue interrumpida por la música que salía de su teléfono móvil. Inmediatamente lo sacó de su bolsillo y lo descolgó, frunciendo el ceño–. ¿Sunbae?
–JunMyeonnie –dijo una voz muy conocida al otro lado del teléfono.
–KyuHyun… ¿qué haces llamándome con el teléfono de SungMin sunbae? –preguntó y el otro se rio.
–Mi móvil no tenía batería –dijo simplemente–. Además, es él quien quería que yo hablara contigo.
–¿De qué se trata? –preguntó JunMyeon bajo la atenta mirada de cinco chicos, ya que al escuchar el nombre de KyuHyun todos giraron captar algo de la conversación.
–Es sobre el cumpleaños de RyeoWook –contestó y JunMyeon se retiró el móvil de la oreja y le dio al altavoz–. Nos gustaría que KyungSoo le diera una sorpresa en su cumpleaños.
–¿Ves cómo todo iba a salir bien? –comentó JunMyeon hacia KyungSoo, que bufó apartando la mirada–. ¿Qué tenéis preparado, sunbae?