Título: We are…
Autora: Riz Aino
Pareja: SeulJoy (SeulGi + Joy) (Red Velvet)
Clasificación: PG
Géneros: AU, fluff
Número de palabras: 762 palabras
Resumen: SeulGi llega a su nuevo lugar de trabajo, justo al lado
se encuentra la floristería en la que SooYoung trabaja.
Notas: drabble escrito para Kiwi, que quería algo de contraste
entre un flowersop!au y un tattooartist!au.
Comentario de
autora: la verdad es que al
inicio no sabía qué hacer, pero a raíz de comenzar a escribir las ideas
vinieron a mí, una detrás de otra. Espero que os guste.
We are…
El día que SeulGi fue a su
nuevo trabajo hacia las afueras de la ciudad no sabía exactamente en qué lugar
se encontraba la pequeña tienda en la que iba a pasar mínimo hasta que se le acabara
el contrato, por este motivo, la chica dio varias vueltas a la manzana hasta
que acabó encontrando su lugar de trabajo, encajonado entre un bloque de pisos
bastante destartalado y una floristería que desprendía aquel ambiente cálido
que a la chica tanto le disgustaba. Ella era una persona mucho más sombría a
pesar de que solía vestir de colores brillantes y tintarse el cabello de
diversos colores, al igual que la mayoría de los tatuajes que adornaban su
cuerpo tenían notas de color. A la chica le desagradó un poco que un lugar así
estuviera justo al lado de la tienda de tatuajes y piercings en la que iba a
trabajar, ya que ni siquiera sus fachadas, una de colores vivos y la otra llena
de negro y calaveras, coincidían en estilos.
Sin embargo, SeulGi se
forzó a pasar de aquello y a respirar hondo. Iba a trabajar allí y, aunque no
le gustara, debía de hacer la vista gorda porque aquella tienda era la única en
la que le daban un sueldo con el que más o menos podía vivir sin tener que pasar
hambre. No le gustaba la floristería, pero aquello no era algo que estuviera en
su mano cambiar, así que, se acabaría acostumbrando a ello y listo.
Con aquel pensamiento en
su mente, SeulGi se encaminó hacia la puerta de su trabajo; sin embargo, antes
de que pudiera dar un par de pasos, la puerta de la floristería se abrió y por
ella salió una chica de pelo tintado de rubio estridente con una sonrisa enorme
en su rostro con varias macetas en sus manos que comenzó a colocar por el
exterior para decorar un poco el lugar y que llamara la atención de los
transeúntes. Sin pretenderlo, SeulGi se la quedó mirando porque la chica
parecía tan brillante en contraposición a cómo era ella, que le llamó bastante
la atención y, cuando la chica se giró y la vio observándola, le sonrió
cálidamente, como si no le hubiera molestado aquella mirada fija.
—¿Hay algo en lo que pueda
ayudarte? —le preguntó, con una voz muy dulce y SeulGi sintió escalofríos por
toda su columna vertebral—. ¿Querías alguna flor o alguna maceta? Tengo para
todos los gustos.
—No, no —respondió ella,
intentando ser educada—. Voy a empezar a trabajar aquí al lado y me ha llamado
la atención la floristería, solo eso.
—Oh, entonces nos vamos a
ver mucho —dijo la muchacha, con una sonrisa todavía más amplia—. Mi nombre es
SooYoung, encantada de conocerte.
SeulGi simplemente
asintió, pero ni tomó la mano que le tendía ni le respondió a la presentación
con su nombre porque no quería tener ninguna clase de relación con aquella
chica. Era tan brillante que la apabullaba.
—Debería ir entrando. No
puedo llegar tarde el primer día —respondió en su lugar, haciendo que la
sonrisa que había esbozado SooYoung muriera lentamente en sus labios antes de
desaparecer.
—Sí, claro… —murmuró—.
¡Suerte!
SeulGi volvió a asentir de
nuevo y, después de mirar una última vez a la otra chica de arriba abajo, se
dirigió hacia la tienda de al lado y abrió la puerta para desaparecer dentro de
la oscuridad con la que estaba acostumbrada a tratar y de la que le gustaba rodearse.
Ella entendía que todo el mundo era diferente y que las personas brillantes
también tenían derecho a existir, pero SeulGi prefería no relacionarse mucho
con ellas, así que, tampoco se relacionaría demasiado con SooYoung a no ser que
fuera estrictamente necesario.
Lo que SeulGi no sabía en
ese momento era que a pesar de que ella no quisiera relacionarse con la otra
chica, el Destino le tenía reservado algo totalmente diferente a lo que ella
quería: un futuro del que SooYoung formaría parte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario