Mostrando entradas con la etiqueta EXO 3ª Temporada. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta EXO 3ª Temporada. Mostrar todas las entradas

jueves, 26 de marzo de 2015

EXO 3ªTemporada

Especial 9
China


            Recién había cumplido los nueve años cuando un día, mis padres me dijeron que guardase todos mis juguetes en cajas de cartón porque nos íbamos a ir de nuestra casa. Yo no entendía el porqué de aquello y lo único que quería era quedarme en el único lugar que conocía, con mis amigos y con mis abuelos, no quería ir a ningún lugar nuevo, me gustaba en el que estaba.

miércoles, 25 de marzo de 2015

EXO 3ªTemporada

Especial 8
Desde Siempre


            Desde siempre habíamos estado juntos. Nuestros padres eran amigos y nosotros también lo fuimos. En la guardería, en el colegio, en el instituto, siempre juntos. No habíamos tenido grandes peleas, sí cosas pequeñas en las que dejábamos de hablarnos un día pero al siguiente volvíamos a estar como siempre. Me gustaba aquello porque SeHun era un chico genial y me llevaba muy bien con él, tanto, que esperaba que nuestra amistad fuera desde siempre y para siempre.

martes, 24 de marzo de 2015

EXO 3ªTemporada

Especial 7
El Trabajo es Trabajo


            Habían pasado simplemente unos meses desde la muerte de mi padre y mamá y yo estábamos hundidos, pero no por ello podíamos dejar de vivir nuestra vida, papá no hubiera querido eso para ninguno de los dos. Por este motivo, y porque no podíamos vivir simplemente del dinero que nos había dejado, decidí que tenía que ponerme a trabajar y, así ayudar con lo que pudiera en mi casa.

            Encontré el papelito de que se buscaba un dependiente en el Burger King que se encontraba junto a la universidad por casualidad y pensé que no era mala idea probar por si podía trabajar en aquel lugar, ya que así no me tendría que desplazar demasiado lejos para realizar mi trabajo, y seguro que no era demasiado complicado.

miércoles, 18 de marzo de 2015

EXO 3ªTemporada

Capítulo 24
Despertar


            Frío. Oscuridad.

            Eso era lo único que sentía a mi alrededor, aparte de un cansancio físico inexplicable que no podía superar por más que durmiera para detener el tiempo. Ni siquiera podía levantarme del frío, húmedo y duro suelo de baldosas y caminar por la habitación porque simplemente no tenía fuerzas para hacerlo.

miércoles, 11 de marzo de 2015

EXO 3ªTemporada

Capítulo 23
Juntos


            Después de que finalizara la reunión cada uno fue hacia su casa. BaekHyun y ChanYeol nos acompañaron una parte del camino, pero después se desviaron y KyungSoo y yo nos quedamos solos. Él iba cabizbajo, pensativo y casi no me hacía caso. Si hubiera sido otro día, habría pensado que lo hacía en venganza por haberlo ignorado inconscientemente hacía unos cuantos días, pero sabía que estaba así por la reunión, más concretamente por lo que se había dicho en ella sobre RyeoWook.

miércoles, 4 de marzo de 2015

EXO 3ªTemporada

Capítulo 22
Ayuda


            Cuando LuHan llegó a casa completamente agotado, dejándose caer sobre el sofá, buscando desesperadamente con la mirada a alguien, pero no encontrándolo, supe que algo había pasado. Por eso, con rapidez me acerqué a él para preguntarle qué era lo que había sucedido.

