Mostrando entradas con la etiqueta Capítulo 20. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Capítulo 20. Mostrar todas las entradas

miércoles, 18 de febrero de 2015

EXO 3ªTemporada

Capítulo 20
La Calma que Precede a la Tormenta



            Todos habíamos estado preocupados por lo que llegaría a pasar si los enemigos nos atacaban en época de exámenes, pero al igual que la vez anterior, las semanas en las que se ubicaron las pruebas finales fueron de tranquilidad absoluta. No obstante, los doce estuvimos siempre alerta, por si algo cambiaba y algún enemigo hacía su aparición.

            YiFan fue quien estuvo más intranquilo de todos. Siempre pensando, siempre ojo avizor, como si sintiera que este tiempo en el que no había ocurrido nada solamente era la calma que precedía a la tormenta, porque aunque intenté calmarlo con mis caricias y mis besos él no sucumbió del todo ni se relajó.

viernes, 1 de noviembre de 2013

EXO

Capítulo 20
Al Fin
  


   Estaba preocupado por YiXing, últimamente lo único que hacía era encerrarse a mirar las estadísticas y los resultados de los análisis. En los últimos días ni siquiera había ido a clase y eso era algo que él nunca hubiera hecho antes.

   Desde que tuvo aquel sueño mientras estaba en la bañera se había obsesionado de una manera increíble con todo este asunto y no paraba. Apenas comía y apenas dormía, por eso ahora no era ni una sombra de lo que había sido y por eso, no pude soportarlo más.

   Me acerqué a él por la espalda y lo abracé, sujetándolo fuertemente y arrancándolo de la silla de su escritorio para llevármelo a la cama y arrancarle la ropa sin que pudiera protestar.

   -Quiero que dejes de pensar en el pasado- le susurré mirándolo fijamente a los ojos antes de meterme su miembro en mi boca.

-oooOOOooo-

   Acababa de llegar al bloque en el que vivía cuando sentí que alguien se colgó a mi espalda y casi me da un ataque. Fueron sus manos delicadas las que me dieron la clave para tranquilizarme y respira hondo. Algún día acabaría matándola por su manía de aparecer donde menos y cuando menos me la esperaba.

   -Victoria- dije y la escuché reír en mi oreja.
   -Creí que me harías algún movimiento de Wushu- me susurró en la oreja y en ese momento se bajó de mi espalda.
   -No- me giré hacia ella- suponía que eras tú y no quería hacerte daño- contesté y Victoria sonrió.
   -Genial- respondió- entonces, ¿quieres pasar por casa unos momentos?- preguntó- quiero presentarte a mis amigas- alzó una ceja varias veces, como intentando insinuarme algo y yo bufé- ¿por qué bufas?
   -Por nada.
   -¿No quieres venir a ver mi piso?
   -No es eso…
   -¿Entonces?
   -No me gusta que insinúes que me vas a presentar chicas- contesté finalmente y ella paró de lloriquear.
   -¿No te gustan las chicas?

   En ese momento recordé a JongIn. Recordé sus labios gruesos contra los míos, su mandíbula cuadrada, su piel oscura como la mía y sus ojos negros llenos de brillo.

   -Digamos que no…- fui capaz de murmurar.
   -Entonces no pasa nada porque vengas a casa- contestó y me agarró del brazo para comenzar a tirar de mí hasta el piso cinco de ese edificio.

-oooOOOooo-

   No pudimos aguantar más. Nada más llegar a la habitación que ahora compartía mi pequeño con JongIn en la Residencia SeHun se abalanzó sobre mí desesperadamente. Acabé empotrado entre la puerta y su cuerpo mientras él comenzaba a besarme, mordiendo y succionando.

   Habíamos pasado demasiado tiempo el uno sin el otro y Hunnie se había vuelto un salvaje. Quizás le dejara la primera vez a él arriba.

   Los besos desesperados que nos dejaban sin aire se sucedieron uno detrás de otro. El ambiente comenzó a tornarse cálido por culpa del calor que desprendían nuestros excitados cuerpos y la ropa comenzó a sobrar, a la vez que una cama se hizo necesaria.

   Como pudimos, fuimos avanzando hasta la cama de SeHun, quitándonos la ropa en medio de besos ardientes y miradas penetrantes hasta que caímos sobre la superficie mullida y comenzamos a rodar por ella, jugando.

   -¿Cómo lo hacemos?- preguntó mi pequeño, mordiendo y succionando una zona de mi hombro que no sería visible.
   -Métemela- susurré.
   -Seré cuidadoso- murmuró.

   El sonido del destapar el bote del lubricante y la succión de sus dedos por mi ano. Un dolor agudo en mi trasero y un dolor de necesidad en mi polla. Entrechocar de caderas, embestidas, al principio suaves, luego más duras, el bombeo de mi miembro y la sensación de placer infinito cuando el orgasmo me llegó y SeHun me acompañó en él.

   Lo hicimos varias veces más aquella tarde y la mayoría de ellas acabé yo arriba. Aquello le gustaba mucho más a mi pequeño y yo no podía negarle nada, menos después de todo el tiempo que habíamos pasado separados.

   Solo nos detuvimos cuando comenzó a oscurecer, con la promesa de que no pasaría tanto tiempo antes de volver a hacerlo.

-oooOOOooo-

   Había huido. En ese momento no sabía qué hacer y había acabado huyendo de él y del beso, refugiándome en mi casa. Llevaba varios días allí con mi familia. Hacía siglos que no los veía y tenía ganas de verlos, pero había acabado allí porque era un cobarde.

   No había sido mi intención besarlo, sin embargo lo había hecho y había salido corriendo. No había podido esperar a que él hablara, a sus palabras hirientes, a que me dijera que me odiaba y que no quería verme nunca más.

   No podría soportarlo.

   Sin embargo, mi familia ya estaba mosqueada. Les había dicho que necesitaba tiempo para pensar en una cosa importante, pero ellos ya no se contentaban con eso.

   Debía volver. Tenía que dejar de ser un cobarde y enfrentarlo. Lo haría al día siguiente. Volvería a la Residencia y aceptaría todo lo que pasara, aunque eso significara que él me odiara toda la vida y yo lo supiera.

-oooOOOooo-

   Acabamos tumbados sobre la cama después de hacerlo. Mi respiración todavía era algo irregular y tampoco podía pensar con claridad, pero recordaba perfectamente todas las veces que Kevin me había dicho que no pensara en el pasado, que no me obsesionara, que no me abandonara de ninguna manera y que no cayera en la desesperación.

   Durante el acto se había visto muy preocupado por mí. Sus ojos habían brillado, cargados de algo que nunca había visto en él, ya que no era ni deseo ni placer, era algo más. Eran sentimientos desbordados y aquello me había llegado al alma.

   Me abracé fuertemente a su espalda y él ronroneó como un gatito, girándose hasta quedar frente a mí y dedicarme una pequeña sonrisa que me hizo alcanzar las estrellas.

   -Dejaré de obsesionarme- murmuré- porque te quiero…
   -Yo…- comenzó, pero de repente se detuvo, abriendo sus ojos como platos.
   -¿Kevin?- llamé- ¿Kris?- él me miró y frunció el ceño.
   -Sabía que no podrían estar separados- murmuró- todo está ocurriendo tal y como lo hizo en el pasado.
   -¿Qué pasó?
   -No hace falta que te lo diga- contestó mirándome a los ojos- ocurrirá tal y como lo hizo antes.

-oooOOOooo-

   JunMyeon hyung no se separaba de mí ni un solo momento. Siempre estaba cuidándome, haciéndome sonreír con sus ocurrencias e intentando que me sobre pusiera a aquel golpe tan grande que me había llevado. Sabía que él tenía razón, que debía hacerlo, que no podía dejarlo todo solo por eso, sin embargo era demasiado para mí.

   Bajé las escaleras de mi casa para ir a la cocina. Había decidido que debía salir de mi cuarto, por lo menos había que comenzar por algo y además, tenía algo de hambre y ese día mi madre no estaba en casa.

   Por ese motivo me extrañó que se escucharan ruidos en esta estancia. Avancé lentamente por el lugar, intentando no hacer ruido hasta que llegué a la habitación. Me asomé por el marco de la puerta y me llevé una gran sorpresa.

   Allí estaba JunMyeon, cocinando algo que olía bastante bien. Casi sin pensarlo corrí hasta él, con mi corazón palpitando de alegría y lo abracé por la espalda, sobresaltándolo.

   -Soo…- susurró y yo me apreté más contra él.
   -¿Por qué?
   -Porque te quiero mucho…

   Cerré mis ojos lentamente y dejé que todo fluyera. Comencé a llorar y él se dio la vuelta para abrazarme.

   -Eres tan bueno conmigo- murmuré- quiero hablar con Kevin y que me lo explique…
   -Hablaremos con él.
   -Gracias.

-oooOOOooo-

   Después de estar en aquella casa con aquellas cinco locas durante dos horas, por fin me dejaron libre y pude volver a casa. Auguraba que LuHan debía estar a punto de llegar, si es que no lo había hecho ya, así que, después de todo no me había venido tan mal que Victoria me interceptara.

   Sin embargo, cuando llegué a casa, no me esperaba que Kevin me estuviera esperando justo en la puerta y me estampara contra la pared nada más entrar.

   -LuHan se está viendo con su novio, ¿verdad?- me dijo y mi corazón comenzó a latir rápidamente por la adrenalina. Debía inventar algo bueno y rápidamente.
   -Yo… no…
   -Ni se te ocurra mentirme Hwang ZiTao porque te juro que lo sabré y te haré la vida imposible- siseó, mirándome de una forma muy penetrante.
   -Kevin- escuché decir a YiXing bastante cerca- ¿qué haces? Suéltalo.
   -No hasta que no me diga la verdad- contestó.
   -Pero…- murmuró el chico y él lo calló con la mano, para luego volver a mirarme de aquella forma.
   -Contesta.
   -Yo…
   -¡He dicho que contestes!- gritó- ¿LuHan y SeHun se están viendo?
   -Sí…- susurré agachando la cabeza, justo en el momento en el que la puerta del piso se abría de nuevo y por ella entraba LuHan.








jueves, 4 de abril de 2013

EXO


Capítulo 20
Wind&Telekinesis



   Después de la reunión en la habitación de BaekHyun, todos se fueron dispersando. JongDae decía que si no regresaba pronto, MinSeok se mosquearía y comenzaría a buscarlo, encontrando esa reunión de amigos a la que él extrañamente no estaba invitado y sospecharía más de lo que ya lo hacía. También se fue el tal JunMyeon, que controlaba el agua, su vecino había visto que despertaba sus poderes y no se creía del todo la trola que Tao le había contado. Y así, poco a poco, la habitación, atestada de gente, se fue vaciando, hasta que solo quedamos BakHyun y yo, JongIn también se largó.

   Aproveché el momento en el que estábamos solos para hacer algo que llevaba tiempo sin hacer, y eso era tumbarme con él y abrazarlo fuertemente contra mi cuerpo, sin que nadie nos dijera nada de que estábamos liados.

   -¿Qué haces, Channie?- me preguntó.
   -Abrazarte, ¿no es obvio?
   -Ya… pero…
   -Sólo quiero estar un rato así…- murmuré cerrando mis ojos- ¿te molesta?- negó con la cabeza y luego echó ésta sobre mi pecho.
   -Está bien…- murmuró y yo sonreí.
   -Gracias, BaekHyunnie…

-oooOOOooo-

   Me fui de mi habitación cuando ya sólo quedábamos tres personas, pero sentía tanta feromona por el aire que pensé que lo mejor era dejar solo a los dos tortolitos y que se comieran, antes de presenciarlo. Lo peor de todo era, que al lugar al que iba sería muchísimo peor. A SeHun y a LuHan les importaba muy poco mi presencia y se daban mimos, carantoñas y besos tan profundos que lo que les faltaba era que se pusieran a follar delante de mí, cosa que no me hubiera gustado presenciar nunca, pero que un día, al entrar sin llamar a su habitación, presencié. Así que, ahora, encontrándome enfrente de aquella puerta, toqué lo más fuerte que pude y a los pocos segundos me abrió LuHan.

   -Hombre- dijo sorprendido- ¿cómo tú por aquí?
   -Pues como siempre… me acoplo- lo hice a un lado y pasé al interior de la habitación- lo que me sorprende es que me abrieras tú la puerta, te hacía merendándote a SeHun- me giré y vi a mi amigo con el pelo despeinado y la camiseta mal colocada intentando arreglarse- vale… eso era exactamente lo que hacías… celebrando que lo habéis aprobado todo, ¿no?
   -Tú como siempre molestando…- bufó LuHan- ¿por qué no te buscas a alguien a quien metérsela y nos dejas tranquilos?
   -Si me prestas a SeHun…- las caras de ambos en ese momento fueron un poema y me apresuré a aclarar las cosas antes de llevarme una buena paliza por parte del mayor del lugar- nah, tranquilos, soy entera y completamente heterosexual, me va más una mujer que a vosotros una polla- en cuanto dije esa última palabra sentí que una mano me tapaba la boca.
   -No digas esas cosas tan groseras…- me regañó LuHan.
   -Mira quién fue a hablar- me quejé. Él era mucho peor cuando estábamos solos los dos, ahora, eso sí, en presencia de SeHun se contenía.
   -¿Y si salimos a tomar un Bubble Tea?- preguntó de repente SeHun distrayéndonos- se me apetece uno…- hizo un leve aegyo, pero que le sirvió para tener a LuHan babeando y dispuesto a hacer cualquier cosa por él.
   -Por supuesto, ¿dónde quieres ir?- preguntó acercándose al pequeño.
   -Donde me lleves está bien- contestó con una sonrisa y por un milisegundo, los envidié por la relación que tenían.

-oooOOOooo-

   No pude esperar casi ni a que Tao desapareciera por la puerta de su cuarto y me alcé de puntillas, pasando mis brazos por el cuello de Kevin, para atraerlo hacia mí y besarlo. Me relajé en el momento en el que mis labios tocaron los suyos, no sabía por qué, pero necesitaba eso. Realmente lo necesitaba.

   Me separe de Kevin respirando entrecortado. Sus ojos mirándome de manera penetrante hicieron que me sonrojara irremediablemente, pero eso no me iba a echar atrás, parecía como si necesitara besarlo para seguir sobreviviendo. Una sonrisa arrogante apareció en su rostro.

   -¿No puedes pasar sin besarme?
   -Tú tampoco puedes hacerlo- le respondí y me volví a lanzar sobre él. Justo cuando mis labios rozaron los suyos, una tos incómoda nos hizo separarnos rápidamente.
   -Si vais a comeros la boca intentad hacerlo en un lugar en el que no os vea- murmuró Tao.

   Noté como mis mejillas comenzaron a colorearse y luego no pude evitar intentar salir corriendo, y digo intentar, porque unos brazos largos me rodearon la cintura desde la espalda. Después, noté su barbilla en el hueco entre mi cuello y mi hombro, y su respiración en mi oreja al hablar.

   -Me lo comeré... da igual el lugar...- y me mordió el cuello.

-oooOOOooo-

   Salimos de aquel lugar con tres bubbles tea. A mí no me gustaba, pero bueno, SeHun me había montado una mini-escena y había acabado aceptando. Caminábamos por la calle con total lentitud y parsimonia, mientras mi amigo iba agarrado a su novio y a su bebida, feliz.

   Nos paramos en una plaza y nos sentamos en los bancos de piedra para terminarlos tranquilamente, cuando un chico se puso frente a nosotros. No era muy alto, pero estaba petado, se le notaba incluso por debajo de la ropa. Me miraba de una forma muy penetrante, que me estaba poniendo los pelos de punta. Recordé de pronto que BaekHyun me advirtió sobre la gente así, dijo que podían ser enemigos. Estaba por levantarme y huir de allí con SeHun y LuHan, cuando oí hablar a éste último.

   -¿Qué te pasa, tío?- dijo- ¿quieres rollo con mi amigo?- el chico le dedicó una mirada fulminante, pero él no se achancó- tiene un color de piel exótico, y es muy apuesto… lo malo… es entera y completamente heterosexual, así que lo siento… otro será.

   En ese momento, vi cómo el chico levantaba la mano y me temí lo peor. Me eché sobre SeHun y LuHan agarrándolos fuertemente y deseé con toda mi alma desaparecer de allí. Noté un cosquilleo en mi estómago, justo antes de que una pequeña llamarada impactara en el sitio en el que estaba antes la cabeza de LuHan.

-oooOOOooo-

   -BaekHyunnie…- dije cortando el silencio que se había instaurado entre nosotros, que sólo disfrutábamos de la compañía del otro, o por lo menos, yo disfrutaba la de BaekHyun, y mucho.
   -Hum…- murmuró, parecía como si se estuviera quedando dormido sobre mi pecho.
   -Me gustaría quedarme a dormir aquí- dije acariciándole el pelo y él se acomodó mejor sobre mí.
   -Hazlo…
   -Pero primero deberíamos bajar a cenar- propuse, aunque no tenía ninguna gana de levantarme de allí, ya fuera ahora, a las seis, o luego a las ocho.
   -Yo te comeré a ti…- susurró y me dejó completamente pasmado- aunque me quedaré con hambre… eres un saco de huesos… mejor me comeré a JongIn…- en ese momento me entró algo por el cuerpo que no pude identificar, pero si BaekHyun se volvía caníbal, yo sólo quería que me comiera a mí.
   -Sólo cómeme a mí…
   -Está bien…

-oooOOOooo-

   Cuando abrí los ojos me di cuenta de que estábamos los tres en un callejón, yo todavía agarrándolos. Mis amigos se me quedaron mirando de una manera muy extraña, pero no tenía tiempo para explicárselo, debíamos ir a la Residencia rápidamente y hablar con BaekHyun. En cuanto moví un pie para echar a andar, casi me desplomo en el suelo, de no ser por LuHan, que me sujetó. Me sentía increíblemente cansado.

   -¿Qué es lo que ha pasado allí?- me preguntó él.
   -Debemos ir a mi habitación…- murmuré- ya…- me miraron sin saber que hacer- ¡ya!

   SeHun se acercó a mí y me agarró para poder llevarme de un lado y LuHan hizo lo mismo. Comenzaron a andar llevándome a rastras, y cuando estábamos a punto de salir de aquel lugar, el chico se interpuso de nuevo en nuestro camino.

   -Haz lo de antes- me susurró LuHan.
   -No puedo hacerlo… me he quedado sin fuerzas…- y diciendo esto, una llamarada impactó en el hombro de SeHun.

-oooOOOooo-

   Al final llegué a casa después de la reunión que tuvimos. Estaba un poco asustado por lo que me había pasado, pero conocer a los demás, que parecían llevarlo todo lo bien que se podía llevar el tener poderes, me había calmado un poco. Abrí la puerta de casa y la mesa del teléfono, en el recibidor, me encontré una nota de mi madre. La cogí y la leí. Suspiré y la dejé en el mismo sitio, para subir a mi habitación y enfrentar lo que llevaba todo el fin de semana evitando. Entré a mi cuarto y lo encontré sentado en mi cama.

   -Hyung, tenemos que hablar- me dijo.

-oooOOOooo-

   -SeHun- dije soltando a JongIn y yendo a por mi novio- ¿estás bien, pequeño?- él asintió y respiré algo más tranquilo, después me volví hacia el tipo ese- ¿tú eres gilipollas o qué?- lo encaré- es un niño, si quieres pelea, ven a por mí.
   -No quiero pelea- me dijo- solo lo quiero a él- señaló a JongIn.
   -¿JongIn que coño has hecho?
   -Te juro… que no he visto… a este tío antes…
   -¿Quién eres y qué quieres?- pregunté.
   -Mi nombre es JongHyun… y lo único que quiero es llevármelo, ya lo he dicho, si lo soltáis, a vosotros no os pasará nada- contestó y yo me reí.
   -Te hubiera dejado que te lo llevaras antes, pero te has atrevido a tocar a SeHun.

   La mala leche me hervía en el cuerpo, nadie tocaba a mi pequeño y salía indemne. Comencé a sentir un cosquilleo por todo el cuerpo, que se fue concentrando lentamente en mis manos, pero no le eché cuentas y caminé hacia el tipo. Vi que levantó las manos, escuché el grito de SeHun, llamándome y todo lo demás, pasó muy rápido. Levanté mis manos para protegerme y el chico comenzó a patalear en el aire.

-oooOOOooo-

   -JongDae- me llamó mi compañero de habitación y yo me giré hacia él.
   -¿Qué quieres, Minnie?- pregunté.
   -Quiero que me cuentes donde has estado esta tarde.
   -Vamos, Minnie… ni que fueras mi madre…- dije intentando esquivar el problema. Sabía que no podría ocultarle más tiempo aquello, pero no quería meterlo en ese problema. A él no.
   -Hoy no te escaqueas- dijo- me da igual que sea por las buenas o por las malas, pero me lo vas a contar.

-oooOOOooo-

   -¡LuHan!- grité y vi cómo en ese momento, él levantaba sus manos para protegerse de la llamarada y el chico comenzaba a elevarse del suelo, con cara de pánico e intentaba soltarse de la fuerza invisible que los sujetaba. Miré a JongIn interrogante- ¿lo estás haciendo tú?- él negó.
   -Es LuHan- volví a mirar a mi novio y vi como el chico, ahora más calmado, volvía a centrarse, pero en nosotros dos.

   Cerré los ojos fuertemente, esperando que de nuevo me impactara la llama en mi cuerpo, pero no pasó nada de eso, lo que pasó, fue que de repente se levantó el aire de una manera muy fuerte. Abrí los ojos y vi que el chico ese era arrastrado por el viento, hasta que chocó con un canalón. Volví a cerrar los ojos, no quería saber que le pasaría.

   -Tenemos… que irnos de aquí…- escuché murmurar a JongIn- tenemos que ir… a la Residencia- sentí cómo pesaba menos el cuerpo de mi amigo y supe que LuHan había llegado para ayudarme- ya…- y echamos a correr.