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domingo, 31 de mayo de 2020

[Drabble] Girls Love Girls: Summer storm {TaengSic}


Título: Summer storm
Autora: Riz Aino
Pareja: TaengSic (TaeYeon + Jessica) (SNSD)
Clasificación: PG
Géneros: AU, romance, fluff
Número de palabras: 594 palabras
Resumen: a TaeYeon y Jessica las pilla una repentina tormenta veraniega justo en la mitad de una cita.
Aclaraciones: se suponía que debía escribir un fanfic de B.E.G en un principio, pero cuando me puse era incapaz de sacar nada, así que, al final acabé decantándome por la segunda opción, un fanfic de las soshis.
Notas: drabble escrito para Kari, que acertó uno de mis muchísimos juegos de Twitter.
Comentario de autora: llevaba como milenios (bueno, no milenios, pero sí al menos 3 años) que no escribía nada de las soshis y al principio me quedé atascada, pero luego salió super rápido todo. Espero que os guste.

Summer storm

            Jessica estaba completamente encantada con la cita que estaba teniendo con TaeYeon después de tanto tiempo sin poder verse. Ambas habían tenido un montón de compromisos importantes a los que no habían podido dejar de asistir, en diferentes lugares de Corea y del mundo, y aquello había hecho que los últimos dos meses los hubieran pasado simplemente mandándose mensajes o haciendo videollamadas. Volver a tomar la mano de TaeYeon con la suya, caminar a su lado y ver encantadora sonrisa en directo por fin, era algo maravilloso para Jessica. Había echado mucho de menos todo aquello.

sábado, 1 de agosto de 2015

Twilight of Shadow

Day 2


            TaeYeon se despertó la primera a la mañana siguiente. No había puesto ningún despertador, pero ya tenía un reloj interno que la despertaba temprano en la mañana. Así que, antes de las ocho ya tenía los ojos abiertos y se deslizaba fuera de la cómoda cama de agua con mucho cuidado para así no despertar a la otra ocupante. La chica dormía profundamente sobre las sábanas, solo tapada hasta la cintura y bocabajo, con la mata de cabello castaño cayendo en cascada sobre la almohada y su espalda.

viernes, 17 de julio de 2015

One More Ground

One More Ground

            Las chicas que formaban el equipo de animadoras se encontraban sentadas en un banco, justo al lado del que estaban los jugadores suplentes del equipo de rugby de su instituto. Ellas estaban agitando desde su asiento los pompones después de la última aparición que habían hecho en el descanso, y ya no podrían salir más porque apenas quedaba tiempo y los ánimos estaban demasiado caldeados para bailar aunque fuera en la banda del campo, el entrenador del equipo les había ordenado que no distrajeran a sus chicos y ellas le obedecían. Sin embargo, eso no quitaba que necesitaran moverse un poco para quitarse todos los nervios del momento.

            —One more ground, one more ground —murmuraba una y otra vez Jessica a su lado. La chica estaba tan nerviosa que ni siquiera se estaba dando cuenta de que hablaba en inglés en vez de en coreano—. One more ground.

            TaeYeon, como líder de aquel grupo de animadoras intentó transmitirle confianza cogiéndola de la mano y apretándosela para que no se sintiera tan nerviosa, a pesar de que ella misma estaba temblando como un flan. Jessica se giró para verla y ella le dedicó una sonrisa que hizo a la rubia sonreír y relajarse levemente.

            —Los chicos son buenos —comentó—. Seguro que ganan la temporada.
            —¿Y si no lo hacen? —cuestionó ella.
            —Entonces estaremos aquí para apoyarlos, porque es lo que las animadoras hacen.
            —Gracias —susurró Jessica, volviendo a enfocarse en el partido, moviendo lentamente sus pompones.

            TaeYeon no pudo ver nada más que Jessica después de aquello. Siempre había sido susceptible a la chica, pero en aquellos momentos lo era mucho más. Tan ensimismada estaba que casi ni se dio cuenta de que finalmente el equipo de su instituto ganaba el partido y todas las chicas saltaron de sus asientos, gritando de júbilo y bailando. TaeYeon solo salió de sus pensamientos cuando Jessica le tendió la mano para que se levantara con una sonrisa brillante en sus labios, unos labios finos que le dieron ganas de besar y eso hizo.

            Se acercó lentamente a ella, a su rostro y pidió permiso con sus ojos, mudamente para que la otra no la rechazara. Tenía miedo, mucho miedo, pero cuando finalmente sus labios se rozaron algo estalló como si se tratase de fuegos artificiales dentro de su cuerpo y todo fue maravilloso.







martes, 23 de junio de 2015

TaeYeon

TaeYeon

            La TaeYeon vibrante, llena de energía, juguetona y encantadora, fuerte y decisiva que mostraba sobre los escenarios, no era igual a la TaeYeon que se encontraba en aquellos momentos entre sus brazos, con su pelo largo y negro ocultando prácticamente la mitad de su pequeño y fino rostro de porcelana que tanto adoraba el chico.


            No. No era la misma y BaekHyun lo sabía, pero no por eso había dejado de amarla, de hecho, le gustaba muchísimo más aquella TaeYeon tímida y un poco caprichosa. Porque esa TaeYeon era solo para él.

miércoles, 31 de diciembre de 2014

Desire (Deseo)

Título: Desire (Deseo)
Pareja: TaengSic (TaeYeon x Jessica) (Girls Generation)
Clasificación: G
Géneros: AU, romance, fluff
Número de palabras: 620 palabras
Resumen: la mayoría de las personas creen que si frotas una lámpara de aceite con la suficiente insistencia, un genio saldrá de aquel lugar y cumplirá todos sus deseos, por complicados que sean. Sin embargo, la realidad es muy distinta.
Comentario de autora: juro solemnemente que cuando comencé a escribirlo esto era una cosa completamente diferente, aun así, espero que os guste ^^


sábado, 6 de diciembre de 2014

Rock Me

Título: Rock Me
Pareja: TaengSic (TaeYeon x Jessica) (Girls’ Generation)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, romance, banda, drama
Número de palabras: 3.425 palabras
Resumen: durante un concurso de talentos del rock, Jessica se encuentra con sus antiguos compañeros de grupo, y más concretamente, con ella.
Notas: historia escrita para celebrar el cumple de Ajumma, que fue hace un tiempecillo y que no he podido subir hasta ahora. Happy Birthday to you~ *canta como Marilyn Monroe*
Comentario de autora: primero pensé en hacerte una cosa cuqui y preciosa, pero luego me di cuenta que algo un poco más oscuro sería mejor. Espero que te guste ^^




            Las luces brillaban en el escenario, iluminándolo con potencia para que las personas que se encontraban entre el público, a oscuras, pudieran ver con claridad lo que había sobre este. Las luces comenzaron a cambiar de color y la presentadora de aquel evento salió al escenario, motivando los aplausos de los asistentes. La chica tenía el pelo negro y corto, y llevaba un minivestido con lentejuelas que dejaba a la vista sus torneadas piernas. Con una sonrisa preciosa en su rostro, esperó pacientemente a que el público dejara de aplaudir para comenzar a hablar.

            —Bienvenidos a la novena edición del festival Rock Me, en el que bandas desconocidas de rock compiten para hacerse un hueco en el mundo de la música —dijo, haciendo que el público volviera a estallar en aplausos y vítores—. Bien, bien —la chica sonrió—. Este año tenemos cuatro bandas en la final, démosles la bienvenida a todos ellos.

            Jessica tomó aire y miró a sus compañeros de banda antes de salir al escenario junto a las demás bandas. Las luces de colores cegaron durante unos segundos a la chica y tuvo que cerrarlos para acostumbrarse a aquella luminosidad. Escuchando los aplausos y los gritos desde la oscuridad del público, se sintió bastante intimidada, pero le bastó mirar a su derecha y descubrir la mirada de la vocalista principal de la banda rival para que ese pequeño temor se esfumara rápidamente.

            Jessica lo haría perfecto y su banda ganaría aquella oportunidad para brillar, no se dejaría pisotear de nuevo.

★★★

            —Sica, Sica, Sica —una voz suave la llamaba una y otra vez. La chica la reconocería en cualquier lugar, así que se giró en mitad del pasillo, encontrando a su mejor amiga, TaeYeon, corriendo hacia ella.
            —¿Qué pasa, Taengo? —le preguntó cuando la chica llegó a su lado.
            —Venía a avisarte de que esta tarde podremos quedar y tocar en el garaje de HeeChul, sus padres no están —contó con una gran sonrisa en su rostro.
            —¿En serio? —Jessica casi saltó de alegría. Llevaban demasiado tiempo sin poder reunirse para ensayar, desde que el club de música del instituto había sido clausurado por falta de presupuesto.
            —Por supuesto —contestó—. En cuanto acaben las clases podemos quedar en la salida para ir juntas.
            —Claro, quedamos en eso —tras escuchar su respuesta afirmativa, TaeYeon sonrió y se despidió de ella, corriendo hacia su clase porque el descanso entre clase y clase estaba llegando a su fin.

            Horas más tarde, las dos chicas salían del instituto agarradas del brazo en dirección a la casa de HeeChul. Tenían que atravesar prácticamente media ciudad antes de llegar allí y debían tomar la línea de metro durante al menos media hora. Antes de llegar a la estación del metro, se encontraron con SoonKyu, o Sunny, como le gustaba que la llamaran. También era miembro de la banda y se dirigía por lo tanto a casa de HeeChul, como ellas. No habían podido quedar para ir juntas desde el instituto porque se había cambiado la primavera pasada a otro diferente. No obstante seguían siendo amigas.

            Las tres chicas estaban demasiado felices aquel día y suponían que sus demás compañeros también lo estarían. Iban a volver a tocar.

★★★

            —Y después de la presentación de todas las bandas que participarán en el evento, solo nos queda desearles suerte con sus presentaciones —dijo la chica—. Despejar el escenario y dejemos que la primera de ellas comience con su presentación —pidió—. Dadle un gran aplauso a Moonlight.

            Jessica salió del escenario y regresó entre bambalinas con los miembros de su banda para esperar su turno escuchando los aplausos que la multitud daba para la primera banda en tocar. Ellos eran los últimos, justo después de Wish, la banda a la que había pertenecido hasta hacía unos años. La chica le demostraría a todo el mundo que podía hacerlo muchísimo mejor que aquellos que la habían dejado tirada. No se iba a dejar pisotear de nuevo por ellos.

            Con una fuerte expresión en su rostro se giró hacia sus nuevos amigos para animarlos y quitarles los nervios que pudieran estar sintiendo, a pesar de que ella también estaba llena de nervios.

            —Nosotros podemos hacerlo —les dijo, obteniendo asentimientos por parte de todos. Jessica sonrió y puso su mano en el centro del pequeño círculo que habían formado—. ¡Animals! ¡Vamos a ganar! —exclamó cuando los primeros acordes de la guitarra eléctrica de la banda de cuatro chicos que se encontraba en el escenario comenzaban a sonar.

★★★

            TaeYeon se aclaraba la voz con un poco de miel y limón para poder cantar aquella tarde mientras Jessica la observaba fijamente. Había cogido un resfriado, de los que apenas duraban unos días, pero ella estaba bastante enferma desde aquella mañana que había tenido que irse a la enfermería en clase. Además de esto, tenía voz de camionero borracho, pero la chica no quería perderse aquel ensayo por nada del mundo. Por este motivo, Jessica monitorizaba todos sus movimientos, pendiente de que no le pasara nada.

