domingo, 10 de diciembre de 2017

[Drabble] GOT7 Ask Drabbles: Little White Lies {MarkJae}



Título: Little White Lies
Autora: Riz Aino
Pareja: MarkJae (Mark + YoungJae) (GOT7)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, romance, drama
Número de palabras: 749 palabras
Resumen: una pequeña mentira piadosa no hace daño… ¿verdad?
Notas: drabble escrito para mí, porque llevaba siglos con esta idea y no me la quitaba de la cabeza.
Comentario de autora: casi a punto de terminar, después de dos años escribiendo historias de vez en cuando… ya queda nada para el final, anticipadlo!!! Espero que os guste este drabble.

little White lies

Mark sentía que las piernas le pesaban varias toneladas cada vez que trataba de dar un paso después de aquel día tan agotador y, a cada paso que daba, éstas le pesaban más y más, obedeciendo una orden implícita de su cerebro, que no dejaba de pensar en qué era lo que iba a hacer al llegar a casa, en qué era lo que le iba a decir a su novio cuando llegara a ésta. Porque su cerebro no dejaba de pensar en ello, sus piernas no lo dejaban avanzar al ritmo al que normalmente caminaba, algo que lo frustraba y complacía por partes iguales. Lo frustraba porque muy en el fondo, quería llegar lo más pronto posible a casa y echarse a dormir para que aquel maldito día terminara de una vez; pero lo complacía porque así le daba mucho más tiempo para pensar en qué haría, en qué le diría a YoungJae.


Aquel había sido un día duro en la oficina, demasiado duro, un día de aquellos que Mark quería olvidar para siempre y que el resto del mundo olvidara igualmente. Todo había ido mal, una de las empresas con las que estaban haciendo negocios los había dejado con el culo al aire —aunque sonara grosero era eso lo que habían hecho, básicamente— debido a un tecnicismo en el contrato, un fallo en uno de los términos en el que ninguno de los trabajadores del departamento en el que Mark estaba había advertido... un error que finalmente había hecho que a todos ellos les abrieran un expediente en la empresa y les redujeran el sueldo durante varios meses como medida disciplinaria.

A Mark le dolía muchísimo aquel recorte en su sueldo, que no era ni siquiera una cantidad respetable porque todavía llevaba poco tiempo en la empresa, porque apenas eran capaces de llegar a finales de mes con su sueldo y el de YoungJae. ¿Y qué iban a hacer entonces? ¿Cómo iban a vivir? Tanto él como su novio se pasaban el día fuera de casa, trabajando para ganar una miseria y malviviendo con ella como podían. Sin caprichos, sin cosas que no fueran absolutamente necesarias, sin salidas con sus amigos o pequeñas escapadas románticas de fin de semana.

Y sin embargo... ambos eran felices porque estaban juntos...

Pero si su situación económica empeoraba, no sabía cómo iban a poder continuar. El amor entre ambos podría no acabarse nunca, podría ser una fuente inagotable que era renovada constantemente —como lo podía ser la energía solar o eólica—; pero el dinero podía acabarse y entonces, cuando solo les quedara el amor, ¿qué pasaría con ellos? ¿Cómo vivirían? Porque el amor era muy importante... pero en el mundo en el que vivían lo que más importaba era el dinero.

Mientras había estado metido en sus pensamientos, el joven no se había dado cuenta de que finalmente había llegado hasta el bloque de pisos en el que se encontraba el pequeño apartamento que compartía con su novio. Mark suspiró. Todavía no sabía cómo le iba a decir a YoungJae lo que había pasado porque no quería decepcionarlo, no quería que viviera más preocupado por el dinero de lo que ya lo hacía y, sobre todo, no quería que buscara más trabajos de medio tiempo y aparcara sus estudios más de lo que ya lo estaba haciendo.

Y en ese momento, a Mark se le metió una idea en la cabeza, una idea que no era brillante y que no solucionaría su situación, pero que haría que YoungJae no tuviera que preocuparse. Por primera vez en su vida, Mark pensó que decir una pequeña mentira piadosa si su novio le preguntaba por el dinero que faltaba no le haría ningún daño; mientras, él trataría de buscarle una solución a aquel problema. Sí. Aquella era la única opción que le quedaba. Mentirle a su novio para que éste dejara de pensar en sus problemas financieros y se enfocara en otros aspectos de su vida.




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