Título: I hate (how much I love) you
Autora:
Riz Aino
Pareja:
DoKun (Kun + DoYoung) (NCT)
Clasificación:
PG–13
Géneros:
AU, college, romance, drama, humor
Número de palabras:
758 palabras
Resumen:
Kun odia a DongYoung… lo odia con todas sus fuerzas… odia lo muchísimo que en
realidad lo quiere.
Advertencias:
mención a relaciones sexuales, pero no es nada explícito.
Notas: la dinámica
que tiene la 96line de NCT de amor-odio es maravillosa y me dan demasiadas
ideas estúpidas.
Comentario de autora:
me gustan muchísimo los enemies to lovers y no escribo tantos como debería, así
que, quería hacer algo para cambiarlo. Espero que os guste.
i
hate (how much
i
love) you
Años. Kun llevaba conociendo a DongYoung
demasiados años como para contarlos y, a veces, se sentía enfermo simplemente
de pensar en la de años que todavía le quedaban por compartir con el otro.
habían nacido y crecido en el mismo vecindario, habían ido a la misma guardería,
al mismo colegio, al mismo instituto, a la misma universidad y habían acabado
siempre en la misma clase y, ahora en la universidad, incluso estaban
estudiando lo mismo. Siendo ambos bastante listos y dándoseles bien
prácticamente todo lo que hacían, habían acabado compitiendo siempre, tratando
de pasar por encima del otro, ser mejor en todo que el contrario y odiándose sobre
todas las cosas por todo ello. Y Kun realmente odiaba todo aquello porque con
cada cosa que hacía tenía que competir contra DongYoung, pero sobre todo lo
odiaba a él, odiaba lo muchísimo que en realidad quería al chico… porque a lo
largo de todos aquellos años que habían pasado juntos, aquella fina línea que
se trazaba entre el amor y el odio se había diluido entre ellos, se había hecho
demasiado difusa y, entre unas cosas y otras, ambos habían cruzado esa línea.
La primera vez que habían cruzado
aquella línea había sido debido a Ten, un amigo en común, que los había retado,
los había chinchado hasta mucho más allá de lo que quizás debería haberlo hecho
y una noche relajada para beber y olvidarse del estrés que les habían causado
los primeros exámenes de la universidad había acabado con ellos bebiendo
demasiado, queriendo soportar más alcohol que el otro, cayendo en la trampa de
Ten y acabando la noche enrollándose juntos en un hotel de tres al cuarto
cercano al bar. Los besos habían sido intensos, candentes, y los roces habían
quemado, ardido demasiado, provocando que ambos prácticamente se fundieran en
aquella noche de placer y… aquella no había sido la única vez que había pasado
porque, borrachos o no, muchas veces se habían encontrado para enredar sus
cuerpos de una forma demasiado intensa, casi desesperada, que provocaba que toda
la tensión del cuerpo de Kun se deshiciera por completo. Sus encuentros se
habían hecho bastante frecuentes y siempre intentaban dominar al otro una y
otra vez en ellos, ser mejor que el otro y hacerlos sentir más y más cada vez,
como si aquello fuera otra de sus competiciones… solo que la competición había
acabado pasando a un segundo plano.
Kun se había dado cuenta de que todo
había cambiado entre ellos, en las relaciones que mantenían, cuando los besos
dejaron de ser completamente intensos, cuando comenzaron a dejar de dominarse y
cuando todo empezó a volverse lento, movido por sus sentimientos, no por sus
deseos sexuales, cuando las manos de DongYoung dejaron de aferrarse con fuerza
a su cuerpo para comenzar a tocarlo delicadamente, cuando su propia boca dejó
de morder la piel blanca del otro para simplemente dejar besos dulces, breves,
llenos de cariño sobre ésta. Y Kun lo odiaba, odiaba demasiado aquello, odiaba lo
muchísimo que amaba a DongYoung, pero, después de todo, no podía dejar de
hacerlo.
Por aquellos motivos, su relación
comenzó a cambiar, primero en la intimidad del dormitorio, lejos de las miradas
indiscretas del resto de personas, pero más tarde comenzando a atreverse a
dejar ver por los demás que entre ellos todo estaba cambiando de forma
irremediable, a pesar de que su dinámica por ser mejor que el otro no hubiera
terminado de cambiar, al menos, poco a poco, el odio había sido reemplazado por
el amor y la competición insana de ambos se había definido de otra forma,
teniendo nuevas reglas y nuevos objetivos y, aunque Kun siguiera odiando
terriblemente haberse enamorado de DongYoung, también sabía que lo suyo había
sido inevitable y que, si no se hubieran pasado tantísimos años odiándose,
habrían encontrado mucho antes todo lo que adoraban el uno del otro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario