Lovability

Título: Lovability

Pareja: LuWen (Lu Han x Wendy) (REDEXO – Red Velvet)

Clasificación: PG

Géneros: UA, romance, fluff

Número de palabras: 1.796 palabras

Resumen: Wendy tiene una naturaleza amorosa y única que atrae de forma irremediable a Lu Han.

Notas: historia escrita para celebrar el cumpleaños de Wendy, precious integrante de Red Velvet (?) En realidad las cuatro son precious <3

Comentario de autora: Daleth llevaba diciéndome tiempo que quería un fic de esta parejita, así que, aprovechando el cumple de Wendy, me decidí finalmente a hacerlo. Happy Birthday precious <3

            La primera vez que la ve, Lu Han está seguro de que se ha encontrado con un ángel recién caído del cielo y que aún está algo despistado por el golpe que acaba de recibir. Está completamente seguro de ello porque no hay nadie en el mundo real que sea tan hermosa como ella, y eso que él es bastante guapo. Con lentitud, con tacto, se acerca a la chica, observando todos y cada uno de sus rasgos, enamorándose de su sonrisa, de sus ojos y, en general, de todo, hasta que llega a su lado y se queda pasmado sin saber qué decir o qué hacer.

            La chica, que está sentada en uno de los bancos del parque por el que pasaba siempre Lu Han a la vuelta de casa desde la universidad, al verse privada de los rayos del sol, levanta su cabeza y lo mira, dejando aún más congelado si cabe al chico.

            —¿Sucede algo? —le pregunta.

            Lu Han se sorprende al oír su voz cálida y con un leve matiz a preocupación que probablemente no es preocupación por él y por lo que le pudiera suceder, sino por ella y por si debía gritar o echar a correr si el chico hacía algún movimiento extraño.

            —Oh… bueno… —carraspea porque su voz está especialmente ronca en ese momento y no entiende el por qué—. Solo te he visto y me has parecido muy guapa —termina por decir.

            La chica alza levemente una ceja, como si no pudiera creerse lo que acaba de escuchar y Lu Han sabe que sus tácticas de ligue están quizás un poco oxidadas y que, a pesar de ser muy guapo y poder tener a  casi todas las mujeres que quisiera, probablemente a la chica no le hayan hecho mucha gracia sus palabras. Además de poseer una increíble belleza parecía tener la cabeza bien asentada sobre los hombros y era más que posible que Lu Han se llevara una bofetada antes que una sonrisa.

            —No me lo dicen mucho, así que gracias —contesta ella.

            La chica se levanta del banco en el que se encuentra y mirando más allá de Lu Han, como si estuviera buscando algo… o a alguien. Él se muerde el labio inferior porque casi se imagina a uno de esos novios musculosos que odia que otro tío coquetee con su chica viniendo hacia él por la espalda y dándole la paliza de su vida solo por hablar con ella. Sin embargo, ella solo sonríe y saluda con su mano, no hay ningún signo en su rostro de que la persona que ha visto quiera pegarle, así que Lu Han se arma de valor de nuevo y le vuelve a hablar.

            —Oh, pues las demás personas deben estar ciegas porque eres una belleza —murmura.

            Ella lo mira, le dedica una sonrisa incómoda y luego pasa por su lado sin más, alejándose de él. Lu Han se gira para verla marchar, encontrándose con que a la chica se acerca una niña pequeña que debe de tener menos de diez años y la abraza fuertemente. Si el chico no hubiera echado cuentas habría pensado que debía ser su hija, pero la chica de cabello castaño y ojos de igual color debe ser una estudiante todavía, así que es imposible que sea su hija y opta porque sea su hermana menor.

            Lu Han espera que ella se dé la vuelta una vez para mirarlo, pero no lo hace y simplemente se marcha, dejándolo allí plantado.

            Hace algunos días que cuando Lu Han cruza aquel parque se para a buscar entre la multitud a la hermosa chica que vio hacía algunas semanas. Está muy seguro de que no fue ningún espejismo, pero cada día que pasa y no la ve, siente como su corazón comienza a ser cada vez más pequeño. Sabe que quizás no se comportó de una manera coherente y que probablemente ella no haya vuelto por eso, así que solo quiere verla para al menos pedirle perdón por lo que le dijo y por asustarla, aunque realmente pensara que era una belleza.

            Ese día se la encuentra en el parque. Casi había perdido la esperanza de verla de nuevo, pero ella está allí, en el mismo banco en el que la vio la primera vez y junto a aquella niña adorable. La pequeña parecía estar pasándoselo genial jugando a las palmitas con ella y la sonrisa del rostro de la chica era completamente preciosa. Lu Han quiere acercarse a pedirle perdón, pero antes de que pueda moverse se le adelanta otro tipo.

            El chico vuelve a pensar que probablemente aquel sea su novio porque una chica tan hermosa como ella no podía simplemente no tener novio. Sin embargo, cuando tras un par de minutos, este se va con la cabeza gacha y una expresión de derrota en su rostro, sabe que no, que no es su novio y que solo ha ido allí a ligar con ella, como había hecho él la vez anterior.

            La ve hablando con la niña sobre algo y una vena de maruja crece en su interior, por lo que Lu Han no duda en acercarse al banco en el que se encuentran y colocarse cerca, aunque fuera de la visión de la chica para que no lo reconozca. Desde su posición, escucha retazos de su conversación que compone en su cabeza, agregándole las pocas palabras que le faltan por oír.

            —Unnie es muy popular —dice la pequeña—. Todos los chicos quieren ser tus novios. Cuando sea mayor quiero ser como Unnie —declara.

            —No digas tonterías, SooYoung —responde ella—. No es nada divertido que todos los chicos se te declaren.

            —Pero mamá dice que es un don…

            —Un don o una maldición —replica—. No quiero ser amada solo porque el exterior sea bonito o porque tenga algo que atrae a los chicos hacia mí, quiero que quien me ame lo haga por todo lo que yo soy.

            —Bueno, alguien lo haría si dejaras que alguno de los chicos que se te declara se acercase a ti y te conociese —dice la niña, muy perspicaz y la chica hace un puchero.

            —Quizás tengas razón…

            Lu Han ve en aquellas palabras una luz al final del túnel, una meta después de haber recorrido tantos kilómetros y se decide a hacer todo lo posible por conocerla. Ya está enamorado de ella, así que cualquier cosa más que descubra, lo único que hará es que se enamore más.

            Las siguientes veces que va al parque y la encuentra intenta averiguar cosas sobre ella y en algunas ocasiones tiene suerte, pero en la mayoría de ellas vuelve a casa solo con una montaña de trabajos que realizar para la universidad, pero sin ningún avance con ella. Aun así, Lu Han no se rinde y con su perseverancia acaba descubriendo un día que la chica se llama Wendy, como la protagonista de la historia de Peter Pan, que está en el último año de instituto y que realmente tiene un don para que las personas de su alrededor se sientan atraídas por ella.

           Después de un mes en el que la ha observado hasta la saciedad y cree saber cómo es por dentro, el chico se acerca uno de los días que ella está con la niña, que ha descubierto que es su hermana menor, para así poder tener mayor oportunidad y que Wendy no se cierre en banda solo porque se le ha acercado un chico. Lu Han está muy nervioso, le sudan las manos y la garganta se le seca, pero tiene que hacerlo y es ahora o nunca. Por ese motivo, camina hacia ella como la primera vez y le tapa la luz del sol, para que ella pueda alzar la cabeza y mirarlo.

            —Hola —saluda, y antes de que el valor que tiene ahora mismo se vaya sigue hablando—. Hace un tiempo que te he estado observando, desde que me ignoraste completamente la primera vez que me acerqué a ti —algo en el rostro de la chica le dice que lo ha reconocido y Lu Han se apunta un tanto por ello—. La primera vez te dije que eras preciosa y sigo pensando que lo eres, pero tras verte mejor me he dado cuenta de que no solo eres preciosa por fuera, sino que tienes algo dentro de ti, algo en la forma en la que te comportas, algo que te hace especial y que hace que me sienta atraído por ti además que por tu belleza.

            Lu Han ha soltado la parrafada del siglo, como si estuviera en un examen y tuviera que rellenar un montón de folios, y solo quiere que ella le conteste, que le diga algo, lo que sea, pero la chica parece haberse quedado sin palabras y es su hermana menor la que rompe el silencio.

            —Unnie, este chico es agradable —comenta—. Me gusta.

            —Oh… gracias, pequeña —le sonríe amablemente a la niña y esta se sonroja hasta las orejas.

            —No sé qué decir… —murmura la chica y Lu Han ve en su duda la oportunidad que estaba esperando ansiosamente.

            —Por ahora, con decirme tu nombre y que podemos ser amigos me vale —dice.

            Ella lo mira durante unos segundos a los ojos, como si con ellos pudiera determinar si sus intenciones eran buenas o malas, como si pudiera ver su alma y el corazón del chico se acelera hasta límites insospechados.

            —Wendy —dice finalmente—. Mi nombre es Wendy.

            En cuanto escucha su nombre el chico suelta todo el aire que no sabía que había estado conteniendo durante aquel rato y le sonríe de una forma agradable, para que la chica sepa que puede confiar en él y que no le hará ningún daño jamás porque no se lo perdonaría en la vida.

            —Yo soy Lu Han —le tiende la mano y ella se la estrecha con un poco de cautela—, y espero que podamos ser buenos amigos por el momento.

Notas finales:

—SooYoung no es la integrante de SNSD (Girls’ Generation), no, es Joy, la maknae de Red Velvet, que se llama de la misma forma y por eso le pusieron ese nombre artístico, para que no se las confundiera.