Título:
You did well
Autora:
Riz Aino
Pareja:
DaeYoon (DaeYeol + Y) (Golden Child)
Clasificación:
PG
Géneros:
romance, drama, fluff
Número de palabras:
864 palabras
Resumen:
SungYoon se siente fatal debido a la eliminación del grupo, pero han hecho todo
lo que estaba en sus manos y se han esforzado mucho… por lo que deberían estar
satisfechos. Lo han hecho bien, pero, sobre todo, DaeYeol lo ha hecho
espectacular.
Comentario de autora:
estoy indignada y enfadada con mnet por hacer de este programa un survival y
eliminar a gente cuando se suponía que era para mostrar el talento de nuevos
grupos y, sobre todo, los odio por eliminar a Gol-Cha cuando lo hicieron genial.
Espero que os guste.
You did well
El piso estaba en completo silencio,
algo que muy pocas veces sucedía. Sin embargo, aquella noche, justo después de
llegar de su última grabación para el programa Road to Kingdom, el grupo
simplemente había tomado sus turnos para ducharse y después se habían metido
cada uno en sus respectivas habitaciones a dormir, sin dedicarse ni una sola
palabra. No obstante, aunque no habían dicho nada, SungYoon sabía perfectamente
que todos ellos tenían el mismo pensamiento en su mente. “Por mi culpa… porque
no lo he hecho bien… al final hemos sido eliminados…” SungYoon mismo tenía
estos pensamientos, pero él llevaba unas horas tratando de ver el lado positivo
de todo aquello y darle un buen uso a la experiencia que habían obtenido
gracias al programa. Era difícil, era mucho más difícil pensar de esa forma que
de la primera… pero SungYoon sabía que, al final, era la mejor forma de pensar
sobre todo aquello y, por ello, se había quedado en el salón, esperando el
momento en el que alguno de sus compañeros de piso y de grupo, alguno de sus
amigos, alguno de aquellos a los que llamaba “segunda familia” se desesperara
por no poder dormir debido a aquellos pensamientos y apareciera por él salón.
Esa noche estaba muy cansado, pero sabía perfectamente que alguien debía de
hacer de apoyo, de pilar, para todos los demás… y, en esa ocasión, era el único
que podía hacer aquello.
Una de las puertas del piso se abrió
y, unos instantes después, en el salón aparecía DaeYeol, suspirando
profundamente, cabizbajo y arrastrando los pies, sin darse cuenta de que
SungYoon estaba en el lugar hasta que éste le habló.
—¿No puedes dormir, hyung? —aquella pregunta
sobresaltó al mayor y miró a su alrededor hasta que encontró a SungYoon. Éste
le dedicó una sonrisa tranquilizadora cuando sus ojos se encontraron que
DaeYeol respondió con una sonrisa cansada—. ¿Estás bien? —siguió, aunque sabía
perfectamente la respuesta a eso. No. DaeYeol no estaba bien.
Aun así, el mayor asintió levemente a su pregunta y el
corazón de SungYoon se rompió en unos cuantos más de pedazos de los que ya se
había roto a lo largo de aquel día. DaeYeol siempre les ponía a los demás por
delante de él mismo en absolutamente todo, siempre era el bienestar y seguridad
de todos ellos mucho más importante de lo que lo era el suyo propio. DaeYeol
siempre les decía que lo habían hecho bien y se habían esforzado… pero, tal y
como SungYoon había expresado en la grabación unas horas antes, el mayor no
tenía a nadie que le dijera aquellas palabras nunca.
—Hyung…
—murmuró, llamando de nuevo su atención—. Tú también lo has hecho bien.
DaeYeol lo observó en silencio durante unos momentos y,
después, una lágrima escapó de su ojo derecho antes de que pudiera cubrirse la
cara con las manos y girarse hacia la otra pared del salón para que SungYoon no
lo viera llorar. No obstante, el chico ya lo había visto y no se iba a quedar
sentado en el sofá como si no estuviera sucediendo nada ante él. Inmediatamente
se levantó y caminó hacia DaeYeol, colocándose tras su espalda y pasando sus
brazos alrededor de su cintura hasta que entre sus cuerpos no quedó ni un solo
centímetro de separación, abrazándose fuertemente al mayor, dejando su cabeza
caer en el hueco de sus omoplatos.
—Lo has hecho bien siempre… guiándonos en los momentos
malos y en los buenos… —dijo—. Has estado siempre para todos y, nosotros
siempre hemos estado para ti, aunque no hayamos sabido expresarlo nunca —añadió—.
Pero nos tienes a todos aquí y no tienes que cargar con todo el peso solo.
El mayor no dijo nada, pero tampoco controló su llanto
tras las palabras de SungYoon, que simplemente se dedicó a abrazarlo
fuertemente para que sintiera su apoyo y que lo que acababa de decir era
sincero y de verdad lo tenía allí para apoyarlo en los momentos en los que lo
necesitara. Largos minutos pasaron de aquella forma, sin decir nada más, con
los sollozos de DaeYeol llenando el silencio del piso en la noche… hasta que el
mayor se giró en sus brazos para echarse sobre él y abrazarlo con fuerza,
tratando de terminar de calmarse mientras le susurraba “gracias” una y otra
vez.
Notas finales:
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