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jueves, 19 de septiembre de 2019

[Prologue] League of Angels {BangHan}


PROLOGUE

            El ascensor seguía subiendo y subiendo pisos rápidamente haciendo que su único ocupante se sintiera algo nervioso y, sobre todo, insignificante. Con cada piso que subía se sentía más pequeño de lo que nunca se había sentido y no le gustaba aquella sensación. En más de una ocasión pensó en hacer que el ascensor se detuviera en cualquiera de las plantas para poder salir de allí antes de llegar a su destino final porque lo que lo podía esperar en la planta más alta de aquella torre no le gustaba en absoluto. Nunca antes había estado tan arriba y nunca antes había pensado que pudiera estarlo porque siempre había estado fuera de su alcance… pero ahora se encontraba allí, a punto de ir al lugar que solo estaba reservado al más importante de todos los que trabajaban allí y a todos aquellos que iban a verlo, en posiciones igualmente importantes.

martes, 11 de septiembre de 2018

[Prologue] 20th Century Love {SeungIn}


Prologue

—¡Park SeungJun! ¡Cásate conmigo!

InSeong abrió los ojos como platos al escuchar aquella frase procedente de la chica que tenía justo al lado, frase que había gritado como si le fuera la vida en ello y que probablemente había sido escuchada en la otra punta del mundo. Al muchacho casi ni le dio tiempo a procesar que su amiga estaba demasiado loca, cuando a su alrededor volvió a escucharse aquel mismo grito, pero esta vez dicho por un coro de voces femeninas e InSeong se dio cuenta de que cuando aceptó acompañar a Mina a aquel evento para que no estuviera sola, no sabía dónde se estaba metiendo y probablemente iba a acabar con moretones por todo el cuerpo de los empujones y los dedos de los pies machacados por los pisotones.

martes, 12 de septiembre de 2017

[Prólogo] Werewolf Gene {MarkHyuck}



Prólogo


Neugde era una pequeña localidad al noreste de Corea del Sur, prácticamente en la frontera con su vecino del norte, rodeada de un bosque en el que los lugareños encontraban algunas de las cosas que necesitaban para sobrevivir en aquel emplazamiento y cerca de un río de aguas cristalinas que los abastecía de agua para la vida cotidiana y para los cultivos. El lugar era pequeño, no había más que unos doscientos habitantes en el pueblo y éste era lo suficientemente dinámico como para abastecerse a sí mismo de los productos básicos, mientras que aquellos que necesitaban y eran más difíciles de producir por ellos mismos, eran llevados al pueblo gracias a un señor de mediana edad que le llevaban todo lo que le pedían. La vida era realmente tranquila para las personas que residían en aquel lugar y probablemente era así en los pocos pueblos aislados del mundo moderno que todavía quedaban en aquel país, pequeños remansos de paz que todo el mundo desconocía y en el que se vivía la vida sin prisas, sin agobios, sin estrés.

No obstante, a pesar de que Neugde era un típico pueblo aislado, no era para nada típico. En Neugde existían leyendas que cobraban vida.

jueves, 27 de julio de 2017

[Prólogo] The Secret {Varias}












Primera Parte











Prologo


La memoria de los seres humanos es demasiado corta y solo se remonta a unos pocos de siglos atrás, apenas puede abarcar un periodo de tiempo y el conocimiento adquirido poco a poco se va perdiendo en favor de la nueva forma de vida, llena de comodidades en la que no hace falta recordar nada, una vida que no contempla lo mismo que aquellos antepasados que, en su día, comenzaron a poblar el planeta hasta la humanidad se extendió por todo el globo. Esos antepasados que tenían una serie de creencias y que habían vivido respetando a sus dioses, dioses que habían velado por ellos desde el mismo momento de su nacimiento… dioses que bien podían ser la solución o la causa de todos sus males.

martes, 7 de marzo de 2017

[Prólogo] 첫사랑 (First Love) {BamMin}



Prologue
How do you know Im not big?


JiMin estaba tumbada en su cama, con el pijama ya puesto y cotilleando desde su teléfono móvil diversas redes sociales y riendo de vez en cuando por los comentarios que encontraba sobre el suceso de aquel día. BamBam había sido demasiado explícito en la grabación del día anterior en el After School Club y las redes ardían llenas de comentarios —la mayoría balbuceos sin sentido— de las fans que habían visto el programa en directo y que lo habían oído. En el momento, la chica se había quedado un par de segundos en blanco, pero después intentó contratacar, haciendo que el entuerto se volviera peor de lo que ya era. Realmente no se esperaba que su amigo fuera a decir aquello, menos ponerla a ella entre la espada y la pared de esa manera, porque delante de las cámaras, hasta ese mismo día, se había comportado de forma medianamente decente y no había hecho ese tipo de bromas a las que, en los últimos tiempos, JiMin se había acostumbrado ya a escuchar.

jueves, 6 de octubre de 2016

[Prólogo] El Instituto de la Muerte {Varias}



            Suspiros ahogados se escuchaban dentro de uno de los cubículos del baño de hombres de la Shindongshin Industrial High School. Dos chicos se habían encerrado en el lugar aprovechando que Henry, su profesor de inglés, no había podido ir a impartir su hora y llevaban allí ya un buen rato juntos, jugando un poco con sus cuerpos.

