miércoles, 15 de julio de 2020

[One Shot] NCT Drabbles 11 (Lucas Edition): I am (not) OK {KunCas}


Título: I am (not) OK
Autora: Riz Aino
Pareja: KunCas (Lucas + Kun) (NCT)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, romance, drama, humor, fluff
Número de palabras: 1.087 palabras
Resumen: YukHei bebe los vientos por Kun… éste no le hace mucho caso, pero YukHei está bien con eso…
Notas: drabble escrito para Jared, que hace milenios me hizo esta petición y yo no había podido ponerme con ella hasta ahora, sorry por tanto.
Comentario de autora: al principio no tenía mucha idea de cómo hacer la historia, pero después bajó a verme alguna musa o algo, porque cuando me puse a escribirla salió en un rato, del tirón y sin parar. Espero que os guste.

I am (not) OK

            —¿Otra vez embobado mirando al chico de las gafas?

            La pregunta pilló a YukHei completamente desprevenido y dio un pequeño salto antes de volverse a la persona que tenía al lado y que le había hablado. El chico encogió la nariz y miró mal a JungWoo —su amigo y compañero de trabajo— por haberle dicho aquello mientras estaba en su mundo, en un mundo maravilloso de ensoñaciones en el que Kun finalmente aceptaba su propuesta de salir juntos y vivían felices para siempre. Algo que a aquel paso jamás ocurriría en la realidad porque el mayor pasaba de él lo más grande, a pesar de que YukHei ya se le había insinuado en algunas ocasiones y en otras directamente le había dejado su número de teléfono escrito en el vaso del café.


            El chico suspiró profundamente. Le gustaba pensar que estaba bien con eso de que su crush no le hiciera ni caso, pero había veces en las que se deprimía un poquito por aquello.

            —No estaba embobado mirándolo —le replicó a JungWoo—. Solo me he quedado un poco sopa, anoche dormí poco.
            —Ya —murmuró el otro chico, sin creérselo ni un poquito—. Pues deja de quedarte dormido por las esquinas y ayuda limpiando las mesas mientras yo me quedo aquí.

            YukHei le volvió a poner mala cara a su amigo, pero después simplemente cogió uno de los trapos y salió de detrás del mostrador para limpiar las mesas que la gente había sido tan desconsiderada de no recoger cuando se habían ido. A YukHei no le gustaba nada tener que hacer aquello, no le gustaba nada tener que trabajar allí, de hecho, pero de alguna forma tenía que ganar dinero para ir a todos los MTs que organizaban en la facultad y en los que hacían un montón de prácticas que luego contaban para diferentes asignaturas. El chico se había metido en INEF porque era una carrera más física que mental, pero no se había imaginado que le fuera a salir casi tan cara como le estaba saliendo a JungWoo la de Bellas Artes, porque el otro tenía que comprar muchísimos materiales caros y a veces difíciles de encontrar.

            No le gustaba trabajar en aquella cafetería todas las tardes nada más salir de la facultad sin tener casi tiempo para comer, pero el chico en realidad sabía que, si no hubiera comenzado a trabajar en aquel lugar, no habría conocido jamás a aquel chico de las gafas de quien aún no sabía su nombre, pero del que se había quedado prendado a primera vista. Le daba las gracias a su amigo JungWoo por haberlo recomendado allí y le daba las gracias a tener aquel turno de tarde para poder ver todos los días a aquel chico que se pedía varios cafés y se ponía a hacer un trabajo tras otro, sentado en uno de los pocos lugares que tenían un enchufe cerca para cargar su portátil y yéndose de allí a las tantas de la noche, poco antes de que cerraran.

            YukHei se había quedado completamente prendado de él el primer día que lo había visto, con el pelo un poco revuelto, las gafas empañadas por el cambio de temperatura del exterior y el interior y demasiados libros en su mochila como para encontrar su billetera. Le había parecido precioso y su sonrisa encantadora y el chico no había podido evitar que el crush fuera cada día más y más grande. Así, en los meses que llevaba trabajando allí, como siempre había sido alguien directo, YukHei le había insinuado al menos una decena de veces que le gustaba y que le encantaría salir con él, pero no había recibido ninguna respuesta del otro chico a aquellas insinuaciones que le hacía mientras lo atendía y le servía los cafés. Igualmente, la última vez que lo había intentado le había dejado su número de teléfono apuntado en el vaso, pero no había recibido llamada alguna o mensaje del otro.

            Su crush pasaba de él bastante y YukHei se había resignado a que aquello siguiera siendo así, aunque le doliera, pero había veces en las que no podía evitar perderse en sus pensamientos, en unos pensamientos en los que todo entre él y aquel chico era perfecto.

            YukHei lanzó un profundo suspiro al aire cuando salió de sus pensamientos de nuevo, dándose cuenta de que prácticamente se había limpiado todo el local y que la única mesa que le quedaba por recoger era aquella en la que había estado sentado su crush. Había estado, porque ya se había ido de allí y la mesa estaba vacía. Probablemente se habría ido de allí mientras había estado limpiando y metido en su mundo, por eso no se había dado cuenta de nada. Se dirigió entonces hacia allí para limpiar la mesa y en ésta se encontró un folio con algo escrito. YukHei pensó que era algo que se había dejado sin querer y que si se lo guardaba y selo daba al día siguiente tendría una oportunidad extra para entablar una conversación con él… pero al acercarse se percató de que el folio no había sido dejado allí de forma accidental, sino completamente a propósito.

            “A Wong YukHei. Siento no haberte llamado, pero me robaron el móvil el otro día y no sabía cómo decirlo sin que sonara a excusa… también siento no haberte dado mucha bola cuando ligas conmigo mientras me atiendes, pero se me da fatal ligar con la gente. Prometo que a partir de ahora trataré de hacer las cosas bien contigo. Por cierto, mi nombre es Kun”.

            Después de leer aquella nota que había sido dejada para él, el corazón de YukHei comenzó a latir de forma muy rápida dentro de su pecho porque su crush lo había noticeado finalmente y no cabía en sí de gozo.





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