Título: Never go back
Autora: Riz Aino
Pareja: JaeBam (YoungJae +
BamBam) (GOT7)
Clasificación: PG
Géneros: AU, high school,
humor
Número de palabras: 779
palabras
Resumen: una apuesta era
una apuesta… y si se perdía, había que cumplir con el castigo por ello.
Notas: drabble escrito
para mí, porque nunca había escrito nada con YoungJae y BamBam y tenía muchas
ganas.
Comentario de autora: historia
completamente original, cualquier parecido con una de las escenas más
maravillosas del dorama Reply 1997 es mera coincidencia (?) Espero que os
guste.
Never go back
Una
apuesta era una apuesta. Una apuesta debía de ser cumplida. YoungJae jamás
retiraría sus palabras. Él había perdido y él tenía que cumplir con el castigo
que le había sido impuesto o entonces no podría mirar de nuevo a BamBam a la
cara —aunque si cumplía con lo que había prometido que debía hacer, igual no
iba a poder mirar a la cara a muchas más personas—. Si lo pensaba bien, era
casi que mejor decir que no podía hacerlo y quedar como un gallina ante el
resto de sus amigos, pero YoungJae jamás se había retractado y no lo iba a
empezar a hacer ahora. YoungJae era un hombre de palabra, por lo tanto,
cumpliría con su castigo y la próxima vez se encargaría de ganar la apuesta y
hacer que fuera BamBam el que pagara el pato.
—Entonces...
—dijo el menor, sacándolo de sus pensamientos—. ¿Vas a hacerlo?
—Por
supuesto —respondió firmemente, aunque por dentro estaba temblando como un
flan—. Prometí que lo haría y lo haré. Nunca he dejado de cumplir con lo que
había prometido, fuera lo que fuera.
—Excelente.
BamBam
hizo una imitación del señor Burns que en cualquier otro momento lo habría
hecho reír como si no hubiera mañana, pero en aquellos momentos, absolutamente
nada podría quitarle la congoja que se había instalado en su corazón. ¿Quién le
mandaría a él hacer apuestas con BamBam? ¿Quién le mandaría a él aceptar sus
extrañas condiciones? ¿Quién le mandaría a él hacer la apuesta equivocada y
perderla y tener que cumplir con las consecuencias? ¿Quién?
Después
de saltar la valla de su instituto y mientras se dirigían a la escuela de
chicas, YoungJae se seguía preguntando todas aquellas cuestiones y, sobre todo,
se seguía planteando si de verdad no podía echar a correr hasta su casa,
pedirle a su madre que se mudaran a cualquier pueblo perdido al que no llegara
ni el wi-fi ni la señal de la televisión antes que tener que cumplir con lo
prometido. Obviamente, le salía mucho más rentable lo de la mudanza... pero lo
único que lo frenaba era no querer dejar de cumplir con su palabra.
¡Maldita
la educación e integridad que le habían inculcado desde pequeño!
—¿Estás
listo? —le cuestionó BamBam, cuando llegaron al patio de la escuela, atestado
de chicas porque era la hora del descanso del almuerzo.
—No
—respondió sinceramente.
—Venga.
Solo tienes que dar una vuelta al patio en calzoncillos y después correr como
si te persiguiera el diablo hasta llegar fuera de las verjas a salvo, donde yo
te esperaré con tu ropa —dijo el menor—. Después nos vamos a la tienda de mi
tío, que está allí en frente y nos escondemos mientras te pones la ropa de
nuevo y después volvemos como si nada hubiera pasado a clase.
Escuchar
el plan no lo hizo sentir mejor, tampoco lo hizo estar más preparado
mentalmente para lo que se le venía encima, pero lo mejor que podía hacer era
cumplir con su palabra rápidamente y no pensar más en ello. Por eso, YoungJae
se quitó los pantalones y la camisa del uniforma y después saltó la valla del
colegio de chicas de aquella guisa para dar una vuelta alrededor del patio bajo
la atenta mirada de cientos de escandalizadas chicas. A pesar de que
probablemente no tardó más de dos minutos en completar su misión para después
correr como si lo estuviera persiguiendo el diablo y salir de aquel lugar hasta
donde lo esperaba BamBam, el chico sintió que fueron los dos minutos más largos
de su vida.
—Eres
todo un hombre —le dijo su amigo una vez estuvieron escondidos, dándole unas
palmaditas en el hombro, totalmente complacido—. Has cumplido con tu palabra.
YoungJae
debía de estar alegre, porque había cumplido con lo que había prometido y había
hecho lo que se le había mandado, había demostrado que era un verdadero
hombre... pero por primera vez en su vida, YoungJae no se alegró de aquello,
solo quería meterse en un agujero lo más profundo que pudiera y no salir de
allí nunca más en su vida.
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