martes, 27 de noviembre de 2012

Enamorado de Mi Enemigo


Enamorado de mi Enemigo


   Era un día normal y corriente, uno como cualquier otro en mi vida desde que había comenzado el instituto. Y en ese día, que había comenzado igual a todos, me di cuenta de que me había enamorado, y no de cualquier persona, sino de la persona que más me odiaba en el mundo...

   Kris…

   Él era un tipo imponente, llevaba repitiendo el mismo curso desde que yo tenía memoria, y ahora estaba en mi clase. Me miraba desde siempre con muy mala hostia y con recelo. Siempre que nos encontrábamos, me apartaba de su camino de un empujón.

   Yo no sabía qué hacer. Ni siquiera me gustaban los hombres, pero Kris hacía que se removiera algo en mi interior.

   -Buf- suspiré cansado tirándome encima de la cama.
   -¿Qué te pasa?- preguntó mi hermano entrando a la habitación que compartíamos desde que estábamos en aquel Internado.
   -No es nada, JungSoo- contesté, no le quería decir nada a mi hermano, no quería que se riera de mí o que me evitara por ser diferente.
   -Anda… dímelo…- comenzó a molestarme una y otra vez hasta que no tuve más remedio que contárselo. Nadie era más maruja que mi hermano, ni las marujas que había en su clase, ni siquiera esas eran tan marujas cómo él.
   -Creo que me he enamorado…
   -Wooo… eso es fantástico- dijo muy feliz.
   -… de un chico…

   Mi hermano se quedó pillado y dejó de saltar de la alegría para mirarme muy seriamente. Lo acababa de decepcionar. Él se esperaba a una cuñada guapa, y ahora no la iba a tener.

   -¿Estás seguro?- me preguntó.
   -Cada vez que estoy cerca me pongo nervioso, no puedo mirarlo a los ojos y desvío mi mirada, mi corazón se acelera y noto un cosquilleo en el estómago cada vez que me mira o si me toca, siento escalofríos.
   -Vaya…- susurró sentándose en mi cama- tiene toda la pinta…
   -Sí.
   -¿Te gustan otros chicos o sólo él?
   -No lo sé… no me he fijado antes en otros chicos… puede… o no… no lo sé…- me agarré el cabello desesperado.
   -Tranquilo, Channie, tranquilo- se acercó a mí y me abrazó- todo se solucionará.
   -Tú siempre tan positivo- contesté intentando sonreír, pero no tenía muchas ganas.
   -En la vida hay que ser positivo- me dijo- sino, todo te parece horrible.
   -Eres muy sabio- dije- cómo se nota que te estás haciendo mayor…
   -¡Oye!- se lanzó sobre mí y comenzó a hacerme cosquillas- ¿a quién llamas viejo?

   A la mañana siguiente caminaba hacia mi clase cabizbajo y metido en mis pensamientos, ése iba a ser otro día de infarto en el que con tan sólo ver a Kris mi corazón comenzaría a latir tan rápido en mi pecho que casi se saldría. Metido en mi mismo, como estaba, ni me di cuenta que enfrente de mí se colocó mi mejor amigo, BaekHyun, hasta que me saltó encima y se me enganchó como un mono.

   -Buenos días- dijo feliz, con una sonrisa de oreja a oreja, bajándose de mí.
   -Buenos días.
   -¿Y esa cara?- preguntó tirándome de los mofletes- ¿no me digas que sigues triste por ese inútil?
   -No es eso…
   -Claro que es eso- aseguró- ese tipo no te conviene, es un bruto, un borde, un malcriado y un inútil- BaekHyun intentaba decir insultos desagradables, pero no podía, además con esa cara de niño bueno, tampoco le pegaba mucho.
   -Ya, ya, lo sé- contesté- pero es algo que no puedo evitar.
   -Babo…- se agarró a mi brazo y echamos a andar, al girar la esquina, nos encontramos con el responsable de mis desvelos, de mis sentimientos encontrados y, en definitiva, de todos mis problemas. Nos echó a ambos una mirada asesina y luego siguió su camino- hablando del rey de Roma…- murmuró BaekHyun y me miró- ¿Channie?- se paró delante de mí, me cogió el rostro con sus manos y me agachó hasta quedar a su altura- no estés triste.
   -No estoy triste…
   -No me vengas con rollos- contestó- te conozco desde hace mucho.
   -BaekHuynnie…- susurré.
   -Estoy aquí, no te abandonaré- dijo.
   -Gracias- y seguimos nuestro camino.

   Las clases comenzaron y todo fue igual que siempre. Los profesores daban la chapa, los estudiantes pasábamos de ellos… vamos, como siempre. Pero había una cosa que no era como siempre. Normalmente, durante las clases, Kris no me miraba, pero eso no era así este día. Me miraba, y me miraba mucho. No quitaba sus penetrantes ojos de mí, pero no me miraba con odio o con enfado, me miraba de otra manera, una manera que no lograba identificar.

   Nos tocaba Deporte, y tras cambiarnos en los vestuarios, salimos al patio y el profesor nos puso a correr, dándole veinte vueltas al lugar. Yo tenía bastante fondo, pero BaekHyun no, así que me quedé algo rezagado con él. Mientras corríamos, me di cuenta de que el profesor me llamaba.

   -Te dejo solo- dije a mi mejor amigo.
   -Odio al profesor por llamarte ahora- murmuró.
   -Lo siento.

   Salí corriendo hacia el profesor, y cuando llegué, me di cuenta de que no estaba solo, con él estaba Kris. Miré hacia atrás buscando con la mirada a BaekHyun y él me hizo un gesto con las manos diciendo que me acercara, que no pasaría nada. Le hice caso y me coloqué cerca del profesor.

   -¿Quería algo?- pregunté.
   -Sí, ¿puedes ir con Kris a por unos materiales al gimnasio?- dijo.
   -Mmm… claro, sí…
   -Pues bien, vamos, daos prisa- le dio las llaves a Kris y comenzó a pegarle voces a los demás alumnos.