            Durante el ensayo forzó bastante la voz, tanto que durante la vuelta a casa no podía hablar más que en susurros.

            —No fuerces la voz y calla —le dijo a TaeYeon, pero esta simplemente siguió sin hacerle caso, hablando como si le hubieran dado cuerda.

            Al día siguiente, la enferma apareció en el instituto sin voz ninguna y durante la siguiente semana, Jessica tuvo que hacerle de intérprete. Aquella vez fue la primera vez que estuvieron tan cerca, tanto tiempo juntas y que comenzaron a entenderse a las mil maravillas, pero ninguna sabía que todo aquello desembocaría en algo mucho más fuerte que un lazo de amistad entre ellas.

★★★

            La primera banda acababa de bajar del escenario y la presentadora volvía a subirse a él para seguir haciendo su trabajo, cuando Jessica se encontró de frente con TaeYeon. Ambas se miraron fijamente unos segundos y después desviaron sus miradas hacia el escenario, al que subía la segunda banda, formada por cuatro chicos y una chica.

            —¿Estás nerviosa, Sica? —escuchó que le preguntaba la que en otro tiempo había sido más que su amiga. Jessica estuvo a punto de no contestar, pero finalmente negó con la cabeza levemente—. Yo si estoy nerviosa —confesó la otra y la miró. Parecía realmente nerviosa.
            —Rock Me es un gran evento —murmuró.
           —Por eso estoy atacada —TaeYeon sonrió y volvió su vista hacia Jessica, tendiéndole la mano—. Mucha suerte, Sica —casi sin saber lo que hacía, Jessica se dejó llevar por el momento y estrechó la mano de TaeYeon, sintiendo cómo un escalofrío le recorría todo el cuerpo.
            —Suerte para ti también.

            Fueron unos segundos los que tuvieron sus manos entrelazadas y sus ojos fijos en la otra, pero irremediablemente, Jessica no pudo evitar pensar en los viejos tiempos.

★★★

            TaeYeon, siempre tan alegre y vivaz, tan despreocupada y relajada. Era una chica única, a la que le daba igual lo que pensaran de ella y simplemente se dedicaba a hacer lo que le daba la gana. Por eso había sido ella quien le había dado su primer beso a Jessica y la primera en decir que creía que sentía algo por ella. También fue quien la hizo darse cuenta de sus sentimientos.

            Entre los ensayos de la banda y el instituto apenas tenían tiempo para ellas solas, pero aprovechaban cualquier momento para estar juntas, para agarrarse de las manos en público, como lo harían dos amigas y para besarse a escondidas y en las sombras.

            Su relación era perfecta, aunque tenían alguna que otra pelea de poca importancia que arreglaban rápidamente.

            TaeYeon también fue la que en el verano de su último año de instituto, antes de entrar a bachiller, le dijo que la amaba y acarició su cuerpo como nunca nadie lo había hecho. Siempre había sido TaeYeon la que había ido tras ella para que le mostrara lo que sentía, pero aunque Jessica no fuera muy dada a mostrar sus emociones, estaba probablemente más enamorada de ella de lo que debería ser posible.

★★★

            —Unnie, Unnie —la llamaba su hermana menor, Krystal, quien formaba parte de su banda—. Es el turno de Wish ahora —anunció, haciendo que el corazón de Jessica diera un vuelco—. ¿Quieres verlos?

            La chica no sabía qué hacer. Por una parte no quería verlos porque ellos habían sido los que habían tenido la culpa de que durante un año se encontrara deprimida; pero por la otra, quería verlos, porque TaeYeon tenían una voz que enamoraba y que la hacía sentir genial cuando la escuchaba. También había otro motivo por el cual verlos. Tenía que ver lo que habían mejorado desde que ella no estaba allí y tenía que ver cómo de bien tocaba el teclado el chico por el que la habían reemplazado.

            —Vamos… —le dijo a su hermana menor—. Hay que conocer a la competencia.

            Krystal sonrió y la agarró de la mano para que la siguiera a través del backstage para llegar prácticamente al filo del escenario. En este, ya se encontraban Wish, esperando a que los aplausos cesaran para comenzar a tocar. En cuanto las primeras notas sonaron, Jessica se dejó llevar por el ritmo de la canción y por la suave y delicada voz de TaeYeon.

★★★

            Jessica había recibido un mensaje en su móvil avisándola de que aquella tarde de verano iban a tener ensayo en la casa de HeeChul. Hacía un par de semanas que no tocaban y la chica tenía muchísimas ganas de volver a cantar con sus amigos, a pesar de que para ello tuviera que recorrerse media ciudad y tardar más de media hora en llegar a aquel lugar.

            La chica estaba bastante ilusionada por ello, pero todo se truncó en cuanto entró al garaje del batería. En aquel lugar se encontraban los miembros de su grupo junto a un chico que no conocía. Este estaba tocando el teclado y cantando con una voz que pondría celosos a los ángeles una de las canciones que había compuesto TaeYeon para el grupo y todos lo miraban embelesados.

            Jessica supo en aquel momento, antes siquiera de que le dijeran nada, antes siquiera de que su chica la mirara con ojos tristes y le dijera que lo sentía mucho, que ya no había hueco para ella dentro de aquel grupo. No obstante, tuvo que esperar a la confirmación y aceptó las palabras frente a ellos, conteniendo sus lágrimas y tragándose todas las palabras hirientes que en ese momento solo pasaban por su cabeza porque ellos habían sido sus únicos amigos y todavía les tenía un poco de respeto.

            Salió del garaje con las lágrimas asomando a sus ojos e ignorando los gritos de TaeYeon diciendo su nombre, al igual que ignoró durante los siguientes años todas sus llamadas.

★★★

            Tal y como llevaba haciendo todo el evento, Jessica se había abstraído de la realidad y si no hubiera sido por su hermana menor y por Onew, que la arrastraron al escenario, ella no se habría dado cuenta de que ya era hora de que comenzaran a presentar su canción, la última canción que se escucharía en Rock Me. Después, las cuatro jueces que se encontraban frente al escenario, tomando notas meticulosamente de todo, anunciarían el resultado de sus deliberaciones y con ello, el ganador de aquella edición.

            La chica miró al frente y se colocó junto al micro de pie. Gracias a que TaeYeon era la que había actuado antes no tenía que ajustarlo demasiado a su altura y perder más tiempo, consiguiendo así ponerse más nerviosa de lo que ya estaba. Jessica se giró hacia sus compañeros, viendo que todos se encontraban en sus puestos, así que dio la señal para comenzar y los primeros acordes comenzaron a sonar.

Harue han beonman geudaen tteoollyeojwoyo miss you
harue han beonman naneun ijeobolgeyo
geugeotdo andwaeyo geugeotdo andwaeyo
geugeotdo andoemyeon geureom nan eotteokhanayo
geudae hanmadie naneun useoyo
geoulcheoreom maeil sarayo
naui haruneun geudaeui geosijyo

Can’t stop me now. Can’t stop me now
geudaereul darmeun bom hyanggiga ajik chaneyo
Can’t stop me now. Can’t stop me now
naneun meomchul su eomneyo I can’t stop loving you

heutnallineun barame geudae tteoolla
nun busin haessare geudae tteoolla
naneun meomchul su eomneyo I can’t stop loving you

hangeoreum dwiramyeon heorakhal su innayo miss you
hangeoreum dwieseo naneun gidarilgeyo
geugeotdo andwaeyo geugeotdo andwaeyo
geugeotdo andoemyeon geureom nan eotteokhanayo

geudae hanmadie naneun useoyo
geoulcheoreom maeil sarayo
naui haruneun geudaeui geosijyo

Can’t stop me now. Can’t stop me now
geudaereul darmeun bom hyanggiga ajik chaneyo
Can’t stop me now. Can’t stop me now
naneun meomchul su eomneyo I can’t stop loving you

michin deut michil deut haneobsi bureuda bomyeon
hanbeoneun dorabolkkayo

Can’t stop me now. Can’t stop me now
geudaeman baraboneun nae mam ajik siryeoyo
Can’t stop me now. Can’t stop me now
naneun meomchul su eomneyo I can’t stop loving you

heutnallineun barame geudae tteoolla
nun busin haessare geudae tteoolla
naneun meomchul su eomneyo I can’t stop loving you

            En cuanto la canción terminó y los aplausos comenzaron a sonar para ellos, la presentadora del evento salió al escenario. Animals estaba terminando de agradecer al público, así que esperó pacientemente a que acabaran y luego les indicó que bajaran. Después de esto comenzó a hablar.

            —Muy bien, ya hemos escuchado a todas las bandas que han pasado a esta final de la novena edición de Rock Me —dijo la chica—. Este año parece haber mucho nivel, ¿no creéis? —puso el micro en dirección al público y este gritó un “sí” unánime—. Nuestro jurado lo tiene muy difícil, así que le dejaremos media hora para que deliberen, mientras os dejaremos algunos vídeos sobre las ediciones anteriores en la pantalla.

            Jessica se encontraba completamente eufórica después de cantar la canción y lo único que pudo hacer fue recibir el gran abrazo que su grupo se encargó de darle.

★★★

            Había pasado ya mucho tiempo desde que Jessica cantaba algo. Después de que ya no formara parte de su grupo había dejado de hacerlo y la simple mención de la música la enervaba y la ponía triste a partes iguales. Sin embargo, la música formaba parte de ella y la necesitaba para seguir viviendo, por este motivo, fue tan fácil de convencer por su hermana Krystal para formar una nueva banda.

            —Tengo un par de amigos que saben tocar instrumentos —le dijo—, y Onew, el vecino de arriba, toca el piano y canta genial, también podría unirse.
            —No lo sé, Krystal, no lo sé —le contestó.

            Pero su hermana no cejó en su empeño y cada día le hacía la misma propuesta hasta que un día como cualquier otro, Jessica pensó que al menos había que intentarlo. No podía vivir toda su vida anclada en el pasado, tenía que seguir adelante y hacer lo que más le gustaba en el mundo: la música.

★★★

            La escasa media hora que pasó mientras el jurado deliberaba fue la más larga de la vida de Jessica. Quería saber ya si era su grupo el que había ganado aquella oportunidad de oro o si por el contrario había sido uno de los otros participantes. Lo único que Jessica no quería era que sus antiguos amigos y compañeros ganara, por rencor más que nada, porque aunque jamás lo diría en voz alta, habían actuado muy bien y el chico que había ocupado su puesto también había tenido una actuación aceptable.

            Mordiéndose el labio inferior, moviéndose de un lado a otro con nerviosismo y cruzando todos los dedos que podía cruzar, la chica intentó aguantar el tiempo de deliberación.

            Cuando la presentadora del evento apareció entre bambalinas y les dijo a todos que estuvieran preparados y que salieran por orden de actuación en cuanto ella les avisara, Jessica intentó respirar hondo para tranquilizarse, porque los líderes tenían que salir los primeros, y si no lo hacía, probablemente se caería por las escaleras porque las piernas le temblaban.

            —Bien, querido público —comenzó la chica, ya en el escenario—. Ya ha acabado la espera —alzó su mano con un sobre pequeño y blanco—. En este sobre tengo al grupo ganador de esta novena edición de Rock Me, así que los participantes pueden subir al escenario para que pueda anunciar el resultado —Jessica inspiró aire de nuevo y cuando fue su turno subió a la plataforma encabezando a su grupo—. Perfecto —la presentadora comenzó a abrir el sobre y luego sacó un papelito de su interior—. Y el ganador es… ¡Diamonds!

            La banda nombrada gritó de alegría y todos sus componentes se fundieron en un gran abrazo mientras los demás suspiraban. Al final no había ganado ni Animals ni Wish. Jessica esbozó una sonrisa y comenzó a aplaudir a los galardonados. Aquella no había sido su vez, pero todavía se tenían que celebrar muchas ediciones más, así que no tenía que preocuparse por ello.

            La chica miró a su alrededor y se encontró a TaeYeon con la mirada puesta sobre ella. Tragó saliva por la intensidad de la mirada y luego supo, sin necesidad de que la otra le dijera nada, que tenía que seguirla cuando bajara del escenario porque quería hablar. A pesar del tiempo que había pasado, todavía se entendían.

            Jessica comenzó a reflexionar si debía ir o no y finalmente el sí ganó.

            Cuando les indicaron que tenían que bajar del escenario para que Diamonds se presentara de nuevo, Jessica caminó tras TaeYeon a través del backstage hasta que estuvieron bastante alejadas del ajetreo de este y del intenso volumen de la música procedente del escenario.

            —¿Y bien? —comenzó Jessica.
            —Quería hablar contigo sobre lo que pasó cuando BaekHyun ingresó a la banda —le contestó. Aquella respuesta se clavó afiladamente en su pecho—. Fue una decisión unánime, pero yo nunca estuve de acuerdo con ella —dijo—, aun así, pensé que aunque salieras del grupo no saldrías de mi vida.
            —Aquello fue un trago muy amargo —le respondió—. Así que no quería tener contacto con ninguno, menos contigo —el rostro de TaeYeon mostró que aquellas palabras le habían dolido—. Pero todo aquello es agua pasada, yo ahora estoy en un grupo nuevo y los quiero mucho a todos, ya no pienso en el pasado.
            —¿Ni siquiera en mí? —Jessica se mordió el labio inferior, prefiriendo no contestar a esa pregunta—. La canción la compusiste tú, ¿verdad?
            —Sí.
            —Entonces —la chica se acercó un poco a ella—. ¿Podríamos volver a la relación que teníamos antes? —su mirada brillaba, pero Jessica no quería caer en ella.
            —Me gustaría empezar siendo amigas —fue lo que le contestó y, aunque en el rostro de TaeYeon había un poco de decepción, también estaba feliz.
            —Me parece perfecto, Sica —respondió esbozando una sonrisa.






Notas finales:
—La primera banda, Moonlight, está formada por Chen (vocal), D.O. (sub-vocal y guitarra), Lay (bajo) y ChanYeol (batería).
—La segunda banda, Diamonds, está compuesta por SeoHyun (vocal), YongHwa (vocal), JongHyun (sub-vocal y guitarra), JungShin (bajo) y MinHyuk (batería).
—La tercera banda, Wish, es la de TaeYeon, compuesta por TaeYeon (vocal), BaekHyun (sub-vocal y teclado), Sunny (guitarra), YunHo (bajo) y HeeChul (batería).
—La cuarta y última banda, Animals, es la de Jessica, formada por Jessica (vocal), Onew (sub-vocal y teclado), Krystal (guitarra), Henry (bajo) y SiWon (batería).
—La presentadora del evento es Tiffany, por si no había quedado claro, y los miembros del jurado son YuRi, HyoYeon, SooYoung y Yoona.
—El fic está ambientado en dos tiempos. El primero, “el actual”, está basado en el año 2010, cuando SNSD tuvo el comeback de ‘Run Devil Run’. Sin embargo, los recuerdos de Jessica datan del año 2007, cuando SNSD hizo su debut con ‘Into The New World’.
—La canción que toca la banda de Jessica es ‘Can’t Stop’ de CNBLUE. Os dejo la traducción aquí.
—Y por último, no odio a BaekHyun, de hecho lo adoro, así que no me lo tengáis en cuenta.

lunes, 10 de noviembre de 2014

TaeYeon en el País de las Pornopesadillas

Parte III

            TaeYeon se despertó sintiendo un gran dolor en su vagina. Abrió sus ojos, pero parecía que no los tenía abiertos porque solo había oscuridad. Eso la asustó bastante porque en casa, aunque fuera noche cerrada siempre había alguna que otra luz que la tranquilizaba. En casa.

            En ese momento, TaeYeon recordó todo lo que había pasado, desde que SeoHyun le había dicho que iba a tener que irse a vivir con el señor Byun hasta el sombrerero HeeChul con el que había mantenido sexo contra la mesa llena de pasteles y las cartas metiéndole las lanzas por su vagina hasta que finalmente no pudo soportar el dolor y se desmayó. Por cómo le dolía allí abajo, TaeYeon podía decir con toda seguridad que lo que había pasado después de que se metiera en la madriguera del conejo había sido completamente real.

            La chica suspiró y luego intentó moverse un poco, porque la posición en la que se encontraba era bastante incómoda. No obstante, no pudo moverse ni un milímetro. Al parecer estaba atada de brazos y piernas, con estas últimas encogidas y algo levantadas. Por cómo sentía la piedra contra su trasero y su espalda, y por el frío, TaeYeon también podía decir que estaba desnuda.

            Solo esperaba que todo aquello se acabara para volver a casa, aunque tuviera que irse con el señor Byun.

            En aquel instante, comenzaron a escucharse pasos a lo lejos y luego una llave contra una cerradura. Apenas unos segundos después, una puerta metálica era desplazada con un chirrido y otra vez pasos cada vez más cerca de donde ella se encontraba.

            TaeYeon abrió sus ojos y vio una leve luminosidad procedente del exterior, recortando a una silueta femenina que se había quedado ante ella, justo a unos paso de donde se encontraba con las piernas abiertas, mostrando todo su ser.

            —Bienvenida a mi castillo, TaeYeon —dijo la mujer, haciendo que le recorriera un escalofrío por aquella voz tan impersonal y fría—. Espero que hayas disfrutado de todo tipo de atenciones mientras estuviste en mis territorios.
            —¿Por qué he llegado aquí? —preguntó la chica. Quería respuestas porque los demás extraños personajes con los que se había topado en aquel extraño lugar no le habían dicho más que meras tonterías.
            —¿Cómo has llegado aquí? —cuestionó la mujer—. Eso solo lo puedes saber tú —se escuchó una risa algo cínica—. Pero si preguntas cómo llegaste a mi castillo, te trajeron mis cartas.
            —¿Por qué?
            —Porque eres un peligro para mi reinado —la mujer se acercó un poco más a TaeYeon y la chica sintió cómo comenzaba a jugar con sus dedos en sus partes—, y no puedo dejar suelto a nadie que sea un peligro para mí —apretó su clítoris y TaeYeon cerró su boca con fuerza, mordiéndose el labio inferior.
            —Solo soy una prostituta normal y corriente —murmuró—. No soy amenaza para nada ni para nadie.
            —Oh… claro que sí eres una amenaza —la reina le introdujo tres dedos de golpe en su maltratada vagina y la chica tuvo que contener el grito que quiso abrirse paso por su garganta—. Por eso acabaré contigo, para que no puedas hacerme ningún daño.

            El hielo que había en la voz de aquella mujer hizo que un escalofrío de miedo recorriera el cuerpo de TaeYeon. Ella no tenía que estar pasando por eso, no tenía que haber corrido tras el conejo y haberse metido por aquel agujero. Si no lo hubiera hecho ahora estaría en casa.

            —Por cierto —escuchó decir a la mujer justo después de desalojar sus partes—, por cada pregunta que hagas, por cada oración que digas, por cada intento por justificarte y por cada sonido que salga de tu boca, tendrás algo dentro de ti, follándote. Así que disfrútalo.

            Y dicho esto, TaeYeon comenzó a sentir cómo por su vagina empezaban a ser introducidas las mismas lanzas que le habían hecho perder el conocimiento, una tras otra, hasta que la chica volvió a verlo todo negro y no precisamente porque la puerta se hubiera cerrado.

            La siguiente vez que TaeYeon abrió los ojos se dio cuenta de que seguía en la misma celda de la primera vez y eso no le gustó nada. Comenzó a darle vueltas a todo lo que le habían dicho los distintos personajes que se había topado por el lugar, lo que había hecho con ellos y lo que la reina de corazones le había comentado. Lo único que la chica tenía claro era que aquella mujer era una sádica y que prefería mil veces volver a casa junto a SeoHyun, e incluso irse con el señor Byun.

            Ahora entendía por qué aquel país tan extraño tenía tal nombre. Todo lo que le había pasado al principio había sido tan erótico, pero ahora solo quería despertar de aquella pesadilla.

            Apenas había estado con los ojos abiertos unos minutos, cuando volvió a escuchar los pasos que le indicaban que alguien se acercaba. Internamente, la chica deseó que fuera alguno de aquellos personajes que habían estado con ella a lo largo de sus peripecias por aquel país tan extraño, pero sabía que no podía ser posible. Así que cuando vio la silueta de la reina Tiffany recortándose con la luz del exterior, no se extrañó… solo tuvo miedo.

            —¿Cómo has pasado la noche, mi querida prostituta TaeYeon? —le preguntó, pero la chica no contestó, porque si por cada cosa que dijera tendría una tortura, no valía la pena hablar—. Parece que has aprendido la lección —escuchó la misma risa cínica que la vez anterior—, pero lo que no sabes es que eres mi prisionera y de igual que digas o no algo, voy a jugar contigo hasta no sepas quién eres, de dónde vienes o por qué estás aquí. Solo serás consciente del dolor y el placer del sexo.

            En ese momento, TaeYeon quiso gritarle que era una maldita tramposa y que no tenía derecho a hacer nada con ella, pero era su prisionera y seguramente aquello haría que lo que le tuviera preparado fuera mucho peor de lo que seguramente ya era. Así que apretó los dientes fuertemente.

            —Vamos a pasar un buen rato, TaeYeon —le dijo.

            Varias cartas entraron al lugar en el que se encontraba y comenzaron a desatar sus ataduras. TaeYeon forcejeó, intentando librarse del todo, pero los soldados de la reina tenían demasiada fuerza como para que ella pudiera hacer algo. Finalmente, cuando estuvo liberada, Tiffany les hizo una señal a las cartas y estas, manteniéndola firmemente sujeta, comenzaron a andar, saliendo de la celda  y entrando a un largo pasillo de puertas metálicas.

            La chica miraba a su alrededor, buscando a alguien que la pudiera ayudar a escapar, pero en su camino hacia donde fuera, solamente encontró a cartas que miraban su cuerpo desnudo con lascivia. A TaeYeon no le gustaba aquel lugar nada y solo quería salir de allí lo más pronto posible.

            Tras algunos minutos caminando por numerosos pasillos, llegaron a una especie de caverna. En aquel momento, la reina Tiffany se giró hacia ella y TaeYeon pudo ver por primera vez el bello rostro de su captora, enmarcado por una mata de pelo cobrizo. Su piel era blanca y fina y sus rasgos delicados. Era una belleza, una belleza mortífera y venenosa, pero al fin y al cabo belleza.

            —Eres la segunda invitada que tiene nuestra pequeña mascota —anunció la reina con una sonrisa—. Si eres de su agrado te dará placer infinito.
            —¿Mascota? —preguntó la chica con miedo.
            —Sí, mascota —la mujer se dio la vuelta y echó a andar de nuevo, adentrándose en la oscuridad de la cueva y las cartas que la agarraban no tardaron en seguirla. Caminaron de nuevo durante algunos minutos entre la negrura hasta que comenzaron a escucharse olas romper contra tierra firme.
            —¿Dónde estamos? —cuestionó TaeYeon.
            —En un lugar muy especial —contestó la reina—. Podéis soltarla ya —les dijo a las cartas y estas dejaron de ejercer aquel férreo agarre que la mantenía presa. En cuanto la chica se vio libre, intentó echar a correr, pero algo se le agarró al tobillo y la hizo caer contra la arena bocabajo.
            —¿Qué…? —no le dio tiempo a terminar su pregunta porque en aquel momento fue alzada por los aires y sujeta por sus tobillos y muñecas por algo que le recordó a los tallos de las plantas que se había encontrado en su camino, pero más viscoso y húmedo.
            —Disfruta de este regalo para tus sentidos —escuchó decir a Tiffany algunos metros por debajo de donde ella debía encontrarse—. Ten por seguro que yo disfrutaré muchísimo viendo el espectáculo.
            —No…

            Pero la chica no pudo decir nada más que eso porque aquella cosa con ventosas comenzó a recorrer su cuerpo, asqueándola. Le abrió las piernas y las dejó en una posición algo forzada. TaeYeon sabía lo que se avecinaba, lo sabía y no quería. Las plantas habían sido delicadas, pero aquel ser que debía ser un calamar gigante no lo sería, lo notaba y no le gustaba aquello. Sin embargo, tuvo que ceder y dejar que aquellos tentáculos llenos de ventosas entraran en su cuerpo una y otra vez, a través de su vagina, de su recto y de su boca, penetrándola salvajemente hasta dejarla sin aliento, e incluso siguiendo después, tratándola como una muñeca que no se podía romper, aunque TaeYeon sentía que lo haría como aquella cosa siguiera con ello mucho tiempo.

♥♥♥

            TaeYeon intentaba conciliar el sueño en aquella incómoda tabla. Desde aquella vez con el pulpo gigante, la reina Tiffany no la había visitado y, aunque la chica en aquella reinante oscuridad no podía llevar la cuenta de nada, debían haber pasado algunos días. Cuando cerró sus ojos por fin, para adentrarse en el mundo de los sueños, buscando salir de aquella pesadilla, escuchó los pasos firmes de la reina dirigiéndose hacia su celda y TaeYeon quiso morirse para que ella no pudiera hacerle nada de nuevo.

            —Ha llegado el momento —le dijo. TaeYeon no preguntó qué momento, de todas formas, no podría librarse de que sucediera—. Ven conmigo.

            Las cartas la desataron de nuevo de aquella posición tan vergonzosa en la que la tenían y luego la llevaron a rastras, porque ella no podía moverse por tener el cuerpo adormecido. Caminaron por los pasillos del castillo de la reina y ascendieron muchísimas escaleras. Cada paso que daban, parecía que los llevaban a la superficie. Hacía mucho tiempo que TaeYeon no veía la luz del sol, así que cuando la luminosidad se hizo presente tuvo que cerrar sus ojos para que esta no la deslumbrara y luego ir abriéndolos poco a poco para poder ver con claridad.

            Cuando ya se había acostumbrado, la chica pudo ver cómo salían de los muros del palacio hacia una gran plaza llena de gente en la que había una tarima de madera. En ella se encontraba el sombrerero HeeChul con varias cartas custodiándolo. TaeYeon quiso ir hacia él, pero quienes la retenían no la dejaron.

            Subieron hasta la plataforma y la tumbaron sobre otra más pequeña, después, la ataron tal y como la tenían atada en su celda. Seguidamente, empujaron al  sombrerero contra ella y le arrancaron la ropa que vestía para que se quedara desnudo como ella.

            —TaeYeon —murmuró—. Siento mucho lo que pase a partir de ahora.
            —¿Qué va a pasar?
            —Lo siento.

            La chica no vio lo que había hecho, pero lo sintió en su vagina. Una cosa viscosa y larga se abría paso por ella, empujando más y más para llegar a la boca de su útero. TaeYeon intentó expulsarla, pero en ese momento, el sombrerero HeeChul comenzó a penetrarla salvajemente.

            TaeYeon solo podía escuchar los gritos de la gente, animando al sombrerero a que lo hiciera más fuerte, los gimoteos de este pidiéndole perdón y sentía el placer mezclado con el dolor que le estaba haciendo sentir con aquella cosa en su interior. Lo único que la chica podía ver, era cómo la reina Tiffany se masturbaba una y otra vez, frotando sus dedos contra su clítoris con una expresión de máximo placer.

            ¿Cuántas veces se corrió dentro de ella el sombrerero HeeChul? TaeYeon jamás lo supo. Lo único que tenía claro era que habían sido muchas, demasiadas quizás y que probablemente hubieran pasado desde el amanecer hasta el anochecer teniendo sexo delante de la población del País de las Pornopesadillas.

♥♥♥

            TaeYeon ya no sabía cuantos días llevaba en el País de las Pornopesadillas. Había ido perdiendo la cuenta progresivamente a través de las continuas vejaciones a las que la sometía la reina Tiffany. No sabía en el día en el que vivía, ni tampoco si era de día o de noche. Su cuerpo estaba adolorido y su cabeza era un caos, la chica jamás había pensado que el sexo ininterrumpido podría llegar a hacerle aquello.

