miércoles, 22 de enero de 2014

Nothing Matters

Capítulo 4
Olvido

            ―¿Así que…? ―comenzó MinShuo y, antes de que acabara su pregunta, yo ya sabía por dónde iba, así que asentí―. Me alegra que lo intentes al menos.
            ―ShiXun es encantador y creo que no pasará nada por intentar algo con él ―contesté.
            ―Eso es perfecto ―sonreí y él me devolvió la sonrisa.

            Nos quedamos en silencio con las piernas metidas dentro de la piscina, pero sin atrevernos a meternos del todo. ZiTao y ShiXun jugaban en el agua haciéndose ahogadillos, riendo; YiXing nos miraba desde el otro lado sentado en la tumbona y YiFan nadaba de un lado a otro, sin prestar atención a nada.

            Habíamos ido a la piscina municipal tras la llegada de MinShuo a casa para intentar paliar el calor asfixiante que hacía ese día.

            De repente, recordé la conversación que había tenido la noche anterior con YiXing y quise averiguar qué era lo que sentía mi amigo por él. De todas formas siempre hablábamos de mí y nunca de él, ya era hora de que lo hiciéramos.

            ―Por cierto ―comencé―. ¿Te gusta mi primo YiXing?

            MinShuo, que había tomado un buche de la Coca-Cola que compartíamos, casi se atraganta al escucharme y tuve que darle unos golpecitos en la espalda hasta que dejó de toser. Había sido demasiado brusco, debía haber tenido algo de tacto.

            ―Lo siento ―murmuré―. No debería haberte preguntado.
            ―No, si puedes preguntar todo lo que quieras ―me dijo―. Pero avisa, antes de que me ponga a beber ―asentí.
            ―Entonces… ¿te gusta? ―la mirada de MinShuo se desvió hacia la tumbona en la que estaba mi primo y una sonrisa se instaló en sus labios.
            ―¿No es obvio que sí? ―contestó preguntando.
            ―Para mí sí ―respondí―, pero ya sabes que YiXing siempre ha sido muy despistado.
            ―¿Él…? Quiero decir, ¿yo le gusto a YiXing?
            ―Otro igual ―murmuré―. Claro que le gustas, ¿no has visto las miradas asesinas que me echa cada vez que estamos juntos?
            ―La verdad es que no.
            ―Buf ―suspiré―. Me ha tocado hacer de celestina con dos tontos despistados.
            ―Oye ―replicó mi amigo haciendo un puchero―. Tú eras igual con ShiXun.
            ―Si tú lo dices…

            MinShuo volvió a hacer un puchero, frunciendo sus labios y sonreí, pero la sonrisa se me borró en cuanto una maliciosa apareció en su rostro, justo antes de empujarme al agua. Caí de boca e inmediatamente después, la cara comenzó a picarme, además de que me tragué media piscina.

            Pataleé hacia arriba para darle a mi amigo su merecido y salí a la superficie tosiendo, encontrándomelo riendo como un desquiciado. Bufé y miré a mi alrededor viendo a YiXing riendo igual, a ShiXun nadando hacia mí, a ZiTao con cara de estupefacción y a YiFan en su mundo, haciendo largos.

            Me agarré al borde de la piscina y le eché una mirada asesina a MinShuo antes de cogerlo de las piernas y meterlo en el agua conmigo.

            ―¡Oye! ―gritó cuando salió a la superficie.
            ―Te la debía ―contesté simplemente, porque en ese momento ShiXun llegó hasta mí.
            ―¿Estás bien? ―preguntó preocupado y yo le mostré una sonrisa tranquilizadora.
            ―Sí, no te preocupes ―el chico soltó todo el aire que parecía haber estado conteniendo y se apoyó en el filo, a mi lado.
            ―Menos mal… ―susurró.

            Sonreí y me acerqué un poco hasta que apoyé mi cabeza en su brazo derecho. ShiXun me miró sorprendido, parpadeando muy rápido.

            ―Gracias por preocuparte ―murmuré―. Si quieres tomar venganza contra MinShuo, yo te ayudo ―él rio y yo aproveché para darle un pequeño beso en el hombro antes de nadar hacia MinShuo y comenzar a hacerle ahogadillos.


            Pasamos un día estupendo en la piscina, pero sobre las ocho de la tarde la cerraban, por lo que tuvimos que salir del agua, arrugados como pasas, para volver a casa. Nos vestimos y recorrimos el camino en sentido inverso al que habíamos hecho aquella mañana.

            ―Esta noche podríamos hacer una noche de chicos ―propuso repentinamente YiXing, poco antes de que llegáramos al cruce en el que MinShuo seguiría su camino en solitario para llegar a su casa―. Videojuegos, historias de terror, algo de alcohol para los mayores y refrescos para los enanos.
            ―Eh ―se quejó ZiTao―. Soy mucho más alto que tú, ge, no me llames enano.
            ―Bah… obviemos ese comentario ―mi primo menor refunfuñó―. ¿Qué decís?
            ―¿Por qué no? ―dije―. Así se puede quedar también MinShuo, que hace tiempo que no duerme en casa.
            ―Sí, será divertido ―una gran sonrisa se extendió por el rostro de YiXing y su hoyuelo no tardó en aparecer.
            ―A mí me parece bien ―dijo YiFan llamando mi atención―. Echaba de menos estas cosas.
            ―¿Qué decís los peques? ―preguntó YiXing y ambos se miraron unos segundos antes de asentir.

            Sentí una punzada en el estómago al ver cómo, con un sola mirada, aquellos dos se entendían a las mil maravillas, por lo que disimuladamente me acerqué a ShiXun para pasarle mi brazo por sus hombros, como si estuviera aprobando su decisión.

            ―¿Te apuntas, MinShuo? ―pregunté justo cuando sentí un temblor procedente del cuerpo a mi lado, así que apreté más mi agarre.
            ―Me apunto ―contestó.

            Tras esto retomamos nuestro camino. MinShuo le mandó un mensaje a su madre avisando de que se quedaría con nosotros y yo sentí una mirada asesina a mi espalda porque no había dejado de abrazar por los hombros a ShiXun. Sin embargo, no pensaba abandonar mi posición, el sonrojo de las mejillas de mi chico era completamente adorable y yo tenía entradas de primera fila, no podía malgastarlas así como así.

            Cuando llegamos a casa disfrutamos de una cena deliciosa y luego fuimos a mi habitación. Había sido la elegida para la noche de chicos por ser la única que tenía tele. Nos sentamos en el suelo y echamos a suerte con un piedra-papel-tijeras quién iría a comprar el alcohol y quien se quedaría jugando al Mario Kart de la Wii.

            La mala suerte me acompañó, ya que me tocó salir a comprar con YiFan. Intenté poner mi mejor cara, pero por dentro lo único que quería era quedarme en casa con todos los demás.

            Salimos y, sin dirigirnos la palabra, caminamos hasta la tienda del barrio, que estaba a solo unas calles de distancia. Entramos al establecimiento y saludamos a la amable señora que regentaba el negocio, nos conocía desde que éramos pequeños e íbamos al lugar a por chucherías.

            Recorrimos los estrechos pasillos que formaban las abarrotadas estanterías de la tienda hasta la sección de las bebidas. Abrí el frigorífico en el que estaban y cogí un paquete de latas de cerveza y otro de Coca-Cola. Cuando me giré para ir hacia la caja registradora, me di cuenta de que YiFan había desaparecido.

            ―¿YiFan? ―llamé, pero no obtuve respuesta, así que volví a llamar―. ¿YiFan?
            ―Dime ―la cabeza de mi primo apareció por encima de una de las estanterías, dándome un susto de muerte.
            ―¿Qué haces? ―pregunté cuando mi corazón dejó de martillear en mis oídos.
            ―He pensado que unos aperitivos no vendrían mal, así que estoy cogiendo bolsas de patatas fritas.
            ―Bien pensado ―murmuré antes de echar a andar hacia él.

            Tomamos algunos paquetes y luego le pagamos a la mujer la compra, tras llevarnos unos cuantos pellizcos en la mejilla. Después salimos a la calle de nuevo en dirección a la casa de nuestros abuelos. El silencio era nuestro acompañante y solo era roto por algún que otro coche que circulaba.

            Me cambié la bolsa de mano, ya que las asas de plástico se me estaban clavando en ella y me estaban cortando la circulación. No debería haber cogido tan alegremente la bolsa de las bebidas, pero no podía dejar que YiFan me viera débil. Sin embargo, el tiro me salió por la culata.

            ―Anda, trae ―dijo cogiendo la bolsa.

            El roce de nuestras manos me produjo una descarga eléctrica por todo el cuerpo, pero intenté ignorarla.

            ―No hace falta ―repliqué intentando coger la bolsa, pero él la alzó por encima de su cabeza, un lugar inaccesible para mí―. No es justo que tú lleves las dos bolsas ―opté por decir ante la imposibilidad de coger la que me había arrebatado.
            ―En ese caso hacemos un cambio ―me tendió la bolsa que contenía los aperitivos con una sonrisa y yo la acepté de mala gana.

            Al llegar a casa les dimos las buenas noches a nuestros abuelos y luego fuimos a mi habitación, donde los demás estaban viviendo una apasionante carrera a vida o muerte en el circuito Senda Arco Iris, cada dos segundos se caía uno por los bordes. Ese circuito había sido diseñado por el mismísimo diablo.

            ―¡El que gane elegirá el siguiente juego! Y los dos perdedores no jugarán ―propuse y todos sacaron su lado competitivo en un instante.

            Pasamos varias horas jugando con todos los videojuegos que había en mi habitación, hasta que comenzó a ser aburrido. En ese momento, a YiXing se le ocurrió una idea no muy acertada, por lo menos para mi gusto.

            ―Sentaos en círculo ―dijo.
            ―No iremos a jugar a la botella, ¿verdad? ―preguntó incrédulo ZiTao.
            ―Eso es lo que vamos a hacer.
            ―Pero somos todos tíos y tres de vosotros sois mis primos, no pienso besaros a ninguno ―protestó este.

            Mi cabeza inmediatamente giró en dirección a YiFan. Mi corazón volvía a latir de forma acelerada solo con pensar que en algún momento de la noche nosotros tuviéramos que besarnos. No lo resistiría, seguramente me pondría a llorar mientras rozaba mis labios con los suyos.

            ―No eres más tonto porque no naciste antes, ZiTao ―dijo YiXing sacándole la lengua―. Hay más juegos que se hacen con una botella aparte de ese.
            ―¿Cómo cuáles? ―preguntó mi primo pequeño haciendo un mohín.
            ―Como el de “reto o verdad” ―contestó.

            En cuanto escuché aquellas palabras dejé ir de golpe el aire que ni siquiera me había dado cuenta que había estado conteniendo.

            ―¿Jugamos? ―YiXing nos miró suplicante y yo asentí, seguido de los demás. Seguro que tenía en mente algo para acercarse un poco a MinShuo. Si podía ayudarlo lo haría―. Antes de empezar, recordad: las preguntas, cuanto más comprometidas, mejor. Empiezo yo.

            Mi primo cogió la botella de agua que tenía en mi mesita de noche y la colocó en el centro del círculo que habíamos formado los seis, después la hizo girar. El giro de la botella era hipnótico. Di gracias al cielo cuando esta se detuvo, sin embargo contuve la respiración cuando vi que ShiXun había sido el elegido.

            ―¿Reto o verdad? ―preguntó YiXing. El chico lo pensó unos momentos antes de hablar.
            ―Verdad.
            ―¿Eres virgen?

            Abrí los ojos como platos ante la pregunta. No podía creerme que hubiera dicho aquello. ShiXun agachó la cabeza avergonzado, a la vez que el color rojo se apoderaba de todo su rostro.

            ―Tienes que contestar con la verdad ―siguió mi primo y el chico asintió.
            ―Yo… ―comenzó―. Soy virgen ―dijo finalmente en un susurro y escondió su cabeza entre las piernas justo después.

            Tras esto, el juego siguió. Todos hacíamos preguntas igualmente comprometidas si el elegido decía verdad, o imponíamos retos vergonzosos y divertidos si preferían la otra opción. Me lo estaba pasando genial, pero mi turno llegó y era YiXing quien debía darme a elegir.

            ―¿Reto o verdad? ―preguntó.
            ―Reto ―contesté inmediatamente. No podía arriesgarme a que me preguntara algo que tuviera que ver con YiFan.
            ―Perfecto ―dijo con una sonrisa maliciosa y yo tragué saliva―. Besa a ShiXun con lengua durante un minuto.
            ―¿Qué? ―pregunté sin poder creerlo.
            ―¿Qué pasa? Sois novios, no hay problema alguno ―respondió encogiéndose de hombros.

