Título: Starlight, VIXX & Ravi
Autora: Riz Aino
Pareja: NAVI (Ravi + N) (VIXX)
Clasificación: PG
Géneros: humor
Número de
palabras: 619 palabras
Resumen: HakYeon se cree darks y se compra tres arañas a las que
llama Starlight, VIXX y Ravi. WonSik no sabe cómo sentirse exactamente.
Notas: drabble escrito para Sleeping Beauty.
Comentario de
autora: cuando una tarde en la
Biblioteca es productiva para todo… menos para estudiar, que era lo que tenía
que haber hecho en realidad. Espero que os guste.
Starlight, VIXX & Ravi
Cuando WonSik llegó al
apartamento que compartía con sus otros cinco compañeros de grupo y se encontró
aquella urna de cristal con tres asquerosas arañas de color negro prácticamente
en la entrada, casi le dio un ataque al corazón del susto. No estaba preparado
para aquello, nadie le había dicho en ningún momento que iban a tener semejante
fauna en el piso y no se lo podía explicar. Por eso, el chico se quedó en la
entrada, y con los zapatos puestos, recargado contra la pared más lejana de la
urna para que si en algún momento se escaparan aquellos bichos, tardaran el
máximo tiempo posible en llegar hasta él y matarlo.
WonSik negó con la
cabeza. No. Mejor que no pensara en eso. Lo único que tenía que hacer en aquel
momento era gritar como un poseso hasta que alguien fuera en su ayuda y le
quitara eso de en medio. Apenas había
alzado su grave voz durante un segundo cuando una cabeza se asomó desde detrás
de la pared que separaba la entrada de las habitaciones y la cocina.
—Hyung —murmuró,
llamando la atención de HakYeon—. ¿Qué es esto? —le señaló el arma mortal que
se interponía entre su cama y su vida.
El chico se esperaba que
su líder también gritara al ver a las arañas y que se fuera corriendo del
lugar, pero lo que hizo fue algo muy distinto. HakYeon esbozó una amplia
sonrisa y luego se dirigió al lugar que ocupaba la urna para cogerla entre sus
brazos con un cariño infinito.
—WonSik. Éstos son
Starlight, VIXX y Ravi —dijo, señalando una por una a las arañas, y el menor no
supo cómo sentirse sobre que hubiera llamado a uno de esos bichos como a él—.
Diles hola —le acercó el recipiente y WonSik simplemente se replegó más contra
la pared.
—Oh no. No les pienso
decir ni hola ni adiós, así que quita ahora mismo a esas cosas de mi vista —le
respondió. El mayor lo miró muy ofendido por aquello.
—Con lo bonitas que son
mis pequeñinas —fue lo que murmuró HakYeon, haciéndoles mimos a aquellos bichos
del demonio, cuando se alejó de la entrada.
WonSik respiró hondo y
por fin se atrevió a entrar del todo al apartamento, pasando corriendo por todo
este hasta llegar a la habitación, donde se encontró a Hyuk jugando con su
móvil. El menor ni siquiera le dedicó una mirada cuando entró, pero WonSik se
acercó a él y se dejó caer a su lado para llamar su atención.
—¿Qué cojones le pasa a
HakYeon? —cuestionó. Hyuk pausó su juego y lo miró a los ojos como si estuviera
aburrido de tener que explicar aquello por vigésima vez.
—Hyung se cree darks,
así que se ha comprado esas arañas —dijo—. Pero tranquilo, es su pasatiempo de
esta semana, antes de que nos demos cuenta, habrá dejado las arañas de nuevo en
la pajarería en la que las compró.
WonSik asintió a su
explicación y pensó que ojalá aquel pasatiempo no durara siquiera la semana,
porque si no, sería él quien llevaría a HakYeon a la pajarería, pero para
venderlo como un animal en extinción.
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