Título:
First Date
Autora:
Riz Aino
Pareja:
YeJoy (YeRin + Joy) (RedFriend – Red Velvet + GFRIEND)
Calificación:
PG
Géneros:
AU, college, romance, drama, fluff
Número de palabras:
1.002 palabras
Resumen:
SooYoung está demasiado nerviosa por su primera cita con YeRin, su crush desde
hace demasiado tiempo.
Notas: esta historia
se me ocurrió un día después de ver fotos de las dos nenas de cita, tenía que
hacerlo sí o sí.
Comentario de autora:
hacía milenios que quería hacer algo de estas dos niñas mías bonitas, pero
entre unas cosas y otras se me iba pasando y pasando, hasta que decidí meterlas
en esta colección y hacerlo por fin. Espero que os guste.
First Date
Decir que SooYoung estaba nerviosa
era quedarse corto… porque SooYoung estaba NERVIOSA, con
la palabra escrita con tubos de neón que brillaban en la oscuridad y en letras
gigantes y con una flecha enorme con bombillitas también, como los carteles que
anunciaban los moteles de carretera en las películas norteamericanas. ¿Por qué?
¿Por qué estaba tan nerviosa que ya había hecho pedazos dos de las servilletas
de aquellas finas que se encontraban en los servilleteros de la cafetería e iba
a por la tercera cuando solo llevaba en el lugar dos minutos? Era algo muy
simple. SooYoung estaba nerviosa porque tenía una cita.
No era como si la chica no hubiera
tenido ninguna cita antes en sus veinticuatro años de vida, había tenido unas
cuantas, pero estaba demasiado nerviosa porque era su primera cita con la chica
de la que llevaba crusheada más de un año y todavía no se podía creer
siquiera que ella le hubiera propuesto tener una cita. SooYoung casi había
rechazado en un primer momento pensando que aquello tenía que ser una broma
porque era imposible que la chica que estaba delante de ella, que era su crush
desde hacía milenios, le estuviera diciendo que si quería tener una cita con
ella, casi había rechazado pensando que tenía que ser una broma y que la
estaban grabando desde algún ángulo muerto de su visión y que iba a ser el
hazmerreír de todo el campus como dijera que sí… pero al final se había
serenado un poco, había dejado de pensar y había dicho que sí. Obviamente,
había dejado de pensar y se había vuelto loca porque nadie en su sano juicio le
habría dicho que sí a su crush cuando se ponía muy nerviosa con solo
verla de lejos. ¿Una cita? Aquello era su infierno particular.
Llevaba días dándole vueltas a si
habría hecho bien o no, días pensando en no aparecer porque no sabía de qué
narices iba a hablar con ella… pero al final sus amigas le habían hecho pensar
que todo iba a salir bien y que no se preocupara por nada. Ninguna tenía ni
idea de lo mal que lo estaba pasando en aquellos momentos y se lo iba a hacer
pagar después, en cuanto llegara a casa después de la cita… si es que salía viva.
Un ruido a su lado en aquel momento,
mientras divagaba sobre cómo iba a asesinar lentamente a todas sus amigas para
que sufrieran el calvario que estaba sufriendo ella ahora mismo, la puso alerta
y la sacó de sus pensamientos.
—¿Llevas mucho rato esperando? —le preguntó la chica más
preciosa del universo.
SooYoung sintió que el corazón se le
paraba durante unos largos segundos para después volver a latirle como loco
dentro de su pecho, queriendo casi salírsele de él porque realmente YeRin era
la chica más preciosa del universo. En los últimos tiempos se había decolorado
el pelo y lo llevaba rubio platino, pero incluso así, estaba preciosa, y
SooYoung no pudo dejar de mirarla con la boca abierta durante un rato… hasta
que se acordó que tenía que estar entablando una conversación con ella y no
mirándola fijamente como si fuera una psicópata.
—Oh… no, no… —murmuró en respuesta—. He llegado hace un par
de minutos —SooYoung se dio cuenta en ese momento de que YeRin miraba la
montaña de papeles que acababa de dejar rompiendo en pedazos y arrugando los
trozos de las servilletas y rápidamente los recolectó y los quitó de la mesa,
echándolos dentro del cenicero—. Estaba un poco nerviosa —dijo en voz tan baja
que no estuvo segura de si la otra la había escuchado, excusándose.
—No tienes por qué estar nerviosa —sonrió YeRin, sentándose
en la silla frente a ella—, aunque no sé por qué digo lo de no estar nerviosa
porque yo llevo nerviosa por esto días.
—¿De verdad? —no pudo evitar preguntar SooYoung.
—Sí —respondió la chica—. Llevaba un tiempo queriendo pedirte
una cita, pero no sabía si salías o no con tu amiga, la chica castaña y bajita,
y no quería meterme por medio si era así.
—¿YeRim? —preguntó, la otra asintió—. Oh, no, no, no, solo
somos amigas —aclaró—. No tienes por qué preocuparte por ello.
YeRin sonrió de nuevo y el corazón
de SooYoung volvió a pararse durante unos momentos. Auguraba que la tarde iba a
ser muy larga y que iba a sufrir demasiados ataques al corazón por minuto, pero
también estaba segura de que al final iba a merecer la pena porque aquella
chica que tenía delante era completamente increíble y esperaba que al final del
día no solo se quedaran en aquella única primera cita, sino que tuvieran muchas
más. Quizás SooYoung fuera un poco ilusa y tuviera muchas esperanzas en que su crush
avanzase, pero ya que se le había dado la oportunidad y, a pesar del
nerviosismo, iba a seguir el consejo de sus amigas de tirar para adelante y
tratar de encandilar a YeRin de la misma forma que la chica la había
encandilado a ella.
(Y al final de la tarde, después de
hablar de todo y de nada, de reír mucho y de pasar un tiempo completamente
increíble y de ensueño, cuando se despidieron, planearon que debían de tener
una segunda cita más temprano que tarde).
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