Título: (I wanna be a) Dog
Autora: Riz Aino
Pareja: BeomHyun (BeomGyu + TaeHyun) (TXT)
Clasificación: PG
Géneros: AU, high school, romance, fluff
Número de palabras: 1.197 palabras
Resumen: a veces, a BeomGyu le gustaría ser un perro
durante algunos instantes, para que TaeHyun le demostrara un poco de cariño a
él también.
Notas: la idea fue tomada de la canción Cat & Dog de TXT,
aunque no sigue la letra, pero algo sí que sigue del sentimiento de la canción.
Comentario de autora: hay veces en las que se necesita un
poco de azúcar para seguir viviendo y esto contiene tanta cantidad que igual lo
que da es una subida de la glucosa. Espero que os guste.
(I wanna be a) Dog
BeomGyu no puede evitar observar con el ceño fruncido y
un puchero en sus labios cómo TaeHyun no para de acariciar a un perro que
siempre ronda el instituto mientras le dice cosas como “buen chico”, “qué
precioso eres” o “¿quieres que te rasque detrás de las orejas?” una
y otra vez. No le gusta nada aquello porque TaeHyun es mucho más cariñoso con
un perro callejero que lo ha sido nunca con él, que lleva siendo su amigo
muchísimos años, y BeomGyu está un poco harto de aquello. No odia a aquel
perro, para nada, lo que odia es que TaeHyun no le haga ni puñetero caso cuando
está con él, pero que cada vez que se le aparece aquel perro delante se le
ilumine la cara y se agache para acariciarlo y darle amorcito… y, a veces, le
gustaría ser aquel perro para que TaeHyun le demostrara un poco de cariño a él
también.
Lo había pensado en varias ocasiones. Si estuvieran en
algún mundo mágico, haría ya tiempo que habría buscado un hechizo para
convertirse en perro y así disfrutar de las atenciones de TaeHyun solo para él.
Pero aquel era el mundo real, la magia no existía y él no podía convertirse en
perro para que su amigo le hiciera el más mínimo caso.
Tras lo que le parece una eternidad, TaeHyun por fin se
levanta y se acerca a él, dejando atrás al perro. Se pone a su lado y, con un
movimiento de cabeza le indica que ya está listo para poder irse a casa con él.
BeomGyu asiente y ambos echan a andar de nuevo, emprendiendo el camino de
vuelta otra vez, después de haberlo pausado por aquel perro que siempre los
esperaba para que TaeHyun lo acariciara.
—La próxima vez que te pares con el
perro te juro que te dejo atrás y me voy solo a casa —lo amenaza, aunque no
sabe si la amenaza ha salido convincente o no. La sonrisa en el rostro de
TaeHyun le dice que no—. Es en serio —añade—, estoy muy harto de que solo le
des tu atención al dichoso perro y yo vaya a darte un abrazo y me apartes como
si fuera el bicho más asqueroso del universo.
—No eres el bicho más asqueroso del
universo —replica TaeHyun—. Un poco pesado sí que eres, pero los dos años de
prueba ya han pasado y no te puedo devolver a la fábrica de amigos, tengo que
bregar contigo para el resto de mi vida.
BeomGyu hace otro puchero porque encima se cachondeaba de
él y su amigo simplemente le dedica una sonrisa destinada a calmar sus malos
humos, pero BeomGyu está muy cansado de aquello y no le gusta nada que su mejor
amigo constantemente se aleje de él cuando va a abrazarlo, cuando sí que deja
que otras personas lo abracen y cuando se acerca a todos los perros del mundo y
deja que todos lo babeen mientras los acaricia. Parece que BeomGyu, por ser su
amigo, tiene el privilegio de que no le haga ni caso, lo cual le parece la
mayor tontería del mundo porque lo único que le gustaría es que TaeHyun se
comportase con él mucho mejor de lo que se comporta con el resto de gente y de
perros, sobre todo, perros.
Compungido y enfadado, BeomGyu decide aquel día no se va
a quedar sin que TaeHyun le haga el más mínimo caso y se adelanta, dando un par
de zancadas, se pone frente al chico y después abre sus brazos y se lanza sobre
él. TaeHyun se trata de zafar, chilla, patalea y quiere que lo suelte, pero BeomGyu
no lo va a soltar en un buen rato, porque lo mínimo que merece es un abrazo de
su amigo, ya que no puede convertirse en perro para que éste le de cariño por
ser un perro, que se lo dé por ser su amigo. Sin embargo, TaeHyun no deja de
patalear y de retorcerse y, al final, consigue salir de su abrazo, apartándolo
de su lado, respirando de forma entrecortada y más rojo que las rayas de la
corbata del uniforme. Lo mira con el entrecejo fruncido y BeomGyu hace que su
puchero sea todavía más acentuado.
—Me odias —proclama.
Y se da la vuelta y echa a andar, esperando que
TaeHyun lo siga y le diga que sí, que lo odia un montón mientras se ríe y le
echa el brazo por encima durante el resto del camino a casa. Pero BeomGyu da
varios pasos y no siente cómo su amigo lo sigue, así que, se gira y ve que éste
sigue clavado en el mismo sitio, mirándolo fijamente, como si quisiera decirle
algo, pero sin decirlo, debatiéndose si hacerlo o no, con las manos apretadas
en puños. Al final parece que se decide a hacerlo y coge aire para hablar,
teniendo a BeomGyu en vilo unos momentos.
—Me gustas —le suelta—. No como amigo,
más… más como… novio.
—¿Qué? —no puede evitar decir
BeomGyu porque de todas las cosas que se podía imagina que TaeHyun le dijera,
aquella era la más inesperada de todas. Jamás se había imaginado que su mejor
amigo estuviera guardando algo como aquello dentro de sí.
—Que me gustas —repite—. Ya me puedes
odiar por algo de verdad —comenta—, no solo porque no te abrace porque no eres
un perro.
—¿Pero por qué te voy a odiar porque
te guste? —replica BeomGyu, sintiendo cómo su corazón late rápidamente dentro
de su pecho—. ¿Si te odio porque le das más atención a un perro que a mí crees
que es porque pienso que no eres buen amigo? —pregunta. TaeHyun no responde,
parece confuso—. ¡Te odio porque me gustas! —grita—. Me gustas y quiero que me
des abrazos, pero te pasas los días sobando a ese perro.
Se miran durante un rato, observando
la reacción del otro a las palabras que acaban de decirse. Y, después, TaeHyun
se echa a reír mientras dice algo como “hemos sido muy tontos los dos”
antes de cruzar la distancia que los separa en varias zancadas y abrazarse
fuertemente a BeomGyu como lleva milenios sin hacer. BeomGyu le devuelve el
abrazo igual de fuerte, con una sonrisa enorme en su cara porque siente que, a
partir de ahora, no va a necesitar ser ningún perro para que TaeHyun le haga
caso.
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