Part
Four
Y después de aquella
pequeña conversación, WooSeok cerró el chat, bloqueó el móvil y lo dejó encima
de la mesa bocabajo para no ver las notificaciones en la pantalla cuando éstas
llegasen. Había cortado de una forma un poco brusca, pero si hubiera seguido
hablando con el mayor lo habría acabado liando para que fuera a su piso a
estudiar y al final no habrían estudiado nada. Ya había pasado aquello cuando
empezaron los exámenes del semestre y, en lugar de estudiar, habían estado
lanzándose miraditas el uno al otro hasta que habían acabado morreándose sobre
la cama de SeungWoo. Se habían detenido antes de ir a más porque WooSeok había
estado gimiendo débilmente, no pudiendo controlar su voz, y YoHan había llegado
a casa en ese mismo momento, por lo cual no habían podido seguir adelante sin que
el otro se enterara de lo que estaban haciendo.
Había sido duro separarse y tratar de concentrarse de nuevo y, al final,
habían perdido la tarde y no habían hecho absolutamente nada —ni habían
estudiado, ni se habían enrollado— por eso, WooSeok no se podía permitir que
pasaran otra tarde de aquella forma. Cuando terminaran los exámenes tendrían
todo el tiempo del mundo para hacer todo lo que quisieran juntos.
WooSeok
sacudió su cabeza levemente para quitarse de la mente la conversación que
acababa de tener con SeungWoo porque si pensaba en ella, si pensaba en él, no
se podía concentrar en el amplio temario que tenía ante él, que era en lo que
se tenía que enfocar, porque solo le quedaba un día para hacer el examen de
aquella asignatura del demonio y solo le quedarían seis días más para
prepararse el temario de la otra que le quedaba para el último examen… y
aquella era la asignatura más jodida que había tenido en el semestre, por lo
que no se lo podía permitir, no podía permitirse distraerse pensando en
SeungWoo. Porque vale que SeungWoo era su primer novio serio en un par de años,
en los que solo había tenido algún rollo pasajero o había estado completamente
solo y por eso estaba muy ilusionado —el mayor también estaba muy ilusionado
con él porque era su primera relación en mucho tiempo— y se querían ver a todas
horas y estar todo el rato encima el uno del otro, pero tenían que sobrevivir a
aquel periodo de exámenes separados o si no les iba a ir muy mal en la vida.
WooSeok
se recolocó sus gafas redondas, ya que se le habían ido resbalando por el
puente de su pequeña nariz en todo aquel rato que no había estado haciendo nada
y se metió de lleno de nuevo en sus apuntes, tratando de memorizar aquellos
datos importantes que todavía se le escapaban y necesitaba saber. No duró
demasiado concentrado de aquella manera porque su mente comenzó a divagar de
nuevo pensando en SeungWoo… y el chico quiso darse de cabezazos contra la mesa,
pero se contuvo de hacerlo porque en la habitación de al lado se encontraba estudiando
SeungYoun y no podía molestarlo tampoco tan solo porque él no pudiera
concentrarse en nada que no fuera SeungWoo —aunque SeungYoun lo había molestado
muchísimo con sus sesiones de besuqueos con HanGyul nada disimulados en los
últimos tiempos y en general en su vida desde que, por razones que a WooSeok se
le escapaban todavía, se habían hecho amigos—.
El
chico suspiró profundamente, dándose cuenta de que no iba a poder concentrarse
de nuevo en un buen rato en lo que debía estudiar, pero sintiéndose culpable
porque acababa de hacer un descanso para hablar con SeungWoo y no quería dejar
de hacer cosas medio productivas tan pronto. Cogió entonces su agenda y un
bolígrafo de los que tenía sobre la mesa y se inclinó sobre ella para escribir
y planear cómo tenían que ser sus próximos días si quería aprovechar al máximo
las horas para el siguiente examen que tenía. No tenía muchos días, el temario
era demasiado extenso y él solo le había podido echar algunos vistazos aquí y
allá mientras estudiaba para los demás exámenes, por lo que cualquier cosa que
hiciera sus días más productivos, le vendría bastante bien —y, de paso, se
concentraba en algo que no fuera SeungWoo y podía utilizar aquella
concentración para volver a ponerse a estudiar—.
No
obstante, mientras estaba planificando sus días, WooSeok se dio cuenta de algo
importante en lo que no había caído. Su último examen era el treinta y uno de
enero y el martes siguiente era el año nuevo lunar y hacía meses que tenía
sacado el billete del bus para ir a su casa justo ese mismo viernes por la
tarde, para aprovechar al máximo el parón entre semestres descansando. A
aquellas alturas no podía cambiar en billete porque no habría siquiera hueco
para poder irse, con todo el mundo viajando hasta sus hogares en las mismas
fechas, y eso lo dejaba con cero tiempo para ver a SeungWoo hasta después de
las vacaciones, porque éste se iría a Busan con su familia y luego estaría
demasiado atareado ayudando a su hermano a mudarse a Seúl, ya que lo habían
aceptado en una de las universidades de la capital, y también arreglando sus
papeles de la universidad porque acababa aquel semestre.
WooSeok
se quiso pegar un cabezazo contra la mesa y aquella vez lo hizo, preocupándole
muy poco cómo sonó el golpe y lo mucho que le dolió éste. Tenía una cosa muy
importante que tratar de sacar… y eso era una cita con SeungWoo antes de año
nuevo, lo cual no iba a ser una tarea fácil porque tenían que cuadrar los días
—más bien, WooSeok tenía que cuadrar sus días para poder hacerlo todo—. Por ese
motivo, dedicó los siguientes minutos a terminar de arreglar su agenda de
estudio para sacar una tarde libre sin que eso le supusiera demasiado
académicamente para poder ver a SeungWoo antes de las vacaciones. Cuando lo
tuvo todo listo volvió a coger su teléfono móvil para dejarle un mensaje a su
novio comentándole aquello de lo que se acababa de dar cuenta y lo que había
estado haciendo en aquel rato.
