miércoles, 8 de octubre de 2014

EXO 3ª Temporada

Capítulo 2
Travelling to Changsha



            Era temprano cuando me desperté aquella mañana, pero no tenía más sueño, así que me levanté de la cama y me arreglé para salir de casa, aunque tampoco mucho, porque solo iría a la de al lado a darle una sorpresa a JunMyeon. Durante el tiempo que había estado en depresión por la muerte de mi amigo RyeoWook él me había estado intentando sacar de la oscuridad y, a pesar de que se lo había puesto muy difícil, él no había desesperado y había acabado por regresarme a mi estado natural, incluso me había llevado a su lugar especial unos días atrás, por lo que quería hacer algo por él.

            Su madre me abrió la puerta de la casa cuando llamé al timbre y me dejó pasar. Cuando le conté lo que tenía en mente me sonrió y me despeinó levemente antes de despedirse de mí y dejarme la cocina a mi completa disposición para prepararle a JunMyeon un desayuno digno de alguien de la realeza en el que volqué todos mis sentimientos de agradecimiento hacia él por todo lo que había hecho por mí y todo el amor que le profesaba por ser mi hyung.

            Justo había terminado de arreglar la bandeja con la que subiría el desayuno a la habitación, cuando él entró por la puerta de la cocina y me descubrió.

            ―¿KyungSoo? ―preguntó refregándose los ojos y con la voz ronca por haberse acabado de levantar―. ¿Qué estás haciendo en la cocina? ―sonreí y me dirigí hacia él.
            ―Te agradezco todo lo que has hecho por mí ―comencé a empujarlo hacia la mesa y luego lo senté delante de la bandeja―. Muchas gracias, hyung ―murmuré en su oído y le di un pequeño beso en la mejilla antes de alejarme un poco para poder disfrutar de sus reacciones mientras comía lo que le había preparado.

-oooOOOooo-

            ―No quiero tener que actuar cómo un padre o como un profesor amargado ―comenzó Kevin―. ¿Pero lleváis todos vuestros pasaportes? ―todos asentimos y él suspiró antes de echar a andar, agarrando a YiXing por los hombros, saliendo de nuestro apartamento. LuHan me miró e hizo una mueca antes de salir también, dejándome a mí la tarea de cerrar la puerta. Una vez lo hice me monté en el ascensor con todos ellos.
            ―¿No vas a echar de menos a SeHun? ―le pregunté a LuHan.
            ―Claro que lo voy a echar de menos ―respondió―, pero es más importante el viaje a Changsha.
            ―¿Por qué? ―pregunté extrañado.
            ―No es algo que te interese.

            Hice un puchero ante su respuesta, pero no se ablandó y cuando el ascensor abrió sus puertas se largó rápidamente, alejándose de mí. Habíamos hecho las paces después de todo lo que había sucedido porque de todas maneras Kevin los había dejado en paz. Lo habían pasado muy mal y LuHan se había enfadado conmigo mucho, así que, aunque estuviéramos medianamente bien, me debía seguir guardando rencor, por eso, intenté no tenérselo mucho en cuenta y apurarme para que por mi culpa no llegáramos tarde a coger el avión.

-oooOOOooo-

            ―Nunca he viajado en avión ―dijo MinSeok, rompiendo el cómodo silencio que se había instaurado entre nosotros desde que habíamos llegado al aeropuerto de Incheon―. ¿Cómo es?
            ―Tampoco es para tanto ―respondí relajadamente. Parecía que le daba un poco de angustia volar―. No da nada de miedo, es todo muy seguro.
            ―¿De verdad? ―preguntó.
            ―¿Acaso te iba yo a mentir? ―él enarcó una ceja―. Bueno, sí lo haría, pero no lo estoy haciendo ahora mismo ―dije seriamente.
            ―Por ahora te creeré ―contestó―, pero cuando nos montemos en el avión préstame tu brazo.
            ―¿Por qué?
            ―Tú no te preocupes por eso ―dijo con una sonrisa maliciosa que nunca había visto en su rostro y que por un momento me puso los pelos de punta―. ¿Dónde están los demás? Como no vengan dentro de poco nos tendremos que ir sin ellos.
            ―Si eso pasa te presentaré a mis padres como mi novio ―sonreí, haciendo que se espantara.
            ―Llama a YiXing ahora mismo y mételes prisa.

