Título: (I lead you) I’m the boss
Autora: Riz Aino
Pareja:
LuWoo (Lucas + JungWoo) (NCT)
Clasificación:
NC–17
Géneros:
AU, romance, smut, pwp
Número de palabras:
1.519 palabras
Resumen:
es la primera vez de JungWoo, por ese motivo deja que YukHei lo guíe en busca
del placer.
Advertencias:
básicamente relaciones sexuales explícitas, solo puedo advertir sobre eso
porque no hay nada más raro en el fic.
Notas: cuando salió
Boss y por fin aparecieron las traducciones buenas, no pude evitar imaginarme
esto a medida que iba leyendo la letra.
Comentario de autora:
al empezar a escribir ni siquiera me había planteado qué era realmente lo que
iba a escribir, solo tenía tres cosas fijas que querían que aparecieran… pero
me puse a ello y no tardé más que unos minutos en escribirlo todo (aunque luego
tardé una semana en ponerme y corregirlo porque la pereza es grande). Espero
que os guste.
(I
lead you)
I’m
the boss
El bosque estaba cubierto por una
oscuridad casi completa que apenas dejaba ver un poco más allá de unos metros y
el sonido de la respiración agitada junto con el de las pisadas sobre el suelo
eran lo único que se podía escuchar hasta que el aullido de un lobo resonó en
el lugar y JungWoo supo que algo iba a ir realmente mal. Sin embargo, antes de
poder averiguar si estaba en lo correcto, sintió unos conocidos labios en su
cuello, haciendo que alejara su atención por completo de la película que habían
puesto y que solo se pudiera centrar en cómo los labios de YukHei trazaban un
camino de besos desde detrás de su oreja y bajando por su cuello hasta que su
camiseta le impidió seguir con su pequeña exploración. Cuando aquella mañana
JungWoo le había propuesto a su novio ver una película de miedo para pasar la
noche juntos no había firmado para aquello.
—Xuxi… quiero ver la peli… —murmuró,
sintiendo un escalofrío de placer recorrer su columna vertebral de arriba abajo
cuando YukHei en vez de alejarse de él usó su lengua y sus dientes en su
cuello, tratando de dejar marca—. Xuxi… —medio gimió, medio protestó—. La
película…
—Hyung…
—YukHei se alejó por fin de él y JungWoo giró su rostro para mirarlo, dándose
cuenta en ese momento de que el chico se encontraba sentado de rodillas en el
sofá y encarado a él—. La película podemos verla cualquier otro día, pero hoy
no están tus padres en casa y podemos hacer más cosas.
Durante un segundo, el latido de su
corazón se detuvo para después comenzar a latir rápidamente dentro de su pecho.
YukHei ya había dicho en otras ocasiones cosas como aquella, insinuándole que
quería mucho más con él cada vez que podía, estuvieran solos o en mitad de
clases, susurrándoselo al oído y tocando su muslo, haciendo que JungWoo se
sobresaltara. No. Aquella no era la primera vez que oía aquellas palabras, pero
como si lo fueran, porque para JungWoo aquel paso más estaba todavía un poco
lejos porque le daba una vergüenza terrible todo aquello.
—Prefiero ver la película —dijo
finalmente.
—Hyung…
—se quejó YukHei, mirándolo de forma fija—. ¿Por qué?
—Sabes por qué —replicó JungWoo, y
sabiendo que aquella conversación iba a durar bastante y que era algo serio,
pausó la película y centró toda su atención en el otro.
—Sé por qué —contestó su novio—,
pero quiero que eso cambie. No tienes por qué estar avergonzado, no es como si
no hubiera visto tu cuerpo ya. Además, eres precioso.
JungWoo no pudo evitar sonreír ante
el último comentario. YukHei tenía razón en que no debía estar avergonzado
porque ya se habían visto prácticamente desnudos el uno al otro y no había nada
de lo que estar avergonzado; pero por otra parte, solo de pensar en lo que
pasaría entre ellos, JungWoo no podía evitar que los colores se le subieran. No
estaba totalmente mentalizado todavía para tener su primera vez, aunque se
sentía fatal por seguir posponiéndolo porque en el fondo quería hacerlo con
YukHei.
—Podemos hacer una cosa, hyung —comentó el otro, llevando su mano
hasta la mejilla de JungWoo, sacándolo de sus pensamientos—. Podemos intentarlo
y te prometo que si en algún momento me dices que pare lo haré sin poner
ninguna pega y simplemente seguiremos viendo la película como si aquí no
hubiera pasado nada. ¿Qué dices?
El mayor se pensó su respuesta durante
unos momentos bajo la atenta mirada de YukHei y su mente y su corazón por fin
llegaron a un acuerdo después de todo aquel tiempo que habían estado saliendo y
después de todas aquellas veces que el menor le había propuesto dar aquel paso.
Puede que no llegara a buen puerto aquella vez, pero JungWoo estaba dispuesto a
intentarlo.
—Está bien —respondió finalmente.
Inmediatamente, el rostro de YukHei
se iluminó, y antes de que JungWoo se diera cuenta de nada, el menor ya se
había echado sobre él para envolverlo fuertemente entre sus brazos, dándole las
gracias una y otra vez por aquello. JungWoo se sintió un poco mal porque
durante todo aquel tiempo había hecho esperar a su novio, pero a la vez se
sintió un poco feliz por ver cómo parecía que acababa de hacer a YukHei la
persona más feliz sobre la faz de la tierra.
—No te vas a tener que preocupar por
nada —murmuró el menor cuando se separó de él—. Esta noche soy yo el jefe, deja
que te guíe.
JungWoo no pudo evitar esbozar una
sonrisa y después asintió, dejando que YukHei se ocupara de todo aquella noche
mientras él trataba de superar aquella vergüenza. Por ese motivo, el chico tomó
la mano que su novio le tendió para levantarlo del sofá y después dejó que lo
guiara hasta su habitación, donde, una vez acostados en la estrecha cama, éste
comenzó a besarlo. Los besos de YukHei siempre eran demandantes y húmedos y
hacían que las rodillas de JungWoo temblaran como la gelatina, pero los besos
que compartieron en aquel momento, además de dejarlo temblando como un flan,
hicieron que su cuerpo se sintiera caliente, de una forma que nunca antes le
había pasado.
Sin embargo, JungWoo no podía pensar
en sus reacciones porque las sensaciones que las acciones de YukHei realizaba
en su cuerpo, eran mucho más absorbentes y JungWoo seguía queriendo
experimentarlas. La vergüenza seguía estando ahí, seguía haciendo que sus
mejillas se volvieran de un color rojo brillante, pero las manos de su novio
tocando su pecho por debajo de su ropa mientras besaba su cuello eran electrizantes
y, poco a poco, sus tensos músculos comenzaron a relajarse bajo el toque de
YukHei, incluso cuando aquella mano decidió que era hora de abandonar su pecho
y se metió por la cinturilla de sus pantalones, tocando su miembro.
Hasta ese momento, JungWoo no había
notado cómo su miembro había reaccionado ante la situación, pero la mano de
YukHei le había hecho darse cuenta que éste había reaccionado solo a los besos
y a las caricias y se había endurecido bastante, volviéndose también mucho más
sensible, provocando que el mayor no pudiera evitar gemir dentro del beso y
después separarse de los labios de YukHei para tratar de tomar aire
desesperadamente porque se había quedado sin respiración.
—Hyung…
¿quieres que pare? —preguntó YukHei, mirándolo preocupado, pero JungWoo negó
con la cabeza.
—No. No pares —replicó—. Solo
necesito poder respirar… demasiadas sensaciones…
YukHei esbozó entonces una sonrisa
pícara y llevó sus labios hasta el cuello de JungWoo mientras su mano seguía
tocando su miembro, haciendo que éste sintiera cómo cada vez más se acumulaba
el fuego en su interior hasta que finalmente no pudo contenerlo más y el
orgasmo estalló, dejando sus músculos completamente relajados, su mente en
blanco y su corazón latiendo aceleradamente dentro de su pecho, además de una
mancha de semen en su ropa y en la mano que YukHei había usado para tocarlo.
Durante unos momentos, JungWoo no pudo hacer otra cosa más que tratar de
recuperar su respiración, pero cuando pudo volver a centrarse y abrió sus ojos
para mirar a su novio, se encontró con éste lamiendo el semen de sus largos
dedos y el mayor sintió cómo de repente toda la vergüenza por lo que acababan
de hacer le recorriera cada centímetro de su cuerpo, escuchando la risa de su
novio de fondo.
Pero aunque JungWoo estaba
avergonzado, no se arrepentía para nada de haber hecho aquello. Quizás aquella
vez no hubieran hecho demasiado —ni siquiera se habían quitado la ropa— pero
para él había sido dar un enorme paso para el que no sabía si estaba preparado,
algo que lo hacía sentir mucho menos preocupado por el siguiente paso.
Notas finales:
—Tengo
un soft spot para estos niños en mi
corazoncito de shipper y lo único que
había escrito de ellos era cuqui, pero me apetecía hacer algo un poco más
“salvaje” además de bonito y lo que salió fue esta historia. Después de esto,
volveré a escribir cosas cuquis y fluffys
sin nada más porque son demasiado preciosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario