Capítulo
8
Los
errores son algo con lo que hay que vivir
-¿Pero qué he hecho?
Agaché mi cabeza y me pegué
algunos golpes con mis rodillas. ¿Qué coño me había pasado para
no haber pensado en las consecuencias que me podría traer esa noche
loca? Y lo peor, sabía que lo que iba a pasar a continuación, iba a
ser algo de lo que tampoco me sentiría orgullosa. Me había costado
una semana de trabajo que Bang YongGuk confiara en mí como mánager,
y yo lo traicionaba como persona. ¿Pero qué más podía hacer?
Nada.
-Buenos días- lo escuché decir y alcé la cabeza.
-Buenos
días.
YongGuk me sonreía felizmente y me miraba cariñoso. Toda la
determinación que tenía hacía unos momentos, se iba esfumando. Tal
y como me había dicho HimChan, este chico no era lo que aparentaba y
tenía un gran corazón. Un gran corazón que yo iba a pisotear
porque, en primer lugar, yo no debería tener sentimientos no
profesionales por él y en segundo lugar, todo lo de la noche
anterior no debería haber pasado nunca.
-YongGuk- susurré. Yo nunca había hecho esto, me lo habían hecho
a mí, y sé que estando de ese lado, sufrí, y mucho.
-¿Hum?
-Lo de anoche no pasó- me miró sin comprender- nunca debió haber
pasado y no pasará de nuevo otra vez- él no decía nada, solo me
miraba, cogí una gran bocanada de aire y seguí- soy tu mánager,
sólo tu mánager, nada más aparte de eso, y me gustaría que...
-Para el carro- me interrumpió- me estás diciendo que después de
hacer el amor conmigo quieres que actúe como que no ha pasado nada?
-En otras palabras- susurré- pero es exactamente eso- me sentía
fatal por dentro diciéndole todo eso.
-Eres una puta barata-
mi corazón dejó de latir en ese momento y cuando comenzó a latir
de nuevo, dolía. Pero lo que más me dolió fue ver sus ojos
vidriosos mientras recogía su ropa.
Lo vi salir de mi habitación con todo en la mano y un par de
minutos después, oí la puerta de mi apartamento cerrarse
fuertemente. Fue en ese mismo momento en el que cerré mis ojos y me
abandoné al llanto.
No sabía cuanto tiempo había pasado, solo notaba un vacío enorme
por dentro, y que alguien me llamaba. Una voz conocida, demasiado
conocida. Abrí mis ojos y la vi allí, a mi única amiga en Corea,
Lorena.
-¿Qué haces aquí?- le pregunté incorporándome.
-Habíamos
quedado, no venías y no contestabas a mis llamadas, así que, aquí
estoy- contestó- ¿qué te ha pasado?- me preguntó mirándome de
arriba a abajo- estás hecha un asco.
-No querrás saberlo-
dije tapándome un poco con las sábanas, aún estaba desnuda.
-Claro que quiero, soy tu amiga, ¿recuerdas?
-Entonces me
matarás en cuanto te lo cuente.
-Bien, ¿qué te parece si te
levantas y mientras te vas dando un baño y te vuelves persona me vas
contando todo?
-Muy bien- contesté tras mirarme al espejo.
Estaba hecha un asco- pero cerraré con pestillo para que no me mates
en la bañera.
-¿Tan malo es?
-Y peor- le contesté
entrando al baño.
Le conté todo y ella lo escuchó sin decir ni una palabra. Le
conté todo desde que comencé mi trabajo hasta que la noche anterior
me había acostado con YongGuk y esta mañana le había roto el
corazón. Salí del baño esperando que se lanzara a mi yugular y me
matara, pero no lo hizo, estaba tan tranquilamente sentada en mi cama
ya hecha y pintándose las uñas.
-Lore- dije.
-Eres tonta- fue lo único que me contestó.
-Gracias- le dije con ironía- ahora me siento mucho mejor.
-A ver Anna entiéndeme.
-No si yo te entiendo, soy una puta
barata, una tonta y quién sabe que más.
- No, a ver, yo no
quería decir eso- dejó el pintauñas y se acercó a mí porque las
lágrimas comenzaban a salir de nuevo de mis ojos- solo intento decir
que si te gusta tanto como para hacer el amor con él y sentirte
genial con sus caricias, no deberías dejarlo marchar y que te odie.
-Pero soy su mánager...
-Ni peros ni peras- me contestó.
-Y además es menor que yo...
-Tampoco además, mírame a mí-
la miré, venía muy mona arreglada para salir.
-¿Qué quieres
que mire?
-Oish... pues que me tomes de ejemplo, yo estoy
saliendo con un chico ocho años mayor que yo y pertenece al mundo
del espectáculo.
-No me digas eso loca, que tú eres menor de
edad- le regañé. Sí, tenía 25 años y mi mejor amiga 17.
-Pues eso, y nadie me dice nada.
-Yo si te lo digo.
-Tú
eres una antigua.
-¡Lore!
-Lo siento, pero es verdad,
por lo que me cuentas a él también parece que le gustas.
-Imposible.
-No hay nada imposible- me contestó- si yo creyera
que todo es imposible, nunca me habría atrevido a decirle nada a
quien era mi ídolo y ahora es mi novio.
-Vale, lo capto- me
rendí, era imposible ganarle una discusión.
-Pues ahora mismo
estás yendo a su apartamento y le pides perdón.
-Como que
ahora mismo no, luego más tarde.
-Anna...- comenzó a
amenazar.
-Vale, esta tarde iré- decidí- ahora déjame comer,
que me muero de hambre.
-Está bien- concedió- pero me lo
tienes que prometer.
-Te lo prometo- dije entrando a la
cocina.
-No, me lo tienes que prometer bien- me giré y la miré
mal. La jodida me conocía como si me hubiera parido y sabía que era
tan tonta que no iba a hacerlo.
-Está bien, te prometo que
esta tarde iré a su apartamento, le pediré perdón, le diré que
soy una tonta y le preguntaré si algún día dejará de odiarme.
-Muy bien, pero no te olvides de lo de soy una tonta que no aprecia
lo maravilloso que eres y...
-¿Lore?- la corté.
-¿Qué?
-No te pases.
-Oh, ahí va tu orgullo, si quieres ser feliz y
que ese chico no te haga la vida imposible porque lo has herido debes
humillarte y lo harás.
Pobre Bang!! que mal skjdjfjjf Anna, quiero que esten juntos (?? ok no. Que se arreglen las cosas por lo menos ;__;
ResponderEliminarTenía que darle un poco de drama a la cosa ^^
EliminarPobre Bang :( Pero por suerte aquí viene la voz de la razón en forma de mejor amiga :3 ¿Qué haríamos sin ellas? xD
ResponderEliminarYa ves... las mejores amigas son lo único que nos queda XD
Eliminar