jueves, 14 de septiembre de 2017

[One Shot] The Lover: Japan Series {TakuJae}



Título: The Lover: Japan Series
Autora: Riz Aino
Pareja: TakuJae (Takuya x JoonJae) (The Lover)
Clasificación: PG–13
Géneros: romance, fluff
Número de palabras: 1.606 palabras
Resumen: después de seis largos meses, JoonJae y Takuya por fin pueden encontrarse de nuevo, esta vez en Japón, para tratar de empezar de nuevo.
Aclaraciones: los personajes de este dorama son en realidad Takuya, integrante del grupo CROSS GENE, y Lee JaeJoon, actor. Mientras grababan la serie se hicieron buenos amigos y después siguieron siéndolo.
Notas: The Lover fue un dorama coreano que causó gran sensación debido a que trató por primera vez en la televisión diversos temas que en la sociedad coreana aún no están del todo bien vistos en pantalla, como las relaciones sexuales, la convivencia en pareja sin estar casados y las relaciones homosexuales. Los personajes de Takuya y JoonJae pertenecen a esta serie.
Comentario de autora: después de terminar de ver el dorama y no aceptar que apenas tuvieran interacción amorosa estos dos, me decidí a hacer esta pequeño one shot para quitarme una espinita que tenía clavada en mi corazoncito de shipper. Espero que os guste esta historia corta.



            JoonJae todavía no sabía si aquella locura era de verdad algo que iba a merecer o no la pena, todavía no sabía si de verdad tenía sentido haber hecho aquello… pero JoonJae no quería arrepentirse de haber cogido aquel avión a Japón para ir en busca de Takuya. El apartamento que habían compartido durante aquellos maravillosos tres meses ya no existía y los recuerdos que habían creado allí estaban destinados a desaparecer también; sin embargo, eso era algo que JoonJae no quería que ocurriera jamás.

            Había tardado quizás demasiado tiempo en entender qué era aquello que lo atormentaba, qué era lo que lo hacía sentir extraño alrededor de Takuya… pero una vez lo había descubierto, una vez había entendido que estaba enamorado de él y que lo daría todo por estar con él, JoonJae no quería tirarlo por la borda.

            JoonJae solo quería saber si tenía alguna oportunidad con Takuya.

aaa

Takuya no podía creer que, después de medio año y después de todo lo que había sucedido, JoonJae estuviera de nuevo ante él. Era casi irreal volver a estar junto a él en la misma habitación, tras haber huido de Corea con el rabo entre las patas solo por tener miedo al futuro… después de todo el dolor que le había causado al chico, después de haberlo dejado tirado sin darle una sola explicación, no había pensado ni por un asomo que él fuera tan valiente como para dejarlo todo atrás y buscarlo para poder comenzar de nuevo.

Pero allí se encontraban de nuevo, comenzando algo otra vez, pero en esta ocasión en otro lugar, en un país diferente.

JoonJae aún seguía de pie, mirando a su alrededor, escrutando cada detalle del lugar como si cada mísera cosa que hubiera en el apartamento fuera mucho más interesante de lo que Takuya jamás sería, sin saber qué decir. Takuya tampoco era capaz de poder decir algo, pero porque todo aquello lo había pillado por sorpresa y porque todavía era incapaz de pensar con claridad debido a los estridentes latidos de su corazón, aquel corazón que bombeaba la sangre por su cuerpo a gran velocidad mientras el chico se sentía profundamente impresionado por el hecho de que JoonJae se encontraba allí.

 Probablemente, JoonJae le había dado muchas vueltas a la cabeza antes de decidirse a ir a buscarlo y seguramente se habría torturado muchísimo él mismo antes de reunir el valor para hacerlo y dejarlo todo solo por él… un valor que Takuya no había sido capaz de tener para quedarse junto a él en Corea cuando había tenido la oportunidad de hacerlo. El rubio esbozó una pequeña sonrisa, demasiado feliz como para poder retenerla más tiempo en sus labios.

JoonJae se encontraba ante él y aquello solo significaba que ambos optaban a un nuevo comienzo, un nuevo comienzo en el que las cosas solo podían ser diferentes e ir a mejor para los dos… un nuevo comienzo en el que ninguno tuviera que retener sus verdaderos sentimientos.

Mientras Takuya observaba fijamente al recién llegado, la mirada de JoonJae viajó desde el televisor hasta sus pies descalzos, totalmente incómodo por estar en aquella situación. El silencio se había apoderado de ellos desde que habían intercambiado aquellas significativas palabras cuando le había abierto la puerta y era muy normal la incomodidad que sentía el moreno en aquellos instantes, por lo que Takuya carraspeó para poder obtener su atención durante unos instantes. Inmediatamente, JoonJae lo miró a los ojos de forma fija, sin abandonarlos en largo tiempo, haciendo que Takuya se sintiera nostálgico al recordar aquellas veces en las que sucedía aquello mismo, pero en otro lugar completamente diferente.

Había echado de menos aquellas penetrantes miradas en las que Takuya podía ver perfectamente cómo miles de pensamientos cruzaban por la mente de JoonJae.

—Puedes dejar la maleta ahí y sentarte —le dijo—. Seguro que estarás cansado del viaje.
—Oh… no… estoy bien —murmuró el otro, agarrando firmemente el mango de su maleta.

Después de las pocas palabras que habían compartido cuando le abrió la puerta, aquella era la primera vez que intercambiaban algo más que unos monosílabos. Takuya echaba de menos escuchar la voz de JoonJae, a pesar de que el otro jamás hubiera sido muy hablador y fuera él mismo quien había tenido que llenar todos sus silencios. Lo había echado tanto de menos. Había pensado tantas veces en volver a coger un avión a Corea para volver de nuevo a su lado y decirle lo mucho que sentía haberlo dejado tirado… pero todas esas veces se había frenado a sí mismo pensando que lo mejor para los dos era que se mantuvieran separados, para así no sufrir.

Takuya se sentía tan egoísta por haber hecho aquello. Se sentía tan egoísta por haberlo abandonado cuando sabía perfectamente que JoonJae estaba en un mar de dudas, cuando tenía demasiadas preguntas y sin ninguna respuesta. Takuya había sentido en el momento que era lo mejor… pero en realidad había sido un maldito cobarde.

En el momento en el que se había percatado de que JoonJae también estaba enamorado de él había huido de su lado, se había escondido para no tener que enfrentarse a la realidad. Solo había vuelto a él el día antes de regresar a Japón, para verlo una última vez, para pasar un último día junto a él, para hacer de tripas corazón y poder dejarlo sin ningún remordimiento. Takuya todavía sentía cómo su corazón se desgarraba al pensar en el momento en el que había dejado ir su mano para marcharse, el momento en el que había dejado el apartamento que habían compartido con JaeJoon durmiendo sin haberle dicho cómo se sentía.

Cuando estaban en Corea, Takuya había sido un completo cobarde y un egoísta de primera… pero había tenido mucho miedo, demasiado miedo. Miedo porque una relación entre dos hombres seguía sin estar bien visto, miedo a perder todo lo que había conseguido en la vida, miedo a que las personas que lo rodeaban se pusieran en su contra, miedo a sufrir y, sobre todo, miedo a que JoonJae también pudiera sufrir por aquello. Takuya había tenido mucho miedo en aquel entonces, pero ahora, ahora que JoonJae se encontraba frente a él, todos sus miedos habían sido derrotados.

Takuya ya no tenía miedo de expresar sus sentimientos y de vivir junto a JoonJae su presente, sin perder ni un solo momento más. El futuro era totalmente incierto para ambos, el pasado era algo doloroso… pero todavía les quedaba el presente para intentar ser felices sin que nadie les pudiera cuestionar sus sentimientos.

Verlo allí de pie en su salón, intentando no parecer nervioso pero sin conseguirlo para nada, fue lo que finalmente acabó por decidirlo, después de haber bajado todas y cada una de sus defensas con su presencia allí.

Por ese motivo, Takuya se acercó un poco a él, sobresaltándole, hasta quedar a escasos centímetros de su cuerpo. Su mirada volvió a posarse en los ojos ajenos y el rubio aprovechó aquel momento para despegar su mano del mango de la maleta, que todavía seguía apretando fuertemente en un intento de tener algo a lo que aferrarse, y tomarla inmediatamente entre las suyas. En ese instante sus ojos viajaron hasta sus manos unidas y Takuya pudo sentir perfectamente a través del contacto cómo se tensaba y su cuerpo temblaba.

Estaba tan nervioso… probablemente le daría un infarto si aquella situación en la que se encontraban no terminaba rápido. Por eso, Takuya respiró hondo tratando de calmarse él mismo antes de volver a hablar.

—Bienvenido a casa —murmuró—. Te he echado mucho de menos.

Una sonrisa se extendió por el rostro de Takuya y cuando JoonJae volvió a mirarlo a los ojos, otra de alivio se extendía por el suyo, acompañada de unos ojos brillantes de emoción, haciéndolo ver tan transparente como siempre lo había sido.

—Yo… también te he… echado de menos —confesó JoonJae.

Takuya apretó su mano firmemente un momento antes de acercarse a él para darle un beso, un beso que llevaba demasiado tiempo queriéndole dar y que fue correspondido al instante y sin vacilación, mostrándole que aquellos sentimientos eran los mismos que él sentía. El chico no pudo evitar sonreír aliviado dentro de aquel beso, siendo consciente de que aquel no iba a ser el primer ni el último beso que se darían… siendo consciente de que, a partir de entonces, iban a comenzar de nuevo, construyendo un futuro que, durara lo que durase, los incluía a ambos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario