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viernes, 23 de mayo de 2014

[One Shot] COMA {YongGuk}

Título: COMA
Autora: Lorena (@lorena_kpop)
Pareja: Yongguk centric
Rating: G
Resumen: Yongguk está en coma tras un accidente de tráfico y recuerda toda la historia que tuvo con Sowon.
Notas: fic ganador del primer concurso de Lo Que Realmente Pasó en Singapur


COMA


Estoy tumbado en el césped del parque que hay cerca de tu casa. Tú estás a mi lado, recostada sobre mi hombro. Me miras a los ojos y me dices lo mucho que me quieres y yo, con una sonrisa, te respondo que te amo.
Siento una gran sensación de felicidad y tranquilidad invadir mi cuerpo. Te abrazo fuertemente no queriendo soltarte nunca y deseando que se detuviese el tiempo.

De pronto, la oscuridad se cierne sobre nosotros. Toda la felicidad que sentía se ha trasformado en desesperación y dolor. El calor, en frío y la tranquilidad en miedo...
Poco a poco me doy cuenta de que no era más que un sueño, un recuerdo entre tantos otros.

Despierto lentamente, aunque sin hacerlo por completo. Vuelvo a oír los pitidos de las máquinas que me rodean, siento el frío entrar por la ventana que alguna enfermera descuidada ha olvidado cerrar por la noche y un dolor intenso recorrerme todo el cuerdo por culpa de las muchas lesiones que me produjo el accidente.
Quiero gritar, quejarme. Chillarle a alguien para que cierre esa maldita ventana. Sin embargo, estoy inmóvil, paralizado, encerrado en mi propio cuerpo.

Hace ya un mes del accidente... Y por lo tanto, un mes desde que entré en coma.

Aún lo recuerdo todo perfectamente... Aquel día te volví a llamar, con la esperanza que me respondieras. Pero, al igual que los otros cientos de veces, fue tu buzón de voz el que, con esa voz fría y sin vida, me decía que ya no volverías.

Cansado de estar tanto tiempo lejos de ti decidí ir a tu casa para poder hablar contigo y explicártelo todo personalmente, sin malentendidos.
Llamé y llamé, pero nadie contestaba. Parecía que no había nadie en casa, pero yo sabía que debías estar allí. ¿Dónde ibas a estar sino?
Entonces caí. Estabas evitándome. ¿Tanto daño te había hecho para que no quisieras verme?

Recorrí toda la cuidad de punta a punta. Yendo a todos esos lugares que una vez fueron especiales para nosotros.
Llamé a tus amigos, pero todos me decían que te habías ido, que te olvidase porque nunca regresarías.
No quería escucharles, no podía ser verdad. Tú nunca me dejarías, nos amábamos y eso jamás cambiaría.

Volví a casa con los ojos llenos de lágrimas y desquité toda mi rabia y desesperación con todo lo que se cruzaba en mi camino. Muebles volcados, cristales rotos... Todo yacía en el suelo desordenado, mostrando como me encontraba en mi interior.

Auto compadeciéndome a mí mismo, me dirigí a mi habitación, aquella que alguna vez compartimos. Encontré todas las fotos que nos hicimos cuando aún éramos felices. Te veías preciosa con aquel vestido azul que te regalé por tu cumpleaños, pero lo que más me gustaba era tu sonrisa. Tan alegre y llena de vida, como si nada en el mundo pudiese afectarte.

Si no me hubiese metido donde no me llamaban... Si me hubiese conformado con lo que ya teníamos... Pero la codicia no dejaba de llamar a la puerta y yo, mintiéndome a mí mismo, me repetía una y otra vez que lo hacía por nosotros. Que lo hacía para poder darte todo lo que siempre habías deseado y callar a todos aquellos que decían que no te merecía. Que yo jamás sería el hombre que te haría feliz.

Cuántas más fotos veía, mayor era el dolor que oprimía mi corazón. ¿Realmente se había acabado todo lo que había entre nosotros? ¿Era verdad que ya no me querías?

Destrozado, salí de aquel apartamento, que se había convertido en un infierno para mí y me dirigí a “la cueva”. Ese garaje que compartía con el resto de los chicos y que tú tanto odiabas.
Cuando entré en el mundo de las drogas aquel se convirtió en nuestro centro de operaciones, así que pasaba allí la mayor parte de mi tiempo. Terminé relegándote a un segundo plano, cuando en realidad eras el centro de mi universo.

Sabía que era peligroso. Sabía que en cualquier momento esto podría estallarme en las manos y terminar en la cárcel... O muerto. Pero me daba igual.
El dinero, las fiestas y esa sensación de poder, de ser el que manda y controla todo, era una sensación tan adictiva que igualaba al efecto que producen las drogas más fuertes.

Sin darme cuenta también te puse a ti en peligro. Cuándo tus amigas me dijeron que estabas asustada, que alguien te seguía cuando salías de la universidad y que habías recibido amenazas, mi cuerpo se congeló.
No podía permitirlo, no iba a consentir que nadie te pusiese una mano encima. Porque antes de que eso ocurriese, ya estarían a dos metros bajo tierra.

Comencé a buscar por toda la cuidad a aquel mal nacido que se había atrevido a acercarse a ti.
Intimidaba, amenazaba y hasta casi mataba a golpes para conseguir información sobre quién estaba detrás de aquello.
Alguien estaba intentando asustarme usándote a ti como herramienta y eso era imperdonable.
Con cada amenaza y cada paliza, estaba a un paso más cerca de descubrir a ese mal nacido, pero al mismo tiempo ganaba más y más enemigos.

Al final descubrí de quién se trataba.

Por culpa de mi soberbia terminé metiéndome en una guerra con una de las mafias más peligrosas que rondaban por la cuidad. Y lo peor de todo, es que te metí a ti conmigo.

Quería protegerte, pero era demasiado joven y carecía de la influencia necesaria para conseguirlo. Intenté negociar con el jefazo de aquella mafia, pero lo único que conseguí fue convertirme en uno de los lacayos de ese viejo. No sin antes recibir una buena paliza por parte de sus guardaespaldas, que me dejó medio muerto en un callejón sucio y asqueroso de los suburbios de la cuidad.

Aún recuerdo tu cara de pánico cuando los chicos me llevaron a casa y me viste todo cubierto de heridas y sangre.

-Pero... ¿Qué...? ¿Qué ha pasado?
-Nada. - dije como pude pues me dolía la boca a rabiar cada vez que intentaba articular cualquier palabra.
-¡No me digas que no ha pasado nada! ¡Por dios, mírate! Dime que es lo que ha pasado Yongguk.
-¡He dicho que no ha pasado nada! - grité frustrado. Aumentando el dolor en mi mandíbula y ese odioso sabor a sangre que me recorría toda la boca.

Aquella escena se había convertido en rutina. Tú y yo peleando constantemente y siempre por el mismo motivo. Tú querías alejarme de aquel mundo y yo cada vez estaba más dentro de él.

Fue entonces cuando comenzaste a alejarte de mí y a juntarte con ese idiota de pelo engominado y ropa cara.
Sabía que te estaba perdiendo pero me negaba a creerlo. Me seguía repitiendo que eras mía y que no había nada ni nadie que pudiese alejarte de mí. Después de todo por lo que habíamos pasado, era imposible que un pardillo como ese pudiese meterse entre nosotros.
Poco después me daría cuenta de que me equivocaba...

De pronto oigo el sonido de la puerta abrirse. Siento como mi corazón se acelera y al mismo tiempo como los pitidos de la máquina que me mantiene con vida aumentan, pensando que quizá seas tú. Pero como siempre, no es así.

-Buenos días chaval. ¿Cómo estás? - pregunta Himchan. Uno de mis mejores amigos y compañeros en este asqueroso mundo.- Los chicos te mandan saludos. Están un poco ocupados ahora mismo. Ha llegado un nuevo cargamento a la cuidad y el viejo los ha mandado a ellos a hacer el trabajo sucio. Como siempre.

Desde que ingresé al hospital él y el resto de los chicos son las únicas visitas que recibo. Y no es de extrañar...
Desde que me convertí en la clase de persona que soy ahora, todos los que conocía me dejaron de lado.
Mi familia, mis antiguos amigos... Todos, menos tú. Por eso pensé y aún tengo la esperanza de que vuelvas a mi lado. De que vengas a verme antes de que... De que... Lo inevitable termine pasando.

