Título: I am (not) OK
Autora: Riz Aino
Pareja:
KunCas (Lucas + Kun) (NCT)
Clasificación:
PG–13
Géneros:
AU, romance, drama, humor, fluff
Número de palabras:
1.087 palabras
Resumen:
YukHei bebe los vientos por Kun… éste no le hace mucho caso, pero YukHei está
bien con eso…
Notas: drabble
escrito para Jared, que hace milenios me hizo esta petición y yo no había
podido ponerme con ella hasta ahora, sorry por tanto.
Comentario de autora:
al principio no tenía mucha idea de cómo hacer la historia, pero después bajó a
verme alguna musa o algo, porque cuando me puse a escribirla salió en un rato,
del tirón y sin parar. Espero que os guste.
I
am (not) OK
—¿Otra vez embobado mirando al chico
de las gafas?
La pregunta pilló a YukHei
completamente desprevenido y dio un pequeño salto antes de volverse a la
persona que tenía al lado y que le había hablado. El chico encogió la nariz y
miró mal a JungWoo —su amigo y compañero de trabajo— por haberle dicho aquello
mientras estaba en su mundo, en un mundo maravilloso de ensoñaciones en el que
Kun finalmente aceptaba su propuesta de salir juntos y vivían felices para
siempre. Algo que a aquel paso jamás ocurriría en la realidad porque el mayor
pasaba de él lo más grande, a pesar de que YukHei ya se le había insinuado en
algunas ocasiones y en otras directamente le había dejado su número de teléfono
escrito en el vaso del café.
El chico suspiró profundamente. Le
gustaba pensar que estaba bien con eso de que su crush no le hiciera ni caso, pero había veces en las que se
deprimía un poquito por aquello.
—No estaba embobado mirándolo —le
replicó a JungWoo—. Solo me he quedado un poco sopa, anoche dormí poco.
—Ya —murmuró el otro chico, sin
creérselo ni un poquito—. Pues deja de quedarte dormido por las esquinas y
ayuda limpiando las mesas mientras yo me quedo aquí.
YukHei le volvió a poner mala cara a
su amigo, pero después simplemente cogió uno de los trapos y salió de detrás
del mostrador para limpiar las mesas que la gente había sido tan desconsiderada
de no recoger cuando se habían ido. A YukHei no le gustaba nada tener que hacer
aquello, no le gustaba nada tener que trabajar allí, de hecho, pero de alguna
forma tenía que ganar dinero para ir a todos los MTs que organizaban en la
facultad y en los que hacían un montón de prácticas que luego contaban para
diferentes asignaturas. El chico se había metido en INEF porque era una carrera
más física que mental, pero no se había imaginado que le fuera a salir casi tan
cara como le estaba saliendo a JungWoo la de Bellas Artes, porque el otro tenía
que comprar muchísimos materiales caros y a veces difíciles de encontrar.
No le gustaba trabajar en aquella
cafetería todas las tardes nada más salir de la facultad sin tener casi tiempo
para comer, pero el chico en realidad sabía que, si no hubiera comenzado a
trabajar en aquel lugar, no habría conocido jamás a aquel chico de las gafas de
quien aún no sabía su nombre, pero del que se había quedado prendado a primera
vista. Le daba las gracias a su amigo JungWoo por haberlo recomendado allí y le
daba las gracias a tener aquel turno de tarde para poder ver todos los días a
aquel chico que se pedía varios cafés y se ponía a hacer un trabajo tras otro,
sentado en uno de los pocos lugares que tenían un enchufe cerca para cargar su
portátil y yéndose de allí a las tantas de la noche, poco antes de que
cerraran.
YukHei se había quedado
completamente prendado de él el primer día que lo había visto, con el pelo un
poco revuelto, las gafas empañadas por el cambio de temperatura del exterior y
el interior y demasiados libros en su mochila como para encontrar su billetera.
Le había parecido precioso y su sonrisa encantadora y el chico no había podido
evitar que el crush fuera cada día
más y más grande. Así, en los meses que llevaba trabajando allí, como siempre
había sido alguien directo, YukHei le había insinuado al menos una decena de
veces que le gustaba y que le encantaría salir con él, pero no había recibido
ninguna respuesta del otro chico a aquellas insinuaciones que le hacía mientras
lo atendía y le servía los cafés. Igualmente, la última vez que lo había
intentado le había dejado su número de teléfono apuntado en el vaso, pero no
había recibido llamada alguna o mensaje del otro.
Su crush pasaba de él bastante y
YukHei se había resignado a que aquello siguiera siendo así, aunque le doliera,
pero había veces en las que no podía evitar perderse en sus pensamientos, en
unos pensamientos en los que todo entre él y aquel chico era perfecto.
YukHei lanzó un profundo suspiro al
aire cuando salió de sus pensamientos de nuevo, dándose cuenta de que
prácticamente se había limpiado todo el local y que la única mesa que le
quedaba por recoger era aquella en la que había estado sentado su crush. Había estado, porque ya se había
ido de allí y la mesa estaba vacía. Probablemente se habría ido de allí
mientras había estado limpiando y metido en su mundo, por eso no se había dado
cuenta de nada. Se dirigió entonces hacia allí para limpiar la mesa y en ésta
se encontró un folio con algo escrito. YukHei pensó que era algo que se había
dejado sin querer y que si se lo guardaba y selo daba al día siguiente tendría
una oportunidad extra para entablar una conversación con él… pero al acercarse
se percató de que el folio no había sido dejado allí de forma accidental, sino
completamente a propósito.
“A
Wong YukHei. Siento no haberte llamado, pero me robaron el móvil el otro día y
no sabía cómo decirlo sin que sonara a excusa… también siento no haberte dado
mucha bola cuando ligas conmigo mientras me atiendes, pero se me da fatal ligar
con la gente. Prometo que a partir de ahora trataré de hacer las cosas bien
contigo. Por cierto, mi nombre es Kun”.
Después de leer aquella nota que
había sido dejada para él, el corazón de YukHei comenzó a latir de forma muy
rápida dentro de su pecho porque su crush
lo había noticeado finalmente y no
cabía en sí de gozo.
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