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sábado, 19 de marzo de 2022

[One Shot] History of KINGDOM (part I): Angelic smile {IHan}

Título: Angelic smile

Autora: Riz Aino

Pareja: IHan (Ivan + JaHan) (KINGDOM)

Clasificación: PG

Géneros: AU, high school, romance, fluff

Número de palabras: 1.012 palabras

Resumen: en sus dieciocho años de vida, JiHun nunca le había dedicado mucho tiempo a pensar en el amor… pero desde que YooSung apareció ante él, con su angelical sonrisa, no puede dejar de pensar en ello.

Notas: esta idea estaba en mi ordenador desde hacía milenios y en mi búsqueda y resucitado de ideas, esta apareció ante mí y solo pude pensar en hacerla.

Comentario de autora: todo KINGDOM trata de forma super dulce a Ivan, pero JaHan lo trata aún más dulce y a mí me duele el corazoncito porque son super cuchis. Espero que os guste.

 

Angelic smile

 

            JiHun nunca le había echado demasiadas cuentas al amor, realmente, en sus dieciocho años de vida nunca le había dedicado mucho tiempo a pensar en el amor porque siempre había tenido otras cosas mucho más importantes en su mente, primero los estudios para no decepcionar a su familia, que siempre le habían dicho que los estudios tenían que ser su absoluta prioridad, y segundo, el club de lectura al que se había apuntado en el instituto, una actividad tranquila que le gustaba porque lo dejaba leer todos los libros que quería, además de hacer pequeños debates sobre aquellos que leían para el club. JiHun no había tenido realmente tiempo material para pensar en nada que no fuera aquello y, sobre todo, no había tenido tiempo para dedicarse a pensar en el amor más que para hacer sus pequeñas reflexiones de los libros de romance que a veces tenía que leer. Pero desde que YooSung había aparecido ante él, con su angelical sonrisa, JiHun no ha podido dejar de pensar en el chico y, sobre todo, en el amor.

 

domingo, 13 de marzo de 2022

[One Shot] History of KINGDOM (part I): Sour candy {Louthur}

Título: Sour candy

Autora: Riz Aino

Pareja: Louthur (Arthur + Louis) (KINGDOM)

Clasificación: PG–13

Géneros: AU, college, romance, humor

Número de palabras: 1.094 palabras

Resumen: para YunHo, DongSik es como un caramelo ácido: al principio el sabor fuerte lo echa para atrás, pero cuanto más lo saborea, más dulce le parece.

Notas: el ship para esta historia nació de un pequeño sorteo que hice porque no sabía qué ships elegir para rellenar los huecos de la colección.

Comentario de autora: quería escribir sobre citas a ciegas, pero no sabía cómo hacer un plot interesante o divertido, hasta que se me encendió la bombilla y al final acabé haciendo esta chorrada encantadora. Espero que os guste.

 

Sour candy

 

            —¿Qué tal la cita a ciegas con mi amigo DongSik? —fue lo primero que SungHo dijo cuando se sentó delante suyo en el café en el que habían quedado. YunHo quiso tirarle el servilletero de metal a la cabeza a su mejor amigo, pero al final simplemente optó por apretar los dientes y las manos y mirarlo fijamente—. Por la cara que pones creo que no especialmente bien.

            —Es… —YunHo intentó encontrar las palabras adecuadas para describir al otro sin herir los sentimientos de su amigo, pero al final no pudo hacerlo—. ¿Cómo sois amigos? —acabó preguntando.

 

sábado, 12 de marzo de 2022

[One Shot] History of KINGDOM (part I): Bubble pop {IDann}

Título: Bubble pop

Autora: Riz Aino

Pareja: IDann (Dann + Ivan) (KINGDOM)

Clasificación: PG–13

Géneros: AU, dystopia, romance, drama, fluff

Número de palabras: 1.205 palabras

Resumen: YooSung vive dentro de una burbuja… una burbuja que SeungBo está deseando explotar para enseñarle el mundo real.

Notas: cuando empecé a escribir esta historia todavía no tenía nombre, pero mientras la escribía con una playlist de kpop antiguo salió Bubble Pop de Hyuna y decidí usarla de título porque tenía bastante que ver (aunque la canción no tenga absolutamente nada que ver con la historia).

Comentario de autora: esta idea fue reciclada de las ideas que tenía pensadas desde hace eones para otro grupo, para otra pareja y que estoy sacando del baúl últimamente porque han pasado demasiados años y merecen ser sacadas al mundo. Espero que os guste.

 

Bubble pop

 

            El mundo estaba dividido de una forma muy diferenciada entre los que eran asquerosamente ricos y los que vivían en la más absoluta pobreza. No había sido así siempre, pero después de demasiadas crisis económicas y varias pandemias, catástrofes naturales y hambrunas, el mundo había cambiado de una forma bastante drástica, provocando unas desigualdades enormes entre la población, luchas, muertes, derramamiento de sangre inocente. El mundo era un lugar peligroso fuera de las murallas que se habían construido alrededor de las ciudades, como si se hubiera vuelto atrás en el tiempo… porque dentro de ellas vivían los poderosos, los ricos, los que dominaban aquel estúpido mundo que no era más que una sombra de todo lo que había sido y de todo lo que podía haber sido y fuera de ellas se encontraban todos aquellos que estos consideraban indeseables y no merecían más que la muerte. Las puertas de aquellas murallas se encontraban siempre cerradas, pero aquellos que querían entrar o salir de la ciudad siempre encontraban una forma de hacerlo y los que conformaban la resistencia, aquellos hombres y mujeres que luchaban por sus derechos, sabían a la perfección cómo hacerlo sin ser vistos, entrando y saliendo del lugar. Y SeungBo era uno de ellos.

 

domingo, 6 de marzo de 2022

[One Shot] History of KINGDOM (part I): Under the new moon {ChiHan}

Título: Under the new moon

Autora: Riz Aino

Pareja: ChiHan (JaHan + ChiWoo) (KINGDOM)

Clasificación: PG

Géneros: AU, historical, romance, fluff, light drama

Número de palabras: 1.300 palabras

Resumen: escondidos bajo la protección que la luna nueva les proporciona JiHun y SeungJun se encuentran el uno al otro.

Notas: cualquier aclaración histórica necesaria será proporcionada en las notas finales para que la historia pueda ser entendida en su totalidad.

Comentario de autora: con las ganas y el hype que tenía mientras esperaba el hok4 y el concepto histórico coreano decidí que tenía que escribir algo usando como referencia la historia coreana. Espero que os guste.

 

Under the new moon

 

            Había veces en las que JiHun pensaba que las pequeñas escapadas que realizaba al abrigo de la noche, cuando solo la luz de las estrellas eran las que se encargaban de iluminar levemente su camino y bajo la protección que la luna nueva la proporcionaba, iban a acabar siendo descubiertas por sus señores y él iba a acabar siendo ajusticiado. JiHun sentía miedo por él mismo, pero sentía, sobre todo, miedo por SeungJun, miedo por el joven señor de otra familia, una de las familias con las que más contacto y negocio tenía la familia para la que servía, que se encontraba con él en aquellas oscuras noches sin luna. Había tenido miedo antes de que el joven señor le propusiera aquellos encuentros nocturnos, por lo que le pudiera pasar a éste, miedo por si los descubrían y no encontraban ninguna forma de justificar sus encuentros y SeungJun acabara siendo castigado de alguna forma también… y había tenido mucho miedo antes de eso, cuando el joven señor había aparecido por primera vez en la casa de sus señores y le había dedicado una amplia sonrisa con una pizca de picardía. JiHun se había enamorado casi al instante y había sentido miedo primero por si el joven señor se enteraba y, más tarde, cuando éste se había acercado a él y le había pedido mucho más de lo que JiHun merecía, había temido que alguno de los dos saliera herido. Pero, a pesar de que tenía miedo, de que seguía teniendo mucho miedo por ambos, no podía dejar de acudir a aquellas citas nocturnas para poder pasar tiempo con él, sin que nadie los viera, sin que nadie los pudiera juzgar, sin que nadie los pudiera separar. JiHun sabía perfectamente que, en algún momento, sus encuentros se acabarían, por unos motivos o por otros y, a pesar del miedo que no podía dejar de sentir, sabía que aquellos momentos en mitad de la noche que pasaba junto a él no volverían a repetirse, por lo que los disfrutaba como nunca había disfrutado nada en su vida como esclavo… y quería ser egoísta. Quería ser egoísta a pesar del miedo porque por una vez en su vida sentía algo, por una vez en su vida quería algo y necesitaba algo y, aunque no pudiera ser suyo, aunque no pudiera pertenecerle y aunque solo pudiera disfrutar de SeungJun durante un tiempo limitado, no quería perderlo y solo podía ir a su encuentro y rezar porque aquellos momentos duraran el máximo tiempo posible.

