miércoles, 10 de diciembre de 2014

EXO 3ª Temporada

Capítulo 10
Situaciones


            Salía de la habitación de mi novio después de haber pasado la tarde con él. Tenía que regresar a mi piso y hacer varias cosas para la universidad, así que apreté el paso por los pasillos de la residencia para llegar cuanto antes al lugar. Sin embargo, cuando estaba girando en una esquina, buscando la tarjeta del bus, me choqué contra una persona.

            —Lo siento —dije, alzando la cabeza y descubriendo que era MinSeok contra quien me había chocado—. Oh, MinSeok. ¿Estás bien?
            —Sí, estoy bien, no pasa nada, LuHan —sonrió—. ¿Dónde ibas con tantas prisas?
            —De regreso a casa —contesté—. He pasado la tarde aquí, pero tengo cosas que hacer.
            —¿Te puedo acompañar entonces? —me preguntó y tuve que poner una cara muy extraña, porque aclaró sus palabras—. JongDae está en vuestro piso haciendo no sé qué cosa con YiXing y me ha dicho que me pasara por allí para luego cenar por el centro.
            —Oh, claro —dije—, puedes venir conmigo, no voy a hacerte ir por separado yendo al mismo sitio.

            MinSeok me volvió a sonreír y yo le devolví la sonrisa. Después, ambos echamos a andar en la dirección contraria a la que yo estaba yendo anteriormente porque con las prisas me había equivocado de camino. Cogimos el bus que nos dejaba más cerca del piso y nos sentamos el uno al lado del otro observando en silencio el paisaje nocturno de la ciudad, hasta que MinSeok rompió el silencio.

            —Por cierto, LuHan —murmuró—. Aún no he podido agradecerte como es debido que me salvaras la vida cuando estuvimos en China.
            —Yo hice lo que tenía que hacer —le contesté sin mirarlo.
            —Fue un bonito detalle que gastaras el agua milagrosa que habías ido a buscar para SeHun —comentó, y entonces lo miré sorprendido—. A mí no me engañaste con el motivo que tenías para viajar —sonrió—, pero si no quieres que se lo diga a nadie no lo diré. Sé que debes estar muy preocupado por lo que le pase a tu chico sin alguien con el poder de curar cerca de él.
            —Muchas gracias MinSeok —murmuré.
            —No hay de qué, para eso están los amigos —sonrió

-oooOOOooo-

            Esbocé una gran sonrisa cuando vi quiénes eran las personas que, en la cola para pedir algo de comer, jugaban entre ellos, dándose arrumacos, atrayendo todas las miradas de la gente que se encontraba a su alrededor. Eran muy poco disimulados, y eso estaba bien, porque si a ellos no les importaba, tampoco tenía que importarles a los demás.

            Me afané en tomar los pedidos rápido para que pudiéramos hablar unos minutos y luego me aseguraría de quedar con ellos y con KyungSoo, SeHun y JongIn para hablar sobre el asunto de los enemigos y de lo que yo quería hacer, a pesar de que eso a Kevin no le gustara ni un pelo.

            —Hombre, hyung —dijo ChanYeol—. No creíamos que te encontraríamos aquí a estas horas.
            —Tengo este turno desde hace un tiempo ya —murmuró—. ¿Qué vais a pedir?
            —Queremos un par de hamburguesas de aquellas nuevas que están de promoción, dos coca-colas y dos de patatas deluxe —respondió BaekHyun.
            —Perfecto —dije, marcando en la pantalla el pedido—. Qué día tenéis un rato grande libre, por cierto —les pregunté. Los chicos se miraron y tras unos segundos asintieron.
            —El sábado estamos libres —me respondió ChanYeol.
            —¿Por qué lo preguntas, JunMyeon? —cuestionó BaekHyun.
            —Creo que deberíamos tener una reunión los seis sobre lo que está pasando últimamente —contesté. Ambos adoptaron una expresión seria de pronto y asintieron a la vez.
            —Estaría bien hablar de todo, sí.

            Después de esta breve conversación, volví a mis quehaceres, tomando pedidos y sirviéndolos en las bandejas o en las bolsas lo más rápido posible para que aquello se despejara y pudiera tener un poco de respiro al menos. Durante todo el tiempo que estuvieron en el local ambos chicos los observaba de vez en cuando y los veía jugar entre ellos, sintiendo un poco de envidia.

            “Ojalá algún día yo pudiera hacer algo así con KyungSoo” era lo que pensaba, pero sabía que era completamente imposible por dos razones: la primera y principal, porque él solo me veía como a un hermano mayor, y la segunda, que si alguna vez dejaba de verme de ese modo, era un chico tan tímido que jamás haría algún movimiento cariñoso en público.

            Suspiré y dejé mis pensamientos depresivos para más tarde. Tenía que concentrarme en el trabajo y también concentrarme en lo que se hablaría aquel sábado.

-oooOOOooo-

            Estaba nervioso, muy nervioso. No había estado tan nervioso en mi vida y no sabía qué hacer con aquello. Miré mi reloj por enésima vez en el rato que llevaba esperando en aquel lugar y comencé a mover mi pie derecho de forma incesante. Había llegado demasiado pronto, pero no podía aguantar más tiempo en la habitación de la residencia sin hacer nada.

            Me senté en el escalón del portal del piso a esperar, cansado de estar de pie y me apoyé contra la puerta de hierro y cristal. Necesitaba que Tao saliera rápidamente o me comenzaría a volver loco. No sabía todavía cómo habíamos acabado de aquella manera, pero era algo que hacía latir a mi corazón de una forma muy rápida.

            Pensando en eso, sentí cómo de repente la puerta que sujetaba mi espalda ya no estaba y me fui hacia atrás. Esperé el golpe de mi cabeza contra el suelo, pero este nunca llegó. Un segundo antes caía al vacío y un segundo después unas manos agarraban firmemente mi cuerpo para que aquello no sucediera.

            Tao había parado el tiempo. Miré hacia arriba y lo vi con una expresión preocupada en su rostro, preguntándome con la mirada si estaba bien. Asentí con lentitud y afiancé mi pose para que él pudiera soltarme. Una vez lo hizo me levanté del suelo y me giré hacia él.

            —Perdón, no sabía que eras tú —comentó—. Es demasiado temprano, no te esperaba tan pronto aquí.
            —Bueno, estaba en la calle haciendo algunas cosas y como ya no tenía nada que hacer pensé que podía venir para acá —mentí deliberadamente, pero él pareció creerse mi mentira.
            —¿Llevas mucho tiempo aquí? —negué con la cabeza.
            —Acabo de llegar, me había sentado e iba a sacar el móvil para darte un toque y que bajaras —contesté.
            —Entonces, ¿vamos?
            —Vamos.

            Eché a andar, pero Tao me retuvo agarrándome de la mano. en el momento en el que nuestras manos se juntaron pude sentir el calor recorriéndome el cuerpo, además de una descarga eléctrica. Quise soltarlas, pero él no me dejó y solo sonrió.

            —No vayamos por la calle de la mano si no quieres, pero déjame estar así unos segundos —y si yo hubiera podido expresar lo que realmente sentía en mi interior por aquella acción, le hubiera contestado que unos segundos no eran suficientes y que necesitaba estar muy cerca de él, durante mucho tiempo.

-oooOOOooo-

            Los trabajos de la universidad prácticamente consumían todo mi tiempo, sin embargo, todavía tenía algunos que otros momentos libres en los que quedaba de vez en cuando con JunMyeon, tanto en su casa como en la mía. Me gustaba mucho pasar el tiempo con él, a pesar de que en los últimos tiempos me sentía demasiado confundido a su alrededor.

            No sabía si me estaba volviendo loco o no, pero a veces me parecía que mi hyung me mandaba señales con carteles luminosos de neón en los que parecía decir que yo le gustaba, pero eso no podía ser posible. Siempre me había tratado como a un hermano menor y probablemente era yo quien estaba malinterpretando las cosas, ahora que estaba sintiéndome inevitablemente atraído hacia él.

            Di varias vueltas en mi cama y luego me senté y me salí de entre las sábanas. No podía dormir por pensar en aquellas cosas y tenía muchos trabajos que hacer todavía, así que me senté en el escritorio y comencé a teclear en mi portátil, para intentar olvidar aquellos problemas que no me iban a llevar a ningún sitio.

            JunMyeon no estaba enamorado de mí y jamás lo estaría. Eso era algo que me debía de quedar claro de una vez por todas.

-oooOOOooo-

            No me gustaba en absoluto aquel tipo. No me gustaba para nada y eso era evidente en mi ceño fruncido y mi cara de estar chupando limones. ¿Por qué tenía aquella maldita manía de estar enganchado todo el día a YiXing cuando estaban juntos? ¿Acaso no podía mantener alejadas sus manos de mi chico? ¿O es que lo hacía para ponerme celoso? Porque si era esto último lo estaba consiguiendo… al igual que estaba consiguiendo que me entraran ganas de quemarlo vivo allí mismo en mi salón.

            Tao me apretó el brazo con fuerza y me hizo ponerme a su altura para susurrarme que si las miradas matasen, JongDae ya estaría bien muerto y enterrado y que dejara de hacerlo o YiXing se enfadaría conmigo.

            Eso ya lo sabía, sabía que si por mí fuera aquel inútil ya estaría muy muerto, pero que si le tocaba un pelo, YiXing se iría de mi lado para siempre. JongDae era su mejor amigo desde siempre y le tenía mucho aprecio. Lo entendía, claro que lo entendía… pero no podía soportar como otro tipo lo sobaba frente a mis narices.

            —Estoy tendiendo a pensar —comenzó ZiTao—, que si sigues enfureciéndote vas a acabar echando humo por las orejas… literalmente.
            —Hwang ZiTao —susurré, marcando en cada una de las sílabas de su nombre mi enfado—. Si sigues haciendo comentarios voy a tirarte por la ventana.
            —Lo siento, gege.

            No pude decirle nada más porque en aquel momento, JongDae se levantó y, tras darle a YiXing un abrazo demasiado largo para mi gusto, en el que puso las manos demasiado cerca del trasero de mi chico, caminó hacia la puerta del piso y se fue por fin de casa. Una vez la puerta estuvo cerrada, YiXing se giró hacia mí, visiblemente cabreado.

