Título: DREAM… Higher than the sky and deeper than the ocean
Autora: Riz Aino
Pareja: TaeGi (Suga + V)
(BTS)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, histórico
Número de palabras: 836
palabras
Resumen: a TaeHyung sus
padres siempre le habían dicho que podía soñar con todo lo que deseara llegar a
ser porque nadie podía coartar sus sueños, como sí ocurriría en la realidad.
Notas: drabble escrito
para Haine.
Comentario de autora: la verdad
es que este fic se me ocurrió mirando fijamente la funda de mi teléfono móvil,
que tiene escrita la frase que le da título. Espero que os guste.
DREAM… Higher than the sky
and deeper than the ocean
A
TaeHyung sus padres siempre le habían dicho que, a pesar de ser alguien de
origen humilde, podía soñar con todo lo que deseara llegar a ser, porque nadie
podía coartar sus sueños, nadie podía entrar en ellos y destruirlos, como sí
ocurriría en la realidad. Por este motivo, desde que era muy pequeño, se había
acostumbrado a imaginar otro mundo, otro lugar en el que no hubiera nadie por
encima de otros y en el que cada cual pudiera hacer lo que más desease. El chico
sabía que aquel mundo jamás iba a existir en la realidad y, cuanto más crecía,
más se daba cuenta de ello, pero a TaeHyung le gustaba mucho soñar con un mundo
mejor.
Lo
que el chico nunca imaginó fue encontrarse en su vida alguien con quien pudiera
compartir sus sueños, alguien que tenía aquella misma visión del mundo que él,
alguien que lo entendía perfectamente.
YoonGi
llegó a su vida de una forma poco común. TaeHyung se encontraba terminando de
limpiar el lugar en el que guardaban a los animales cuando el chico saltó por
encima de la valla y se dejó caer en la mezcla de barro y heces que había
retirado a un lado. En un primer momento, TaeHyung no supo si ayudarlo a salir
de allí o reírse como un loco, pero finalmente se decidió a no hacer ninguna de
las dos cosas cuando el otro le pidió en voz baja que si alguien preguntaba por
él no lo había visto.
Pasaron
varios días hasta que se lo volvió a encontrar, ya aseado, pero famélico y
TaeHyung no pudo evitar tenderle una mano y pedirles a sus padres que lo
dejaran quedarse en casa. Desde aquel preciso momento, los dos se hicieron
buenos amigos. Descubrieron tener intereses similares y comenzaron a imaginar
un mundo mejor en el que los ricos no se pavonearan por las calles del pueblo
en sus literas, con sus lujosas ropas y sus sirvientes.
Una
noche, TaeHyung sintió cómo unas manos suaves lo zarandeaban y se despertó
rápidamente al reconocer aquellas manos como las de YoonGi, ya que no había
nadie más que conociera sin callosidades. El chico le pidió silenciosamente que
se vistiera y que saliera con él de la casa. Al principio, TaeHyung solo quiso
seguir durmiendo, pero al ver la angustia que reflejaba el rostro del mayor,
finalmente se colocó su hanbok y lo
siguió hasta el cercano bosque. Una vez allí, le pidió explicaciones a YoonGi,
quien no tardó en dárselas.
—Sé,
que hace tiempo que intuyes que no soy alguien común —comenzó el chico y
TaeHyung asintió. El primer indicio de ello eran sus manos suaves, ya que nadie
que hubiera vivido la dura vida que les había tocado a las personas humildes de
la aldea tendría aquellas manos; el segundo indicio habían sido sus modales
exquisitos—. Soy el hijo de un funcionario real que quería escapar de su
destino.
—¿Qué?
—cuestionó el menor, sin poder creerse que hubiera estado viviendo tantos meses
con alguien que ostentaba tan alto rango en la sociedad.
—Me
fui de casa para no tener que hacer lo que mi padre quería y viajé por medio
país para poder llegar a un lugar en el que ocultarme —continuó—. La verdad es
que quería seguir huyendo, pero me crucé contigo en mi camino y no pude evitar
quedarme a tu lado y aprender de ti.
—¿De
mí?
—Sí.
De ti, de tus sueños —dijo el mayor—. Hablas de un mundo tan hermoso que no
pude evitar imaginar que quería hacerlo realidad… y entonces pensé que en una
posición como la que podía llegar a ostentar junto al próximo rey podría hacer
algo para que tu sueño se volviera realidad. Por eso, debo regresar a casa.
TaeHyung
todavía seguía asimilando todo lo que había escuchado salir de los labios de
YoonGi cuando éstos se posaron sobre los suyos durante unos segundos antes de
despedirse de él y perderse en la espesura del bosque. El chico todavía
tardaría días en asimilar todo lo que había sucedido aquella noche, pero cuando
su cabeza por fin volvió a estar operativa, no pudo hacer más que sonreír.
Había
soñado durante muchos años con un mundo mejor, pero jamás se había imaginado
que conocería a una persona que pudiera hacer todos sus sueños realidad.
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