 

sábado, 5 de marzo de 2022

[One Shot] History of KINGDOM (part I): Warning {LouJin}

Título: Warning

Autora: Riz Aino

Pareja: LouJin (MuJin + Louis) (KINGDOM)

Clasificación: NC–17

Géneros: AU, smut, pwp 

Número de palabras: 1.562 palabras

Resumen: DongSik ha sido advertido un millón de veces de que debe saldar la deuda del préstamo que pidió su padre y si no lo hace con dinero, deberá hacerlo con su cuerpo.

Advertencias: relaciones sexuales explícitas forzadas y mención a prostitución.

Notas: historia inspirada en la letra de Warning, de la cual encontraréis una parte escrita en el fic, en coreano y en su traducción al inglés.

Comentario de autora: desde el momento en el que leí la traducción de Warning no me pude quitar de la cabeza escribir un fanfic siguiéndola y estuve tanteando la idea hasta que al final la escribí. Espero que os guste.

 

Warning

 

            DongSik había sido advertido un millón de veces que debía saldar la deuda del préstamo que había pedido su padre antes de desaparecer de la faz de la tierra y, si no lo hacía con dinero, debería hacerlo con su cuerpo. Habían sido muchos los matones que se habían presentado a las puertas de la casa de su abuela, muchos armarios empotrados trajeados, con cicatrices y tatuajes que le habían ido pidiendo dinero y anotando en una pequeña libreta las cantidades que había ido pagando. Habían sido muchos los que lo habían amenazado y DongSik había hecho todo lo posible, trabajando en un montón de trabajos a medio tiempo en los que echaba muchas horas para la miseria que le pagaban, solo para tratar de saldar aquella cuenta lo más rápido posible… no obstante, no parecía haber sido lo suficientemente rápido porque una madrugada, después de haber salido de su turno en una tienda 24h, varios hombres lo rodearon y lo subieron a una furgoneta sin que él pudiera hacer nada por evitarlo, diciéndole que iba a saldar su deuda aquel día con su cuerpo. Y por más que DongSik gritó y se resistió, por más que intentó huir, no pudo hacerlo, siendo llevado en contra de su voluntad hasta un edificio que parecía medio en ruinas.

 

 

[Ficha] History of KINGDOM (part I) {Varias}

Título: History of KINGDOM (part I)

Autora: Riz Aino

Parejas: Varias (KINGDOM)

Clasificación: PG | PG–13 | NC–17

Géneros: AU, romance, fluff, drama, humor, fantasy, angst, smut

Número de palabras: 11.940 palabras

Número de drabbles: 10 drabbles

Resumen: diferentes historias sin nada en común más que los protagonistas de éstas son los miembros del grupo KINGDOM.

Advertencias: cada historia, si lo necesita, llevará sus propias advertencias.

Notas: si aún no conocéis a KINGDOM no sé a qué esperáis porque son el grupo de la generación. Mark my words.

Comentario de autora: un día se me ocurrió una historia, otro día se me ocurrió otra y al final me junté con varias historias aleatorias sobre estos niños y como quería subirlas, acabé haciendo esta agrupación. Espero que os gusten.

 


 

Lista de drabbles:

 

1. Warning (KINGDOM) (LouJin)

2. Under the new moon (KINGDOM) (ChiHan)

3. Bubble pop (KINGDOM) (IDann)

4. Sour candy (KINGDOM) (LouArthur)

5. Angelic smile (KINGDOM) (IHan)

6. Absolutely yours (KINGDOM) (LouJin)

7. Sweet rain (KINGDOM) (Dannthur)

8. Chaos (KINGDOM) (LouDann)

9. I'm gonna make you miss me (KINGDOM) (Jinthur)

10. In the wrong place (KINGDOM) (LouWoo)


[Finalizado]

jueves, 26 de septiembre de 2019

[Part One] 그러다 봄 (Spring Again) {SeungWooSeok}


Part One

            —¿Qué cojones…?

            WooSeok no terminó de decir la frase siquiera cuando entró al salón de su piso compartido y se lo encontró lleno de gente que no eran sus compañeros. Parpadeó rápidamente, tratando de obligar a sus ojos a trabajar y enfocar mejor, ya que se había olvidado las gafas en la habitación, encontrando una cara conocida entre el mar de críos de instituto que poblaban su salón y jugaban con la switch de SeungYoun: el hermano menor de HanGyul, DoHyon. WooSeok emitió un suspiro exasperado que no fue escuchado por ninguno de los presentes debido a la algarabía y se llevó una mano a la frente dramáticamente, comenzando a notar dolor de cabeza. Tenía que volver a cambiar la contraseña para entrar al piso y, sobre todo, tenía que vigilar a HanGyul para que éste no se la diera a su hermano, así, se ahorrarían tenerlo apalancado en su salón con sus amigos sin aviso alguno.

jueves, 6 de julio de 2017

[Capítulo 1] Answer Me 1994 {JaeSeong}



Part I
Busan boy in Seoul City


            Cuando JaeYoon salió de la boca del metro miró una vez mal el trozo de papel en el que tenía apuntada la dirección a la que tenía que ir y recordó las indicaciones que le había dado la señora Park por teléfono cuando la había llamado nada más llegar a la capital, hacía solo un par de horas. Según lo que la mujer le había dicho, la pensión en la que se iba a quedar para poder cursar sus estudios de Comunicación en la Universidad de Seúl no se encontraba muy lejos de la estación de metro en la que se había apeado, solo debía seguir la calle principal por la acera en la que se encontraba hacia arriba hasta llegar a la segunda calle que la cruzaba y girar una vez a la izquierda y otra a la derecha. Una vez lo hiciera, encontraría un cartel que anunciaba la pensión y solo tenía que seguir la flecha que indicaba ese cartel para encontrar la casa.

viernes, 1 de agosto de 2014

TaeYeon en el País de las Pornopesadillas

Título: TaeYeon en el País de las Pornopesadillas
Pareja: TaeYeon centric, leve SoonYeon (TaeYeon x Sunny), leve HeeYeon (HeeChul x TaeYeon), leve TaeNy (TaeYeon x Tiffany) y mención a ByunTae (BaekHyun x TaeYeon).
Clasificación: NC–17 (y porque no hay mayor clasificación).
Género: Au, porno, Wonderland.
Número de palabras: 9.293 palabras.
Número de capítulos: 3 partes.
Avisos: sexo everytime, everywhere, everybody, penetraciones salvajes, tentáculos, masturbaciones varias, inserciones extremas, torturas y, a veces,  lenguaje vulgar.
Notas: historia escrita para el anon del Ask, que fue tan pesado que al final consiguió lo que quería (traumatizarme mientras escribía esto).
Comentario de autora: si no os consideráis preparados para leer esto, no lo hagáis, prefiero no cargar en mi conciencia con más traumas. Espero que os guste y que después de esto no tengáis un mal concepto de mí.





Parte I


            TaeYeon se levantó de la cama y las piernas le flaquearon después de haber pasado toda la noche sin utilizarlas. Se sujetó a la cama para no caer y esperó a que estas se acostumbrasen a su peso, después, buscó por la habitación su camisón y se lo puso sobre su cuerpo desnudo y pegajoso por el encuentro sexual de aquella noche. Cuando la chica terminaba de arreglarse, vio por el espejo que tenía frente a sí que el señor Byun también había acabado.

            Los dos salieron de la habitación sin dirigirse la palabra, ya se habían dicho todo lo que tenían que decirse en la cama durante las anteriores horas. Bajaron las escaleras hacia la primera planta, aunque TaeYeon lo hizo con un poco de dificultad porque aún sentía su trasero más abierto de lo normal por la penetración anal, y aunque no le dolía porque ya estaba acostumbrada a que sus clientes le pidieran aquello, sí que era un poco molesto justo después del acto.