-oooOOOooo-

            ―ChanYeol… ―escuché que me llamaba mi chico.
            ―Dime, Baekkie ―le contesté.
            ―¿No sería mejor irnos a un hotel de estos baratos o algo y conseguir un trabajo a tiempo parcial para pagarlo como hace Kevin? ―al escuchar aquella pregunta me detuve de pronto y me giré hacia él.
            ―Podríamos hacerlo, pero sería mucho más lío y te aseguro que esto no va a durar más de dos semanas ―sonreí, intentando tranquilizarlo―. A mi padre no le molesta lo nuestro, ya lo viste, y no tardará en convencer a mi madre para que tampoco le importe.
            ―Pero viniendo aquí molestaremos a tu hermana y a su novio ―replicó.
            ―No te preocupes por eso ―me acerqué a él para abrazarlo fuertemente―. Hay huelga estas semanas, así que podemos aprovechar el tiempo libre para ir a un montón de sitios de Seúl, en plan turismo, así no los molestaremos.
            ―Bueno… ―accedió por fin, así que me separé de él.
            ―Entonces, allá vamos ―apreté el timbre de la puerta del apartamento de mi hermana y puse mi mejor sonrisa, porque aunque la había avisado de lo ocurrido y ella nos apoyaba como mi padre, estaba un poco mosqueada porque mi madre se había enterado de muy mala forma de que era gay, estaba saliendo con mi mejor amigo y encima tenía sexo con él (aunque según me había contado esta un 1% aliviada por saber que no era yo el que recibía). La puerta del apartamento se abrió y por ella apareció mi hermana―. Hola, YuRa ―dije.
            ―Hola, chicos ―dijo ella―. Pasad ―entramos a su pequeño apartamento, descubriendo que solo tenía un pequeño salón, un baño, una cocina y un dormitorio―. Os voy a hacer un par de avisos ―se giró hacia nosotros muy seria―. Nada de sobaros durante el tiempo que paséis aquí y ya ni os digo tener sexo, ¿entendido?
            ―Sí, señora ―respondí con rapidez, aunque me pesara en el alma no poder tocar a BaekHyun en el tiempo que estuviéramos en casa… aunque nadie había dicho nada de que fuera de ella no podía hacer nada.
            ―Entonces perfecto. Bienvenidos a mi casa ―sonrió mi hermana.

-oooOOOooo-

            El avión no daba tanto miedo después de todo. Me tensé un poco en el despegue y otro poco en el aterrizaje, y los arañazos en el brazo de JongDae eran la firme prueba de aquello, pero después, el viaje había sido bastante entretenido, sobre todo cuando una niña pequeña occidental se encaprichó de Kevin y estuvo junto a él durante la mayor parte del tiempo, a pesar de que este no sabía muy bien cómo tratarla.

            Una vez cogimos nuestras respectivas maletas de la cinta, fueron JongDae y YiXing quiénes nos guiaron a través de la terminal hasta que llegamos a la salida. Cuatro personas nos esperaban junto a la puerta y los chicos salieron corriendo dirigiéndose a sus respectivos padres para fundirse en un gran abrazo. Parecía que llevaban mucho tiempo sin verse y se habían echado de menos, así que ninguno de los cuatro quiso estropear el momento del reencuentro.

            Algunos minutos más tarde, los chicos se giraban hacia nosotros para presentarnos y mi cuerpo se tensó cuando vi avanzando a JongDae hacia mí con una sonrisa encantadora.

            ―Este es mi compañero de habitación, MinSeok ―les dijo a sus padres―. Está estudiando Literatura.
            ―Estamos encantados de conocerte ―dijo su madre―, últimamente solo habla de ti cuando lo llamo, así que supongo que estás cuidando bien de él.
            ―Sí, eso creo, señora Kim ―murmuré, un poco avergonzado.
            ―No me digas señora ―replicó la mujer―, me haces sentir vieja y aún soy muy joven, llámame mejo mamá ―esbozó una gran sonrisa y luego se dirigió a darle un abrazo repentino a YiXing, que no se lo esperaba.
            ―¿Cómo que la llame mamá? ―dije para mí mismo―. Acaso… ¿JongDae?
            ―¿Qué? ―dijo girándose hacia mí.
            ―¿No le habrás contado…?
            ―No he dicho ni una sola palabra, lo juro ―dijo rápidamente―. Mi madre es muy perceptiva y se ha dado cuenta ella solita.
            ―No sé por qué no te creo…
            ―Lo juro, de verdad.
            ―Bien, chicos ―llamó la madre de YiXing―. Os vamos a tener que repartir porque en una casa no cabéis todos, mi niño viene con Kevin y ZiTao, así que ¿LuHan y MinSeok? Se pueden ir con los Kim ―la mujer sonrió―. Después de todo vivimos en la misma calle, así que no estaréis muy lejos ―y tras decir esto, echó a andar. Le dediqué una última mirada de enfado a JongDae y después seguí a la comitiva hasta la salida del aeropuerto.

-oooOOOooo-

            Acabábamos de deshacer las maletas y ya estábamos listos para bajar a cenar. El avión había sido bastante agotador y lo único que quería era dormir tranquilamente, ya que desde el día que nos habían atacado a YiXing y a mí estaba asustado. Tenía que volverme mucho más fuerte para ser capaz de protegerlo y que no sufriera ningún daño de nuevo.

            Unos brazos rodeando mi cintura desde atrás y una cabeza apoyándose en mi espalda me hicieron salir de mis pensamientos, a la vez que una gran calidez y tranquilidad se apoderaba de mi cuerpo.

            ―YiXing ―murmuré.
            ―Has estado encantador con esa niña ―lo escuché decir―. No sabía de esta faceta tuya que es adorable con los pequeños.
            ―Yo tampoco sabía que la tenía ―confesé y lo escuché reír levemente.
            ―Kevin…
            ―¿Sí?
            ―Me gustaría saber un poco de tu pasado antes de que supieras lo de tus poderes… ―me tensé al escuchar aquello porque era algo que jamás había hecho, contarle a nadie sobre mi pasado―. Me gustaría conocerte mucho más…
            ―¿Qué quieres saber? ―acabé diciendo sin poder evitarlo porque de todas formas era YiXing quien me preguntaba.
            ―¿Dónde naciste?
            ―En Ghuangzhou.
            ―Oh, ¿así que no fue en Canadá? ―negué con la cabeza―. Entonces tendrás un nombre chino ―asentí―. ¿Cuál es?
            ―YiFan.
            ―YiFan ―murmuró―. ¿Estaría bien que te llamara YiFan? Me es más fácil que Kevin.
            ―Puedes llamarme como quieras ―susurré dándome la vuelta para ponerme cara a él y ver su preciosa sonrisa.
            ―Entonces a partir de ahora te llamaré YiFan ―dijo y no me pude contener a inclinarme un poco hasta besar sus labios levemente.

-oooOOOooo-

            Estaba tranquilamente tumbado en la cama de la habitación que me había sido asignada en aquella casa junto a Kevin, pensando en cómo se encontraría JongIn, cuando la puerta se abrió y por ella apareció una adolescente menuda que se parecía bastante a YiXing. La chica se quedó de piedra al verme sin la camiseta y yo me tapé rápidamente.

            ―Oh, lo siento ―dijo la chica―. Estaba buscando a mi primo, me han dicho que había vuelto hacía unos días.
            ―¿Por tu primo te refieres a YiXing? ―le pregunté y ella asintió―. Está descansando en su habitación, anoche le dio un poco de fiebre.
            ―Entonces mejor no lo molestaré ―sonrió encantadoramente.
            “Sí, mejor que no, YiFan está con él y a saber lo que te encuentras”.
            ―Por cierto, ¿quién eres? ―preguntó.
            ―ZiTao ―respondí con una sonrisa―. Un compañero de piso de tu primo. ¿Y tú?
            ―Mei ―se presentó―. ¿Sabes? Eres muy guapo.

            En cuanto escuché esas palabras y vi su mirara brillante y su sonrisa coqueta, supe que estaba perdido.

-oooOOOooo-

            Había pasado ya la primera semana desde que habíamos llegado a Changsha y yo todavía no había podido ir a aquel lago milagroso por el que me había desplazado a la ciudad. Necesitaba ir a aquel lugar en el que se encontraban esas aguas que podían curar cualquier cosa porque no podía dejar que mi pequeño sufriera ningún daño y que le pasara algo grave porque no tuvieran a alguien que lo pudiera curar al instante.

            Por eso, ese día me había decidido ir. Lo que no esperaba es que a la excursión se acoplaran todos menos YiXing, que parecía que tenía un poco de fiebre y había tenido que quedarse en casa para recuperarse. Kevin había querido quedarse con él, pero ZiTao lo había arrastrado fuera para que la pesada prima de YiXing, Mei, no se apuntara, ya que no lo dejaba respirar tranquilo desde que habíamos llegado.

            ―¿Y para qué quieres ir a ese lago? ―me preguntó MinSeok.
            ―Bueno, mis padres escucharon hablar de él ―contesté, intentando que no pudiera captar mi mentira―, y querían que les mandara un poco del líquido milagroso ―sonreí―, según ellos ya están mayores y necesitan cosas de estas.

            Pareció que mi respuesta les gustó a todos, porque en unos momentos estábamos montados en el coche y JongDae conducía hacia donde se encontraba aquel lugar. Según los mapas no estaba demasiado lejos y en menos de media hora llegamos allí. Dimos un paseo por los alrededores y luego me dirigí con MinSeok al lago para poder llenar la pequeña botellita de cristal que había preparado para ese menester. Cuando esta estuvo lista sonreí triunfante.

            Ahora que tenía aquello ya no tenía por qué preocuparme por lo que le pasara a mi pequeño.

            O eso creía.



[DAY 7] 30 Days EXOPINK Challenge

Hola Hermosas Criaturas

            Aquí sigo con el 30 Days EXOPINK Challenge. Para hoy tengo que hacer un anuncio, y es que os juro y perjuro que cuando pensé por primera vez en lo que iba a escribir para este día, fue algo completamente distinto a lo que salió después. Séptimo día de reto y que os caliente un poco. Espero que os guste ^^


            Día 7: Tu OT3


Happy Birthday


            Gemidos entrecortados eran los únicos sonidos que provenían de la habitación, al menos, los únicos que salían de las gargantas de las tres personas que se encontraban dentro de esta. El entrechocar de las caderas, las unas con las otras, a un ritmo distinto pero en perfecta sincronización y el crujido de los muelles de la cama por el incesante movimiento eran los otros.

            BoMi se notaba completamente llena con aquellos dos miembros penetrándola, uno por la vagina y el otro por el recto, haciéndola sentir como nunca antes se había sentido: en el paraíso.

            Su pelo castaño, largo y rizado caía por sus hombros, sus pechos y su espalda, pegándose a su cuerpo, pegajoso por el sudor propio y el de los dos hombres que estaban con ella. Uno era rubio platino y de rostro amable, aunque este había mutado en algo completamente opuesto en cuanto la ropa fue arrancada de sus cuerpos; el otro tenía el pelo azabache y una sonrisa gatuna que la hizo presagiar desde el primer momento que aquella noche iba a ser memorable.

            Con las piernas abiertas y los pies sobre el colchón intentaba ayudar a las penetraciones, pero comenzaba a sentirse cansada, a sentir que su mente comenzaba a alejarse de aquel lugar. Su orgasmo estaba cerca, lo notaba debajo de la piel y en su entrepierna, estaba a punto de llegar, así que cerró los ojos para disfrutar mejor de lo que se avecinaba.

            El clímax le llegó y la chica arqueó su columna vertebral ante las oleadas de placer que recorrían su cuerpo, a la vez que doblaba los dedos de sus pies  arrugaba las sábanas entre los dedos de sus manos. Los espasmos del orgasmo fue lo que le vinieron segundos después, cuando terminaba de gemir el nombre de ambos chicos.

            Sintió cómo de repente su recto fue desalojado con rapidez y sobre su espalda caía un líquido caliente a intervalos irregulares. Cuando se detuvo, sintió cómo su vagina también era abandonada y aquel mismo líquido caía sobre sus pechos y su rostro. Abrió sus ojos y vio cómo Chen se corría sobre ella.

            En medio de su orgasmo no pudo regañarles a ninguno de los dos, aunque había sido ella la que les había dicho que no podían correrse en su interior, ya que los condones no habían sido utilizados para mayor placer.

            Con la mente todavía en blanco y el cuerpo entumecido, vio cómo SuHo y Chen comenzaban a vestirse y luego salían por la puerta de la habitación sin dedicarle siquiera una sola palabra, aunque BoMi tampoco se la esperaba. Aquello era lo que sabía que le esperaba después de contratar a dos putos para no pasar sola la noche de su cumpleaños.



martes, 7 de octubre de 2014

[DAY 6] 30 Days EXOPINK Challenge

            Día 6: Un ship de ChoRong


Heart Attack


            Cada vez que ChoRong lo ve se le para el corazón durante unos instantes y luego comienza a latir tan rápidamente que siente como se le fuera a salir de su pecho. Cada vez que nota su presencia cerca de ella parece que le da un ataque al corazón. Esto es lo que debe ser el amor. Kim JunMyeon, el delegado de la clase, el alumno ejemplar, el chico que todas las madres querrían como novio para sus hijas y es quien hace que su corazón lata de esta manera tan desesperada.

            Sin embargo, sabe perfectamente que él jamás se fijará en ella. Viven en mundos completamente distintos y probablemente ni siquiera haya reparado en su existencia.

