lunes, 12 de noviembre de 2012

내 마음 내 사랑 내 인생


마음 사랑 인생


   Acababa de hacerlo, casi ni me lo podía creer. Había denunciado a la empresa por todo lo que estaba haciéndome pasar. Llevaba mucho tiempo dándole vueltas. HeeChul fue el único que se molestó en intentar ayudarme, los demás, simplemente hicieron como si nada y siguieron con sus vidas.

   HeeChul. ¿Cómo se tomará el que lo haya abandonado? Porque realmente lo he abandonado.

   No le dije nada acerca de como me sentía con el mundo, y tomé esta decisión sin consultarle. No quería preocuparlo, y además, creí que la empresa me daría tiempo para despedirme y para explicarme, pero no, no lo hizo. Me hicieron entregar mi teléfono móvil sin poder apuntar el número de HeeChul para contactar con él y también tuve que borrar mis cuentas de Internet que tenían que ver con el grupo, o sea, todas. Por ahí tampoco podría comunicarme con HeeChul.

   Después, casi como un perro, me echaron de la agencia y me llevaron a casa para que recogiera todas mis cosas. Me tuvieron vigilado en todo momento, ya que me habían prohibido despedirme de mis compañeros. Ni siquiera podría hablar con ellos. Eso era una crueldad. No me interesaba hablar con los demás, pero HeeChul...

   Apenas terminé de guardar mis cosas me sacaron de la que había sido hasta ese entonces mi habitación. Mi habitación compartida con HeeChul. Esa habitación en la que compartimos nuestras vidas durante tantos años. Esa habitación en la que descubrimos nuestro amor y en la que pasamos nuestros mejores y peores momentos.

   HeeChul. Iba a echarlo mucho de menos. Lo quiero muchísimo, pero, no tenía otra opción. Tenía que dejarlo, dejarlo solo, y eso me dolía, pero sabía que a él le iba a doler mucho más.

   Flash Back.

   Un día sin nada que hacer, eso no era nada raro para mí, de todas maneras, la mayoría de las veces no me podía presentar en los programas por los problemas del visado. Los chicos iban de un lugar a otro, atareados, después de todo, aunque ya habíamos debutado, todavía éramos unos principiantes.

   De repente vi a HeeChul, estaba hablando con unas cuantas de las integrantes de SNSD, no tenía ni idea de quiénes eran, a esa distancia sólo lo reconocería a él. Lo observé durante toda la charla, y cuando ellas se fueron se dio cuenta de que lo observaba y vino hacia a mí. Se sentó a mi lado y se acurrucó conmigo.

   Todos los chicos de otros grupos nos miraban raro, y los miembros de SuJu sólo suspiraban. Nadie sabía de nuestra relación, más que nada porque llevábamos sólo un par de semanas, pero los chicos estaban acostumbrados a que HeeChul se me pegara mucho, los demás, posiblemente pensaran que estábamos liados. Aunque a mí no me importaba mucho lo que la gente pensara, y a HeeChul menos. Me abrazó y se pegó más a mí todavía.

   -¿Por qué no parabas de mirarme mientras estaba con las chicas?- susurró.
   -¿Por qué no mirarte? Eres muy guapo- me pegó un manotazo en el pecho avergonzado.
   -No digas eso.
   -¿Por qué? Es la verdad, eres muy guapo- contesté, y le acaricié un poco el cabello.
   -Yo pensé que estabas celoso… porque estaba con las chicas…
   -Eso también- le dije- sólo un poco… al principio… pero luego pienso que yo te tengo para mí las 24 horas del día y se me pasa- él sonrió.
   -Hyung- llamó SiWon- HeeChul hyung- se acercó al ver que no le hacía caso- salimos a escena en unos minutos- el aludido levantó la cabeza.
   -¿Y no me puedo quedar aquí hasta que salgamos?
   -Nos tienen que poner los micros- HeeChul suspiró y se levantó.
   -Me tengo que ir- me dijo y me dio un abrazo- quiero que nos animes desde el público o no te lo perdonaré- amenazó.
   -Lo haré.

   Fin Flash Back.

   El aeropuerto. La espera. Esa maldita espera que me estaba matando por dentro. A cada segundo que pasaba más hijo de puta me sentía y más ganas tenía de escaparme de esos hombres de la empresa que me vigilaban desde la mañana e ir hasta donde estaba HeeChul.

   Me tenían bien atado. No podía respirar sin que alguno me mirara. Era mi destino, no podía escapar de él. El avión llegó y nada más sentarme en mi asiento, caí rendido y dormí esperando un sueño reparador que nunca se dio.

   Flash Back.

