Título: Ice Cream
Autora: Riz Aino
Pareja: YugHyun (YuGyeom + DaHyun) (GOTWICE – GOT7 + TWICE)
Clasificación: PG
Géneros: romance, fluff
Número de palabras: 743
palabras
Resumen: hace demasiado
calor en la empresa… tanto, que un helado, aunque será saltándose la dieta, es
realmente necesario.
Notas: drabble escrito
para Emecé.
Comentario de autora: me gustan
todas las otps que se puedan formar
en GOTWICE y estos dos niños, a pesar de no tener muchas interacciones frente a
las cámaras, son de lo más adorable. Espero que os guste.
Ice Cream
DaHyun
se encontraba tendida sobre el suelo de la sala de ensayo, justo donde el aire
acondicionado pegaba más fuerte. Unos minutos antes se estaba asfixiando por el
calor, pero desde que se había tumbado allí estaba de lo más fresquista, así
que pasaba olímpicamente de lo que las chicas le decían. No se iba a resfriar
por tumbarse un rato allí, así que, no entendía por qué se ponían todas de
aquella forma. La chica suspiró y cerró sus ojos, desconectando completamente
de todo lo que se encontraba a su alrededor, dejando de escuchar las voces de
las demás, dejando de escuchar la música... Cuando abrió sus ojos un rato
después, se dio cuenta de que se encontraba sola en la sala de ensayo.
La
chica se incorporó del suelo y se quedó sentada frente al espejo. Solo le hizo
falta una mirada para ver que no estaba tan sola como se había pensado segundos
antes. Cerca de la puerta, como si hiciera poco que acabara de entrar, se
encontraba YuGyeom, que esbozó una sonrisa incómoda. DaHyun supo en ese momento
lo que estaba pasando por su cabeza, hacía demasiado tiempo que se conocían y
por la expresión que acababa de poner, estaba segura de que pensaba que la
había molestado entrando. Le sonrió cálidamente y le indicó con la mano que se
acercara al lugar en el que se encontraba y el chico no tardó en seguir sus
indicaciones hasta acabar sentado a su lado.
—¿Qué
te trae por aquí? —le preguntó—. Pensaba que estabais muy ocupados con los
ensayos para los conciertos y con lo de JaeBum oppa.
—Y
lo estamos —respondió él—, pero necesitaba despejarme un poco de todo aquello…
—suspiró—. Los hyungs están
insoportables estos días y soy yo quien paga casi todos los patos.
—Están
estresados —comentó DaHyun, poniendo una mano en su rodilla—. Verás que cuando
acabe vuestro primer concierto estarán más tranquilos.
—Eso
espero, porque si no voy a acabar matando a alguien o dejando que JinYoung me
mate por fin.
DaHyun
le sonrió para darle ánimos y acarició su pierna arriba y abajo unas cuantas
veces hasta que sintió cómo su cuerpo comenzaba a relajarse. La chica no quería
verlo mal, no quería que se sintiera como se estaba sintiendo en aquellos
momentos, por eso, haría todo lo posible para hacerlo sonreír de nuevo y para que
su ánimo fuera el de siempre y dejara de estar tan apagado. DaHyun se había
enamorado del YuGyeom travieso que no dejaba a nadie tranquilo y el YuGyeom
depresivo no tenía cabida en sus vidas.
—¿Quieres
hacer algo conmigo? —le cuestionó—. Las chicas se han ido a algún lugar y me
han dejado aquí.
—Debería
volver pronto a ensayar —murmuró él—, podrían matarme si llego con retraso
—DaHyun lo miró haciendo aegyo y
YuGyeom solo pudo suspirar y acceder—, pero no puedo quedarme mucho. ¿Qué
quieres hacer?
—Primero
quiero besarte —le dijo con una sonrisa—, luego bajemos a la tienda a por
algunos helados y juguemos a algo.
—Me
parece perfecto —comentó.
La
chica vio cómo YuGyeom se acercaba lentamente a su rostro hasta que se quedaron
a solo unos centímetros. La distancia fue salvada en un pequeño movimiento y
sus labios se encontraron unos momentos. DaHyun se sentía feliz cada vez que
era capaz de besar a su chico porque no eran muchas las oportunidades que
tenía, siempre estaba el miedo a que alguien ajeno a la empresa los
descubriera. Cuando se separaron, pudo ver cómo el rostro de YuGyeom parecía
mucho más tranquilo y más feliz que cuando había entrado por la puerta y DaHyun
pensó en aquello como una gran victoria.
—Vamos
a por los helados —propuso rápidamente, para que él no volviera a pensar en
todo lo que le esperaba al regresar a su propia sala de ensayo.
—Vamos
—concedió y ambos se levantaron del suelo.
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