sábado, 13 de octubre de 2018

[One Shot] Just Be Joyful: 꽃이야 (My Flower) {KenGyun}


Título: 꽃이야 (My Flower)
Autora: Riz Aino
Parejas: KenGyun (Takada Kenta + Kim SangGyun) (JBJ)
Clasificación: PG
Géneros: AU, romance?, humor, fluff
Número de palabras: 1.049 palabras
Resumen: TaeHyun tenía la teoría de que el chico que se pasaba varias veces en semana por la floristería estaba colado por Kenta… Kenta discrepaba.
Notas: esto no tiene nada que ver con la canción, lo único que tiene que ver es con que hay flores (?)
Comentario de autora: ni siquiera tenía idea de qué era lo que iba a escribir en este fic, pero la 95’line de JBJ se merecía un huequito en esta colección y, al final, escuchando en bucle la canción homónima, escribí sin pensar y esto fue lo que salió. Espero que os guste.

꽃이야 (My Flower)

—Creo que le gustas —comentó TaeHyun un día, de la nada, mientras Kenta estaba regando algunas de las macetas de la tienda.
—¿Qué? —preguntó, sumamente confuso el chico. No sabía a qué narices se estaba refiriendo su compañero de trabajo.
—Me refiero al chico que siempre viene a por flores un par de veces por semana —le contestó el otro. Kenta se giró hacia él, con la regadera goteando todavía sobre la planta que estaba regando.

—¿Qué? —volvió a preguntar.
—Dios mío, ¿estás super cegato o qué? —cuestionó TaeHyun, con un tono de frustración en su voz—. Viene dos y hasta tres veces cada semana, compra un par de flores, las que sean, cada vez, te mira como si fueras lo mejor que le ha pasado en su vida y te sonríe como un idiota —explicó—. Más claro agua… ese chico está coladito por ti.
—No seas ridículo —replicó—. Seguro que compra todas esas flores para regalárselas a alguien.
—Yo creo que las compra para poder ver unas pocas veces en la semana al chico encantador que trabaja en la floristería —dijo el otro—. Ojalá fuera yo ese chico, pero solo te lanza miraditas con corazones a ti.
—Idioteces.

TaeHyun abrió la boca para volver a decir algo, pero en ese instante entró una mujer en la tienda y tuvo que tragarse sus palabras por unos momentos, unos momentos que Kenta aprovechó para terminar de regar macetas y para pensar en lo que el otro le acababa de decir. Sabía el chico que le decía, era bajito, con una sonrisa ladina y unos ojos rasgados que brillaban como si contuvieran el universo, Kenta se había fijado en él porque era muy guapo y porque su sonrisa era preciosa; además, verlo por la floristería al menos dos o tres veces cada semana durante los últimos meses, había hecho que fuera imposible para él no saber quién era aquel chico al que TaeHyun se refería.

Pero, aunque a Kenta le pareciera muy guapo, no compartía la opinión de TaeHyun en cuanto al motivo por el que éste aparecía por la floristería tan a menudo. No lo compartía para nada... porque Kenta estaba seguro de que aquel chico se llegaba tantísimo a la floristería porque tenía alguien muy especial a quien regalarle todas aquellas flores que compraba, no porque se hubiera colado por él y fuera allí casi cada día solo para verlo. El chico tenía pinta de ser alguien que no se callaba las cosas, que era valiente y, que si se prendaba de alguien, no iría haciendo la enorme gilipollez de gastarse el sueldo en flores solo para verlo a él —por Dios, que no era LongGuo con el chiquillo de la protectora de animales—, así que, aunque en el muy improbable caso de que éste fuera gay, que lo dudaba, Kenta estaba completamente seguro de que no iba a aquel lugar para verlo a él y que ya tenía a alguien a quien regalarle todas aquellas flores.

Sin embargo, el siguiente día que aquel chico apareció por la floristería, todo lo que él había pensado se fue al garete, porque TaeHyun aprovechó que no tenía vergüenza ninguna para desencadenar toda una situación completamente embarazosa que lo dejó con la boca abierta.

—¿Cuánto dinero más te vas a dejar en esta tienda antes de decirle a mi amigo que te gusta? —le cuestionó TaeHyun, mientras Kenta estaba preparando el pequeño ramo de flores que le había pedido aquella vez. Kenta se giró hacia él, con reproche en sus ojos, pero eso no detuvo a TaeHyun—. No es que me queje por el dinero, nos viene muy bien que vengas unas pocas veces en la semana y te dejes aquí pasta, pero estoy tratando de hacerle ver a Kenta que estás coladito por él y me haces un flaco favor no declarándole tu amor.

Durante unos momentos, no se escuchó ni un solo ruido en la floristería. Kenta había dejado su tarea a mitad para mirar boquiabierto a TaeHyun y, de vez en cuando, al muchacho que allí se encontraba. TaeHyun tenía una sonrisa en su rostro con la que decía que había dado en el clavo y el otro se había puesto rojo de los pies a la cabeza y no sabía a qué rincón de la tienda mirar para que sus ojos no se posaran en ninguno de los dos. Kenta se quedó boquiabierto. Era verdad lo que decía su compañero de trabajo y aquel chico estaba completamente colado por él, a juzgar por su reacción.

En ese momento, el chico aprovechó que aquello estaba claro para acercarse a él y darle el ramo que le había pedido, con una sonrisa, tratando de cambiar el tema para que el aire dejase de cortarse con un cuchillo... pero éste negó con la cabeza y no cogió las flores que Kenta le estaba tendiendo.

—Puedes quedártelas tú… —murmuró el chico—. De todas formas, siempre las compro para ti, pero al final siempre acabo saliendo por la puerta con ellas por ser un cobarde… soy Kim SangGyun y estoy totalmente colado por ti.






Notas finales:
—Lo que hablo de LongGuo y un chiquillo de una tienda de animales hace referencia a un fic más largo que estoy escribiendo del que ya tendréis noticias mías y que tiene como trama principal “LongGuo se queda prendado del chico que trabaja en la protectora de animales y acaba adoptando tres gatos solo para verlo”. Esperadlo, que es una maravilla.



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