jueves, 27 de febrero de 2020

[Part Four] 그러다 봄 (Spring Again) {SeungWooSeok}


Part Four

Te echo de menos…
Yo también te echo de menos
¿Cuándo crees que podemos vernos?
Estoy harto de dormir poco, estudiar, comer…
Volver a estudiar y comer, tomarme cafés…
Hacer un examen y otra vez lo mismo…
Yo también estoy harto de eso
Pero solo me quedan dos exámenes
Después de eso volveré a ser libre
Por fin
¿Y no podríamos vernos antes y estudiar juntos?
A mí solo me queda un examen y termino
No, hyung
Ya sabes lo que pasó la otra vez
Cuando acabemos los exámenes nos vemos de nuevo
¿Vale?
Hum…
Supongo que no puedo hacer otra cosa…
¿Cuándo acabas?
El viernes de la semana que viene
Queda más de una semana…
¿Y no podemos…?
Hyung…
A estudiar!!

            Y después de aquella pequeña conversación, WooSeok cerró el chat, bloqueó el móvil y lo dejó encima de la mesa bocabajo para no ver las notificaciones en la pantalla cuando éstas llegasen. Había cortado de una forma un poco brusca, pero si hubiera seguido hablando con el mayor lo habría acabado liando para que fuera a su piso a estudiar y al final no habrían estudiado nada. Ya había pasado aquello cuando empezaron los exámenes del semestre y, en lugar de estudiar, habían estado lanzándose miraditas el uno al otro hasta que habían acabado morreándose sobre la cama de SeungWoo. Se habían detenido antes de ir a más porque WooSeok había estado gimiendo débilmente, no pudiendo controlar su voz, y YoHan había llegado a casa en ese mismo momento, por lo cual no habían podido seguir adelante sin que el otro se enterara de lo que estaban haciendo.

Había sido duro separarse y tratar de concentrarse de nuevo y, al final, habían perdido la tarde y no habían hecho absolutamente nada —ni habían estudiado, ni se habían enrollado— por eso, WooSeok no se podía permitir que pasaran otra tarde de aquella forma. Cuando terminaran los exámenes tendrían todo el tiempo del mundo para hacer todo lo que quisieran juntos.

            WooSeok sacudió su cabeza levemente para quitarse de la mente la conversación que acababa de tener con SeungWoo porque si pensaba en ella, si pensaba en él, no se podía concentrar en el amplio temario que tenía ante él, que era en lo que se tenía que enfocar, porque solo le quedaba un día para hacer el examen de aquella asignatura del demonio y solo le quedarían seis días más para prepararse el temario de la otra que le quedaba para el último examen… y aquella era la asignatura más jodida que había tenido en el semestre, por lo que no se lo podía permitir, no podía permitirse distraerse pensando en SeungWoo. Porque vale que SeungWoo era su primer novio serio en un par de años, en los que solo había tenido algún rollo pasajero o había estado completamente solo y por eso estaba muy ilusionado —el mayor también estaba muy ilusionado con él porque era su primera relación en mucho tiempo— y se querían ver a todas horas y estar todo el rato encima el uno del otro, pero tenían que sobrevivir a aquel periodo de exámenes separados o si no les iba a ir muy mal en la vida.

            WooSeok se recolocó sus gafas redondas, ya que se le habían ido resbalando por el puente de su pequeña nariz en todo aquel rato que no había estado haciendo nada y se metió de lleno de nuevo en sus apuntes, tratando de memorizar aquellos datos importantes que todavía se le escapaban y necesitaba saber. No duró demasiado concentrado de aquella manera porque su mente comenzó a divagar de nuevo pensando en SeungWoo… y el chico quiso darse de cabezazos contra la mesa, pero se contuvo de hacerlo porque en la habitación de al lado se encontraba estudiando SeungYoun y no podía molestarlo tampoco tan solo porque él no pudiera concentrarse en nada que no fuera SeungWoo —aunque SeungYoun lo había molestado muchísimo con sus sesiones de besuqueos con HanGyul nada disimulados en los últimos tiempos y en general en su vida desde que, por razones que a WooSeok se le escapaban todavía, se habían hecho amigos—.

            El chico suspiró profundamente, dándose cuenta de que no iba a poder concentrarse de nuevo en un buen rato en lo que debía estudiar, pero sintiéndose culpable porque acababa de hacer un descanso para hablar con SeungWoo y no quería dejar de hacer cosas medio productivas tan pronto. Cogió entonces su agenda y un bolígrafo de los que tenía sobre la mesa y se inclinó sobre ella para escribir y planear cómo tenían que ser sus próximos días si quería aprovechar al máximo las horas para el siguiente examen que tenía. No tenía muchos días, el temario era demasiado extenso y él solo le había podido echar algunos vistazos aquí y allá mientras estudiaba para los demás exámenes, por lo que cualquier cosa que hiciera sus días más productivos, le vendría bastante bien —y, de paso, se concentraba en algo que no fuera SeungWoo y podía utilizar aquella concentración para volver a ponerse a estudiar—.

            No obstante, mientras estaba planificando sus días, WooSeok se dio cuenta de algo importante en lo que no había caído. Su último examen era el treinta y uno de enero y el martes siguiente era el año nuevo lunar y hacía meses que tenía sacado el billete del bus para ir a su casa justo ese mismo viernes por la tarde, para aprovechar al máximo el parón entre semestres descansando. A aquellas alturas no podía cambiar en billete porque no habría siquiera hueco para poder irse, con todo el mundo viajando hasta sus hogares en las mismas fechas, y eso lo dejaba con cero tiempo para ver a SeungWoo hasta después de las vacaciones, porque éste se iría a Busan con su familia y luego estaría demasiado atareado ayudando a su hermano a mudarse a Seúl, ya que lo habían aceptado en una de las universidades de la capital, y también arreglando sus papeles de la universidad porque acababa aquel semestre.

            WooSeok se quiso pegar un cabezazo contra la mesa y aquella vez lo hizo, preocupándole muy poco cómo sonó el golpe y lo mucho que le dolió éste. Tenía una cosa muy importante que tratar de sacar… y eso era una cita con SeungWoo antes de año nuevo, lo cual no iba a ser una tarea fácil porque tenían que cuadrar los días —más bien, WooSeok tenía que cuadrar sus días para poder hacerlo todo—. Por ese motivo, dedicó los siguientes minutos a terminar de arreglar su agenda de estudio para sacar una tarde libre sin que eso le supusiera demasiado académicamente para poder ver a SeungWoo antes de las vacaciones. Cuando lo tuvo todo listo volvió a coger su teléfono móvil para dejarle un mensaje a su novio comentándole aquello de lo que se acababa de dar cuenta y lo que había estado haciendo en aquel rato.

Hyung, acabo de darme cuenta de algo
Mi último examen termina y me tengo que ir a casa
Ya tengo el billete sacado
Bueno, ya lo tenía desde hace semanas así que no puedo cambiarlo
Y he pensado si podíamos vernos una tarde
He hecho hueco para poder hacerlo
Sin sentirme culpable por no estar estudiando quiero decir
¿Te viene bien que nos veamos el lunes?
Por la tarde
Es verdad… las fiestas…
¡Claro que sí!
Podemos vernos el lunes por la tarde sin problema
Y… si quieres podemos pasar la noche juntos también
¡Hyung!
Vale, vale…
Era solo una propuesta
Espero que no te quite mucho tiempo
No, no te preocupes
Lo tengo todo controlado
Me vuelvo a estudiar
¡Corre!

WooSeok soltó su móvil de nuevo en la mesa con una sonrisa gigante que prácticamente no le cabía en la cara y volvió a coger los apuntes para ponerse a estudiar aquella vez de firme, sin que su cabeza le dedicara ni un solo pensamiento a SeungWoo. Durante la mayor parte del tiempo lo consiguió, concentrarse sin que nada —ni nadie— más ocupara su mente… aunque en algunos momentos no pudo evitar dedicarle algún que otro pensamiento a la cita del lunes y a lo que haría juntos antes de que las vacaciones los dejaran sin poder encontrarse durante algo de tiempo.

~

            SeungWoo abrió sus brazos ampliamente y afianzó su postura en el suelo para recibir el cuerpo menudo del chico que corría hacia él y que chocó contra su pecho a gran velocidad, el mayor prácticamente no se movió de su sitio a pesar del impacto y simplemente rodeó el cuerpo de WooSeok con sus brazos, apretándolo fuertemente contra sí y no pudiendo evitar que una sonrisa amplia se instalara en su rostro cuando éste rodeó con sus brazos su cintura y se apretó todavía más contra él. Lo había echado demasiado de menos… y parecía que WooSeok también lo había echado de menos. No se habían visto desde que unos días antes de las vacaciones se encontraran durante un par de horas… y de aquello había hecho casi un mes. Habían hablado cada día, por supuesto, pero aquel parón en las clases de la facultad y aquella distancia entre los hogares de ambos había hecho imposible que hubieran podido quedar para verse y eso había matado un poco por dentro a SeungWoo. Pero en aquel momento se alegraba demasiado de poder estar de nuevo en Seúl y poder tener el cuerpo de WooSeok entre sus brazos como había deseado cada día desde que se habían tenido que separar.

—¿Ha ido bien el viaje? —le cuestionó WooSeok desde su pecho.
—Me duele un poco todo el cuerpo porque el autobús es demasiado incómodo —replicó—, pero ahora que estás aquí conmigo se me han pasado todos los dolores.
—Ugh… cursi —murmuró el chico, separándose de él para ponerle mala cara por su comentario y luego sonreír antes de volver a esconder su rostro en su pecho.

Estuvieron así unos momentos más, simplemente abrazados el uno al otro, ignorando deliberadamente las miradas que las demás personas que pasaban por su lado les dedicaban, hasta que, finalmente se separaron en uno del otro, sonriéndose. El corazón de SeungWoo se saltó un latido cuando vio aquella preciosa sonrisa en el rostro de WooSeok y tardó unos segundos en recomponerse a sí mismo, pero una vez lo hizo, tomó la mano del chico con la suya y comenzó a andar sin rumbo fijo por aquella calle, solo disfrutando de la compañía de la persona que tanto había echado de menos en las últimas semanas.

—¿Qué tal ha ido todo el embrollo de la mudanza de JunHo al piso? —le preguntó WooSeok mientras caminaban.
—He llegado ya al final de la mudanza —comentó—, así que, seguro que me he perdido la mitad de los problemas y de las tonterías, pero cuando he llegado esta mañana todavía tenían por medio un montón de cosas —SeungWoo exhaló un profundo suspiro—. Algo que no entiendo, porque prácticamente ya vivía con nosotros… no podía tener tantas cosas que traerse.

WooSeok rio fuertemente y su risa fue como miel en sus oídos. También había echado de menos poder escuchar aquella risa, ya que normalmente el chico reía de una forma más comedida y muy pocas veces dejaba escapar aquel tipo de risa.

—¿Cómo te han ido a ti los primeros días con tortolitos? —le preguntó. WooSeok puso sus ojos en blanco, provocando que esta vez fuera SeungWoo quien riera.
—Ni me recuerdes que vivo con ese par —contestó al final—. Como se han pasado un tiempo sin verse ahora están que no se separan el uno del otro para nada —suspiró profundamente antes de comenzar a enumerar—. Comen enganchados el uno al otro, se pasan el día besuqueándose y metiéndose mano, se duchan juntos (y no quiero saber qué es lo que pasa dentro de la ducha) y también duermen juntos.
—A este paso se van a aburrir el uno del otro, estando todo el día así —comentó SeungWoo, pero WooSeok negó con un leve movimiento de su cabeza.
—Más quisiera yo —murmuró—. Cada día se vuelven más empalagosos y están más enchochados el uno con el otro… es un suplicio.
—Bueno —sonrió el mayor—, ahora que he vuelto puedes venirte a mi piso todo lo que quieras y escapar de ese infierno de gente empalagosa —WooSeok asintió—. YoHan y JunHo son bastante más discretos, al menos lo han sido hasta ahora.
—Una agradable novedad, la verdad.

