Título: Young Love
Autora: Riz Aino
Pareja: JackBam (Jackson + BamBam) (GOT7)
Clasificación: PG
Géneros: AU, romance, fluff
Número de palabras: 772
palabras
Resumen: Jackson y BamBam
viven su amor a pesar de ser tan jóvenes.
Notas: drabble escrito
para mi preciosa Choa, porque tengo que demostrarle mi amor eterno.
Comentario de autora: quise
escribir esta historia en cuanto se me pidió, pero tenía tantas antes que me
tuve que aguantar para poder hacerla en el tiempo que me tocaba. Espero que os
guste.
Young Love
Jackson
acababa de salir del instituto después de una larga y dura jornada. Eran cerca
de las diez de la noche y hacía horas que el cielo se había vuelto de color
negro, pero estando en su último año, debía dar lo mejor de sí mismo en las
clases y en las horas de autoestudio si quería hacer bien el examen de ingreso
a las universidades. Hacía frío, así que se arrebujó en su abrigo y se puso los
guantes, dispuesto a caminar los veinte minutos que lo separaban de casa en
soledad y absoluto silencio… por eso, Jackson no se esperaba que hubiera
alguien allí fuera, esperando por él.
En
la puerta de entrada había un chico muy bajito y delgado, intentando mantener
sus manos calientes echándose vaho en ellas y mirando de vez en cuando a un
lado y a otro, buscando a alguien… buscándolo a él. Jackson se sintió feliz
durante un segundo, pero luego comenzó a preocuparse. ¿Desde cuándo llevaría
allí? ¿Por qué no le había mandado un mensaje diciéndole que estaría esperando
fuera? Si lo hubiera hecho, él habría salido mucho más temprano. Sin perder más
el tiempo, Jackson se dirigió hacia el chico, llamando su atención con la mano
para que lo viera. Una sonrisa cálida y preciosa iluminó el rostro de BamBam y
no tardó en caminar también a su encuentro.
—¿Qué
haces aquí tan tarde? —le cuestionó—. ¿No tienes frío?
—Estoy
bien —murmuró, pero le castañeaban los dientes y se había pegado mucho a su
cuerpo para estar protegido de la intemperie—. Quería volver a casa contigo,
últimamente no nos vemos mucho.
—¿Qué
voy a hacer contigo? —suspiró Jackson.
El
mayor se quitó los guantes y se los puso a BamBam, notando que tenía las manos
como cubitos de hielo, después, le pasó un brazo por los hombros y lo atrajo
contra su cuerpo para darle un poco de calor. Era incómodo andar de aquella manera,
pero no podía dejar que su pequeño pasara más frío del que ya había pasado
mientras lo esperaba. Quizás debía dejar al menos algunas horas libres a la
semana para estar con él para que no hiciera aquellas tonterías. Jackson no
quería que se pusiera enfermo por su culpa.
—¿Estás
enfadado? —cuestionó BamBam y él simplemente lo miró de reojo—. ¿No debería
haberte esperado?
—No
deberías, no —le respondió—. Hace frío y yo salgo muy tarde.
—Lo
siento… —murmuró éste, bajando su cabeza.
—Pero
no estoy enfadado —continuó Jackson—, solo estoy preocupado por tu salud… así
que no vuelvas a hacer una tontería como esta, ¿de acuerdo? —BamBam asintió—.
Bien… supongo que puedo hacer un poco de tiempo los fines de semana para ti,
así que no es necesario esto.
—¿De
verdad? —el menor sonó muy emocionado ante la simple mención de aquello, por lo
que Jackson sonrió y asintió.
—Sí,
de verdad —respondió—. Si queremos que esta relación funcione tendremos que
vernos, ¿no crees?
BamBam
sonrió, pero se quedó callado, así que Jackson simplemente apretó más el agarre
que mantenía sobre sus hombros y continuó caminando hacia el barrio en el que
ambos vivían. Habían crecido juntos, habían jugado juntos y habían descubierto
que las mujeres no eran realmente lo suyo también juntos. BamBam a veces se
comportaba como un crío, pero era normal, después de todo, todavía era muy
joven; otras veces hacía cosas increíblemente maduras que dejaban a Jackson sin
palabras. Y era tan adorable…
—Es
por estas cosas que me gustas tanto, hyung —murmuró el chico, sacándolo de sus
pensamientos.
—Eish…
no digas esas cosas… —respondió él, sintiendo que sus mejillas se enrojecían y
no por culpa del frío—. No voy a ser responsable de mis actos si sigues
diciendo cosas como esas —bromeó, pero luego se puso serio de nuevo—. ¡Qué
cojones! Sí tengo que serlo, aún eres menor. Maldita sea.
Jackson
escuchó la risa cantarina del chico y él mismo rió levemente. Puede que fueran
jóvenes, inexpertos y que tuvieran muchas cosas en contra para poder seguir
adelante… pero al menos eran felices, y eso contaba mucho.
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