-Supongo que aún sigues esperando que ella venga a verte. Se lo mucho que la amas y por eso estoy intentando contactar con ella. - confesó mi amigo. - Pero como ya sabes, su familia y sus amigos se han convertido en algo así como sus guardaespaldas. - rio amargamente.
-“Gracias amigo.”- le contesté en mi interior, ya que no podía pronunciar ninguna palabra.
-Además tiene a ese idiota a su alrededor todo el tiempo. No sé cómo le soporta.
-“Lo sé. Yo tampoco lo entiendo.”

Sabía a quién se refería. El idiota de pelo engominado había estado intentando alejarla de mí y, por lo visto, lo estaba consiguiendo.
Ya lo había intentado antes, pero pensé que después de amenazarle como lo hice, se pensaría mejor las cosas y se iría.
Sin embargo, conseguí todo lo contrario.

Fui con Himchan, Jongup y Daehyun a buscar a ese idiota a la zona rica de la cuidad. Sabía, por cómo se vestía, que pertenecía a ese ámbito. Así que solo tendría que mirar en alguno de los clubs de la zona para encontrarlo.

La verdad es que fue más fácil de lo que me esperaba. Justo estaba saliendo del club, cargando su equipo de golf, cuando le arrinconamos.

-¿Qué... Qué queréis? - dijo asustado. Obviamente, verse rodeado por unos tipos que le doblaban en fuerza asusta bastante.
-Quiero que me oigas atentamente porque no me gusta repetir las cosas dos veces. - le dije muy cerca de su cara y con la voz profunda.
Asintió.
-Quiero que te alejes de mi novia y la dejes tranquila. Me oyes.
-¿Tu... Tu novia?
-Sí, mi novia.
-No sé quién es tu novia. De hecho no se quién eres.
-Soy Yongguk y mi novia es Sowon y quiero que te alejes de ella. ¿Entiendes?
-So… Sowon.
-Exacto.
-Lo... Lo siento, pero no puedo hacer eso.
-¿Cómo que no puedes? - dije enfadado apretando aún más fuerte mi agarre en su cuello.
-So… Sowon es mi amiga. -Dijo entre cortadamente a causa de la falta de aire.- No... No voy a dejarla.
-Mira chaval, Sowon es mi novia. Y, a no ser que quieras pasar el resto de tus días en una silla de ruedas, será mejor que te alejes de ella. O mejor, que te vayas a vivir a otra cuidad.- Entonces le solté y los chicos y yo nos largamos de allí antes de que hiciese realidad mi amenaza antes de tiempo.

-Tío, no quiero dejarte solo, pero tengo que irme o me buscaré problemas con el viejo. Volveré mañana, y quizá alguno de los chicos pueda venir también. - Se despidió mi amigo. No pasa mucho tiempo hasta que oigo como la puerta se cierra dejándome de nuevo solo en la oscuridad.

Vuelvo a caer en un profundo sueño que me lleva otra vez a recordar todos aquellos momentos que pasamos juntos.
La primera cita, el primer beso, la primera vez... Vuelvo a vivir todos aquellos recuerdos como si fuesen reales. Sintiéndolos tan profundamente como cuando ocurrieron. Y todos terminan de la misma forma. Despertándome a medias en este solitario hospital, dándome cuenta de que lo he perdido todo por mi estupidez, queriendo salir corriendo por esa puerta e ir a buscarla para pedirle disculpas por todo el daño que le hice y, sin embargo, estoy aquí postrado en esta cama.
Es como una pesadilla de la que no puedes despertar. En la que quieres correr, gritar, huir lo más lejos posible, pero tus piernas no se mueven y no te sale la voz.

Cada día que pasa es una tortura para mí. Hay veces que desearía morirme y terminar con este sufrimiento, pero luego te recuerdo a ti sonriéndome y diciéndome que me amas y me da fuerzas para seguir un día más.

Vuelvo a despertarme y siento como hay alguien sentado a mi lado en la cama. Al principio pienso que es Himchan o alguno de los chicos que ha venido a verme. Pero reconozco inmediatamente tu perfume.