            —Aquí no podemos —susurró por quinta vez Lu Han, intentando apartar las manos de su novio de su cuerpo, sin embargo, el pelirrojo ante él solo sonreía y volvía al ataque—. MinSeok…
            —Adoro cuando tus labios se mueven formando las sílabas de mi nombre —dijo el chico antes de volver a besar aquellos labios finos que le pertenecían, sin hacer ningún caso a lo que el otro le había dicho anteriormente.

jueves, 1 de septiembre de 2016

[Prólogo] The wood between the worlds {KaiXing}



Prelude


            La noche había caído como un tupido manto hacía bastante tiempo y, en aquellos momentos, la oscuridad total solo era combatida levemente por millones de puntos brillantes que apenas podían alumbrar el camino que dos figuras recorrían con rapidez; pero a estas no les hacía falta ver lo que se extendía a sus pies porque podrían seguir adelante con los ojos cerrados incluso. Habían realizado aquel camino tantas veces que no necesitaban nada que los guiara y la luz solo era un estorbo para ellos en aquella misión que debían llevar a cabo. Sus pisadas eran ligeras contra el suelo de tierra seca y sus pasos eran veloces, intentando no dejar huellas que los delatasen. El sigilo y la sorpresa eran sus mejores bazas para poder completar lo que se les había encomendado.

miércoles, 22 de abril de 2015

Triwizard Tournament

Título: Triwizard Tournament
Pareja: KaiTao (Kai x Tao) (EXO)
Clasificación: R
Géneros: HarryPotter!AU, romance, acción, drama, humor
Número de palabras: 47.718 palabras
Número de capítulos: Prólogo + 14 Capítulos + Epílogo
Resumen: después del resultado del último Torneo de los Tres Magos las escuelas de Magia están reticentes a celebrar otro evento, pero quizás, después de los convulsos años que ha vivido el Mundo Mágico, es lo que necesitan para volver a la normalidad.
Comentario de autora: dudé mucho sobre si coger esta idea o no porque no sabía si podía o no desarrollarla como se merecía. Espero que te guste y que sea más o menos lo que te esperabas.


lunes, 15 de diciembre de 2014

Twilight of Shadow

Título: Twilight of Shadow
Autoras: TaeYeon (Minako) y Tiffany (Ajumma)
Pareja: TaeNy (TaeYeon x Tiffany) (Girls’ Generation)
Clasificación: NC–17
Géneros: AU, BDSM
Número de palabras: (…) palabras
Número de capítulos: Prólogo + 1/7 Capítulos
Resumen: Tiffany quería una experiencia única cuando pagó por una semana en el ‘Soul Hotel’, lo que no se esperaba para nada es que fuera tan única.
Avisos: sexo explícito, torturas, violencia y lenguaje vulgar, l@s sensibles de mente absteneos de leerlo.
Notas: segundo rol de Ajumma y Minako ♥
Comentario de Minako: hablando sobre dominantes y dominados llegamos a la conclusión de que debíamos hacer un rol de BDSM (sí, nuestras conversaciones son muy normales XD).
Comentario de Ajumma: animando a Minako para que dejara de estar enfadada surgió el tema y nos emocionamos con hacer el rol. Espero que os guste esta historia ♥





Day 0


            Una chica menuda, de cabello largo y muy negro, que contrastaba enormemente con su piel pálida, se encontraba frente a la pantalla del ordenador de su habitación, sentada de una forma que parecía incómoda en la silla, navegando por internet en busca de un trabajo. Necesitaba encontrar algo por lo que pagaran muy bien y que no fuera durante mucho tiempo porque necesitaba el dinero y lo necesitaba ya. Tenía que pagar la mensualidad del alquiler del piso en el que vivía junto a varias amigas y también los gastos del taller al que había llevado a reparar el viejo coche con el que se movía por la ciudad de Seúl.

            De repente, un anuncio pequeño en la esquina de una de las páginas web que visitaba llamó su atención. No era nada impresionante, ni tenía muchos colorines que hicieran que la vista se desviara inmediatamente hacia él, de hecho, era bastante discreto, pero por algo que no pudo identificar, TaeYeon simplemente movió el cursor del ratón por la pantalla hasta que llegó a él y clicó encima.

            Inmediatamente, una pestaña nueva se abrió en su navegador y, aunque tardó un poco en cargar porque el ADSL no era para nada rápido, la chica no desesperó. Poco a poco, un fondo negro comenzó a aparecer en su pantalla, seguido por el inicio de la página, que contenía una foto de un edificio que emulaba a un castillo medieval europeo y letras rojas como la sangre anunciaban su nombre.

            —“Soul Hotel” —leyó —después, siguió bajando, moviendo la ruleta de su ratón hasta que dio con la oferta de trabajo que había llamado su atención—. “Necesitamos chicos y chicas atractivos para satisfacer todos y cada uno de los especiales deseos de nuestros clientes”.

            La chica siguió buscando algún otro requisito, como haber trabajado con anterioridad en la hostelería, saber idiomas o algo por el estilo, pero solo pedían que la gente que se presentara fuera atractiva. TaeYeon se consideraba una chica de bastante buen ver, por lo que probablemente no tendría ningún problema para comenzar a trabajar si eso era lo único que buscaban; además, la suma de dinero ofrecida por solo una semana de trabajo hacía que en sus ojos se pudiera ver el símbolo del dólar reflejado y que en su mente no hubiera nada más que apuntarse a aquel trabajo.

            Sin pensarlo demasiado, abrió su correo electrónico y comenzó a escribir un mensaje dirigido a la dirección de aquel hotel, respondiendo a las preguntas que había en el cuestionario dejado en la página web y en cuanto terminó, adjuntó su mejor foto. Una vez listo todo, le dio a enviar.

            TaeYeon tenía más cosas que hacer, así que se levantó de la silla de su escritorio y se quitó el camisón semitransparente que vestía, dejando al descubierto su esbelta figura y se desperezó frente a la ventana. Desnuda como estaba, no le importó que su vecino fisgón la viera con todos sus atributos en pleno esplendor porque ya estaba acostumbrada a aquella mirada castaña tras los cristales de unas gafas de pasta demasiado grandes para el rostro de ratilla que se gastaba el chico. Le guiñó un ojo y le lanzó un beso, haciendo que este se pusiera rojo de pies a cabeza y desapareciera rápidamente de la ventana, seguramente derecho a su cama para masturbarse.

            La chica sonrió y luego buscó en su armario unos jeans cualquiera y una camiseta blanca lisa que se le ajustaba como un guante. No necesitaba mucho más que aquello para impresionar al mecánico y que le hiciera un descuento en el precio final del arreglo del coche.

            Antes de ponerse los zapatos y salir de su habitación, TaeYeon miró por última vez su ordenador, viendo que le había llegado un correo nuevo a su bandeja de entrada. Con el corazón golpeando rápidamente contra su pecho por la anticipación, lo abrió y lo leyó, esbozando una sonrisa radiante al llegar al final del texto.

            Había sido contratada.

★★★

            Una chica pelirroja abrió los ojos perezosamente y alzó los brazos estirándose, antes de dejarlos caer y darse con los nudillos contra el cabecero de la cama. Suspiró y miró la zona de sus manos que había recibido el torpe golpe, percibiendo como poco a poco un suave color rojo pintaba sus nudillos. (Cuando Tiffany despertaba no era persona y podía quedarse mirando cualquier punto muerto durante horas antes de que su estómago no la despertara del todo para ir a comer algo). Lentamente, acercó la punta de su lengua a sus nudillos y los lamió un par de veces, desde pequeña había tenido esa manía de "curarse las heridas" como si fuera un animal.

            Se levantó lentamente de la cama y bajó a la cocina, buscando el brick de leche en la nevera y desenroscando el tapón de este antes de llevárselo a los labios y beber con pereza. La leche estaba fresca y le pasó bien por su garganta seca de dormir con la boca abierta. Sonrió por el gusto de sentir el líquido frío bajar por su garganta. Al curvar sus labios una juguetona gota de leche se escurrió por la comisura de estos y bajó por su cuello, perdiéndose en el escote de la camiseta de tirantes blanca que utilizaba para dormir.

            Separó el brick de sus labios y miró la gota que iba bajando lentamente por su abdomen pálido, se encogió de hombros y después siguió bebiendo, cerrando la puerta de la nevera con su pie.

