domingo, 25 de abril de 2021

[One Shot] (Inter)National Producers Picks: The edge of the witches {DoDaeng}

Título: The edge of the witches

Autora: Riz Aino

Parejas: DoDaeng (Choi YooJung + Kim DoYeon) (I.O.I | Weki Meki)

Clasificación: PG–13

Géneros: AU, witches, fantasy, drama

Numero de palabras: 1.267 palabras

Resumen: las brujas siempre han sido consideradas seres nacidos de las tinieblas, pero la realidad es bien distinta y DoYeon se percata de ellos cuando YooJung, una bruja pequeñita y poderosa, entra en su vida.

Notas: esta historia la había pensado para Dreamcatcher allá por el 2018, pero harta de no sacarla adelante, la decidí reconvertir.

Comentario de autora: era necesario que en esta colección hubiera algo de brujas porque ha habido un poco de todo y las brujas era muy necesarias. Espero que os guste.

 

The edge of

the witches

 

            “¡Bruja!” gritó DoYeon en su mente ya que su boca no podía articular palabras.

 

            Porque frente a ella se encontraba la chica que no hacía mucho se había mudado al piso de al lado, aquella chica bajita que era todo sonrisas amables y palabras bonitas hacia todo aquel que conocía, con una vara de madera torneada, coronada por un cristal de luz, luchando contra un ser del infierno que había aparecido frente a ellas, en el parque que había cerca de donde vivían, después de haberse encontrado hacía apenas unos momentos y haber emprendido el camino de vuelta juntas. DoYeon no había tenido tiempo siquiera para reaccionar cuando una enorme sombra se había cernido sobre ellas, pero YooJung había hecho aparecer de la nada aquella vara de madera y había comenzado la lucha. Ella seguía paralizada, todavía en el suelo, sin ser capaz de moverse ni un solo milímetro, solo observando la escena que se desarrollaba ante sus ojos porque no podía creerse lo que estaba pasando.

 

            DoYeon había aprendido que las brujas eran seres nacidos de las tinieblas, que era mejor que ninguna de ellas se cruzara en tu camino porque podían destrozarte la vida con tan solo un par de palabras y un maleficio; no obstante, lo que había visto de YooJung en el tiempo que había vivido a su lado, era totalmente distinto. La forma en la que la chica se había comportado con todos no la habría identificado jamás como una bruja oscura que solo quería hacer daño, al contrario, siempre la había visto ayudando a todo aquel que lo necesitara, como estaba haciendo con ella en aquellos momentos, ya que, a pesar de verse expuesta a mostrar su identidad, estaba luchando contra aquella criatura que había tratado de hacerle daño.

 

            Mientras sus pensamientos iban a toda velocidad en su cabeza, un destello inmenso de luz blanca y pura salió del cristal de la vara que YooJung sostenía, atravesando a aquella criatura del infierno, que desapareció inmediatamente, convertida en polvo. En ese momento, la bruja se giró hacia ella, con su flequillo despeinado y una sonrisa cansada en su rostro, apoyando la vara en el suelo y dejándose caer sobre ella. DoYeon sintió que, a pesar de lo horribles que siempre le habían dicho que eran las brujas y que por ello debía de tenerles miedo, no tenía que temerle a YooJung.

 

            —¿Estás bien? —le preguntó y DoYeon no supo si le contestó o no porque en el mismo instante en el que sintió que estaba a salvo, su cuerpo cedió y se la tragó la oscuridad.

 

 

            Cuando DoYeon despertó se dio cuenta de que estaba en una habitación desconocida pero que, a la vez, era similar a la suya; sin embargo, esta estaba plagada de plantas, algunas que le eran conocidas y otras que casi parecían de otro mundo. DoYeon entornó sus ojos para ver mejor en la penumbra del lugar, escaneando la habitación, encontrándose al hacerlo a una figura pequeña recortada contra la ventana, la figura de YooJung. Aquel debía de ser el apartamento de la chica y la debía de haber llevado allí de alguna forma después de que se desmayara.

 

          —¿Ya estás despierta? —le preguntó YooJung, al notar que se movía—. ¿Te encuentras bien?

            —Creo que sí —murmuró en respuesta.

            —Me alegra un montón —le dijo, acercándose a ella hasta quedarse al lado de la cama—. Te he preparado una infusión para que te sientas mejor —comento, cogiendo una taza humeante de la mesita de noche.

            —Gracias.

 

            DoYeon tomó la taza que le ofrecía y bebió un poco. El sabor no le recordaba a nada que hubiera probado nunca antes, pero estaba bueno, así que, sorbo a sorbo, se acabó tomando aquella caliente infusión en poco tiempo. Casi inmediatamente después de terminar de beberla, un cosquilleo recorrió su cuerpo de arriba abajo, haciendo que se sorprendiera y no pudiera evitar mirar en dirección a YooJung, buscando una explicación a aquello, encontrándose simplemente con la sonrisa amable de la chica. El cosquilleo remitió en apenas unos instantes y DoYeon notó entonces cómo su cuerpo parecía estar menos cansado y moverse mucho mejor, ya que después de la experiencia que había vivido se le había quedado un poco agarrotado.

 

            —Mejor, ¿verdad? —le dijo YooJung y ella simplemente asintió—. Siento que te hayas visto envuelta en todo esto, pero al menos no estás herida, así que es un alivio —la bruja le dedicó una sonrisa más amplia antes de ponerse terriblemente seria—. Aunque estaría bien si me guardaras el secreto… ya sabes… las brujas no estamos muy bien vistas y no quiero tener que mudarme tan pronto, me gusta mucho este sitio.

            —Pero… si luchaste contra una criatura del infierno, ¿no? —le cuestionó.

 

            YooJung pareció sorprendida por su pregunta, probablemente no se esperase que DoYeon supiera con qué clase de criatura se habían topado antes, per DoYeon sabía muchísimo sobre los seres del averno porque su madre siempre le había hablado de ellos y en casa había tenido un montón de libros para aprender a reconocerlos. Aquellas criaturas no debían aparecer en el mundo de los humanos, pero en ocasiones lo hacían y, según su madre, había seres que protegían aquel plano de los demonios para que no cruzaran, seres que se encontraban entre el borde del mundo humano y el demoniaco.

 

            —¿Hay brujas en tu familia? —le preguntó YooJung, sorprendiendo esta vez a DoYeon con su cuestión—. Sino no entiendo cómo sabías lo que era.

            —¿No? —contestó con una pregunta—. No al menos que yo tuviera conocimiento.

            —Da igual, no importa —respondió la chica—. Lo importante es que sepas que era algo muy peligroso y que me alegra que no salieras herida.

            —Gracias —murmuró DoYeon, aunque no supo qué era exactamente lo que le agradecía—. No diré nada.

            —Muchas gracias —respondió YooJung—. Te dejo que descanses un poco más, puedes volver a casa cuando te sientas mejor.

 

            Y tras decir aquello, salió de la habitación, dejando a DoYeon sola y con muchas preguntas rondando su mente. Nunca, hasta ese momento, se había cuestionado el origen de los libros que había en su casa o las historias que su madre le había contado. Nunca se había preguntado los por qué porque para ella había sido algo demasiado común… pero ahora que YooJung le había preguntado sobre ello, no podía evitar darle vueltas y vueltas y, pensando en ello, se volvió a quedar dormida, sintiendo que la entrada de YooJung en su vida iba a provocar que todo cambiara.

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

—Como bien he dicho al principio, esta historia es una reinterpretación de una que estuve escribiendo de Dreamcatcher hace años, obviamente, esto es solo una parte de la acción, la introducción a un universo mucho más complejo que no sé si en algún momento llegaré a desarrollar como merece.

 


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