Primera Parte
Prologo
La memoria de los seres
humanos es demasiado corta y solo se remonta a unos pocos de siglos atrás,
apenas puede abarcar un periodo de tiempo y el conocimiento adquirido poco a
poco se va perdiendo en favor de la nueva forma de vida, llena de comodidades
en la que no hace falta recordar nada, una vida que no contempla lo mismo que
aquellos antepasados que, en su día, comenzaron a poblar el planeta hasta la
humanidad se extendió por todo el globo. Esos antepasados que tenían una serie
de creencias y que habían vivido respetando a sus dioses, dioses que habían
velado por ellos desde el mismo momento de su nacimiento… dioses que bien
podían ser la solución o la causa de todos sus males.
Demasiados siglos atrás
como para que los humanos pudieran recordarlo, los dioses que siempre habían
estado junto a ellos, estuvieron a punto de extinguir a toda la humanidad por
un capricho, por un amor imposible. El enfrentamiento de los dioses traspasó el
plano divino y las luchas se realizaron en el suelo que pisaban las personas,
provocando catástrofes naturales, hambrunas, epidemias, muertes… hasta que
finalmente éste se terminó. No muchas personas recuerdan este episodio de la
Historia de Cosmic Earth, solo han sido unas pocas las privilegiadas que han
podido conocer, con más o menos detalles, lo ocurrido. Un suceso que ha sido
transmitido de generación en generación y que jamás ha sido descubierto por el
resto de la humanidad, un suceso de graves consecuencias que, hasta la fecha,
todavía no tiene una solución real.
El enfrentamiento entre
los dioses hace milenios, hizo que el Panteón se modificara y que aquel dios
que había creado el problema fuera exiliado a vivir en una de las lunas de
Cosmic Earth, sin forma de regresar. Sin embargo, un oráculo predijo que algún
día el mal regresaría. La oscuridad se cerniría sobre aquel bello lugar cuando
los planetas que giraban en torno a la misma estrella se alinearan… y solo una
persona con poderes extraordinarios podría detenerlo y condenarlo para siempre…
Ahora, aquel momento,
estaba a punto de llegar y quienes estaban al corriente de este hecho, debían
buscar la manera de evitarlo desesperadamente… o perecer en el intento.
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