- “Has venido, por fin has venido a verme. Estás aquí. Conmigo.” - Quiero sonreír, quiero levantarme y abrazarte con todas mis fuerzas. Pero es imposible...

Oigo como sollozas y puedo imaginarme tu rostro lleno de lágrimas gracias, o más bien, por culpa de todas esas veces que te hice llorar.
Ahora me doy cuenta de que soy el único motivo por el que lloras. Que siempre he sido el culpable de todos tus malos momentos y todos tus problemas.
Es ahora cuando me doy cuenta de que eran ciertas todas esas cosas que la gente decía de mí.
Deberías haberles escuchado... Deberías haberte alejado de mí, pero estábamos tan enamorados que no escuchábamos lo que el mundo nos decía. Nos rebelamos contra todo y contra todos, siguiendo nuestras propias reglas y ahora estamos así. Yo postrado en esta cama y tú llorando por mí, sintiéndote culpable por algo que yo mismo me busqué.

Siento como tus manos, frías y temblorosas, cogen la mía y la estrechan con cariño queriendo decir que estás aquí e intentando reconfortarme.

-Lo siento... - dices en apenas un susurro. - Todo esto es culpa mía.
- “¡No! ¡Yo soy el único culpable aquí!” - intento decir pero solo queda en un susurro interno en mi mente.
- Tendría que haberme quedado contigo... No tenía que haberme ido... - sigues lamentándote entre lágrimas.
- “Deja de decir tonterías Sowon. Lo único malo que hiciste fue no haberte marchado antes. La culpa la tengo yo que no supe valorar lo que tenía y fui lo suficientemente egoísta como para mantenerte conmigo aun sabiendo que estabas sufriendo.”
- Si no me hubiese marchado no te habrías venido a buscarme y nunca habrías tenido ese accidente...
- “Fui yo el que cegado por la ira bebió hasta casi perder la conciencia. Fui yo el que a pesar de eso cogió el coche y recorrió la cuidad a toda velocidad. Tú no tienes la culpa de nada. Aquí el único responsable soy yo.”

Comenzaron a llegar a mi mente todas las imágenes de aquella fatídica noche. Por primera vez desde que estaba aquí recordaba lo que pasó.

Después de estar horas y horas bebiendo con los chicos en aquel garaje que aún usábamos como escondite, decidimos ir a uno de los bares que solíamos frecuentar a por alguna sustancia más fuerte que consiguiese embotar mis sentidos y alejar esa presión que me oprimía el pecho.

Al principio conseguí lo que quería, pero con el paso de las horas esa amarga sensación volvía a inundarme por dentro.
Frustrado y cabreado conmigo mismo y con el mundo, cogí las llaves del coche de Youngjae y me fui de allí.
Aceleraba y aceleraba, aumentando el nivel de adrenalina en mi sangre, en un intento desesperado por huir de mí mismo.
Solo podía ver ráfagas de luces pasando por los lados. No podía distinguir los edificios ni veía los límites de la carretera. Así pues, en una de las curvas perdí el control del coche y terminé volcado en el arcén.
Todo mi cuerpo me dolía como nunca. Sabía que tenía varios huesos rotos y sentía la sangre caliente recorrer todo mi cuerpo.
El cinturón de seguridad oprimía mis pulmones que, como sabría posteriormente gracias a la explicación que le dieron los doctores a mis amigos, se estaban llenando sangre y me dificultaba la respiración.

No sabía dónde estaba ni si saldría con vida de allí. No veía a nadie a mi alrededor. Solo estaba la oscuridad de la noche.
Muchos dicen que cuando estás a punto de morir, toda tu vida pasa por delante de tus ojos, sin embargo, lo único que yo veía en aquellos momentos era a ti. Sonriéndome, diciéndome que me querías y que siempre estaríamos juntos.

Cuando recobré la conciencia estaba aquí. Encerrado en esta oscuridad. Sin poder moverme sin poder hacer nada. Estaba asustado. No entendía que había pasado.
Entonces escuché, al otro lado de la puerta, como alguien hablaba con Himchan y le daba las malas noticias.