            —LuHan —murmuré—. LuHan, ¿qué ha pasado? —él me miró con gran angustia.
            —Tao… Tao…
            —¿Qué le ha pasado a Tao? —pregunté, con el corazón en un puño.
            —Tiene a Tao… ÉL tiene a Tao.

miércoles, 25 de febrero de 2015

EXO 3ªTemporada

Capítulo 21
Two


            Estaba simplemente muerto. LuHan había aparecido frente a mí con una sonrisa maliciosa en su rostro que me había dado muy mala espina. SeHun se lo había contado y venía a por mí. Rápidamente me levanté del sofá, atrayendo la mirada de Kevin y YiXing, que estaban acurrucados el uno contra el otro en su propio mundo y me acerqué a LuHan para callar por el momento las palabras que me iban a hacer sentirme avergonzado.

miércoles, 18 de febrero de 2015

EXO 3ªTemporada

Capítulo 20
La Calma que Precede a la Tormenta



            Todos habíamos estado preocupados por lo que llegaría a pasar si los enemigos nos atacaban en época de exámenes, pero al igual que la vez anterior, las semanas en las que se ubicaron las pruebas finales fueron de tranquilidad absoluta. No obstante, los doce estuvimos siempre alerta, por si algo cambiaba y algún enemigo hacía su aparición.

            YiFan fue quien estuvo más intranquilo de todos. Siempre pensando, siempre ojo avizor, como si sintiera que este tiempo en el que no había ocurrido nada solamente era la calma que precedía a la tormenta, porque aunque intenté calmarlo con mis caricias y mis besos él no sucumbió del todo ni se relajó.

miércoles, 11 de febrero de 2015

EXO 3ªTemporada

Capítulo 19
Felicidad
  


            Cuando salí de la ducha aquella tarde no me esperaba que mi chico ya se encontrara en la habitación, así que me sorprendí bastante el verlo de espaldas a mí, quitándose la camiseta y llevando simplemente el bóxer puesto, enseñando el resto de su cuerpo. Me lamí los labios con deseo y no me contuve al avanzar hacia él y abrazarlo por la espalda, llevando mi mano derecha a su pene para tocarlo con descaro.

miércoles, 4 de febrero de 2015

EXO 3ªTemporada

Capítulo 18
Kiss


            A finales de mayo comenzaba ya a hacer calor en la ciudad, por eso, cada vez que JongIn y yo salíamos a dar una vuelta, terminábamos acalorados y comprándonos algunos refrescos para mitigar aquel calor. Aquel día, pasábamos junto a un puesto de helados cuando él se detuvo de pronto, dejándome con la palabra en la boca.


miércoles, 28 de enero de 2015

EXO 3ªTemporada

Capítulo 17
Maybe…


            Me senté en mi escritorio cuando llegué de las clases y del trabajo. Estaba un poco cansado, pero tenía que hacer algunas cosas antes de que acabara esa semana. Sin embargo, no podía concentrarme en lo que debía hacer, estaba un poco preocupado por lo que nos deparaba el futuro. YiXing me había calmado, pero aun así me sentía inquieto.


jueves, 22 de enero de 2015

EXO 3ªTemporada

Capítulo 16
Regalo


            Llevábamos demasiado tiempo sin estar completamente solos, demasiado tiempo sin poder tocar nuestros cuerpos, por lo que no me resistí nada cuando vi la mirada brillante de YiFan, deseoso de mi cuerpo. Con rapidez nos metimos en su habitación porque no queríamos que nadie nos interrumpiera y cerramos el pestillo mientras nos besábamos, hambrientos de mucho más.


miércoles, 14 de enero de 2015

EXO 3ªTremporada

Capítulo 15
Sentimientos


            La oscuridad se cernía sobre mí y sobre JunMyeon que se encontraba tumbado sobre un charco de sangre seca. Rápidamente corrí hacia él, pero unos brazos largos me detuvieron y no me dejaron llegar hasta mi hyung. Intenté librarme de ellos, pero no podía hacerlo, así que comencé a llorar. Tenía que llegar hasta JunMyeon, tenía que comprobar que estaba bien, tenía que protegerlo. Pero todo se tornó peor cuando el enemigo cuyo poder era la fuerza apareció y comenzó a propinarle golpes a mi hyung, a pesar de que este se encontraba inconsciente.