Caminaron un poco más por la ciudad, en la recién estrenada primavera, y después entraron en una cafetería en la que siguieron poniéndose al día de todo lo que les había sucedido en el tiempo que no habían podido estar juntos, contándose más detalles de los que se habían contado cuando hablaban por el móvil. SeungWoo le contó cómo había sido lo de buscar residencia para que su hermano DongPyo estudiara en la capital, una residencia que se adaptara a todas las exigencias del chico, porque lo había sido mucho, y después también le habló más de cómo sus padres y su hermana mayor SunHwa se habían tomado que les contara que tenía un novio precioso en Seúl —ya que solo le había contado simplemente que la familia estaba contenta por él, pero no le había dicho nada sobre cómo SunHwa se había pasado varios días encima suyo haciéndole mil preguntas sobre WooSeok y pidiendo que le enseñara mil fotos antes de decirle que cuando lo llevara a casa la avisara para ella conocerlo o sino subiría a Seúl el día menos esperado para verlo—.

WooSeok, en cambio, le contó cómo había pasado el resto del tiempo en la casa familiar, después de decirles que tenía pareja y que su pareja no era precisamente una chica. Se lo habían tomado también bien, SeungWoo se había sentido aliviado cuando el chico le había contado aquello en una nota de voz un poco agitado porque justo acababa de pasar todo, pero se habían quedado bastante sorprendidos y durante los siguientes días le habían preguntado en más de una ocasión si estaba bromeando o era verdad lo que les había contado. Con el paso de los últimos días lo habían ido asimilando y WooSeok les había enseñado a sus padres algunas fotos de ellos dos juntos, provocando que su madre no parara de decirle que invitara a SeungWoo a casa porque era muy guapo.

—Que sepas que mi madre te adora ya y ni siquiera te conoce —terminó de explicar WooSeok, dándole el último sorbo a su taza de café.
—En mi familia es más de lo mismo —comentó SeungWoo, con una enorme sonrisa en su rostro.

Después de pasar un rato más en la cafetería, ambos salieron de nuevo a la calle, recibiéndolos un ambiente mucho más frío y oscuro que el que habían tenido cuando se habían encontrado, pero no les prestaron demasiada atención a las nubes cada vez más densas y oscuras sobre sus cabezas, mucho más concentrados en disfrutar del tiempo juntos después de tanto tiempo. Un grave error, por supuesto. Tenían que haber prestado atención a las nubes que amenazaban con un tremendo chaparrón aquella tarde, tenían que haberse detenido en una de las decenas de tiendas 24h por las que pasaron en su paseo por la ciudad para comprar un paraguas grande bajo el que cupieran ambos cuando el cielo descargara toda el agua, tenían que haber comenzado a dirigirse a la casa más cercana para pasar el resto del tiempo juntos bajo techo sin mojarse. No obstante, a ninguno se le ocurrió.

Por ese motivo, cuando el cielo comenzó a descargar el agua que las oscuras nubes habían transportado, les pilló completamente desprevenidos, en mitad de la calle, sin tener ningún sitio para guarecerse, la lluvia cayendo sobre ellos y empapándolos.

—Mi piso no está muy lejos de aquí —dijo SeungWoo mirando a su chico—. Como unos diez minutos.
—¿Corremos hacia allí? —le propuso WooSeok, sorprendiéndolo.
—¿No prefieres meternos en algún portal mientras llamamos a un taxi? —le preguntó.
—Estamos cerca, además, no es como si tuviéramos mucho dinero como para gastarlo en un taxi, somos un universitario y un post-universitario en paro pobres —respondió.

SeungWoo sonrió ante la explicación del chico, tentado a explicarle que la semana que viene dejaría de estar en paro porque había conseguido varias entrevistas de trabajo, pero simplemente se dejó arrastrar cuando éste lo tomó de la mano y echó a correr en la dirección en la que se encontraba su piso. La lluvia caía sobre ellos mientras atravesaban las calles lo más rápido que podían, empapándolos por completo, calándoles la ropa y nublando su vista cuando el agua mojaba sus pestañas y, a veces, se les hacía complicado avanzar debido a las personas que iban en dirección contraria o que simplemente se cruzaban en su camino con sus enormes paraguas —que al menos a SeungWoo le complicaban mucho la vida porque estaban a la altura de su cabeza—.

Tardaron más de diez minutos en llegar a su piso al final, empapados por completo y soltando agua por todas partes, pero ambos tenían unas enormes sonrisas en sus rostros, no pudiendo parar de reír por la situación.

~

            —Entra a la ducha —fue lo que le dijo SeungWoo, empujándole levemente por la espalda para que entrara al baño—, mientras te preparo algo de ropa para cuando salgas, puedes coger la toalla verde grande que hay encima de la estantería de metal.

            Sin embargo, a pesar de que SeungWoo lo estaba empujando levemente hacia el baño, WooSeok no se movió de su sitio, plantando los pies en el suelo. No es que fuera más fuerte que el mayor, ni de coña lo era, era un tirillas y SeungWoo lo doblaba en tamaño, pero este no lo estaba empujando con fuerza, así que se aprovechó de aquel hecho. Estaban solos en el piso, YoHan y JunHo no estaban y le habían dejado un mensaje al mayor avisándole de que no iban a volver hasta muy tarde aquella noche, estaban empapados y tenían que ducharse con agua caliente y cambiarse de ropa lo más rápido posible… ¿por qué tenía que ducharse él solo? ¿No podían hacerlo ambos a la vez?

—¿WooSeok? —murmuró SeungWoo al ver que no se movía ni un solo milímetro.
—Entra conmigo a la ducha —replicó el chico, girándose hacia él, mirándolo a los ojos, provocando que los del mayor brillaran con curiosidad—. No quiero que tengas que estar más tiempo del necesario mojado… —murmuró.
—¿Es solo eso? —le cuestionó SeungWoo, el brillo de curiosidad mutó a uno de diversión y WooSeok acabó tragando saliva porque se estaba metiendo en la boca del lobo y no sabía si iba a salir indemne de jugar con fuego.
—¿Quizás…? —acabó diciendo.

SeungWoo le dedicó en ese momento una sonrisa amplia, sus ojos formando una media luna, WooSeok no tardó en replicar aquel gesto. Después, el mayor le echó su brazo izquierdo sobre los hombros a WooSeok y ambos se dirigieron hacia el baño, cerrando la puerta con pestillo a sus espaldas, por si acaso. El corazón de WooSeok comenzó a latir rápidamente dentro de su pecho, con anticipación, mientras no podía parar de seguir con su mirada todos los movimientos de SeungWoo dentro del estrecho baño, cómo cogía las toallas, el gel y el champú o comprobaba que el agua de la ducha saliera caliente. El chico contuvo la respiración cuando éste dejó finalmente de moverse para quitarse la ropa, dejando su torso al descubierto y a WooSeok con la boca abierta. Porque WooSeok sabía perfectamente que SeungWoo tenía un cuerpo atlético, se veía a simple vista —y lo había notado en las ocasiones en las que los besos se les habían ido un poco de madre y habían acabado metiendo sus manos dentro de las camisetas ajenas— pero aquella era la primera vez que lo veía, era la primera vez que se iban a ver desnudos mutuamente.

WooSeok no pudo evitar acercarse a SeungWoo y abrazarlo por la espalda, descansando su rostro sobre ésta. Inmediatamente el mayor sujetó sus manos entre las suyas y ambos se quedaron de aquella forma un buen rato, sin decir absolutamente nada, hasta que, poco a poco, el mayor comenzó a darse la vuelta y se agachó para que sus ojos quedaran a la altura de los de WooSeok.

—Hoy estamos empalagosos… —murmuró, provocando que el menor no pudiera evitar que se escapara una pequeña risa de sus labios—. Vamos a la ducha.

            Tras decir aquello, dejó un beso sobre la frente y después se alejó de él para terminar de desvestirse, quedándose desnudo ante sus ojos durante unos segundos antes de meterse en la ducha. WooSeok tuvo que inspirar profundamente un par de veces para tratar de calmar a su corazón y, al darse cuenta de que era una tarea completamente imposible en aquellos momentos, simplemente decidió que lo mejor que podía hacer era desnudarse él también y meterse en la ducha sin pensar en absolutamente nada más. Por eso, acabó haciéndolo y metiéndose corriendo en la pequeña ducha junto al mayor, rozándose de forma inevitable con su cuerpo.

            SeungWoo se encargó de mojarlos a ambos con agua caliente casi hirviendo para sacar el frío que se les había calado hasta los huesos y después ambos se lavaron individualmente, con muchísimas sonrisas y comentarios estúpidos entre ambos, tratando de olvidar la situación en la que se encontraban en aquellos momentos, pero sin conseguir hacerlo del todo —al menos, el corazón de WooSeok no paró de latir a la velocidad de la luz dentro de su pecho durante los escasos minutos que duró aquella ducha—.

            Cuando el agua dejó de correr finalmente, SeungWoo salió primero del estrecho cubículo, cogiendo las toallas que había dejado cerca y pasándole una a WooSeok, para comenzar a secarse el cuerpo inmediatamente después. El menor trató de enfocarse en secarse él mismo porque cogería frío de nuevo si no lo hacía pronto, pero se quedó completamente embobado observando cómo las gotas del agua recorrían el cuerpo de SeungWoo hasta que desaparecían debido a la toalla. Embobado seguía cuando éste se giró hacia él y lo cazó en plena observación. WooSeok trató entonces de aparentar estar a lo suyo, pero el otro chico no se tragó su pésima actuación… y, con razón, porque debía de estar más rojo que un farolillo y no precisamente por el agua caliente de la ducha.

            —No dejas de mirar —comentó SeungWoo, esbozando una sonrisa—. ¿Te gusta lo que ves?
            —Sí —replicó firmemente, porque de todas formas no le merecía la pena mentir en esos momentos.

            Una ligera carcajada salió de los labios de SeungWoo, instantes antes de volver a ponerse serio, acercarse hasta donde se encontraba WooSeok y comenzar a secar su cuerpo con la toalla que le había dejado y que el chico no había usado en todo aquel rato. Cuando terminó, se pegó a su cuerpo, provocando un escalofrío recorrer todo su ser de arriba abajo, mirándolo fijamente a los ojos.

            —¿Quieres hacerlo? —le cuestionó en ese momento el mayor, su mirada llena de un deseo que WooSeok había visto en otras ocasiones, pero que nunca antes había sido tan palpable.
            —Sí —respondió.

            Apenas había terminado de decir aquella única sílaba cuando los labios de SeungWoo ya habían tomado los suyos de una forma precipitada que le dejó claro a WooSeok que éste también había deseado aquello desde que se habían metido en el baño juntos hacía tan solo unos momentos. El chico no pudo evitar llevar sus manos al cuello de SeungWoo, entrelazando sus dedos en su cabello, algo más largo de lo habitual, mientras el beso que compartían se profundizaba más y más y los dejaba sin respiración. Cuando se separaron, lo hicieron para tomar aire y mirarse a los ojos intensamente.

            —Vamos a la habitación —murmuró SeungWoo.

            Y, en ese momento, sus manos viajaron hasta sus muslos, dándole un pequeño impulso para que WooSeok rodeara con sus piernas su cintura, agarrándose fuertemente a él. Se quedó un momento sin respiración, por lo íntimo que resultaba aquella posición desnudos como estaban y el chico no pudo evitar esconder su rostro en el hombro del mayor, aquel hombro en el que tenía un tatuaje en números romanos que expresaban la fecha de su cumpleaños. El viaje a la habitación de SeungWoo fue breve y WooSeok se vio obligado a soltar su agarre del cuerpo de éste en cuanto su trasero tocó el colchón… aunque no por mucho tiempo.

