Título: Eternity
Autora: Riz Aino
Pareja: WonTaek (Ravi + Leo) (VIXX)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, romance, drama, vampires, tragedia
Número de
palabras: 403 palabras
Resumen: la eternidad sin su compañía no es algo que Leo quiera
vivir.
Notas: drabble escrito para Dark Paradise.
Comentario de
autora: yo no puedo vivir sin
hacer mierdas de vampiros, es extraño, pero orz, necesitaba hacer algo de VIXX
y vampiros. Espero que os guste.
Eternity
Leo había estado en el
mundo durante demasiados años, presenciando por el camino todos los avances que
la sociedad experimentaba, adaptándose a los cambios de cada era, siempre
intentando pasar desapercibido para los humanos, siempre intentando no
establecer demasiado contacto con ellos, intentando no tomarles demasiado
cariño porque solo estaban unas pocas décadas en la tierra antes de convertirse
en polvo y volar lejos. El vampiro había vivido muchos siglos de esta forma y
no le iba mal del todo… pero entonces llegó él y trastocó todos sus esquemas.
WonSik no era como los
demás humanos. WonSik no se alejaba de él porque lo mirara mal o porque le
dijera a las claras que se fuera. WonSik era perseverante en todo lo que hacía…
y por eso había acabado metiéndose tan dentro de su piel que Leo ni siquiera
tenía la capacidad de echarlo de su vida. Siempre había creído que después de
morir, jamás volvería a experimentar lo que era el amor, pero, por una vez
estaba equivocado, y WonSik se lo hizo saber.
Sin embargo, los humanos
eran frágiles, se podían romper con muchísima facilidad… y eso fue lo que le
ocurrió a WonSik. Un accidente de coche fue lo que se lo arrebató, minutos
después de haber estado junto a él.
Apenas había sido una
década la que había pasado junto a él, un suspiro después de tantos siglos de
vida… pero Leo jamás se había sentido tan vivo, y sabía que sin WonSik nada iba
a volver a ser lo mismo. ¿Para qué querría vivir por toda la eternidad sin él?
¿Por qué querría tener una vida tan larga si no podía estar con WonSik? Leo
jamás se había cuestionado su existencia, jamás se había cuestionado cuántos
más siglos iba a vivir, pero en ese momento tuvo muy claro lo que quería.
Perder a WonSik le había
enseñado que una vida eterna no significaba nada si no tenía a nadie a su lado
con quien pasarla.
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