sábado, 22 de febrero de 2020

[Drabble] Revel Up Project: We are... {SeulJoy}


Título: We are…
Autora: Riz Aino
Pareja: SeulJoy (SeulGi + Joy) (Red Velvet)
Clasificación: PG
Géneros: AU, fluff
Número de palabras: 762 palabras
Resumen: SeulGi llega a su nuevo lugar de trabajo, justo al lado se encuentra la floristería en la que SooYoung trabaja.
Notas: drabble escrito para Kiwi, que quería algo de contraste entre un flowersop!au y un tattooartist!au.
Comentario de autora: la verdad es que al inicio no sabía qué hacer, pero a raíz de comenzar a escribir las ideas vinieron a mí, una detrás de otra. Espero que os guste.

We are…

El día que SeulGi fue a su nuevo trabajo hacia las afueras de la ciudad no sabía exactamente en qué lugar se encontraba la pequeña tienda en la que iba a pasar mínimo hasta que se le acabara el contrato, por este motivo, la chica dio varias vueltas a la manzana hasta que acabó encontrando su lugar de trabajo, encajonado entre un bloque de pisos bastante destartalado y una floristería que desprendía aquel ambiente cálido que a la chica tanto le disgustaba. Ella era una persona mucho más sombría a pesar de que solía vestir de colores brillantes y tintarse el cabello de diversos colores, al igual que la mayoría de los tatuajes que adornaban su cuerpo tenían notas de color. A la chica le desagradó un poco que un lugar así estuviera justo al lado de la tienda de tatuajes y piercings en la que iba a trabajar, ya que ni siquiera sus fachadas, una de colores vivos y la otra llena de negro y calaveras, coincidían en estilos.


Sin embargo, SeulGi se forzó a pasar de aquello y a respirar hondo. Iba a trabajar allí y, aunque no le gustara, debía de hacer la vista gorda porque aquella tienda era la única en la que le daban un sueldo con el que más o menos podía vivir sin tener que pasar hambre. No le gustaba la floristería, pero aquello no era algo que estuviera en su mano cambiar, así que, se acabaría acostumbrando a ello y listo.

Con aquel pensamiento en su mente, SeulGi se encaminó hacia la puerta de su trabajo; sin embargo, antes de que pudiera dar un par de pasos, la puerta de la floristería se abrió y por ella salió una chica de pelo tintado de rubio estridente con una sonrisa enorme en su rostro con varias macetas en sus manos que comenzó a colocar por el exterior para decorar un poco el lugar y que llamara la atención de los transeúntes. Sin pretenderlo, SeulGi se la quedó mirando porque la chica parecía tan brillante en contraposición a cómo era ella, que le llamó bastante la atención y, cuando la chica se giró y la vio observándola, le sonrió cálidamente, como si no le hubiera molestado aquella mirada fija.

—¿Hay algo en lo que pueda ayudarte? —le preguntó, con una voz muy dulce y SeulGi sintió escalofríos por toda su columna vertebral—. ¿Querías alguna flor o alguna maceta? Tengo para todos los gustos.
—No, no —respondió ella, intentando ser educada—. Voy a empezar a trabajar aquí al lado y me ha llamado la atención la floristería, solo eso.
—Oh, entonces nos vamos a ver mucho —dijo la muchacha, con una sonrisa todavía más amplia—. Mi nombre es SooYoung, encantada de conocerte.

SeulGi simplemente asintió, pero ni tomó la mano que le tendía ni le respondió a la presentación con su nombre porque no quería tener ninguna clase de relación con aquella chica. Era tan brillante que la apabullaba.

—Debería ir entrando. No puedo llegar tarde el primer día —respondió en su lugar, haciendo que la sonrisa que había esbozado SooYoung muriera lentamente en sus labios antes de desaparecer.
—Sí, claro… —murmuró—. ¡Suerte!

SeulGi volvió a asentir de nuevo y, después de mirar una última vez a la otra chica de arriba abajo, se dirigió hacia la tienda de al lado y abrió la puerta para desaparecer dentro de la oscuridad con la que estaba acostumbrada a tratar y de la que le gustaba rodearse. Ella entendía que todo el mundo era diferente y que las personas brillantes también tenían derecho a existir, pero SeulGi prefería no relacionarse mucho con ellas, así que, tampoco se relacionaría demasiado con SooYoung a no ser que fuera estrictamente necesario.

Lo que SeulGi no sabía en ese momento era que a pesar de que ella no quisiera relacionarse con la otra chica, el Destino le tenía reservado algo totalmente diferente a lo que ella quería: un futuro del que SooYoung formaría parte.





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