            Cuando bajaron el último escalón, el señor Byun le dedicó una sonrisa encantadora antes de darse la vuelta y salir por la puerta de la casa de putas So Nyuh Shi Dae. La chica suspiró aliviada porque por fin aquel hombre se iba, había pasado toda la noche intentando entretenerlo con sus servicios, pero parecía que no se saciaba con nada. Estaba a punto de dirigirse de nuevo a su habitación, cuando escuchó que alguien la llamaba.

            —TaeYeon —se giró al escuchar su nombre, descubriendo a la dueña del lugar, SeoHyun.
            —¿Sí, señora?
            —Me gustaría hablar contigo de un asunto —dijo la mujer.
            —Claro.

            SeoHyun echó a andar y la chica la siguió. Era una buena mujer que acogía a todas las chicas que buscaban un lugar donde vivir, las educaba en el arte del sexo y las enseñaba a cómo dar el mayor placer a un hombre, les daba buena comida y un techo bajo el que guarecerse. La profesión de prostituta no estaba bien vista en la sociedad, pero era un trabajo tan digno como cualquier otro.

            Entraron en el despacho de SeoHyun, donde llevaba las cuentas de la casa y la mujer cerró la puerta después de que TaeYeon ingresara al lugar.

            —Iré directa al grano —anunció—. El señor Byun, el cliente con el que acabas de estar, me ha pedido permiso para comprarte y que te traslades a su casa para tenerte a disposición siempre que te necesite y ante la gran suma de dinero que ha pagado por ti no he tenido más opción que decir que sí.
            —Pero…
            —Antes de que protestes, el señor Byun es un buen hombre que te va a tratar como a una reina —cortó—, estarás mucho mejor en su casa que en este lugar y ya no tendrás que acostarte con más hombres, solo con él.
            —Señora, yo…
            —Ya está hecho, TaeYeon —dijo la mujer—, lo hago para que puedas tener una vida mejor. Y ahora, vete a dormir, es más de medianoche y te quiero fresca como una lechuga cuando el señor Byun venga a por ti mañana a medio día.

            La chica quiso protestar, quiso decirle que ella estaba bien en aquella casa, pero la mujer no la dejó. Le abrió la puerta y la guio fuera de su despacho, asegurándole de nuevo que el señor Byun la iba a tratar muy bien, como si fuera su amante.

♥♥♥

            TaeYeon aun tenía reciente el recuerdo de lo que le había dicho SeoHyun sobre su futuro inmediato cuando escuchó la puerta de su habitación abrirse con mucho sigilo. Se hizo la dormida pensando que se trataba de la dueña de la casa, pero cuando sintió un peso sobre su cama y una risita que auguraba cosas malas, la chica supo inmediatamente que se trataba de una de sus compañeras, Sunny, con la que mejor se llevaba desde que había entrado a aquel lugar, hacía ya tres años. El tiempo pasaba volando, cuando llegó a la casa de putas So Nyuh Shi Dae no era más que una adolescente que se había escapado de casa por los continuos abusos de su padre y ahora se había convertido en toda una mujer que había sido comprada por uno de los hombres de más éxito y con más dinero del país.

            —Tae, despierta —le dijo y ella se levantó obedientemente, aunque haciéndose un poco la remolona para que no sospechase que estaba despierta—. He traído algo para jugar —aquello alejó de su mente por completo su pensamientos sobre la vida que tendría dentro de unas horas cuando el señor Byun apareciera en la casa para llevársela de allí.
            —¿De qué se trata? —preguntó curiosa.
            —Esta vez no he podido encontrar ninguna botella —dijo con tristeza Sunny—, así que he traído esto —la chica dejó caer sobre la cama dos zanahorias, dos pepinos y un calabacín enorme.
            —Pero esto es comida, Sunny —le dijo TaeYeon, abriendo sus ojos como platos.
            —Lo sé, pero tienen la forma perfecta para hacernos pasar un buen rato —contestó, abriéndose de piernas sobre la cama, dejando a la vista su húmeda entrepierna, ya que se alzó el camisón para poder tener mejor movilidad—. ¿Nos ayudamos mutuamente? —propuso.
            —Hoy prefiero verte primero —sonrió TaeYeon.
            —Como gustes.

            Sunny tomó una de las zanahorias con una mano y la llevó a su boca para comenzar a chuparla, la otra mano la dirigió a su clítoris para comenzar a maltratarlo y que su vagina se fuera lubricando para recibir a aquel nuevo juguete bajo la atenta mirada de su amiga. Cuando ya se encontraba lo suficientemente húmeda, empezó a jugar con la zanahoria, metiéndosela unos centímetros en la vagina y sacándola rápidamente para acostumbrarse a su tamaño hasta que se la introdujo, dejando solo un poco fuera para poder retirarla luego. Después, cogió la otra zanahoria y tras chuparla, repitió lo mismo que había hecho con la otra.

            Unos minutos más tarde, dos zanahorias eran movidas a distintas velocidades por las expertas manos de Sunny dentro de sí dándole un gran espectáculo y una vista maravillosa a TaeYeon, que comenzaba a calentarse. Cuando estaba a punto de correrse y era todo jadeos y movimientos raquíticos, la chica se sacó las zanahorias con un suspiro y, goteante, se colocó de rodillas sobre la cama, alzando el trasero en dirección a TaeYeon e indicándole que tomara el calabacín y se lo metiera.

            —Ayúdame un poco con esto, ¿quieres? —le dijo.

            TaeYeon no tardó en obedecer. Tomó el calabacín y comenzó a lamer el lado menos grueso mientras la otra se masturbaba con sus dedos y se abría al máximo la entrada. TaeYeon dirigió la verdura hacia la vagina de la chica y comenzó a internarlo en ella lentamente, sacándolo y metiéndolo con cuidado, esperando a que las paredes de esta se estirasen para poder introducirlo  hasta donde se lo permitiera. Cuando pudo empujarlo hasta el fondo sin que la otra sintiera dolor lo dejó allí quieto, esperando nuevas órdenes de su amiga.

            —Ven aquí —la llamó Sunny y ella fue hasta la otra punta de la cama, donde se encontraba el rostro de la chica. Mientras se colocaba en posición, Sunny había comenzado a moverse hasta que quedó sentada en la cama, con el calabacín aun en su interior—. ¿Desde cuándo llevas sin tener sexo anal? —le preguntó.
            —Desde haces unas horas —respondió.
            —Entonces ábrete para mí.

            TaeYeon hizo lo que le decía y se abrió de piernas, subiéndose el camisón para que no dificultara la tarea. Vio como Sunny tomaba los pepinos y los lamía seductoramente; luego dirigió uno de ellos a su vagina, que introdujo casi sin resistencia, para después meter el otro por el ano de la chica con un poco de más esfuerzo porque este ya había comenzado a cerrarse después de haber terminado el sexo con el señor Park. Una vez ambos agujeros estuvieron llenos, Sunny le indicó que comenzara a masturbarse con ellos y así lo hizo.

            Jadeos entrecortados salpicados de gemidos comenzaron a escucharse en la habitación al ritmo que ambas chicas movían las verduras en su interior hasta que las dos se corrieron, haciendo que sus respectivos juguetes de la noche, salieran de sus vaginas por los espasmos que recorrían sus cuerpos sudorosos. Sunny se tumbó sobre ella, dejando reposar su cabeza sobre sus pechos mientras recuperaban la respiración.

            —He escuchado la conversación que has tenido con la señora SeoHyun —dijo la chica—. No acepto que te vayas con ese hombre insaciable.
            —Yo tampoco lo acepto —confesó TaeYeon—, pero la señora ya ha cerrado el trato.
            —Mañana hablaré con ella y le diré que no me puede dejar sin compañera de juegos...
            —Bueno, te las apañas bien sola —sonrió TaeYeon, llevándose un mordisco en el pezón por el comentario.
            —Pero contigo siempre es mucho mejor.

♥♥♥

            TaeYeon esperó a que Sunny se durmiera para salir de la cama antes de que amaneciera y dar un paseo por el bosque que había tras la casa de putas So Nyuh Shi Dae. Necesitaba pensar, despejar su mente y sobre todo estar sola un rato. Caminó descalza por la casa para no despertar a nadie y luego salió por la puerta trasera, cruzó la distancia que separaba el bosque de la casa corriendo y luego se internó en este, perdiéndose entre el mar de árboles.