-A causa de la colisión su amigo ha entrado en un estado de coma profundo y sumándole la cantidad de lesiones que tiene, me temo que las previsiones de que se recupere son casi nulas.
-Pero... ¿Despertará? - pude distinguir la voz de Zelo. Era el más pequeño de nuestro grupo y siempre intenté cuidar de él.
-Lo dudo mucho. - Respondió el doctor
-Pero hay posibilidades ¿no? Ha habido casos peores y ellos se recuperaron.
-Aún en el caso de que eso ocurriese, las fracturas de su columna le mantendrían postrado en una silla para el resto de su vida. Y aún no sabemos con seguridad si su cerebro no ha quedado afectado. - explicó el doctor. - Lo siento mucho.

Todo a mi alrededor dejó de tener importancia cuando escuché esas palabras. Quería llorar y gritar, pero estaba muerto en vida. Por más que intentase mi cuerpo no reaccionaba.

-Sowon. Tenemos que irnos. - Escuché la voz de aquel idiota. Aquel que se la había llevado lejos de mí.
-¿Ahora? ¿De verdad?
-Sí. No podemos hacer nada por él. No es bueno que te quedes aquí lamentándote. Enfermarás.
-Pero yo...
-Vamos Sowon. Si sigues así enfermarás. Por favor. Volvamos a casa. - le rogaba él.

Entonces lo comprendí.

Ella debía marcharse. Irse de una vez por todas y empezar desde cero. Comenzar una vida nueva en la que yo no estaría. Una en la que sólo sería un vago recuerdo... Un vago y duro recuerdo.

Recordé entonces la canción que iba escuchando en la radio del coche poco antes del accidente.

Después de que te fuiste, perdí el control
Estoy borracho todas las noches
Y tropezando por todos lados, maldiciendo todo
Porque pienso en ti, tu, que eras fría
Tu rostro que aparece en el espejo roto
Parece que nuestro amor se ha roto en muchos pedazos
Yo estoy al final de este acantilado y
Destrozando los recuerdos que tengo contigo, ya no los tengo
¿Qué puedo hacer? ¿Qué puedo hacer?
Me pierdo en un laberinto y me quedo en ese lugar
¿Qué puedo decir? ¿Qué puedo decir?
Se está volviendo borroso, no puedo ver tu rostro

No me puedo mover en la oscuridad
No puedo sentir nada, las lágrimas caen
Estoy atrapado en los recuerdos de ti
Por favor, no sueltes mi mano, para que yo pueda despertar
Por favor, no te vayas

¿Por qué me tiraste lejos como basura?
Simplemente porque no puedo hacer nada
Solo porque, porque...
¿Por qué tiré todos los recuerdos que tuve contigo cada día?
Lo siento, no puedo evitarlo, sólo puedo mirarte así
No estás aquí, no estás a mi lado
Mi corazón se detiene, es lo mismo que estar muerto
No puedo respirar el “vivir sin ti” no quiero ni pensar en ello
Créeme, no puedo si no eres tu
Me duele mucho, creo que me voy a volver loco
Tu aroma está profundamente pegado
Creo que mi corazón va a explotar
Incluso cuando lloro y lloro y lanzo una rabieta,
Diciendo que esto no es
Tú, muy cruelmente, no dices nada
¿Qué puedo hacer? ¿Qué puedo hacer?
Aunque me esfuerzo por despertar estoy en este lugar
¿Qué puedo decir? ¿Qué puedo decir?
Nos amábamos, eras mi todo

No me puedo mover en la oscuridad
No puedo sentir nada, las lágrimas caen
Estoy atrapado en los recuerdos de ti
Por favor, no sueltes mi mano, para que yo pueda despertar
Por favor, no te vayas

¿Por qué me tiraste lejos como basura?
Simplemente porque no puedo hacer nada
Solo porqué, porqué,
¿Por qué tiré todos los recuerdos que tuve contigo cada día?
Tú, respiras dentro de mí, te estoy buscando, quiero tenerte
Ya que mi corazón se quemó,
No puedo contenerme más, porque podría morir

No me puedo mover en la oscuridad
No puedo sentir nada, las lágrimas caen
Estoy atrapado en los recuerdos de ti
Por favor, no sueltes mi mano, para que yo pueda despertar
Por favor, no te vayas


Podía verme reflejado en las letras de esa canción, como si por una broma del destino se tratase, hubiese sido escrita para nosotros.