Hyung, acabo de darme cuenta de algo
Mi último examen termina y me tengo que ir a casa
Ya tengo el billete sacado
Bueno, ya lo tenía desde hace semanas así que no puedo cambiarlo
Y he pensado si podíamos vernos una tarde
He hecho hueco para poder hacerlo
Sin sentirme culpable por no estar estudiando quiero decir
¿Te viene bien que nos veamos el lunes?
Por la tarde
Es verdad… las fiestas…
¡Claro que sí!
Podemos vernos el lunes por la tarde sin problema
Y… si quieres podemos pasar la noche juntos también
¡Hyung!
Vale, vale…
Era solo una propuesta
Espero que no te quite mucho tiempo
No, no te preocupes
Lo tengo todo controlado
Me vuelvo a estudiar
¡Corre!
WooSeok soltó su móvil de nuevo en
la mesa con una sonrisa gigante que prácticamente no le cabía en la cara y
volvió a coger los apuntes para ponerse a estudiar aquella vez de firme, sin
que su cabeza le dedicara ni un solo pensamiento a SeungWoo. Durante la mayor
parte del tiempo lo consiguió, concentrarse sin que nada —ni nadie— más ocupara su mente… aunque en algunos momentos no pudo
evitar dedicarle algún que otro pensamiento a la cita del lunes y a lo que
haría juntos antes de que las vacaciones los dejaran sin poder encontrarse
durante algo de tiempo.
~
SeungWoo
abrió sus brazos ampliamente y afianzó su postura en el suelo para recibir el
cuerpo menudo del chico que corría hacia él y que chocó contra su pecho a gran
velocidad, el mayor prácticamente no se movió de su sitio a pesar del impacto y
simplemente rodeó el cuerpo de WooSeok con sus brazos, apretándolo fuertemente
contra sí y no pudiendo evitar que una sonrisa amplia se instalara en su rostro
cuando éste rodeó con sus brazos su cintura y se apretó todavía más contra él.
Lo había echado demasiado de menos… y parecía que WooSeok también lo había
echado de menos. No se habían visto desde que unos días antes de las vacaciones
se encontraran durante un par de horas… y de aquello había hecho casi un mes.
Habían hablado cada día, por supuesto, pero aquel parón en las clases de la
facultad y aquella distancia entre los hogares de ambos había hecho imposible
que hubieran podido quedar para verse y eso había matado un poco por dentro a
SeungWoo. Pero en aquel momento se alegraba demasiado de poder estar de nuevo
en Seúl y poder tener el cuerpo de WooSeok entre sus brazos como había deseado
cada día desde que se habían tenido que separar.
—¿Ha ido bien el viaje? —le cuestionó WooSeok
desde su pecho.
—Me duele un poco todo el cuerpo porque el
autobús es demasiado incómodo —replicó—, pero ahora que estás aquí conmigo se
me han pasado todos los dolores.
—Ugh… cursi —murmuró el chico, separándose de él
para ponerle mala cara por su comentario y luego sonreír antes de volver a
esconder su rostro en su pecho.
Estuvieron así unos momentos más,
simplemente abrazados el uno al otro, ignorando deliberadamente las miradas que
las demás personas que pasaban por su lado les dedicaban, hasta que, finalmente
se separaron en uno del otro, sonriéndose. El corazón de SeungWoo se saltó un
latido cuando vio aquella preciosa sonrisa en el rostro de WooSeok y tardó unos
segundos en recomponerse a sí mismo, pero una vez lo hizo, tomó la mano del
chico con la suya y comenzó a andar sin rumbo fijo por aquella calle, solo
disfrutando de la compañía de la persona que tanto había echado de menos en las
últimas semanas.
—¿Qué tal ha ido todo el embrollo de la mudanza
de JunHo al piso? —le preguntó WooSeok mientras caminaban.
—He llegado ya al final de la mudanza —comentó—,
así que, seguro que me he perdido la mitad de los problemas y de las tonterías,
pero cuando he llegado esta mañana todavía tenían por medio un montón de cosas
—SeungWoo exhaló un profundo suspiro—. Algo que no entiendo, porque
prácticamente ya vivía con nosotros… no podía tener tantas cosas que traerse.
WooSeok rio fuertemente y su risa fue como miel
en sus oídos. También había echado de menos poder escuchar aquella risa, ya que
normalmente el chico reía de una forma más comedida y muy pocas veces dejaba
escapar aquel tipo de risa.
—¿Cómo te han ido a ti los primeros días con
tortolitos? —le preguntó. WooSeok puso sus ojos en blanco, provocando que esta
vez fuera SeungWoo quien riera.
—Ni me recuerdes que vivo con ese par —contestó
al final—. Como se han pasado un tiempo sin verse ahora están que no se separan
el uno del otro para nada —suspiró profundamente antes de comenzar a enumerar—.
Comen enganchados el uno al otro, se pasan el día besuqueándose y metiéndose
mano, se duchan juntos (y no quiero saber qué es lo que pasa dentro de la
ducha) y también duermen juntos.
—A este paso se van a aburrir el uno del otro,
estando todo el día así —comentó SeungWoo, pero WooSeok negó con un leve
movimiento de su cabeza.
—Más quisiera yo —murmuró—. Cada día se vuelven
más empalagosos y están más enchochados el uno con el otro… es un suplicio.
—Bueno —sonrió el mayor—, ahora que he vuelto
puedes venirte a mi piso todo lo que quieras y escapar de ese infierno de gente
empalagosa —WooSeok asintió—. YoHan y JunHo son bastante más discretos, al
menos lo han sido hasta ahora.
—Una agradable novedad, la verdad.
Caminaron un poco más por la ciudad, en la
recién estrenada primavera, y después entraron en una cafetería en la que
siguieron poniéndose al día de todo lo que les había sucedido en el tiempo que
no habían podido estar juntos, contándose más detalles de los que se habían
contado cuando hablaban por el móvil. SeungWoo le contó cómo había sido lo de
buscar residencia para que su hermano DongPyo estudiara en la capital, una
residencia que se adaptara a todas las exigencias del chico, porque lo había
sido mucho, y después también le habló más de cómo sus padres y su hermana
mayor SunHwa se habían tomado que les contara que tenía un novio precioso en
Seúl —ya que solo le había contado simplemente que la familia estaba contenta
por él, pero no le había dicho nada sobre cómo SunHwa se había pasado varios
días encima suyo haciéndole mil preguntas sobre WooSeok y pidiendo que le
enseñara mil fotos antes de decirle que cuando lo llevara a casa la avisara
para ella conocerlo o sino subiría a Seúl el día menos esperado para verlo—.