            Llevaba algunas horas dando vueltas por el lugar, pensando en todo sin darse cuenta siquiera de que ya había comenzado a amanecer, cuando de repente, vio un destello blanco. La chica arrugó su frente confundida, sin saber que podía ser aquello, si es que era real y no producto de su imaginación por no haber dormido en toda la noche.

            TaeYeon miró a su alrededor y volvió a ver el destello, pero esta vez pudo diferenciar que era un conejo blanco con un miembro demasiado grande, demasiado erecto y demasiado humano para ser el de un conejo. Esto le dio curiosidad a la chica que salió corriendo en la dirección en la que se había ido el conejo, olvidándose de que tenía que volver a casa.

            Persiguió al conejo por el bosque, arañándose los brazos y las manos con las ramas y sintiendo el suelo de este bajo sus descalzos pies. No sabía a donde iba, pero tampoco le importaba, porque quizás el animal era su única vía de escape ante lo que se le avecinaba. El conejo se detuvo al pie de un árbol, se sacó un reloj de bolsillo de la nada y miró a TaeYeon. Diciendo un “llego tarde” se introdujo en la madriguera que había a los pies del árbol y desapareció.

            TaeYeon se acercó con curiosidad al agujero por el que había desaparecido el conejo que había estado persiguiendo. Se agachó junto a las raíces del árbol y se asomó dentro de la madriguera. No pudo ver nada porque estaba muy oscuro, pero cuando estaba a punto de sacar la cabeza, con resignación por haber perdido la que iba a ser su única salida, algo comenzó a tirar muy fuerte de ella y la introdujo por completo en el agujero.

            La chica comenzó a caer en la oscuridad, sintiendo que se iba a estampar contra el suelo en cualquier momento, hasta que de repente, hubo un destello de luz cegadora y tuvo que cerrar sus ojos, a la vez que gritaba. Cuando los abrió de nuevo, seguía cayendo a la misma velocidad, pero ya no estaba a oscuras, sino que a su alrededor había algo de luz, por lo que pudo ver que caía acompañada de órganos sexuales masculinos que intentaba por todos los medios colarse por su vagina. Ella comenzó a apartarlos, pero a los diez minutos se cansó y se alzó el camisón, permitiendo que uno de los genitales hiciera con ella lo que quisiera, después de todo, era a lo que estaba acostumbrada. Uno de los miembros se introdujo en su interior de forma algo brusca, pero una vez estuvo completamente dentro, comenzó a penetrarla con un ritmo que la enloquecía y que la hacía no poder aguantarse sus gemidos.

            La velocidad de su caída comenzó a aumentar, al igual que el ritmo de las embestidas y en ese momento, TaeYeon fue capaz de ver el suelo. Sabía que debía intentar agarrarse a algo para no caer, pero no había absolutamente nada que pudiera frenar su caída, y además, el pene en su interior no la dejaba pensar con mucha claridad. Estaba llegando al clímax y también sería su final porque si se estrellaba contra el suelo moriría. Sin embargo, no le importaba lo que debía importarle porque un orgasmo maravilloso estaba a punto de llegarle gracias a un pene que se movía por sí solo.

            Cerró los ojos, esperando lo que llegara antes, pero a escasos centímetros del suelo, se detuvo de golpe. La chica abrió sus ojos y suspiró aliviada al ver que había quedado suspendida a unos centímetros del suelo. Sin embargo, cuando no se lo esperaba, cayó de culo contra el suelo y el miembro de su interior se le clavó en lo más profundo haciéndola llegar al orgasmo y poco después sintiendo cómo este dejaba dentro su semen. TaeYeon se quedó disfrutando de las sensaciones y de los espasmos que le producía tener el, ahora flácido, miembro en su vagina hasta que estos terminaron y se lo sacó, dejando que el líquido blanco se escapara y se le escurriera por las piernas hasta llegar al suelo.

            Se levantó con las piernas temblorosas y chupando el miembro como si fuera una piruleta para que se volviera a poner duro para otra ronda. Miró a su alrededor y descubrió que se encontraba en una sala circular en la que había una mesa de madera en el centro  y una puerta en miniatura en la pared frente a ella. La chica se acercó y se agachó para poder ver a través del ojo de su pequeña cerradura, descubriendo que tras esta se encontraba el exterior.

            —Finalmente puedo escapar del señor Byun y ahora estoy atrapada en esta habitación —murmuró para sí misma, mordisqueando el glande el pene—, quizás si fuera más pequeña podría pasar por esa puerta y salir afuera.

            Se levantó del suelo y dio una vuelta por la habitación. El miembro en su boca ya estaba listo para penetrarla de nuevo, pero en ese momento, la chica vio una botella de cristal transparente, del mismo tamaño que las del vino, con una nota en su interior. Se acercó a ella, la cogió y sacó la nota, desplegándola para leerla.

            —“Úsame para empequeñecer” —leyó—. ¿Cómo quieres que te use? —preguntó confundida.

            En ese momento, una idea loca apareció en su cabeza y tiró la nota por algún lugar, después, se tumbó en el suelo, alzándose el camisón y dejando el miembro a un lado. Chupó el culo de la botella de cristal antes de abrirse de piernas al máximo y comenzar a introducirse aquel cilindro. Ahogó un grito de dolor porque nunca se había introducido nada tan grande como eso —ya que las botellas que siempre había en la casa era más pequeñas—, pero apretó los dientes con fuerza y cerró los ojos, empujando con todas sus fuerzas hasta que la botella estuvo en su interior hasta el cuello, lugar por el que la tenía sujeta.

            Gimió al sentir el cristal chocar contra su útero y luego comenzó con un lento vaivén, dejando que las paredes de su vagina se acostumbrasen a la intrusión. Ya se había masturbado antes con botellas, velas, verduras aquella misma noche y cualquier cosa con forma cilíndrica que Sunny encontrara por la casa, pero nada tan grande como aquello. Sin embargo, minutos más tarde ya estaba moviendo aquel dildo en su interior con tal velocidad que rayaba la locura.

            Con la mente ida y los ojos velados de placer buscó el miembro erecto que había dejado por el suelo a su lado e intento alcanzarlo, pero no llegaba, así que le ordenó que la penetrara también, no sabiendo que aquello iba a funcionar hasta que el pene salió volando disparado hacia su ano. TaeYeon abrió más sus piernas para darle cabida a ese nuevo intruso y el miembro comenzó a empujar hasta que se introdujo por completo. En ese momento, la chica jamás se había sentido tan llena y tan bien follada, el sexo estaba siendo maravilloso y si hubiera tenido más cosas para introducirse, lo habría hecho porque necesitaba mucho más.

            Aumentó el ritmo de las embestidas todavía más hasta que llegó al orgasmo y sintió cómo este, le recorría desde la cabeza hasta los dedos de los pies. La chica arqueó su espalda y cerró los ojos, disfrutando de la sensación y notando cómo su cuerpo sufría diversos cambios. Cuando abrió los ojos de nuevo, se encontraba dentro de una maraña de tela que debía ser su camisón porque era rosa claro, como este, y ella se encontraba desnuda.

            Se levantó y vio como la botella y el miembro también habían encogido con ella. Gateó hasta salir de entre la ropa y se dirigió a la puerta. Intentó abrirla, pero estaba cerrada con llave y tenía una cerradura que ahora le parecía enorme, aunque no lo suficientemente grande como para salir por ella. Gritó frustrada porque ahora que estaba a punto de salir al exterior, había otra cosa que se lo impedía. Se giró e hizo una pataleta, haciendo que su pie chocara contra algo de metal. Abrió los ojos como platos al ver la llave de la puerta y se agachó rápidamente para cogerla y leer qué era lo que había inscrito en ella.

            —"Úsame para abrirte al exterior" —TaeYeon se dio la vuelta e introdujo la llave en la cerradura girándola y esperando escuchar un leve clic que le indicara que la puerta había sido abierta. Sin embargo, no pasó nada. La chica se fijó en que por aquella parte, la llave tenía otra inscripción—. "Úsame bien" —leyó—. ¿Qué pasa? ¿En este lugar es todo sexual? —se quejó en voz alta.

            No obstante, aunque estaba un poco cabreada, no dudó en sacar la llave de la cerradura, sentarse en el suelo de nuevo e introducirse la llave por la vagina. Llevaba ya dos orgasmos en el breve tiempo que había pasado en aquella habitación, por lo que no le importaba tener uno más, ya que estos habían sido mucho mejores de los que había tenido nunca provocados por los clientes, Sunny o ella misma. Además, la irregularidad de los dientes de la llave la habían hecho gemir mucho más alto de lo que lo había hecho el culo de la botella.

