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domingo, 9 de junio de 2019

[Drabble] B.A.P D-DATE: Eraser {HimUp}


Título: Eraser
Autora: Riz Aino
Pareja: HimUp (HimChan + JongUp) (B.A.P)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, romance, drama
Número de palabras: 663 palabras
Resumen: Moon JongUp siempre ha borrado de su mente todos los pensamientos que lo pueden desviar del camino que le ha sido marcado como si estuvieran escritos a lápiz y los eliminara con una goma de borrar… todos, excepto uno…
Notas: drabble escrito para Cel, quién ganó un jueguecillo que hice en twitter.
Comentario de autora: no sé si realmente JongUp es cuqui o no, pero cuando estuve buscando mi goma y no la encontraba se me ocurrió esta idea y necesitaba sacarla fuera. Espero que te guste.

Eraser

Desde que era pequeño, Moon JongUp ha estado viviendo la vida que siempre se le ha exigido que viva desde su familia, siempre haciendo todo lo que se le ordenaba y nunca decepcionando con nada de lo que le era encargado hacer. Mientras estudiaba, jamás obtuvo una mala calificación porque el chico siempre se esforzaba por hacerlo lo mejor que podía y después de terminar la universidad, también se estaba dedicando en cuerpo y alma a cumplir las expectativas que tenían para él en la empresa familiar. Era el hijo perfecto, aquel que nunca había puesto ninguna contra y aquel que, por ser el primogénito, seguiría el camino que le había sido marcado sin desviarse de éste ni un solo milímetro.

miércoles, 2 de abril de 2014

Soledad

Soledad

            Siempre había estado solo, nunca había tenido a nadie a su alrededor que lo abrazara, que le mintiera y le dijera que todo estaba bien, que no se preocupara, que iba a salir de aquel agujero negro y que en la superficie se iba a encontrar un mundo lleno de posibilidades para él. JongUp quería creer que por él mismo, haciendo las cosas solo, sin ayuda, como siempre lo había hecho, lo iba a conseguir, pero aquello era imposible y lo sabía.

            Se dejó caer en el suelo de la sala de ensayo, agotado, después de haber estado bailando como un loco durante toda la tarde desde que había salido del instituto. Tan cansado estaba que no escuchó cómo se abría la puerta del lugar y alguien entraba, aunque el volumen de la música estaba por los suelos. Por eso se sorprendió cuando vio unos pies justo a unos pasos de él y alzó la cabeza, descubriendo a uno de los trainees de la empresa, HimChan, con una botella de agua y una toalla que le tendió.

            JongUp agradeció el gesto y tomó las cosas que le ofrecía con gusto y una gran sonrisa en su boca. Era la primera vez que alguien hacía algo por él y que no se alejaba solo porque el chico no podía comunicarse del todo bien porque era tímido.

            ―Moon JongUp, ¿verdad? ―dijo el mayor y él asintió―. Yo soy Kim HimChan ―se presentó―. Si quieres, como llevo algo de tiempo más aquí, puedo enseñarte algunas cosas y si estás de bajón algún día, puedes venir a molestarme un poco.
            ―Yo…
            ―No tienes por qué estar solo ―dijo agachándose a mi altura con una gran sonrisa―. Pareces alguien encantador, así que no te retraigas e intenta hacer amigos ―le tendió su mano―. ¿Quieres ser mi amigo?

            JongUp no vaciló ni un segundo antes de estrechar su mano con fuerza, sintiendo que esta era la mano que lo sacaría de las profundidades del pozo en el que había estado los últimos meses y se sintió feliz porque ya no iba a estar solo, ya no iba a luchar solo, ahora tenía un amigo.




viernes, 7 de marzo de 2014

I'm Breaking My Rules Again

I’m Breaking My Rules Again

            La primera vez que lo vi caminaba junto a su hermano mayor, YongGuk, mi mejor amigo, que lo llevaba a la escuela. Tendría unos diez años y era precioso. Su rostro redondo, sus ojos inocentes y su sonrisa perpetua. Inmediatamente me cautivó y no supe ni cómo lo hizo, era un chico completamente adorable.

            Sin darme cuenta, los años fueron pasando y aquel niño se había convertido ahora en un chico de instituto. Había crecido un poco, pero no mucho y tenía un amigo que le sacaba dos cabezas a pesar de tener la misma edad. Seguí pareciéndome un chico adorable, pero ahora el sentimiento era mucho más fuerte.

