Título:
누나,
감사합니다 (Noona, Gamsahabnida)
Autora:
Riz Aino
Pareja:
DoWen (Wendy + DoYoung) (NCT Velvet – NCT + RED VELVET)
Clasificación:
PG
Géneros:
fluff, romace leve
Número de palabras:
1.571 palabras
Resumen:
Wendy es una mujer de palabra y siempre cumple lo que promete, por eso mismo,
invita a comer con ella a DoYoung.
Aclaraciones:
el nombre real de DoYoung es DongYoung, por lo que así es como lo llamará
Wendy.
Notas:
este fic viene a raíz de la aparición en el programa My SMTelevision de Wendy
(junto a Irene), del que DoYoung es MC junto a LeeTeuk, programa en el que
Wendy prometió que invitaría al chico a comer un día. Link aquí.
Comentario de autora:
la verdad es que estaba tardando en escribir un fic de NCT Velvet… estaba
tardando mucho porque los adoro a todos demasiado y los shippeo a todos con
cualquier persona que se les acerque. Espero que os guste.
Con el comeback
de Red Velvet en curso, Wendy estaba teniendo unos días bastante ajetreados en
los que no paraba de ir de un lado a otro junto a las otras cuatro miembros de
su grupo —o en solitario, incluso, alguna que otra ocasión—. Por este motivo,
la chica apenas había pasado por la empresa, solo lo había hecho un par de
veces en todo el mes, por lo que no había podido ver a absolutamente nadie que
no fuera miembro del staff que acompañaba a Red Velvet y, por lo que no había
podido cumplir la promesa que había hecho hacía ya tanto tiempo.
Varios días después de haber regresado con el
nuevo mini-álbum, Russian Roulette,
ella y su líder, habían tenido que ir a grabar un programa llamado My SMTelevision que estaba solamente
dedicado a los grupos de la empresa y que se emitía en directo para los fans
chinos de SM Entertainment. Aquel programa era presentado por LeeTeuk, el líder
de Super Junior, quien tenía ya muchos años a sus espaldas como MC en todo tipo
de programas, y por DongYoung, miembro del nuevo grupo de la empresa, NCT, que
parecía ser una promesa en aquello de ser MC. Allí, Irene y ella habían pasado
algunas horas bastante entretenidas junto a ellos, en las que ambas habían
hecho una serie de promesas para el chico que allí se encontraba.
Irene había prometido comprarle unas
sandalias con unas pequeñas protuberancias que ayudaban con la circulación y
ella había prometido que lo invitaría a comer algún día. Su líder le había
pedido la dirección de la vivienda en la que vivía con los miembros de NCT para
enviarle las sandalias lo más pronto posible y éstas ya le habían llegado, pero
Wendy todavía no había podido sacar tiempo para invitarlo a comer.
DongYoung no tenía una agenda tan apretada
como la suya, pero también tenía que asistir a eventos de vez en cuando y,
sobre todo, tenía que ir a presentar cosas en la mayoría de las ocasiones. Por
eso, entre unas cosas y otras, todavía no habían podido coincidir… sin embargo,
aquello se iba a acabar aquel día en el que Wendy por fin tuvo unas horas
libres y tuvo que pasarse por la empresa.
La chica solo había tenido que ir al
edificio por un par de cosas que necesitaba recoger de su taquilla, así que, no
se esperó encontrarse con DongYoung en los pasillos de la empresa, cuando el
chico salía de una de las salas de ensayo, con una enorme sonrisa a pesar de
estar sudando de la cabeza a los pies.
—Oh. Hola, noona —fue lo que dijo él al verla, inclinándose levemente—. ¿Cómo
estás? ¿Va bien vuestro comeback?
DongYoung tampoco se había esperado
encontrarse con ella, porque en su rostro se podía ver perfectamente la
sorpresa que le había provocado aquel encuentro. Sin embargo, aquella podía ser
una buena oportunidad para poder salir a comer algo por allí cerca y así
cumplir la promesa que le había hecho al menor varias semanas atrás, porque una
vez que ella hacía una promesa, la cumplía, le costara lo que le costase.
—¡Hola! —lo saludó ella—. Nuestro comeback va bien, hemos ganado en
algunos programas, pero desde que llegaron los grupos de chicos fuertes no
tenemos oportunidad de seguir ganando —reconoció con una leve sonrisa—. ¿Tú
cómo estás? ¿Estáis preparando el debut de una sub-unidad nueva?
—Bien, estoy bien —contestó mientras
se secaba el sudor con la toalla que llevaba colgada al cuello—. Y bueno… de
eso no puedo hablar, me lo prohíbe mi contrato —dijo con una gran sonrisa.
—Cuánto secretismo —comentó Wendy y
ambos rieron levemente.
Tras aquello, un silencio un poco incómodo se
instauró entre ellos. La verdad era que habían coincidió muy poquito porque el
chico había pasado menos tiempo que ella en la empresa y no habían tenido
muchas oportunidades de hablar. SeulGi, al contrario que ella, podía hablar
tranquilamente con la mayoría de los chicos que había en la empresa porque
había estado entrenando allí durante mucho tiempo y había tenido oportunidades
de conocerlos más o menos a todos.
—Bueno… supongo que estás ocupada, noona —murmuró el chico—. Te dejo libre.
DongYoung hizo ademán de irse, pero Wendy
negó con la cabeza y no le dejó paso. Aquella podía ser la única oportunidad en
mucho tiempo que iban a tener ambos para poder ir a comer y así poder saldar la
promesa que le había hecho al menor —claro, si éste no tenía nada que hacer,
porque si no iba a ser un poco imposible—.
—¿Tienes algo que hacer? —le
preguntó al chico, sorprendiéndolo.
—En realidad no mucho —le respondió—.
Los chicos y yo acabamos estamos haciendo un descanso.
—Entonces… ¿quieres venir a comer
conmigo? —propuso ella.
DongYoung la miró con los ojos muy
abiertos durante unos segundos, hasta que pareció caer en la cuenta de por qué
quería ir a comer con él, porque entonces esbozó una gran sonrisa y asintió
enérgicamente con su cabeza como respuesta.
—Dame un segundo que coja mi móvil y
mi cartera —le pidió.
Wendy asintió a su petición y el
chico desapareció rápidamente por la puerta por la que había salido tan solo
unos minutos antes. La chica no tuvo que esperar demasiado tiempo cuando él
salió de la sala de ensayo, acompañado por una serie de silbidos que quedaron
amortiguados en cuanto la puerta se cerró a su espalda de nuevo. DongYoung le
dedicó una sonrisa tímida antes de volver a hablar.
—Ya podemos irnos —fue lo que dijo.
—Entonces vamos.
Wendy echó a andar y el chico la
siguió por los pasillos de la empresa hasta que finalmente salieron por una de
las puertas traseras, mirando a un lado y a otro por si había alguien que los
pudiera ver y luego sacar las fotos montándose cualquier tontería sobre que
estaban saliendo juntos o cualquier cosa por el estilo. Una vez se aseguraron
de que no había nadie en el exterior, salieron del edificio y se encaminaron
hacia un restaurante pequeño que había por allí cerca porque Wendy no quería
hacerle perder demasiado tiempo al menor, que seguramente tendría que volver al
ensayo próximamente, aunque él no hubiera dicho nada.
—Puedes pedir lo que quieras —le
comentó ella con una sonrisa cuando estuvieron instalados en una de las mesas
más alejadas—, un día es un día.
—Gracias, noona. Comeré bien —le respondió.
Wendy era bastante generosa y le
gustaba invitar a las personas que la rodeaban a comer, porque la comida era lo
más importante y luego estaba todo lo demás, así que, no le suponía ningún
problema pagar lo que el chico se comiera —aunque teniendo en cuenta la fama
que tenían los chicos de la empresa de comer bastante, igual se arruinaba—.
DongYoung pidió un poco de carne
para los dos y fue él mismo quien la cocinó, hablando de vez en cuando con la
chica, contándole anécdotas de los miembros de su enorme grupo, haciendo que
Wendy se fuera sintiendo cada vez más cómoda junto a él y que también contara
algunas cosas sobre sus chicas en respuesta. Pasaron así un rato bastante
agradable, hasta que finalmente terminaron de comer y se levantaron para pagar
en la barra lo que habían consumido. Cuando el señor que había detrás de la
barra les dio la cantidad que debían pagarle, la chica abrió su bolso y rebuscó
hasta dar con el monedero para abonar aquel importe, pero cuando quiso hacerlo,
se dio cuenta de que el chico ya había pagado.
—Pero… te iba a invitar yo —le dijo,
incrédula porque el chico hubiera sido al final el que había pagado la comida
que ella le había prometido hacía unas semanas que le iba a comprar.
—A la próxima, me invitas tú —respondió
él, con una enigmática sonrisa—. Muchas gracias, noona, por traerme a comer. Espero que la siguiente vez sea pronto.
Nos vemos.
El chico hizo una leve reverencia y
después se despidió de ella agitando su mano antes de desaparecer por la puerta
del establecimiento, dejándola todavía confusa y preguntándose qué era lo que
acababa de pasar. DongYoung había pagado aquella comida para crear otra
oportunidad de salir a comer juntos, eso estaba más que claro, pero… ¿por qué? Wendy
no lo entendía, pero en el fondo, tenía ganas de que aquella próxima vez
llegara pronto para así averiguar las intenciones que tenía el menor.
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