            En la oscuridad de su celda, TaeYeon volvió a llorar, tal y como hacía desde que aquel calamar gigante había jugado con ella. Solo quería salir de aquel lugar, le daba igual el precio que tuviera que pagar. Pensando en aquello, escuchó pasos dirigiéndose hacia donde ella se encontraba y segundos más tarde la puerta abrirse. TaeYeon cerró los ojos y quiso llorar más fuerte. ¿Acaso la reina no la podía dejar descansar unos pocos minutos? Sin embargo, su sorpresa fue máxima cuando no fue una voz femenina, sino masculina la que escuchó.

            —TaeYeon —la chica abrió los ojos, descubriendo así al jefe de las cartas. ¿Qué hacía allí? ¿Acaso la reina lo había mandado para que fuera por ella y seguir con sus juegos?—. He venido a sacarte de aquí.
            —¿Qué? —preguntó sorprendida, porque aparte de decir aquellas palabras, estaba desatándola.
            —Lo que oyes —respondió—. No tenemos mucho tiempo, así que apúrate a llegar hasta la habitación de la reina Tiffany —el jefe de las cartas la ayudó a levantarse y le puso algo de ropa—. Si le haces a la reina algo de lo que ella te ha hecho a ti, podrás librarnos a todos de su malvado reinado.
            —Pero... —TaeYeon había asentido a sus palabras, pero todavía no le cuadraba que quien se suponía debía ser el más fiel a la reina, fuera quien la estuviera traicionando—. ¿Por qué?
            —Porque yo una vez la amé y odio en lo que se ha convertido —le respondió—. Vamos, corre. Su habitación está en la planta más alta de este castillo, intenta confundirte entre la nobleza y todo estará bien.
            —Gracias —dijo ella sinceramente—. ¿Cuál es tu nombre?
            —Nichkhun.
            —Muchas gracias, Nichkhun —pronunció antes de echar a correr.

            TaeYeon no podía creerse que fuera ya libre y que pudiera salir por fin del País de las Pornopesadillas. Regresaría por fin a casa y se acabaría toda aquella locura.

            Caminó por los pasillos del palacio intentando no atraer las miradas de la gente de la corte, caminando con decisión en dirección a la planta más alta de aquel enorme lugar. Le haría pagar a la reina por todo lo que le había hecho. Llegó hasta el sitio que Nichkhun le había indicado y entró a la habitación de Tiffany con sigilo. Esta estaba tumbada sobre la cama durmiendo plácidamente. TaeYeon aprovechó aquella situación para coger el primer objeto que encontró por el lugar y estampárselo en la cabeza a la reina, dejándola inconsciente.

            Después, aguardó hasta la llegada de la noche para tomar a la reina y avanzar por los pasillos de nuevo, cargando con ella. No recordaba exactamente el camino, pero TaeYeon sabía que tenía que adentrarse en lo más profundo del castillo, hasta llegar a aquella caverna en la que se encontraba el monstruo que la había penetrado una y otra vez. le haría probar a la reina Tiffany por toda la eternidad lo que ella había sufrido.

            Finalmente, encontró el camino y anduvo hasta llegar al filo del agua. Dejó a la reina sobre la arena y gritó para llamar al pulpo gigante. TaeYeon podía haberse quedado para ver como el gigantesco monstruo tomaba a la mujer como si fuera una muñeca, la despojaba de su ropa y comenzaba a penetrarla una y otra vez, pero decidió que con escuchar los gritos desgarradores de la reina desde la distancia, mientras se alejaba, dejándola allí, era mucho mejor.

            Por fin había acabado todo.

♥♥♥

            Cuando TaeYeon abrió los ojos se dio cuenta de que se encontraba en el bosque que había al lado de casa, tumbada justo bajo el árbol por el que había entrado a aquel extraño mundo, completamente desnuda. Ni siquiera se cuestionó si todo lo que había pasado había sido un sueño o real, lo único que quería hacer era olvidar toda aquella experiencia,

            La chica se levantó tambaleándose y caminó entre los árboles, en dirección hasta la casa So Nyuh Shi Dae, donde debían estar esperándola porque debía ser cerca del mediodía. Al salir de aquel lúgubre y húmedo lugar y TaeYeon pudo ver por fin la que había sido su casa desde hacía tanto tiempo, sintió un poco de nostalgia. Se iría de allí y se iría a vivir con el señor Byun.

            Entró a la casa a hurtadillas y subió a su habitación, tal y como había salido de ella. SoonKyu seguía dormida, espatarrada sobre la cama, así que intentó no hacer ruido cuando se quitó el camisón y se puso el vestido más nuevo y bonito que tenía en su armario. Unos minutos más tarde, unos leves golpes en la puerta llamaron su atención y la chica fue rápidamente hacia esta para abrirla. Al hacerlo, se encontró de frente a SeoHyun.

            —¿Estás preparada? —le preguntó y TaeYeon asintió—. Entonces vamos allá.
            —Un momento —la chica caminó hacia el interior de la habitación de nuevo y le dio un pequeño beso en la frente, después siguió a SeoHyun hasta la planta inferior de la casa.

            Su vida cambiaría radicalmente a partir de aquel momento y ella no sabía si estaba preparada o no, pero era la única forma para poder asegurarse un buen futuro. Y además, si había pasado por todo lo que había pasado y sobrevivido, aquello no tendría que ser algo que la asustara, aunque por el momento no estuviera preparara, seguramente lo afrontaría todo.




Notas finales:
—He tardado tantísimo en hacerlo porque era demasiado pervertido y extraño y me volvía loca cada vez que no sabía qué hacer.
—Nunca volveré a hacer caso a ningún anon de ask que me pida cosas así.
—Espero que os haya gustado esta cosa random, disfrutad de ella porque no creo que vuelva a hacer nada parecido a esto en mi vida.

—Pido disculpas al autor de ‘Alicia en el País de la Maravillas’ por hacer esta versión de su bonito cuento.