            —¡JunMyeon! —grité—. ¡No, por favor, déjalo! —pero mis palabras solo servían para hacer que los golpes fueran cada vez más frecuentes y más fuertes.


lunes, 12 de enero de 2015

EXO 3ª Temporada

Capítulo 14
Fuerza


            Me encontraba tranquilamente haciendo un trabajo en mi portátil, tumbado en la cama. Notaba la mirada de SeHun sobre mía, pero aunque parecía querer decir algo no soltaba prenda. Eso me estaba molestando un poco porque no podía concentrarme correctamente en lo que tenía que hacer, así que, harto de su inquisitiva mirada, me dirigí hacia él y le pregunté.

miércoles, 7 de enero de 2015

EXO 3ª Temporada

Capítulo 13
Cumpleaños


            —Humm… —murmuré intentando abrir mis ojos ante el insistente sonido del despertador, pero estaba demasiado cansado e incluso los párpados me pesaban. A mi lado, sentí un movimiento y, por inercia me moví hacia allí.
            —JongDae… tengo clase, suelta —escuché la voz de MinSeok.
            —No quiero… —con las pocas fuerzas que tenía me abracé a su cintura y no lo dejé escapar.
            —Oh vamos… —intentó zafarse, pero no lo consiguió—. En serio, tengo clase.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

EXO 3ª Temporada

Capítulo 12
Día a Día


            Se me había olvidado completamente que había quedado con Tao, por eso no había estado pendiente a más que a bailar y bailar para intentar aclararme. El baile era lo que a veces me hacía poder elegir el camino que tomar. Por eso, me asusté un poco cuando lo vi en la sala de baile ante mí, y me tensé un poco cuando avanzó hacia donde yo me encontraba para besarme, pero después, por primera vez, me dejé llevar y correspondí el beso con ganas.

            —Tao… —suspiré contra sus labios.
            —Hum…
            —¿Cómo has llegado hasta aquí?
            —SeHun me dijo que si no habías venido a nuestra cita era porque te habías puesto a bailar y se te había olvidado —contestó separándose un poco de mí—. Me dijo dónde estaba y vine para estar un rato contigo —me dio otro beso, pero esta vez muy corto—. Bailas muy bien.

            Aquel halago hizo que mi corazón se saltara un latido y luego se pusiera a latir con rapidez, demasiado acelerado. También sentí el calor asomar a mis mejillas y por una vez me alegraba ser tan moreno de piel porque así se notaba menos mi sonrojo.

            —Gracias —dije—. Ya que ha sido mi culpa no recordar que habíamos quedado —comencé, titubeante—. ¿Puedo hacerte un baile en compensación?
            —Puedes —sonrió Tao.

            Asentí y pulsé sobre la siguiente canción del reproductor, comenzando a bailar inmediatamente, intentando que todo aquello que estaba dando vueltas en mi cabeza, mis sentimientos, mis problemas y mis inseguridades salieran a la luz y poder de una vez por todas aclararse. Viendo la sonrisa en los labios de Tao y su mirada quemando mi cuerpo, lo tuve claro.

-oooOOOooo-

            Cuando MinSeok me había mandado aquellos mensajes me había asustado bastante y no me quedé tranquilo hasta que llegué sin aire al lugar en el que me había dicho que me esperaba. Mi chico estaba sentado en el suelo y parecía agotado. Corrí los últimos metros que me separaban de él y me agaché a su lado. MinSeok me dirigió una sonrisa cansada antes de comenzar a hablar.

            —Gracias por venir —murmuró—. No tengo fuerzas para moverme.
            —¿Qué te ha pasado? —pregunté algo preocupado.
            —La universidad es agotadora y… encontrarte con un enemigo al final de la jornada no hace más que empeorar el cansancio —respondió con calma.
            —¿Estás bien? —mi tono fue de alarma, sin embargo—. No te ha pasado nada, ¿verdad?
            —Estoy perfectamente —susurró—. Solo quiero meterme en la cama y dormir hasta que llegue el día del Juicio Final.
            —Exagerado —murmuré.
            —No tanto. Y ahora ayúdame a levantarme y llévame a una cama, por favor —pidió, y yo no pude negarme a su petición.

            Con una sonrisa en los labios lo ayudé a levantarse y luego le cogí la mochila de la universidad y afiancé su posición, agarrándolo firmemente por los hombros para que pudiéramos caminar a la residencia. Parecía demasiado agotado, así que durante el camino me mantuve en silencio y cuando llegamos a casa simplemente lo ayudé a desvestirse y a meterse en la cama para que descansara.

            Estaba bien, no tenía por qué preocuparme, pero aun así, me pasé prácticamente toda la noche en vela con su cuerpo entre mis brazos, protegiéndolo de cualquier cosa porque no podría soportar que le pasara algo parecido a lo que ocurrió en China y no estuviera YiXing con sus poderes o aquella agua milagrosa cerca.

-oooOOOooo-

            Estaba sentado al escritorio, terminando de hacer algunos test para las clases que tenía a la mañana siguiente, cuando la puerta de la habitación se abrió y por ella entró alguien. No le hice el más mínimo caso y terminé aquello que me ocupaba antes de volverme a averiguar quién era la persona que había entrado.

            Unos minutos después, por fin podía dejar de clicar respuestas una tras otra porque había finalizado mi tarea, así que hice girar la silla de mi escritorio, encontrándome a LuHan tumbado en la cama, observándome.

            —Hola —le dije.
            —Hola, YiXing —contestó, esbozando una sonrisa—. ¿Estás muy ocupado?
            —No, acabo de terminar.
            —¿Te gustaría escuchar un cotilleo sobre nuestro pequeño panda? —preguntó y a mí me faltó tiempo para asentir. LuHan sonrió más ampliamente—. Tao y JongIn por fin están saliendo —abrí mis ojos como platos, si poder creerme aquella noticia.
            —¿En serio?
            —Sí, sino por qué crees que Tao se va la mayoría de las tardes por ahí y no vuelve hasta las tantas.
            —No sé, creía que tenía cosas que hacer de sus clases.
            —¿Qué va? —respondió—. Se pasa las tardes pegado a JongIn como una lapa.
            —La verdad es que me alegro —murmuré—. Llevaba un tiempo bastante decaído.
            —Todo culpa de JongIn, tengo que torturarlo un poco más con el tema para que así vea que tiene que pensar más en cómo se siente —contestó—. Hasta hace unos días se negaba a aceptar que era gay.
            —Bueno, es algo complicado de aceptar, además es joven y debe de estar confundido con todo —dije.
            —Es mayor que SeHun y mi chico lo aceptó hace cuatro años.
            —Vaya… —murmuré—. Un momento… ¿Llevas saliendo desde hace tanto con SeHun?
            —Sí.
            —¿No era menor en ese entonces?
            —Bastante menor —contestó con una sonrisa—. Pero como tengo esta cara de adolescente nunca nadie sospechó que yo estuviera en la universidad —amplió su sonrisa—. Además, últimamente ha crecido mucho y ahora parece que ronda mi edad, aunque yo siga pareciendo un adolescente.
            —Eres un caso LuHan.

-oooOOOooo-

            —¿Qué somos? —le pregunté a JongIn mientras tomábamos un café en una cafetería del centro.
            —¿Qué somos de qué? —respondió con otra pregunta, poniendo cara de confusión.
            —¿Amigos, amigos que se besan, novios? —le di varias opciones y él casi se atraganta, llamando la atención de las personas que se encontraban en la mesa de al lado.
            —Tao no…
            —Tendremos que ser algo, pienso yo, ¿no? —JongIn me miró mientras cogía una servilleta y se limpiaba el café que prácticamente había escupido antes.
            —Sí… tenemos que ser algo —murmuró.
            —¿Y bien? ¿Qué somos?
            —Por ahora… amigos que se besan —contestó. Su respuesta me desilusionó un poco, porque yo esperaba que me contestara con la tercera opción que le había dado, pero al parecer aún no estaba preparado para ella.
            —Bien —asentí—. Amigos que se besan.