            Comenzó a mover la llave dentro y fuera, disfrutando de las sensaciones y retorciéndola de vez en cuando en su interior para que las paredes de su vagina le mandaran oleadas de placer incontenibles por los dientes. Llevaba un ritmo lento porque todavía notaba en sus carnes el orgasmo anterior que había encogido su tamaño y porque quería recordar todas las sensaciones ya que nunca se había metido una llave. Sin embargo, cuando el placer fue aumentando, el ritmo también lo hizo y TaeYeon se encontró masturbándose a gran velocidad hasta que alcanzó el clímax.

            En ese momento, escuchó el clic que le indicaba que la puerta había sido abierta. Se levantó del suelo, sacándose la llave en el proceso y se acercó a la puerta con el corazón latiéndole a mil, el orgasmo aun recorriéndole el cuerpo y las piernas temblorosas y giró el pomo. La puerta se abrió suavemente, dejándola ver el mundo exterior.



martes, 29 de julio de 2014

Back Cat

Título: Black Cat
Pareja: TaoRis (Kris x Tao) (EXO)
Clasificación: R
Géneros: AU, neko, romance, drama y fluff.
Número de palabras: 15.290 palabras
Número de capítulos: 3 partes
Resumen: Wu YiFan odiaba a las mascotas y odiaba lo que los laboratorios habían hecho con ellas, por eso jamás se había planteado tener un “gato”… hasta que lo encontró a él.
Notas: historia prometida como premio a Angy por ganar el Juego “Adivina el Código de Color”.
Comentario de Autora: a pesar que el TaoRis no es lo mío lo he intentado y me ha salido algo completamente distinto de lo que al principio había planeado. Espero que te gusten las historias de nekos, porque si no ya me puedo tirar por un puente XD





Parte 1

            El día estaba bastante nublado cuando Wu YiFan salió de casa para ir a su trabajo, por eso, se volvió rápidamente y tomó su paraguas negro haciendo su apariencia mucho más sobria de lo que ya era. El hombre era alto, bastante más alto de lo normal en aquella y en todas partes del mundo, su pelo, negro azabache y corto estaba convenientemente fijado hacia atrás con gomina, haciendo más serio su ya de por sí severo rostro algo angulosos. Su traje, igualmente oscuro, y su maletín de cuero completaban el conjunto sombrío que el hombre llevaba.

            Con un suspiro, cerró la puerta de su casa a las afueras de la ciudad y cruzó el pequeño patio delantero hasta la verja para abrirla, después, se dirigió a su coche eléctrico y arrancó, sacándolo de su propiedad, para después bajarse y cerrar la puerta de la verja con candado. Se volvió a subir al coche y se acomodó en el asiento antes de hacer rugir débilmente al motor y emprender la marcha. A partir de ese momento, le quedaba una media hora de camino hasta su lugar de trabajo.

            Condujo como siempre, con cuidado, ya que era un asegurador y sería una gran paradoja que muriera en un accidente de coche. El semáforo cambió de naranja a rojo y YiFan detuvo su vehículo, mirando a su alrededor mientras el semáforo volvía a cambiar de color, descubriendo así, una tienda de mascotas cuyo nombre era XOXO. El hombre apartó la mirada de aquel lugar rápidamente, asqueado, antes de llegar a ver a los “gatos” y “perros” del escaparate, encerrados en sus jaulas.

            Odiaba a las mascotas, odiaba lo que los laboratorios habían hecho con ellas. Hacía no más de cien años, los animales comenzaron a desaparecer poco a poco, a escasear; sobre todo, lo hicieron los gatos y los perros, por lo que muchos científicos comenzaron a investigar para poder salvarlos de la extinción. Sin embargo, lo que hicieron fue crear algo atroz: una mezcla entre humano y animal de compañía.

            Sin que nadie lo supiera, habían secuestrado a niños de los orfanatos del mundo y habían modificado su ADN, haciendo que les crecieran orejas y cola, que fueran dependientes de la persona que los comprara y que tuvieran una época de celo, como si fueran verdaderos animales. Al principio, todo aquello había causado un gran rechazo en la población, pero poco a poco, comenzaron a aceptar aquella nueva compañía y en la actualidad, no tener a alguno de aquellos seres híbridos era ser una persona extraña.

            Por eso YiFan no quería saber nada sobre estas nuevas mascotas, por eso no quería tratar con ellas y evitaba, en la medida de lo posible, acercarse a estas. Todo aquello le parecía una abominación y no le importaban los murmullos a sus espaldas sobre que no tenía una mascota de compañía.

            El semáforo se puso en verde y YiFan arrancó sin mirar atrás.

            Cuando llegó a su trabajo, se sacó un vaso de café de la máquina para despejarse el sueño que aún quedaba en su cuerpo y se dirigió a su mesa con él en la mano, dando pequeños sorbos a aquel líquido caliente y amargo. Se sentó en su silla y se desperezó justo antes de encender su ordenador y ponerse manos a la obra.

●●●

            —YiFan —llamó una voz conocida.

            El hombre alzó la cabeza, encontrándose el rostro de su jefe poco más arriba que el suyo. JunMyeon era un hombre algo bajito —claro que a ojos de YiFan casi todo el mundo era bajito—, de rostro amable y sonrisa cálida. Trataba a sus empleados como si fueran parte de su familia y tenía muy buena mano para los negocios. La única pega que YiFan le encontraba era el “gato” que lo seguía a todas partes, aquella mascota de pelo rosa chicle y rostro sin expresión que se paseaba por la oficina, molestando de vez en cuando a los trabajadores.

            —¿Sí, jefe? —contestó YiFan.
            —Es muy tarde, ¿por qué sigues aquí a estas horas? —le preguntó. El hombre miró el reloj, dándose cuenta por primera vez de que su horario de trabajo había acabado hacía un par de horas.
            —Intentaba terminar estos informes —respondió, girando la pantalla de su ordenador para que el otro pudiera ver lo que había en ella.
            —Déjalo para mañana y vuelve a casa —le aconsejó su jefe, girando la pantalla de nuevo hacia él—. Descansa, los informes no se van a escapar esta noche, por la mañana seguirán estando ahí —JunMyeon esbozó una sonrisa y YiFan asintió lentamente, guardando los archivos en el ordenador para después apagarlo.

            JunMyeon se despidió de él con una sonrisa y luego fue junto a su mascota, que lo esperaba junto al ascensor para subirse y así descender hasta el aparcamiento. YiFan le agradeció mentalmente que lo hiciera porque no hubiera aguantado un viaje en ascensor con SeHun —así era como se llamaba el “gato” de su jefe—. El hombre terminó de recoger algunas cosas de su mesa y luego se dirigió al ascensor. Esperó unos minutos a que el aparato volviera a subir y cuando las puertas se abrieron, ingresó en él.

            Aprovechó el tiempo que tardó en descender al aparcamiento para mirar su aspecto en el espejo. Estaba bastante más delgado que hacía un tiempo y también tenía ojeras, quizás se estaba tomando demasiado a pecho su trabajo y necesitara algunas vacaciones, ya ni recordaba la última vez que tuvo.

            Pensando en cómo y cuándo se tomaría las vacaciones, YiFan salió del ascensor y se metió en su coche, conduciendo luego hacia casa.

            YiFan llegó a casa en poco menos de media hora, a aquellas horas, el tráfico de la ciudad no era tan denso y se podía transitar por ella sin encontrarse con atascos. El hombre acababa de aparcar el coche y salía a cerrar su verja, cuando vio la silueta de una persona junto a esta. Estaba bastante oscuro y la luz de la farola que había a algunos metros a su derecha no iluminaba adecuadamente aquel punto, por eso solo pudo distinguir a la persona cuando estaba a un par de metros de distancia.

            Era un chico alto, no tanto como él, pero sí de similar tamaño, delgado, con el pelo oscuro y algo largo. Vestía una sudadera ancha y unos vaqueros estrechos que marcaban sus delgadas piernas. Una gorra colocada hacia atrás era lo que remataba el estilo de su siempre sonriente vecino Park ChanYeol.

            —¡Hyung! —le gritó animadamente con una gran sonrisa en su rostro. El hombre tuvo que echarse a un lado para no acabar entre los largos brazos del otro—. ¡Eh! —se quejó al ver que YiFan se apartaba.
            —No me gusta el contacto físico, ya lo sabes  —dijo serio, pero el otro no borró la sonrisa de sus labios.
            —No importa, yo estaba aquí para que conocieras a alguien encantador —ChanYeol se alejó un poco de él y caminó fuera de su propiedad—. Vamos, LuHan, no tengas miedo, YiFan no te va a comer.

            El chico sonrió ampliamente cuando el tal LuHan comenzó a avanzar y el hombre tuvo un poco de curiosidad por saber quién era. Sin embargo, toda su curiosidad se desvaneció cuando a la luz de la farola apareció un híbrido de gato, como lo era SeHun, pero este mucho más pequeño y de rostro aniñado. YiFan le lanzó una mirada que podría haber matado a su vecino, pero este no pareció notarla, estaba encantado con que estuviera conociendo a su nueva mascota.

            —ChanYeol… —siseó, llamando su atención.
            —Sí, ya sé que no son de tu agrado, pero no me negarás que LuHan es una monada —el chico puso morritos y el “gato” lo imitó. No, YiFan no podía negar que no fuera mono, pero jamás lo admitiría en voz alta, por eso, simplemente cerró la verja de su casa con candado y se dio la vuelta, sin mirar atrás, internándose en su hogar.

●●●

            YiFan se despertó a la mañana siguiente a la misma hora de siempre y realizó todas sus tareas antes de vestirse para ir a trabajar. Cuando se colocó su reloj, vio que tenía varias notificaciones de la empresa, pulsó sobre una de ellas para abrirla y ver su contenido, encontrándose con un mensaje de su jefe.

            A mi empleado YiFan.

            Me he tomado la libertad de hacer las gestiones necesarias para tus vacaciones por ti porque si lo dejo en tus manos jamás las harás. Eres un gran empleado, muy aplicado, correcto y leal, pero necesitas desconectar, así que, desde hoy y hasta dentro de dos semanas, no se te ocurra pisar la oficina.

Tu jefe, JunMyeon.

             —Me lo tendría que haber imaginado —murmuró para sí mismo mientras se dirigía de nuevo a su habitación.

            El hombre se despojó del traje y se puso lo primero que encontró en su armario, ropa cómoda para pasar el día entero en su casa, ya que no tenía que salir para nada. Quería relajarse, tal y como le había aconsejado su jefe, pero en su cabeza seguía haciendo las cuentas de las finanzas de la empresa. Después de un rato intentando desconectar sin éxito alguno, decidió que lo mejor que podía hacer era echarse a dormir.

            No supo cuánto tiempo había dormido, pero se despertó de una forma algo brusca cuando el timbre la de puerta de su casa sonó repetidas veces. Se levantó de la cama con lentitud y fue hasta la ventana, asomándose al exterior y viendo a ChanYeol y a sus mascotas esperando allí fuera. Con pesadez salió de su habitación y se dirigió a la puerta, abriéndola con cara de malas pulgas, decidido a echar a ChanYeol de allí, pero antes de que pudiera decir nada, este ya se había colado en su casa junto con sus mascotas.

             —ChanYeol, ¿qué haces aquí? —le preguntó con voz cansada.
             —He visto tu coche aparcado fuera y he pensado que a lo mejor te había pasado algo porque tú nunca faltas al trabajo —le contestó con una sonrisa demasiado grande—. ¿Estás bien?
             —Perfectamente —respondió—. Estoy de vacaciones. ¿Tú no trabajas?
             —YiFan, soy rico, los ricos no trabajamos —el chico miró a su alrededor buscando algo que no encontró. Se dirigió entonces a la puerta, donde seguía YiFan con cara de estupefacción y confusión y se asomó al exterior—. Vamos LuHan, no tengas miedo, puedes entrar —lentamente el “gato” comenzó a entrar en la casa.
           —Con permiso —murmuró y YiFan puso los ojos en blanco.

            Una vez el híbrido entró, cerro la puerta y los tres se dirigieron al salón, donde ya se encontraban las otras tres mascotas de ChanYeol, peleándose por el mando de la tele. A YiFan no le gustaban los híbridos, pero había aprendido —a la fuerza, todo había que decirlo—, a tolerar un poco a las ruidosas mascotas de su vecino porque eran muy dados a aparecer en su casa cuando menos se lo esperaba y no se marchaban, a veces, de hecho, tenía que echarlos casi a patadas del lugar.

            El hombre recordaba que Baekkie era el híbrido que había llegado primero a su casa, con las orejas tiesas y meneando el rabo de un lado a otro abalanzándose sobre él el primer día para intentar besarlo. Era un “perro” bastante inquieto y efusivo, como su dueño. El segundo en llegar fue Chen, un gato un tanto independiente que generalmente se sentaba en una esquina y se echaba a dormir sin armar escándalo. Solo pedía la atención de ChanYeol muy de vez en cuando y los días que estaba juguetón solo molestaba a Baekkie, así que, ese “gato” no le daba muchos problemas.

            Después había llegado Kai, era un “cachorro” muy tímido que al principio no quería relacionarse con nadie pero que luego, por la mala influencia de Baekkie, se había convertido en un torbellino imparable que lo único bueno que tenía era que cuando se dormía no daba ni un ruido. Por último, había llegado LuHan que por lo que veía no parecía muy cómodo con semejante pandilla de locos. YiFan esperaba sinceramente que no le diera muchos problemas, ya tenía bastante con todos los demás.

            Finalmente, la pelea por el mando la ganó Baekkie y el hombre se dio por vencido, ya que una vez que se ponían ante la tele no era capaz de echarlos ni a patadas de su casa y el resto del día que debería haber pasado en soledad tranquilamente, lo pasó con ChanYeol y sus cuatro mascotas viendo películas o sitcoms.

●●●

            Era bastante tarde cuando YiFan volvió a estar solo en su casa. Después de recoger todo el desorden que habían dejado en el salón tras pasar allí todo el día, YiFan se dirigió a su habitación, pero se quedó a medio camino al creer que había visto una sombra en el jardín. Pensando que era un ladrón que rondaba su casa se dirigió rápidamente a la puerta, escoba en mano, saliendo al exterior levemente iluminado por las farolas encontrándose agachapado contra el suelo y escondido entre las sombras el cuerpo de un “gato”. YiFan quiso darse la vuelta, porque aunque estuviera en su propiedad, el híbrido no era su problema, pero un maullido lastimero lo hizo quedarse quieto, mirando con atención hacia este, dándose cuenta de las gotas de sangre del suelo.

            El hombre abrió los ojos con sorpresa y luego dejó la escoba en el suelo para acercarse lentamente al “gato” de pelo negro. Si estaba herido, tenía que buscar a su dueño para que lo llevara al hospital, así que, cuando estuvo a menos de un metro de él, se agachó a su altura para poder observarlo con claridad. Estaba completamente desnudo y todo su cuerpo estaba lleno de moratones y de heridas, sus ojos estaban desenfocados, rojos e hinchados por haber llorado y en su cuello había marcas con forma de dedos y una línea morada en el lugar en el que debía de encontrarse el collar.

            YiFan supo inmediatamente al ver todo aquello que debía haber sido el dueño del “gato” el que le había hecho todo aquello y sintió pena por aquella criatura que temblaba ante su mirada, asustado. Los híbridos no eran de su agrado, pero él nunca les haría daño. Se acercó para levantarlo y poder montarlo en el coche para llevarlo al hospital, pero el híbrido se replegó contra sí mismo, alejándose de él y apartándolo con sus manos con las pocas fuerzas que le quedaban, abriéndose las heridas.

            —No voy a hacerte daño —murmuró YiFan, poniendo la voz más dulce y tranquila que fue capaz para no asustarlo más—. Solo quiero ayudarte.

            El híbrido lo miró fijamente unos segundos, con fiereza, intentando mostrar que podría dar pelea si el hombre quería hacerle daño. YiFan simplemente esperó hasta que el “gato” finalmente le dio permiso para poder ayudarlo. Cuando este asintió levemente, se acercó a él y lo ayudó a levantarse, intentando no rozar ninguna de sus heridas, después lo sujetó con firmeza cuando le fallaron las piernas y lo cargó en sus brazos para montarlo en los asientos traseros del coche, echándole por encima una manta que tenía en el maletero para que no pasara frío. Luego, se montó en el coche y arrancó, poniendo rumbo al hospital más cercano.

●●●

            Cuando el especialista salió de la sala con una sonrisa en sus labios, YiFan se permitió soltar todo el aire que había estado conteniendo desde que había dejado al híbrido en manos de aquel hombre cuando llegó al hospital. Se acercó hasta él, levantándose rápidamente de donde había estado sentado mientras esperaba, pidiendo una muda explicación sobre el estado del “gato”.

            —Si es tan amable de acompañarme a mi despacho —fue lo único que dijo el hombre y luego echó a andar con YiFan detrás, guiándolo por los pasillos hasta llegar a un lugar en el que la placa de la puerta rezaba “Dr. Kim MinSeok”—. Tengo que hacerle unas preguntas —le comentó ya en el interior cuando ambos estuvieron instalados.
            —Usted dirá.
            —¿Ese gato es suyo? —YiFan abrió los ojos, sorprendido.
            —No —dijo—, yo no tengo ninguna mascota, simplemente lo encontré en mi jardín de esa manera y lo traje aquí tan rápido como me fue posible.
            —¿Alguien puede confirmar eso y también el lugar en el que ha estado usted las últimas veinticuatro horas?
            —Sí, supongo… —murmuró—. Mi vecino ChanYeol ha estado todo el día en casa.
            —Perfecto. ¿Puede llamarlo?
            —No me he traído mi teléfono, como ha sido todo tan apresurado.
            —Utilice el mío —el hombre le tendió su dispositivo móvil y YiFan marcó los dígitos correspondientes al número de ChanYeol.
            —¿Cree usted que he sido yo el autor de esas heridas? —cuestionó mientras sonaban los tonos de llamada.
            —Por ahora, presunto.
            —¿Diga? —se escuchó la voz de ChanYeol salir del aparato—. ¿Quién es a estas horas? LuHan se ha despertado ahora que había conseguido que se quedara dormido —dijo malhumorado.
            —Soy el dr. Kim MinSeok —se presentó—. ¿Conoce usted al señor Wu YiFan?
            —Sí. Es mi vecino, ¿por qué?
            —¿Podría decirme donde ha estado él todo este día?
            —Sí… En casa, conmigo y mis mascotas —respondió algo preocupado—. ¿Le ha pasado algo a YiFan?
            —Gracias por su colaboración —dijo el doctor antes de colgar y dirigirse de nuevo hacia YiFan—, perdone por hacerlo pasar por esto, pero tenemos que confirmar que la persona que trae aquí al híbrido no sea la que lo ha maltratado —comentó—. Últimamente hay muchos casos de maltrato a mascotas y tenía que asegurarme de que usted no había sido quién le había dado semejante paliza, si no lo llega a traer a tiempo, no habría sobrevivido hasta mañana por la mañana.
            —¿Qué le han hecho?
            —Los cortes en su cuerpo fueron realizados por un látigo, los golpes con objetos contundentes y tiene el recto en carne viva, signo de que además fue violado —enumeró—. Y las marcas en su cuello indican que intentaron asfixiarlo.
            —¿Cómo una persona puede ser tan desalmada? —murmuró YiFan horrorizado por lo que acababa de escuchar.
            —Hay gente muy perturbada por el mundo y a este pobre gato le tocó lidiar con uno de ellos como dueño.

●●●

            YiFan se despertó por el ruido incesante del timbre de la puerta y se levantó perezosamente del sofá en el que se había dormido cuando regresó del hospital, incapaz de dar un solo paso más, aquella madrugada. Caminó bostezando e intentando arreglar su adolorida espalda hasta la entrada y abrió la puerta sin siquiera mirar por la mirilla, sabiendo que debía de tratarse de ChanYeol y, efectivamente no se equivocaba cuando este entró en su casa, invadiendo su espacio personal y hablando atropelladamente.

            —¿Qué pasó anoche? ¿Por qué me llamó un médico? ¿Por qué me hizo esas preguntas tan raras? No matarías a nadie, ¿verdad?
            —Demasiadas preguntas —murmuró YiFan intentando poder enfocarse en una sola, pero siéndole misión imposible—. Es muy temprano.
            —Me da igual, responde —exigió ChanYeol.
            —Mmm… Ayer me encontré un “gato” maltratado en el jardín después de que os fuerais y lo llevé al hospital —contó—, el doctor te llamó porque quería confirmar que yo no era el agresor —el chico suspiró aliviado.
            —¿Y cómo está el híbrido?
            —Estable…
            —Vamos ahora mismo al hospital —dijo ChanYeol agarrándolo de la mano y tirando de él. YiFan soltó la mano de su vecino con brusquedad, haciendo que este se parara en seco y lo mirara—. Vamos, ¿por qué te sueltas?
            —Llegué del hospital hace dos horas, lo que significa que he dormido dos horas —contestó—, además, tengo que ducharme, que huelo a rancio.
            —Pues corre, ¿a qué esperas?

            El hombre negó con la cabeza y suspiró, ChanYeol era un caso perdido, siempre tan precipitado en todo lo que hacía.

            YiFan se dirigió al baño, se desvistió y se metió en la ducha, dejando que el agua se llevase toda la suciedad y todos los malos sentimientos que tenía desde que había visto al “gato” en su jardín. Le habían dado unas ganas infinitas de hacerle pasar por lo mismo a la persona que le había hecho aquello al híbrido. Nunca le habían gustado aquellos seres contra natura, pero eso no quería decir que quisiera golpearlos; eran parte humanos y parte animales y no se merecían aquel maltrato.

            Salió de la ducha casi como nuevo, ya que todavía seguía teniendo sueño, se visitó y se dirigió a la cocina, donde se encontraba ChanYeol con sus mascotas atacando su comida. Nada iba a cambiar, daba igual que ChanYeol tuviera más dinero del que él ganaría jamás en toda su vida, ya que cada vez que quería ocupaba su casa, cogía su comida y utilizaba sus cosas como si fueran suyas, a veces, parecía que vivía con él.

            —FanFan —gritó Baekkie levantándose de la silla para correr hacia él y engancharse a su cintura con sus piernas.
            —Buenas —dijo, intentando quitárselo de encima, pero el “perro” sonrió con malicia y se acercó a su rostro para besarlo. Solo cuando obtuvo el beso, se bajó de su cuerpo y se fue a la mesa para seguir comiendo—. Deberías enseñar a tus mascotas cómo deben comportarse —le riñó a ChanYeol.
           —Te juro que lo intento, pero todos acaban haciendo lo que quieren —contestó—, menos LuHan, que es un encanto —rascó las orejas del “gato”, que estaba sentado a su lado y este comenzó a ronronear complacido inmediatamente.

            YiFan se sentó a desayunar y cuando todos acabaron se montaron en su coche y él condujo al hospital. Al llegar allí, se dirigió a recepción y preguntó a la chica que había tras la mesa por el doctor Kim MinSeok. Esta le indicó que se encontraba en la habitación del “gato” que había llevado la noche anterior haciéndole un reconocimiento y le indicó el lugar amablemente. Cuando llegaron al pasillo en el que se encontraba esta, se sentaron y esperaron a que el doctor saliera.

            —Me alegra que haya venido —dijo el hombre cuando lo vio después de dejar la habitación—, hemos estado intentando contactar con el dueño, pero al parecer lo adquirió ilegalmente y el gato aún no ha despertado de la anestesia, por lo que no puede decirnos nada.
            —¿Para qué querían contactar con el dueño? —preguntó confundido.
            —Para hacerle saber que le quitábamos la custodia —respondió—, pero con estas noticias, no hay motivos para ello, así que será llevado a algún centro en cuanto se recupere donde esperará a que alguien lo compre… ¿O prefiere quedárselo usted?
            —La verdad es que nunca me han gustado mucho los…
            —Se lo queda —cortó ChanYeol rápidamente—, y vendrá aquí todos los días para que el gato se acostumbre a su presencia.
            —ChanYeol —protestó YiFan.
            —Hazme caso, por favor —le suplicó el chico.
            —Perfecto —sonrió el doctor—. Iré a mi despacho a preparar los papeles y llamaré a un amigo mío para que firme algunas autorizaciones —el hombre se despidió de ellos y YiFan encaró al chico.
            —¿Por qué has dicho eso?
            —No podemos dejar que vuelva a un centro —contestó este—, allí no viven en las mejores condiciones como les hacen creer a todos, están apiñados los unos con los otros y no los tratan demasiado bien —hizo que LuHan se acercara y le levantó la camiseta para que YiFan pudiera ver en su costado algunos moratones y arañazos—, esto es de las barras de las jaulas y por peleas. ¿Alguna vez te has preguntado por qué tengo cuatro mascotas cuando la gente generalmente tiene solo una? —el hombre fue a contestarle, pero no pudo porque ChanYeol siguió hablando—. Mi padre es el dueño de XOXO y sé lo que se cuece bajo la apariencia perfecta que muestran a la calle, por eso intento salvar a todos los que puedo.
            —No… Lo sabía…
            —Tienes que quedártelo, no puedes dejar que vuelva a un centro —le suplicó de nuevo—, ¿y si lo compra alguien que es peor que su antiguo dueño?
            —Está bien —murmuró, viendo la brillante sonrisa de ChanYeol segundos antes de que él y todas sus mascotas se le tiraran encima para abrazarlo.

●●●

            Al día siguiente, YiFan salió temprano de casa en dirección al hospital. Había recibido una llamada del doctor Kim avisándolo de que el “gato” había despertado de la anestesia y también, que ya tenía los papeles preparados solo a falta de ser firmados por este para poder quedarse con el híbrido. Condujo pensando en todo lo que le había dicho ChanYeol el día anterior. Se había preguntado en varias ocasiones por qué el chico tenía tantas mascotas, pero lo había achacado a que era porque con su dinero, podía permitírselo; pero al saber la razón real, su estómago le había dado un vuelco. Jamás había pensado que ChanYeol tuviera ese corazón tan grande y jamás habría imaginado que se tratara de aquella manera a los híbridos.

            YiFan seguí sintiendo la misma reticencia por ellos, ya que no eran seres creados por la naturaleza, sino por el hombre; pero no podía permitir tampoco que se les hiciera daño.

            Llegó al hospital y se dirigió al despacho del doctor, tal y como le había indicado cuando lo llamó. Golpeó la puerta con sus nudillos y, tras escuchar el permiso, entró. El hombre que estaba sentado tras su mesa le sonrió nada más verlo y le indicó que se sentara, después le tendió los papeles que tenía que firmar. YiFan los cogió y comenzó a leer. Eran varias páginas en las que se hablaban de las características del “gato”, de su edad, sexo, peso, altura y otras en las que se le informaba de sus obligaciones para con este, también había algunas que tenía que rellenar con sus datos. Tras leerlo todo, le pidió al doctor Kim un poco de tinta y plasmó su huella dactilar.

            —Perfecto —dijo el hombre tras recibir los papeles—, ya es usted propietario de una mascota —el doctor le sonrió, levantándose de su asiento—. Lo llevaré para que lo vea, ya está despierto.

            Caminaron por los pasillos del hospital, hablando sobre cosas triviales. El doctor le contó que había conseguido las autorizaciones y los papeles tan rápido porque tenía un amigo en el negocio que le debía un par de favores y YiFan le tuvo que contestar a las preguntas sobre la relación que tenía con ChanYeol, a pesar de que no tuviera ninguna. Llegaron a la habitación y el hombre abrió la puerta, pasando él antes, dirigiéndose al “gato”.

            —Ha venido el hombre que te trajo hasta aquí —le dijo—. ¿Quieres verlo? —el híbrido asintió lentamente y el doctor Kim lo animó a que entrara—. Su nombre es YiFan y estaba preocupado por tu estado, así que pensé que era bueno que te viera, ¿puede quedarse contigo? —hubo otro asentimiento y el hombre sonrió—. Os dejo solos, entonces —comentó antes de salir por la puerta.
            —Hola —dijo YiFan un poco incómodo—. ¿Cómo te encuentras? —el “gato” hizo un intento de hablar pero solo le salió un maullido débil—, perdón, debía haber imaginado que no podías hablar, lo siento —el otro esbozó una sonrisa, haciendo que se le marcaran mucho los huesos de los pómulos. Parecía que durante el tiempo que había estado con quien lo había maltratado no había comido apropiadamente—. ¿Tienes hambre? —el híbrido asintió—, iré a por algo para ti, entonces.

            Sin embargo, cuando iba a marcharse, la mano del gato de pelo negro lo cogió por la muñeca, deteniéndolo y negando con la cabeza, señalándole que se sentara al borde de la cama con él con una sonrisa en sus labios. YiFan lo hizo y el “gato” sonrió más ampliamente, haciendo que el hombre no pudiera retener una sonrisa que curvaba hacia arriba la comisura de sus labios.

●●●

            Los siguientes días de sus vacaciones, YiFan los pasó en el hospital, haciéndole compañía al híbrido para que no se sintiera solo y para que se acostumbrara a su presencia antes de llevárselo a casa. Por orden del doctor Kim aun no le había dicho nada de que era su nuevo dueño porque podría causar que lo rechazara sin siquiera darle la oportunidad, así que, simplemente estaba allí para el “gato” porque estaba preocupado por su salud y nada más en su papel de salvador.

            Jugaba con él a todo lo que le proponía e intentaba mostrarse cada día menos incómodo en su presencia porque todavía estaba un poco reticente. Sin embargo, las sonrisas encantadoras del híbrido, sus expresiones de ilusión y sus muestras de cariño, estaban derritiendo capa a capa el muro que él siempre había puesto entre todos los seres de su entorno.

            Sus visitas se volvieron más divertidas a medida que el “gato” fue recuperando su voz y su movilidad. Apenas paraba quieto y tampoco podía estar más de un par de minutos callado, parecía un poco como Baekkie, pero al menos este no intentaba besarlo a la más mínima oportunidad y eso era algo que YiFan agradecía. Poco a poco, se había ido acostumbrando a la presencia del híbrido y poco a poco, se fue dando cuenta que esta no lo molestaba en absoluto.

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            Casi sin que se diera cuenta, el día en el que se acababan sus vacaciones había llegado. YiFan se había pasado las dos semanas en el hospital, haciéndole compañía al “gato” y se le habían pasado volando, ni una sola vez había pensado en el trabajo, había desconectado completamente, tal y como le había aconsejado hacer su jefe JunMyeon. También, había llegado el día en el que le tenía que comunicar al híbrido que iba a ser su nuevo dueño y estaba bastante nervioso por esto.

            Poco a poco, el “gato” se había ido abriendo un hueco en su vida y YiFan no sabía cómo reaccionaría si este definitivamente se negaba a quedarse con él. Entró a la habitación en la que ya era bienvenido sin siquiera llamar a la puerta, le dedicó una sonrisa al híbrido de pelo negro y se sentó en la cama a su lado, como solía hacer siempre. Tomó sus manos y vio que estas eran más pequeñas y delgadas porque le cabían perfectamente en las suyas antes de comenzar a hablar.

            —A partir de mañana comenzaré a trabajar, así que no podré venir a verte tan seguido —le anunció—, un par de horas a la semana como mucho —los ojos del “gato” se abrieron al máximo, sorprendidos y sus orejas se pegaron a su cabeza—. Lo siento mucho.
            —Pero yo no quiero que te vayas —murmuró el otro—. ¿Quién vendrá a verme? ¿Quién cuidará de mí?
            —Bueno, el doctor Kim ha cuidado muy bien de ti —le dijo, rascándole las orejas para que volvieran a alzarse—, y pronto estarás recuperado, así que te llevarán a un centro —el híbrido se apartó rápidamente de él en cuanto pronunció aquella última palabra.
            —No quiero volver a ningún centro —dijo—. No, por favor, no dejes que me lleven allí —lo miró con ojos suplicantes.
            —Pero… Eso significaría que tendría que… ¿Ser tu dueño? —el “gato” asintió, abrazándose contra su cuerpo—. ¿Quieres eso? ¿No tienes miedo?
            —Sí quiero… —murmuró escondido en su pecho—. Y de ti no tengo miedo, eres muy amable conmigo y me has cuidado este tiempo.
            —Entonces… ¿Debería darte un nombre? —el híbrido asintió—. Mmmm… ¿Qué te parece Tao? —escuchó un ronroneo y supo que le había gustado, así que, comenzó a rascarle las orejas con una sonrisa—. Te prometo que no dejaré que nada malo te pase a partir de ahora, Tao.