            ChoRong sale de la clase aquel día un poco alicaída. El examen de matemáticas no le salió tan bien cómo debería y todo se había debido a que había visto a JunMyeon ayudar con unos papeles a la hermosa profesora de música. La chica respira hondo y se coloca los auriculares para escuchar música a todo volumen y así no preocuparse por nada más.

            En ese momento, una mano la agarra por el brazo y tira de ella hacia atrás hasta que su espalda choca contra un torso musculado. Un segundo después, un coche pasa a toda velocidad justo por el lugar en el que se encontraba. Casi había sido atropellada por un coche y si no hubiera sido por la persona que aún la seguía sujetando por el brazo no lo hubiera contado.

            ChoRong se gira para darle las gracias a aquella persona y su corazón se salta un latido, justo antes de ponerse a brincar como loco.

            —JunMyeon… —susurra en una voz apenas audible. Su rostro muestra una expresión preocupada y eso hace que la voz no quiera salir de su cuerpo.
            —¿Estás bien, Park ChoRong? —pregunta. La chica abre sus ojos al máximo porque escuchar su nombre de los labios del otro era lo último que podía esperar—. ¿ChoRong?
            —S-s-sí… —responde y él suspira aliviado, a la vez que esboza una preciosa sonrisa.
            —Menos mal —sus palabras y su expresión, tan cerca de ella hacen que le tiemblen las piernas y JunMyeon tenga que agarrarla más fuerte para que no caiga al suelo—. Parece que te has llevado un gran susto —murmura—. Lo mejor será es que te acompañe a casa para asegurarme de que llegas bien.


            Y en ese momento, mientras asiente y le indica el camino a su casa, notando su mano agarrando la suya, siente que vuelve a tener otro ataque al corazón.

lunes, 6 de octubre de 2014

[DAY 5] 30 Days EXOPINK Challenge

Hola Hermosas Criaturas

      El 30 Days EXOPINK Challenge va tomando forma, aunque aún me quedan muchos días por delante. Hoy viene el quinto (muy cortito) estaba medio depre cuando lo escribí, así que por eso salió esto. Espero que os guste ^^


            Día 5: Un ship de Kris


Rain Sounds


            La lluvia golpeando contra el suelo, creando charcos de agua a su alrededor. Un hombre alto caminaba bajo la lluvia sin nada que lo protegiera de las gotas de agua que caían con intensidad desde las oscuras nubes. No le hacía falta, no tenía miedo de coger un resfriado, no tenía miedo de la muerte. Quizás, con suerte, moriría y podría volver junto a ella.

            El hombre detuvo su caminar repentinamente y alzó su mirada al cielo. Las gotas de lluvia se confundían con las lágrimas que corrían por sus mejillas como ríos discurriendo por una empinada pendiente.

            Si tan solo hubiera sido un segundo más rápido…

            —NamJoo… —susurró a la nada, porque eso era lo que YiFan sentía en su corazón. Nada.



domingo, 5 de octubre de 2014

[DAY 4] 30 Days EXOPINK Challenge

Hola Hermosas Criaturas

            Regreso de nuevo con el 30 Days EXOPINK Challenge. Hoy es el cuarto día de reto y por ahora no estoy cansada... A ver cómo me va cuando lleve veinte XD Espero que os guste ^^


            Día 4: Tu OTP


True Love


            ¿Cómo saber cuál es el verdadero amor? ¿Cómo saber cuándo te has cruzado con la persona a la que estás destinada? ¿Cómo saber que la elección que tomas es la correcta, la que te dará felicidad por el resto de tu vida? No se sabe. Al menos, los humanos no lo saben.

            Kai había bajado a la Tierra a jugar un poco con los corazones de los humanos. Ser el dios del amor le daba aquel derecho y, además, el poder de ver qué personas estaban destinadas a otras. En una ciudad como Seúl, cuando millones de personas se mueven por sus calles y se mezclan las unas con otras, era algo más complicado, pero a Kai le gustaban los retos.

            El dios comenzó a flotar por encima de las cabezas de los humanos, buscando a sus próximas víctimas, a las personas que debían ser unidas para vivir su amor verdadero, cuando el sexto sentido que utilizaba para esto le dio un aviso realmente extraño. Kai comenzó a buscar a su alrededor, encontrando a una chica menuda, de pelo largo y de color azabache con rostro de muñeca de porcelana y su sexto sentido comenzó a vibrar dentro de su pecho.

            “¿Así que esto es lo que sienten los humanos cuando los atravieso con mis flechas?” Kai sonrió mientras sacaba una saeta de su carcaj y tensaba el arco “No sabía que los dioses también podían encontrar a su otra mitad” disparó su flecha, acertando de pleno en el corazón de la chica “Supongo que da igual, dioses o humanos, la vida es demasiado larga como para vivirla en soledad”.

            Kai sacó otra flecha igual a la otra y se la clavó en el pecho, sintiendo cómo el amor corría por sus venas. Hizo que desaparecieran sus atributos de dios y se materializó entre los humanos, tan cerca de la chica que podía oler su perfume afrutado, esperando el momento en el que se diera la vuelta y se enamorara perdidamente de él.



sábado, 4 de octubre de 2014

[DAY 3] 30 Days EXOPINK Challenge

Hola Hermosas Criaturas

            Aquí sigo con el 30 Days EXOPINK Challenge, ayer comencé con los emparejamientos random y hoy sigo con ellos porque es lo que queda hasta finalizar este reto. Hoy toca el tercero... C'mon, Minako, tú puedes. Espero que os guste ^^


            Día 3: Un ship de LuHan


Crystal


            A través del cristal LuHan ve el mundo exterior. A través de aquella superficie transparente y brillante es capaz de conocer lo que hay más allá, lo que se encuentra fuera de su accesibilidad. LuHan no recuerda haber sentido el calor del sol si no era a través de aquel cristal, tampoco recuerda haber sentido la lluvia sobre su piel. Todo lo que encuentra en su memoria son recuerdos de aquella habitación y de aquel cristal.

            LuHan siempre ha querido salir de aquel lugar, per los señores de bata blanca y sus padres nunca lo dejan hacerlo. Solo puede dar paseos por la pequeña habitación y sentarse en el alfeizar de la ventana para contemplar las maravillas que se encuentran al otro lado.

            Pero todo eso cambia el día que una niña de pelo largo y rostro de porcelana entra en su habitación y le pide que la esconda. LuHan lo hace, por inercia más que por otra cosa, y cuando una mujer entra preguntando por la niña, le contesta que no sabe dónde está.

            —Mi nombre es ChoRong —se presenta con una sonrisa adorable—. ¿Cómo te llamas tú?
            —LuHan —le contesta.
            —¿Quieres ser mi amigo? —y LuHan inmediatamente dice que sí porque nunca ha tenido un amigo.

            A partir de aquel día, la niña pasa mucho tiempo en su habitación, hablando de un montón de cosas y jugando a lo primero que se les ocurre. ChoRong le cuenta cómo es el mundo afuera y LuHan se emociona con cada palabra que escucha, porque de los labios de la niña este parece mucho más real que a través de su cristal.

            El día que le propone hacer una escapaba para que pueda experimentar lo que es estar fuera, LuHan duda, porque sus padres le han dicho que el exterior es muy peligroso para él. Pero las promesas de un mundo maravilloso al que no puede acceder desde su cristal son las que hacen que finalmente se decida y salga por la noche con su amiga a explorar.

            La hierba bajo sus pies, la brisa nocturna en su rostro y la mano caliente de ChoRong en contraste con la suya son cosas que jamás olvidará.


            LuHan no vuelve a verla después de ese día porque cuando se despierta por la mañana ya no se encuentra en su habitación del hospital. Es un sitio igual de blanco y de silencioso, pero no tiene ningún cristal por el que asomarse al mundo exterior.


viernes, 3 de octubre de 2014

SHINee Host Club

Título: Ouran SHINee Host Club
Pareja: Onew x Fan (SHINee)
Clasificación: G
Géneros: romance, humor
Número de palabras: 1.703 palabras
Resumen: SooHee era una chica (normal y corriente) a la que le gustaba quedarse despierta hasta las tantas de la noche viendo animes, doramas o programas en los que salieran su idols… pero jamás pensó que todo pudiera mezclarse y que ella sería la protagonista de una de sus historias favoritas.
Notas: historia prometida como premio a Lorena por ganar el Primer Concurso de Fics de Lo que realmente pasó en Singapur.
Comentario de Autora: sé que te gustan las cosas tristes y dramáticas, pero a la vida hay que ponerle un poco de humor para no desesperar. Espero que te guste, esposa.


           

            Tobira wo akeru to… Soko wa…


            SooHee buscaba un lugar tranquilo en el que poder ver vídeos de sus oppas sin que nadie la molestara en aquel lugar. Lo había intentado en el patio, en la biblioteca, en el pasillo, en la sala de profesores… Sin embargo siempre había alguien que se acercaba a ella y no la dejaba fangirlear como era debido. Por eso, cuando vio una sala de música que parecía no ser utilizada para nada, pensó que había encontrado su salvación… Pero cuando abrió la puerta… Allí estaba… El Host Club…

            (O eso era lo que rezaba la gran pancarta que se encontraba justo enfrente de ella).