            WooSeok comenzó a moverse lentamente sobre la cama, colocándose más o menos en el centro de ésta para que ambos cupieran en ella y no acabaran en el filo de ella si se movían un poco, el suelo no tenía pinta de ser especialmente agradable si no controlaban y acababan cayéndose. SeungWoo siguió su movimiento, gateando sobre el colchón hasta colocarse sobre él, sus grandes manos sobre sus hombros, invitándolo a tumbarse sobre el colchón por completo. WooSeok lo hizo e inmediatamente el cuerpo del mayor se pegó al suyo mientras buscaba con sus labios los suyos para continuar aquel candente beso donde lo habían dejado previamente.

            WooSeok comenzó a sentir su piel cada vez más caliente, de la misma forma que notaba cómo su miembro se endurecía con los besos profundos, con sus lenguas jugando y con el cuerpo y el miembro de SeungWoo contra él. Ya había vivido aquella situación en alguna que otra ocasión con el mayor, todavía con la ropa de por medio, y había pensado que en el momento en el que ésta no hiciera de barrera iba a sentir cómo si todo su cuerpo se derretía contra el de SeungWoo… y no había errado en su predicción. Era increíble.

            Sin poder contenerse, WooSeok acabó llevando su mano derecha entre sus cuerpos, alcanzando sus miembros para rozarlos juntos, provocando que el beso se detuviera inmediatamente, ambos esbozando un pequeño jadeo de placer contra la boca del otro. Se miraron a los ojos intensamente y no hizo falta las palabras entre ellos, porque ambos sabían qué era lo que querían.

            WooSeok comenzó a mover su mano masturbando sus dos miembros a la vez con celeridad porque sentía que necesitaba explotar más que nada y hacerlo rápido, el fuego que se acumulaba dentro de su cuerpo era demasiado en aquellos momentos. El cuerpo de SeungWoo también estaba muy caliente y su miembro completamente erecto, preparado para terminar en cualquier instante. De sus labios no podían evitar escapar ligeros gemidos mientras trataban de coordinar un beso que eran incapaz de coordinar debido al intenso placer que se acumulaba cada vez más dentro de ellos… hasta que finalmente acabó liberándose, dejándolos a ambos con la respiración entrecortada, el cuerpo débil, sonrisas en sus rostros y con una reciente ducha que no había servido para absolutamente nada.

~

            SeungWoo se despertó en su cama con un cuerpo pequeño y delgado pegado al suyo de una forma que parecía completamente imposible. Una sonrisa se extendió por su rostro al ver al chico con el que la noche anterior había compartido una nueva experiencia, una de las muchas que esperaba compartir con él durante mucho tiempo, el resto de su vida si WooSeok lo dejaba. La noche había sido increíble y, aunque le había costado convencer al chico de que saliera de la cama para darse una ducha de nuevo para asearse otra vez y cambiar las sábanas, cuando lo había conseguido, ambos habían compartido otro gran momento en la ducha que lo hacía sonrojarse si pensaba en él, así que, SeungWoo dejó de rememorar lo sucedido la noche anterior para dedicarse simplemente a mirar a WooSeok mientras éste dormía.

            WooSeok era demasiado precioso para que su corazón se acostumbrara a ello y, a aquellas alturas, cuando casi había pasado un año desde que se habían visto por primera vez, ya daba por sentado que su corazón jamás se calmaría mientras estuviera con el chico. Lo adoraba demasiado.

            Un ruido fuerte en el exterior de su habitación hizo que se rompiera el hechizo que había mantenido sus ojos fijos en el rostro de WooSeok y se sobresaltara, girando inmediatamente su cabeza hacia la puerta, completamente listo para saltar de la cama si tenía que hacerlo. YoHan y JunHo debían de estar por la casa de nuevo, liados con la mudanza que no habían terminado el día anterior. Apenas había pasado tiempo con WooSeok en el salón ayer, lo justo para cenar y después volver a la cama a ver una película antes de quedarse dormidos, pero no había podido evitar fijarse en que no habían acabado de abrir y sacar cosas de las cajas. Algo se les debía haber caído para provocar aquel estruendo.

            El chico que todavía dormía en sus brazos se movió ligeramente, perturbado probablemente por el ruido del exterior y SeungWoo maldijo entre dientes a sus amigos por ser tan descuidados porque estaban despertando a su chico y acababan de estropearle el rato que pensaba pasarse observándolo dormir. Unas cuantas voces, risas y ruido de cosas moviéndose después, las pestañas de WooSeok comenzaron a aletear como si fueran las alas de una mariposa para comenzar a abrir sus ojos lentamente a la escasa luz de la mañana que entraba por la ventana de la habitación. Cuando sus ojos se abrieron por completo y vio a SeungWoo observándolo, el chico frunció su ceño, como si estuviera extrañado por encontrarlo a él allí… pero un momento después, sus mejillas comenzaron a colorearse de un rojo intenso que se extendió por toda su cara y llegó a sus orejas. SeungWoo no pudo hacer otra cosa más que sonreír a aquello antes de preguntar:

            —¿Has dormido bien?
            —Sí —dijo WooSeok en un murmullo apenas audible y con la voz todavía tomada por el sueño, por lo que carraspeó para añadir—: he dormido muy bien… ¿y tú?
            —Como un bebé —respondió.
            —Lo que eres —replicó WooSeok con una sonrisa.
            —Te recuerdo que soy mayor que tú.

            La sonrisa de WooSeok se amplió después de escucharlo decir aquello y SeungWoo no tuvo más remedio que atacarlo con cosquillas por aquel agravio a su persona y por encima ser tan precioso recién despierto. WooSeok comenzó a reírse y a retorcerse bajo sus manos, intentando apartarlo para que dejara de hacerle cosquillas, pero el mayor no se detuvo hasta que consideró que se había tomado su justa venganza. Cuando lo hizo, había dejado al chico prácticamente sin respiración, su pecho subiendo y bajando rápidamente mientras todavía un eco de risas se ahogaba en su garganta.

            SeungWoo esbozó una pequeña sonrisa y después se inclinó sobre su novio para dejar un beso de buenos días sobre su frente… y luego otro sobre la punta de su nariz… y luego uno en cada uno de sus mejillas, deteniéndose para mirarlo antes de darle el beso en los labios. WooSeok se encontraba expectante, observándolo fijamente y casi conteniendo su respiración, así que, SeungWoo no dudó más en inclinarse de nuevo, esta vez para besar sus labios.

            —Buenos días —dijo finalmente tras separarse de él.
            —Los mejores en mucho tiempo, sinceramente —replicó WooSeok—. Ojalá poder despertar de esta forma todos los días.
            —Si te hubieras mudado conmigo, en lugar de que se mudara JunHo con YoHan, podría despertarte así cada mañana —murmuró.
            —Me arrepiento de no haberlo pensado siquiera… y seguro que me voy a arrepentir muchísimo más de ello durante el curso porque SeungYoun y HanGyul cada vez van a peor —el chico soltó un suspiro—. Estoy seguro de que algún día llegaré a casa y me los encontraré de nuevo liándose en el sofá o sobre la mesa de la cocina… lo cual no es para nada alentador porque ahí comemos todos.
            —Bueno, mi oferta de que te vengas aquí cada vez que lo necesites sigue en pie —respondió SeungWoo—, no puedo hacer mucho más que eso por ahora… pero el año que viene podríamos irnos a vivir juntos, sin nadie alrededor que nos moleste como estos dos idiotas haciendo ruido o como tus idiotas liándose en cada esquina del piso.
            —Seguiré aprovechándome de tu oferta —dijo WooSeok—, y me pensaré seriamente lo de vivir juntos porque nos resolvería muchísimos problemas.

            El chico se incorporó un poco para dejar un beso sobre sus labios y SeungWoo no pudo evitar que su corazón diera un vuelco dentro de su pecho. No llevaban mucho tiempo saliendo y lo de vivir juntos no era algo que hubiera sido prioritario en su vida, pero en aquellos momentos le habría encantado que aquello fuera una realidad y pensar en que quizás al año siguiente podrían estar haciéndolo, hizo que se sintiera totalmente feliz y expectante por una etapa nueva en su vida… pero en aquellos momentos tenía que disfrutar bien de la etapa que estaba viviendo y cuidar y querer a WooSeok todos los días para que su relación siquiera avanzando poco a poco, pero de forma estable hacia un futuro en el que compartieran su vida por completo.

            —¿Tienes hambre? —le preguntó. WooSeok asintió—. Pues vamos a levantarnos y a salir a desayunar, creo que tenemos cereales de todas las clases, tamaños y sabores.

            A pesar de que su intención era salir inmediatamente de la cama para comer, al final remolonearon un poco sobre el colchón y se robaron unos cuantos de besos más antes de finalmente salir de la cama y de la habitación. Nada más salir, no obstante, a SeungWoo le dieron ganas de volver a meterse dentro de ella junto a su novio… porque lo primero que se encontraron fue a YoHan pasando por delante de la puerta con una caja en sus brazos y deteniéndose al verlos salir a ambos de la habitación. Lo siguiente que hizo fue mirarlos de arriba abajo para después poner una expresión que decía claramente “sé lo que habéis hecho ahí dentro, pero me lo vais a contar para que yo pueda poner al día a todos nuestros amigos”. YoHan abrió la boca para hablar, pero antes de que pudiera decir nada, SeungWoo se adelantó.

            —Ni se te ocurra decir nada —le espetó—. Ya habrá tiempo para tus marujeos, ahora mismo vamos a comer.
            —Eso, eso… que tenéis que recuperar fuerzas por la noche loca —replicó YoHan levantando y moviendo una ceja sugerentemente.

            SeungWoo decidió que aquel era un buen día para asesinar a su compañero de piso… nadie lo juzgaría demasiado por ello si contaba cuál había sido el motivo y estaba seguro de que WooSeok encubriría su crimen.

~

            El nuevo semestre comenzaba al día siguiente y, como empezaba a ser tradición en fechas tan señaladas como aquella, un grupo muy numeroso de personas se concentró en un pequeño establecimiento para cenar y ponerse al día de lo que habían hecho en las vacaciones de invierno, cómo habían cambiado las vidas de algunos de forma drástica y cómo las de otros seguían siendo la misma mierda de siempre y estaban hasta las narices del semestre que todavía ni siquiera había comenzado. En el local de siempre se habían reunido sus amigos, los amigos de SeungWoo, sus amigos en común, parejas y, en general, personas que WooSeok realmente no conocía mucho y que había visto o hablado con ellas en tan solo un par de ocasiones, eso siendo generosos, pero el ambiente del lugar era amistoso y, aunque no todos se conocieran, las conversaciones no tenían fin mientras unos hablaban en grupos o en general y disfrutaban de la buena comida.

            —Entonces… ¿el señor escritor famoso vuelve a las clases? —le cuestionó SeungWoo a uno de sus amigos.

            Aquella era la primera vez que WooSeok veía a aquel muchacho, pero SeungWoo le había hablado alguna vez que otra de él, le había dicho que era uno de sus amigos más cercanos y que el año anterior había estado alejado de la universidad y enfocado en su novela, novela con la que había ganado no sé qué premio importante.

            —Primero… no soy famoso —respondió el chico, con sus orejas como farolillos—, segundo, sí, sí vuelvo, pero eso a ti ya no te afecta porque no nos vamos a ver más en las clases.
            —Bueno, si me lo monto bien y los de la biblioteca de la facultad me contratan al final, nos veremos todos los días —replicó SeungWoo.
            —Hablando de montar bien… —dijo por encima de todas las voces SeungYoun y WooSeok se temió lo peor—. Me contó el otro día YoHan que…
            —Oh, por favor, Cho SeungYoun —lo cortó WooSeok antes de que pudiera decir nada más—. Esto ya no es una novedad, están aquí todos hartísimos de mi relación, deja de dar el coñazo.
            —Siempre es divertido, hombre —replicó su compañero de piso y dentro de poco tiempo, si seguía con dando la lata, ex amigo, con una sonrisa que no presagiaba nada bueno en su cara—. Hablar de tus amigos y sacar todas sus vergüenzas al aire delante de la gente.
            —Oye, hyung —dijo WooSeok, girándose hacia su novio—. ¿Tú conoces a este tío que clama ser mi amigo?
            —Mmmmm… —SeungWoo miró a SeungYoun como si tratara de reconocerlo y después lo miró de nuevo, respondiendo—: no me suena de nada.
            —Echo de menos cuando se ponía como un farolillo y nos juraba a todos que nos tiraría por la ventana —replicó su compañero de piso, abatido—, ahora no es divertido… ¿hay alguien más aquí con una relación que acabe de empezar o que estén tonteando para que pueda meterme un rato con ellos? El chico emo y su novio guapo, contadme vuestra vida o algo.

WooSeok vio a HanSe poner los ojos en blanco y a DongYeol seguir tranquilamente bebiendo sin prestarle atención alguna a SeungYoun y no pudo evitar que una pequeña carcajada se escapara de sus labios, mientras el ambiente volvía a ser el mismo de antes de la interrupción, con todos los que se encontraban en el local hablando de las últimas novedades de su vida sin que nadie los molestara especialmente por ellas. Mientras observaba lo que hacían sus amigos en una de las miradas que dedicó alrededor del lugar, WooSeok se acabó fijando en lo juntos que estaban JinHyuk y ByungChan, más juntos de lo que habían estado nunca jamás —y eso que a los dos les gustaba ser bastante koalas—, por lo que no pudo evitar extrañarse y llamar disimuladamente la atención de SeungWoo, para después señalarle a los otros dos.

—¿Esos dos tienen algo?

Fue lo que le cuestionó, por si él tenía información importante que no le hubiera sido compartida, algo que le dolía bastante, porque tanto JinHyuk como ByungChan eran amigos suyos y que no le hubieran dicho nada a él y sí a SeungWoo sobre que estaban saliendo juntos lo mosqueaba y le dolía. Sin embargo, lo que obtuvo del mayor fue un movimiento de cabeza negativo mientras observaba a los tortolitos reírse de una broma común y privada.

—No me han dicho nada, pero me parece muy fuerte que no lo hayan hecho —replicó al final—. Con lo pesados y dramáticos que han sido los dos con lo nuestro, al menos un poco de coherencia.
—Ya ves… tanto que nos criticaban que no les hubiéramos dicho nada cuando ellos están haciendo exactamente lo mismo —WooSeok chasqueó su lengua—. Me dan ganas de exponerlos aquí mismo y que SeungYoun no los deje tranquilos durante el resto de sus vidas —SeungWoo negó a su idea—. ¿Por qué?
—No son tan jugosos para él porque no los conoce tanto —respondió—. Quiero decir, solo son amigos tuyos a los que ve de vez en cuando, no tiene mucho material con el que extorsionarlos y darles el coñazo.
—También es verdad —acabó aceptando con un resoplido.
—Pero no te creas que esto va a quedar así —añadió SeungWoo con un brillo de diversión en su mirada—. Siempre podemos chincharlos nosotros cuando se dé la ocasión porque los tenemos pillados a los dos por los huevos.
—Me parece muy correcto.

            La noche siguió su curso, pero desde el momento en el que WooSeok se dio cuenta de Que JinHyuk y ByungChan se tenían cosas entre manos, no pudo evitar echarles vistazos de vez en cuando, confirmándose a sí mismo más y más que aquellos dos estaban liados y esperando que llegara el día en el que pudiera molestarlos hasta el infinito, tal y como ellos habían hecho con él y SeungWoo durante el año anterior. Aquella noche no diría nada, pero no estaba seguro de que pudiera aguantar más que un par de días para comenzar con su venganza —y usaría todo ese tiempo en planear con SeungWoo aquella dulce venganza que se le había presentado en bandeja de plata—.

~

            El turno se le estaba haciendo completamente eterno a SeungWoo, una presentación de un libro y una firma del autor había hecho que la mañana fuera demasiado ajetreada y que hubiera demasiadas personas en la pequeña librería, que no estaba realmente capacitada para acoger un evento de aquellas características. Él y sus compañeros habían hecho lo que habían podido y todo había salido decentemente bien —podía haber ido mucho mejor si se hubieran terminado de coordinar, pero teniendo en cuenta que todos los tres eran nuevos y que su jefe no había movido un dedo en toda la mañana, había salido bien—. SeungWoo volvió a mirar el reloj de su móvil y le dieron ganas de tirarse al primer coche que pasara por la puerta del establecimiento porque aquella tortura de mañana no terminaba y a ellos les quedaba todavía terminar de recoger todo el caos que se había formado después de aquel evento… además, había quedado con WooSeok y lo único que quería era que llegara su hora de salida para ver a su chico.

            Todavía le parecía una especie de fantasía estar saliendo con WooSeok, una fantasía que era incapaz de creer que fuera verdad en algunas ocasiones, porque todavía se veía a sí mismo en la primavera pasada, bebiendo los vientos por aquel chico guapo que había conocido en la biblioteca de la facultad y del que realmente no esperaba nada, porque parecía demasiado fuera de su liga. Pero no solo había podido acercarse a él, hablar con él o ser su amigo, sino que estaba saliendo con él y el chico lo adoraba de la misma forma que SeungWoo lo adoraba y su relación cada vez se iba afianzando más, mientras trabajaban en los pequeños detalles, discutían por tonterías y al rato volvían a hablarse para resolver sus problemas… mientras se confabulaban para molestar a los amigos que tanto se habían cebado con ellos durante los primeros momentos de su relación, en los que ninguno de los dos estaba seguro de nada y tenían muchas dudas sobre qué hacer y cómo avanzar hacia el otro.

            Aquel año había sido un gran año, tenía que serlo, porque SeungWoo por fin había dejado la soledad que lo había caracterizado durante los últimos años de su vida y había encontrado a la persona con la que no le importaría para nada compartir el resto de su vida.

            Perdido en sus pensamientos mientras terminaba de recoger, al final el tiempo comenzó a pasarle más rápido de lo que lo había hecho en el resto de la mañana y, antes de darse cuenta, su alarma comenzó a sonar, indicándole que ya había terminado su turno y que era libre. No obstante, quedando un par de cosas por hacer en el lugar, SeungWoo decidió quedarse unos minutos más para terminarlas y después volar a la trastienda para recoger su mochila y salir lo más rápido posible del lugar, despidiéndose de sus compañeros y su jefe, antes de ir hacia la parada de autobús en la que debía esperar al bus que lo llevaría al campus de la universidad, donde había quedado con WooSeok aquel día. Le habría venido mucho mejor que lo hubieran contratado en la biblioteca de la universidad, así habría podido pasar mucho más tiempo con su novio, pero no se quejaba de haber encontrado aquel trabajo, generalmente estaba bastante bien, solo debía organizar los libros nuevos en las estanterías y atender clientes —días locos como aquel, no eran lo más común—.

            El bus que llevaba a la universidad tardó más de lo deseado aquel día, por lo que SeungWoo acabó teniendo que mandarle un mensaje a WooSeok para avisarle de que probablemente iba a llegar tarde por aquel motivo —y por todos los anteriores en el trabajo—. Solo unos momentos después recibía una respuesta de su chico en la que le decía que no pasaba nada y que se tomara el tiempo que fuera necesario en llegar, porque así aprovechaba para terminar de buscar la información que necesitaba para un trabajo. SeungWoo se tranquilizó en ese momento y simplemente se dedicó a observar por la ventanilla del autobús observando la ya tan conocida ciudad de Seúl, que tan solo unos años antes había sido para él un lugar extraño y que cambiaba demasiado rápido como para acostumbrarse. Ahora aquel lugar era como su hogar para él.

Cuando el autobús llegó a su destino, SeungWoo se bajó del vehículo y comenzó a dirigirse hacia el lugar en donde WooSeok lo esperaba, la biblioteca. El camino que llevaba a la facultad estaba lleno de cerezos en flor, una estampa preciosa que a SeungWoo siempre le había gustado y le había hecho feliz de ir a la universidad, por muy cansado o asqueado que estuviera de ésta. En momentos como aquellos, rodeado de pétalos rosados que caían de las copas de los árboles mecidos por la suave brisa, no podía evitar recordar los años que había pasado en aquel lugar y la de veces que había recorrido aquel camino en diferentes estados de ánimo. En aquellos momentos, lo único que deseaba era recoger a WooSeok para poder caminar bajo aquella luvia rosa y disfrutar de aquella primera primavera que pasaban juntos.

            Al final del camino, cuando el edificio de la biblioteca se alzaba frente a él, SeungWoo pudo apreciar una figura conocida entre el gentío que había en el lugar, la figura menuda y delicada de WooSeok, caminando hacia él, con sus grandes gafas redondas ocultando prácticamente todo su rostro y una sonrisa adornando lo poco que se veía de él. SeungWoo no pudo evitar esbozar una sonrisa y caminar más rápido para llegar hasta él.

            —Se suponía que habíamos quedado en la biblioteca —fue lo que le dijo al llegar.
            —Sí, pero ya había terminado de buscar lo que necesitaba —respondió WooSeok—, y entonces miré por la ventana y vi lo bonito que estaba esto, así que no pude evitar salir y esperarte aquí.
            —Se te está pegando mi moñería —no pudo evitar decir SeungWoo.
            —Todo lo malo se pega.

            Y tras decir aquello, WooSeok se acercó más a él, hasta que sus cuerpos entraron en contacto y rodeó su cintura con sus brazos, escondiendo su rostro en su pecho. SeungWoo sonrió ampliamente mientras le devolvía el abrazo, no pudiendo evitar pensar en lo mucho que había cambiado la primavera aquel año y en lo maravilloso que sería que todas las primaveras a partir de aquel entonces fueran igual y WooSeok estuviera junto a él en todas ellas.




















Notas finales:
—Tengo muchas cosas que decir en este apartado porque han pasado TANTAS cosas desde que comencé a escribir esta historia a finales de julio, así que, poneos cómodos porque se viene ranting de la autora.
—Primero, me gustaría decir gracias a todas las personas que en un principio me apoyaron para que la idea loca que había tenido y que realmente no pensaba que fuera a tener aceptación, acabara saliendo de mi mente y acabara plasmada en este fanfic. Sin el empujoncito inicial no habría llegado tan lejos, así que, fue bastante importante para el nacimiento de esta historia. También les quiero dar las gracias a todas las personas que han seguido al día las escasas actualizaciones, que han sido demasiado prolongadas en el tiempo, esas personas que me han tenido paciencia con mis bloqueos y que han seguido esto hasta el final. Solo sabiendo que todavía estabais aquí, esperándome a que terminara de escribir esta historia, ha hecho que no la abandonara por las dificultades.
—Segundo, quería expresar que los últimos tiempos han sido unos tiempos muy duros para el fandom y que a mí me pilló con la guardia baja y con un bloqueo latente, que terminó de acusarse por las malas noticias, algo que hizo que no solo los fanfics que estaba preparando de X1, sino todos en general, sufrieran un parón (y lo sigan sufriendo porque mi cabeza es incapaz de concentrarse el suficiente tiempo para coordinar bien lo que quiero expresar). Estoy tratando de superar este bloqueo todavía y estoy tratando de que dure lo menos posible, pero hay veces que todo me supera y no puedo continuar. No me voy a rendir, no obstante, porque a cabezota no me gana nadie.
—Y, por último, tengo varias historias de varios capítulos planeadas para X1 que, me gustaría sacar adelante en los próximos tiempos porque no quiero que al final queden en nada y porque creo que son merecedoras de mi tiempo, así que, espero poder ir publicándolas y que mi bloqueo me deje en paz de una vez por todas para hacerlo relativamente rápido. ¡Espero que nos veamos pronto!


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