            Como cada mañana, terminó de vestirse y arreglarse y salió a la calle, completando la camiseta de tirantes con una minifalda negra y una chaqueta del mismo color, dirigiéndose a la cafetería para tomarse un buen desayuno. (La leche era simplemente porque perdía la voz al dormir con la boca abierta y esta le iba bien para no sentir tanto escozor en su garganta). Se dirigió a la barra y le hizo su pedido al camarero, después, se quedó mirando el pequeño puesto lleno de tarjetitas de publicidad y panfletos que había sobre esta: "Las vacaciones de tu vida..." "Ven con tu familia al..." "Disfruta de la mejor comida..."

            Siempre la misma propaganda.

            Excepto una. "¿Quieres vivir una experiencia única?" Le llamó la atención un pequeño montón de tarjetas negras con las letras en relieve de un color carmín oscuro y agarró una de estas con curiosidad.

            —Soul Hotel... —leyó para sus adentros, tomando el café que el chico le había servido y sentándose en uno de los taburetes de la barra, mezclando el café sin prestarle mucha atención ya que sus ojos estaban puestos en la misteriosa tarjeta.

            "Cumplimos cualquier deseo que pidan nuestros clientes, a buen precio y de forma discreta. Los de la habitación de al lado no debe enterarse de nada, ¿verdad?"

            Se quedó mirando un buen rato la tarjeta antes de guardársela en el bolsillo derecho de su chaqueta de cuero y pagar por el café, tomándoselo con rapidez antes de regresar a su piso caóticamente desordenado y ponerse frente al pequeño ordenador que tenía al lado de su mesita de noche. Tecleó la dirección web que ponía en la tarjeta y comenzó a leer. Parecía un lugar realmente discreto, decoración sencilla y ambiente agradable. Le sorprendió el precio de tan solo una semana y antes de que se diera cuenta su mano ya la había llevado al botón de "Reservar".

            "Gracias por su confianza, recibirá los datos de la reserva en menos de dos minutos".

★★★

            TaeYeon comprobó varias veces en su teléfono móvil la dirección que estaba escrita en este con la que tenía delante de sus narices en la puerta de un edificio de pisos como cualquier otro de la calle. Parecía que era el lugar correcto en el que debía presentarse para realizarle unas pruebas antes de comunicarle qué puesto obtendría dentro del ‘Soul Hotel’. Estaba bastante nerviosa, las manos le sudaban y tenía escalofríos cada pocos minutos.

            Aunque ya estaba contratada, no podía quitarse la sensación de que tenía que hacer todo lo posible para que aquella gente se llevara una buena impresión.

            Llamó al porterillo y una voz femenina, algo dulce, contestó y preguntó quién era, ella se aclaró la garganta y respondió "Kim TaeYeon, vengo por las pruebas". Inmediatamente después, la puerta se abrió y la chica pasó al interior del edificio. Anduvo por la planta baja hasta llegar a los ascensores y se montó en uno de ellos, pulsando el número de la planta en la que tenía que bajarse y, en apenas unos segundos, ya se encontraba en el lugar.

            Había un pequeño vestíbulo y una puerta medio abierta que dejaba ver un poco del piso al que tenía que acceder. Sin nadie que la guiara, TaeYeon se adentró en el apartamento, descubriendo lo que parecía el set de rodaje de una película de sadomasoquismo, solo que no había cámaras por ninguna parte, solamente una chica bajita, de pelo corto y castaño, labios rojo pasión y mejillas que a más de una abuela le darían ganas de apretar, con un corsé rojo a juego con su boca bastante apretado.

            TaeYeon se quedó con la boca abierta en el umbral, sin saber qué hacer ni qué decir, pensando solamente en dónde se había metido.

            —Kim TaeYeon, ¿verdad? —preguntó la chica, esbozando una sonrisa pícara—. La prueba comenzará en unos momentos.
            —Perdone... —murmuró la recién llegada—. ¿Quién es usted y qué clase de broma es esta?
            —No es ninguna broma —aclaró la otra, caminando sensualmente hacia ella, contoneándose y mostrando sus curvas—. Mi nombre es Lee SoonKyu y estoy a cargo de la realización de la prueba —llegó finalmente hasta TaeYeon y le puso una mano en su hombro, haciendo que descendiera después por su pecho, tomando su pezón a través de su blusa y apretándolo, haciéndola jadear—, y esta consiste en hacerme llegar al clímax... a través del dolor —la confusión se reveló en su rostro—. Ahora mismo estás contratada, puedes ser camarera o recepcionista, pero si pasas esta prueba... —se inclinó hacia ella para hablarle al oído—, obtendrás un plus en tu salario... tu cuenta corriente tendrá más ceros de los que jamás te hayas imaginado.

            TaeYeon tragó saliva. Aquello no podía ser posible, pero la chica frente a ella parecía muy seria con lo que decía. ¿Ser una especie de chica dominante? Jamás se lo había imaginado, pero en aquel momento lo estaba haciendo y sentía un poco de calor y humedad en su entrepierna. Nunca lo había hecho, nunca había buscado nada sobre el tema; pero necesitaba la pasta y que la tal SoonKyu se estuviera desnudando frente a ella con unos movimientos completamente eróticos no la dejaban pensar con demasiada claridad, pero finalmente tomó una decisión.

            —Haré que me supliques por más —susurró con una nota de perversión en su voz que no sabía que poseía antes de tomar uno de los látigos que se extendían ante ella.

★★★

            ‘Soul Hotel’.

            Esas dos palabras aún continuaban en su mente, repitiéndolas una y otra vez, a veces incluso las pronunciaba en voz alta para no olvidarse de ello.

            Tiffany abrió el armario y comenzó a sacar su ropa más coqueta y cómoda para doblarla y seguidamente colocarla en la maleta que se llevaría para el viaje a ese hotel. (Podía estar en Seúl pero prometían experiencias únicas y eso era lo que buscaba Tiffany para salir de su rutina, aunque fuera en su misma ciudad). Suspiró con una sonrisa boba en sus labios mientras doblaba sus jerséis y sus camisetas de tirantes, para luego seguidamente hacer lo mismo con sus jeans, minifaldas y su ropa interior, lencería de la mejor calidad. (Tiffany era una presumida coqueta y había un detalle que para ella era más que sagrado: llevar siempre tanga. Absolutamente siempre).

            Le quedaba esa tarde simplemente antes de partir hacia el hotel, es una calle por la que había pasado más de una vez pero por donde nunca había visto dicho lugar. Quizás era nuevo. Se encogió de hombros mientras cerraba la cremallera de la maleta y para no aburrirse el resto del día que le quedaba, ordenó un poco el piso.

            La pelirroja vivía sola, no necesitaba la compañía de nadie y no estaba interesada en encontrar pareja, se sentía bien y libre de ese modo, con la suerte de tener unos padres que la consentían demasiado, poniéndole dinero cada fin de semana en su cuenta.

            "Esta semana no estaré en casa, ¿podría alguna de vuestras sirvientas venir y limpiarme el piso aprovechando que no estoy? Dile sobre todo que no toque ni mi maquillaje ni mi ropa, si veo que me falta algo, se va a enterar".

            Le envió ese SMS a su madre mientras hacía la cama desordenada y sonrió al recibir la rápida respuesta de la mujer.

            "Por supuesto hija, no hay problema. Se lo dejaré claro".

            Antes de que se diera cuenta, la noche había caído y Tiffany se quedó contando las horas que pasaban lentamente antes de caer rendida en su cama y quedarse dormida.

            Necesitaba esas prometedoras vacaciones.




lunes, 24 de noviembre de 2014

No Pain, No Love

Título: No Pain, No Love
Autoras: Ajumma (Krystal) y Minako (Jessica)
Pareja: JungSis (Jessica x Krystal) (F(Girls))
Clasificación: NC –17 (porque en algún momento contendrá escenas de sexo)
Género: AU, romance, angst, drama, incest
Número de palabras: (…) palabras
Número de capítulos: Prólogo + 5/?? Capítulos
Avisos: sexo explícito (cuando lo haya)
Resumen: Todo era normal en la vida de Jessica y Krystal hasta que sus caminos se cruzaron bruscamente y no porque ellas quisiesen precisamente.
Comentario de Minako: es el primer rol que hacemos Ajumma y yo (de hecho es mi primer rol XD), así que espero que os guste el resultado ^^
Comentario de Ajumma: me encanta rolear y me encanta el JungSis, así que estoy ilusionada con el proyecto. PD: ¿Alguien adivina en qué manga está basado el rol? Besos <3




Prólogo


            Escuchando la lista de reproducción que había organizado aquella misma mañana en su nuevo reproductor, Jessica se dispuso a ver el último número de la revista On Style, aquel por el que llevaba esperando tanto tiempo.

            Con una pequeña sonrisa, la abrió y leyó todos los contenidos del índice, mirando con ojo crítico los diseños que aparecían en aquella página y encantándole de sobremanera un vestido blanco de gasa, ceñido a la cintura con un cinturón negro de hebilla plateada y falda de volantes. Tenía un escote en U no demasiado abierto y sisas que la chica podría llevar perfectamente al baile de graduación ese mismo año sin tener que avergonzarse por el poco pecho que poseía y que a todas sus compañeras con mucha más talla que ella les encantaba remarcar. Dobló la esquina superior de la página y le hizo una cruz al lado con el bolígrafo negro al que le mordisqueaba el capuchón entretenida, apuntándose mentalmente pedírselo a sus padres poniendo ojitos de cordero degollado cuando estos regresaran de su segunda luna de miel en Hawaii aquella noche.

            Las horas se pasaron volando. Enfrascada como estaba en los vestidos, no se dio cuenta de que ya no estaba sola en casa hasta que su madre no apareció por su habitación, sobresaltándola de sobremanera al abrir la puerta. La chica se quitó los auriculares, molesta porque no había llamado antes de entrar, pero no pudo hacer nada más porque la mujer se abalanzó sobre ella y le dio un abrazo que casi la deja sin respiración.

            —¡No sabes cuánto te he echado de menos, mi princesita! —le dijo dándole besos por toda la cara.
            —¡Mamá! —la chica la apartó, con algo de esfuerzo todo hay que decirlo, de sí mirándola con reproche—. Deja de llamarme princesita.
            —Eres mi princesita —su madre sonrió, acercándose para darle un beso en la mejilla—. Y lo seguirás siendo pase lo que pase —le colocó correctamente el flequillo, aunque Jessica intentó resistirse a ello—. Cuando quieras bajas a cenar, tu padre y yo tenemos que contarte muchas cosas que han pasado durante el viaje —le giñó un ojo y salió de la habitación.

            Una vez a solas, Jessica se despeinó el flequillo haciendo un mohín. Ya era lo suficientemente mayor como para que dejara de llamarla de aquella manera, con diecisiete años, iba a terminar el instituto la siguiente primavera y se iría a la universidad, así que ya había dejado de ser su princesita. Bufó y miró la revista de soslayo por última vez, antes de apagar su reproductor y levantarse de la silla del escritorio. Esperaba sinceramente que sus padres no le contaran los detalles escabrosos de su segunda luna de miel.

            Salió de su habitación, cerrando la puerta de madera lacada en blanco con cuidado, y después bajó las escaleras hacia el salón, lugar en el que ya la esperaban sus padres, sentados en el gran sofá que había en la estancia. Se acercó a ellos por detrás y les hizo saber de su presencia con un carraspeo, ya que sus pasos casi nunca eran escuchados por estos. Muchas veces le habían dicho que era silenciosa como un gato. Su padre se levantó y caminó hasta ella envolviéndola en un cálido abrazo.

            —Vamos, siéntate —le dijo, cediéndole su sitio en el sofá junto a su madre, sentándose él luego en el sillón.
            —¿Nos has echado de menos? —le preguntó su madre. Jessica negó con la cabeza, pero con una pequeña sonrisa en su rostro, dando a entender que sí, pero que jamás lo admitiría en voz alta—. Nosotros a ti sí —la mujer iba a comenzar a tratarla como a un bebé de nuevo, pero fue detenida por su esposo.
            —Cariño, hay otras cosas más importantes —le recordó. Su hija los miró algo confusa, porque repentinamente, el ambiente cálido se había tornado frío y serio, y esto la intimidaba.
            —¿Qué cosas? —preguntó con curiosidad. Ninguno de sus padres le contestó al momento, por lo que alternó su mirada entre uno y otro, como si estuviera viendo un partido de tenis, hasta que su padre se dignó a hablar de nuevo.
            —Hemos decidido divorciarnos.

            Jessica casi pudo sentir cómo un puñal atravesaba su cuerpo, allí donde reposaba su corazón. No podía comprenderlo, sus padres se querían, se habían ido de segunda luna de miel porque querían volver a repetir las experiencias de la primera; muchas veces los había encontrado acaramelados en la cocina, mientras su madre cocinaba, haciendo que se le quemara todo lo que estuviera preparando; se dirigían miradas de amor infinito y sonrisas encantadoras y pícaras. Era algo descabellado que hubieran dejado de quererse tan repentinamente; sin embargo, un recuerdo pasó por su mente en aquel momento y Jessica lo comprendió todo perfectamente.

            —No es porque hayamos dejado de querernos —aclaró su madre, aunque a ella ya no le importaba—. Es solo que la pasión se ha ido y en Hawaii conocimos a un matrimonio que estaba en nuestra misma situación y nos enamoramos perdidamente, yo del hombre y tu padre de su mujer.
            —Lo hablamos todo con ellos y decidimos intercambiarnos las parejas —continuó su padre—, divorciarnos y luego casarnos de nuevo.
            —¿Te parece bien? —preguntó su madre, tomando sus manos entre las suyas—. Estás muy callada.
            —Bueno… Lo importante es vuestra felicidad —dijo, esbozando una pequeña sonrisa por cortesía. Sus padres suspiraron aliviados.
            —La semana que viene tendremos una cena con ellos, tienen una hija que es un año más pequeña que tú, podéis haceros amigas —le comentó la mujer.
            —Sería genial —contestó, intentando que no se le notase en el rosto la locura que le parecía todo eso—. Quiero que llegue pronto la semana que viene, por ahora me voy a dormir, es tarde.
            —Claro, princesita —asintió su madre—. Duerme bien, luego subiré a arroparte y darte el beso de buenas noches.
            —¡Mamá! —protestó y esta rio.