Decidí que ya era hora de pasar página para ambos y dejar que las cosas continuasen su curso. Y así, con un largo pitido que marcaba el fin de vi vida, dejé a la persona que más amé en este mundo para que pudiese, finalmente, ser feliz.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

[Capítulo 10] Terrorist In Love {Bang YongGuk}


Capítulo 10
Terrorist In Love


   -Ya sabía yo que eras una puta.

   Sus palabras cayeron sobre mí como un gran jarro de agua fría. Me dolía muchísimo que él me dijera eso, habiendo comprendido, como comprendía el que me hubiera enamorado de él.

martes, 18 de septiembre de 2012

[Capítulo 9] Terrorist In Love {Bang YongGuk}


Capítulo 9
Por Ser Así Te Perdí

   Al final acabé presentándome en el apartamento de B.A.P. para pedirle perdón a YongGuk. La verdad, sentía algo por él, desde el momento en el que lo vi en boxers la mañana que nos conocimos, pero yo era su mánager, algo entre nosotros no podía existir. Además, era mayor que él. Todas las excusas que se me venían a la cabeza eran rechazadas por la lógica de mi amiga Lorena, y al final, aquí estaba, plantada a la puerta del apartamento y mordiéndome nerviosamente las uñas mientras pensaba en presionar o no el timbre.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

[Capítulo 8] Terrorist In Love {Bang YongGuk}



Capítulo 8
Los errores son algo con lo que hay que vivir


-¿Pero qué he hecho?

Agaché mi cabeza y me pegué algunos golpes con mis rodillas. ¿Qué coño me había pasado para no haber pensado en las consecuencias que me podría traer esa noche loca? Y lo peor, sabía que lo que iba a pasar a continuación, iba a ser algo de lo que tampoco me sentiría orgullosa. Me había costado una semana de trabajo que Bang YongGuk confiara en mí como mánager, y yo lo traicionaba como persona. ¿Pero qué más podía hacer? Nada.


-Buenos días- lo escuché decir y alcé la cabeza.
-Buenos días.


YongGuk me sonreía felizmente y me miraba cariñoso. Toda la determinación que tenía hacía unos momentos, se iba esfumando. Tal y como me había dicho HimChan, este chico no era lo que aparentaba y tenía un gran corazón. Un gran corazón que yo iba a pisotear porque, en primer lugar, yo no debería tener sentimientos no profesionales por él y en segundo lugar, todo lo de la noche anterior no debería haber pasado nunca.


-YongGuk- susurré. Yo nunca había hecho esto, me lo habían hecho a mí, y sé que estando de ese lado, sufrí, y mucho.
-¿Hum?
-Lo de anoche no pasó- me miró sin comprender- nunca debió haber pasado y no pasará de nuevo otra vez- él no decía nada, solo me miraba, cogí una gran bocanada de aire y seguí- soy tu mánager, sólo tu mánager, nada más aparte de eso, y me gustaría que...
-Para el carro- me interrumpió- me estás diciendo que después de hacer el amor conmigo quieres que actúe como que no ha pasado nada?
-En otras palabras- susurré- pero es exactamente eso- me sentía fatal por dentro diciéndole todo eso.
-Eres una puta barata- mi corazón dejó de latir en ese momento y cuando comenzó a latir de nuevo, dolía. Pero lo que más me dolió fue ver sus ojos vidriosos mientras recogía su ropa.


Lo vi salir de mi habitación con todo en la mano y un par de minutos después, oí la puerta de mi apartamento cerrarse fuertemente. Fue en ese mismo momento en el que cerré mis ojos y me abandoné al llanto.


No sabía cuanto tiempo había pasado, solo notaba un vacío enorme por dentro, y que alguien me llamaba. Una voz conocida, demasiado conocida. Abrí mis ojos y la vi allí, a mi única amiga en Corea, Lorena.