   Kris echó a andar y yo detrás de él. Nos dirigimos hacia el gimnasio, atravesando el patio y luego los jardines, hasta llegar al gimnasio, que estaba al otro lado del colegio. Él metió la llave en la cerradura, abrió la puerta y entró dentro. Entré tras él y la puerta se cerró por el aire que hacía. Vi a Kris moverse por el lugar y me acerqué a él.

   -¿Qué es lo que el profesor quería que buscáramos?- pregunté.
   -Quiere que saquemos unos materiales que están muy altos como para que él llegue.
   -Oh, vale.

   Kris y yo éramos los más altos del curso y casi del lugar, por lo que no me extrañaba que el medio metro del profesor nos mandara a nosotros a por los materiales. Él se subió a unas escaleras y luego comenzó a darme las cosas. Una bolsa de balones, una de petos, otra con conos… y así, con un montón de cosas.

   Cuando terminó, bajó de las escaleras y cogió la mitad de las cosas. Yo cogí la otra mitad y nos dirigimos hacia la salida. Kris giró la manecilla de la puerta, pero ésta no se abrió. Rebuscó en sus bolsillos intentando encontrar las llaves, pero no las halló. Se giró hacia mí entonces.

   -¿Tú tienes las llaves?- sólo pude negar con la cabeza ante su tono tan demandante- ¿cerraste la puerta?- volví a negar- ¡joder!- maldijo por lo bajo soltando todas las cosas que llevaba en el suelo, su brusco gesto me asustó un poco y me alejé algo de su lado- estamos atrapados- murmuró girándose hacia mí y frunciendo el ceño al ver que estaba más lejos que antes- ¿traes tu teléfono móvil?-me preguntó.
   -No- dije casi en un susurro- lo dejé en el vestuario.
   -Entonces no tenemos manera de comunicarnos con el exterior- dijo negando con la cabeza, parecía cansado- anda, suelta las cosas, sino te cansarás- le hice caso y solté todas las bolsas en el suelo mientras él se sentaba con la espalda recargada en la pared junto a la puerta.
   -Seguro que alguien se da cuenta de que no estamos- dije intentando que el ambiente se relajara. Esta era la vez que más palabras había cruzado con Kris, y mi corazón latía tan fuerte que pensaba que tenía que oírse en todo el gimnasio.
   -¿Con el profesor tan despistado que tenemos?- preguntó- déjame decirte sinceramente que lo dudo mucho.
   -Pero algún alumno… BaekHyunnie podría…
   -BaekHyun…- susurró con algo de jactancia.

   Me quedé petrificado ante el tono en el que dijo el nombre de mi mejor amigo. Parecía como si le tuviera un odio muy profundo, incluso más del que me tenía a mí. Me sentí muy mal por dentro, no tenía ningún motivo para odiar a mi amigo, él era una persona agradable con todos y muy simpático. No me pude contener.

   -¿Por qué odias a BaekHyunnie?- dije poniéndome de rodillas frente a él.
   -¿Quién te ha dicho que lo odie?- preguntó brusco.
   -Tu tono de voz- respondí.
   -Si te digo la verdad, sólo no me cae bien por diversos motivos- asentí algo aliviado. Entonces otra duda atacó mi mente.
   -Entonces, ¿por qué me odias a mí?

   Kris me miró de una manera muy extraña, como decepcionado por mis palabras y suspiró cansado, mientras agachaba su cabeza.

   -No es que te odie- murmuró y dijo otra cosa más, pero no pude entenderlo bien.
   -Entonces… ¿por qué siempre me miras como si quisieras matarme?- él alzó la cabeza.
   -¿De verdad parece que quiero matarte?- asentí y suspiró- ¿tan aterrador parezco?- preguntó, y sentí cómo mi corazón daba un vuelco al ver su mirada triste.
   -No, no, no, no, no- negué varias veces, con mi voz, mi cabeza y mis manos- no eres aterrador.
   -¿Entonces?
   -Serio, tal vez- dije- alguien serio.
   -Vaya… no sabía que me veía así- murmuró.
   -Bueno… se puede cambiar intentando hablar más con la gente y esas cosas- dije sincero sonriendo- y… me gustaría… saber sino me odias… ¿qué es lo… que piensas… de mí…?- no pude contenerme, parecía que estaba siendo sincero en sus respuestas así que le pregunté para saber a qué atenerme, para saber si tenía esperanzas, para saber si…

   Mis pensamientos se vieron interrumpidos por sus labios que chocaron contra los míos en un intento feroz de transmitirme todo lo que parecía no podía decir con palabras. Mi corazón latía desenfrenadamente, y mis labios correspondían su beso moviéndose con los suyos. La falta de aire fue lo único que nos hizo separarnos.

   Nos miramos a los ojos fijamente, y durante unos momentos, pensé que no había nada, ni nadie más en este mundo aparte de nosotros dos. Kris abrió sus piernas y me agarró con sus brazos de la cintura para que me pusiera en el hueco creado y así estar más cerca. Acto seguido, volvió a atacar mis labios, esta vez con desesperación, con ansia, y con algo más que no podía identificar. Al separarnos la siguiente vez, él agachó su cabeza y suspiró hondo.

   -Lo siento- murmuró, y mi corazón se paró al escuchar esas dos palabras.
   -¿Por qué?- pregunté con algo de mal humor. Me besaba como si fuera el último día de la Tierra y luego me decía esas dos palabras que herían mis sentimientos.
   -Yo… yo… no sé lo que hago… tú… estás saliendo con… BaekHyun… y…

   Todas las piezas del rompecabezas comenzaron a encajar en mi cabeza. Las miradas de odio que nos dirigía, todo lo que habíamos hablado desde que estábamos allí dentro, sus acciones… todo… sonreí mientras le tomaba el rostro con mis manos.

   -Babo…- susurré- yo no estoy saliendo con BaekHyunnie- Kris alzó la cabeza y me miró sin comprender.
   -¿Entonces…?
   -Él y yo sólo somos buenos amigos, nada más.

   Y sin decir más palabras me acerqué a él y le di un dulce y lento beso en los labios. Kris pasó sus brazos por mi cintura, acercándome más y pegándome a su cuerpo, para acrecentar el contacto. Cuando nos separamos, respirábamos entrecortados, y nuestros rostros estaban adornados con sonrisas de felicidad.

