martes, 25 de julio de 2017

[One Shot] 누나, 감사합니다 (Noona, Gamsahabnida) {DoWen}



Título: 누나, 감사합니다  (Noona, Gamsahabnida)
Autora: Riz Aino
Pareja: DoWen (Wendy + DoYoung) (NCT Velvet – NCT + RED VELVET)
Clasificación: PG
Géneros: fluff, romace leve
Número de palabras: 1.571 palabras
Resumen: Wendy es una mujer de palabra y siempre cumple lo que promete, por eso mismo, invita a comer con ella a DoYoung.
Aclaraciones: el nombre real de DoYoung es DongYoung, por lo que así es como lo llamará Wendy.
Notas: este fic viene a raíz de la aparición en el programa My SMTelevision de Wendy (junto a Irene), del que DoYoung es MC junto a LeeTeuk, programa en el que Wendy prometió que invitaría al chico a comer un día. Link aquí.
Comentario de autora: la verdad es que estaba tardando en escribir un fic de NCT Velvet… estaba tardando mucho porque los adoro a todos demasiado y los shippeo a todos con cualquier persona que se les acerque. Espero que os guste.



Con el comeback de Red Velvet en curso, Wendy estaba teniendo unos días bastante ajetreados en los que no paraba de ir de un lado a otro junto a las otras cuatro miembros de su grupo —o en solitario, incluso, alguna que otra ocasión—. Por este motivo, la chica apenas había pasado por la empresa, solo lo había hecho un par de veces en todo el mes, por lo que no había podido ver a absolutamente nadie que no fuera miembro del staff que acompañaba a Red Velvet y, por lo que no había podido cumplir la promesa que había hecho hacía ya tanto tiempo.

Varios días después de haber regresado con el nuevo mini-álbum, Russian Roulette, ella y su líder, habían tenido que ir a grabar un programa llamado My SMTelevision que estaba solamente dedicado a los grupos de la empresa y que se emitía en directo para los fans chinos de SM Entertainment. Aquel programa era presentado por LeeTeuk, el líder de Super Junior, quien tenía ya muchos años a sus espaldas como MC en todo tipo de programas, y por DongYoung, miembro del nuevo grupo de la empresa, NCT, que parecía ser una promesa en aquello de ser MC. Allí, Irene y ella habían pasado algunas horas bastante entretenidas junto a ellos, en las que ambas habían hecho una serie de promesas para el chico que allí se encontraba.

Irene había prometido comprarle unas sandalias con unas pequeñas protuberancias que ayudaban con la circulación y ella había prometido que lo invitaría a comer algún día. Su líder le había pedido la dirección de la vivienda en la que vivía con los miembros de NCT para enviarle las sandalias lo más pronto posible y éstas ya le habían llegado, pero Wendy todavía no había podido sacar tiempo para invitarlo a comer.

DongYoung no tenía una agenda tan apretada como la suya, pero también tenía que asistir a eventos de vez en cuando y, sobre todo, tenía que ir a presentar cosas en la mayoría de las ocasiones. Por eso, entre unas cosas y otras, todavía no habían podido coincidir… sin embargo, aquello se iba a acabar aquel día en el que Wendy por fin tuvo unas horas libres y tuvo que pasarse por la empresa.

            La chica solo había tenido que ir al edificio por un par de cosas que necesitaba recoger de su taquilla, así que, no se esperó encontrarse con DongYoung en los pasillos de la empresa, cuando el chico salía de una de las salas de ensayo, con una enorme sonrisa a pesar de estar sudando de la cabeza a los pies.

            —Oh. Hola, noona —fue lo que dijo él al verla, inclinándose levemente—. ¿Cómo estás? ¿Va bien vuestro comeback?

            DongYoung tampoco se había esperado encontrarse con ella, porque en su rostro se podía ver perfectamente la sorpresa que le había provocado aquel encuentro. Sin embargo, aquella podía ser una buena oportunidad para poder salir a comer algo por allí cerca y así cumplir la promesa que le había hecho al menor varias semanas atrás, porque una vez que ella hacía una promesa, la cumplía, le costara lo que le costase.

            —¡Hola! —lo saludó ella—. Nuestro comeback va bien, hemos ganado en algunos programas, pero desde que llegaron los grupos de chicos fuertes no tenemos oportunidad de seguir ganando —reconoció con una leve sonrisa—. ¿Tú cómo estás? ¿Estáis preparando el debut de una sub-unidad nueva?
            —Bien, estoy bien —contestó mientras se secaba el sudor con la toalla que llevaba colgada al cuello—. Y bueno… de eso no puedo hablar, me lo prohíbe mi contrato —dijo con una gran sonrisa.
            —Cuánto secretismo —comentó Wendy y ambos rieron levemente.

Tras aquello, un silencio un poco incómodo se instauró entre ellos. La verdad era que habían coincidió muy poquito porque el chico había pasado menos tiempo que ella en la empresa y no habían tenido muchas oportunidades de hablar. SeulGi, al contrario que ella, podía hablar tranquilamente con la mayoría de los chicos que había en la empresa porque había estado entrenando allí durante mucho tiempo y había tenido oportunidades de conocerlos más o menos a todos.

—Bueno… supongo que estás ocupada, noona —murmuró el chico—. Te dejo libre.

DongYoung hizo ademán de irse, pero Wendy negó con la cabeza y no le dejó paso. Aquella podía ser la única oportunidad en mucho tiempo que iban a tener ambos para poder ir a comer y así poder saldar la promesa que le había hecho al menor —claro, si éste no tenía nada que hacer, porque si no iba a ser un poco imposible—.

            —¿Tienes algo que hacer? —le preguntó al chico, sorprendiéndolo.
            —En realidad no mucho —le respondió—. Los chicos y yo acabamos estamos haciendo un descanso.
            —Entonces… ¿quieres venir a comer conmigo? —propuso ella.

            DongYoung la miró con los ojos muy abiertos durante unos segundos, hasta que pareció caer en la cuenta de por qué quería ir a comer con él, porque entonces esbozó una gran sonrisa y asintió enérgicamente con su cabeza como respuesta.

            —Dame un segundo que coja mi móvil y mi cartera —le pidió.

            Wendy asintió a su petición y el chico desapareció rápidamente por la puerta por la que había salido tan solo unos minutos antes. La chica no tuvo que esperar demasiado tiempo cuando él salió de la sala de ensayo, acompañado por una serie de silbidos que quedaron amortiguados en cuanto la puerta se cerró a su espalda de nuevo. DongYoung le dedicó una sonrisa tímida antes de volver a hablar.

            —Ya podemos irnos —fue lo que dijo.
            —Entonces vamos.

            Wendy echó a andar y el chico la siguió por los pasillos de la empresa hasta que finalmente salieron por una de las puertas traseras, mirando a un lado y a otro por si había alguien que los pudiera ver y luego sacar las fotos montándose cualquier tontería sobre que estaban saliendo juntos o cualquier cosa por el estilo. Una vez se aseguraron de que no había nadie en el exterior, salieron del edificio y se encaminaron hacia un restaurante pequeño que había por allí cerca porque Wendy no quería hacerle perder demasiado tiempo al menor, que seguramente tendría que volver al ensayo próximamente, aunque él no hubiera dicho nada.

            —Puedes pedir lo que quieras —le comentó ella con una sonrisa cuando estuvieron instalados en una de las mesas más alejadas—, un día es un día.
            —Gracias, noona. Comeré bien —le respondió.

            Wendy era bastante generosa y le gustaba invitar a las personas que la rodeaban a comer, porque la comida era lo más importante y luego estaba todo lo demás, así que, no le suponía ningún problema pagar lo que el chico se comiera —aunque teniendo en cuenta la fama que tenían los chicos de la empresa de comer bastante, igual se arruinaba—.

            DongYoung pidió un poco de carne para los dos y fue él mismo quien la cocinó, hablando de vez en cuando con la chica, contándole anécdotas de los miembros de su enorme grupo, haciendo que Wendy se fuera sintiendo cada vez más cómoda junto a él y que también contara algunas cosas sobre sus chicas en respuesta. Pasaron así un rato bastante agradable, hasta que finalmente terminaron de comer y se levantaron para pagar en la barra lo que habían consumido. Cuando el señor que había detrás de la barra les dio la cantidad que debían pagarle, la chica abrió su bolso y rebuscó hasta dar con el monedero para abonar aquel importe, pero cuando quiso hacerlo, se dio cuenta de que el chico ya había pagado.

            —Pero… te iba a invitar yo —le dijo, incrédula porque el chico hubiera sido al final el que había pagado la comida que ella le había prometido hacía unas semanas que le iba a comprar.
            —A la próxima, me invitas tú —respondió él, con una enigmática sonrisa—. Muchas gracias, noona, por traerme a comer. Espero que la siguiente vez sea pronto. Nos vemos.

            El chico hizo una leve reverencia y después se despidió de ella agitando su mano antes de desaparecer por la puerta del establecimiento, dejándola todavía confusa y preguntándose qué era lo que acababa de pasar. DongYoung había pagado aquella comida para crear otra oportunidad de salir a comer juntos, eso estaba más que claro, pero… ¿por qué? Wendy no lo entendía, pero en el fondo, tenía ganas de que aquella próxima vez llegara pronto para así averiguar las intenciones que tenía el menor.



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