-¿Qué haces aquí?- le pregunté incorporándome.
-Habíamos quedado, no venías y no contestabas a mis llamadas, así que, aquí estoy- contestó- ¿qué te ha pasado?- me preguntó mirándome de arriba a abajo- estás hecha un asco.
-No querrás saberlo- dije tapándome un poco con las sábanas, aún estaba desnuda.
-Claro que quiero, soy tu amiga, ¿recuerdas?
-Entonces me matarás en cuanto te lo cuente.
-Bien, ¿qué te parece si te levantas y mientras te vas dando un baño y te vuelves persona me vas contando todo?
-Muy bien- contesté tras mirarme al espejo. Estaba hecha un asco- pero cerraré con pestillo para que no me mates en la bañera.
-¿Tan malo es?
-Y peor- le contesté entrando al baño.


Le conté todo y ella lo escuchó sin decir ni una palabra. Le conté todo desde que comencé mi trabajo hasta que la noche anterior me había acostado con YongGuk y esta mañana le había roto el corazón. Salí del baño esperando que se lanzara a mi yugular y me matara, pero no lo hizo, estaba tan tranquilamente sentada en mi cama ya hecha y pintándose las uñas.


-Lore- dije.
-Eres tonta- fue lo único que me contestó.
-Gracias- le dije con ironía- ahora me siento mucho mejor.
-A ver Anna entiéndeme.
-No si yo te entiendo, soy una puta barata, una tonta y quién sabe que más.
- No, a ver, yo no quería decir eso- dejó el pintauñas y se acercó a mí porque las lágrimas comenzaban a salir de nuevo de mis ojos- solo intento decir que si te gusta tanto como para hacer el amor con él y sentirte genial con sus caricias, no deberías dejarlo marchar y que te odie.
-Pero soy su mánager...
-Ni peros ni peras- me contestó.
-Y además es menor que yo...
-Tampoco además, mírame a mí- la miré, venía muy mona arreglada para salir.
-¿Qué quieres que mire?
-Oish... pues que me tomes de ejemplo, yo estoy saliendo con un chico ocho años mayor que yo y pertenece al mundo del espectáculo.
-No me digas eso loca, que tú eres menor de edad- le regañé. Sí, tenía 25 años y mi mejor amiga 17.
-Pues eso, y nadie me dice nada.
-Yo si te lo digo.
-Tú eres una antigua.
-¡Lore!
-Lo siento, pero es verdad, por lo que me cuentas a él también parece que le gustas.
-Imposible.
-No hay nada imposible- me contestó- si yo creyera que todo es imposible, nunca me habría atrevido a decirle nada a quien era mi ídolo y ahora es mi novio.
-Vale, lo capto- me rendí, era imposible ganarle una discusión.
-Pues ahora mismo estás yendo a su apartamento y le pides perdón.
-Como que ahora mismo no, luego más tarde.
-Anna...- comenzó a amenazar.
-Vale, esta tarde iré- decidí- ahora déjame comer, que me muero de hambre.
-Está bien- concedió- pero me lo tienes que prometer.
-Te lo prometo- dije entrando a la cocina.
-No, me lo tienes que prometer bien- me giré y la miré mal. La jodida me conocía como si me hubiera parido y sabía que era tan tonta que no iba a hacerlo.
-Está bien, te prometo que esta tarde iré a su apartamento, le pediré perdón, le diré que soy una tonta y le preguntaré si algún día dejará de odiarme.
-Muy bien, pero no te olvides de lo de soy una tonta que no aprecia lo maravilloso que eres y...
-¿Lore?- la corté.
-¿Qué?
-No te pases.
-Oh, ahí va tu orgullo, si quieres ser feliz y que ese chico no te haga la vida imposible porque lo has herido debes humillarte y lo harás.

lunes, 10 de septiembre de 2012

[Capítulo 7] Terrorist In Love {Bang YongGuk}



Capítulo 7
Alcohol, Sexo y Rock&Roll


Desenganché mis brazos de él y me quité la chaqueta con su ayuda, luego repetimos el proceso con la suya. Entonces comencé a acariciar su espalda baja y su trasero, apretando éste a veces y sonriendo ante los respingos que daba. Sus manos, por otra parte, se colaron por debajo de mi camiseta, tocando mi abdomen subiendo cada vez más en su camino. Llegó hasta mis pechos y los tocó por en cima del sujetador. Arqueé mi cuerpo buscando más contacto y él aprovechó mi momento de debilidad para sacarme rápidamente la camiseta y tirarla por algún lugar del pasillo. Lo abracé fuerte contra mí y lo besé de una manera húmeda y excitante. Mi cuerpo se calentaba como si el fuego me recorriera, pero sin llegar a quemarme. Metí mis manos bajo su camiseta y se la saqué mientras notaba como bajaba sus manos demandantes hasta mi trasero haciendo que envolviera mis piernas en su cintura. Cuando lo hice me agarró fuertemente las caderas y me aplastó contra la pared. Solté un gemido más fuerte que los anteriores. YongGuk me miró fijamente y respirando entrecortado.