            A lo largo de los años nos habíamos ido acercando poco a poco hasta que me había convertido en alguien tan importante para él como su propio hermano y él en alguien de quien llegaba a depender incluso en algunas ocasiones. JongUp era la única persona que me seguía en mis juegos, que se reía de mis bromas y que seguía mis órdenes al pie de la letra.

            Cuando estaba a mi alrededor no podía borrar una estúpida sonrisa de mi cara y cuando se me acercaba demasiado mi corazón latía más rápido de lo que debería hacerlo en circunstancias normales. Llegado mi último año de universidad, me di cuenta de que me había enamorado del hermano pequeño de mi mejor amigo, al que le sacaba cinco años y que seguía siendo menor.

            En ese momento comencé a salir con todo tipo de personas, mujeres, hombres, me daba igual romper mis propias reglas acerca de no salir con una persona a la que no quisiera, solo quería olvidarlo. Sin embargo, esto tuvo el efecto contrario, ya que el chico no quería irse de mi lado al ver el mal estado en el que me encontraba por aquellos rollos sin sentido.

            ―HimChan hyung ―me dijo un día que habíamos quedado en mi casa para ver una película.
            ―Dime ―contesté distraído.
            ―¿Por qué te empeñas en estar con personas que te hacen daño cuando tienes al alcance de tu mano a una que te ama? ―preguntó.

            Sus ojos estaban brillantes, su mano estaba extendida ante mí para que la tomara. Se acababa de declarar, me acababa de decir que él también me amaba y no podía creerme lo que estaba escuchando.

            ―Uppie…
            ―Te amo.


            Cerré mis ojos mientras me debatía internamente. Había muchísimos contras, pero finalmente tomé su mano. Estaba rompiendo mis reglas de nuevo ya que me había prohibido a mí mismo salir con alguien menor de edad, pero JongUp había traspasado todas mis reglas y barreras.

lunes, 7 de enero de 2013

El Chico de Abajo


El Chico de Abajo


   Como todos bien sabéis, B.A.P. es un grupo nuevo que ha debutado hace muy poco, comparado con otros grupos. Al ser algo nuevo y la compañía para la que trabajamos, no tiene tantos recursos como otras, seis chicos dormimos en la misma habitación, en tres literas dobles, con todas las consecuencias que eso acarrea. Como bien dice el dicho, del roce nace el cariño, y en aquellos pocos metros cuadrados hay mucho roce, por lo que… sin apenas darme cuenta de lo que me sucedía, me acabé enamorando del chico de abajo.

   Todavía no llevábamos ni un año de haber debutado, pero en todo ese tiempo no habíamos tenido unas merecidas vacaciones, cosa que íbamos a tener ahora, y eso, iba a ser algo bueno para mí y para mi novio, porque sí, tenía novio, y el chico también era del grupo. ¿Quién era y cómo comenzamos a salir? Eso es lo que ahora que tengo tiempo, os voy a contar, mis queridas Babys.

   Estaba tumbado en mi cama bocarriba, mirando el techo blanco, pensando en cómo narices podía haber comenzado a sentir todo aquello por aquel chico. No ubicaba el momento en el que pasó, simplemente, al parecer, se había ido forjando sin que yo me diera cuenta alguna de lo que me estaba pasando. Me había enamorado sin remedio, de aquel donsaeng que siempre parecía estar en su propio mundo de felicidad y que tenía tanto talento para el baile, mi compañero de debajo de la litera, JongUp.

   Pero no todo en un enamoramiento es feliz y bonito, lleno de flores por todos lados y de color rosa, hay muchas cosas oscuras, y más, cuando se sabe, que esa relación no podría funcionar. Primero, porque ambos somos chicos y segundo, porque él todavía no sabía lo que yo sentía. Había intentado mil veces declararme, en plan insinuación y sin decirlo del todo, pero ese dongsaeng lento no pillaba las indirectas, pero había otra cosa peor, y eso eran los celos que sentía cuando lo veía tan cerca de YongGuk o de JunHong.

   Siempre que le hacía más caso a ellos que a mí, me ponía malo. A mí nadie me hacía ningún caso, me trataban como al que sobra dentro del grupo, porque no tiene más habilidades que el arte de cocinar y hacer aegyo, pero nada de cantar, y me sentía mal por eso. Di una vuelta en mi cama y me asusté, al ver al culpable de mis problemas emocionales con los brazos apoyados sobre el colchón y la cabeza echada sobre estos, mirándome fijamente, pero con timidez.

