Título: 꽃이야 (My Flower)
Autora: Riz Aino
Parejas: KenGyun (Takada Kenta + Kim SangGyun) (JBJ)
Clasificación: PG
Géneros: AU, romance?, humor, fluff
Número de palabras: 1.049 palabras
Resumen: TaeHyun tenía la teoría de que el chico que se
pasaba varias veces en semana por la floristería estaba colado por Kenta… Kenta
discrepaba.
Notas: esto no tiene nada que ver con la canción, lo único que
tiene que ver es con que hay flores (?)
Comentario de autora: ni siquiera tenía idea de qué era lo
que iba a escribir en este fic, pero la 95’line de JBJ se merecía un huequito
en esta colección y, al final, escuchando en bucle la canción homónima, escribí
sin pensar y esto fue lo que salió. Espero que os guste.
꽃이야 (My Flower)
—Creo
que le gustas —comentó TaeHyun un día, de la nada, mientras Kenta estaba
regando algunas de las macetas de la tienda.
—¿Qué?
—preguntó, sumamente confuso el chico. No sabía a qué narices se estaba refiriendo
su compañero de trabajo.
—Me
refiero al chico que siempre viene a por flores un par de veces por semana —le
contestó el otro. Kenta se giró hacia él, con la regadera goteando todavía
sobre la planta que estaba regando.
—¿Qué?
—volvió a preguntar.
—Dios
mío, ¿estás super cegato o qué? —cuestionó TaeHyun, con un tono de frustración
en su voz—. Viene dos y hasta tres veces cada semana, compra un par de flores,
las que sean, cada vez, te mira como si fueras lo mejor que le ha pasado en su
vida y te sonríe como un idiota —explicó—. Más claro agua… ese chico está
coladito por ti.
—No
seas ridículo —replicó—. Seguro que compra todas esas flores para regalárselas
a alguien.
—Yo
creo que las compra para poder ver unas pocas veces en la semana al chico encantador
que trabaja en la floristería —dijo el otro—. Ojalá fuera yo ese chico, pero
solo te lanza miraditas con corazones a ti.
—Idioteces.
TaeHyun
abrió la boca para volver a decir algo, pero en ese instante entró una mujer en
la tienda y tuvo que tragarse sus palabras por unos momentos, unos momentos que
Kenta aprovechó para terminar de regar macetas y para pensar en lo que el otro
le acababa de decir. Sabía el chico que le decía, era bajito, con una sonrisa
ladina y unos ojos rasgados que brillaban como si contuvieran el universo,
Kenta se había fijado en él porque era muy guapo y porque su sonrisa era
preciosa; además, verlo por la floristería al menos dos o tres veces cada
semana durante los últimos meses, había hecho que fuera imposible para él no saber
quién era aquel chico al que TaeHyun se refería.
Pero,
aunque a Kenta le pareciera muy guapo, no compartía la opinión de TaeHyun en
cuanto al motivo por el que éste aparecía por la floristería tan a menudo. No
lo compartía para nada... porque Kenta estaba seguro de que aquel chico se
llegaba tantísimo a la floristería porque tenía alguien muy especial a quien
regalarle todas aquellas flores que compraba, no porque se hubiera colado por
él y fuera allí casi cada día solo para verlo. El chico tenía pinta de ser
alguien que no se callaba las cosas, que era valiente y, que si se prendaba de
alguien, no iría haciendo la enorme gilipollez de gastarse el sueldo en flores
solo para verlo a él —por Dios, que no era LongGuo con el chiquillo de la
protectora de animales—, así que, aunque en el muy improbable caso de que éste
fuera gay, que lo dudaba, Kenta estaba completamente seguro de que no iba a
aquel lugar para verlo a él y que ya tenía a alguien a quien regalarle todas
aquellas flores.
Sin
embargo, el siguiente día que aquel chico apareció por la floristería, todo lo
que él había pensado se fue al garete, porque TaeHyun aprovechó que no tenía
vergüenza ninguna para desencadenar toda una situación completamente embarazosa
que lo dejó con la boca abierta.
—¿Cuánto
dinero más te vas a dejar en esta tienda antes de decirle a mi amigo que te
gusta? —le cuestionó TaeHyun, mientras Kenta estaba preparando el pequeño ramo
de flores que le había pedido aquella vez. Kenta se giró hacia él, con reproche
en sus ojos, pero eso no detuvo a TaeHyun—. No es que me queje por el dinero,
nos viene muy bien que vengas unas pocas veces en la semana y te dejes aquí
pasta, pero estoy tratando de hacerle ver a Kenta que estás coladito por él y
me haces un flaco favor no declarándole tu amor.
Durante
unos momentos, no se escuchó ni un solo ruido en la floristería. Kenta había
dejado su tarea a mitad para mirar boquiabierto a TaeHyun y, de vez en cuando,
al muchacho que allí se encontraba. TaeHyun tenía una sonrisa en su rostro con
la que decía que había dado en el clavo y el otro se había puesto rojo de los
pies a la cabeza y no sabía a qué rincón de la tienda mirar para que sus ojos
no se posaran en ninguno de los dos. Kenta se quedó boquiabierto. Era verdad lo
que decía su compañero de trabajo y aquel chico estaba completamente colado por
él, a juzgar por su reacción.
En
ese momento, el chico aprovechó que aquello estaba claro para acercarse a él y
darle el ramo que le había pedido, con una sonrisa, tratando de cambiar el tema
para que el aire dejase de cortarse con un cuchillo... pero éste negó con la
cabeza y no cogió las flores que Kenta le estaba tendiendo.
—Puedes
quedártelas tú… —murmuró el chico—. De todas formas, siempre las compro para
ti, pero al final siempre acabo saliendo por la puerta con ellas por ser un
cobarde… soy Kim SangGyun y estoy totalmente colado por ti.
Notas finales:
—Lo que hablo de
LongGuo y un chiquillo de una tienda de animales hace referencia a un fic más
largo que estoy escribiendo del que ya tendréis noticias mías y que tiene como
trama principal “LongGuo se queda prendado del chico que trabaja en la
protectora de animales y acaba adoptando tres gatos solo para verlo”.
Esperadlo, que es una maravilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario