lunes, 15 de diciembre de 2014

Twilight of Shadow

Título: Twilight of Shadow
Autoras: TaeYeon (Minako) y Tiffany (Ajumma)
Pareja: TaeNy (TaeYeon x Tiffany) (Girls’ Generation)
Clasificación: NC–17
Géneros: AU, BDSM
Número de palabras: (…) palabras
Número de capítulos: Prólogo + 1/7 Capítulos
Resumen: Tiffany quería una experiencia única cuando pagó por una semana en el ‘Soul Hotel’, lo que no se esperaba para nada es que fuera tan única.
Avisos: sexo explícito, torturas, violencia y lenguaje vulgar, l@s sensibles de mente absteneos de leerlo.
Notas: segundo rol de Ajumma y Minako ♥
Comentario de Minako: hablando sobre dominantes y dominados llegamos a la conclusión de que debíamos hacer un rol de BDSM (sí, nuestras conversaciones son muy normales XD).
Comentario de Ajumma: animando a Minako para que dejara de estar enfadada surgió el tema y nos emocionamos con hacer el rol. Espero que os guste esta historia ♥





Day 0


            Una chica menuda, de cabello largo y muy negro, que contrastaba enormemente con su piel pálida, se encontraba frente a la pantalla del ordenador de su habitación, sentada de una forma que parecía incómoda en la silla, navegando por internet en busca de un trabajo. Necesitaba encontrar algo por lo que pagaran muy bien y que no fuera durante mucho tiempo porque necesitaba el dinero y lo necesitaba ya. Tenía que pagar la mensualidad del alquiler del piso en el que vivía junto a varias amigas y también los gastos del taller al que había llevado a reparar el viejo coche con el que se movía por la ciudad de Seúl.

            De repente, un anuncio pequeño en la esquina de una de las páginas web que visitaba llamó su atención. No era nada impresionante, ni tenía muchos colorines que hicieran que la vista se desviara inmediatamente hacia él, de hecho, era bastante discreto, pero por algo que no pudo identificar, TaeYeon simplemente movió el cursor del ratón por la pantalla hasta que llegó a él y clicó encima.

            Inmediatamente, una pestaña nueva se abrió en su navegador y, aunque tardó un poco en cargar porque el ADSL no era para nada rápido, la chica no desesperó. Poco a poco, un fondo negro comenzó a aparecer en su pantalla, seguido por el inicio de la página, que contenía una foto de un edificio que emulaba a un castillo medieval europeo y letras rojas como la sangre anunciaban su nombre.

            —“Soul Hotel” —leyó —después, siguió bajando, moviendo la ruleta de su ratón hasta que dio con la oferta de trabajo que había llamado su atención—. “Necesitamos chicos y chicas atractivos para satisfacer todos y cada uno de los especiales deseos de nuestros clientes”.

            La chica siguió buscando algún otro requisito, como haber trabajado con anterioridad en la hostelería, saber idiomas o algo por el estilo, pero solo pedían que la gente que se presentara fuera atractiva. TaeYeon se consideraba una chica de bastante buen ver, por lo que probablemente no tendría ningún problema para comenzar a trabajar si eso era lo único que buscaban; además, la suma de dinero ofrecida por solo una semana de trabajo hacía que en sus ojos se pudiera ver el símbolo del dólar reflejado y que en su mente no hubiera nada más que apuntarse a aquel trabajo.

            Sin pensarlo demasiado, abrió su correo electrónico y comenzó a escribir un mensaje dirigido a la dirección de aquel hotel, respondiendo a las preguntas que había en el cuestionario dejado en la página web y en cuanto terminó, adjuntó su mejor foto. Una vez listo todo, le dio a enviar.

            TaeYeon tenía más cosas que hacer, así que se levantó de la silla de su escritorio y se quitó el camisón semitransparente que vestía, dejando al descubierto su esbelta figura y se desperezó frente a la ventana. Desnuda como estaba, no le importó que su vecino fisgón la viera con todos sus atributos en pleno esplendor porque ya estaba acostumbrada a aquella mirada castaña tras los cristales de unas gafas de pasta demasiado grandes para el rostro de ratilla que se gastaba el chico. Le guiñó un ojo y le lanzó un beso, haciendo que este se pusiera rojo de pies a cabeza y desapareciera rápidamente de la ventana, seguramente derecho a su cama para masturbarse.

            La chica sonrió y luego buscó en su armario unos jeans cualquiera y una camiseta blanca lisa que se le ajustaba como un guante. No necesitaba mucho más que aquello para impresionar al mecánico y que le hiciera un descuento en el precio final del arreglo del coche.

            Antes de ponerse los zapatos y salir de su habitación, TaeYeon miró por última vez su ordenador, viendo que le había llegado un correo nuevo a su bandeja de entrada. Con el corazón golpeando rápidamente contra su pecho por la anticipación, lo abrió y lo leyó, esbozando una sonrisa radiante al llegar al final del texto.

            Había sido contratada.

★★★

            Una chica pelirroja abrió los ojos perezosamente y alzó los brazos estirándose, antes de dejarlos caer y darse con los nudillos contra el cabecero de la cama. Suspiró y miró la zona de sus manos que había recibido el torpe golpe, percibiendo como poco a poco un suave color rojo pintaba sus nudillos. (Cuando Tiffany despertaba no era persona y podía quedarse mirando cualquier punto muerto durante horas antes de que su estómago no la despertara del todo para ir a comer algo). Lentamente, acercó la punta de su lengua a sus nudillos y los lamió un par de veces, desde pequeña había tenido esa manía de "curarse las heridas" como si fuera un animal.

            Se levantó lentamente de la cama y bajó a la cocina, buscando el brick de leche en la nevera y desenroscando el tapón de este antes de llevárselo a los labios y beber con pereza. La leche estaba fresca y le pasó bien por su garganta seca de dormir con la boca abierta. Sonrió por el gusto de sentir el líquido frío bajar por su garganta. Al curvar sus labios una juguetona gota de leche se escurrió por la comisura de estos y bajó por su cuello, perdiéndose en el escote de la camiseta de tirantes blanca que utilizaba para dormir.

            Separó el brick de sus labios y miró la gota que iba bajando lentamente por su abdomen pálido, se encogió de hombros y después siguió bebiendo, cerrando la puerta de la nevera con su pie.

            Como cada mañana, terminó de vestirse y arreglarse y salió a la calle, completando la camiseta de tirantes con una minifalda negra y una chaqueta del mismo color, dirigiéndose a la cafetería para tomarse un buen desayuno. (La leche era simplemente porque perdía la voz al dormir con la boca abierta y esta le iba bien para no sentir tanto escozor en su garganta). Se dirigió a la barra y le hizo su pedido al camarero, después, se quedó mirando el pequeño puesto lleno de tarjetitas de publicidad y panfletos que había sobre esta: "Las vacaciones de tu vida..." "Ven con tu familia al..." "Disfruta de la mejor comida..."

            Siempre la misma propaganda.

            Excepto una. "¿Quieres vivir una experiencia única?" Le llamó la atención un pequeño montón de tarjetas negras con las letras en relieve de un color carmín oscuro y agarró una de estas con curiosidad.

            —Soul Hotel... —leyó para sus adentros, tomando el café que el chico le había servido y sentándose en uno de los taburetes de la barra, mezclando el café sin prestarle mucha atención ya que sus ojos estaban puestos en la misteriosa tarjeta.

            "Cumplimos cualquier deseo que pidan nuestros clientes, a buen precio y de forma discreta. Los de la habitación de al lado no debe enterarse de nada, ¿verdad?"

            Se quedó mirando un buen rato la tarjeta antes de guardársela en el bolsillo derecho de su chaqueta de cuero y pagar por el café, tomándoselo con rapidez antes de regresar a su piso caóticamente desordenado y ponerse frente al pequeño ordenador que tenía al lado de su mesita de noche. Tecleó la dirección web que ponía en la tarjeta y comenzó a leer. Parecía un lugar realmente discreto, decoración sencilla y ambiente agradable. Le sorprendió el precio de tan solo una semana y antes de que se diera cuenta su mano ya la había llevado al botón de "Reservar".

            "Gracias por su confianza, recibirá los datos de la reserva en menos de dos minutos".

★★★

            TaeYeon comprobó varias veces en su teléfono móvil la dirección que estaba escrita en este con la que tenía delante de sus narices en la puerta de un edificio de pisos como cualquier otro de la calle. Parecía que era el lugar correcto en el que debía presentarse para realizarle unas pruebas antes de comunicarle qué puesto obtendría dentro del ‘Soul Hotel’. Estaba bastante nerviosa, las manos le sudaban y tenía escalofríos cada pocos minutos.

            Aunque ya estaba contratada, no podía quitarse la sensación de que tenía que hacer todo lo posible para que aquella gente se llevara una buena impresión.

            Llamó al porterillo y una voz femenina, algo dulce, contestó y preguntó quién era, ella se aclaró la garganta y respondió "Kim TaeYeon, vengo por las pruebas". Inmediatamente después, la puerta se abrió y la chica pasó al interior del edificio. Anduvo por la planta baja hasta llegar a los ascensores y se montó en uno de ellos, pulsando el número de la planta en la que tenía que bajarse y, en apenas unos segundos, ya se encontraba en el lugar.

            Había un pequeño vestíbulo y una puerta medio abierta que dejaba ver un poco del piso al que tenía que acceder. Sin nadie que la guiara, TaeYeon se adentró en el apartamento, descubriendo lo que parecía el set de rodaje de una película de sadomasoquismo, solo que no había cámaras por ninguna parte, solamente una chica bajita, de pelo corto y castaño, labios rojo pasión y mejillas que a más de una abuela le darían ganas de apretar, con un corsé rojo a juego con su boca bastante apretado.

            TaeYeon se quedó con la boca abierta en el umbral, sin saber qué hacer ni qué decir, pensando solamente en dónde se había metido.

            —Kim TaeYeon, ¿verdad? —preguntó la chica, esbozando una sonrisa pícara—. La prueba comenzará en unos momentos.
            —Perdone... —murmuró la recién llegada—. ¿Quién es usted y qué clase de broma es esta?
            —No es ninguna broma —aclaró la otra, caminando sensualmente hacia ella, contoneándose y mostrando sus curvas—. Mi nombre es Lee SoonKyu y estoy a cargo de la realización de la prueba —llegó finalmente hasta TaeYeon y le puso una mano en su hombro, haciendo que descendiera después por su pecho, tomando su pezón a través de su blusa y apretándolo, haciéndola jadear—, y esta consiste en hacerme llegar al clímax... a través del dolor —la confusión se reveló en su rostro—. Ahora mismo estás contratada, puedes ser camarera o recepcionista, pero si pasas esta prueba... —se inclinó hacia ella para hablarle al oído—, obtendrás un plus en tu salario... tu cuenta corriente tendrá más ceros de los que jamás te hayas imaginado.

            TaeYeon tragó saliva. Aquello no podía ser posible, pero la chica frente a ella parecía muy seria con lo que decía. ¿Ser una especie de chica dominante? Jamás se lo había imaginado, pero en aquel momento lo estaba haciendo y sentía un poco de calor y humedad en su entrepierna. Nunca lo había hecho, nunca había buscado nada sobre el tema; pero necesitaba la pasta y que la tal SoonKyu se estuviera desnudando frente a ella con unos movimientos completamente eróticos no la dejaban pensar con demasiada claridad, pero finalmente tomó una decisión.

            —Haré que me supliques por más —susurró con una nota de perversión en su voz que no sabía que poseía antes de tomar uno de los látigos que se extendían ante ella.

★★★

            ‘Soul Hotel’.

            Esas dos palabras aún continuaban en su mente, repitiéndolas una y otra vez, a veces incluso las pronunciaba en voz alta para no olvidarse de ello.