sábado, 1 de septiembre de 2012

[Capítulo 6] Terrorist In Love {Bang YongGuk}


Capítulo 6
Discoteca



-¿Dónde sea?- me preguntó y yo asentí- pues...- se quedó callado unos segundos, pensando- ¿nos vamos de copas?- preguntó.
-No creo que...- comencé, pero me cortó.
-Ya no soy un niño como Zelo- me contestó- soy mayor de edad y puedo beber todo lo que me de la gana.
-Pero eres un idol.
-¿Y?- alzó una ceja.

jueves, 30 de agosto de 2012

[Capítulo 5] Terrorist In Love {Bang YongGuk}


Capítulo 5
La Vida Es Algo Agradable

Llegué a casa todavía con el corazón latiéndome rápido. Me duché y me puse la camiseta vieja y grande que tenía para dormir. Nada más me eché en la cama, me quedé profundamente dormida. A la mañana siguiente, me desperté con la melodía de The Name I Loved, cantada por Onew de SHINee. Nada en mi contrato decía que no podía escuchar música de otras agencias, así que, como la canción me encantaba la utilizaba de despertador. Me levanté y me arreglé para pasar a por los chicos, aunque ya no tenían compromisos con los medios, seguían teniendo compromisos con la agencia. Cuando entré al apartamento, parecía haber muy buen ambiente.

domingo, 26 de agosto de 2012

[Capítulo 4] Terrorist In Love {Bang YongGuk}



Capítulo 4
Do What U Like And Luv What U Do


-Ni se te ocurra tocar eso- me dijo.
-¿Por qué?
-No me gusta que nadie vea lo que compongo antes de que esté terminado- antes de que me diera cuenta ya se había levantado y estaba muy cerca. Me arrebató el papel de la mano y se me quedó mirando fijamente. Nunca nadie me había mirado tan intensamente, sentí un escalofrío recorrer mi espalda- me da igual que seas la nueva manager- me dio la espalda y recogió todos los papeles, después, salió rápidamente de la habitación, dejándome sola. Suspiré. Iba a ser muy difícil llegar a llevarme bien con él.

domingo, 19 de agosto de 2012

[Capítulo 3] Terrorist In Love {Bang YongGuk}


Capítulo 3
Lo Que Me Gusta y No Me Gusta

La tarde se pasó rápida. Los chicos ensayaban y yo los observaba, realmente bailaban muy pero que muy bien. No le dirigí siquiera una mirada a YongGuk, ¿para qué? ¿para que me mirara mal o me dijera cosas bordes? No, gracias, no estaba el horno para bollos.

sábado, 18 de agosto de 2012

[Capítulo 2] Terrorist In Love {Bang YongGuk}


Capítulo 2
El Trabajo es Trabajo

Pasados los primeros momentos incómodos en el apartamento, salimos hacía las oficinas de la compañía. Los chicos habían terminado la promoción de su anterior disco, y comenzaban ahora a prepararse para el siguiente, aunque les habían prometido unas vacaciones. Solo un par de semanas.
Cuando salimos del coche, ellos se dirigieron hacia la sala de ensayos y yo fui a los despachos. Me habían citado para darme todas las cosas que necesitaba y poder comenzar de firme con mi trabajo.

jueves, 16 de agosto de 2012

[Capítulo 1] Terrorist In Love {Bang YongGuk}


Capítulo 1
El Trabajo Perfecto

Por fin tenía un trabajo. Ya llevaba varios años en Corea, y después de tanto esfuerzo y sacrificio, había conseguido algo que me gustaba. Ahora, era la nueva mánager del grupo B.A.P., el anterior, el señor Kang, se casó con su novia de toda la vida y buscó un trabajo algo menos movido.