            En ese momento sentí como si me atravesaran la espalda de una forma bastante asesina. Si las miradas mataran, yo ya estaría enterrado y de camino al Infierno.

            Me giré hacia ShiXun, que volvía a esconder su cabeza entre las piernas, como los avestruces lo hacían en la tierra, y supe que no podía hacer aquello. Sería nuestro primer beso y no quería que lo viera todo el mundo.

            ―Es mi novio ―confirmé delante de todos―. Pero aún no… nos hemos… besado…
            ―¿Y qué mejor momento que este? ―dijo mi primo y me entraron ganas de estrangularlo.
            ―YiXing… ―advertí.
            ―Haber elegido verdad. Ahora tienes que completar el reto.

            Nos miramos de forma retadora durante unos segundos. Yo no quería hacerlo, pero él no daba su brazo a torcer. YiXing el tozudo acababa de aparecer en escena y hasta que no se saliera con la suya no pararía.

            ―Lo haré si el beso es sin lengua ―dije al final.
            ―Perfecto ―contestó triunfante y yo bufé, acercándome a ShiXun.
            ―Si no quieres hacerlo estás en todo tu derecho ―susurré en su oído para hacer que alzara la cabeza. Él me miró y me dirigió una sonrisa tímida antes de pasar la lengua por sus labios nerviosamente.
            ―Quiero hacerlo ―murmuró.
            ―Está bien.

            Lentamente, mirándolo a aquellos pequeños pero hermosos ojos, me fui acercando a su rostro hasta que nuestros labios se rozaron. Moví mi boca sobre la suya suavemente y con cuidado, a la vez que cerraba mis ojos, para disfrutar del contacto y para aislarme de los demás. Aislarme de YiXing y sus maliciosas ideas. Alejarme de YiFan y lo que provocaba en mi interior.

            ―Ya ha pasado un minuto ―anunció mi primo y me separé lentamente de ShiXun.
            ―Yo me voy a la cama ―la voz de YiFan me hizo girarme rápidamente en su dirección―. Y todos vosotros tendríais que hacer lo mismo antes de que el abuelo se levante y nos grite porque estamos haciendo ruido.
            ―Sí, sería lo mejor ―secundó YiXing levantándose y tirando de MinShuo en el proceso―. Te sacaré un colchón de mi armario ―le dijo―. Vamos ZiTao. Dejemos solos a los tortolitos.


            Unos segundos después, ya no quedaba nadie más que nosotros en la habitación. En cuanto la puerta se cerró, ambos nos miramos y ShiXun, tímidamente, se acercó de para besarme.      


4 comentarios:

  1. Pero que adorable es Shixun >o< No me pongas al HunHan tan monos, que luego lo paso mal pensando que en realidad es KrisLu :(

    Pobre Lulu, va a morir con tantas miradas asesinas xD Que yo juraría que son de un YiFan celoso, pero no me quiero arriesgar y diré que puede que el que esté celosos sea Tao. Que sé cómo os las gastáis las escritoras, nos hacéis pensar una cosa y luego resulta ser la contraria Q.Q Malvadas!! (que eso me pasó hace unas semanas con un fic. Había un chico que quería conquistar a otro, y parecía evidente de quien se trataba pero no decía el nombre asi que yo, tan lista que soy (^w^) pense que a lo mejor no era ese sino otro de los protas. ¡Y luego resulto ser un tercero! Me quede con la cara de WTF?! mas grande del mundo u.u Y...¿ por que te estoy contando esto? o.O ya no me acuerdo xD)

    Ay Tao que mal pensado eres, hay mas juegos que se pueden hacer en circulo con una botella, ¿sabes?

    Creo que eso es todo. Seguro que me dejo algo en el tintero pero well, que le vamos a hacer xD

    Un beshito!

    PD: que exagerado es lulu, la Senda Arco Iris tampoco es tan dificil xD al menos no en la nintendo...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que tengo que hacer las cosas asi, es ley de autora (?)
      Es que Tao no ha tenido mucha vida social en la que jugaban con botellas a todo XD
      No pasa nada si no te acuerdas de algo... Yo no suelo acordarme ni de la mitad de las cosas XD
      PD: En realidad no es tan complicada... es solo que la consola y yo no nos llevamos bien XD

      Eliminar
  2. Ahora que lo vuelvo a leer... Yixing es un cabrito y Yifan un desgraciado xd

    ResponderEliminar