            Tiffany abrió el armario y comenzó a sacar su ropa más coqueta y cómoda para doblarla y seguidamente colocarla en la maleta que se llevaría para el viaje a ese hotel. (Podía estar en Seúl pero prometían experiencias únicas y eso era lo que buscaba Tiffany para salir de su rutina, aunque fuera en su misma ciudad). Suspiró con una sonrisa boba en sus labios mientras doblaba sus jerséis y sus camisetas de tirantes, para luego seguidamente hacer lo mismo con sus jeans, minifaldas y su ropa interior, lencería de la mejor calidad. (Tiffany era una presumida coqueta y había un detalle que para ella era más que sagrado: llevar siempre tanga. Absolutamente siempre).

            Le quedaba esa tarde simplemente antes de partir hacia el hotel, es una calle por la que había pasado más de una vez pero por donde nunca había visto dicho lugar. Quizás era nuevo. Se encogió de hombros mientras cerraba la cremallera de la maleta y para no aburrirse el resto del día que le quedaba, ordenó un poco el piso.

            La pelirroja vivía sola, no necesitaba la compañía de nadie y no estaba interesada en encontrar pareja, se sentía bien y libre de ese modo, con la suerte de tener unos padres que la consentían demasiado, poniéndole dinero cada fin de semana en su cuenta.

            "Esta semana no estaré en casa, ¿podría alguna de vuestras sirvientas venir y limpiarme el piso aprovechando que no estoy? Dile sobre todo que no toque ni mi maquillaje ni mi ropa, si veo que me falta algo, se va a enterar".

            Le envió ese SMS a su madre mientras hacía la cama desordenada y sonrió al recibir la rápida respuesta de la mujer.

            "Por supuesto hija, no hay problema. Se lo dejaré claro".

            Antes de que se diera cuenta, la noche había caído y Tiffany se quedó contando las horas que pasaban lentamente antes de caer rendida en su cama y quedarse dormida.

            Necesitaba esas prometedoras vacaciones.




viernes, 12 de diciembre de 2014

[One Shot] Back Seat {JackMin}

Título: Back Seat
Autora: Riz Aino
Pareja: JackMin (Jackson x JiMin) (GOT15 (GOT7 y 15&))
Clasificación: NC–17
Géneros: AU, romance, smut, songfic (?)
Número de palabras: 1.347 palabras
Resumen: lo único que Jackson no se esperaba de esa noche era acabar con JiMin en el asiento trasero de su coche.
Notas: historia escrita utilizando la canción Back Seat – JYJ como inspiración porque es muy perver y alkmscklsanckna. Gracias a Daleth y a Nyerelia por sacarme del atasco en el que llevaba demasiado tiempo. *Amor del bueno para vosotras*.
Comentario de autora: como suele decirse, “quien se pelea, se desea” y estos dos están todo el rato de las greñas, por lo que hacen una genial pareja. Espero que os guste ^^

Back Seat

            La música a todo volumen comenzaba a hacerle daño en los oídos y las luces que cambiaban de color lo estaban mareando un poco, por ese motivo, Jackson decidió que, a pesar de no estar tan borracho como quería haberse puesto en la fiesta de su graduación, ya era hora de salir de aquel club e ir a casa. Buscó a sus amigos con la mirada y los divisó en la pista de baile, encandilando a varias chicas con sus movimientos. Iban bastante más borrachos que él y no coordinaban lo que debían, pero aun así seguían moviéndose con gran agilidad.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

EXO 3ª Temporada

Capítulo 10
Situaciones


            Salía de la habitación de mi novio después de haber pasado la tarde con él. Tenía que regresar a mi piso y hacer varias cosas para la universidad, así que apreté el paso por los pasillos de la residencia para llegar cuanto antes al lugar. Sin embargo, cuando estaba girando en una esquina, buscando la tarjeta del bus, me choqué contra una persona.

            —Lo siento —dije, alzando la cabeza y descubriendo que era MinSeok contra quien me había chocado—. Oh, MinSeok. ¿Estás bien?
            —Sí, estoy bien, no pasa nada, LuHan —sonrió—. ¿Dónde ibas con tantas prisas?
            —De regreso a casa —contesté—. He pasado la tarde aquí, pero tengo cosas que hacer.
            —¿Te puedo acompañar entonces? —me preguntó y tuve que poner una cara muy extraña, porque aclaró sus palabras—. JongDae está en vuestro piso haciendo no sé qué cosa con YiXing y me ha dicho que me pasara por allí para luego cenar por el centro.
            —Oh, claro —dije—, puedes venir conmigo, no voy a hacerte ir por separado yendo al mismo sitio.

            MinSeok me volvió a sonreír y yo le devolví la sonrisa. Después, ambos echamos a andar en la dirección contraria a la que yo estaba yendo anteriormente porque con las prisas me había equivocado de camino. Cogimos el bus que nos dejaba más cerca del piso y nos sentamos el uno al lado del otro observando en silencio el paisaje nocturno de la ciudad, hasta que MinSeok rompió el silencio.

            —Por cierto, LuHan —murmuró—. Aún no he podido agradecerte como es debido que me salvaras la vida cuando estuvimos en China.
            —Yo hice lo que tenía que hacer —le contesté sin mirarlo.
            —Fue un bonito detalle que gastaras el agua milagrosa que habías ido a buscar para SeHun —comentó, y entonces lo miré sorprendido—. A mí no me engañaste con el motivo que tenías para viajar —sonrió—, pero si no quieres que se lo diga a nadie no lo diré. Sé que debes estar muy preocupado por lo que le pase a tu chico sin alguien con el poder de curar cerca de él.
            —Muchas gracias MinSeok —murmuré.
            —No hay de qué, para eso están los amigos —sonrió

-oooOOOooo-

            Esbocé una gran sonrisa cuando vi quiénes eran las personas que, en la cola para pedir algo de comer, jugaban entre ellos, dándose arrumacos, atrayendo todas las miradas de la gente que se encontraba a su alrededor. Eran muy poco disimulados, y eso estaba bien, porque si a ellos no les importaba, tampoco tenía que importarles a los demás.

