domingo, 15 de octubre de 2017

[Drabble] GOT7 Ask Drabbles: Never go back {JaeBam}



Título: Never go back
Autora: Riz Aino
Pareja: JaeBam (YoungJae + BamBam) (GOT7)
Clasificación: PG
Géneros: AU, high school, humor
Número de palabras: 779 palabras
Resumen: una apuesta era una apuesta… y si se perdía, había que cumplir con el castigo por ello.
Notas: drabble escrito para mí, porque nunca había escrito nada con YoungJae y BamBam y tenía muchas ganas.
Comentario de autora: historia completamente original, cualquier parecido con una de las escenas más maravillosas del dorama Reply 1997 es mera coincidencia (?) Espero que os guste.

Never go back

Una apuesta era una apuesta. Una apuesta debía de ser cumplida. YoungJae jamás retiraría sus palabras. Él había perdido y él tenía que cumplir con el castigo que le había sido impuesto o entonces no podría mirar de nuevo a BamBam a la cara —aunque si cumplía con lo que había prometido que debía hacer, igual no iba a poder mirar a la cara a muchas más personas—. Si lo pensaba bien, era casi que mejor decir que no podía hacerlo y quedar como un gallina ante el resto de sus amigos, pero YoungJae jamás se había retractado y no lo iba a empezar a hacer ahora. YoungJae era un hombre de palabra, por lo tanto, cumpliría con su castigo y la próxima vez se encargaría de ganar la apuesta y hacer que fuera BamBam el que pagara el pato.

—Entonces... —dijo el menor, sacándolo de sus pensamientos—. ¿Vas a hacerlo?
—Por supuesto —respondió firmemente, aunque por dentro estaba temblando como un flan—. Prometí que lo haría y lo haré. Nunca he dejado de cumplir con lo que había prometido, fuera lo que fuera.
—Excelente.

BamBam hizo una imitación del señor Burns que en cualquier otro momento lo habría hecho reír como si no hubiera mañana, pero en aquellos momentos, absolutamente nada podría quitarle la congoja que se había instalado en su corazón. ¿Quién le mandaría a él hacer apuestas con BamBam? ¿Quién le mandaría a él aceptar sus extrañas condiciones? ¿Quién le mandaría a él hacer la apuesta equivocada y perderla y tener que cumplir con las consecuencias? ¿Quién?

Después de saltar la valla de su instituto y mientras se dirigían a la escuela de chicas, YoungJae se seguía preguntando todas aquellas cuestiones y, sobre todo, se seguía planteando si de verdad no podía echar a correr hasta su casa, pedirle a su madre que se mudaran a cualquier pueblo perdido al que no llegara ni el wi-fi ni la señal de la televisión antes que tener que cumplir con lo prometido. Obviamente, le salía mucho más rentable lo de la mudanza... pero lo único que lo frenaba era no querer dejar de cumplir con su palabra.

¡Maldita la educación e integridad que le habían inculcado desde pequeño!

—¿Estás listo? —le cuestionó BamBam, cuando llegaron al patio de la escuela, atestado de chicas porque era la hora del descanso del almuerzo.
—No —respondió sinceramente.
—Venga. Solo tienes que dar una vuelta al patio en calzoncillos y después correr como si te persiguiera el diablo hasta llegar fuera de las verjas a salvo, donde yo te esperaré con tu ropa —dijo el menor—. Después nos vamos a la tienda de mi tío, que está allí en frente y nos escondemos mientras te pones la ropa de nuevo y después volvemos como si nada hubiera pasado a clase.

Escuchar el plan no lo hizo sentir mejor, tampoco lo hizo estar más preparado mentalmente para lo que se le venía encima, pero lo mejor que podía hacer era cumplir con su palabra rápidamente y no pensar más en ello. Por eso, YoungJae se quitó los pantalones y la camisa del uniforma y después saltó la valla del colegio de chicas de aquella guisa para dar una vuelta alrededor del patio bajo la atenta mirada de cientos de escandalizadas chicas. A pesar de que probablemente no tardó más de dos minutos en completar su misión para después correr como si lo estuviera persiguiendo el diablo y salir de aquel lugar hasta donde lo esperaba BamBam, el chico sintió que fueron los dos minutos más largos de su vida.

—Eres todo un hombre —le dijo su amigo una vez estuvieron escondidos, dándole unas palmaditas en el hombro, totalmente complacido—. Has cumplido con tu palabra.

YoungJae debía de estar alegre, porque había cumplido con lo que había prometido y había hecho lo que se le había mandado, había demostrado que era un verdadero hombre... pero por primera vez en su vida, YoungJae no se alegró de aquello, solo quería meterse en un agujero lo más profundo que pudiera y no salir de allí nunca más en su vida.



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