viernes, 24 de enero de 2014

Bajo el Mar

Bajo el Mar




            Estábamos grabando uno de los capítulos del EXO’s ShowTime, nuestro programa. Las fans estaban emocionadas con eso y nosotros también, ya que podíamos mostrarles nuevas caras y las cosas en las que éramos buenos cuando no se trataba de bailar o de cantar.

            La sala de ensayo estaba fría, por eso teníamos los chaquetones térmicos puestos. Era demasiado temprano como para que hubieran encendido la calefacción en aquel lugar.

            Las cámaras nos rodeaban y nosotros teníamos que seguir más o menos el guión que nos habían dado. A la mayoría no nos gustaba eso. Seguir el guión en cada cosa que tuviéramos que decir era demasiado. Todos queríamos mostrar algo de nosotros, algo que no fuera prefabricado y el único que más o menos lo estaba haciendo era YiFan, aunque quedaba como un idiota.

            En lo que grabaríamos ese día iríamos a la playa, todos lo sabíamos, pero teníamos que hacer el paripés de elegirlo por mayoría. A mí me había tocado poner que quería ir a la playa, aunque lo único que me apetecía era quedarme en casa, calentito, haciendo cualquier cosa con los chicos, como cuando habíamos visto aquella película mientras nos grababan.

            Se repartieron los tozos de folio y los permanentes para que escribiéramos las cosas que queríamos hacer. En ese momento, tuve una idea. Tras escribir cada uno en su papel, ChanYeol fue revelando los lugares, hasta que en un momento dado, pensó que lo mejor era que cada uno mostrara lo que había escrito.

            ―XiuMin hyung, ¿tú dónde quieres ir? ―me preguntaron. Giré mi papel, orgulloso.
            ―Bajo el mar ―contesté con una sonrisa.
            ―¿Bajo el mar? ―cuestionaron todos.
            ―Claro. Quiero conocer a la Sirenita.

            En ese momento todos se rieron de mí, importándoles poco que yo fuera el mayor allí. Pero daba igual, había hecho algo por mí mismo, sin dejar que el programa me mangoneara por una vez. Sentía que era una victoria, una pequeña, sí, pero al fin y al cabo, victoria.

            Después de “decidir” que iríamos a la playa, nos montamos en las furgonetas que utilizábamos para desplazarnos normalmente y me senté en el primer lugar que encontré. Me puse mis auriculares, el iphone a todo volumen y cerré mis ojos.


            Cuando los abrí de nuevo, ya no estaba en el coche, estaba en un lugar completamente distinto, de hecho, era un lugar en el que jamás hubiera pensado que me encontraría: un barco.

            Sí. Estaba en un barco, de madera, con velas blancas y timón. Un barco como los que salían en las películas de Piratas del Caribe, los que tenían los ingleses. No podía imaginarme cómo podía haber acabado en aquel lugar, pero estaba seguro de que tenía que ser un sueño, así que lo tenía que disfrutar.

            Me acerqué a la barandilla y me asomé para ver las olas chocar contra el barco de manera suave. Miré al cielo y vi el brillante sol en su cota más alta. Solo algunas nubes que parecían de algodón teñían el azul turquesa para que se pudiera diferenciar del mar.

            Sin embargo, en unos momentos todo cambió. El cielo se cubrió de nubes, quedando de un gris apagado. Las olas comenzaron a chocar fuertemente contra el casco del barco, haciendo que este se bamboleara de una forma casi frenética. Intenté agarrarme a las cuerdas, pero la incesante lluvia que había comenzado a caer, hacía que mis manos se resbalasen de la cuerda que había agarrado.

            Sin poder hacer nada, me solté del cabo y caí por la borda a las frías y peligrosas aguas del mar abierto.


            Al abrir los ojos de nuevo, sentí cómo la arena se me metía en estos, así que los cerré fuertemente y me giré, para quedar de espaldas a esta. Escupí arena y agua al incorporarme y quedar sentado y con la manga hecha jirones de la camisa que llevaba, me intenté quitar la arena de la cara. Abrí mis ojos de nuevo y el brillante sol me cegó por unos momentos.

            Cuando me pude acostumbrar a la luz, vi que estaba en una pequeña cala de arenas blancas y aguas cristalinas. Parecía que había sido arrastrado por la marea hasta aquella playa. Suspiré. Al menos no me había ahogado durante el sueño, aquello habría sido demasiado vergonzoso y había cámaras grabando por todo el coche.

            En ese momento escuché un ruido y me giré hacia la dirección de la que provenía ese sonido, quedándome de piedra al ver qué era lo que había provocado el sonido.

            Una muchacha hermosa me observaba desde detrás de una roca, como si me tuviera miedo pero quisiera saber si me encontraba bien. Le sonreí amablemente y ella se escondió un poco más tras aquella piedra de dimensiones considerables. Su cabello negro, suave y liso, ondeó unos momentos antes de desaparecer con ella.

            Me levanté y comencé a acercarme a ella lentamente, para no asustarla. Cuando estuve a unos pasos de la roca, vi algo que me hizo abrir los ojos como platos. Una cola de pez. Casi grité al verla, pero me tapé la boca con las manos para ahogar cualquier sonido. No podía asustarla porque yo me hubiera asustado. Era una sirena y esa era mi única oportunidad para ver una sirena, aunque fuera en un maldito sueño.

            ―¿Cómo te llamas? ―pregunté. Ella se sobresaltó y se alejó de mí, acercándose al agua. No. No podía permitir que se fuera―. No voy a hacerte daño ―la sirena se detuvo y me miró fijamente, aunque con algo de timidez, evaluándome. Era completamente adorable―. ¿Entiendes mi idioma? ―la vi asentir lentamente y suspiré―. ¿Sabes cómo he llegado hasta aquí? ―ella volvió a asentir―. ¿Cómo?
            ―Yo… ―solo con esa única palabra adiviné que había sido ella quien me había traído. Su voz era hermosa, como ella y mi corazón golpeaba rápidamente contra mi pecho.
            ―Muchas gracias ―murmuré―. Aunque necesitaría saber tu nombre para agradecerte correctamente ―ella sonrió de una forma completamente perfecta.
            ―Ari… ―dijo en un susurro apenas audible.
            ―Muchísimas gracias, Ari ―dije―. Mi nombre es MinSeok.
            ―MinSeok… ―su voz pronunciando mi nombre hizo que un escalofrío recorriera toda mi columna. Cuando lo decía LuHan de forma melosa me gustaba, pero en ese momento sentía que aquello era un orgasmo para mis oídos―. Me tengo que ir… ―murmuró. Su cola entró en el agua y lentamente, su cuerpo se fue introduciendo también.
            ―Espera ―ella se detuvo―. Me gustaría, si pudiera ser, hacer algo…
            ―¿Qué? ―preguntó Ari. Me acerqué a la orilla y me senté en la arena, cerca de ella. La hermosa sirena se alejó un poco, pero no fue brusco, ni tampoco rápido.
            ―Cierra los ojos ―pedí. Ella asintió.

            Lentamente me acerqué a ella hasta que nuestros rostros quedaron a centímetros. Inspiré hondo y besé sus húmedos labios durante unos momentos, después, me alejé.

            ―Gracias ―murmuré. Ari abrió sus ojos lentamente a la vez que un sonrojo encantador se extendía por sus mejillas. Llevó sus manos a su rostro y emitió un sonido que me hizo sonreír, justo antes de devolverme una gran sonrisa y desaparecer en el agua.

            Suspiré y me dejé caer en la arena. Dándome un golpe en la cabeza con una piedra.


            Cuando volví a abrir los ojos sentí un punzante dolo en mi cabeza y me llevé las manos a esta, profiriendo un quejido de dolor. Estaba de vuelta en la furgoneta, seguía sentado en el mismo asiento y LuHan me acababa de dar un golpe para que me despertara y saliera del coche.

            ―Vamos, dormilón ―dijo―, o te dejaremos en el coche como a ZiTao ―amenazó.

            Sabiendo que era muy capaz de hacerlo, me desabroché el cinturón y salí corriendo del vehículo, cerrando la puerta y yendo tras él. Habíamos parado en una estación de servicio para comer antes de llegar a la playa.

            ―Tengo curiosidad por saber qué soñabas ―comentó el chico girándose hacia mí―. Parecías muy feliz, ¿por qué era?
            ―Porque he cumplido mi sueño de conocer a una sirena ―contesté, y seguí andando hacia el edificio con una gran sonrisa, dejándolo confuso.





4 comentarios:

  1. AY QUÉ CUQUIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII asdasda SOY UNA SIRENA T^T

    Me encanta que hayas puesto que el Showtime es prácticamente todo guión pero que ellos intentan ser lo más fieles a ellos mismos posible, eso es un puntazo, muy realista <3 Y que se duerma y que esté en un barco pirata y que sea como en la Sirenita y *^* es SUPER CUTE <3 ¡¡muchísimas gracias, en serio!!! <333

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sirena, sirena ^^
      Bueno, es que realmente lo es, no hay nada en Corea para los idols que vaya sin guión, y menos si se trata de la SM.
      Me alegra que te parezca así ^^ Y no hay de qué, lo he hecho con gusto ^^

      Eliminar
  2. Esta es la tercera vez que intento dejarte un comentario, mi movil me trollea u.u (odio hacer esto con el movil pero si no dudo que pueda escribirte mis locuras en unos cuantos dias. examenes, you know) *cruza los dedos esperando que esta vez funcione*

    Pues nada, que me gusto mucho muchito ^^ Que fue una lindura y no se que mas, me olvide de lo que te queria decir y lo qur te habia puesto en los otros dos intentos (maldita memoria de pez! T.T)

    Perdona a esta desmemoriada ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. OMG! ¿La tercera? Shit, don't worry ^^
      Me alegra que te gustara y te pareciera mono ^^

      Eliminar