            JongIn se sonrojó un poco y luego volvió a su café, como si yo no me encontrara allí. Por lo menos por ahora había aceptado algunas cosas y eso me hacía bastante feliz, pero necesitaba que hiciera lo mismo con lo que le faltaba para así poder disfrutar del tiempo que nos quedara juntos. Los enemigos eran cada vez más fuertes y no teníamos asegurada la supervivencia. Probablemente no nos quedaba demasiado tiempo, aunque eso fuera una ironía porque yo tenía el poder de detenerlo y alargar el momento durante horas.

-oooOOOooo-

            Habían pasado varios días del ataque que había sufrido tras las clases. No me había sucedido nada grave, solo me había cansado un poco, pero JongDae se había pasado todo el tiempo preguntándome una y otra vez si estaba bien o si necesitaba algo. Me gustaba que fuera atento, pero a veces se pasaba de atento y me ponía de los nervios.

            —JongDae, si me vuelves a preguntar si estoy bien por enésima vez en el día te juro que acabaré metiéndotela y sin lubricante —amenacé. Él me miró con los ojos como platos, porque generalmente me mostraba como una persona tranquila y dulce, pero ya me estaba cabreando.
            —Bueno, MinSeok, no te enfades —se acercó a mí y me pasó un brazo por los hombros—. No volveré a preguntarte —me dio un beso en el hueco entre la oreja y la mandíbula—. Solo estaba preocupado por ti, pero si no quieres no lo haré más —esta vez me dio un beso en la mejilla—. Pero si quieres probar el sexo de esta forma me dejaré, aunque agradecería el lubricante —susurró con voz ronca en mi oído.
            —¿Seguro?
            —Sí.

            Esbocé una sonrisa maliciosa, como las que él me dedicaba de vez en cuando y lo tomé del brazo para hacer que se sentara sobre la cama. Después, tomé el lubricante y un paquete de preservativos y los dejé al alcance de mi mano para cuando JongDae se extendiera desnudo ante mí, preparado para que lo penetrara.

            —Prometo que te va a encantar —murmuré.
            —No puedo esperar.

            Sonreí, animado por sus palabras, y no tardé en abalanzarme sobre él, comenzando a quitarle la ropa mientras lo besaba en cada parte del cuerpo que quedaba expuesta, mordiendo en ocasiones y lamiendo de vez en cuando. JongDae, debajo de mi cuerpo, gemía y gemía, pidiendo por más, rozándose contra mi entrepierna y haciéndonos suspirar a ambos por más.

            La ropa pronto desapareció y poco después me encontraba echando el gel lubricante en su entrada y preparándolo para cuando me internara en su interior. Quería hacerlo bien, hacerlo para que no tuviera ninguna incomodidad más tarde, pero lo necesitaba, necesitaba sentir sus paredes apretando mi miembro, por lo que en cuanto sentí que varios de mis dedos se movían bien en su interior, guie mi miembro hacia allí y me hundí en él con un gemido ronco. Seguidamente, comencé a moverme y no paré hasta que me corrí.

-oooOOOooo-

            Me encontraba en el salón haciendo un poco de zapping después de la cena. Yo había hecho la comida (sí, fideos instantáneos se consideraban comida en mi idioma cuando no sabías cocinar) y a YiXing le tocaba fregar los pocos platos que habíamos utilizado. LuHan se había ido a cualquier lugar y Tao todavía no había regresado.

            La situación de este último me tenía un poco mosca porque había pasado unas semanas muy callado y metido en su mundo, pero de buenas a primeras había comenzado a salir prácticamente todas las tardes y a llegar bastante tarde. Estaba preocupado por él, por si le podía pasar algo. ZiTao no era muy dado a hablar de sus problemas, y probablemente lo aprendiera de mí, pero a veces estaba bien confiar en la gente, YiXing me lo había enseñado.

            Escuché la puerta principal abrirse y miré hacia allí para ver quién era la persona que entraba. Era Tao, así que lo siguiente que hice fue llamarlo para que se acercara a donde yo me encontraba y se sentara a mi lado.

            —¿Querías algo, gege? —preguntó.
            —Últimamente pasa mucho tiempo fuera —comencé—. ¿Pasa algo?
            —No —dijo, negando también con su cabeza.
            —¿Entonces?
            —Solo estoy saliendo con un amigo a diferentes sitios —respondió con una sonrisa—. No tienes que preocuparte.
            —¿Amigo?
            —Sí, JongIn.

            JongIn. Uno de los otros, el chico que se teletransportaba. Debía haberlo supuesto. Respiré hondo y simplemente lo dejé estar, no me iba a llevar más disgustos, ni me iba a enfadar más por ese tema. Al menos no vagaba solo por las calles y eso era un alivio, además, JongIn era el que más fácil podía sacarlo de una situación de peligro y aunando sus dos poderes podían escapar fácilmente y llegar a un lugar seguro.

            —¿Es un buen chico? —le pregunté y él asintió.
            —Por supuesto.
            —Entonces nada.
            —¿Nada? ¿No te vas a enfadar? —me puso el dorso de su mano en mi frente—. ¿Tienes fiebre? ¿Quién me ha cambiado al siempre malhumorado Kevin?
            —Muy gracioso —le retiré la mano y le indiqué que me dejara tranquilo con la mirada, pero él tuvo que ponerle la guinda al pastel antes de salir huyendo del salón.

            —Le daré las gracias a YiXing por amansar a la fiera.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

EXO 3ª Temporada

Capítulo 11
Frozen


            Recogí todas mis cosas al final de la jornada mientras suspiraba cansado. Ese día había sido completamente horrible y demasiado para mi maltrecha mente. Tenía un dolor de cabeza terrible y lo único que quería era llegar a mi habitación, tumbarme en la cama de JongDae y dejarme abrazar por toda la noche. Si no se me quitaba el dolor de cabeza, me tomaría alguna de las pastillas que YiXing nos había recomendado para aquellos menesteres y listo.

            Con los temas de lingüística dándome vueltas en la cabeza, salí de la clase junto a Narsha, y entablamos una pequeña conversación hasta que tuvimos que separarnos porque ella se montó en el autobús y yo tenía que caminar hacia la residencia.

            Ya era de noche y no me gustaba mucho caminar por allí en completa soledad, ya que no quedaban muchos estudiantes a esas horas de la tarde. Me tenía que haber cogido aquella clase por la mañana, como todas las demás, pero no había ni un hueco libre cuando me matriculé de ella y tuve que hacerlo por la tarde, aunque eso me resultara completamente agotador.

            Escuché pasos detrás de mí y me tensé un poco. Me giré hacia atrás, buscando al dueño de aquellos pasos, pero no vi nada, por ese motivo, me encogí de hombros y seguí mi camino. Solo eran diez minutos hasta la residencia, así que en diez minutos tampoco podía pasar nada demasiado extraño, aun así, aligeré el paso y tomé un atajo para llegar cuanto antes.

            No obstante, aquello no fue una buena idea porque lo único que hizo fue acercarme a un tipo alto y rechoncho que se interpuso en mi camino y me sonrió de una manera que me dio escalofríos, demostrándome que era un enemigo con todas las letras.

-oooOOOooo-

            Aún me faltaban un par de calles para llegar a mi destino. Tenía ganas de tumbarme en la cama después de un día agotador de clases y en el que no había podido ni mantener siquiera una conversación lo suficientemente coherente con JongIn. Le había mandado un par de mensajes preguntándole cosas triviales que habían sido contestadas de una forma bastante seca.

            Que el chico hiciera aquellas cosas me hacía sentir un poco mal. Todavía no podía aceptar sus sentimientos, aceptarme, a pesar de que yo me afanaba en hacérselo más fácil. Estaba tan abstraído pensando en aquello que ni siquiera me di cuenta de que mi amiga Victoria me estaba llamando hasta que no sentí cómo alguien se enganchaba a mi brazo y un “ZiZi” gritado en mi oreja.