WooSeok, en cambio, le contó cómo había pasado
el resto del tiempo en la casa familiar, después de decirles que tenía pareja y
que su pareja no era precisamente una chica. Se lo habían tomado también bien,
SeungWoo se había sentido aliviado cuando el chico le había contado aquello en
una nota de voz un poco agitado porque justo acababa de pasar todo, pero se
habían quedado bastante sorprendidos y durante los siguientes días le habían preguntado
en más de una ocasión si estaba bromeando o era verdad lo que les había
contado. Con el paso de los últimos días lo habían ido asimilando y WooSeok les
había enseñado a sus padres algunas fotos de ellos dos juntos, provocando que
su madre no parara de decirle que invitara a SeungWoo a casa porque era muy
guapo.
—Que sepas que mi madre te adora ya y ni
siquiera te conoce —terminó de explicar WooSeok, dándole el último sorbo a su
taza de café.
—En mi familia es más de lo mismo —comentó
SeungWoo, con una enorme sonrisa en su rostro.
Después de pasar un rato más en la cafetería,
ambos salieron de nuevo a la calle, recibiéndolos un ambiente mucho más frío y
oscuro que el que habían tenido cuando se habían encontrado, pero no les
prestaron demasiada atención a las nubes cada vez más densas y oscuras sobre
sus cabezas, mucho más concentrados en disfrutar del tiempo juntos después de
tanto tiempo. Un grave error, por supuesto. Tenían que haber prestado atención
a las nubes que amenazaban con un tremendo chaparrón aquella tarde, tenían que
haberse detenido en una de las decenas de tiendas 24h por las que pasaron en su
paseo por la ciudad para comprar un paraguas grande bajo el que cupieran ambos
cuando el cielo descargara toda el agua, tenían que haber comenzado a dirigirse
a la casa más cercana para pasar el resto del tiempo juntos bajo techo sin
mojarse. No obstante, a ninguno se le ocurrió.
Por ese motivo, cuando el cielo comenzó a
descargar el agua que las oscuras nubes habían transportado, les pilló
completamente desprevenidos, en mitad de la calle, sin tener ningún sitio para
guarecerse, la lluvia cayendo sobre ellos y empapándolos.
—Mi piso no está muy lejos de aquí —dijo
SeungWoo mirando a su chico—. Como unos diez minutos.
—¿Corremos hacia allí? —le propuso WooSeok,
sorprendiéndolo.
—¿No prefieres meternos en algún portal mientras
llamamos a un taxi? —le preguntó.
—Estamos cerca, además, no es como si tuviéramos
mucho dinero como para gastarlo en un taxi, somos un universitario y un
post-universitario en paro pobres —respondió.
SeungWoo sonrió ante la explicación del chico,
tentado a explicarle que la semana que viene dejaría de estar en paro porque
había conseguido varias entrevistas de trabajo, pero simplemente se dejó
arrastrar cuando éste lo tomó de la mano y echó a correr en la dirección en la
que se encontraba su piso. La lluvia caía sobre ellos mientras atravesaban las
calles lo más rápido que podían, empapándolos por completo, calándoles la ropa
y nublando su vista cuando el agua mojaba sus pestañas y, a veces, se les hacía
complicado avanzar debido a las personas que iban en dirección contraria o que
simplemente se cruzaban en su camino con sus enormes paraguas —que al menos a
SeungWoo le complicaban mucho la vida porque estaban a la altura de su cabeza—.
Tardaron más de diez minutos en llegar a su piso
al final, empapados por completo y soltando agua por todas partes, pero ambos
tenían unas enormes sonrisas en sus rostros, no pudiendo parar de reír por la
situación.
~
—Entra a la ducha —fue lo que le dijo SeungWoo, empujándole levemente
por la espalda para que entrara al baño—, mientras te preparo algo de ropa para
cuando salgas, puedes coger la toalla verde grande que hay encima de la
estantería de metal.
Sin
embargo, a pesar de que SeungWoo lo estaba empujando levemente hacia el baño,
WooSeok no se movió de su sitio, plantando los pies en el suelo. No es que
fuera más fuerte que el mayor, ni de coña lo era, era un tirillas y SeungWoo lo
doblaba en tamaño, pero este no lo estaba empujando con fuerza, así que se
aprovechó de aquel hecho. Estaban solos en el piso, YoHan y JunHo no estaban y
le habían dejado un mensaje al mayor avisándole de que no iban a volver hasta
muy tarde aquella noche, estaban empapados y tenían que ducharse con agua
caliente y cambiarse de ropa lo más rápido posible… ¿por qué tenía que ducharse
él solo? ¿No podían hacerlo ambos a la vez?
—¿WooSeok? —murmuró SeungWoo al ver que no se
movía ni un solo milímetro.
—Entra conmigo a la ducha —replicó el chico,
girándose hacia él, mirándolo a los ojos, provocando que los del mayor
brillaran con curiosidad—. No quiero que tengas que estar más tiempo del
necesario mojado… —murmuró.
—¿Es solo eso? —le cuestionó SeungWoo, el brillo
de curiosidad mutó a uno de diversión y WooSeok acabó tragando saliva porque se
estaba metiendo en la boca del lobo y no sabía si iba a salir indemne de jugar
con fuego.
—¿Quizás…? —acabó diciendo.
