Título: Odeur
Autora: Riz Aino
Parejas: Yohangyul (Kim YoHan + Lee
HanGyul) (X1 | WEi + BAE173)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, aboverse, romance, drama, fluff
Numero de palabras: 1.271 palabras
Resumen: cuando YoHan entra en la habitación que comparte con
HanGyul, el chico nuevo del equipo de taekwondo, lo último que espera es
encontrárselo de aquella forma.
Notas: el título, ‘odeur’
es la palabra francesa para ‘olor’.
Comentario de
autora: una noche no pude dormir,
me dieron las tantas tratándolo y no podía pegar ojo, así que, me puse a pensar
en cosas aleatoriamente y me di cuenta de que llevaba milenios sin escribir un pseudo-abo, así que, here I am. Espero que os guste.
Odeur
El olfato de YoHan lo había alertado
desde que había salido del ascensor que había un omega en celo en la planta de
aquella residencia. Su habitación no debía de estar demasiado lejos del
ascensor, porque el aroma que desprendía era demasiado fuerte e intenso y los
sentidos de alpha de YoHan se pusieron totalmente alerta. Tenía que
salir de allí lo más rápido posible para no hacer nada de lo que se
arrepintiera toda su vida, pero antes tenía que entrar a su habitación a por el
libro que se había dejado y que tenía que devolver aquel día a la biblioteca si
no quería que le pusieran una amonestación por ello y no poder sacar libros del
lugar durante varias semanas. Por eso, el chico se tapó la nariz con las manos
y caminó con rapidez hacia su habitación que recientemente compartía con
HanGyul, el chico que había llegado nuevo al equipo de taekwondo, recomendado
por una universidad extranjera, en la que había hecho el primer año. A pesar de
que no tuvo que recorrer mucha distancia porque la habitación se encontraba
cerca del ascensor, el olor al celo del omega se hizo muchísimo más
intenso y lo único que deseó fue entrar rápidamente a la habitación porque tras
la puerta aquel olor debía de ser mucho menos intenso… no obstante, fue al
contrario.
Porque cuando YoHan abrió la puerta
de su habitación, lo recibió una ráfaga intensa de aquel olor del celo que hizo
que las rodillas le temblaran y que se tuviera que agarrar al marco de la
puerta porque no sintió que sus piernas lo pudieran sostener. El olor provenía
de su habitación, de una persona que se tenía que encontrar allí dentro, y
YoHan, casi como hechizado por aquel intenso aroma, entró al lugar, sin
cuestionárselo ni un solo segundo, cerrando la puerta a sus espaldas con
pestillo para que nadie más pudiera entrar allí y caminó por el corto pasillo
que tenía al lado derecho la puerta del baño y que poco más adelante se abría a
la habitación compartida. Con su corazón latiendo rápidamente dentro de su
cuerpo, su cabeza dando vueltas, mareado por aquel intenso olor y su
entrepierna palpitando, YoHan descubrió quién era la persona de la cual
procedía aquel olor a omega en celo.
Obviamente no era lo que se
esperaba, aunque había tenido varias señales desde que había abierto la puerta,
pero YoHan no las había procesado ni asimilado porque para él, era algo
completamente imposible. En la universidad ni en el equipo tenían la obligación
de constatar el rango de las personas que se matriculaban y formaban parte… y
YoHan siempre había pensado que HanGyul era un beta, porque jamás había
dado muestras de ser omega —quizás su olor a madera de cerezo y café
había hecho que a veces YoHan se sintiera de forma extraña a su lado, pero el
chico lo había achacado en aquel tiempo que lo había conocido a que simplemente
le gustaba cómo olía y no a que era omega— por eso, encontrar a HanGyul
metido en su propia cama, tapado con sus sábanas prácticamente entero y
temblando bajo ellas mientras el intenso olor de su celo lo envolvía, no era
algo para lo que YoHan estuviera preparado.
—HanGyul… —pudo decir una vez su
mente se aclaró lo suficiente como para poder pensar con algo de claridad y
tratar de calmarse—. ¿Estás bien?
YoHan escuchó un murmullo en
respuesta que había sonado como una especie de “no”. Obviamente no estaba bien,
¡vaya preguntas tenía! YoHan solo había estado tan cerca de un omega en
celo una vez y había sido el año anterior, cuando había ido a ver un partido de
su amigo SeungWoo. Después del partido el chico le había presentado a su novio
WooSeok y habían salido junto con SeungYoun, otro amigo en común, a comer y
tomar algo. A mitad de la noche WooSeok había entrado en celo y todo cambió en
el ambiente… el olor a menta y eucalipto del chico había mutado por completo y
había sido sustituido por el olor intenso del celo y éste había comenzado a
temblar y a ponerse demasiado nervioso porque todo el local se había girado
hacia él y algún que otro alpha se había mostrado con bastante interés
en el chico. SeungWoo había tenido que cargárselo a la espalda porque WooSeok
no podía ni tenerse en pie y lo había sacado del local mientras éste se quejaba
de lo mucho que le dolía todo el cuerpo. YoHan había apretado los dientes y
tratado de respirar lo mínimo posible durante todo aquel rato porque el olor le
había afectado a los sentidos y después había tenido que salir del lugar junto
a SeungYoun porque el olor del celo de WooSeok seguía demasiado latente en
aquel espacio y no se sentía cómodo.
YoHan sabía que el celo para
aquellos omega que todavía no tenían ningún alpha que los hubiera
reclamado era bastante duro, por eso no le había molestado encontrar al chico
en su cama, porque YoHan era alpha y su olor probablemente estaba
ayudando a HanGyul a pasar aquel calvario.
—¿Quieres que… entre contigo… en la
cama…? —no pudo evitar preguntarle—. No voy a hacer nada, lo juro —siguió
inmediatamente, tratando de mostrar que no tenía ninguna intención oculta—.
Solo quiero ayudarte con mi olor.
HanGyul no respondió ni con un
murmullo aquella vez, simplemente se quedó en silencio durante un buen rato,
tanto que YoHan pensó que ya no le contestaría; no obstante, unos momentos
después, HanGyul se movía sobre su cama y se pegaba a la pared, dejándole
espacio y levantando levemente las sábanas. YoHan caminó hacia la cama
rápidamente y se metió en ella tras quitarse los zapatos, tapándolos a ambos
por completo con las sábanas de nuevo. El olor del celo era allí demasiado
intenso y se mezclaba de una forma completamente perfecta con su propio olor
impregnado en la ropa de la cama y YoHan no pudo reprimir un pequeño escalofrío
de placer… sin embargo, aquel no era el momento adecuado de nada que no fuera
ayudar a HanGyul a pasar su celo, por eso, simplemente abrió sus brazos en una
clara invitación para el chico y este se pegó a su cuerpo de inmediato,
encajando su cabeza en su cuello e inspirando hondo su olor, provocando otro
escalofrío que recorrió la columna vertebral de YoHan de arriba abajo sin que
pudiera hacer nada por evitarlo.
Se quedaron así durante horas, el
uno contra el otro, aspirando sus propios olores y los ajenos mezclarse, con
sus cuerpos soportando demasiado calor como para que fuera sano… pero, de
alguna forma, sintiéndose mejor a pesar de todo.
Notas finales:
—Dejo aquí unas aclaraciones sobre el aboverse común y de dónde salió, por si hay alguien que no conozca
cómo va este tema, aunque yo normalmente hago que me da la gana con ello.
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