Título: Goodbye my lover
Autora: Riz Aino
Parejas: YoungMi (NaYoung +
Somi) (I.O.I)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, romance, angst
Número
de palabras:
790 palabras
Resumen: cada persona vive su
vida a un ritmo distinto… y hay veces que es totalmente imposible que los
ritmos de dos personas coincidan.
Notas: drabble escrito a
raíz de este edit que un día se me ocurrió hacer y que me gustó demasiado.
Comentario
de autora:
sé que esta no es una pareja muy convencional, pero a mí siempre me ha gustado
y quería quitarme el gusanillo de escribir sobre ella para ser feliz (o triste
porque no habrá mucha más interacción entre ellas y lloraré demasiado). Espero
que os guste.
Goodbye my lover
La
noche había caído en la ciudad de Seúl haciendo que la vida se volviera un poco
más relajada que cuando la luz del sol bañaba las calles, las farolas
iluminaban el camino, pero no daban tanta vitalidad como lo hacía el astro rey.
El termómetro también había bajado y en aquellos momentos había temperaturas
que se contaban en negativo; además, el cielo se había ido cubriendo durante
todo el día y unas nubes blancas que presagiaban nieve cubrían la ciudad. Por
todo esto, solo estaban en el exterior las personas que realmente tenían un
motivo para estar allí, como NaYoung, que tenía un buen motivo para deambular
por las calles en esos instantes.
La
chica debía coger el autobús que la iba a llevar hasta Incheon, donde tomaría
un avión hasta Pekín, el lugar en el que trabajaría a partir de la semana
siguiente.
Desde
que había acabado su carrera universitaria, su vida había dado un giro de
ciento ochenta grados y NaYoung apenas había tenido tiempo para sí misma,
comenzando a hacer prácticas aquí y allí y tratando de completar su formación.
Había llevado un par de años caóticos y en esos instantes volvería al ritmo más
pausado que había llevado durante la universidad y que al menos le había dejado
un poco de tiempo libre para ella —eso era al menos
lo que le habían dicho de aquel trabajo los que iban a ser sus futuros
compañeros y NaYoung había decidido creerlos, basándose en sus publicaciones de
weibo—.
El primer copo de nieve cayó cuando
NaYoung se acababa de sentar bajo la marquesina de la parada del autobús,
acomodando sus maletas cerca de ella para vigilarlas. Había más personas allí,
pero la chica no reparó en ellas, sino que simplemente observó la nieve caer
lenta y suavemente sobre la ciudad, con la mirada perdida en el infinito y su
mente perdida en sus recuerdos… los recuerdos de la última vez que había nevado
en Seúl, hacía ya cerca de un año.
NaYoung recordaba perfectamente
aquella última nevada que había presenciado, cómo había sacado un poco de
tiempo para poder salir y disfrutar del tiempo libre y cómo había cortado con
su novia.
Somi. Aun le dolía todo aquello, aún
le hacía daño recordarla, aún seguía queriéndola a pesar de que ya no
estuvieran juntas y cada una estuviera viviendo su vida a su propio ritmo. Pero
había tenido que dar ese paso que les había roto el corazón a ambas… si ella no
lo hubiera hecho, todo habría sido aún peor para las dos y no habrían podido
seguir con sus vidas de la forma en la que lo habían hecho.
Habían comenzado a salir cuando
NaYoung ya estaba en la universidad, mientras que Somi aún se encontraba en el
instituto y a ninguna le había importado la diferencia de edad jamás… pero
cuanto más tiempo pasaba, aquella diferencia de edad y diferencia de vida se
había ido haciendo más acusada y, mientras Somi se agobiaba por sus exámenes en
el instituto, NaYoung se desvivía tratando de hacer todo lo que le pedían en
aquella empresa en la que había comenzado a hacer sus prácticas. Sus vidas iban
a un ritmo totalmente diferente y ninguna de las dos podía adaptarse a la vida
de la otra, por lo que la mayor había tenido que tomar aquella decisión, la decisión de
despedirse de su amor para que ambas pudieran encontrar un nuevo equilibrio en
sus vidas.
La
última vez que había nevado, NaYoung le había pedido a Somi un poco de tiempo
para que pudieran hablar y finalmente había acabado con su relación. Después de
aquello, había tratado de no pensar en ello, porque su corazón todavía dolía
cuando lo hacía… sin embargo, viendo la nieve caer había sido imposible para
ella no recordar aquel momento en el que todo había acabado entre las dos,
mientras pensaba que ojalá sus vidas hubieran llevado el mismo ritmo, porque de
aquella forma, ambas podrían seguir amándose sin ningún problema.
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