SeungWoo le dedicó en ese momento una sonrisa
amplia, sus ojos formando una media luna, WooSeok no tardó en replicar aquel
gesto. Después, el mayor le echó su brazo izquierdo sobre los hombros a WooSeok
y ambos se dirigieron hacia el baño, cerrando la puerta con pestillo a sus
espaldas, por si acaso. El corazón de WooSeok comenzó a latir rápidamente
dentro de su pecho, con anticipación, mientras no podía parar de seguir con su
mirada todos los movimientos de SeungWoo dentro del estrecho baño, cómo cogía
las toallas, el gel y el champú o comprobaba que el agua de la ducha saliera
caliente. El chico contuvo la respiración cuando éste dejó finalmente de
moverse para quitarse la ropa, dejando su torso al descubierto y a WooSeok con
la boca abierta. Porque WooSeok sabía perfectamente que SeungWoo tenía un
cuerpo atlético, se veía a simple vista —y lo había notado en las ocasiones en
las que los besos se les habían ido un poco de madre y habían acabado metiendo
sus manos dentro de las camisetas ajenas— pero aquella era la primera vez que
lo veía, era la primera vez que se iban a ver desnudos mutuamente.
WooSeok no pudo evitar acercarse a SeungWoo y
abrazarlo por la espalda, descansando su rostro sobre ésta. Inmediatamente el
mayor sujetó sus manos entre las suyas y ambos se quedaron de aquella forma un
buen rato, sin decir absolutamente nada, hasta que, poco a poco, el mayor
comenzó a darse la vuelta y se agachó para que sus ojos quedaran a la altura de
los de WooSeok.
—Hoy estamos empalagosos… —murmuró, provocando
que el menor no pudiera evitar que se escapara una pequeña risa de sus labios—.
Vamos a la ducha.
Tras
decir aquello, dejó un beso sobre la frente y después se alejó de él para
terminar de desvestirse, quedándose desnudo ante sus ojos durante unos segundos
antes de meterse en la ducha. WooSeok tuvo que inspirar profundamente un par de
veces para tratar de calmar a su corazón y, al darse cuenta de que era una
tarea completamente imposible en aquellos momentos, simplemente decidió que lo
mejor que podía hacer era desnudarse él también y meterse en la ducha sin
pensar en absolutamente nada más. Por eso, acabó haciéndolo y metiéndose
corriendo en la pequeña ducha junto al mayor, rozándose de forma inevitable con
su cuerpo.
SeungWoo
se encargó de mojarlos a ambos con agua caliente casi hirviendo para sacar el
frío que se les había calado hasta los huesos y después ambos se lavaron
individualmente, con muchísimas sonrisas y comentarios estúpidos entre ambos,
tratando de olvidar la situación en la que se encontraban en aquellos momentos,
pero sin conseguir hacerlo del todo —al menos, el
corazón de WooSeok no paró de latir a la velocidad de la luz dentro de su pecho
durante los escasos minutos que duró aquella ducha—.
Cuando
el agua dejó de correr finalmente, SeungWoo salió primero del estrecho
cubículo, cogiendo las toallas que había dejado cerca y pasándole una a
WooSeok, para comenzar a secarse el cuerpo inmediatamente después. El menor
trató de enfocarse en secarse él mismo porque cogería frío de nuevo si no lo
hacía pronto, pero se quedó completamente embobado observando cómo las gotas
del agua recorrían el cuerpo de SeungWoo hasta que desaparecían debido a la
toalla. Embobado seguía cuando éste se giró hacia él y lo cazó en plena
observación. WooSeok trató entonces de aparentar estar a lo suyo, pero el otro
chico no se tragó su pésima actuación… y, con razón, porque debía de estar más
rojo que un farolillo y no precisamente por el agua caliente de la ducha.
—No dejas de mirar —comentó SeungWoo, esbozando una sonrisa—. ¿Te gusta
lo que ves?
—Sí
—replicó firmemente, porque de todas formas no le merecía la pena mentir en
esos momentos.
Una
ligera carcajada salió de los labios de SeungWoo, instantes antes de volver a
ponerse serio, acercarse hasta donde se encontraba WooSeok y comenzar a secar
su cuerpo con la toalla que le había dejado y que el chico no había usado en
todo aquel rato. Cuando terminó, se pegó a su cuerpo, provocando un escalofrío
recorrer todo su ser de arriba abajo, mirándolo fijamente a los ojos.
—¿Quieres
hacerlo? —le cuestionó en ese momento el mayor, su mirada llena de un deseo que
WooSeok había visto en otras ocasiones, pero que nunca antes había sido tan
palpable.
—Sí
—respondió.
Apenas
había terminado de decir aquella única sílaba cuando los labios de SeungWoo ya
habían tomado los suyos de una forma precipitada que le dejó claro a WooSeok
que éste también había deseado aquello desde que se habían metido en el baño
juntos hacía tan solo unos momentos. El chico no pudo evitar llevar sus manos
al cuello de SeungWoo, entrelazando sus dedos en su cabello, algo más largo de
lo habitual, mientras el beso que compartían se profundizaba más y más y los
dejaba sin respiración. Cuando se separaron, lo hicieron para tomar aire y mirarse
a los ojos intensamente.
—Vamos
a la habitación —murmuró SeungWoo.
Y,
en ese momento, sus manos viajaron hasta sus muslos, dándole un pequeño impulso
para que WooSeok rodeara con sus piernas su cintura, agarrándose fuertemente a
él. Se quedó un momento sin respiración, por lo íntimo que resultaba aquella
posición desnudos como estaban y el chico no pudo evitar esconder su rostro en
el hombro del mayor, aquel hombro en el que tenía un tatuaje en números romanos
que expresaban la fecha de su cumpleaños. El viaje a la habitación de SeungWoo
fue breve y WooSeok se vio obligado a soltar su agarre del cuerpo de éste en
cuanto su trasero tocó el colchón… aunque no por mucho tiempo.
WooSeok
comenzó a moverse lentamente sobre la cama, colocándose más o menos en el
centro de ésta para que ambos cupieran en ella y no acabaran en el filo de ella
si se movían un poco, el suelo no tenía pinta de ser especialmente agradable si
no controlaban y acababan cayéndose. SeungWoo siguió su movimiento, gateando
sobre el colchón hasta colocarse sobre él, sus grandes manos sobre sus hombros,
invitándolo a tumbarse sobre el colchón por completo. WooSeok lo hizo e
inmediatamente el cuerpo del mayor se pegó al suyo mientras buscaba con sus
labios los suyos para continuar aquel candente beso donde lo habían dejado
previamente.
WooSeok
comenzó a sentir su piel cada vez más caliente, de la misma forma que notaba
cómo su miembro se endurecía con los besos profundos, con sus lenguas jugando y
con el cuerpo y el miembro de SeungWoo contra él. Ya había vivido aquella
situación en alguna que otra ocasión con el mayor, todavía con la ropa de por
medio, y había pensado que en el momento en el que ésta no hiciera de barrera
iba a sentir cómo si todo su cuerpo se derretía contra el de SeungWoo… y no
había errado en su predicción. Era increíble.
Sin
poder contenerse, WooSeok acabó llevando su mano derecha entre sus cuerpos,
alcanzando sus miembros para rozarlos juntos, provocando que el beso se
detuviera inmediatamente, ambos esbozando un pequeño jadeo de placer contra la
boca del otro. Se miraron a los ojos intensamente y no hizo falta las palabras
entre ellos, porque ambos sabían qué era lo que querían.
WooSeok
comenzó a mover su mano masturbando sus dos miembros a la vez con celeridad
porque sentía que necesitaba explotar más que nada y hacerlo rápido, el fuego
que se acumulaba dentro de su cuerpo era demasiado en aquellos momentos. El
cuerpo de SeungWoo también estaba muy caliente y su miembro completamente
erecto, preparado para terminar en cualquier instante. De sus labios no podían
evitar escapar ligeros gemidos mientras trataban de coordinar un beso que eran
incapaz de coordinar debido al intenso placer que se acumulaba cada vez más
dentro de ellos… hasta que finalmente acabó liberándose, dejándolos a ambos con
la respiración entrecortada, el cuerpo débil, sonrisas en sus rostros y con una
reciente ducha que no había servido para absolutamente nada.
~
SeungWoo
se despertó en su cama con un cuerpo pequeño y delgado pegado al suyo de una
forma que parecía completamente imposible. Una sonrisa se extendió por su
rostro al ver al chico con el que la noche anterior había compartido una nueva
experiencia, una de las muchas que esperaba compartir con él durante mucho
tiempo, el resto de su vida si WooSeok lo dejaba. La noche había sido increíble
y, aunque le había costado convencer al chico de que saliera de la cama para
darse una ducha de nuevo para asearse otra vez y cambiar las sábanas, cuando lo
había conseguido, ambos habían compartido otro gran momento en la ducha que lo
hacía sonrojarse si pensaba en él, así que, SeungWoo dejó de rememorar lo
sucedido la noche anterior para dedicarse simplemente a mirar a WooSeok mientras
éste dormía.
WooSeok
era demasiado precioso para que su corazón se acostumbrara a ello y, a aquellas
alturas, cuando casi había pasado un año desde que se habían visto por primera
vez, ya daba por sentado que su corazón jamás se calmaría mientras estuviera
con el chico. Lo adoraba demasiado.
Un
ruido fuerte en el exterior de su habitación hizo que se rompiera el hechizo
que había mantenido sus ojos fijos en el rostro de WooSeok y se sobresaltara,
girando inmediatamente su cabeza hacia la puerta, completamente listo para
saltar de la cama si tenía que hacerlo. YoHan y JunHo debían de estar por la
casa de nuevo, liados con la mudanza que no habían terminado el día anterior. Apenas
había pasado tiempo con WooSeok en el salón ayer, lo justo para cenar y después
volver a la cama a ver una película antes de quedarse dormidos, pero no había
podido evitar fijarse en que no habían acabado de abrir y sacar cosas de las
cajas. Algo se les debía haber caído para provocar aquel estruendo.
El
chico que todavía dormía en sus brazos se movió ligeramente, perturbado
probablemente por el ruido del exterior y SeungWoo maldijo entre dientes a sus
amigos por ser tan descuidados porque estaban despertando a su chico y acababan
de estropearle el rato que pensaba pasarse observándolo dormir. Unas cuantas
voces, risas y ruido de cosas moviéndose después, las pestañas de WooSeok
comenzaron a aletear como si fueran las alas de una mariposa para comenzar a
abrir sus ojos lentamente a la escasa luz de la mañana que entraba por la
ventana de la habitación. Cuando sus ojos se abrieron por completo y vio a
SeungWoo observándolo, el chico frunció su ceño, como si estuviera extrañado
por encontrarlo a él allí… pero un momento después, sus mejillas comenzaron a
colorearse de un rojo intenso que se extendió por toda su cara y llegó a sus
orejas. SeungWoo no pudo hacer otra cosa más que sonreír a aquello antes de
preguntar:
—¿Has dormido bien?
—Sí
—dijo WooSeok en un murmullo apenas audible y con la voz todavía tomada por el
sueño, por lo que carraspeó para añadir—: he dormido muy bien… ¿y tú?
—Como
un bebé —respondió.
—Lo
que eres —replicó WooSeok con una sonrisa.
—Te
recuerdo que soy mayor que tú.
La
sonrisa de WooSeok se amplió después de escucharlo decir aquello y SeungWoo no
tuvo más remedio que atacarlo con cosquillas por aquel agravio a su persona y
por encima ser tan precioso recién despierto. WooSeok comenzó a reírse y a
retorcerse bajo sus manos, intentando apartarlo para que dejara de hacerle
cosquillas, pero el mayor no se detuvo hasta que consideró que se había tomado
su justa venganza. Cuando lo hizo, había dejado al chico prácticamente sin
respiración, su pecho subiendo y bajando rápidamente mientras todavía un eco de
risas se ahogaba en su garganta.
SeungWoo
esbozó una pequeña sonrisa y después se inclinó sobre su novio para dejar un
beso de buenos días sobre su frente… y luego otro sobre la punta de su nariz… y
luego uno en cada uno de sus mejillas, deteniéndose para mirarlo antes de darle
el beso en los labios. WooSeok se encontraba expectante, observándolo fijamente
y casi conteniendo su respiración, así que, SeungWoo no dudó más en inclinarse
de nuevo, esta vez para besar sus labios.
—Buenos días —dijo finalmente tras separarse de él.
—Los
mejores en mucho tiempo, sinceramente —replicó WooSeok—. Ojalá poder despertar
de esta forma todos los días.
—Si
te hubieras mudado conmigo, en lugar de que se mudara JunHo con YoHan, podría
despertarte así cada mañana —murmuró.
—Me
arrepiento de no haberlo pensado siquiera… y seguro que me voy a arrepentir
muchísimo más de ello durante el curso porque SeungYoun y HanGyul cada vez van
a peor —el chico soltó un suspiro—. Estoy seguro de que algún día llegaré a
casa y me los encontraré de nuevo liándose en el sofá o sobre la mesa de la
cocina… lo cual no es para nada alentador porque ahí comemos todos.
—Bueno,
mi oferta de que te vengas aquí cada vez que lo necesites sigue en pie
—respondió SeungWoo—, no puedo hacer mucho más que eso por ahora… pero el año
que viene podríamos irnos a vivir juntos, sin nadie alrededor que nos moleste
como estos dos idiotas haciendo ruido o como tus idiotas liándose en cada
esquina del piso.
—Seguiré
aprovechándome de tu oferta —dijo WooSeok—, y me pensaré seriamente lo de vivir
juntos porque nos resolvería muchísimos problemas.
El
chico se incorporó un poco para dejar un beso sobre sus labios y SeungWoo no
pudo evitar que su corazón diera un vuelco dentro de su pecho. No llevaban
mucho tiempo saliendo y lo de vivir juntos no era algo que hubiera sido
prioritario en su vida, pero en aquellos momentos le habría encantado que
aquello fuera una realidad y pensar en que quizás al año siguiente podrían
estar haciéndolo, hizo que se sintiera totalmente feliz y expectante por una
etapa nueva en su vida… pero en aquellos momentos tenía que disfrutar bien de
la etapa que estaba viviendo y cuidar y querer a WooSeok todos los días para
que su relación siquiera avanzando poco a poco, pero de forma estable hacia un
futuro en el que compartieran su vida por completo.
—¿Tienes
hambre? —le preguntó. WooSeok asintió—. Pues vamos a levantarnos y a salir a
desayunar, creo que tenemos cereales de todas las clases, tamaños y sabores.
A
pesar de que su intención era salir inmediatamente de la cama para comer, al
final remolonearon un poco sobre el colchón y se robaron unos cuantos de besos
más antes de finalmente salir de la cama y de la habitación. Nada más salir, no
obstante, a SeungWoo le dieron ganas de volver a meterse dentro de ella junto a
su novio… porque lo primero que se encontraron fue a YoHan pasando por delante
de la puerta con una caja en sus brazos y deteniéndose al verlos salir a ambos
de la habitación. Lo siguiente que hizo fue mirarlos de arriba abajo para
después poner una expresión que decía claramente “sé lo que habéis hecho ahí
dentro, pero me lo vais a contar para que yo pueda poner al día a todos
nuestros amigos”. YoHan abrió la boca para hablar, pero antes de que pudiera
decir nada, SeungWoo se adelantó.
—Ni se te ocurra decir nada —le espetó—. Ya habrá tiempo para tus
marujeos, ahora mismo vamos a comer.
—Eso,
eso… que tenéis que recuperar fuerzas por la noche loca —replicó YoHan
levantando y moviendo una ceja sugerentemente.
SeungWoo
decidió que aquel era un buen día para asesinar a su compañero de piso… nadie
lo juzgaría demasiado por ello si contaba cuál había sido el motivo y estaba
seguro de que WooSeok encubriría su crimen.
~
El
nuevo semestre comenzaba al día siguiente y, como empezaba a ser tradición en
fechas tan señaladas como aquella, un grupo muy numeroso de personas se
concentró en un pequeño establecimiento para cenar y ponerse al día de lo que
habían hecho en las vacaciones de invierno, cómo habían cambiado las vidas de
algunos de forma drástica y cómo las de otros seguían siendo la misma mierda de
siempre y estaban hasta las narices del semestre que todavía ni siquiera había
comenzado. En el local de siempre se habían reunido sus amigos, los amigos de
SeungWoo, sus amigos en común, parejas y, en general, personas que WooSeok
realmente no conocía mucho y que había visto o hablado con ellas en tan solo un
par de ocasiones, eso siendo generosos, pero el ambiente del lugar era amistoso
y, aunque no todos se conocieran, las conversaciones no tenían fin mientras
unos hablaban en grupos o en general y disfrutaban de la buena comida.
—Entonces… ¿el señor escritor famoso vuelve a las clases? —le cuestionó
SeungWoo a uno de sus amigos.
Aquella
era la primera vez que WooSeok veía a aquel muchacho, pero SeungWoo le había
hablado alguna vez que otra de él, le había dicho que era uno de sus amigos más
cercanos y que el año anterior había estado alejado de la universidad y
enfocado en su novela, novela con la que había ganado no sé qué premio
importante.
—Primero…
no soy famoso —respondió el chico, con sus orejas como farolillos—, segundo,
sí, sí vuelvo, pero eso a ti ya no te afecta porque no nos vamos a ver más en
las clases.
—Bueno,
si me lo monto bien y los de la biblioteca de la facultad me contratan al
final, nos veremos todos los días —replicó SeungWoo.
—Hablando de montar bien… —dijo por encima de todas las voces SeungYoun
y WooSeok se temió lo peor—. Me contó el otro día YoHan que…
—Oh, por favor, Cho SeungYoun —lo cortó WooSeok antes de que pudiera
decir nada más—. Esto ya no es una novedad, están aquí todos hartísimos de mi
relación, deja de dar el coñazo.
—Siempre
es divertido, hombre —replicó su compañero de piso y dentro de poco tiempo, si
seguía con dando la lata, ex amigo, con una sonrisa que no presagiaba nada
bueno en su cara—. Hablar de tus amigos y sacar todas sus vergüenzas al aire
delante de la gente.