   -Me gustaría… que nosotros… comenzáramos algo…- murmuró.
   -¿Me estás pidiendo salir?- pregunté algo incrédulo.
   -Si tú no quieres…
   -Claro que quiero- dije inmediatamente y le di un pequeño beso.

   Él sonrió contra mis labios y justo cuando otro beso iba a comenzar, escuchamos el ruido que hacía la puerta al abrirse. Nos separamos como pudimos y los dos quedamos sentados en el suelo a escasos metros pero sin ningún indicio de lo que había pasado. Por la puerta entró BaekHyun y oí cómo Kris suspiraba. Sonreí ante su reacción.

   -Channie- dijo el recién llegado abalanzándose sobre mí y abrazándome fuertemente- menos mal que estás bien- susurró- pensé que este desalmado podría haberte hecho algo- detrás de BaekHyun pude ver como la imponente figura de Kris se levantaba del suelo con una mirada de mala leche que asustaba.
   -No ha pasado nada- dije- nada malo, quiero decir…- él se separó de mí y me miró sin comprender- luego te lo cuento- murmuré- pero lo mejor ahora será que te separes de mí si no quieres que despertemos al dragón.

   Mi amigo pareció entender lo que había pasado entre nosotros al escuchar mis palabras y se levantó rápidamente, después me ayudó a levantarme para seguidamente murmurar un “le avisaré al profesor que estáis bien” y salir corriendo del lugar. Cuando desapareció de la vista, Kris me dirigió una mirada incrédula con una ceja alzada y yo me acerqué a él para abrazarlo.

   -Sigo queriendo salir contigo- dijo él- no hace falta que te me pegues tanto- sonreí y me abracé aún más fuerte a él.
   -Es que BaekHyunnie es muy efusivo- murmuré- lo siento, y… pensé que estabas celoso…
   -Y lo estoy…
   -No tienes por qué…
   -Está bien- dijo- pero a partir de ahora, esas muestras de cariño sólo están permitidas conmigo- sonreí por sus celos.
   -Está bien… pero no te prometo nada.

   Sé que iba a comenzara protestar, pero lo callé con un beso y luego cogí los materiales que habíamos ido a buscar. Kris me siguió poco después y me dio un beso en la mejilla antes de salir corriendo hacia la pista, con una gran sonrisa.

   Y así fue, cómo me enamoré de mi enemigo.

jueves, 22 de noviembre de 2012

[One Shot] Before This Song Ends {JaeZy} (Re-Write)

Título: Before this song ends
Autora: Riz Aino
Pareja: JaeZy (JB + Suzy) (GOTA – GOT7 + Miss A)
Clasificación: PG
Géneros: AU, romance, fluff
Número de palabras: 2.304 palabras
Resumen:
—Antes de que esta canción termine, tienes que haberte acercado a ella y haberle hablado.
—¿Qué?
Notas: este fanfic fue escrito en el año 2012, y como me gustó mucho desde siempre pensé que lo mejor que podía hacer era re-escribirlo.
Comentario de autora: nunca antes había re-escrito uno de mis antiguos fics y al leerlo me he dado cuenta de lo mucho que he madurado en todo este tiempo. Espero que os guste.


Cada vez que JaeBum pasaba por el parque, ella se encontraba en el mismo lugar. Daba igual la temperatura que hiciera en el lugar, ya hiciera un sol espléndido o el cielo gris se cerniera sobre la ciudad amenazando con la lluvia, la hermosa chica se hallaba sentada en uno de los bancos del parque, con un libro en sus manos, demasiado concentrada leyendo como para darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor, demasiado centrada para percatarse de que JaeBum llevaba muchos meses observándola desde un lugar cercano, intentando decidirse a acercarse a ella y pedirle su número de teléfono —o, en su defecto, al menos intercambiar algunas palabras con ella—.

Pecador


Pecador

   Mi nombre es Choi SiWon, pertenezco al grupo Super Junior, ahora estoy en China, promocionándome junto con la sub-unidad Super Junior-M y soy una persona educada, respetuosa con mis mayores y agradable con todo el mundo. Hace unos pocos días seguiría presentándome como un fiel servidor de los designios de mi Dios, pero eso ahora ha cambiado. Ahora soy un pecador.

   Hace unas pocas noches soñé con mi hyung ZhouMi, y no de una manera sana. Había tenido un sueño nada propio de mí, había tenido un sueño en el que ambos pecábamos, tal y como lo hacían HeeChul y HanGeng hyung. Pero lo peor era que me había despertado con un gran problema entre las piernas.

   Desde ese día rezo a Dios cada dos por tres para que me perdone y leo la Biblia a cada rato que tengo libre para así enmendar mis errores y volver a ser puro de alguna manera, aunque sabía que eso no podría volver a ser posible. Me había convertido en un pecador, lo que temía más que a nada.

   Me dirigí al lugar en el que componíamos porque necesitaba desahogarme un poco. Tantos pensamientos impuros me estaban haciendo mucho mal. Antes de entrar al lugar, escuché una voz muy conocida, cantando. Me quedé parado en la puerta, a medio camino, sin entrar, pero tampoco sin salir.

   ZhouMi estaba sentado, componiendo. Lo oía cantar esporádicamente algunas palabras, y lo veía escribir y tachar, en algunas ocasiones en una partitura que tenía delante. Mi corazón latía a mil por hora. Era tan… Hermoso.

   Me asusté de mis propios pensamientos y carraspeé mientras movía mi cabeza de un lado a otro intentando alejar de mi mente eso. Sobresalté a ZhouMi al hacer ruido, pero tras verme, se calmó y me dedicó una sonrisa preciosa.

   -Me has dado un susto de muerte, ShiYuan- dijo- no te esperaba aquí.
   -Siento molestar, hyung- hice una reverencia.
   -No molestas- me dedicó otra hermosa sonrisa- puedes venir aquí conmigo- debió notar la cara de pánico que puse por que añadió- si quieres.
   -Claro, hyung- y me acerqué a paso lento a él hasta que me senté a su lado en el sofá en el que estaba.
   -Me alegra que aceptaras quedarte- dijo ¿aliviado?- hace días que te noto raro, cómo que no eres tú, así que, ya que ahora soy el líder, tengo que saber si te pasa algo- otra sonrisa de las suyas me desarmó, pero no había podido evitar decepcionarme ante sus palabras. Sólo se había preocupado por mí porque era el líder, nada más, mientras que yo tenía pensamientos impuros sobre él, tenía sueños húmedos y me había convertido en un pecador- ahí está otra vez esa cara que tanto me molesta- tomó mi rostro entre sus manos- ¿qué te pasa, ShiYuan?- cerré los ojos y negué con la cabeza. Ya volvía a tener esos pensamientos sobre él- ¿no quieres contármelo?- abrí mis ojos y vi cómo su expresión se había tornado triste. Mi conciencia no me permitía que él hubiera puesto esa expresión por mi culpa.
   -No es eso…- murmuré.
   -¿Entonces qué es?- preguntó- sabes que me tienes aquí para lo que necesites- en ese momento, tuve la necesidad de contárselo todo, de decirle todo lo que me pasaba por la cabeza cuando lo veía, de todo lo que me atormentaba, pero no podía hacerlo, ¿qué pensaría él de mí?
   -Hyung… yo…- cerré mis ojos fuertemente y las palabras comenzaron a salir de mis labios sin que yo pudiera retenerlas- hyung, yo… he estado teniendo pensamientos impuros sobre ti, cada vez que te veo, no puedo reprimirlos, y yo… yo estoy siendo un pecador debido a esto, pero no puedo dejar de pensar en ti, no puedo dejar de pensar que siento algo por ti…- en cuanto terminé de decirlo, la sala se quedó en silencio, y abrí mis ojos lentamente para ver la expresión de mi hyung, que tenía los ojos brillantes y su mirada perdida sobre mí- ¿hyung?
   -¿Era por esto por lo que me evitabas?- preguntó, y una lágrima cayó de su ojo derecho, que yo limpié rápidamente con mis dedos.
   -¿Hyung?
   -Me siento tan… extraño… yo… ShiYuan… también siento algo por ti- sonrió tristemente- pero… tu religión...- me sentí de una manera indescriptible. ¿Qué era esta maldita sensación que me oprimía el pecho? ¿Felicidad? ¿Plenitud? ¿Amor? Sí… eso era… AMOR- ShiYuan…
   -Hyung…- lo corté- sé que todo está mal… que nada es lo correcto… que acabaré en el Infierno como HeeChul y HanGeng hyung, pero… me gustaría… ser un pecador… contigo- una sonrisa radiante se instaló en su rostro, pero luego mordió su labio inferior con nerviosismo.
   -¿Estás seguro?- preguntó- ¿dejarías de lado tus creencias por mí?
   -No las dejaría de lado… seguiré creyendo en mi Dios… pero seré un pecador, y rezaré cada día mil veces para que me perdone por haberme enamorado de un hombre… y no de una mujer, como mandan sus designios…
   -ShiYuan… yo… no puedo pedirte que vivas esa vida…
   -Y no quiero que me lo pidas, hyung… lo hago por decisión propia.
   -Te quiero tanto- ZhouMi se abrazó a mi cuello fuertemente.
   -Yo también te quiero, hyung.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Ficha de Personajes de EXO


EXO Ficha de Personajes



















Kris: Kevin Wu.
Fecha de Nacimiento: 6 de Noviembre de 1990.
Lugar de Nacimiento: Guangzhou, China.
Nacionalidad: Chino y Canadiense.
Estatura: 190 cm.
Grupo Sanguíneo: O.
Signo Zodiacal: Escorpio.
Familia: Padre y madre y hermano (más pequeño)
Símbolo: Dragón de fuego.













Poder: Volar y Control del Fuego.
Idiomas: Inglés, Mandarín, Coreano y Cantonés.
Personalidad: tiene la responsabilidad, los grados del avance y retroceso, un buen cerebro, una línea clara de pensamiento, estilos apropiados de conversación, y una capacidad de reacción muy rápida. Cuando no está sonriendo, él es “un arma caminante de destrucción masiva”, la atmósfera es seria, pero cuando sonríe consigue que todos se relajen.
Vivió en Vancouver (Canadá).




Credits: @EXOPlanetSpain

EXO


Capítulo 3
El Comienzo



   Volví a notar en mi cuerpo la misma sensación que tuve la noche anterior cuando estaba viendo la película y me tensé. La mirada de mi compañero de piso se posó sobre mí, como preguntándome qué me pasaba. Sacudí la cabeza intentando quitarme la sensación.

   -¿Te pasa algo?- me preguntó sin poderse contener.
   -No- contesté. Él siguió mirándome sin creerme, suspiré- es sólo que… me parece haber olvidado algo y no sé lo que es- inventé sobre la marcha.
   -¿De verdad?- alzó una ceja.
   -Sí, YiXing.
   -Últimamente estás muy raro.
   -No es tu problema- dije algo brusco, no quería que se metiera en lo que yo hacía o no. Él no.
   -¿Por qué eres tan brusco cuando digo o pregunto algo sobre ti?- se levantó del otro sofá y se sentó junto a mí en el que yo estaba- nos conocemos desde hace mucho, y yo apenas sé nada de ti, Kevin.
   -Sólo somos compañeros de piso, no tienes que saber más de mí aparte de que soy ordenado y limpio cuando me toca- contesté
   -Kevin…- noté un escalofrío recorrerme la espalda. Otra vez la sensación. La misma sensación que cuando encontré a Tao. La misma sensación. Me levanté del sofá como si tuviera un resorte- Kevin- dijo YiXing asustado por mi repentino gesto.
   -Lo siento- dije- pero acabo de recordarlo.
   -Genial, ¿qué era?- lo ignoré y salí del salón hacia la habitación de mi otro compañero de piso- Kevin, no me ignores- me siguió por el pasillo- Kevin…
   -Pareces una esposa celosa- comenté.
   -¿Qué?
   -Lo que oyes, y deja de seguirme.
   -Oish…- se quejó y se fue murmurando.
   -Por fin.