            —Victoria —murmuré, sorprendido.
            —¿Por qué no me hacías caso? —me preguntó, con un puchero en sus labios.
            —No te había escuchado, lo siento —contesté. Ella hizo una mueca y yo le acaricié la cabeza—. ¿Cómo estás? Por lo de ZhouMi y tal —no quería sacar el tema, por si ella notaba algo extraño, pero me preocupaba por mi amiga y necesitaba saber cómo se sentía.
            —Creo que mejor —susurró—. No puedo hacer nada más que esperar por las noticias, no se sabe nada.
            —Lo siento.
            —No pasa nada, ZiZi —sonrió—. Por ahora mantengo la esperanza de que esté bien, en el lugar que sea.
            —Hay que mantener la esperanza, sí —murmuré.
            —Gracias —sonrió más ampliamente y luego se giró hacia atrás—. Sulli, ven aquí, no seas tímida, pequeña —la chica que venía tras nosotros y que reconocía como una de las compañeras de piso de mi amiga se acercó un poco y me saludó tímidamente—. Puedes hablarle con confianza, cariño, aunque tenga pinta de asesino en serie es un completo amor.
            —¡Vic! —me quejé y ella rio.
            —Es la verdad.

            Sonreí un poco, uniéndome a ella. Había reído, ya no se encontraba tan deprimida por lo de ZhouMi como antes. No me gustaba verla de aquella forma tan sombría, por lo que, aunque fuera a mi costa, haría que su sonrisa no se perdiera.

-oooOOOooo-

            Estábamos solos en casa aquella tarde, por lo que aprovechamos para espatarrarnos por el salón y ver un poco la televisión. No teníamos mucho que hacer porque en los días anteriores habíamos adelantado trabajos y también habíamos encontrado unos apuntes del año anterior de una de las asignaturas, por lo que podíamos relajarnos un poco.

            Cuando anocheció, nos preparamos la cena y luego nos fuimos a mi habitación. Los padres de ChanYeol no iban a llegar, y si lo hacían, sabían que si ambos estábamos juntos en un lugar cerrado era mejor no entrar. Por este motivo, me dejé arrastrar por la pasión.

-oooOOOooo-

            Salí de la habitación de SeHun y JongIn en la residencia después de obtener la información que necesitaba. Había quedado con este último una hora antes y no se había presentado, lo había llamado y no me había cogido el teléfono, le había mandado varios mensajes y tampoco los había visto. Estaba preocupado, así que por eso había ido a aquel lugar, intentando averiguar si se encontraba bien o no.

            Me esperaba cualquier cosa, menos la respuesta que me había dado SeHun para su desaparición. ¿Bailando? Jamás me lo habría imaginado. Puede que cuando salimos todos juntos hacía unos meses después de los exámenes viera que se movía con bastante soltura en la pista, pero de ahí a imaginarme que de vez en cuando iba a clases de ballet y jazz…

            No podía creérmelo.

            Por ese motivo, me dirigí al lugar que SeHun me había indicado para poder verlo con mis propios ojos. No estaba demasiado lejos de la residencia, por lo que apenas tardé unos minutos en llegar hasta allí. Entré al edificio y, sigiloso como un gato, anduve por los pasillos mirando por el pequeño cristal de las puertas el interior de las clases, buscándolo.

            Una melodía suave y lenta salía de una de estas aulas y me encaminé hacia allí, teniendo la corazonada de que JongIn debía estar allí. No me equivocaba. Lo encontré bailando como si fuera la propia música, sin ser consciente de nada a su alrededor más que de sentir la melodía. Con lentitud y en completo silencio, entré a aquella sala y me cuidé de no reflejarme en el espejo que había en frente para que él no me pudiera ver. Quería darle una sorpresa.

            Unos dos minutos después, la música dejaba de escucharse y JongIn detenía sus movimientos, girándose y encontrándome allí. Casi sin pensar en lo que hacía, me acerqué a él y le di un pequeño beso, mostrando una sonrisa en mis labios mientras los rozaba con los suyos. Y por una vez, JongIn no se alejó o respondió a mi beso obligado, parecía hacerlo porque quería.

            Mi sonrisa se hizo mucho más amplia. Por fin estaba comenzando a aceptarlo, a aceptarme.

-oooOOOooo-

            —Maldita sea —maldije en voz baja.

            ¿Por qué me tenía que encontrar yo a un enemigo estado solo? Cada vez eran más fuertes, cada vez eran más difíciles de matar, cada vez tenían más malas intenciones. Quise sacar el teléfono móvil del bolsillo de mis pantalones, pero el enemigo dio varios pasos hacia mí, de una forma muy rápida. Aquello me dejó completamente paralizado.

            —¿Por qué? —pregunté.
            —No pienso responder ninguna de tus preguntas, vengo a llevarte conmigo —respondió.

            Justo en ese momento, salió corriendo hacia mí. Tardé un par de segundos en reaccionar y eso hizo que aquel enemigo rozara uno de mis brazos, haciéndome sangrar. Me puse en guardia y lo seguí con la mirada, preguntándome cuál podía ser su poder y cómo podía hacer que se acercase a mí lo suficiente como para que yo pudiera congelarlo sin que él pudiera hacerme daño de nuevo.

            No había tenido tiempo para pensar en mucho cuando el enemigo volvió al ataque y tuve que apartarme en el último momento para que no me volviera a tocar.

            —¿Cuál es tu nombre? —pregunté, intentando ganar tiempo.
            —Soy el gran ShinDong —respondió, esbozando una sonrisa de autosuficiencia—. El mejor de todos nosotros.
            —No lo creo —contesté.

            Él me miró con odio y volvió a atacar, pero esta vez, estaba cegado por la rabia, por lo que aproveché uno de los huecos que dejó y coloqué mi mano allí donde latía su corazón antes de comenzar a congelarlo. El enemigo se debatió e intentó soltarse, pero no pudo hacerlo y finalmente congelé su cuerpo.

            Caí agotado el suelo, sentado y saqué el móvil de mi bolsillo con rapidez, mandándole un kakao a JongDae.

Ven a por mí, estoy a mitad de camino de la residencia, pero no puedo seguir más
¿Ha pasado algo?
Solo ven a por mí, cuando llegues te lo cuento.
Voy para allá

            Leí su respuesta con una sonrisa en los labios. Ya si quería podía tirarme a dormir porque JongDae iba a ir a por mí. Estaba demasiado agotado física y mentalmente.

-oooOOOooo-

            —Me he cruzado con Tao en el pasillo y ni siquiera me ha saludado —dijo LuHan nada más entrar a mi habitación—. ¿Se ha vuelto a pelear con JongIn? —negué con la cabeza y él pareció confundido—. ¿Entonces?
            —JongIn ni siquiera está —le respondí, agachándome un poco para poder besar sus labios en condiciones—. Había quedado con Tao hace un rato pero se fue a bailar y no se acordó de la cita —volví a darle un beso a mi novio—. Le dije dónde estaba y seguramente, si ha visto a JongIn hacer uno de sus bailes sexys esté muriéndose por empotrarlo contra el espejo de la sala.
            —¿Eso lo dices por experiencia propia? —me preguntó, sobre mis labios, mordiéndome el inferior.
            —Tú también lo has visto bailar de esa forma y te recuerdo que ambos tuvimos una erección —contesté.
            —Mmmm… mi pequeño me está desafiando —murmuró—. Esto es nuevo.
            —¿Te gusta? —llevé una de mis manos a su entrepierna.
            —Me encanta —jadeó.
            —¿Puedo desafiarte y llegar hasta el final?
            —¿Qué propones? —preguntó, excitándose por el continuo movimiento de mi mano.
            —Déjame hacerte llegar al paraíso —susurré en su oído, con la voz más sexual que pude poner en el momento—. Déjame hacerte el amor.
            —Acepto la propuesta.
            —Feliz cumpleaños atrasado… Hannie… —susurré—. Espero que te guste mi regalo…