Título: The birth of the
truth
Autora: Riz Aino
Pareja: Youngyeom (YoungJae
+ YuGyeom) (GOT7)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, fantasy, drama, romance?
Número de
palabras:
889 palabras
Resumen: YuGyeom había pasado
la mayor parte de su vida preparándose para cazar dragones… sin saber que en su
primera cacería acabaría aprendiendo la verdad oculta tras aquellos seres.
Advertencias: muerte de personajes
no principales (no tienen ni nombre ni cara, ni les vais a haber cogido cariño
antes de que se mueran, la verdad).
Notas: drabble escrito para
el día 12 del Inktober 2019, cuya palabra era “dragon”, así que, como todos los
temas de fantasía son mi debilidad y me fascinan, no pude evitar lanzarme a
ello.
Comentario
de autora:
los fanfics de cazadores de dragones y yo tenemos una especial relación desde
el inicio de los tiempos y de vez en cuando me apetece un montón escribir algo
de este estilo. Espero que os guste.
The birth of
the truth
YuGyeom
había soñado miles de veces sobre cómo debía de ser su primera cacería de dragones,
había imaginado muchas otras como debería de ser, había interrogado a los
expertos cazadores del pueblo cómo eran… y, durante los años en los que se preparaba
para ser cazador, el muchacho se había hecho una idea muy clara de cómo acabaría
siendo dicha cacería. La realidad, no obstante, no se había parecido en nada a
lo que había imaginado, había sido mucho peor.
Cuando la cacería había comenzado,
cuando habían entrado en el nido de un dragón, para acabar con todos aquellos
seres que se encontraran en su camino, los cazadores habían caído en una trampa
tendida por los dragones, una trampa que ninguno de ellos había previsto, una
trampa mortal que había provocado que todos los cazadores perecieran… todos los
cazadores menos YuGyeom, quien se había quedado atrás por orden de los
expertos, para observar primero cómo se desarrollaba la caza y unirse más
tarde, cuando ésta hubiera finalizado, tal como siempre habían hecho aquellos
que iban a una cacería por primera vez. Observar y aprender, era lo que debía
de haber hecho en aquel lugar… no presenciar una masacre. El chico se había
preparado prácticamente toda su vida para ser cazador de dragones, pero no
había estado preparado mentalmente para aquello.
El chico se quedó paralizado ante la
escena, viéndola desde el exterior de la cueva, sin poder hacer absolutamente
nada para ayudar a los cazadores que habían entrado. Sabía que debía de correr
hacia el pueblo, dar la voz de alarma, avisar a los demás de lo que había
pasado y prepararse para volver con el segundo grupo de cazadores para
recuperar los cuerpos de sus compañeros y tratar de tomar venganza… pero sus
piernas se negaban a moverse, era imposible para él ordenarles que debían de
hacerlo, de la misma forma que le era imposible escuchar sus propios
pensamientos, opacados por el golpeteo incesante de su corazón, reverberando en
todo su cuerpo.
Sin embargo, por ser incapaz de
moverse y de volver al pueblo a buscar ayuda… YuGyeom acabó presenciando la
verdad oculta tras los seres que siempre habían cazado.
Una vez la emboscada había
finalizado, saldándose con una decena de cazadores muertos, los dragones que se
encontraban en aquel nido fueron envueltos en una luz cegadora durante unos
instantes, una luz cegadora que provocó que YuGyeom tuviera que cerrar sus ojos.
Para cuando los abrió, en el lugar ya no había rastro de ningún dragón,
simplemente había humanos, humanos sobre el suelo, muertos y humanos de pie
junto a ellos, en los mismos lugares en los que habían estado los dragones unos
momentos antes. El chico no tenía que ser muy listo para sumar dos más dos y
darse cuenta de lo que acababa de suceder y de lo que él acababa de conocer,
una información que estaba completamente seguro que nadie más conocía.
Los dragones que durante tantos siglos
habían estado cazando… también eran en parte humanos.
Con aquella información, YuGyeom
trató de hacer que sus piernas volvieran a moverse para volver de una vez al
pueblo y explicar todo lo que había ocurrido en aquel lugar. No obstante, antes
de poder conseguirlo, uno de los dragones —uno de los humanos— que había estado de
espaldas a él durante todo aquel tiempo, se giró en redondo, provocando que
YuGyeom pudiera ver su rostro, quedándose de piedra… porque aquel era su amigo
YoungJae, el muchacho del pueblo vecino junto al cual había vivido mil y una
aventuras mientras ambos crecían, el chico que le había dicho mil veces que
dejara el camino de cazador de dragones, aquel que el día anterior le había
pedido que no fuera a su primera cacería, que se quedara junto a él, porque
sería muy peligroso y no quería que le ocurriera nada.
Y YuGyeom se sintió completamente
mareado al enterarse de aquella información y tuvo que dejarse caer contra la
pared de piedra de la entrada de la cueva, resbalándose por ella hasta acabar
en el suelo, tratando de procesar toda la información, sin saber cómo
reaccionar ante nada y sin saber qué era lo que debía hacer… pensando que
habría sido muchísimo mejor haberse quedado junto a YoungJae, haber dejado el
camino de cazador de dragones cuando éste se lo había pedido y no haber
conocido nunca aquella verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario