Capítulo 20
Wind&Telekinesis
Después de la reunión en la habitación de
BaekHyun, todos se fueron dispersando. JongDae decía que si no regresaba
pronto, MinSeok se mosquearía y comenzaría a buscarlo, encontrando esa reunión
de amigos a la que él extrañamente no estaba invitado y sospecharía más de lo
que ya lo hacía. También se fue el tal JunMyeon, que controlaba el agua, su
vecino había visto que despertaba sus poderes y no se creía del todo la trola
que Tao le había contado. Y así, poco a poco, la habitación, atestada de gente,
se fue vaciando, hasta que solo quedamos BakHyun y yo, JongIn también se largó.
Aproveché el momento en el que estábamos
solos para hacer algo que llevaba tiempo sin hacer, y eso era tumbarme con él y
abrazarlo fuertemente contra mi cuerpo, sin que nadie nos dijera nada de que
estábamos liados.
-¿Qué haces, Channie?- me preguntó.
-Abrazarte, ¿no es obvio?
-Ya… pero…
-Sólo quiero estar un rato así…- murmuré
cerrando mis ojos- ¿te molesta?- negó con la cabeza y luego echó ésta sobre mi
pecho.
-Está
bien…- murmuró y yo sonreí.
-Gracias, BaekHyunnie…
-oooOOOooo-
Me fui de mi habitación cuando ya sólo
quedábamos tres personas, pero sentía tanta feromona por el aire que pensé que
lo mejor era dejar solo a los dos tortolitos y que se comieran, antes de
presenciarlo. Lo peor de todo era, que al lugar al que iba sería muchísimo
peor. A SeHun y a LuHan les importaba muy poco mi presencia y se daban mimos,
carantoñas y besos tan profundos que lo que les faltaba era que se pusieran a
follar delante de mí, cosa que no me hubiera gustado presenciar nunca, pero que
un día, al entrar sin llamar a su habitación, presencié. Así que, ahora,
encontrándome enfrente de aquella puerta, toqué lo más fuerte que pude y a los
pocos segundos me abrió LuHan.
-Hombre- dijo sorprendido- ¿cómo tú por
aquí?
-Pues como siempre… me acoplo- lo hice a un
lado y pasé al interior de la habitación- lo que me sorprende es que me
abrieras tú la puerta, te hacía merendándote a SeHun- me giré y vi a mi amigo
con el pelo despeinado y la camiseta mal colocada intentando arreglarse- vale…
eso era exactamente lo que hacías… celebrando que lo habéis aprobado todo, ¿no?
-Tú como siempre molestando…- bufó LuHan-
¿por qué no te buscas a alguien a quien metérsela y nos dejas tranquilos?
-Si me prestas a SeHun…- las caras de ambos
en ese momento fueron un poema y me apresuré a aclarar las cosas antes de
llevarme una buena paliza por parte del mayor del lugar- nah, tranquilos, soy
entera y completamente heterosexual, me va más una mujer que a vosotros una
polla- en cuanto dije esa última palabra sentí que una mano me tapaba la boca.
-No digas esas cosas tan groseras…- me
regañó LuHan.
-Mira quién fue a hablar- me quejé. Él era
mucho peor cuando estábamos solos los dos, ahora, eso sí, en presencia de SeHun
se contenía.
-¿Y si salimos a tomar un Bubble Tea?-
preguntó de repente SeHun distrayéndonos- se me apetece uno…- hizo un leve
aegyo, pero que le sirvió para tener a LuHan babeando y dispuesto a hacer
cualquier cosa por él.
-Por supuesto, ¿dónde quieres ir?- preguntó
acercándose al pequeño.
-Donde me lleves está bien- contestó con una
sonrisa y por un milisegundo, los envidié por la relación que tenían.
-oooOOOooo-
No pude esperar casi ni a que Tao
desapareciera por la puerta de su cuarto y me alcé de puntillas, pasando mis
brazos por el cuello de Kevin, para atraerlo hacia mí y besarlo. Me relajé en
el momento en el que mis labios tocaron los suyos, no sabía por qué, pero
necesitaba eso. Realmente
lo necesitaba.