            —Yo… mejor me voy yendo —murmuró ZiTao antes de dejarme solo en el salón con él.
            —YiFan —siseó—. ¿Tanto te cuesta dejar de ver a JongDae como una amenaza? —se acercó a mí—. ¿O es que no confías en mí? ¿No confías en que te seré fiel?
            —YiXing… yo…
            —Eres un idiota rematado, Kris —se sentó sobre mis piernas y puso sus brazos alrededor de mi cuello, mirándome fijamente—. No me voy a separar de ti y lo sabes, así que deja estos ataques de celos.
            —Lo intentaré… —murmuré, cruzando la poca distancia que separaba sus labios, para besarlo suavemente.
            —Idiota —murmuró YiXing dentro del beso.



sábado, 6 de diciembre de 2014

Rock Me

Título: Rock Me
Pareja: TaengSic (TaeYeon x Jessica) (Girls’ Generation)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, romance, banda, drama
Número de palabras: 3.425 palabras
Resumen: durante un concurso de talentos del rock, Jessica se encuentra con sus antiguos compañeros de grupo, y más concretamente, con ella.
Notas: historia escrita para celebrar el cumple de Ajumma, que fue hace un tiempecillo y que no he podido subir hasta ahora. Happy Birthday to you~ *canta como Marilyn Monroe*
Comentario de autora: primero pensé en hacerte una cosa cuqui y preciosa, pero luego me di cuenta que algo un poco más oscuro sería mejor. Espero que te guste ^^




            Las luces brillaban en el escenario, iluminándolo con potencia para que las personas que se encontraban entre el público, a oscuras, pudieran ver con claridad lo que había sobre este. Las luces comenzaron a cambiar de color y la presentadora de aquel evento salió al escenario, motivando los aplausos de los asistentes. La chica tenía el pelo negro y corto, y llevaba un minivestido con lentejuelas que dejaba a la vista sus torneadas piernas. Con una sonrisa preciosa en su rostro, esperó pacientemente a que el público dejara de aplaudir para comenzar a hablar.

            —Bienvenidos a la novena edición del festival Rock Me, en el que bandas desconocidas de rock compiten para hacerse un hueco en el mundo de la música —dijo, haciendo que el público volviera a estallar en aplausos y vítores—. Bien, bien —la chica sonrió—. Este año tenemos cuatro bandas en la final, démosles la bienvenida a todos ellos.

            Jessica tomó aire y miró a sus compañeros de banda antes de salir al escenario junto a las demás bandas. Las luces de colores cegaron durante unos segundos a la chica y tuvo que cerrarlos para acostumbrarse a aquella luminosidad. Escuchando los aplausos y los gritos desde la oscuridad del público, se sintió bastante intimidada, pero le bastó mirar a su derecha y descubrir la mirada de la vocalista principal de la banda rival para que ese pequeño temor se esfumara rápidamente.

            Jessica lo haría perfecto y su banda ganaría aquella oportunidad para brillar, no se dejaría pisotear de nuevo.

★★★

            —Sica, Sica, Sica —una voz suave la llamaba una y otra vez. La chica la reconocería en cualquier lugar, así que se giró en mitad del pasillo, encontrando a su mejor amiga, TaeYeon, corriendo hacia ella.
            —¿Qué pasa, Taengo? —le preguntó cuando la chica llegó a su lado.
            —Venía a avisarte de que esta tarde podremos quedar y tocar en el garaje de HeeChul, sus padres no están —contó con una gran sonrisa en su rostro.
            —¿En serio? —Jessica casi saltó de alegría. Llevaban demasiado tiempo sin poder reunirse para ensayar, desde que el club de música del instituto había sido clausurado por falta de presupuesto.
            —Por supuesto —contestó—. En cuanto acaben las clases podemos quedar en la salida para ir juntas.
            —Claro, quedamos en eso —tras escuchar su respuesta afirmativa, TaeYeon sonrió y se despidió de ella, corriendo hacia su clase porque el descanso entre clase y clase estaba llegando a su fin.

            Horas más tarde, las dos chicas salían del instituto agarradas del brazo en dirección a la casa de HeeChul. Tenían que atravesar prácticamente media ciudad antes de llegar allí y debían tomar la línea de metro durante al menos media hora. Antes de llegar a la estación del metro, se encontraron con SoonKyu, o Sunny, como le gustaba que la llamaran. También era miembro de la banda y se dirigía por lo tanto a casa de HeeChul, como ellas. No habían podido quedar para ir juntas desde el instituto porque se había cambiado la primavera pasada a otro diferente. No obstante seguían siendo amigas.

            Las tres chicas estaban demasiado felices aquel día y suponían que sus demás compañeros también lo estarían. Iban a volver a tocar.

★★★

            —Y después de la presentación de todas las bandas que participarán en el evento, solo nos queda desearles suerte con sus presentaciones —dijo la chica—. Despejar el escenario y dejemos que la primera de ellas comience con su presentación —pidió—. Dadle un gran aplauso a Moonlight.

            Jessica salió del escenario y regresó entre bambalinas con los miembros de su banda para esperar su turno escuchando los aplausos que la multitud daba para la primera banda en tocar. Ellos eran los últimos, justo después de Wish, la banda a la que había pertenecido hasta hacía unos años. La chica le demostraría a todo el mundo que podía hacerlo muchísimo mejor que aquellos que la habían dejado tirada. No se iba a dejar pisotear de nuevo por ellos.

            Con una fuerte expresión en su rostro se giró hacia sus nuevos amigos para animarlos y quitarles los nervios que pudieran estar sintiendo, a pesar de que ella también estaba llena de nervios.

            —Nosotros podemos hacerlo —les dijo, obteniendo asentimientos por parte de todos. Jessica sonrió y puso su mano en el centro del pequeño círculo que habían formado—. ¡Animals! ¡Vamos a ganar! —exclamó cuando los primeros acordes de la guitarra eléctrica de la banda de cuatro chicos que se encontraba en el escenario comenzaban a sonar.

★★★

            TaeYeon se aclaraba la voz con un poco de miel y limón para poder cantar aquella tarde mientras Jessica la observaba fijamente. Había cogido un resfriado, de los que apenas duraban unos días, pero ella estaba bastante enferma desde aquella mañana que había tenido que irse a la enfermería en clase. Además de esto, tenía voz de camionero borracho, pero la chica no quería perderse aquel ensayo por nada del mundo. Por este motivo, Jessica monitorizaba todos sus movimientos, pendiente de que no le pasara nada.

            Durante el ensayo forzó bastante la voz, tanto que durante la vuelta a casa no podía hablar más que en susurros.

            —No fuerces la voz y calla —le dijo a TaeYeon, pero esta simplemente siguió sin hacerle caso, hablando como si le hubieran dado cuerda.

            Al día siguiente, la enferma apareció en el instituto sin voz ninguna y durante la siguiente semana, Jessica tuvo que hacerle de intérprete. Aquella vez fue la primera vez que estuvieron tan cerca, tanto tiempo juntas y que comenzaron a entenderse a las mil maravillas, pero ninguna sabía que todo aquello desembocaría en algo mucho más fuerte que un lazo de amistad entre ellas.

★★★

            La primera banda acababa de bajar del escenario y la presentadora volvía a subirse a él para seguir haciendo su trabajo, cuando Jessica se encontró de frente con TaeYeon. Ambas se miraron fijamente unos segundos y después desviaron sus miradas hacia el escenario, al que subía la segunda banda, formada por cuatro chicos y una chica.

            —¿Estás nerviosa, Sica? —escuchó que le preguntaba la que en otro tiempo había sido más que su amiga. Jessica estuvo a punto de no contestar, pero finalmente negó con la cabeza levemente—. Yo si estoy nerviosa —confesó la otra y la miró. Parecía realmente nerviosa.
            —Rock Me es un gran evento —murmuró.
           —Por eso estoy atacada —TaeYeon sonrió y volvió su vista hacia Jessica, tendiéndole la mano—. Mucha suerte, Sica —casi sin saber lo que hacía, Jessica se dejó llevar por el momento y estrechó la mano de TaeYeon, sintiendo cómo un escalofrío le recorría todo el cuerpo.
            —Suerte para ti también.

            Fueron unos segundos los que tuvieron sus manos entrelazadas y sus ojos fijos en la otra, pero irremediablemente, Jessica no pudo evitar pensar en los viejos tiempos.

★★★

            TaeYeon, siempre tan alegre y vivaz, tan despreocupada y relajada. Era una chica única, a la que le daba igual lo que pensaran de ella y simplemente se dedicaba a hacer lo que le daba la gana. Por eso había sido ella quien le había dado su primer beso a Jessica y la primera en decir que creía que sentía algo por ella. También fue quien la hizo darse cuenta de sus sentimientos.

            Entre los ensayos de la banda y el instituto apenas tenían tiempo para ellas solas, pero aprovechaban cualquier momento para estar juntas, para agarrarse de las manos en público, como lo harían dos amigas y para besarse a escondidas y en las sombras.

            Su relación era perfecta, aunque tenían alguna que otra pelea de poca importancia que arreglaban rápidamente.

            TaeYeon también fue la que en el verano de su último año de instituto, antes de entrar a bachiller, le dijo que la amaba y acarició su cuerpo como nunca nadie lo había hecho. Siempre había sido TaeYeon la que había ido tras ella para que le mostrara lo que sentía, pero aunque Jessica no fuera muy dada a mostrar sus emociones, estaba probablemente más enamorada de ella de lo que debería ser posible.

★★★

            —Unnie, Unnie —la llamaba su hermana menor, Krystal, quien formaba parte de su banda—. Es el turno de Wish ahora —anunció, haciendo que el corazón de Jessica diera un vuelco—. ¿Quieres verlos?

            La chica no sabía qué hacer. Por una parte no quería verlos porque ellos habían sido los que habían tenido la culpa de que durante un año se encontrara deprimida; pero por la otra, quería verlos, porque TaeYeon tenían una voz que enamoraba y que la hacía sentir genial cuando la escuchaba. También había otro motivo por el cual verlos. Tenía que ver lo que habían mejorado desde que ella no estaba allí y tenía que ver cómo de bien tocaba el teclado el chico por el que la habían reemplazado.

            —Vamos… —le dijo a su hermana menor—. Hay que conocer a la competencia.

            Krystal sonrió y la agarró de la mano para que la siguiera a través del backstage para llegar prácticamente al filo del escenario. En este, ya se encontraban Wish, esperando a que los aplausos cesaran para comenzar a tocar. En cuanto las primeras notas sonaron, Jessica se dejó llevar por el ritmo de la canción y por la suave y delicada voz de TaeYeon.

★★★

            Jessica había recibido un mensaje en su móvil avisándola de que aquella tarde de verano iban a tener ensayo en la casa de HeeChul. Hacía un par de semanas que no tocaban y la chica tenía muchísimas ganas de volver a cantar con sus amigos, a pesar de que para ello tuviera que recorrerse media ciudad y tardar más de media hora en llegar a aquel lugar.

            La chica estaba bastante ilusionada por ello, pero todo se truncó en cuanto entró al garaje del batería. En aquel lugar se encontraban los miembros de su grupo junto a un chico que no conocía. Este estaba tocando el teclado y cantando con una voz que pondría celosos a los ángeles una de las canciones que había compuesto TaeYeon para el grupo y todos lo miraban embelesados.

            Jessica supo en aquel momento, antes siquiera de que le dijeran nada, antes siquiera de que su chica la mirara con ojos tristes y le dijera que lo sentía mucho, que ya no había hueco para ella dentro de aquel grupo. No obstante, tuvo que esperar a la confirmación y aceptó las palabras frente a ellos, conteniendo sus lágrimas y tragándose todas las palabras hirientes que en ese momento solo pasaban por su cabeza porque ellos habían sido sus únicos amigos y todavía les tenía un poco de respeto.

            Salió del garaje con las lágrimas asomando a sus ojos e ignorando los gritos de TaeYeon diciendo su nombre, al igual que ignoró durante los siguientes años todas sus llamadas.

★★★

            Tal y como llevaba haciendo todo el evento, Jessica se había abstraído de la realidad y si no hubiera sido por su hermana menor y por Onew, que la arrastraron al escenario, ella no se habría dado cuenta de que ya era hora de que comenzaran a presentar su canción, la última canción que se escucharía en Rock Me. Después, las cuatro jueces que se encontraban frente al escenario, tomando notas meticulosamente de todo, anunciarían el resultado de sus deliberaciones y con ello, el ganador de aquella edición.

            La chica miró al frente y se colocó junto al micro de pie. Gracias a que TaeYeon era la que había actuado antes no tenía que ajustarlo demasiado a su altura y perder más tiempo, consiguiendo así ponerse más nerviosa de lo que ya estaba. Jessica se giró hacia sus compañeros, viendo que todos se encontraban en sus puestos, así que dio la señal para comenzar y los primeros acordes comenzaron a sonar.

Harue han beonman geudaen tteoollyeojwoyo miss you
harue han beonman naneun ijeobolgeyo
geugeotdo andwaeyo geugeotdo andwaeyo
geugeotdo andoemyeon geureom nan eotteokhanayo
geudae hanmadie naneun useoyo
geoulcheoreom maeil sarayo
naui haruneun geudaeui geosijyo

Can’t stop me now. Can’t stop me now
geudaereul darmeun bom hyanggiga ajik chaneyo
Can’t stop me now. Can’t stop me now
naneun meomchul su eomneyo I can’t stop loving you

heutnallineun barame geudae tteoolla
nun busin haessare geudae tteoolla
naneun meomchul su eomneyo I can’t stop loving you

hangeoreum dwiramyeon heorakhal su innayo miss you
hangeoreum dwieseo naneun gidarilgeyo
geugeotdo andwaeyo geugeotdo andwaeyo
geugeotdo andoemyeon geureom nan eotteokhanayo

geudae hanmadie naneun useoyo
geoulcheoreom maeil sarayo
naui haruneun geudaeui geosijyo

Can’t stop me now. Can’t stop me now
geudaereul darmeun bom hyanggiga ajik chaneyo
Can’t stop me now. Can’t stop me now
naneun meomchul su eomneyo I can’t stop loving you

michin deut michil deut haneobsi bureuda bomyeon
hanbeoneun dorabolkkayo

Can’t stop me now. Can’t stop me now
geudaeman baraboneun nae mam ajik siryeoyo
Can’t stop me now. Can’t stop me now
naneun meomchul su eomneyo I can’t stop loving you

heutnallineun barame geudae tteoolla
nun busin haessare geudae tteoolla
naneun meomchul su eomneyo I can’t stop loving you

            En cuanto la canción terminó y los aplausos comenzaron a sonar para ellos, la presentadora del evento salió al escenario. Animals estaba terminando de agradecer al público, así que esperó pacientemente a que acabaran y luego les indicó que bajaran. Después de esto comenzó a hablar.

            —Muy bien, ya hemos escuchado a todas las bandas que han pasado a esta final de la novena edición de Rock Me —dijo la chica—. Este año parece haber mucho nivel, ¿no creéis? —puso el micro en dirección al público y este gritó un “sí” unánime—. Nuestro jurado lo tiene muy difícil, así que le dejaremos media hora para que deliberen, mientras os dejaremos algunos vídeos sobre las ediciones anteriores en la pantalla.

            Jessica se encontraba completamente eufórica después de cantar la canción y lo único que pudo hacer fue recibir el gran abrazo que su grupo se encargó de darle.

★★★

            Había pasado ya mucho tiempo desde que Jessica cantaba algo. Después de que ya no formara parte de su grupo había dejado de hacerlo y la simple mención de la música la enervaba y la ponía triste a partes iguales. Sin embargo, la música formaba parte de ella y la necesitaba para seguir viviendo, por este motivo, fue tan fácil de convencer por su hermana Krystal para formar una nueva banda.

            —Tengo un par de amigos que saben tocar instrumentos —le dijo—, y Onew, el vecino de arriba, toca el piano y canta genial, también podría unirse.
            —No lo sé, Krystal, no lo sé —le contestó.

            Pero su hermana no cejó en su empeño y cada día le hacía la misma propuesta hasta que un día como cualquier otro, Jessica pensó que al menos había que intentarlo. No podía vivir toda su vida anclada en el pasado, tenía que seguir adelante y hacer lo que más le gustaba en el mundo: la música.

★★★

            La escasa media hora que pasó mientras el jurado deliberaba fue la más larga de la vida de Jessica. Quería saber ya si era su grupo el que había ganado aquella oportunidad de oro o si por el contrario había sido uno de los otros participantes. Lo único que Jessica no quería era que sus antiguos amigos y compañeros ganara, por rencor más que nada, porque aunque jamás lo diría en voz alta, habían actuado muy bien y el chico que había ocupado su puesto también había tenido una actuación aceptable.

            Mordiéndose el labio inferior, moviéndose de un lado a otro con nerviosismo y cruzando todos los dedos que podía cruzar, la chica intentó aguantar el tiempo de deliberación.

            Cuando la presentadora del evento apareció entre bambalinas y les dijo a todos que estuvieran preparados y que salieran por orden de actuación en cuanto ella les avisara, Jessica intentó respirar hondo para tranquilizarse, porque los líderes tenían que salir los primeros, y si no lo hacía, probablemente se caería por las escaleras porque las piernas le temblaban.

            —Bien, querido público —comenzó la chica, ya en el escenario—. Ya ha acabado la espera —alzó su mano con un sobre pequeño y blanco—. En este sobre tengo al grupo ganador de esta novena edición de Rock Me, así que los participantes pueden subir al escenario para que pueda anunciar el resultado —Jessica inspiró aire de nuevo y cuando fue su turno subió a la plataforma encabezando a su grupo—. Perfecto —la presentadora comenzó a abrir el sobre y luego sacó un papelito de su interior—. Y el ganador es… ¡Diamonds!

            La banda nombrada gritó de alegría y todos sus componentes se fundieron en un gran abrazo mientras los demás suspiraban. Al final no había ganado ni Animals ni Wish. Jessica esbozó una sonrisa y comenzó a aplaudir a los galardonados. Aquella no había sido su vez, pero todavía se tenían que celebrar muchas ediciones más, así que no tenía que preocuparse por ello.

            La chica miró a su alrededor y se encontró a TaeYeon con la mirada puesta sobre ella. Tragó saliva por la intensidad de la mirada y luego supo, sin necesidad de que la otra le dijera nada, que tenía que seguirla cuando bajara del escenario porque quería hablar. A pesar del tiempo que había pasado, todavía se entendían.

            Jessica comenzó a reflexionar si debía ir o no y finalmente el sí ganó.

            Cuando les indicaron que tenían que bajar del escenario para que Diamonds se presentara de nuevo, Jessica caminó tras TaeYeon a través del backstage hasta que estuvieron bastante alejadas del ajetreo de este y del intenso volumen de la música procedente del escenario.

            —¿Y bien? —comenzó Jessica.
            —Quería hablar contigo sobre lo que pasó cuando BaekHyun ingresó a la banda —le contestó. Aquella respuesta se clavó afiladamente en su pecho—. Fue una decisión unánime, pero yo nunca estuve de acuerdo con ella —dijo—, aun así, pensé que aunque salieras del grupo no saldrías de mi vida.
            —Aquello fue un trago muy amargo —le respondió—. Así que no quería tener contacto con ninguno, menos contigo —el rostro de TaeYeon mostró que aquellas palabras le habían dolido—. Pero todo aquello es agua pasada, yo ahora estoy en un grupo nuevo y los quiero mucho a todos, ya no pienso en el pasado.
            —¿Ni siquiera en mí? —Jessica se mordió el labio inferior, prefiriendo no contestar a esa pregunta—. La canción la compusiste tú, ¿verdad?
            —Sí.
            —Entonces —la chica se acercó un poco a ella—. ¿Podríamos volver a la relación que teníamos antes? —su mirada brillaba, pero Jessica no quería caer en ella.
            —Me gustaría empezar siendo amigas —fue lo que le contestó y, aunque en el rostro de TaeYeon había un poco de decepción, también estaba feliz.
            —Me parece perfecto, Sica —respondió esbozando una sonrisa.






Notas finales:
—La primera banda, Moonlight, está formada por Chen (vocal), D.O. (sub-vocal y guitarra), Lay (bajo) y ChanYeol (batería).
—La segunda banda, Diamonds, está compuesta por SeoHyun (vocal), YongHwa (vocal), JongHyun (sub-vocal y guitarra), JungShin (bajo) y MinHyuk (batería).
—La tercera banda, Wish, es la de TaeYeon, compuesta por TaeYeon (vocal), BaekHyun (sub-vocal y teclado), Sunny (guitarra), YunHo (bajo) y HeeChul (batería).
—La cuarta y última banda, Animals, es la de Jessica, formada por Jessica (vocal), Onew (sub-vocal y teclado), Krystal (guitarra), Henry (bajo) y SiWon (batería).
—La presentadora del evento es Tiffany, por si no había quedado claro, y los miembros del jurado son YuRi, HyoYeon, SooYoung y Yoona.
—El fic está ambientado en dos tiempos. El primero, “el actual”, está basado en el año 2010, cuando SNSD tuvo el comeback de ‘Run Devil Run’. Sin embargo, los recuerdos de Jessica datan del año 2007, cuando SNSD hizo su debut con ‘Into The New World’.
—La canción que toca la banda de Jessica es ‘Can’t Stop’ de CNBLUE. Os dejo la traducción aquí.
—Y por último, no odio a BaekHyun, de hecho lo adoro, así que no me lo tengáis en cuenta.

martes, 2 de diciembre de 2014

EXO 3ª Temporada

Capítulo 9
Aclaraciones



            Salí de casa junto a LuHan porque quería ir al centro a comprar algo. No tenía el mayor interés en ir, pero me había prometido que me compraría algo de estampado de leopardo, así que finalmente había accedido a acompañarlo. Sin embargo, jamás me hubiera imaginado que al llegar a una cafetería para esperar a SeHun, que también venía, se encontrara JongIn también.

            Miré a LuHan con reproche y el otro le dirigió aquella misma mirada a SeHun. No quería verlo después del último encuentro que habíamos tenido, en el que él había salido corriendo y en el que mi corazón había sufrido un fuerte martillado. Quería aclararme, quería calmarme, pero todo había sido tirado por la borda.

            —LuHan… —murmuré.
            —A mí no me digas nada, ha sido todo idea de SeHun —el aludido sonrió levemente, algo intimidado porque ahora yo también lo miraba mal.
            —Tenéis que hablar y aclararos las cosas —dijo simplemente—. No podéis estar toda vuestra vida de esta forma.
            —Pero… —comenzó a protestar JongIn, pero su amigo lo calló.
            —Nada de peros, vais a hablar y nosotros nos ocuparemos de que no salgáis de aquí hasta que no esté todo solucionado.

            Y dicho esto, ambos se sentaron en la mesa de al lado, donde tenían acceso a toda la conversación que mantuviéramos. Miré de reojo a JongIn y vi que no estaba dispuesto a decir palabra, por lo que yo también me decidí a no decir nada. Siempre había sido el que había dado el primer paso, ahora lo tenía que dar él.

            Me senté a la mesa en la que el chico estaba y luego me dediqué a mirar por la ventana a los transeúntes, esperando escuchar la voz del chico cuanto antes porque si no sería una pérdida de tiempo.

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            Después del día del cine, comencé a notar a KyungSoo un poco extraño cuando estaba a mi alrededor y no podía evitar preguntarme el por qué había sido aquello. No había hecho ningún movimiento raro a pesar de que en la oscuridad de la sala y movido por la poca afluencia de público podía haber hecho algo. Sin embargo, él era mi dongsaeng, tenía que cuidarlo sobre todo, asegurarme de que estaba bien y él simplemente me veía a mí como su hyung.

            Entré en la casa de los Do como si fuera la mía propia y me dirigí a la habitación del KyungSoo también como si fuera la mía. Llamé a la puerta y obtuve el permiso para entrar. Al hacerlo, me encontré al chico sobre la cama, con los ojos medio cerrados, intentando despertarse.

            —¿Dormías? —pregunté sentándome en la cama. Él asintió lentamente—. ¿Te he despertado viniendo aquí? Lo siento, no era mi intención —toqué su pelo, revolviéndolo con cariño y obteniendo un sonidito de protesta por su parte—. Anda, vuelve a dormirte.

            Comencé a tocar su rostro y su pelo suavemente, arrullándolo para que se quedara dormido lo más pronto posible. Sus ojos se cerraron y su respiración se fue haciendo pausada lentamente hasta que se quedó dormido. Sonreí ante el rostro de paz que mostraba y no pude contener las ganas de besar su frente y de acurrucarme contra él para echar también una siesta.

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            Tenía un nudo enorme en la garganta y no podía hablar. SeHun y LuHan nos habían tendido una emboscada y ahora no podríamos salir de allí si no hablábamos. Pero Tao parecía que no iba a tomar la palabra por mucho que yo prolongara mi silencio.

            No sabía qué hacer y menos qué decirle. Podría hablar desde el corazón y contarle que probablemente me sentía atraído por él, pero todavía no estaba preparado para poner aquello en palabras. Tao me perturbaba los sentidos con su presencia y no sabía cómo comportarme ante él.

            —Eh… —comencé—. Creo que habría que hablar o perderemos la tarde aquí.
            —Me parece perfecto —coincidió, pero no dijo nada más, dejando la pelota de nuevo en mi campo.
            —Sí… bueno —cogí una servilleta de la mesa y comencé a retorcerla en mis manos con nerviosismo—. Supongo que LuHan y SeHun nos han traído aquí para que hablemos sobre… sobre… —tragué saliva, intentando que la palabra saliera de mis labios—, los besos… —cerré mis ojos fuertemente unos momentos, sintiendo cómo el calor subía a mis mejillas, sin entender cómo con Tao era de aquella manera cuando yo siempre había sido alguien lanzado en cuanto a las relaciones.
            —¿De qué quieres que hablemos?
            —Sobre… el por qué —intenté mirarlo a los ojos. Él tenía sus ojos oscuros fijos en los míos y tuve que tragar saliva de nuevo.
            —¿Por qué te besé la primera vez? —asentí lentamente—. Me atraes —suponía que aquella sería su respuesta, pero no estaba del todo preparado para ella.

            Agradecía enormemente que no hubiera dicho que me amaba o algo parecido porque entonces sí que no habría sabido reaccionar a ello. No obstante, aún no sabía qué podía contestarle a eso. ¿También me atraes? Tenía ganas de tirarme de los pelos, pero me las aguanté e inspiré hondo antes de hablar.

            —Yo… creo… creo que también siento… algo de atracción por ti —murmuré en voz baja, confesando lo que no me había atrevido.

            Una pequeña sonrisa se instaló en los labios de Tao, que buscó mis manos por debajo de la mesa y las tomó entre las suyas, como si quisiera darme algo de apoyo.

            —¿Qué te parecería que… intentáramos algo?
            —Yo… es la primera vez que me siento atraído por un chico —contesté rápidamente.
            —Entonces comencemos como amigos, ¿te parece? —propuso y eso fue algo a lo que no me pude negar porque la brillante y preciosa sonrisa que me estaba dedicando no me lo permitió.

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            Hacía mucho tiempo que no nos veíamos, que no hablábamos entre los tres, así que pillamos con ganas aquella salida. JongDae había sido el que la había propuesto, alegando que Kevin al parecer había entrado en razón con aquella norma de no poder vernos entre nosotros.

            Tenía muchas ganas por saber qué era del chico que una vez fue mi compañero de habitación, ya que nos había dicho que tenía noticias importantes que darnos. Esperaba sinceramente que estas fueran buenas para así no acabar con la racha que llevábamos desde que al fin, nuestros padres habían aceptado nuestra sexualidad.

            Nos encontramos en una cafetería pequeña, a la que no acudía mucha gente, pero que servía unas bebidas que podían ser perfectamente bebidas por los dioses. ChanYeol y yo fuimos los que llegamos primero y cogimos mesa en un sitio un poco apartado del gentío, donde si surgía el tema sobre los poderes, nadie nos podría escuchar.

            Algunos minutos después, cuando estaba viendo que ChanYeol iba a saltarme encima porque estábamos fuera de casa sin nadie conocido que pudiera vernos y comerme, llegó JongDae, muy bien acompañado con su ahora compañero de habitación, MinSeok. Se sentaron frente a nosotros con sonrisas en sus rostros y entonces pedimos nuestras bebidas.

            —¿Y bien? —pregunté—. ¿Qué son esas cosas que tienes que contar?
            —Bueno… hay muchísimas —comenzó el chico—, pero la más importante es que MinSeok y yo estamos saliendo.
            —Oh —fue lo único que dijo ChanYeol.
            —Pero alégrate hombre —le dije, dándole un golpe en el brazo a mi chico, girándome luego hacia los otros dos—. Esa es una noticia genial —sonreí—. Pero dime algo, MinSeok… ¿cómo aguantas su humor?

            La mesa estalló en risas por mi pregunta y por mi contestación y a partir de ahí el ambiente fue agradable y distendido. Nos contamos muchas cosas, todo lo que nos había pasado y lo mucho que nos habíamos perdido. MinSeok era un chico agradable y sabía cómo manejar perfectamente a JongDae, así que me alegraba mucho por mi amigo, porque también había podido ser feliz a pesar de que entre nosotros reinara la incertidumbre sobre nuestro futuro debido a nuestros dichosos poderes.

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            —No ha sido tan malo, ¿verdad? —le pregunté a JongIn una vez llegamos a nuestra habitación en la residencia—. Habéis quedado como amigos después de todo.
            —SeHun… —murmuró, girándose hacia mí—. Por favor, no me volváis a hacer esto.
            —Pero lo habéis aclarado —me defendí—. Mientras estabais indecisos lo único que hacíais era haceros daño mutuamente y eso tampoco podía seguir así.
            —Pero…
            —JongIn —lo llamé seriamente—. No ganas nada negándote a tus sentimientos y no sabemos cómo puede acabar esto, así que por favor, disfruta de Tao todo lo que puedas.
            —¿Por qué dices eso?
            —Hasta ahora hemos tenido unos enemigos a los que hemos vencido más o menos fácilmente, pero ¿quién asegura que siga siendo así? —pregunté—. Si lo que ÉL quiere es destruirnos… debe tener algún plan y nosotros debemos estar preparados para todo porque si nos descuidamos alguien puede morir y luego vendrán los arrepentimientos por no haber hecho lo suficiente con esa persona.
            —SeHun…
            —Sé que estar separados un breve periodo de tiempo como estuvimos LuHan y yo no se compara, pero es algo parecido y no quiero que si algo malo pasase no hubieras disfrutado de tu vida —vi el rostro serio de mi amigo y suspiré—. No quiero decir que tenga que ocurrir algo así, pero es una posibilidad… los enemigos cada vez son más fuertes.

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            —¿Por qué estás tan serio hoy? —le pregunté a YiFan cuando llegué a casa y lo vi con esa cara que llevaba tanto tiempo sin mostrarme.
            —Por Tao —contestó.
            —¿Ha pasado algo? —me acerqué a él, un poco preocupado por el menor de los que estábamos en aquel piso.
            —Ha salido y no se ha llevado el móvil, así que no puedo localizarlo —respondió, lanzando su propio teléfono móvil contra el sofá en el que estaba, haciendo que no cayera al suelo por poco.
            —Oh, vamos, ya es mayorcito, puede salir cada vez que quiera e ir donde le dé la gana —YiFan hizo un mohín—. Además, no eres su padre para estar así todo el día.
            —No soy su padre, pero soy su líder.
            —También eres el líder de LuHan, MinSeok y JongDae y a ellos no los controlas de esta manera —rebatí.
            —Lo sé… pero Tao es especial.
            —¿Por qué?
            —Por lo que dijo RyeoWook…

            Sus palabras me dejaron estático unos momentos. Hacía tiempo que había sucedido aquello y ya no lo recordaba. Entendía la preocupación de YiFan por no poder contactar con el chico, pero tampoco podía hacer saltar las alarmas por cada vez que saliera sin teléfono móvil.

            —YiFan… —comencé—. Ya sé que eso te preocupa, pero tampoco puedes estar así.
            —¿Y si finalmente pasa lo que él dijo y cuando nos damos cuenta ya es demasiado tarde? —preguntó. Su voz sonaba angustiada, por lo que comencé a acariciar su brazo, esperando que aquello lo relajara un poco.
            —RyeoWook dijo que el futuro no es inamovible, que hay varias opciones y que son las circunstancias y nuestras decisiones las que hacen que finalmente sea uno u otro —lo traté de calmar.
            —Pero…
            —Tao es un chico listo —lo corté—, puedes tener seguro que eso no pasará.
            —Espero que tengas razón —murmuró, echándose sobre mí—. O no tendremos esperanza.