            La chica entró cuidadosamente a la sala de música, mirando a todos lados por si había alguien. Sonrió al notar que solamente estaba ella en el lugar y se dirigió a uno de los cómodos sofás para sentarse y así poder ver con tranquilidad el nuevo vídeo de SHINee. Conectó su tablet y luego buscó en el canal de youtube de la SM el nuevo vídeo subido. Le dio al volumen al máximo y comenzó a sonar la canción.

SHINee is back, SHINee is back, SHINee is back, back, back, back, back.

            SooHee comenzó a chillar como una nutria en celo, con los ojos más abiertos de lo normal y la boca del mismo modo. Adoraba a SHINee y la canción era perfecta, además, los chicos vestían unas ropas muy hippies que le encantaban y todo era completamente perfecto (menos la presencia de Jessica de Girls’ Generation, pero lo pasaba por alto porque hacía de fantasma). Tan ensimismada estaba que no se dio cuenta de que alguien más entraba en la sala de música hasta que no estuvieron prácticamente junto a ella.

            En ese momento, la chica alzó la cabeza y se quedó sumamente sorprendida. Allí, a pocos metros de distancia, se encontraban los mismos cinco chicos que estaban saliendo en la pantalla de su tablet (se aseguró de ello intercalando varias veces la mirada entre esta y ellos para confirmarlo) y en cuanto su cerebro procesó quiénes eran lo que estaban allí, dio un grito más parecido al sonido que emitían los delfines, antes de desmayarse.


            SooHee escuchaba voces, voces lejanas que creía reconocer, pero no podía estar segura de ello porque su cabeza daba vueltas y vueltas. Se movió un poco, pero esto solo ocasionó que se sintiera peor, por lo que se quedó tranquilamente, sin hacer ningún movimiento e intentando encontrar en su mente a los dueños de aquellas voces mientras escuchaba, a medias, su conversación.

            —Nos ha descubierto, ¿qué podemos hacer? —dijo la voz de JongHyun.
            —Quizás no sepa quiénes somos —contestó la de TaeMin.
            —Por favor, si estaba viendo nuestro MV de Sherlock, ¿cómo no va a saber quiénes somos?
            —Además, se ha desmayado —apuntó la voz de Key.
            —¿Estará bien? —preguntó la de Onew.
            —No es momento para preocuparse por eso. Hay que pensar qué hacemos con ella.
            —No la irás a matar, KiBum, que te veo las intenciones.
            —No, no, no —contestó este—, pero no podemos dejar que salga de aquí así como así, no por lo menos hasta que esté todo organizado.
            —¿Y qué sugieres que hagamos? —preguntó Onew.
            —¿La secuestramos? —propuso JongHyun.
            —No —contestaron todos los demás.
            —¿Y si la ponemos a trabajar con nosotros para hacer los preparativos más rápidamente? —sugirió la voz de MinHo.
            —Ehh… Buena idea, MinHo, ya está, en cuanto despierte le diremos qué es lo que tiene que hacer.

            En aquel momento, a SooHee le habían quedado bastante claras dos cosas; la primera, la confirmación de que aquellos chicos sí que eran SHINee, la segunda, que no la iban a dejar salir de allí y la chica no sabía cuál de ellas dos le gustaba más.

            Después de escuchar aquella conversación, empezó a hacer como que se estaba despertando poco a poco hasta que abrió los ojos, encontrándose cinco rostros a pocos metros de ella, con sus respectivos pares de ojos mirándola fijamente. Hubiera gritado de nuevo, pero el shock la había dejado paralizada, jamás se hubiera esperado que las cinco personas a las que más admiraba la miraran de aquella forma.

            —Bienvenida al SHINee Host Club —le dijo Onew—. Nosotros somos SHINee —todos hicieron su saludo, aunque TaeMin levantó el brazo izquierdo en vez del derecho, y luego una pequeña reverencia.
            —Hola, ¿qué tal? Yo soy SooHee —se presentó ella de corrido y con una voz que no era la suya. Los cinco la miraron extrañados hasta que tosió y se aclaró la voz para volver a hablar—. SooHee, mi nombre es SooHee.
            —Encantados de conocerte —respondió JongHyun acercándose para cogerle la mano y besársela, pero el líder lo apartó rápidamente.
            —Ella no es ninguna invitada, así que guárdate tus atenciones para las señoritas que vendrán dentro de unos momentos —lo regañó.
            —Quedan apenas dos horas y todavía nos quedan miles de cosas por hacer —comentó Key, llevándose las manos a la cabeza.
            —¿Puedo ayudar con algo? —preguntó la chica.

            Había escuchado la conversación anterior y sabía perfectamente que su intención era hacerla trabajar, así que, si de todas formas tendría que hacerlo, era mejor que se pusiera manos a la obra rápidamente y se dejaran todos de tonterías.

            —Ahora que lo dices… —comenzó MinHo—. Nos vendría bien un par de manos extras.
            —Pues entonces no hay más que hablar —SooHee se levantó del sofá con gran ánimo y miró a su alrededor—. ¿Qué es lo que hay que hacer?

            A partir de aquel momento todo se volvió una locura. Los cinco chicos le explicaron brevemente lo que pasaba allí y lo que tendría que hacer para ayudarlos y luego ella comenzó a hacer todo lo que le pedían para aligerar un poco el trabajo y tenerlo todo listo en el poco tiempo que les quedaba. Al parecer, SHINee iba a tener un evento sorpresa de Hosts en su instituto y solo unas cuantas chicas afortunadas iban a poder entrar en aquel lugar para pasar un buen rato con los chicos.

            Todo había sido preparado en secreto y ni siquiera las fans pesadas y obsesas que los seguían a todos lados tenían constancia de aquel acto. La página web para comprar el tiempo que iban a tener las cincuenta afortunadas junto a ellos se habían puesto a la venta un par de minutos antes de que ella entrara por la puerta y en aquel momento, las afortunadas tenían que estar llegando al recinto del colegio.

            A la carrera, terminaron con todo unos minutos antes de que las puertas se abrieran y los chicos se cambiaron de ropa, haciendo a SooHee que también se pusiera el algo más acorde con el evento, ya que también los iba a ayudar, dejando entrar solo a aquellas personas que tenían el código que las identificaba como las que tenían acceso al SHINee Host Club. Así, con un traje de maid, la chica se dispuso a hacer la última petición que había recibido de aquellos chicos a los que idolatraba.


            Dos horas después, todo acababa.

            SooHee estaba completamente agotada, ya que jamás había pensado que retener a fans locas requiriera tanto trabajo. La chica se giró hacia los miembros de SHINee una vez cerró las puertas para que nadie más pudiera entrar, encontrándolos con la ropa algo desarreglada, el cabello despeinado y exhaustos. Si SooHee no hubiera visto que aquello se debía a que las fans se lo habían puesto un poco complicado, hubiera dicho que habían tenido alguna que otra ronda de sexo.

            —Ven aquí, SooHee —la llamó Onew, indicándole con la mano que se acercara y se sentara junto a él en el sofá en el que se encontraba. Ella, con un sonrojo cubriendo sus mejillas, ya que el líder, a pesar de ser patoso por naturaleza tenía un encanto escondido que la chica adoraba, lo hizo.
            —¿Sí? —preguntó una vez estuvo junto a él.
            —Gracias por ayudarnos con todo esto —señaló a su alrededor y SooHee vio cómo MinHo y JongHyun ya se habían quedado dormidos en un sofá y a Key y TaeMin les faltaba poco para entrar también al mundo de los sueños.
            —No ha sido nada —respondió—, además, he podido conocer a las personas que admiro y ayudarlas con un problema que tenían —él esbozó una sonrisa preciosa en sus labios.
            —Me alegra oír eso —comentó—, pero me gustaría hacer algo por ti como agradecimiento.
            —No tienes que hacer nada —la chica movió sus manos negativamente.
            —Insisto —Onew tomó sus manos entre las suyas, mirándola fijamente a los ojos, haciendo que su corazón se acelerara de golpe.

            Durante unos minutos, no se escucharon más que los ronquidos de los demás miembros y el golpeteo de sus corazones. SooHee no podía parar de mirarlo a los ojos, perdida en aquel color castaño y mirada clara, solo pudo reaccionar cuando unas palabras salieron de sus labios sin premiso alguno de su mente.

            —Me gustaría un beso…

            Tras decirlo, se intentó tapar la cara con sus manos, pero Onew seguía agarrándoselas, ahora con una sonrisa de oreja a oreja.

            —Pensaba que no me lo pedirías nunca —murmuró antes de cruzar la poca distancia que los separaba y besar sus labios dulcemente.


            SooHee jamás había pensado que aquel día, que había empezado igual que los anteriores, se convertiría en el más extraño y feliz de su vida, solo por abrir aquella puerta en la que se encontró el SHINee Host Club.