Me
separe de Kevin respirando entrecortado. Sus ojos mirándome de manera
penetrante hicieron que me sonrojara irremediablemente, pero eso no me iba a
echar atrás, parecía como si necesitara besarlo para seguir sobreviviendo. Una
sonrisa arrogante apareció en su rostro.
-¿No puedes pasar sin besarme?
-Tú tampoco puedes hacerlo- le respondí y me
volví a lanzar sobre él. Justo cuando mis labios rozaron los suyos, una tos
incómoda nos hizo separarnos rápidamente.
-Si vais a comeros la boca intentad hacerlo
en un lugar en el que no os vea- murmuró Tao.
Noté como mis mejillas comenzaron a
colorearse y luego no pude evitar intentar salir corriendo, y digo intentar,
porque unos brazos largos me rodearon la cintura desde la espalda. Después,
noté su barbilla en el hueco entre mi cuello y mi hombro, y su respiración en
mi oreja al hablar.
-Me lo comeré... da igual el lugar...- y me
mordió el cuello.
-oooOOOooo-
Salimos de aquel lugar con tres bubbles tea.
A mí no me gustaba, pero bueno, SeHun me había montado una mini-escena y había
acabado aceptando. Caminábamos por la calle con total lentitud y parsimonia,
mientras mi amigo iba agarrado a su novio y a su bebida, feliz.
Nos paramos en una plaza y nos sentamos en
los bancos de piedra para terminarlos tranquilamente, cuando un chico se puso
frente a nosotros. No era muy alto, pero estaba petado, se le notaba incluso
por debajo de la ropa. Me miraba de una forma muy penetrante, que me estaba
poniendo los pelos de punta. Recordé de pronto que BaekHyun me advirtió sobre
la gente así, dijo que podían ser enemigos. Estaba por levantarme y huir de
allí con SeHun y LuHan, cuando oí hablar a éste último.
-¿Qué te pasa, tío?- dijo- ¿quieres rollo
con mi amigo?- el chico le dedicó una mirada fulminante, pero él no se achancó-
tiene un color de piel exótico, y es muy apuesto… lo malo… es entera y
completamente heterosexual, así que lo siento… otro será.
En ese momento, vi cómo el chico levantaba
la mano y me temí lo peor. Me eché sobre SeHun y LuHan agarrándolos fuertemente
y deseé con toda mi alma desaparecer de allí. Noté un cosquilleo en mi
estómago, justo antes de que una pequeña llamarada impactara en el sitio en el
que estaba antes la cabeza de LuHan.
-oooOOOooo-
-BaekHyunnie…- dije cortando el silencio que
se había instaurado entre nosotros, que sólo disfrutábamos de la compañía del
otro, o por lo menos, yo disfrutaba la de BaekHyun, y mucho.
-Hum…- murmuró, parecía como si se estuviera
quedando dormido sobre mi pecho.
-Me gustaría quedarme a dormir aquí- dije
acariciándole el pelo y él se acomodó mejor sobre mí.
-Hazlo…
-Pero primero deberíamos bajar a cenar-
propuse, aunque no tenía ninguna gana de levantarme de allí, ya fuera ahora, a
las seis, o luego a las ocho.
-Yo te comeré a ti…- susurró y me dejó
completamente pasmado- aunque me quedaré con hambre… eres un saco de huesos…
mejor me comeré a JongIn…- en ese momento me entró algo por el cuerpo que no
pude identificar, pero si BaekHyun se volvía caníbal, yo sólo quería que me
comiera a mí.
-Sólo cómeme a mí…
-Está bien…
-oooOOOooo-
Cuando abrí los ojos me di cuenta de que
estábamos los tres en un callejón, yo todavía agarrándolos. Mis amigos se me
quedaron mirando de una manera muy extraña, pero no tenía tiempo para
explicárselo, debíamos ir a la Residencia rápidamente y hablar con BaekHyun. En
cuanto moví un pie para echar a andar, casi me desplomo en el suelo, de no ser
por LuHan, que me sujetó. Me sentía increíblemente cansado.
-¿Qué es lo que ha pasado allí?- me preguntó
él.
-Debemos ir a mi habitación…- murmuré- ya…-
me miraron sin saber que hacer- ¡ya!
SeHun se acercó a mí y me agarró para poder
llevarme de un lado y LuHan hizo lo mismo. Comenzaron a andar llevándome a
rastras, y cuando estábamos a punto de salir de aquel lugar, el chico se
interpuso de nuevo en nuestro camino.
-Haz lo de antes- me susurró LuHan.
-No puedo hacerlo… me he quedado sin
fuerzas…- y diciendo esto, una llamarada impactó en el hombro de SeHun.
-oooOOOooo-
Al final llegué a casa después de la reunión
que tuvimos. Estaba un poco asustado por lo que me había pasado, pero conocer a
los demás, que parecían llevarlo todo lo bien que se podía llevar el tener
poderes, me había calmado un poco. Abrí la puerta de casa y la mesa del
teléfono, en el recibidor, me encontré una nota de mi madre. La cogí y la leí. Suspiré
y la dejé en el mismo sitio, para subir a mi habitación y enfrentar lo que
llevaba todo el fin de semana evitando. Entré a mi cuarto y lo encontré sentado
en mi cama.
-Hyung, tenemos que hablar- me dijo.
-oooOOOooo-
-SeHun- dije soltando a JongIn y yendo a por
mi novio- ¿estás bien, pequeño?- él asintió y respiré algo más tranquilo,
después me volví hacia el tipo ese- ¿tú eres gilipollas o qué?- lo encaré- es
un niño, si quieres pelea, ven a por mí.
-No quiero pelea- me dijo- solo lo quiero a
él- señaló a JongIn.
-¿JongIn que coño has hecho?
-Te juro… que no he visto… a este tío antes…
-¿Quién eres y qué quieres?- pregunté.
-Mi nombre es JongHyun… y lo único que
quiero es llevármelo, ya lo he dicho, si lo soltáis, a vosotros no os pasará
nada- contestó y yo me reí.
-Te hubiera dejado que te lo llevaras antes,
pero te has atrevido a tocar a SeHun.
La mala leche me hervía en el cuerpo, nadie
tocaba a mi pequeño y salía indemne. Comencé a sentir un cosquilleo por todo el
cuerpo, que se fue concentrando lentamente en mis manos, pero no le eché
cuentas y caminé hacia el tipo. Vi que levantó las manos, escuché el grito de
SeHun, llamándome y todo lo demás, pasó muy rápido. Levanté mis manos para protegerme
y el chico comenzó a patalear en el aire.
-oooOOOooo-
-JongDae- me llamó mi compañero de
habitación y yo me giré hacia él.
-¿Qué quieres, Minnie?- pregunté.
-Quiero que me cuentes donde has estado esta
tarde.
-Vamos, Minnie… ni que fueras mi madre…-
dije intentando esquivar el problema. Sabía que no podría ocultarle más tiempo
aquello, pero no quería meterlo en ese problema. A él no.
-Hoy no te escaqueas- dijo- me da igual que
sea por las buenas o por las malas, pero me lo vas a contar.
-oooOOOooo-
-¡LuHan!- grité y vi cómo en ese momento, él
levantaba sus manos para protegerse de la llamarada y el chico comenzaba a
elevarse del suelo, con cara de pánico e intentaba soltarse de la fuerza
invisible que los sujetaba. Miré a JongIn interrogante- ¿lo estás haciendo tú?-
él negó.
-Es LuHan- volví a mirar a mi novio y vi
como el chico, ahora más calmado, volvía a centrarse, pero en nosotros dos.
Cerré
los ojos fuertemente, esperando que de nuevo me impactara la llama en mi
cuerpo, pero no pasó nada de eso, lo que pasó, fue que de repente se levantó el
aire de una manera muy fuerte. Abrí los ojos y vi que el chico ese era arrastrado
por el viento, hasta que chocó con un canalón. Volví a cerrar los ojos, no
quería saber que le pasaría.
-Tenemos… que irnos de aquí…- escuché
murmurar a JongIn- tenemos que ir… a la Residencia- sentí cómo pesaba menos el
cuerpo de mi amigo y supe que LuHan había llegado para ayudarme- ya…- y echamos
a correr.
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