            Me afané en tomar los pedidos rápido para que pudiéramos hablar unos minutos y luego me aseguraría de quedar con ellos y con KyungSoo, SeHun y JongIn para hablar sobre el asunto de los enemigos y de lo que yo quería hacer, a pesar de que eso a Kevin no le gustara ni un pelo.

            —Hombre, hyung —dijo ChanYeol—. No creíamos que te encontraríamos aquí a estas horas.
            —Tengo este turno desde hace un tiempo ya —murmuró—. ¿Qué vais a pedir?
            —Queremos un par de hamburguesas de aquellas nuevas que están de promoción, dos coca-colas y dos de patatas deluxe —respondió BaekHyun.
            —Perfecto —dije, marcando en la pantalla el pedido—. Qué día tenéis un rato grande libre, por cierto —les pregunté. Los chicos se miraron y tras unos segundos asintieron.
            —El sábado estamos libres —me respondió ChanYeol.
            —¿Por qué lo preguntas, JunMyeon? —cuestionó BaekHyun.
            —Creo que deberíamos tener una reunión los seis sobre lo que está pasando últimamente —contesté. Ambos adoptaron una expresión seria de pronto y asintieron a la vez.
            —Estaría bien hablar de todo, sí.

            Después de esta breve conversación, volví a mis quehaceres, tomando pedidos y sirviéndolos en las bandejas o en las bolsas lo más rápido posible para que aquello se despejara y pudiera tener un poco de respiro al menos. Durante todo el tiempo que estuvieron en el local ambos chicos los observaba de vez en cuando y los veía jugar entre ellos, sintiendo un poco de envidia.

            “Ojalá algún día yo pudiera hacer algo así con KyungSoo” era lo que pensaba, pero sabía que era completamente imposible por dos razones: la primera y principal, porque él solo me veía como a un hermano mayor, y la segunda, que si alguna vez dejaba de verme de ese modo, era un chico tan tímido que jamás haría algún movimiento cariñoso en público.

            Suspiré y dejé mis pensamientos depresivos para más tarde. Tenía que concentrarme en el trabajo y también concentrarme en lo que se hablaría aquel sábado.

-oooOOOooo-

            Estaba nervioso, muy nervioso. No había estado tan nervioso en mi vida y no sabía qué hacer con aquello. Miré mi reloj por enésima vez en el rato que llevaba esperando en aquel lugar y comencé a mover mi pie derecho de forma incesante. Había llegado demasiado pronto, pero no podía aguantar más tiempo en la habitación de la residencia sin hacer nada.

            Me senté en el escalón del portal del piso a esperar, cansado de estar de pie y me apoyé contra la puerta de hierro y cristal. Necesitaba que Tao saliera rápidamente o me comenzaría a volver loco. No sabía todavía cómo habíamos acabado de aquella manera, pero era algo que hacía latir a mi corazón de una forma muy rápida.

            Pensando en eso, sentí cómo de repente la puerta que sujetaba mi espalda ya no estaba y me fui hacia atrás. Esperé el golpe de mi cabeza contra el suelo, pero este nunca llegó. Un segundo antes caía al vacío y un segundo después unas manos agarraban firmemente mi cuerpo para que aquello no sucediera.

            Tao había parado el tiempo. Miré hacia arriba y lo vi con una expresión preocupada en su rostro, preguntándome con la mirada si estaba bien. Asentí con lentitud y afiancé mi pose para que él pudiera soltarme. Una vez lo hizo me levanté del suelo y me giré hacia él.

            —Perdón, no sabía que eras tú —comentó—. Es demasiado temprano, no te esperaba tan pronto aquí.
            —Bueno, estaba en la calle haciendo algunas cosas y como ya no tenía nada que hacer pensé que podía venir para acá —mentí deliberadamente, pero él pareció creerse mi mentira.
            —¿Llevas mucho tiempo aquí? —negué con la cabeza.
            —Acabo de llegar, me había sentado e iba a sacar el móvil para darte un toque y que bajaras —contesté.
            —Entonces, ¿vamos?
            —Vamos.

            Eché a andar, pero Tao me retuvo agarrándome de la mano. en el momento en el que nuestras manos se juntaron pude sentir el calor recorriéndome el cuerpo, además de una descarga eléctrica. Quise soltarlas, pero él no me dejó y solo sonrió.

            —No vayamos por la calle de la mano si no quieres, pero déjame estar así unos segundos —y si yo hubiera podido expresar lo que realmente sentía en mi interior por aquella acción, le hubiera contestado que unos segundos no eran suficientes y que necesitaba estar muy cerca de él, durante mucho tiempo.

-oooOOOooo-

            Los trabajos de la universidad prácticamente consumían todo mi tiempo, sin embargo, todavía tenía algunos que otros momentos libres en los que quedaba de vez en cuando con JunMyeon, tanto en su casa como en la mía. Me gustaba mucho pasar el tiempo con él, a pesar de que en los últimos tiempos me sentía demasiado confundido a su alrededor.

            No sabía si me estaba volviendo loco o no, pero a veces me parecía que mi hyung me mandaba señales con carteles luminosos de neón en los que parecía decir que yo le gustaba, pero eso no podía ser posible. Siempre me había tratado como a un hermano menor y probablemente era yo quien estaba malinterpretando las cosas, ahora que estaba sintiéndome inevitablemente atraído hacia él.

            Di varias vueltas en mi cama y luego me senté y me salí de entre las sábanas. No podía dormir por pensar en aquellas cosas y tenía muchos trabajos que hacer todavía, así que me senté en el escritorio y comencé a teclear en mi portátil, para intentar olvidar aquellos problemas que no me iban a llevar a ningún sitio.

            JunMyeon no estaba enamorado de mí y jamás lo estaría. Eso era algo que me debía de quedar claro de una vez por todas.

