Día 8: Un ship de SuHo
Cita a Ciegas
A Kim JunMyeon no le gustaban las sorpresas, era un
persona a la que le gustaba tenerlo atado todo, una persona a la que las cosas
le tenían que salir como él había planeado porque si no se ponía un poquito
histérico, y Kim JunMyeon histérico no era algo agradable de ver.
Por eso, cuando al chico, su amigo Lu Han le comentó que
quería cenar con él, diciéndoselo con más de una semana de antelación le
pareció una idea perfecta porque tenía tiempo de planear su agenda para que
nada entorpeciera aquella cena y también le pareció una cosa completamente
normal porque muchas veces eran las que había cenado con su amigo chino a lo
largo de los años. Por ese motivo, no sospechó absolutamente nada, por eso, no
se dio cuenta de las intenciones del otro hasta que no fue demasiado tarde.
JunMyeon llegó al restaurante y se sentó en la misma mesa
de siempre, esperando a que su amigo llegara. Lu Han no solía llegar tarde, era
más bien de llegar justo a su hora, pero él había llegado unos minutos antes,
por lo que debía esperar un poco.
Sin embargo, cuando dieron las nueve en punto de la
noche, quien apareció, caminando entre las mesas, dirigiéndose hacia él, no fue
Lu Han, sino una chica bajista, de pelo largo y castaño claro, piel blanca y de
aspecto suave, ojos grandes y vivaces y labios pequeños y rosas. La chica era
una preciosidad y JunMyeon supo en el momento en el que ella se detuvo frente a
él, que su amigo lo había traicionado y que por fin le había preparado aquella
cita a ciegas con la que llevaba tanto tiempo molestándolo.
—Hola —dijo ella, con una amplia sonrisa en su rostro—.
Mi nombre es JooHyeon.
A JunMyeon comenzaron a sudarle las manos, su corazón
empezó a latir con celeridad y sintió cómo de pronto la temperatura del local
subía varios grados. Llevarlo a una cita a ciegas sin que tuviera constancia de
ella había sido una muy mala idea por parte de Lu Han y se lo iba a hacer
pagar... pero por el momento, debía aparentar normalidad y tranquilidad, no
debía dejarse dominar por el pánico y ponerse histérico, no quería hacerle
pasar un mal rato a aquella hermosa chica.
—Mi nombre es JunMyeon —se presentó—. Siéntate y
comencemos la velada.
La chica asintió y luego se sentó en la mesa con él, con
una tímida sonrisa. Ella parecía también un poco incómoda, así que no era él
solo quien lo estaba pasando mal en aquella cita a ciegas y eso le daba un poco
de ánimo (y también le daban más ganas de matar a Lu Han, para qué negarlo).
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