Título: My Juliette
Autora: Riz Aino
Pareja: RaWoong (Ravn + HwanWoong) (ONEUS)
Clasificación: PG
Géneros: romance, dramita
Número de palabras: 1.122 palabras
Resumen: YoungJo le pide a HwanWoong que lo ayude en su
caracterización de Romeo para su actuación en el programa.
Notas: historia escrita debido a la conversación que mantienen ONEUS
sobre quién debe ser el Romeo de la actuación.
Comentario de autora: le tenía muchas ganas a escribir algo
sobre este ship porque me parecen adorables, así que, necesitaba una excusa para
hacer algo de ellos y el programa me la dio. Espero que os guste.
My Juliette
—¡HwanWoong!
—llamó YoungJo al menor cuando éste se disponía a salir por la puerta de la
sala de ensayo. El chico se detuvo y se giró hacia él. No dijo nada, pero
aquello le indicó a YoungJo que tenía toda su atención, así que, continuó
hablando—. ¿Te importa quedarte conmigo un rato más para repasar unos
movimientos?
YoungJo no era muy dado a pedir
aquel tipo de favores, de hecho, no se le daba mal bailar, así que, generalmente
no lo necesitaba… pero en aquella actuación era el protagonista, el Romeo, y
necesitaba ayuda con un par de cosas, sobre todo necesitaba ayuda con sus
expresiones para hacer una buena actuación. No buena… tenía que hacer una
actuación sublime —él
y los demás, pero sobre todo él porque todos los ojos iban a estar puestos en
él durante sus partes de actuación dramática— porque estaban en puestos bajos y
necesitaban obtener muchos puntos para poder seguir adelante en el programa y
llegar a la final. Aunque hicieran la colaboración con THE BOYZ y eso les diera
algo de calma porque seguro que aquello acababa bien, debían de hacerlo
increíble en su actuación de Be Mine. Ni siquiera habían elegido aquella
canción porque, ¿cómo se les podría haber ocurrido a ellos coger una canción de
los reyes de la sincronización?, pero era lo que les había tocado y tenían que
hacerlo perfecto. Por todo aquello, necesitaba más que nunca que HwanWoong se
quedara con él, aunque fuera solo media hora… media hora de ensayo podía
suponer el éxito o el fracaso.
—Claro, hyung, lo que necesites —le
dijo, girando sobre sus talones y dejando la mochila en el suelo.
—Gracias —murmuró—. Y lo siento, es tarde y en realidad
tendrías que estar durmiendo.
—Un rato más que menos no va a hacer la
diferencia —replicó HwanWoong, acercándose a él con determinación, pero con
unas ojeras que le llegaban cada vez más abajo.
La verdad era que, el paso por aquel programa los estaba
dejando a todos hechos polvo porque tenían que ensayar para las misiones
constantemente y, además, preparar las cosas para el próximo comeback y,
también habían estado de promociones con A song written easily mientras
grababan… además, las jornadas de grabación del Road to Kingdom eran realmente
interminables. Aquellos meses les habían pasado factura a todos, pero HwanWoong
cada vez parecía más pequeño y más delgado y, por supuesto, los círculos
oscuros bajo sus ojos cada vez eran más oscuros y más grandes y a YoungJo le
preocupaba que no estuviera durmiendo ni comiendo lo suficiente porque, como
algún día acabara por derrumbarse, el chico iba a tardar en recuperarse y no
podían permitirse eso ahora que el nombre de ONEUS era mucho más conocido en su
país. Tenían que terminar el programa y, si podían ganar, sería increíble, pero
para eso tenían que llegar en buena forma, así que, solo entretendría a
HwanWoong unos momentos para después mandarlo de vuelta a casa a dormir.
—¿Con qué necesitabas ayuda, hyung? —le preguntó,
llegando hasta él y sacándolo de sus pensamientos. YoungJo parpadeó rápidamente
para alejar cualquier otro pensamiento de su mente y centrarse en aquello.
—Es solo… la parte en la que tengo que actuar
super descorazonado al inicio de la actuación —comenzó—. Tiene que ser lo
suficientemente cautivadora y dramática para atraer la atención desde el
principio y que la gente vea que va a ser algo épico desde ese instante.
—No te preocupes, hyung, vamos a ello —le
dijo.
Durante los siguientes minutos
estuvieron ensayando una y otra vez el tempo del solo que tenía en la
introducción de la canción, junto con las expresiones que debía de ir mostrando
a medida que ésta avanzaba para así poder mostrar a los espectadores y también
a los demás participantes del programa que sabía lo que hacía y que aquel
momento de drama era el absoluto desatador del caos de la actuación. Gracias a
tener a HwanWoong a su lado, siendo paciente con él y explicándole los
sentimientos que debía expresar y cómo debía expresarlos para que la cámara los
captara, no tardó demasiado en coger el hilo de cómo debía hacerlo, aunque sí
que fue más tiempo del que había pensado que tardaría en un primer momento.
—Vale, ya le tengo cogido el truco —acabó
diciendo cerca de una hora después de haber detenido al menor de irse a casa—.
Ya podemos irnos a casa.
HwanWoong asintió, visiblemente cansado y YoungJo se
sintió culpable de nuevo por haberlo retenido allí más tiempo un día que el
chico se iba relativamente temprano a casa. Al día siguiente se lo
recompensaría en los ensayos, haciéndolo todo correctamente para que se
sintiera orgulloso del trabajo que habían hecho esa noche porque había dado sus
frutos.
Ambos recogieron sus cosas y se dirigieron a casa
arrastrando los pies. El piso en el que ONEUS vivía no estaba especialmente
lejos de la empresa, así que caminaron bajo el silencioso manto de la noche,
arrastrando los pies por la acera y sin dirigirse palabra alguna, aunque tenían
muchas cosas de las que hablar… no obstante, estaban demasiado cansados para
ello. Por eso, simplemente se arrastraron hasta casa y se tumbaron en sus
respectivas camas nada más llegar, demasiado agotados para pasar siquiera por
el baño para darse una ducha. Sin embargo, aunque YoungJo estaba demasiado
cansado y lo único que necesitaba era dormir, por alguna extraña razón no podía
quedarse dormido, así que, acabó dirigiéndose a la cama en la que estaba
HwanWoong tumbado em plancha, bocarriba, durmiendo a pierna suelta. De aquella
forma, le recordó a la Julieta de la actuación, su Julieta… y, aunque no
formara parte de la actuación, ni de nada que hubieran propuesto siquiera,
YoungJo se acercó al rostro del chico y le dejó un pequeño beso en la frente
como si fuera su Julieta.
Solo después de eso, YoungJo sintió cómo sus párpados
comenzaban a cerrársele y el sueño se apoderaba de su cuerpo, así que, volvió a
su propia cama para finalmente dormir un par de horas hasta que tuvieran que
volver a la empresa.
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