   Me giré y sin llamar siquiera entré en la habitación. Me encontré con Tao tumbado en su cama, escuchando música. Él no se dio cuenta de mi presencia hasta que me senté en la cama junto a él y le hundí un poco el colchón, entonces se sobresaltó, y al verme, se tranquilizó.

   -Casi me matas del susto- se quitó los auriculares con una mano, y la otra la llevó a su corazón.
   -Lo he notado de nuevo- dije.
   -¿El qué?- preguntó él sin comprender.
   -He notado justo lo sentí cuando te conocí- respondí- alguien… alguien ha despertado.

-oooOOOooo-

   Al final acabé arrastrando a BaekHyun a mi casa, tenía demasiado miedo cómo para pasar esa noche solo, aunque no estaría solo, mis padres ya habían regresado, pero sentía que si no tenía a mi amigo no iba a poder dormir.

   Cuando aparecí con él por casa, mis padres me miraron raro, pero no me dijeron nada, aunque se pasaron toda la cena con cara de amargados. Seguían estando resentidos por haberles quemado el sofá, pero creo que tendrían suerte si esta noche no acababa quemando mi habitación.

   -Siento que molesto- comentó BaekHyun cuando ya estábamos en mi habitación.
   -No digas tonterías.
   -Es que tus padres se han pasado la cena…
   -No les hagas caso, están cabreados conmigo, contigo no es nada- contesté.
   -¿Seguro?
   -Seguro.
   -¿De verdad?
   -Sí, no molestas.
   -Está bien- susurró.
   -Pues vamos a dormir- me metí en la cama, hoy vestido, no quería asustar a mi amigo, y le hice un hueco a mi lado. Él se echó allí y lo abracé fuertemente- buenas noches- murmuré en su oído.
   -Buenas noches…

-oooOOOooo-

   Llevábamos horas encerrados en la habitación de Tao, y YiXing ya estaba dando la lata, paseando de un lado a otro del pasillo y parándose en la puerta de vez en cuando para intentar captar algo de lo que hablábamos.

   -¿Qué podemos hacer?- me preguntó Tao.
   -De verdad que no lo sé- susurré- sería conveniente que lo buscáramos, pero, ¿cómo empezar?
   -¿Con un mapa?
   -Muy gracioso, Tao.
   -No, lo digo en serio- contestó- si notas eso debe ser porque quien ha despertado está en la ciudad.
   -Como Seúl no es grande y no hay gente- dije sarcástico.
   -Por eso decía lo del mapa, para no perdernos…
   -Bufff…- suspiré, esa era la única idea, buscar hasta encontrarlo- deberíamos empezar a buscar cada momento que tengamos libre y tachar las áreas en el mapa cuando no encontremos nada.
   -Bien.
   -Comenzamos mañana en cuanto salga del trabajo- dije.
   -¿Pero no tienes clases por la tarde?
   -Ya pediré los apuntes- contesté- esto es mucho más importante.

-oooOOOooo-

   Me desperté sintiéndome aprisionado por algo, y con un ruido infernal en mi oreja. No tenía ganas de abrir los ojos, seguía con mucho sueño, pero me obligué a ello para saber qué era la causa de mis molestias.

   Tenía alrededor de mi torso unos brazos largos que no podían ser de otra persona más que de ChanYeol, ya que me había quedado a dormir en su casa y me había metido en su cama. El ruido que me molestaba era su fuerte respiración.

   Suspiré y me giré en sus brazos para tratar de despertarlo. Al quedar cara a cara con él pude apreciar como un hilillo de baba le colgaba de su boca abierta y caía en la almohada. En estos momentos, dormido, se veía cómo un niño pequeño. Lastima que despierto fuera un verdadero coñazo.

   Me hubiera gustado seguir durmiendo un poco más, pero teníamos que coger un autobús, el metro, ir a mi habitación en la Residencia, ducharme y cambiarme de ropa y después salir piando para la Universidad.

   -Channie…- susurré mientras le acariciaba el rostro.
   -No apagues la luz…- murmuró, y me apretó más fuerte contra él.
   -Vamos, Channie…- dijo algo, pero esta vez no lo entendí- despierta…
   -Mmm…- apretó los ojos fuertemente unos segundos y luego los abrió lentamente, mirándome con sueño y los ojos pegados y con legañas.
   -Hasta que por fin despiertas.
   -¿BaekHyunnie?- preguntó con la voz pastosa.
   -¿Quién más podría ser?
   -¿Una chica?- dijo sonriendo- sinceramente lo pareces.
   -Ya quisieras tú tener a una chica en tu cama- dije zumbón- anda, quita de encima, que me tengo que arreglar.
   -Y yo.
   -Pero tu ropa está aquí, la mía no.
   -¿Entonces te traje desnudo o algo así?
   -Channie…- dije como una advertencia.
   -Voy- retiró sus brazos de mi cuerpo y se incorporó en la cama estirándose como un gato- ¿tenemos que ir a tu residencia?- me preguntó girándose. Asentí- tengo ganas de conocer a tu nuevo compañero de habitación.

-oooOOOooo-

   Estaba profundamente dormido cuando sentí unos pasos al fondo del pasillo y me desperté de golpe. Agucé mi oído y volví a escuchar los pasos, y cómo alguien se chocaba contra algo. Habían entrado a robarnos en el piso. Seguro. Me entró el pánico, no sabía qué hacer. Me levanté cómo un resorte de la cama. Seguro que si iba con Kevin él sabría qué hacer, era el mayor, no obstante, así que tenía que proteger a todos los de aquel apartamento, y no es que tuviera miedo, era sólo que… bueno, sí tenía mucho miedo.

   Avancé hasta la puerta lentamente, y la abrí poco a poco hasta que hubo hueco para asomar la cabeza. No vi a nadie en el pasillo, pero aun así, estaba muy seguro de lo que había escuchado. Salí sin hacer nada de ruido y luego entré a la habitación de mi compañero de puntillas, me acerqué a la cama y comencé a tocar suavemente su hombro para que despertara.

