jueves, 28 de diciembre de 2017

[One Shot] One Night Only {JinGyeom}



Título: One Night Only
Autora: Riz Aino
Pareja: JinGyeom (JinYoung + YuGyeom) (GOT7)
Clasificación: NC–17
Géneros: romance, pwp
Número de palabras: 4.007 palabras
Resumen: YuGyeom sabe que está mal aprovecharse de JinYoung cuando éste está demasiado borracho como para decirle que no, lo sabe… pero aun así no puede evitarlo.
Advertencias: relaciones sexuales explícitas.
Notas: puede que no haya muchas personas que shippeen a estos dos, pero son mis dos niños, así que, tenía muchas ganas de hacer algo bonito de ellos.
Comentario de autora: aprovechando que final de año es la época de las entregas de premios (y que llevaba mucho tiempo sin subir un lemon) se me ocurrió que juntar ambas cosas sería una gran idea. Espero que os guste.



—Los no minados a Mejor Artista del Año son…

Inmediatamente después de que el actor que estaba encargado de repartir aquel premio dijera aquellas palabras, en todas las pantallas que había dispuestas por el lugar comenzaron a aparecer los diferentes nominados al premio, nominados entre los cuales se encontraba GOT7.

YuGyeom estaba un poco nervioso, nunca los habían nominado a un premio tan grande y tan solo haber aparecido en aquella pantalla ya era un gran honor para ellos, pero el chico estaba más nervioso porque tenían muchas posibilidades de ganar, por eso, sus manos comenzaron a temblar y las tuvo que dejar sobre sus piernas, agarrándose los muslos para así mantenerlas ocupadas y que dejaran de temblar mientras el VCR acababa y dejaba paso de nuevo al actor, quién en vez de anunciar directamente al ganador, comenzó a hacer bromas para que hubiera un poco más de tensión.

YuGyeom quiso asesinarlo, pero sus ganas de hacerlo disminuyeron considerablemente cuando una mano suave se colocó sobre la suya, una mano que YuGyeom reconocería en cualquier lugar y que lo calmaba casi al instante. El chico miró hacia la persona a la cual pertenecía la mano y vio a JinYoung con una expresión imposible de leer, mirando fijamente el escenario que se encontraba a unos veinte metros de ellos. Parecía calmado, tranquilo, pero YuGyeom sabía perfectamente que aquello era una fachada porque cuando habían actuado hacía una hora escasa, lo había visto casi a punto de llorar del nerviosismo y el estrés que le producía aquella nominación.

—Y el ganador de este premio es… —comenzó a decir finalmente el actor y YuGyeom desvió su vista hacia el escenario, su corazón dejando de latir por unos segundos—. ¡GOT7!

YuGyeom abrió sus ojos, sorprendido, sin poder creerse que de verdad hubiera sido el nombre de su grupo el que hubiera salido de aquel sobre. Todos sus compañeros también parecían estar en estado de shock, porque ninguno de ellos se movió durante unos segundos, no al menos hasta que Jackson se levantó repentinamente y comenzó a dar abrazos, haciendo que todos se levantaran y que caminaran hacia el escenario. JinYoung caminaba delante de él, con su mano derecha todavía sujetando la izquierda de YuGyeom, quién no se atrevió a soltarla, ni siquiera cuando hicieron el "Come and get it, GOT7" antes de que su líder comenzara a decir los agradecimientos y después lo siguieran Jackson, BamBam y Mark para darlos en chino, tailandés e inglés, respectivamente.

Durante todo el discurso, YuGyeom siguió sujetando la mano del mayor y no dejó de hacerlo mientras caminaban hasta la sala que les habían reservado para aquella gala, apretándola fuertemente, como si ésta fuera el único motivo por el cual el chico seguía manteniéndose en pie, sin caerse al suelo debido a sus temblorosas piernas. YuGyeom solo se atrevió a soltar la mano de JinYoung cuando ambos se echaron en uno de los sofás de la sala y ya no podían caer al suelo.

La sala de espera era un caos, gente entrando y saliendo, los miembros llorando o consolando a los demás porque aquel premio era una especie de bendición de los cielos y, cuando poco a poco se fueron calmando y aceptando aquella realidad, comenzaron a hacerse miles de fotos y fotos con el premio para subirlas a todas las redes sociales y darles las gracias a todas las ahgases, que habían hecho posible aquel sueño. YuGyeom todavía no se había acostumbrado a aquella dinámica, GOT7 no recibía demasiados premios; así que, para cuando sintió que su corazón ya no latía tan fuertemente que parecía que se le iba a salir del pecho, todo había acabado y ya iba montado en la furgoneta, ya cambiado de ropa y de camino a celebrar aquel triunfo con los demás y con varias personas de la empresa.

Apenas llegaron al pequeño local, comenzaron a beber y a comentar los unos con los otros lo mucho que significaba haber ganado aquel premio, aunque a medida que la noche avanzaba y las botellas de soju vacías se acumulaban sobre las mesas, las conversaciones se iban haciendo mucho más existenciales y mucho menos coherentes. En algún momento de la noche, entre su segunda o tercera botella, YuGyeom vio que el lugar en el que se había sentado JinYoung al inicio de la noche se hallaba libre y el chico no pudo evitar sentirse un poco ansioso. El mayor no solía beber mucho y si lo hacía, se emborrachaba muy rápidamente, por lo que YuGyeom estaba preocupado porque hubiera salido a tomar un poco el aire y hubiera comenzado a echar hasta su primera papilla.

—Voy al baño.

YuGyeom lo dijo a todos los que se encontraban allí, pero comprobó que o a nadie le importó o nadie lo escuchó, porque éstos siguieron a lo suyo sin prestarle atención alguna. Después de soltar un pequeño suspiro, el chico se acabó el contenido del vaso que le acababan de rellenar de un trago y después salió fuera del establecimiento, mirando a su alrededor por si por algún lugar se encontraba JinYoung. No tardó mucho en hallarlo porque éste estaba echado contra la pared del local, con la mirada perdida en el cielo sin estrellas de la ciudad de Seúl.

Hyung… —murmuró, acercándose a él—. ¿Te encuentras bien?

JinYoung no le contestó, al menos no en voz alta, porque simplemente se giró hacia él, lo miró durante unos segundos y después sonrió, asintiendo a la pregunta. Obviamente se encontraba borracho, puede que no se sintiera mal, pero borracho sí que estaba, así que, YuGyeom aprovechó que estando de aquella forma era mucho más cariñoso que de normal y le pasó un brazo por los hombros para atraerlo a su cuerpo y hacer que su cabeza descansara sobre su hombro, aprovechando la pequeña diferencia de altura. JinYoung se pegó a su cuerpo casi de forma inconsciente, como si aquello fuera lo natural y el menor no pudo evitar sonreír porque en muy pocas ocasiones el otro se permitía comportarse de aquella forma.

—Tengo sueño —murmuró JinYoung, cerrando sus ojos.
—¿Quieres que te lleve a casa? —cuestionó YuGyeom y éste asintió contra su hombro—. Entonces espera un momento aquí, recojo nuestras cosas y busco un taxi.

JinYoung volvió a asentir y se separó de su cuerpo, dejando que el menor entrara de nuevo al local para recoger sus chaquetas y despedirse de los demás, diciendo que se iban a casa, pero aunque lo dijo, nadie le hizo caso, así que, simplemente salió de nuevo del local, le colocó el abrigo al mayor para que no se enfriara porque hacía bastante frío allí fuera y después volvió a echarle el brazo por los hombros para caminar juntos hacia alguna calle más principal donde poder coger un taxi mucho más fácilmente.

Durante todo el camino, JinYoung se dejó arrastrar por él y cuando se montaron en el taxi se dejó caer sobre su hombro, pegándose mucho a su cuerpo y haciendo de esta forma que el taxista que los había recogido los mirara de forma extraña por el retrovisor. En cualquier otra ocasión, a YuGyeom le habría molestado aquella mirada, pero en aquellos momentos estaba algo borracho y mucho más pendiente de que el mayor se encontrara bien que del taxista y de decirle algunas cosas para que dejara de mirarlos. Por eso, simplemente pasaron el viaje en silencio y, cuando llegaron al pequeño apartamento que JinYoung se había conseguido hacía poco, se bajó del coche y ayudó a éste a que se bajara también, aunque después del sueñecito que había echado de camino lo había despejado un poco y ya no necesitaba tanto apoyarse en él.

YuGyeom no había estado muchas veces en aquel lugar, pero se sabía el camino, así que, llevó a JinYoung hasta el edificio y después rebuscó entre los bolsillos del mayor para encontrar la llave del portal hasta que dio con ella y abrió la puerta. Durante un segundo, el chico dudó sobre si llevar al mayor hasta su casa también y dejarlo sobre la cama o si simplemente dejarlo allí y que éste terminara de solucionarse la vida, pero solo fue durante un segundo, porque JinYoung se adentró en el edificio y luego le tendió la mano para que entrara tras él y YuGyeom no dudó más, simplemente tomó la mano que el mayor le ofrecía y entró junto a él, atravesando el vestíbulo hasta llegar al ascensor, donde después de pulsar el botón que llevaba hasta la planta en la que se encontraba su piso, JinYoung empujó al menor contra el espejo y tomó sus labios con repentina desesperación, sorprendiéndolo, pero de forma agradable.

JinYoung no solía comportarse de esa forma, no a menos normalmente, ya que siempre le estaba repitiendo al menor que debían ser muy cuidadosos con la relación que mantenían para que nadie fuera los miembros de GOT7 se enterara de ella y pudiera echarles por la borda su carrera. Pero allí se encontraban, en un ascensor con cámara de vídeo vigilancia grabando todos sus movimientos, besándose como si no hubiera mañana. Probablemente, si JinYoung no estuviera tan borracho, habría reflexionado y se habría dado cuenta de que no era el mejor lugar para besarse de aquella forma, pero entonces no estarían disfrutando de aquel magnífico beso en el que YuGyeom se comenzaba a quedar sin aliento debido a la intensidad que el mayor estaba poniendo en el beso.

Cuando se separaron solo fue cuando el ascensor se detuvo en la planta y tuvieron que salir de él, aunque no se separaron demasiado, porque YuGyeom se pegó a la espalda de JinYoung, abrazándolo por la cintura para que éste no pudiera escapar, porque aunque el menor solo había pensado en acompañarlo porque estaba borracho, el beso había despertado algo en su interior y en esos momentos YuGyeom ya no quería irse de aquel lugar. Pegados el uno al otro, avanzaron hasta la puerta del piso y el mayor introdujo la clave del piso rápidamente antes de entrar a éste, seguido por YuGyeom, que cerró la puerta a sus espaldas, dando un portazo.

—JinYoung–ah… —jadeó el menor contra la oreja del otro—. Ahora mismo tengo un problema entre las piernas y no puedo dejar este lugar sin solucionarlo…

Y para darle mucha más seriedad a aquellas palabras, se apretó mucho más contra el cuerpo de JinYoung, haciendo que el otro notara perfectamente contra su trasero cómo su miembro se había endurecido durante el corto viaje en el ascensor. YuGyeom sintió cómo el mayor sentía un escalofrío después de aquello y supo que aquello también lo había encendido a él y que su piel era igual de sensible al tacto que la suya porque ya estaban preparándose para hacerse sentir muy bien el uno al otro. Quizás mantener relaciones sexuales con un borracho JinYoung no había sido lo que el chico había pensado al llevarlo allí, pero ahora sentía mucha curiosidad por cómo éste se comportaría. El mayor siempre se mostraba controlador durante sus encuentros, pero con más alcohol en sus venas que sangre, aquello podía ser bastante diferente.

—¿Quieres ayudarme con mi problema? —cuestionó YuGyeom y JinYoung asintió levemente antes de girarse entre sus brazos para dejar un corto beso sobre sus labios, haciéndolo sonreír.