   -Por Dios, JongUppie- me puse una mano en el corazón de modo dramático mientras me levantaba rápidamente y éste latía a un ritmo desenfrenado, tanto por el susto, como por su presencia- me has dado un susto de muerte- me quejé.
   -Lo siento, HimChan hyung…- murmuró agachando la cabeza- no era mi intención…
   -Nah, no pasa nada- llevé mi mano hasta su cabeza y se la acaricié, haciendo que él la alzara y sonriera levemente- ¿qué es lo que querías?- pregunté.
   -Quería saber lo que le pasa a hyung, estoy preocupado…- esas palabras me llegaron al alma, nadie se preocupaba por mí, normalmente era yo el pesado que se preocupaba por todos los demás.
   -No me pasa nada- le mentí. No le podía decir qué era realmente lo que me pasaba, no en estos momentos.
   -Sé que parezco babo o algo- murmuró él- pero… quiero la verdad, hyung, no me mientas, por favor…- abrí los ojos mucho ante estas palabras. ¿Cómo sabía que le estaba mintiendo? Pero lo peor de todo es que… ¿cómo le iba a contar todo?- dime qué te pasa, hyung.
    -Me pasa…- comencé tranquilo, pero al segundo, salió mi ataque de celos- me pasa que estoy enamorado de un dongsaeng tonto que no sabe qué es lo que siento y que se relaciona con todos menos conmigo y que cuánto más me insinúo, menos se da cuenta y… a la mierda todo- exploté diciendo todo eso y luego me volví a tumbar en la cama, esta vez bocabajo y tapándome la cabeza con la almohada, avergonzado.
   -Hyung…- lo escuché murmurar y luego un peso sobre mi cama, que me indicaba que él se había subido también y que ahora gateaba hasta acostarse a mi lado y envolverme entre sus brazos- hyung…
   -Hum…- fue lo único que dije.
   -Lo siento…- alcé mi cabeza de debajo de la almohada y lo miré interrogante.
   -¿Por qué te disculpas, Uppie?
   -Porque no sabía que te estaba haciendo sentir así- abrí mucho los ojos de nuevo, ¿qué es lo que estaba intentando decirme?- yo… sabía que te gustaba… hyung…- ¿cómo? ¿Lo sabía y me estaba ignorando deliberadamente? Hice un puchero de enfado y él sonrió tímidamente- no… no es lo que piensas… yo no quiero jugar contigo, hyung… pero… estoy muy asustado…- escuchar eso me calmó un poco, pero no del todo, ¿de qué estaba asustado?- yo… soy muy joven… y nunca… había sentido… algo tan grande por alguien… quiero decir… yo nunca me he enamorado… y de repente, comencé…- cogió una gran bocanada de aire para seguir- de repente… comencé a sentir cosas por… por hyung… y me asusté… me asusté todavía más… al saber que tú también… sentías algo por mí… porque no sé qué hacer… y…
   -Shhh… shhh- susurré y lo envolví en un abrazo cariñoso- tranquilo… yo estoy aquí para protegerte y ayudarte con todo- intenté tranquilizarlo y él alzó su cabeza y me sonrió.
   -Hyung… me gustas mucho…
   -Tú también me gustas mucho…- contesté y seguí abrazándolo fuertemente, con una sonrisa en los labios por saberme correspondido.

   Tardamos un par de meses en aclarar qué era lo que exactamente pasaba entre nosotros, y cuando lo hicimos, fui la persona más feliz del mundo. Ahora, ya habían pasado cuatro meses de eso y por fin teníamos esas ansiadas vacaciones, que todos necesitábamos y queríamos, esas vacaciones que yo pasaría con mi pequeño. Un peso extra en mi cama me hizo abrir los ojos y encontrarme al hacerlo con el rostro de mi novio, que se acercaba para darme un beso en la mejilla.

   -¿En qué piensas, hyung?- preguntó tras rozar mi cara.
   -Pienso en el momento en el que nos declaramos- contesté con una sonrisa.
   -Ese fue un gran momento- dijo acomodándose sobre mi pecho.
   -Sin duda, lo fue- le di un beso en la cabeza- te quiero tanto, Uppie…- murmuré.
   -Yo también te quiero…- susurró él antes de quedarse dormido.