   Sólo nuestras respiraciones aceleradas se escuchaban en nuestra habitación. Tenía bajo mi cuerpo el cuerpo de mi novio. Novio. Qué bien suena esa palabra. Aunque nuestra relación nunca pueda salir a la luz. Amo a HeeChul como nunca he amado a nadie, y ahora, esta faceta desconocida suya, me había enamorado aun más si cabe.

   Desnudo ya lo había visto miles de veces. Tocar su cuerpo lo había hecho en algunas ocasiones. Sentirlo hasta lo más profundo, eso era algo nuevo para mí.

   HeeChul tiene ese no sé qué que me enamoró desde que lo vi la primera vez. Y ahora, ese rostro hermoso y delicado, que me miraba extasiado en nuestra primera vez hacía que me derritiera por dentro.

No hice más que caer a su lado y él se acurrucó contra mí, como si le hubiera dado frío. Lo abracé de forma protectora y lo acaricié como si fuera un gatito.

-Te quiero- lo oí susurrar.
-Yo también te quiero- noté sus labios sobre mi clavícula y sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo- no dejes marcas.
-Tú me has dejado marcas- protestó como un niño pequeño.
-Lo sé- alcancé sus labios y lo besé- pero las mías no se ven- y deslicé mi mano hacia unas de las marcas de su trasero.
-Pervertido...- susurró.
-No más que tú...

   Fin Flash Back.

   Llegar a China, mi tierra, mi hogar, nunca había sido tan triste. Jamás lo hubiera reconocido en otras circunstancias, pero mi tierra, es el suelo que HeeChul pisa, y mi hogar, el lugar en el que él me espere.

   Lo amaba, lo amo y lo seguiré amando por el resto de lo que me queda de vida, eso lo tengo muy claro. Sé, también, que algún día, podremos vernos de nuevo, y entonces seré la persona más feliz del mundo. Porque ahora, sinceramente, me siento como una mierda.

   Mi familia me recibe bien e intentan animarme, pero no lo consiguen. Sólo hay alguien que puede animarme, y ese alguien, ahora ya no está a mi lado.

   Los días pasan, y yo sólo pienso en él, en aquel que tiene mi corazón, mi alma, mi vida, aquel al que se lo entregué todo, aquel con el que he compartido los momentos más felices y más tristes de mi vida. Aquel al que amo.

Flash Back.

   Lloraba encerrado en mi habitación. Extrañaba muchísimo a mi familia, pero nadie podía saberlo, ni siquiera las dos personas con las que compartía apartamento. Era muy triste que me pusiera a llorar así porque sí cada vez que pasaba más de un mes sin verlos, pero había tomado una decisión, y esa era que aunque no pudiera actuar durante algunos días más, aprovecharía para estar con HeeChul.

   Tan metido estaba en mí mismo que ni me di cuenta de que él entró por la puerta.

   -Puedes ir, si quieres- su voz fue un resorte para mí y me levanté rápidamente de la cama.
   -¿De qué hablas?- pregunté secándome las lágrimas.
   -De tu familia, puedes ir a verlos- contestó.
   -Pero…- iba a protestar pero me calló.
   -Puedo estar sin verte un par de días mientras arreglas las cosas- dijo- pero en cuanto vuelvas voy a estar pegado a ti como una lapa, ¿entendido?- sonreí. Ésa era su manera de animarme y hacerme sentir mejor.
   -Te quiero- dije.
   -Eso ya lo sé, y ahora, ve haciendo la maleta que ya llamo yo al mánager.

Fin Flash Back.

   Ver a HeeChul era lo único que quería hacer, pero no podía pasarme toda la vida sin hacer nada más que llorar. Él siempre me apoyaba en todo, me intentaba hacer sonreír siempre. Siempre estaba a mi lado.

   Comencé un nuevo contrato en una nueva compañía, y los días, los meses y los años, pasan ajetreados de un lado a otro. Sin tiempo para pensar, poco a poco, el dolor se desvanece, pero siempre queda algo, algo de su presencia, algo de mi amor por él, algo de HeeChul.

   Lo único que pude hacer para contactar con él en todos estos años, fue cantar para él, antes de que se fuera al ejército. En una presentación, inserté una foto suya entre las que pasaban por la pantalla sin que nadie se diera cuenta, y para cuando lo hicieron, ya fue tarde.

   -Espero que te llegara mi mensaje- susurro- siempre te amaré…


Todavía no me lo puedo creer!! HanGeng ganó el EMA en la categoría WorldWide Act!! Estoy muy orgullosa de ti, porque nunca te abandoné y he estado a tu lado siempre (desde España apoyándote) Hannie, saranghae... y de verdad, no sé qué más deciros, lloro de felicidad. HANGENG WO AI NI!!!!!!

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