sábado, 13 de enero de 2018

[Drabble] 2017 Rookies Ask Drabbles: 이 자리에 (Always) {SeonLin}



Título: 자리에 (Always)
Autora: Riz Aino
Pareja: SeonLin (GuanLin + SeonHo) (Produce 101|United Cube)
Clasificación: PG
Géneros: AU, fluff, drama, romance
Número de palabras: 573 palabras
Resumen: SeonHo es lo único que GuanLin tiene en este mundo.
Aclaraciones: drabble inspirado en este dj.
Notas: drabble escrito para Anonymous.
Comentario de autora: quería hacer algo fluffy y bonito para este ff porque son dos bebés super cutes y adorables y no he podido resistirme a escribir esto. Espero que os guste.

이 자리에 (Always)

GuanLin cerró la puerta de su habitación dando un portazo y después echó el pestillo, no queriendo que nadie fuera a molestarlo. Odiaba a su familia con toda su alma y no quería ver a nadie, ni siquiera a su hermana. Lo único que quería era que lo dejaran tranquilo. El chico estaba cabreado, porque no tenían bastante con haberlo alejado de sus amigos o haberse mudado a otro país con otro idioma completamente diferente que aprender; no, no tenían suficiente con eso, ahora también querían que él dejara el baloncesto, lo único que hacía sus días allí algo más soportables.


Se tumbó sobre la cama con rabia, teniendo ganas de llorar pero sin querer hacerlo porque eso solo demostraba que era débil… y Lai GuanLin no era débil de ninguna de las formas.

Unos segundos más tarde, por el rabillo del ojo vio una bolita dorada aproximarse hasta él volando desde su escritorio hasta posarse sobre su pecho. El pollito lo miró a los ojos y GuanLin se forzó a esbozar una pequeña sonrisa para después acariciar su cabeza suavemente, pero obviamente, no lo engañó. Unos segundos después, sentía el pico del animal contra sus labios y más tarde, el peso de un muchacho sobre su cuerpo.

—¿Por qué estás triste? —le preguntó el chico.

Sin embargo, GuanLin no respondió a la pregunta, simplemente se abrazó al cuerpo desnudo del muchacho que acababa de aparecer y dejó que su presencia lo calmara.

Al principio, todo había sido demasiado raro. Pocos días después de mudarse a Seúl desde su Taiwán natal, GuanLin había dado una vuelta por el barrio para despejarse y se había encontrado a un pollito en una caja, tiritando de frío. Sin corazón para poder dejarlo allí, se lo había llevado hasta casa para cuidarlo; sin embargo, cuando se había despertado a la mañana siguiente, en el lugar en el que había dejado al pollito, había un muchacho desnudo. GuanLin había gritado, casi había muerto del susto y cuando el chico se despertó por el estruendo, estuvo a un segundo de echarlo de casa. No obstante, éste se presentó, le dijo que era un ángel que había ido a cuidar de él y que era el pollito que había recogido de la calle la noche anterior.

GuanLin no lo creyó, no al menos hasta que el muchacho le dio un beso en los labios y un segundo después se había convertido en aquella bolita dorada que había recogido de la calle.

De aquello había pasado casi un mes y SeonHo —así se llamaba el ángel— había sido la única compañía que GuanLin había podido soportar y también la única persona que lo había ayudado a adaptarse y que había hecho sus días mucho más fáciles. Con él a su lado, el chico se sentía feliz, aunque dependiera demasiado de él.

—No me dejes nunca… —murmuró como respuesta finalmente.
—No lo haré. Siempre estaré junto a ti.




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