—Oye,
hyung —dijo WooSeok, girándose hacia su novio—. ¿Tú conoces a este tío
que clama ser mi amigo?
—Mmmmm…
—SeungWoo miró a SeungYoun como si tratara de reconocerlo y después lo miró de
nuevo, respondiendo—: no me suena de nada.
—Echo
de menos cuando se ponía como un farolillo y nos juraba a todos que nos tiraría
por la ventana —replicó su compañero de piso, abatido—, ahora no es divertido…
¿hay alguien más aquí con una relación que acabe de empezar o que estén
tonteando para que pueda meterme un rato con ellos? El chico emo y su novio
guapo, contadme vuestra vida o algo.
WooSeok vio a HanSe poner los ojos en blanco y a
DongYeol seguir tranquilamente bebiendo sin prestarle atención alguna a SeungYoun
y no pudo evitar que una pequeña carcajada se escapara de sus labios, mientras
el ambiente volvía a ser el mismo de antes de la interrupción, con todos los
que se encontraban en el local hablando de las últimas novedades de su vida sin
que nadie los molestara especialmente por ellas. Mientras observaba lo que
hacían sus amigos en una de las miradas que dedicó alrededor del lugar, WooSeok
se acabó fijando en lo juntos que estaban JinHyuk y ByungChan, más juntos de lo
que habían estado nunca jamás —y eso que a los dos les gustaba ser bastante
koalas—, por lo que no pudo evitar extrañarse y llamar disimuladamente la
atención de SeungWoo, para después señalarle a los otros dos.
—¿Esos dos tienen algo?
Fue lo que le cuestionó, por si él tenía
información importante que no le hubiera sido compartida, algo que le dolía
bastante, porque tanto JinHyuk como ByungChan eran amigos suyos y que no le
hubieran dicho nada a él y sí a SeungWoo sobre que estaban saliendo juntos lo
mosqueaba y le dolía. Sin embargo, lo que obtuvo del mayor fue un movimiento de
cabeza negativo mientras observaba a los tortolitos reírse de una broma común y
privada.
—No me han dicho nada, pero me parece muy fuerte
que no lo hayan hecho —replicó al final—. Con lo pesados y dramáticos que han
sido los dos con lo nuestro, al menos un poco de coherencia.
—Ya ves… tanto que nos criticaban que no les
hubiéramos dicho nada cuando ellos están haciendo exactamente lo mismo —WooSeok
chasqueó su lengua—. Me dan ganas de exponerlos aquí mismo y que SeungYoun no
los deje tranquilos durante el resto de sus vidas —SeungWoo negó a su idea—.
¿Por qué?
—No son tan jugosos para él porque no los conoce
tanto —respondió—. Quiero decir, solo son amigos tuyos a los que ve de vez en
cuando, no tiene mucho material con el que extorsionarlos y darles el coñazo.
—También es verdad —acabó aceptando con un
resoplido.
—Pero no te creas que esto va a quedar así —añadió
SeungWoo con un brillo de diversión en su mirada—. Siempre podemos chincharlos
nosotros cuando se dé la ocasión porque los tenemos pillados a los dos por los
huevos.
—Me parece muy correcto.
La
noche siguió su curso, pero desde el momento en el que WooSeok se dio cuenta de
Que JinHyuk y ByungChan se tenían cosas entre manos, no pudo evitar echarles
vistazos de vez en cuando, confirmándose a sí mismo más y más que aquellos dos
estaban liados y esperando que llegara el día en el que pudiera molestarlos
hasta el infinito, tal y como ellos habían hecho con él y SeungWoo durante el
año anterior. Aquella noche no diría nada, pero no estaba seguro de que pudiera
aguantar más que un par de días para comenzar con su venganza —y usaría todo
ese tiempo en planear con SeungWoo aquella dulce venganza que se le había
presentado en bandeja de plata—.
~
El
turno se le estaba haciendo completamente eterno a SeungWoo, una presentación
de un libro y una firma del autor había hecho que la mañana fuera demasiado
ajetreada y que hubiera demasiadas personas en la pequeña librería, que no
estaba realmente capacitada para acoger un evento de aquellas características.
Él y sus compañeros habían hecho lo que habían podido y todo había salido
decentemente bien —podía haber ido mucho mejor si se hubieran
terminado de coordinar, pero teniendo en cuenta que todos los tres eran nuevos
y que su jefe no había movido un dedo en toda la mañana, había salido bien—.
SeungWoo volvió a mirar el reloj de su móvil y le dieron ganas de tirarse al
primer coche que pasara por la puerta del establecimiento porque aquella
tortura de mañana no terminaba y a ellos les quedaba todavía terminar de recoger
todo el caos que se había formado después de aquel evento… además, había
quedado con WooSeok y lo único que quería era que llegara su hora de salida
para ver a su chico.
Todavía
le parecía una especie de fantasía estar saliendo con WooSeok, una fantasía que
era incapaz de creer que fuera verdad en algunas ocasiones, porque todavía se
veía a sí mismo en la primavera pasada, bebiendo los vientos por aquel chico
guapo que había conocido en la biblioteca de la facultad y del que realmente no
esperaba nada, porque parecía demasiado fuera de su liga. Pero no solo había
podido acercarse a él, hablar con él o ser su amigo, sino que estaba saliendo
con él y el chico lo adoraba de la misma forma que SeungWoo lo adoraba y su
relación cada vez se iba afianzando más, mientras trabajaban en los pequeños
detalles, discutían por tonterías y al rato volvían a hablarse para resolver
sus problemas… mientras se confabulaban para molestar a los amigos que tanto se
habían cebado con ellos durante los primeros momentos de su relación, en los
que ninguno de los dos estaba seguro de nada y tenían muchas dudas sobre qué
hacer y cómo avanzar hacia el otro.
Aquel
año había sido un gran año, tenía que serlo, porque SeungWoo por fin había
dejado la soledad que lo había caracterizado durante los últimos años de su
vida y había encontrado a la persona con la que no le importaría para nada
compartir el resto de su vida.