Aquel JinYoung era uno totalmente diferente al que estaba acostumbrado, el JinYoung que conocía lo habría mandado a la mierda directamente antes de dejarlo con la erección y ni siquiera se habría sentido culpable por ello. Sin embargo, el JinYoung que tenía ante sus ojos de repente, tras el beso en los labios, se dejó caer sobre sus rodillas haciendo que su rostro quedara justo enfrente de la entrepierna de YuGyeom y suspiró contra ella. El menor llevaba unos vaqueros de tela gorda y los calzoncillos, pero aun así, el aliento del otro traspasó todo aquello y el chico lo sintió cómo si hubiera suspirado directamente contra su miembro, haciendo que sus rodillas flaquearan. No estaba acostumbrado a aquello, normalmente era él quien hacía aquello con el mayor porque para que JinYoung lo hiciera, YuGyeom tenía que arrastrarse y suplicarle, así que, cuando éste comenzó a desabrocharle los vaqueros y a bajárselos por las piernas, agradeció enormemente estar echado contra la puerta de entrada del piso, porque si no, se habría caído al suelo.

En el momento en el que los labios de JinYoung rozaron su miembro de forma delicada, la mente de YuGyeom dejó de pertenecerle y su sentido del tacto fue lo que se apoderó de él, lo único que pudo hacer fue disfrutar de las cuidadas atenciones del mayor en su miembro hasta que no pudo contenerse más y acabó corriéndose, sin poder avisar a JinYoung de que lo iba a hacer, por lo que el mayor acabó tragando su semen después de sacar su miembro de su boca, donde había jugado con él de tal forma que YuGyeom se había sentido en el paraíso durante varios largos minutos.

—Adoro esta faceta de ti —murmuró sin aliento—, me gustaría conocer más de este JinYoung.
—Vamos a la cama —fue lo único que le dijo el mayor, con una sonrisa pícara, haciendo que YuGyeom volviera a sentirse excitado, porque aquella sonrisa era la promesa de una noche que no iba a olvidar jamás.

JinYoung comenzó a alejarse de él, quitándose el abrigo y dejándolo en la percha de la entrada, dejando los zapatos por cualquier lugar y después adentrándose en el piso. YuGyeom no tardó en seguirlo, aunque además de su abrigo y zapatos, el chico también dejó sus pantalones en la entrada y, desnudo de cintura para abajo hizo el mismo camino que el mayor hasta llegar a la habitación, donde éste lo esperaba sentado sobre la cama, mirándolo con deseo sin contenerse ni un poco. Le gustaba aquel JinYoung salvaje pero a la vez servicial, le gustaba tanto que YuGyeom comenzó a pensar que no iba a poder contenerse y que necesitaba internarse en su cuerpo, aunque fuera solo esa única noche.

En su relación, JinYoung siempre se había negado a que YuGyeom lo penetrara y éste había acabado aceptando aquel rol sin darle demasiadas vueltas porque le encantaba la forma en la que el mayor se internaba en su cuerpo y lo hacía sentirse en el paraíso. Sin embargo, en aquellos momentos, el menor no podía dejar de pensar que quizás podía aprovecharse de que JinYoung estaba borracho para cambiar las tornas. Eso estaba mal, estaba mal aprovecharse de alguien borracho e imponerse sobre él, pero YuGyeom no podía dejar de darle vueltas a aquello mientras se subía a la cama con el mayor y comenzaba a besarlo en los labios, en el cuello y en la poca piel que había desvelado pero que poco a poco iba siendo expuesta. Quizás no fuera ético, nada ético, pero aquella era la única oportunidad que tenía para poder hacerlo de esa forma y a YuGyeom lo tentaba demasiado.

El menor comenzó a desabrochar la camisa de JinYoung para besar su cuerpo desde sus clavículas hasta donde se perdía el fino vello que tenía bajo su ombligo, arrancando suspiros y gemidos débiles del mayor que lo animaban más y más a continuar con su exploración y que lo reafirmaban más en la decisión de ser él esa noche el que se internara en el cuerpo de JinYoung y no al revés. El mayor no solía gemir de esa forma, no solía dejar que YuGyeom supiera de aquella manera que lo estaba haciendo sentir bien, normalmente se mordía el labio inferior y agarraba con fuerza las sábanas de la cama; pero en esos momentos se deshacía en gemidos bajo su toque y el menor sentía que con cada sonido que escapaba de los labios de JinYoung se ponía mucho más duro, a pesar de que su miembro no estaba recibiendo atención alguna.

—JinYoung… JinYoung… —murmuró mientras volvía a besarlo en los labios—. Quiero que sientas lo mismo que yo siento siempre… quiero… quiero que disfrutes como yo lo hago —dijo entre beso y beso.
—¿Quieres metérmela? —cuestionó JinYoung, alejándose un poco de él, haciendo que YuGyeom buscara inconsciente sus labios de nuevo, como si fuera adicto a la droga que de ellos manaba, pero sin contestar a la pregunta, con miedo de que JinYoung le dijera que no—. ¿Quieres hacerlo? —le volvió a cuestionar, alejándose de nuevo y el menor supo que tenía que dar una respuesta.
—Sí.
—Entonces hazlo.

Y tras decir eso, en el rostro de JinYoung apareció una sonrisa pícara que hizo que YuGyeom se sintiera todavía más excitado de lo que ya se sentía porque la respuesta había sido afirmativa y el chico no perdió el tiempo. Antes de que el mayor se pudiera arrepentir de sus palabras, YuGyeom se bajó de la cama y buscó en el rincón del armario en el que JinYoung guardaba el lubricante y los condones y los cogió, escuchando de fondo la risa del mayor por aquella precipitación. Pero YuGyeom no tenía tiempo que perder, así que, tras dejar lo que necesitaba sobre la cama, se quitó el jersey y la camiseta que llevaba para quedarse completamente desnudo y después se echó sobre JinYoung, para poder quitarle los pantalones y los calzoncillos mientras éste seguía riendo sin poder parar.

YuGyeom se acercó a sus labios para darle un beso profundo que lo dejara sin aliento para que parara de reír y funcionó, porque JinYoung lo atrajo de nuevo cuando el beso terminó para dejarlo sin aliento también y el menor aprovechó para comenzar a tocar el desatendido miembro del otro, haciéndolo jadear dentro del beso.

—Quiero hacerte sentir bien —le dijo una vez se separaron, todavía masturbándolo—, aunque puede que te duela un poco al principio porque es la primera vez que lo hago.

JinYoung asintió, esbozando una sonrisa cálida que hizo que el corazón de YuGyeom se saltara un latido y que su conciencia dejara de pincharle con que lo que iba a hacer estaba un poco mal. Había recibido el consentimiento del mayor, así que tenía que aprovechar para hacerlo sentir de la misma forma que él mismo se sentía, quizás y solo quizás, de aquella forma JinYoung accediera de vez en cuando a que se intercambiaran los papeles.

Por ese motivo, YuGyeom dejó de masturbar durante unos momentos al mayor para destapar el bote de lubricante y echar un poco del líquido viscoso sobre sus dedos y contra el ano de JinYoung, para poder comenzar a prepararlo de la forma más lenta y suave que podía. El cuerpo del mayor se tensó ante la actividad desconocida en aquella zona, pero YuGyeom insistió en seguir de aquella forma lenta, echando lubricante de vez en cuando para que todo fuera menos doloroso y masturbando también el miembro de JinYoung para así alejar de su mente cualquier tipo de dolor o molestia que pudiera sentir mientras YuGyeom seguía introduciendo dedos en su cuerpo, creando el máximo espacio posible para que su miembro pudiera internarse en su cuerpo.

—YuGyeom–ah —jadeó el mayor cuando dos de sus dedos entraban perfectamente en su interior—. Por favor… ya…

Y no tuvo que pedírselo dos veces para que el menor sacara por fin sus dedos de su recto y se pusiera el condón para esta vez comenzar a introducir su miembro lentamente hasta que estuvo dentro por completo y ambos gimieron a la vez, JinYoung por sentirse totalmente lleno y YuGyeom por encontrarse apretado por las paredes del mayor. Durante unos momentos se quedaron así, tratando de acostumbrarse a aquella nueva forma de mantener relaciones sexuales, hasta que JinYoung comenzó a mover sus caderas lentamente, tratando de hacer más profunda la penetración de lo que ya lo era y YuGyeom se dio cuenta de que podía comenzar a moverse lentamente, haciéndolos gemir a ambos, hasta que, poco a poco, comenzó a aumentar la velocidad de sus embestidas.

El fuego empezó a acumularse en su bajo vientre, avisándolo de que no iba a tardar demasiado en llegar al orgasmo dentro del cuerpo de JinYoung, por lo que YuGyeom comenzó a masturbar al mayor para que este también pudiera disfrutar del maravilloso clímax más o menos a la vez que él y que las sensaciones se multiplicaran y todo fuera mucho más exquisito y especial. Durante unos minutos, en la habitación solo se escucharon los muelles de la cama, unidos al sonido de sus jadeos y respiraciones aceleradas hasta que, finalmente, ambos se corrieron y YuGyeom sintió que aquella había sido una de las mejores experiencias sexuales de su vida.

Cuando recuperó un poco la respiración, YuGyeom salió del cuerpo de JinYoung y se quitó el condón para poder tumbarse en la cama junto al mayor y descansar porque todavía sentía reminiscencias del exquisito orgasmo que había sentido momento antes y necesitaba reponerse. Ambos estaban sudorosos y pegajosos, pero aquella era una sensación a la que estaba acostumbrado debido al baile, así que no le prestó ninguna atención cuando se abrazó a JinYoung.

—Ha sido magnífico… —murmuró, esperando una respuesta parecida por parte del mayor, pero ésta no se dio, así que, YuGyeom se alzó un poco en la cama para poder mirar el rostro del otro—. ¿JinYoung?

JinYoung lo miró fijamente y con el ceño fruncido en cuanto dijo su nombre y, en ese momento, YuGyeom se dio cuenta de que al mayor se le había pasado la borrachera y que le quedaban unos pocos segundos de vida. Intentó formar una excusa, pero antes de que pudiera decir nada, JinYoung ya había saltado sobre él como si tuviera un resorte y había comenzado a pegarle, dándole la paliza de su vida, la paliza que YuGyeom tenía que recibir por parte del JinYoung normal que jamás había estado a su merced y que nunca se habría dejado penetrar.

—¿Quieres que te mate? ¿Eso es lo que quieres? ¿Cómo te atreves? —decía JinYoung mientras le pegaba una y otra vez y soltaba todo tipo de insultos entre medias—. ¡Voy a acabar contigo!

YuGyeom trató de defenderse de los golpes lo mejor que pudo, pero no podía hacer mucho contra la furia de un JinYoung que acababa de perder su virginidad anal y que había recuperado su personalidad normal. El menor sabía que después de aquella paliza iba a acabar con moretones por todo el cuerpo, pero también sentía que, a pesar de eso, el placer merecía los golpes que estaba recibiendo… y no solo el placer que había sentido él, sino el que también había sentido JinYoung. Aquella había sido una noche única que probablemente no se volvería a repetir en mucho tiempo.





Notas finales:
Si queréis saber sobre los hábitos de bebida de los miembros de GOT7, aquí tenéis lo que ellos mismos dijeron una vez y la fuente que he tomado yo para hacer la primera parte de esta historia.
—Bueno, por si no os habéis dado cuenta, lo del premio me lo he inventado, pero me apetecía mucho que algo así sucediera y que fuera el desencadenante de la borrachera y de todo lo que ha pasado después en el fic.
—Y siento que los demás miembros de GOT7 hayan aparecido de pasada en el fic porque lo que de verdad me interesaba eran estos dos y su relación.

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