   -Kevin- susurré- Kevin, despierta…
   -Cinco minutos más- murmuró y se giró para seguir durmiendo.
   -Kevin, por favor…- me senté en el claro que acababa de dejar libre y seguí dándole la lata- Kevin… alguien ha entrado en el piso… creo que nos están robando…- el chico que dormía en la cama se despertó y se giró hacia a mí.
   -¿Estás seguro, YiXing?- asentí.
   -He oído ruidos raros por el pasillo… y…- no pude seguir porque me tapó la boca con la mano.
   -Shhh…- susurró.

   Por el pasillo volvían a escucharse los pasos, pero ésta vez no estaban tan lejos, se escuchaban cerca, muy muy cerca, cada vez más cerca, hasta que se detuvieron junto a la puerta de la habitación en la que estábamos. Miré a Kevin con pánico.

   -Entra- susurró y me hizo espacio en la cama para que entrara. En cuanto lo hice, nos tapó a los dos con las sábanas hasta la cabeza.

   De repente, se escuchó la puerta abrirse y cerré los ojos mientras me apretaba fuertemente a Kevin. El ladrón entró a la habitación, y noté cómo mi compañero asomaba un poco la cabeza por encima de las sábanas. Intenté volver a meterlo bajo las sábanas, pero sentí cómo su cuerpo se destensaba.

   -No es ningún ladrón- susurró y me quitó las sábanas para que pudiera ver quién era el que había entrado a la habitación.
   -¿Tao?- pregunté al ver a mi otro compañero de piso allí.
   -Shhh, calla- me dijo Kevin- no hay que despertarlo.
   -Pero si está despierto- él negó con la cabeza.
   -Tao es sonámbulo- abrí los ojos cómo platos.
   -¿Y por qué no se me informó eso cuando se vino a vivir con nosotros?
   -Porque él no lo sabe…
   -Pero me ha dado un susto de muerte.
   -No puede ser peor que el que me llevé yo al descubrirlo.
   -¿Por qué?
   -Siempre que camina en este estado viene a mi habitación, se mete en mi cama y se queda dormido, imagina el susto que me llevé al despertarme por la mañana y tenerlo aquí metido- me contó. Sonreí, era la primera vez que Kevin me contaba algo de su vida- ¿de qué te ríes?- preguntó serio.
   -Es que supongo que le estoy quitando el sitio- me levanté de la cama y me dirigí a la puerta, intentando esquivar al sonámbulo- qué paséis una buena noche, tortolitos- y salí de allí respirando tranquilo, y algo enfadado conmigo mismo por haberme asustado de Tao, pero también feliz, porque estaba derritiendo poco a poco la capa de hielo que tenía Kevin puesta a su alrededor.

-oooOOOooo-

   Dos horas después de despertarnos, llegamos a mi habitación en la Residencia. Cogí las cosas para ducharme y la ropa que me pondría y me metí deprisa en el baño, dejando  a ChanYeol pululando por mi habitación. Me desnudé y me metí en la ducha, dejando el agua caliente caer por mi cuerpo para quitarme el frío de Enero de mi piel. Cerré los ojos disfrutando me la sensación, hasta que escuché unos golpes en la puerta.

   -¿Sí?- pregunté.
   -Me gustaría que tu compañero estuviera aquí algún día de los que yo viniera- dijo ChanYeol.
   -Ya te he dicho que se pasa sus días y noches de una discoteca en otra- contesté pasándome la esponja por el cuerpo.
   -Por eso quiero conocerlo, tendríamos que llevarnos de maravilla.
   -¿Cambiarías mi amistad por la suya?- no escuché nada de su parte, así que proseguí- después de todo yo soy más serio y estoy todo el día regañándote por las cosas infantiles que haces.
   -No- dijo- no cambiaría tu amistad.
   -Me alaga- cogí la alcachofa de la ducha y me enjuagué rápidamente.
   -No cambiaría tu amistad por nada del mundo- sonreí mientras buscaba mi toalla y me secaba, después de todo, ChanYeol podía ser muy tierno con algunas cosas. Me vestí, recogí un poco y salí del baño con la ropa sucia en las manos para dejarla en mi canasto.
   -Ya estoy listo- le cogí los mofletes como una abuela- ¿nos vamos?- él asintió.

-oooOOOooo-

   -Habría pagado por verlo- me dijo Tao- no me imaginaba que se hubiera asustado tanto cómo para ir a tu habitación.
   -No sabía que eras sonámbulo- contesté- creía que era un ladrón y vino para que lo protegiera, ¿increíble verdad?
   -Pues sí, porque debería tener más miedo de ti, que de cualquier ladrón que pudiera entrar en casa- contestó él.
   -Cierto- giramos en una esquina y Tao se chocó con un chico más o menos igual de alto que yo.
   -Lo siento- dijo el chico y de repente sentí una sacudida en mi interior, una sensación muy extraña, algo que hizo que todos mis sentidos se pusieran alerta al momento. Me giré, y vi cómo los dos chicos se alejaban de nosotros.
   -¿Kevin?- me giré y vi cómo Tao me miraba preocupado- ¿pasa algo?- preguntó.
   -No- susurré negando con la cabeza- no pasa nada- me siguió mirando cómo sino me creyera- no pasa nada- y eché a andar, con él detrás de mí.






jueves, 15 de noviembre de 2012

Ficha de Personajes de EXO


EXO Ficha de Personajes



















Byun BaekHyun.
Fecha de Nacimiento: 06-Mayo-1992.
Lugar de Nacimiento: Bucheon, Provincia de Gyeonggi, Corea del Sur.
Estatura: 1.75cm.
Grupo Sanguíneo: O.
Signo Zodiacal: Tauro.
Familia: Padres y un hermano siete años mayor.
Especialidades: Aikido, Piano.
Símbolo: Sol.

 











Poder: Luz.
Personalidad: Es un chico atrevido, muy sociable y amistoso. También es muy sensible, se emociona por nada fácilmente.
Color favorito: Blanco, Negro y Gris.
Número favorito: 48.
Hobbies: Escuchar música, ver películas y cantar.
Comida favorita: Comida Coreana, China, Japonesa & la comida occidental.

EXO


Capítulo 1
Eclipse



   El despertador sonó como una maldición para mí. Estaba profundamente dormido, de hecho soñaba que estaba en un concierto de mi grupo favorito, dando saltos, gritos y cantando 'We got the POWER, I got the POWER' mientras los seis chicos del escenario daban todo lo que tenían para hacer felices a los que allí estábamos.

   Pero sólo fue un sueño, un puñetero sueño que no se haría realidad porque era un mediocre estudiante de Universidad que vivía con sus padres y tenía que coger el autobús y el metro todos los días para ir a la Facultad, porque me pillaba a tomar por culo.

   Pero bueno, no se podía hacer nada, esa era mi puñetera y aburrida vida, y así seguiría por mucho tiempo... o eso pensaba yo en aquel momento.

   Mientras me arreglaba, puse la televisión de mi habitación para tener un poco de ambiente, la casa estaba muy sola, silenciosa y vacía sin mis padres por allí pululando.

   -“A medio día se podrá ver en el cielo de medio mundo el gran eclipse solar de la década, en Corea del Sur se verá perfectamente, gracias al cielo azul y despejado que tendremos a lo largo del día…”- decía la tele antes de que la apagara para salir de casa.

   Llegué a la Universidad después de una hora y media de viaje que acabó de despertarme, ya que tanto en el bus como en el metro, había tanta gente que parecíamos sardinas en lata, y además, si no estabas atento, podían robarte hasta lo que no tenías.

   Odiaba tener que levantarme muy temprano para poder llegar a tiempo a clases, pero valía la pena.

   Me encontré con mi mejor amigo, Byun BaekHyun en la entrada de la Universidad, estaba de espaldas a mí, hablando con otro chico que yo conocía de vista, pero que él sí conocía bien de la residencia.

    -Buenos días- saludé alegremente acercándome a ellos y echándole el brazo por los hombros a BaekHyun.
    -Buenos días- dijo él, y el otro chico me saludó inclinando la cabeza- ¿cómo te han ido las vacaciones de Navidad?- preguntó girando su cabeza para mirarme.
    -Pues bien, vamos, como siempre- contesté- en casa viendo películas navideñas mientras que mis padres se iban de vacaciones por Europa. ¿Y vosotros? ¿Qué tal?
    -Yo fui a visitar a mi familia a Bucheon- contestó BaekHyun- los echaba mucho de menos.
    -Yo a China- respondió el otro chico.
    -¿No jodas, JongDae?- dijo BaekHyun. Se llamaba JongDae, ni siquiera lo sabía- ¿a China?
   -Sí, ya sabes que mis padres y los de YiXing son muy amigos- dijo- y como estaban en Changsha, pues fuimos.
   -Vaya…- dijo BaekHyun emocionado- tú sí que te lo montas bien- el chico rio avergonzado.
   -No es para tanto- de repente paró de reír y nos miró- hablando de YiXing- dijo- tiene que hacer un proyecto para la Universidad, y necesitaría ayuda.
   -¿En qué consiste?- preguntó mi amigo, siempre dispuesto a ayudar.
   -Pues necesita muestras de sangre de gente de diferentes edades para hacer unos análisis raros- contestó- no me enteré muy bien, dijo demasiadas palabras técnicas, y yo sólo me quedé con la idea de que tenía que pincharme con una aguja de medio metro y sacarme sangre para que aprobara.
   -Oh… suena… ¿bien?- medio me preguntó BaekHyun intentando salir de esa.
   -JongDae- dije mirando el reloj- tenemos que irnos a clase, si no llegamos temprano se peta y no hay sitio.
   -Entonces hablamos otro día- contestó y nosotros nos fuimos.
   -Gracias- me susurró BaekHyun- no me gustan mucho las agujas.
   -Ya, lo sé- contesté echándole el brazo de nuevo por los hombros- anda, vamos a clase.

   Las clases era el mismo rollo de siempre, tampoco es que me esperara que los rancios de los profesores hubieran cambiado en las vacaciones de Navidad, pero sí que por lo menos estuvieran un poco más alegres. Qué equivocado estaba. No tenían bastante con ser ellos unos amargados, que también querían amargarnos la vida a los alumnos.

   Apenas íbamos a tener dos o tres semanas de clase, porque las cortaban para poder preparar bien los exámenes de final de curso, pero esas semanas ya se iban a encargar ellos de amargárnoslas bien.

   Después de cinco horas amargantes en las que me hubiera quitado la vida si BaekHyun no hubiera estado allí para disuadirme, salimos de clase y nos dirigimos a la cafetería como lobos hambrientos. Mis tripas rugían y mi boca ya salivaba esperando una suculenta comida por parte de la cafetería de la Universidad… que nunca se dio.

   Ese menú rancio que no lo cambiaban desde que yo había entrado por primera vez a aquel lugar, seguía adornando la puerta de la entrada, y las tripas se me revolvieron.

   -BaekHyunnie- intenté darle un poco de pena a mi amigo- ¿podemos ir al Burger que hay aquí en frente?- me agarré de su brazo y le hice aegyo.
   -Sí…
   -Es que tengo mucha hambre y… un momento- me puse serio- ¿has dicho que sí?
   -Sí- me sorprendí muchísimo, él nunca quería comer fuera de la Universidad, decía que había  que comer de todo y por eso nos quedábamos comiendo siempre los “suculentos” platos de la cafetería.
   -¿Lo dices en serio?- pregunté aún sin creérmelo.
   -Que sí, pesado- dio media vuelta y yo salí tras él- además, quiero ver el eclipse.
   -¿Qué eclipse?
   -¿No te has enterado?
   -No- respondí simple y llanamente, él sacudió su cabeza como diciendo: “¿qué voy a hacer contigo?” Sí, lo conocía tan bien, que incluso a veces adivinaba sus pensamientos.
   -Es el eclipse más espectacular que se podrá ver en el mundo y  tardará en repetirse 100 años- contó- va a ser alucinante, tenemos suerte de poder presenciarlo.
   -Pues yo no sé tú, pero yo pienso seguir vivo dentro de 100 años y lo veré de nuevo- bromeé.
   -Fantasma- se mofó de mí.
   -Pero para ese entonces la ciencia ya estará más evolucionada y podremos vivir mucho más tiempo que ahora- dije.
   -No me gustaría tener que aguantar tus chorradas por toda la eternidad.
   -Eso dices ahora, pero verás cómo cambias de opinión- le di un codazo suave en las costillas.
   -Auch- se quejó- anda, para de dar la lata- abrió la puerta y salimos a la calle- wow- dijo asombrado.

   Y no era para menos, casi todo el mundo estaba allí fuera para ver el gran acontecimiento del siglo. Nos montamos en uno de los muros para ver mejor mientras un cuerpo celeste comenzaba a tapar poco a poco y muy lentamente el astro rey. Era un espectáculo magnífico.

   La luz fue dando paso a las tinieblas, y la oscuridad lo envolvió todo unos segundos, mientras que un anillo de luminosidad circundaba a la esfera que tapaba el sol. Poco a poco, la luz fue volviendo, y al cabo de unos cuantos minutos, el eclipse había terminado.

   -Ha sido alucinante- comenté mientras me bajaba del muro de un salto.
   -Ya lo creo que sí- se sentó en el muro y yo extendí mis brazos para ayudarlo a bajar- gracias- se agarró a mi cuello y yo le rodeé la cintura para después dejarlo en el suelo- odio ser bajito- murmuró.
   -No eres tan bajito- le dije.
   -No, es sólo que tú eres muy alto, y yo parezco un enano deforme a tu lado- se dio la vuelta y lo abracé, pero pasando mis brazos alrededor de su cuello desde atrás.
   -No digas eso- eché mi cabeza en su hombro y él llevó sus manos a mis brazos- no digas eso.
   -Está bien- susurró- no lo diré más.
   -Claro que no- me separé y le dirigí mi mejor sonrisa durante unos instantes para luego poner mi expresión más amenazadora- si vuelves a decirlo te caneo, ¿queda claro?
   -Sí, señor- hizo un saludo militar y luego sonrió- gracias por animarme.
   -Para eso están los amigos, ¿no?- le eché el brazo por los hombros y con la otra mano lo despeiné un poco.
   -Exacto, para…- BaekHyun iba a decir algo más, pero un ruido de ultratumba lo cortó- ¿qué ha sido eso?- preguntó asustado.
   -Mi estómago- contesté y él me miró asombrado- si no quieres que te coma a ti, vamos ya al Burger, que tengo un hambre canina.
   -Ok.

   Pasamos por lo menos tres cuartos de hora esperando en la enorme cola que se había formado en el local. Todos los estudiantes habíamos pensado lo mismo. Ver el eclipse y después escaquearse de la comida de la Universidad yendo al lugar que vendiera comida más cercano. Un gran plan, lástima que no sólo se nos hubiera ocurrido a nosotros.

   Cuando nos tocó pedir, estaba tan hambriento y hastiado que me entraron ganas de bromear un poco y torear al chico que nos atendía por haber esperado tanto. El chico no tenía la culpa, pero yo necesitaba desahogarme, y mejor con él ahora, que con BaekHyun luego.

   -¿Qué quieren tomar?- preguntó con esa voz monótona que los caracteriza a todos.
   -Dos Wooper con patatas fritas- contesté.
   -¿Y de bebida?
   -Coca-Cola.
   -¿Dos?- preguntó. Era obvio, ¿no?
   -Sí- dijo BaekHyun.
   -¿Para llevar o para tomar aquí?
   -Hombre, para tomar aquí no- comencé con mi cachondeo.
   -Entonces, ¿para llevar?
   -Claro, para llevar de aquí a la mesa- contesté.
   -¡ChanYeol!- me regañó mi amigo.
   -Lo siento, pero es que me lo ha puesto a huevo- murmuré.
   -Para tomar aquí- contestó BaekHyun- lamento las molestias- y nos hicimos a un lado para esperar nuestra comida- ya te vale- me dijo.
   -Ya he dicho que lo siento.
   -Y encima el pobre chico tenía cara de buena persona- murmuró- no tenías por qué tomarle el pelo.
   -Lo sé, lo sé… pero, ya sabes cómo soy- sonreí.
   -Irresponsable, inmaduro, bromista- comenzó a contar con sus dedos y me miró- ¿quieres que siga? Tengo más adjetivos, todos ellos negativos.
   -No, no hace falta.
   -Dos Wooper con patatas y Coca-Cola- gritó un chico muy alto, más alto que yo, incluso, y me acerqué a por la bandeja.
   -Gracias- dije y fui con BaekHyun a buscar sitio.

   Encontramos una mesa por casualidad, escondida detrás de una columna y quitada de la vista y oídos de todos y allí comimos tranquilamente… ja… ni lo puedo decir seriamente. Casi nos atragantamos de cómo engullimos la comida. Comimos como posesos y al acabar teníamos kétchup por todas partes.

   Me pasé toda la tarde con BaekHyun dando vueltas de un lado a otro por el campus de la Universidad. Hablamos de nuestras vacaciones. Me contó que su familia estuvo muy feliz por volver a verlo y todo eso. Era muy agradable hablar con él de lo que fuera.

   Cogí el autobús y el metro de nuevo, pero esta vez en sentido inverso y llegué a mi casa muy tarde. Seguía estando solo, mis padres no volverían hasta al día siguiente, y no tenía ganas de prepararme la cena, estaba muy cansado, y eso que normalmente tenía mucha vitalidad.

   Fui directo al salón y me tumbé en el sofá, soltando un suspiro de satisfacción y poco después, casi sin darme cuenta, me quedé dormido.

   Tuve un sueño muy raro. Luces y sombras se mezclaban por todos lados, al igual que colores muy fuertes y chillones, de repente, una sombra oscura opacó todo y un anilló de luz lo rodeó, justo como un eclipse.

    Me desperté sudando y tosiendo. Cuando abrí los ojos no vi prácticamente nada, el humo lo tapaba todo… y el fuego me rodeaba.