Love is in the air

Título: Love is in the air

Pareja: 2Hyun (HyunSeung x HyunAh) (Trouble Maker)

Clasificación: PG

Géneros: AU, romance, fluff

Número de palabras: 1.055 palabras

Resumen:

“—Oppa, ¿cuándo eres más feliz? —preguntó ella repentinamente después de mirar su teléfono.

—Cuando estudio —contestó el chico, dejando caer su lápiz sobre sus ejercicios y tomando los grandes auriculares que llevaba en su cuello para ponérselos a HyunAh—, y cuando escucho música contigo —susurró para que ella no lo pudiera escuchar”.

Notas: basado en la pequeña intervención que tienen estos dos en el VCR de los Gayo de 2013 (galas de final de año de las tres cadenas principales: MBC, KBS, SBS), cuando hacen la parodia de los doramas The Heirs y Master’s Sun. Os lo dejo aquí para que lo veáis: 1, 2 y 3.

Otras notas: escrito para el cumpleaños de mi preciosa y querida Hyuna. ¡Y que cumplas muchos más siendo así de cuca y adorable, por favor!

Comentario de autora: el otro día, mi hermana estaba escuchando esta canción como si fuera una loca y como se me metió en la cabeza, pensé, bueno, voy a hacer un shot cortito. Espero que os guste <3

            Desde que HyunSeung tenía memoria, la recordaba a ella a su lado. HyunAh había estado con él cuando ambos eran pequeños y seguía allí después de tantos años. Los dos habían dicho sus primeras palabras casi a la vez, habían dado sus primeros pasos juntos, habían aprendido a escribir —con mayor o menor acierto— al mismo tiempo, habían estado juntos en la guardería, en primaria y en secundaria también.

            HyunAh había sido una presencia constante en su vida y HyunSeung no había podido evitar enamorarse de ella porque, ¿quién en su sano juicio no se enamoraría de ella?

            Era una chica tan divertida, tan loca y a la vez tan tímida y tan cariñosa. El chico atesoraba en su memoria aquellos momentos cuando eran pequeños y se quedaban en casa de uno o de otro, jugando hasta que caían rendidos sobre la cama y abrazaba su pequeño cuerpo como si fuera su almohada particular. Hacía mucho tiempo que ya no hacían aquello, ambos habían crecido y la última vez que durmieron juntos HyunSeung se levantó con una vergonzosa erección que ocultó por todos los medios de la mirada de la chica.

            Todo había comenzado a partir de ahí.

            HyunAh había sido su compañera de vida, su mejor amiga y nunca la había visto de otra forma, pero cuando fueron creciendo, se dio cuenta de que poco a poco, estaba cayendo por ella hasta que finalmente estuvo enamorado hasta las trancas y su amor se podía respirar incluso en el aire. Le profesaba devoción y la adoraba de una forma que probablemente no sería sana para su corazón porque ella no parecía tener el menor interés en él como pareja.

            No obstante, HyunSeung tenía privilegios, privilegios que no tenía ningún otro chico que se le hubiera acercado en los últimos tiempos. Él era el único ser masculino que podía tocarla, que podía darle un abrazo y que incluso podía besar sus mejillas o su frente cada vez que quisiera mientras los demás lo miraban con envidia.

            Probablemente, HyunSeung no obtendría finalmente el amor de HyunAh, pero por el momento, él era feliz con tenerla a su lado.

            Aquel día, ambos estaban en la casa de la chica haciendo los deberes que les habían mandado en clase para el fin de semana. Tenían de todas las materias y ya llevaban demasiado tiempo quizás en ello, pero si lo terminaban todo pronto, podrían estar juntos haciendo cualquier otra cosa —como ver alguna película bajo una manta porque era invierno y había nevado fuera y aquello era lo típico que hacían en aquellas ocasiones o encerrarse en la habitación a escuchar música, pero eso era algo que hacían más en verano cuando llovía—. Sin embargo, después de un buen rato, HyunAh dejó el lápiz sobre la mesa y le echó un vistazo al móvil. HyunSeung siguió de reojo todos sus movimientos y esbozó una sonrisa automática cuando vio una en los finos labios de la chica.

            —Oppa, ¿cuándo eres más feliz? —preguntó ella repentinamente después de mirar su teléfono.

            —Cuando estudio —contestó el chico, dejando caer su lápiz sobre sus ejercicios y tomando los grandes auriculares que llevaba en su cuello para ponérselos a HyunAh—, y cuando escucho música contigo —susurró para que ella no lo pudiera escuchar.

            Podría haber dicho algo más coherente o algo que hubiera hecho que HyunAh se diera cuenta de sus sentimientos, pero no lo hizo por miedo y dejó que ella se quedase con los auriculares puestos mientras él cogió su lápiz para seguir haciendo los ejercicios. Sin embargo, una mano lo detuvo y HyunSeung se giró para ver el hermoso rostro de la chica a apenas unos centímetros del suyo, mirándolo con aquellos ojos brillantes que siempre le habían gustado.

            —¿No me vas a preguntar a mí cuándo soy más feliz? —cuestionó, haciéndolo sonreír.

            —Claro —HyunSeung se aclaró la garganta antes de hacer la pregunta—. ¿Cuándo eres más feliz, HyunAh?

            La chica sonrió enigmáticamente y se quitó los grandes auriculares para ponérselos a él como había pasado anteriormente, pero a la inversa, antes de acercarse un poco más para susurrarle:

            —Cuando estoy contigo, oppa.

            HyunSeung creía que a través de aquellos auriculares no podía escucharse el sonido exterior, pero sí que se podía, así que, al escuchar las palabras de HyunAh, su corazón comenzó a bombear sangre rápidamente y sus mejillas se tornaron de un color rojo brillante que rivalizaba con el rojo de los semáforos de las calles. Se quitó los auriculares y los dejó sobre la mesa para luego volverse hacia la chica y hacer una pregunta de una forma muy seria. No quería hacerse ilusiones, nunca se las había hecho, por lo que tenía que asegurarse del significado de aquellas palabras.

            —¿Cuándo estás conmigo? —murmuró—. ¿Por qué cuando estás conmigo?

            —Porque tú eres la única persona que me hace feliz —respondió ella con una sonrisa traviesa.

            Su corazón dio un vuelco al escuchar su respuesta y el chico no pudo soportar las ganas de abrazarla fuertemente contra su cuerpo mientras escuchaba su cantarina risa en su oído.

            —Yo también soy feliz solo cuando estoy contigo… —susurró.