Título: Me + U
Autora: Mrs. Daisy (@daisy_illusive)
Pareja: TaeKook (V + JungKook)
(BTS)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, humor,
instituto
Número de palabras: 739
palabras
Resumen: JungKook y
TaeHyung eran totalmente diferentes… hasta que mirabas un poco más al fondo,
solo así podías descubrir todas sus semejanzas…
Notas: drabble escrito
para Theresa Herondale-Castairs
Comentario de autora: Jason y Leo
son mi dúo chino favorito, este MV suyo es mi favorito, V y JungKook es mi OTP
favorita de BTS… así que estaba destinada a escribir este prompt. ¡Espero que
te guste!
Me + U
A
JungKook nunca le habían interesado los estudios, simplemente iba al instituto
porque era obligatorio tener hecho hasta la educación secundaria. Estaba mucho
más interesado en las peleas, en ser el chico más temido de la zona y en
labrarse una reputación. Por el contrario, TaeHyung era un chico muy estudioso,
siempre con la cara metida en algún libro e interesado en pasar desapercibido
para no ser el principal cebo de los matones del instituto. TaeHyung y JungKook
eran completamente diferentes, al menos a primera vista, porque cuando
ahondabas un poco más en ellos y en sus personalidades, podías ver
perfectamente que eran de lo más parecido.
Ellos
mismos ni siquiera sabían de sus similitudes… hasta que por el azar del
destino, se encontraron.
Una
vez que se conocieron, ya no pudieron separarse. TaeHyung suplía las carencias
de JungKook en los estudios y lo ayudaba a superar las materias; JungKook lo
enseñaba a defenderse por si alguna vez se metían con él. Quizás se metieron en
algunos problemas porque JungKook siempre quería hacer travesuras, pero
generalmente, TaeHyung conseguía parar casi todas las locuras que al otro se le
ocurrían.
Se
pasaban las horas y las horas en la azotea del instituto, lugar al que le estaba
prohibida la entrada al alumnado pero en el que nunca había nadie. Allí
hablaban de todo y de nada mientras se sobrezumaban. Era su rincón secreto, su
escondite favorito… hasta que un día, una de las profesoras los encontró y los
castigó.
Mientras
cumplían su castigo, apareció una chica preciosa ante ellos para recoger un
balón que se había escapado y TaeHyung no pudo evitar enamorarse de ella porque
era el ser más hermoso que había visto jamás.
—¿Quieres
conquistarla? —le cuestionó JungKook un día que lo pilló observando a aquella
chica completamente embobado.
—Nunca
podría hacerlo —dijo él—. Mírala a ella y mírame a mí.
—Yo
puedo hacer de ti un hombre que le llame la atención —le prometió su amigo.
TaeHyung
se dejó en manos de JungKook y pasó de ser el más pringado de la escuela a un
chico guay, seguro de sí mismo y de lo que quería, que no dudó en declararse a
la chica de la que se había enamorado en mitad de su clase. El chico creía que
lo había hecho bien, que todo iba a ir como la seda, pero no podía estar más
equivocado…
Aquella
chica a la que se había declarado tenía novio y ese novio fue en busca suya en
cuanto se enteró de lo que había pasado. Sin embargo, este chico no pudo llegar
hasta TaeHyung porque se encontró con JungKook de camino y éste no permitiría
que su amigo recibiera ningún daño.
La
pelea fue tan dura que al colegio tuvieron que ir la policía y una ambulancia.
TaeHyung había estado tan metido en su mundo que no se había dado cuenta de
nada, pero al ver el tumulto que se había formado frente a la puerta de
entrada, se acercó a ver. Allí se encontró que unos chicos eran atendidos de
múltiples heridas por los sanitarios, mientras que su amigo JungKook era
llevado por dos policías hasta el coche patrulla. TaeHyung corrió hacia él,
quiso preguntarle qué había sucedido, pero no lo dejaron pasar y lo último que
vio de JungKook fue una sonrisa tranquilizadora.
Después
de aquello, los días de TaeHyung en el instituto pasaron sin pena ni gloria. No
hubo ningún acontecimiento memorable y todo se sucedió con normalidad hasta el
día de la fiesta de final de curso.
El
chico se encontraba dando tumbos por la pista cuando lo vio. En la entrada
acababa de aparecer JungKook y TaeHyung no sabía si aquello era un espejismo o
no, pero no pudo evitar lanzarse a sus brazos y apretarse fuertemente contra su
cuerpo porque por fin había regresado junto a él.
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