-oooOOOooo-

            No me gustaba en absoluto aquel tipo. No me gustaba para nada y eso era evidente en mi ceño fruncido y mi cara de estar chupando limones. ¿Por qué tenía aquella maldita manía de estar enganchado todo el día a YiXing cuando estaban juntos? ¿Acaso no podía mantener alejadas sus manos de mi chico? ¿O es que lo hacía para ponerme celoso? Porque si era esto último lo estaba consiguiendo… al igual que estaba consiguiendo que me entraran ganas de quemarlo vivo allí mismo en mi salón.

            Tao me apretó el brazo con fuerza y me hizo ponerme a su altura para susurrarme que si las miradas matasen, JongDae ya estaría bien muerto y enterrado y que dejara de hacerlo o YiXing se enfadaría conmigo.

            Eso ya lo sabía, sabía que si por mí fuera aquel inútil ya estaría muy muerto, pero que si le tocaba un pelo, YiXing se iría de mi lado para siempre. JongDae era su mejor amigo desde siempre y le tenía mucho aprecio. Lo entendía, claro que lo entendía… pero no podía soportar como otro tipo lo sobaba frente a mis narices.

            —Estoy tendiendo a pensar —comenzó ZiTao—, que si sigues enfureciéndote vas a acabar echando humo por las orejas… literalmente.
            —Hwang ZiTao —susurré, marcando en cada una de las sílabas de su nombre mi enfado—. Si sigues haciendo comentarios voy a tirarte por la ventana.
            —Lo siento, gege.

            No pude decirle nada más porque en aquel momento, JongDae se levantó y, tras darle a YiXing un abrazo demasiado largo para mi gusto, en el que puso las manos demasiado cerca del trasero de mi chico, caminó hacia la puerta del piso y se fue por fin de casa. Una vez la puerta estuvo cerrada, YiXing se giró hacia mí, visiblemente cabreado.

            —Yo… mejor me voy yendo —murmuró ZiTao antes de dejarme solo en el salón con él.
            —YiFan —siseó—. ¿Tanto te cuesta dejar de ver a JongDae como una amenaza? —se acercó a mí—. ¿O es que no confías en mí? ¿No confías en que te seré fiel?
            —YiXing… yo…
            —Eres un idiota rematado, Kris —se sentó sobre mis piernas y puso sus brazos alrededor de mi cuello, mirándome fijamente—. No me voy a separar de ti y lo sabes, así que deja estos ataques de celos.
            —Lo intentaré… —murmuré, cruzando la poca distancia que separaba sus labios, para besarlo suavemente.
            —Idiota —murmuró YiXing dentro del beso.



sábado, 6 de diciembre de 2014

Rock Me

Título: Rock Me
Pareja: TaengSic (TaeYeon x Jessica) (Girls’ Generation)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, romance, banda, drama
Número de palabras: 3.425 palabras
Resumen: durante un concurso de talentos del rock, Jessica se encuentra con sus antiguos compañeros de grupo, y más concretamente, con ella.
Notas: historia escrita para celebrar el cumple de Ajumma, que fue hace un tiempecillo y que no he podido subir hasta ahora. Happy Birthday to you~ *canta como Marilyn Monroe*
Comentario de autora: primero pensé en hacerte una cosa cuqui y preciosa, pero luego me di cuenta que algo un poco más oscuro sería mejor. Espero que te guste ^^




            Las luces brillaban en el escenario, iluminándolo con potencia para que las personas que se encontraban entre el público, a oscuras, pudieran ver con claridad lo que había sobre este. Las luces comenzaron a cambiar de color y la presentadora de aquel evento salió al escenario, motivando los aplausos de los asistentes. La chica tenía el pelo negro y corto, y llevaba un minivestido con lentejuelas que dejaba a la vista sus torneadas piernas. Con una sonrisa preciosa en su rostro, esperó pacientemente a que el público dejara de aplaudir para comenzar a hablar.

            —Bienvenidos a la novena edición del festival Rock Me, en el que bandas desconocidas de rock compiten para hacerse un hueco en el mundo de la música —dijo, haciendo que el público volviera a estallar en aplausos y vítores—. Bien, bien —la chica sonrió—. Este año tenemos cuatro bandas en la final, démosles la bienvenida a todos ellos.

            Jessica tomó aire y miró a sus compañeros de banda antes de salir al escenario junto a las demás bandas. Las luces de colores cegaron durante unos segundos a la chica y tuvo que cerrarlos para acostumbrarse a aquella luminosidad. Escuchando los aplausos y los gritos desde la oscuridad del público, se sintió bastante intimidada, pero le bastó mirar a su derecha y descubrir la mirada de la vocalista principal de la banda rival para que ese pequeño temor se esfumara rápidamente.

            Jessica lo haría perfecto y su banda ganaría aquella oportunidad para brillar, no se dejaría pisotear de nuevo.

★★★

            —Sica, Sica, Sica —una voz suave la llamaba una y otra vez. La chica la reconocería en cualquier lugar, así que se giró en mitad del pasillo, encontrando a su mejor amiga, TaeYeon, corriendo hacia ella.
            —¿Qué pasa, Taengo? —le preguntó cuando la chica llegó a su lado.
            —Venía a avisarte de que esta tarde podremos quedar y tocar en el garaje de HeeChul, sus padres no están —contó con una gran sonrisa en su rostro.
            —¿En serio? —Jessica casi saltó de alegría. Llevaban demasiado tiempo sin poder reunirse para ensayar, desde que el club de música del instituto había sido clausurado por falta de presupuesto.
            —Por supuesto —contestó—. En cuanto acaben las clases podemos quedar en la salida para ir juntas.
            —Claro, quedamos en eso —tras escuchar su respuesta afirmativa, TaeYeon sonrió y se despidió de ella, corriendo hacia su clase porque el descanso entre clase y clase estaba llegando a su fin.

            Horas más tarde, las dos chicas salían del instituto agarradas del brazo en dirección a la casa de HeeChul. Tenían que atravesar prácticamente media ciudad antes de llegar allí y debían tomar la línea de metro durante al menos media hora. Antes de llegar a la estación del metro, se encontraron con SoonKyu, o Sunny, como le gustaba que la llamaran. También era miembro de la banda y se dirigía por lo tanto a casa de HeeChul, como ellas. No habían podido quedar para ir juntas desde el instituto porque se había cambiado la primavera pasada a otro diferente. No obstante seguían siendo amigas.

            Las tres chicas estaban demasiado felices aquel día y suponían que sus demás compañeros también lo estarían. Iban a volver a tocar.

★★★

            —Y después de la presentación de todas las bandas que participarán en el evento, solo nos queda desearles suerte con sus presentaciones —dijo la chica—. Despejar el escenario y dejemos que la primera de ellas comience con su presentación —pidió—. Dadle un gran aplauso a Moonlight.

            Jessica salió del escenario y regresó entre bambalinas con los miembros de su banda para esperar su turno escuchando los aplausos que la multitud daba para la primera banda en tocar. Ellos eran los últimos, justo después de Wish, la banda a la que había pertenecido hasta hacía unos años. La chica le demostraría a todo el mundo que podía hacerlo muchísimo mejor que aquellos que la habían dejado tirada. No se iba a dejar pisotear de nuevo por ellos.

            Con una fuerte expresión en su rostro se giró hacia sus nuevos amigos para animarlos y quitarles los nervios que pudieran estar sintiendo, a pesar de que ella también estaba llena de nervios.

            —Nosotros podemos hacerlo —les dijo, obteniendo asentimientos por parte de todos. Jessica sonrió y puso su mano en el centro del pequeño círculo que habían formado—. ¡Animals! ¡Vamos a ganar! —exclamó cuando los primeros acordes de la guitarra eléctrica de la banda de cuatro chicos que se encontraba en el escenario comenzaban a sonar.

★★★

            TaeYeon se aclaraba la voz con un poco de miel y limón para poder cantar aquella tarde mientras Jessica la observaba fijamente. Había cogido un resfriado, de los que apenas duraban unos días, pero ella estaba bastante enferma desde aquella mañana que había tenido que irse a la enfermería en clase. Además de esto, tenía voz de camionero borracho, pero la chica no quería perderse aquel ensayo por nada del mundo. Por este motivo, Jessica monitorizaba todos sus movimientos, pendiente de que no le pasara nada.

            Durante el ensayo forzó bastante la voz, tanto que durante la vuelta a casa no podía hablar más que en susurros.

            —No fuerces la voz y calla —le dijo a TaeYeon, pero esta simplemente siguió sin hacerle caso, hablando como si le hubieran dado cuerda.

            Al día siguiente, la enferma apareció en el instituto sin voz ninguna y durante la siguiente semana, Jessica tuvo que hacerle de intérprete. Aquella vez fue la primera vez que estuvieron tan cerca, tanto tiempo juntas y que comenzaron a entenderse a las mil maravillas, pero ninguna sabía que todo aquello desembocaría en algo mucho más fuerte que un lazo de amistad entre ellas.

★★★

            La primera banda acababa de bajar del escenario y la presentadora volvía a subirse a él para seguir haciendo su trabajo, cuando Jessica se encontró de frente con TaeYeon. Ambas se miraron fijamente unos segundos y después desviaron sus miradas hacia el escenario, al que subía la segunda banda, formada por cuatro chicos y una chica.

            —¿Estás nerviosa, Sica? —escuchó que le preguntaba la que en otro tiempo había sido más que su amiga. Jessica estuvo a punto de no contestar, pero finalmente negó con la cabeza levemente—. Yo si estoy nerviosa —confesó la otra y la miró. Parecía realmente nerviosa.
            —Rock Me es un gran evento —murmuró.
           —Por eso estoy atacada —TaeYeon sonrió y volvió su vista hacia Jessica, tendiéndole la mano—. Mucha suerte, Sica —casi sin saber lo que hacía, Jessica se dejó llevar por el momento y estrechó la mano de TaeYeon, sintiendo cómo un escalofrío le recorría todo el cuerpo.
            —Suerte para ti también.

            Fueron unos segundos los que tuvieron sus manos entrelazadas y sus ojos fijos en la otra, pero irremediablemente, Jessica no pudo evitar pensar en los viejos tiempos.

★★★

            TaeYeon, siempre tan alegre y vivaz, tan despreocupada y relajada. Era una chica única, a la que le daba igual lo que pensaran de ella y simplemente se dedicaba a hacer lo que le daba la gana. Por eso había sido ella quien le había dado su primer beso a Jessica y la primera en decir que creía que sentía algo por ella. También fue quien la hizo darse cuenta de sus sentimientos.

            Entre los ensayos de la banda y el instituto apenas tenían tiempo para ellas solas, pero aprovechaban cualquier momento para estar juntas, para agarrarse de las manos en público, como lo harían dos amigas y para besarse a escondidas y en las sombras.

            Su relación era perfecta, aunque tenían alguna que otra pelea de poca importancia que arreglaban rápidamente.

            TaeYeon también fue la que en el verano de su último año de instituto, antes de entrar a bachiller, le dijo que la amaba y acarició su cuerpo como nunca nadie lo había hecho. Siempre había sido TaeYeon la que había ido tras ella para que le mostrara lo que sentía, pero aunque Jessica no fuera muy dada a mostrar sus emociones, estaba probablemente más enamorada de ella de lo que debería ser posible.

★★★

            —Unnie, Unnie —la llamaba su hermana menor, Krystal, quien formaba parte de su banda—. Es el turno de Wish ahora —anunció, haciendo que el corazón de Jessica diera un vuelco—. ¿Quieres verlos?

            La chica no sabía qué hacer. Por una parte no quería verlos porque ellos habían sido los que habían tenido la culpa de que durante un año se encontrara deprimida; pero por la otra, quería verlos, porque TaeYeon tenían una voz que enamoraba y que la hacía sentir genial cuando la escuchaba. También había otro motivo por el cual verlos. Tenía que ver lo que habían mejorado desde que ella no estaba allí y tenía que ver cómo de bien tocaba el teclado el chico por el que la habían reemplazado.

            —Vamos… —le dijo a su hermana menor—. Hay que conocer a la competencia.

            Krystal sonrió y la agarró de la mano para que la siguiera a través del backstage para llegar prácticamente al filo del escenario. En este, ya se encontraban Wish, esperando a que los aplausos cesaran para comenzar a tocar. En cuanto las primeras notas sonaron, Jessica se dejó llevar por el ritmo de la canción y por la suave y delicada voz de TaeYeon.

★★★

            Jessica había recibido un mensaje en su móvil avisándola de que aquella tarde de verano iban a tener ensayo en la casa de HeeChul. Hacía un par de semanas que no tocaban y la chica tenía muchísimas ganas de volver a cantar con sus amigos, a pesar de que para ello tuviera que recorrerse media ciudad y tardar más de media hora en llegar a aquel lugar.

            La chica estaba bastante ilusionada por ello, pero todo se truncó en cuanto entró al garaje del batería. En aquel lugar se encontraban los miembros de su grupo junto a un chico que no conocía. Este estaba tocando el teclado y cantando con una voz que pondría celosos a los ángeles una de las canciones que había compuesto TaeYeon para el grupo y todos lo miraban embelesados.

            Jessica supo en aquel momento, antes siquiera de que le dijeran nada, antes siquiera de que su chica la mirara con ojos tristes y le dijera que lo sentía mucho, que ya no había hueco para ella dentro de aquel grupo. No obstante, tuvo que esperar a la confirmación y aceptó las palabras frente a ellos, conteniendo sus lágrimas y tragándose todas las palabras hirientes que en ese momento solo pasaban por su cabeza porque ellos habían sido sus únicos amigos y todavía les tenía un poco de respeto.

            Salió del garaje con las lágrimas asomando a sus ojos e ignorando los gritos de TaeYeon diciendo su nombre, al igual que ignoró durante los siguientes años todas sus llamadas.

★★★

            Tal y como llevaba haciendo todo el evento, Jessica se había abstraído de la realidad y si no hubiera sido por su hermana menor y por Onew, que la arrastraron al escenario, ella no se habría dado cuenta de que ya era hora de que comenzaran a presentar su canción, la última canción que se escucharía en Rock Me. Después, las cuatro jueces que se encontraban frente al escenario, tomando notas meticulosamente de todo, anunciarían el resultado de sus deliberaciones y con ello, el ganador de aquella edición.

            La chica miró al frente y se colocó junto al micro de pie. Gracias a que TaeYeon era la que había actuado antes no tenía que ajustarlo demasiado a su altura y perder más tiempo, consiguiendo así ponerse más nerviosa de lo que ya estaba. Jessica se giró hacia sus compañeros, viendo que todos se encontraban en sus puestos, así que dio la señal para comenzar y los primeros acordes comenzaron a sonar.

Harue han beonman geudaen tteoollyeojwoyo miss you
harue han beonman naneun ijeobolgeyo
geugeotdo andwaeyo geugeotdo andwaeyo
geugeotdo andoemyeon geureom nan eotteokhanayo
geudae hanmadie naneun useoyo
geoulcheoreom maeil sarayo
naui haruneun geudaeui geosijyo

Can’t stop me now. Can’t stop me now
geudaereul darmeun bom hyanggiga ajik chaneyo
Can’t stop me now. Can’t stop me now
naneun meomchul su eomneyo I can’t stop loving you

heutnallineun barame geudae tteoolla
nun busin haessare geudae tteoolla
naneun meomchul su eomneyo I can’t stop loving you

hangeoreum dwiramyeon heorakhal su innayo miss you
hangeoreum dwieseo naneun gidarilgeyo
geugeotdo andwaeyo geugeotdo andwaeyo
geugeotdo andoemyeon geureom nan eotteokhanayo

geudae hanmadie naneun useoyo
geoulcheoreom maeil sarayo
naui haruneun geudaeui geosijyo

Can’t stop me now. Can’t stop me now
geudaereul darmeun bom hyanggiga ajik chaneyo
Can’t stop me now. Can’t stop me now
naneun meomchul su eomneyo I can’t stop loving you

michin deut michil deut haneobsi bureuda bomyeon
hanbeoneun dorabolkkayo

Can’t stop me now. Can’t stop me now
geudaeman baraboneun nae mam ajik siryeoyo
Can’t stop me now. Can’t stop me now
naneun meomchul su eomneyo I can’t stop loving you

heutnallineun barame geudae tteoolla
nun busin haessare geudae tteoolla
naneun meomchul su eomneyo I can’t stop loving you

            En cuanto la canción terminó y los aplausos comenzaron a sonar para ellos, la presentadora del evento salió al escenario. Animals estaba terminando de agradecer al público, así que esperó pacientemente a que acabaran y luego les indicó que bajaran. Después de esto comenzó a hablar.

            —Muy bien, ya hemos escuchado a todas las bandas que han pasado a esta final de la novena edición de Rock Me —dijo la chica—. Este año parece haber mucho nivel, ¿no creéis? —puso el micro en dirección al público y este gritó un “sí” unánime—. Nuestro jurado lo tiene muy difícil, así que le dejaremos media hora para que deliberen, mientras os dejaremos algunos vídeos sobre las ediciones anteriores en la pantalla.

            Jessica se encontraba completamente eufórica después de cantar la canción y lo único que pudo hacer fue recibir el gran abrazo que su grupo se encargó de darle.

★★★

            Había pasado ya mucho tiempo desde que Jessica cantaba algo. Después de que ya no formara parte de su grupo había dejado de hacerlo y la simple mención de la música la enervaba y la ponía triste a partes iguales. Sin embargo, la música formaba parte de ella y la necesitaba para seguir viviendo, por este motivo, fue tan fácil de convencer por su hermana Krystal para formar una nueva banda.

            —Tengo un par de amigos que saben tocar instrumentos —le dijo—, y Onew, el vecino de arriba, toca el piano y canta genial, también podría unirse.
            —No lo sé, Krystal, no lo sé —le contestó.

            Pero su hermana no cejó en su empeño y cada día le hacía la misma propuesta hasta que un día como cualquier otro, Jessica pensó que al menos había que intentarlo. No podía vivir toda su vida anclada en el pasado, tenía que seguir adelante y hacer lo que más le gustaba en el mundo: la música.

★★★

            La escasa media hora que pasó mientras el jurado deliberaba fue la más larga de la vida de Jessica. Quería saber ya si era su grupo el que había ganado aquella oportunidad de oro o si por el contrario había sido uno de los otros participantes. Lo único que Jessica no quería era que sus antiguos amigos y compañeros ganara, por rencor más que nada, porque aunque jamás lo diría en voz alta, habían actuado muy bien y el chico que había ocupado su puesto también había tenido una actuación aceptable.

            Mordiéndose el labio inferior, moviéndose de un lado a otro con nerviosismo y cruzando todos los dedos que podía cruzar, la chica intentó aguantar el tiempo de deliberación.

            Cuando la presentadora del evento apareció entre bambalinas y les dijo a todos que estuvieran preparados y que salieran por orden de actuación en cuanto ella les avisara, Jessica intentó respirar hondo para tranquilizarse, porque los líderes tenían que salir los primeros, y si no lo hacía, probablemente se caería por las escaleras porque las piernas le temblaban.

            —Bien, querido público —comenzó la chica, ya en el escenario—. Ya ha acabado la espera —alzó su mano con un sobre pequeño y blanco—. En este sobre tengo al grupo ganador de esta novena edición de Rock Me, así que los participantes pueden subir al escenario para que pueda anunciar el resultado —Jessica inspiró aire de nuevo y cuando fue su turno subió a la plataforma encabezando a su grupo—. Perfecto —la presentadora comenzó a abrir el sobre y luego sacó un papelito de su interior—. Y el ganador es… ¡Diamonds!

            La banda nombrada gritó de alegría y todos sus componentes se fundieron en un gran abrazo mientras los demás suspiraban. Al final no había ganado ni Animals ni Wish. Jessica esbozó una sonrisa y comenzó a aplaudir a los galardonados. Aquella no había sido su vez, pero todavía se tenían que celebrar muchas ediciones más, así que no tenía que preocuparse por ello.

            La chica miró a su alrededor y se encontró a TaeYeon con la mirada puesta sobre ella. Tragó saliva por la intensidad de la mirada y luego supo, sin necesidad de que la otra le dijera nada, que tenía que seguirla cuando bajara del escenario porque quería hablar. A pesar del tiempo que había pasado, todavía se entendían.

            Jessica comenzó a reflexionar si debía ir o no y finalmente el sí ganó.

            Cuando les indicaron que tenían que bajar del escenario para que Diamonds se presentara de nuevo, Jessica caminó tras TaeYeon a través del backstage hasta que estuvieron bastante alejadas del ajetreo de este y del intenso volumen de la música procedente del escenario.

            —¿Y bien? —comenzó Jessica.
            —Quería hablar contigo sobre lo que pasó cuando BaekHyun ingresó a la banda —le contestó. Aquella respuesta se clavó afiladamente en su pecho—. Fue una decisión unánime, pero yo nunca estuve de acuerdo con ella —dijo—, aun así, pensé que aunque salieras del grupo no saldrías de mi vida.
            —Aquello fue un trago muy amargo —le respondió—. Así que no quería tener contacto con ninguno, menos contigo —el rostro de TaeYeon mostró que aquellas palabras le habían dolido—. Pero todo aquello es agua pasada, yo ahora estoy en un grupo nuevo y los quiero mucho a todos, ya no pienso en el pasado.
            —¿Ni siquiera en mí? —Jessica se mordió el labio inferior, prefiriendo no contestar a esa pregunta—. La canción la compusiste tú, ¿verdad?
            —Sí.
            —Entonces —la chica se acercó un poco a ella—. ¿Podríamos volver a la relación que teníamos antes? —su mirada brillaba, pero Jessica no quería caer en ella.
            —Me gustaría empezar siendo amigas —fue lo que le contestó y, aunque en el rostro de TaeYeon había un poco de decepción, también estaba feliz.
            —Me parece perfecto, Sica —respondió esbozando una sonrisa.






Notas finales:
—La primera banda, Moonlight, está formada por Chen (vocal), D.O. (sub-vocal y guitarra), Lay (bajo) y ChanYeol (batería).
—La segunda banda, Diamonds, está compuesta por SeoHyun (vocal), YongHwa (vocal), JongHyun (sub-vocal y guitarra), JungShin (bajo) y MinHyuk (batería).
—La tercera banda, Wish, es la de TaeYeon, compuesta por TaeYeon (vocal), BaekHyun (sub-vocal y teclado), Sunny (guitarra), YunHo (bajo) y HeeChul (batería).
—La cuarta y última banda, Animals, es la de Jessica, formada por Jessica (vocal), Onew (sub-vocal y teclado), Krystal (guitarra), Henry (bajo) y SiWon (batería).
—La presentadora del evento es Tiffany, por si no había quedado claro, y los miembros del jurado son YuRi, HyoYeon, SooYoung y Yoona.
—El fic está ambientado en dos tiempos. El primero, “el actual”, está basado en el año 2010, cuando SNSD tuvo el comeback de ‘Run Devil Run’. Sin embargo, los recuerdos de Jessica datan del año 2007, cuando SNSD hizo su debut con ‘Into The New World’.
—La canción que toca la banda de Jessica es ‘Can’t Stop’ de CNBLUE. Os dejo la traducción aquí.
—Y por último, no odio a BaekHyun, de hecho lo adoro, así que no me lo tengáis en cuenta.