            Jessica salió del salón a paso rápido tras dirigirle una mala mirada a su madre por aquello y subió las escaleras medio trotando hasta llegar a su habitación. Se tumbó en la cama, dándole exactamente igual que el móvil estuviera debajo y se le clavara en el abdomen. Una parte de su corazón le dolía porque sus padres se iban a divorciar, pero a la otra le daba exactamente igual y la chica no sabía a cuál hacerle caso. Finalmente, acabó agarrando su oso de peluche, aquel que le había conseguido su padre en la feria el verano en el que se habían mudado a Los Ángeles en el puesto del tiro con escopeta, y lo abrazó fuertemente, dejando que las lágrimas empaparan la tela del viejo muñeco de color rosa pálido, que en otro momento había sido fucsia.

☆☆☆

            No sabía cuánto rato hacia que esperaba la llegada de sus padres. Se preguntaba tantas cosas dentro de su cabeza que la mayoría de las respuestas se perdían en su propia mente antes de que pudiera responderse a sí misma. Hawaii, el destino elegido por sus padres. Mientras se quedó sola, buscó mucha información sobre el lugar, la gente, la cultura, los gustos y tradiciones. Parecía un lugar agradable y mágico para pasar una segunda luna de miel.

            Dejó el libro que estaba leyendo abierto sobre su cara y cerró los ojos, suspirando contra las páginas, sintiendo su propio aliento chocar contra su rostro antes de dejar sus manos reposando en su abdomen.

            A Krystal siempre le había gustado ser hija única por la razón de que podía estar tranquila cuando sus padres desaparecían y no debía pelear con nadie por sus cosas. Aun así, ella misma se contradecía y quería a alguien para jugar, conversar, charlar de las mismas cosas una y otra vez. La llamaban pesada porque hablaba y hablaba, y cuando no le hacían caso se limitaba a hacer pucheros, a no respirar y a chillar enfadada para atraer de nuevo la atención de la gente.

            Le gustaba estar sola y acompañada al mismo tiempo, era una chica indecisa.

            El sonido de unas llaves la alertó de que sus padres habían vuelto y se levantó corriendo, yendo rápida como un rayo hasta la entrada, sonriendo con aquella inocencia que la caracterizaba tanto.

            —¡Ya era hora! —sus padres sonrieron y dejaron que la muchacha agarrara las maletas, arrastrándolas hasta el salón—. ¿Cómo fue? ¿Hicisteis muchas fotos? ¿Visitasteis muchas cosas? Me habréis traído algún recuerdo, ¿no?
            —Creo que es algo mucho mejor —su madre sonrió algo nerviosa y se sentaron en el largo sofá de color crema que rodeaba el televisor—. Hija, en Hawaii hemos descubierto muchas cosas el uno del otro.
            —¿Y qué son esas cosas?
            —Hemos... Hemos decidido terminar con nuestro matrimonio tal y como lo conoces —Krystal abrió los ojos como platos y sintió que su corazón se helaba por unos instantes—. Sé que no es lo que esperabas oír pero...
            —¿Pero por qué? ¿Qué ha ocurrido allí?
            —Hija —su madre acarició una de sus mejillas—. El amor se acaba tarde o temprano y... Tu padre y yo hemos visto que no podíamos seguir juntos como un feliz matrimonio porque no nos queremos como cuando nos conocimos hace ya bastantes años.
            —P-Pero...
            —No te preocupes, nos seguirás viendo, pero lo que de verdad queríamos contarte es que luego nos volveremos a casar —la morena se rascó la cabeza confusa y suspiró frunciendo el ceño—. En Hawaii conocimos a otro matrimonio que parecían nuestra media naranja. Tu padre se casará con la mujer y yo me casaré con el hombre, lo hablamos mucho cuando coincidimos un par de veces en el hotel y en las comidas y parecía que nos entendíamos muy bien porque ellos estaban en la misma situación, así que...
            —¡Pero yo no quiero eso! —Krystal apretó sus sienes y tartamudeó entre gritos—. ¿Q-Qué clase de broma estúpida es esta? ¡No podéis casaros así sin más con unos completos desconocidos!
            —SooJung, escucha, ellos tienen una hija que...
            —¡Me da igual lo que tengan! ¡Y te he dicho mil veces que no me llames así! —la joven se levantó y rodeó el sofá antes de irse con sonoros pasos hasta su habitación, cerrando con un fuerte portazo, gritando antes las palabras que sabía que tanto les dolía a sus padres—. ¡Os odio!



martes, 4 de noviembre de 2014

One last time

Título: One last time
Pareja: Chanyeol x Chen (EXO)
Rating: NC–17
Género: UA, romance, vampiros, angst, drama, tragedia
Resumen: Jongdae escoge al azar una palabra de la primera plana del diario para el texto que ha de redactar: límites. Pero lo que llama su atención es la foto que acompaña el titular. Con el fondo de unas cortinas color rojo oscuro, un joven alto y serio mira a la cámara y un escalofrío recorre la espalda de Jongdae. Podría jurar que... No. Nada.
Número de palabras: 48.524 palabras
Número de capítulos: prólogo + 6 capítulos + epílogo
Avisos: muerte de un personaje… varias veces… (Ya lo entenderéis =^.^=).
Notas de autora: la verdad es que la primera vez que leí tu idea noté como unas buenas vibraciones e, inmediatamente, mi mente comenzó a trabajar en ella, así que he estado muy ilusionada con este proyecto. Seguramente esto no era para nada lo que te esperabas pero, al menos, espero que te guste la historia que he creado para ti con sangre, sudor y lágrimas.



One last time


Prólogo



Abril de 1951, Primera División surcoreana, cerca de Kaesong.


            Nubes de polvo y pólvora cubrían el ambiente. Sonidos de disparos y gritos de los hombres eran la banda sonora de la guerra. Olía a muerte, a enfermedades, a sangre. Chanyeol avanzaba a través de todo como si fuera un ente etéreo. Las balas no traspasaban su piel blanca y las minas enterradas en el suelo tampoco acabarían con él. Buscaba a una persona en el campo de batalla, lo había sentido cuando rondaba por la zona y tenía que asegurarse de que era él y estaba bien. Llevaba mucho tiempo esperándolo y sentía anticipación, si su corazón hubiera seguido bombeando sangre por todo su cuerpo, en aquel momento estaría haciéndolo desenfrenadamente, pero hacía siglos que este había dejado de latir.

            Saltó con elegancia sobre una de las trincheras, esquivando a los hombres que se hacinaban allí y que disparaban con furia sus armas contra el enemigo, cayendo al otro lado de la zanja sin que se percataran de su presencia. Nunca entendería a los humanos, aunque llevaba siglos afanándose en hacerlo. Deambuló por el lugar, sin rumbo, observando cuidadosamente, atento a cualquier indicio que le indicara que era él quien estaba en aquel lugar y no tuvo que esperar mucho tiempo antes de verlo.

            Estaba allí, vestido con el uniforme del ejército de Corea del Sur. Había salido de la trinchera junto a algunos cientos de los que en ese momento eran sus compañeros. Tenía el pelo enmarañado y sucio, su piel en otros tiempos blanca como la nieve estaba cubierta de hollín y tierra; sus manos, otrora suaves como la seda estaban llenas de callos y su rostro, en el que siempre había mostrado una expresión afable, con ojos que se cerraban en medias lunas y labios que se curvaban hacia arriba cuando sonreía, mostraba ahora odio. Era él, no había duda, pero no era del todo la persona de la que se había enamorado tanto tiempo atrás.

            Todavía no estaba completo, pero Chanyeol tenía que intentarlo de nuevo.

            Se acercó, cubierto por la densa capa de nubes, pero en aquel momento, el cuerpo de la persona que tanto había esperado convulsionó y cayó al suelo. Varios de sus compañeros corrieron a socorrerlo, intentando taponarle la herida para que la sangre dejara de salir en abundancia. Chanyeol aspiró el aroma de la sangre mezclado con el de la pólvora y sus colmillos rápidamente crecieron, cortando su labio inferior, sintiendo así, el sabor metálico de la sangre en su boca. Sangre.

            Dio un paso, luego otro, acercándose más y más al chico que, tumbado en el suelo expelía su último aliento, hasta que unos brazos lo tomaron por la cintura y lo hicieron detenerse. Forcejeó e intentó soltarse, pero el agarre era demasiado fuerte. En su interior, en la conciencia que todavía le quedaba supo quién era y se abandonó a las palabras tranquilizadoras dichas en su oído. No obstante, antes de caer en la oscuridad, Chanyeol pudo ver una sonrisa torcida, casi malvada en un rostro de piel tan blanca como la suya e igual de fría observando la escena.

            Lo había vuelto a hacer, él se lo había arrebatado de nuevo.