Perdido
en sus pensamientos mientras terminaba de recoger, al final el tiempo comenzó a
pasarle más rápido de lo que lo había hecho en el resto de la mañana y, antes
de darse cuenta, su alarma comenzó a sonar, indicándole que ya había terminado
su turno y que era libre. No obstante, quedando un par de cosas por hacer en el
lugar, SeungWoo decidió quedarse unos minutos más para terminarlas y después
volar a la trastienda para recoger su mochila y salir lo más rápido posible del
lugar, despidiéndose de sus compañeros y su jefe, antes de ir hacia la parada
de autobús en la que debía esperar al bus que lo llevaría al campus de la
universidad, donde había quedado con WooSeok aquel día. Le habría venido mucho
mejor que lo hubieran contratado en la biblioteca de la universidad, así habría
podido pasar mucho más tiempo con su novio, pero no se quejaba de haber encontrado
aquel trabajo, generalmente estaba bastante bien, solo debía organizar los libros
nuevos en las estanterías y atender clientes —días locos
como aquel, no eran lo más común—.
El
bus que llevaba a la universidad tardó más de lo deseado aquel día, por lo que
SeungWoo acabó teniendo que mandarle un mensaje a WooSeok para avisarle de que probablemente
iba a llegar tarde por aquel motivo —y por todos los anteriores en el trabajo—.
Solo unos momentos después recibía una respuesta de su chico en la que le decía
que no pasaba nada y que se tomara el tiempo que fuera necesario en llegar,
porque así aprovechaba para terminar de buscar la información que necesitaba
para un trabajo. SeungWoo se tranquilizó en ese momento y simplemente se dedicó
a observar por la ventanilla del autobús observando la ya tan conocida ciudad
de Seúl, que tan solo unos años antes había sido para él un lugar extraño y que
cambiaba demasiado rápido como para acostumbrarse. Ahora aquel lugar era como
su hogar para él.
Cuando el autobús llegó a su
destino, SeungWoo se bajó del vehículo y comenzó a dirigirse hacia el lugar en
donde WooSeok lo esperaba, la biblioteca. El camino que llevaba a la facultad
estaba lleno de cerezos en flor, una estampa preciosa que a SeungWoo siempre le
había gustado y le había hecho feliz de ir a la universidad, por muy cansado o
asqueado que estuviera de ésta. En momentos como aquellos, rodeado de pétalos
rosados que caían de las copas de los árboles mecidos por la suave brisa, no
podía evitar recordar los años que había pasado en aquel lugar y la de veces
que había recorrido aquel camino en diferentes estados de ánimo. En aquellos
momentos, lo único que deseaba era recoger a WooSeok para poder caminar bajo
aquella luvia rosa y disfrutar de aquella primera primavera que pasaban juntos.
Al
final del camino, cuando el edificio de la biblioteca se alzaba frente a él,
SeungWoo pudo apreciar una figura conocida entre el gentío que había en el
lugar, la figura menuda y delicada de WooSeok, caminando hacia él, con sus
grandes gafas redondas ocultando prácticamente todo su rostro y una sonrisa
adornando lo poco que se veía de él. SeungWoo no pudo evitar esbozar una
sonrisa y caminar más rápido para llegar hasta él.
—Se suponía que habíamos quedado en la biblioteca —fue lo que le dijo al
llegar.
—Sí,
pero ya había terminado de buscar lo que necesitaba —respondió WooSeok—, y
entonces miré por la ventana y vi lo bonito que estaba esto, así que no pude
evitar salir y esperarte aquí.
—Se
te está pegando mi moñería —no pudo evitar decir SeungWoo.
—Todo lo malo se pega.
Y
tras decir aquello, WooSeok se acercó más a él, hasta que sus cuerpos entraron
en contacto y rodeó su cintura con sus brazos, escondiendo su rostro en su
pecho. SeungWoo sonrió ampliamente mientras le devolvía el abrazo, no pudiendo
evitar pensar en lo mucho que había cambiado la primavera aquel año y en lo
maravilloso que sería que todas las primaveras a partir de aquel entonces
fueran igual y WooSeok estuviera junto a él en todas ellas.
Notas finales:
—Tengo muchas cosas que decir en
este apartado porque han pasado TANTAS cosas desde que comencé a escribir esta
historia a finales de julio, así que, poneos cómodos porque se viene ranting de
la autora.
—Primero, me gustaría decir gracias
a todas las personas que en un principio me apoyaron para que la idea loca que
había tenido y que realmente no pensaba que fuera a tener aceptación, acabara
saliendo de mi mente y acabara plasmada en este fanfic. Sin el empujoncito
inicial no habría llegado tan lejos, así que, fue bastante importante para el
nacimiento de esta historia. También les quiero dar las gracias a todas las personas
que han seguido al día las escasas actualizaciones, que han sido demasiado
prolongadas en el tiempo, esas personas que me han tenido paciencia con mis
bloqueos y que han seguido esto hasta el final. Solo sabiendo que todavía
estabais aquí, esperándome a que terminara de escribir esta historia, ha hecho
que no la abandonara por las dificultades.
—Segundo, quería expresar que los
últimos tiempos han sido unos tiempos muy duros para el fandom y que a mí me
pilló con la guardia baja y con un bloqueo latente, que terminó de acusarse por
las malas noticias, algo que hizo que no solo los fanfics que estaba preparando
de X1, sino todos en general, sufrieran un parón (y lo sigan sufriendo porque
mi cabeza es incapaz de concentrarse el suficiente tiempo para coordinar bien
lo que quiero expresar). Estoy tratando de superar este bloqueo todavía y estoy
tratando de que dure lo menos posible, pero hay veces que todo me supera y no
puedo continuar. No me voy a rendir, no obstante, porque a cabezota no me gana
nadie.
—Y, por último, tengo varias
historias de varios capítulos planeadas para X1 que, me gustaría sacar adelante
en los próximos tiempos porque no quiero que al final queden en nada y porque
creo que son merecedoras de mi tiempo, así que, espero poder ir publicándolas y
que mi bloqueo me deje en paz de una vez por todas para hacerlo relativamente
rápido. ¡Espero que nos veamos pronto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario