miércoles, 1 de junio de 2022

[One Shot] TASTE {JunMill}

Título: TASTE

Autora: Riz Aino

Pareja: JunMill (Junji + Mill) (OnlyOneOf)

Clasificación: NC–17

Géneros: AU, smut, pwp

Número de palabras: 3.241 palabras

Resumen: Yongsoo solo quería poder probar un poco de Junhyung… sin saber que acabaría volviéndose completamente adicto a él.

Advertencias: relaciones sexuales explícitas y lenguaje vulgar.

Notas: historia escrita para celebrar los 1100 días de OnlyOneOf como grupo, un número muy maravilloso que necesita ser celebrado.

Comentario de autora: hay ocasiones en las que ideas salvajes aparecen muy aleatoriamente en mi cabeza y no me puedo resistir a escribirlas y a encima detallarlas muchísimo. Espero que os guste.



            Mientras el ascensor ascendía en su camino hacia la séptima planta de aquel edificio, Yongsoo sentía que su corazón iba a estallar dentro de su pecho de lo rápido que latía. Estaba nervioso, quizás demasiado nervioso, sus manos sudaban, su cuerpo casi temblaba y las piernas no lo terminaban de sostener, por lo que se había dejado de caer sobre una de las paredes de aquel ascensor mientras trataba de calmarse, aunque aquello pareciera una tarea imposible para él. Yongsoo había fantaseado muchas veces con aquello, pero jamás se había atrevido a pensar que se fuera a hacer realidad porque él era un simple mortal que jamás tendría acceso de aquella forma a Junhyung, aquella especie de dios que había descendido a la tierra y siempre se había conformado con ser su amigo, que ya era bastante más de lo que jamás había imaginado… pasar una noche con él realmente iba simplemente mucho más allá de sus fantasías, a pesar de que sus fantasías siempre habían sido demasiado detalladas.

 

            Junhyung, que traía loco a todo el mundo desde que había comenzado a modelar y había comenzado a ganar algo de fama debido a su belleza y a su increíble cuerpo; Junhyung, que había sido su amigo desde mucho antes de que la fama lo empezase a hacer una de las personas más deseadas del momento; Junhyung, aquel del que Yongsoo siempre había querido probar un poco de él, Junhyung, que lo había invitado a la habitación del hotel en el que se estaba alojando porque había hecho allí una sesión de fotos y le había pedido que pasase la noche con él… no solo como amigos.

 

            Las puertas del ascensor se abrieron y a Yongsoo le tomó unos momentos volver a poner en funcionamiento su cuerpo antes de salir del lugar, caminando por el pasillo de aquella séptima planta, mirando el número que las puertas de las habitaciones tenían sobre ellas y buscando aquel que Junhyung le había mandado, apareciendo ésta justo frente a él después de algunos instantes. Yongsoo tuvo que inspirar hondo varias veces para tratar de calmarse de nuevo antes de levantar su mano y llamar con sus nudillos a la puerta, volviéndose una bola de nervios de nuevo en el momento en el que lo hizo, los segundos de espera hasta que la puerta se abrió pareciéndole eternos como horas y su corazón dando un vuelco dentro de su pecho en el momento en el que Junhyung apareció ante él, solo con un albornoz y su pelo largo, que le llegaba por los hombros, todavía algo mojado. Yongsoo tragó saliva porque la boca se le había quedado repentinamente ante aquella visión y casi se desmayó cuando Junhyung le dedicó una sonrisa pícara.

 

            —Te estaba esperando —fue lo que le dijo el mayor, haciéndose a un lado para que pudiera pasar al interior de la habitación.

 

            Yongsoo tuvo que hacer uso de la poca fuerza que le quedaba en las piernas para seguir de pie y no caerse redondo sobre el suelo al escuchar esas palabras y acabo ordenándole a sus piernas que se movieran para pasar dentro. Su conexión entre las órdenes de su cerebro y sus músculos parecía estar bastante atrofiada, pero al menos, después de un par de segundos, sus piernas le hicieron caso y Yongsoo acabó entrando a la habitación, quitándose los zapatos en la entrada y sintiendo cómo Junhyung cerraba la puerta tras él. Unos momentos más tarde, el cuerpo del mayor se pegaba al suyo desde atrás y Yongsoo notó su respiración caliente sobre su nuca antes de que éste hablara.

 

            —Espero que no te importe que no nos andemos con muchos preámbulos —le dijo—. Necesito follar rápido, Yongsoo.

 

            Yongsoo tragó saliva ante aquello, la voz sensual de Junhyung, la forma en la que su cuerpo se pegaba al suyo para revelarle que su miembro estaba bastante duro, rozándose contra su trasero y el aura sexual que desprendía… todo aquello quizás era demasiado para él, pero Yongsoo también había necesitado durante muchísimo tiempo hacer aquello y estaba feliz porque Junhyung hubiera decidido llamarlo a él para bajarle el calentón.

 

            —No me… importa que no haya… preámbulos… —acabó respondiendo, separándose del cuerpo de Junhyung para poder girarse y encararlo. Los ojos del mayor rezumaban deseo y Yongsoo tuvo que inspirar hondo antes de volver a hablar—. Voy a hacer que disfrutes, hyung.

            —Perfecto.

 

            Una sonrisa pícara apareció en el rostro de Junhyung justo antes de tomarlo de la mano y guiarlo por la habitación hasta la cama, donde se sentó y se abrió el albornoz, dejándole ver a Yongsoo su miembro prácticamente erecto. Le había dicho que no quería preámbulos y de verdad no iban a tener ni un solo preámbulo, con aquel Junhyung le había pedido explícitamente que fueran al grano y Yongsoo no pudo hacer otra cosa más que dejarse caer sobre sus rodillas, primero porque sus piernas por fin habían cedido a su peso, demasiado débiles como para seguir sosteniéndolo, segundo porque el miembro del mayor estaba allí, erecto, necesitado, ante él y Junhyung lo había invitado de una forma muy sutil a que hiciera algo con ello. Las piernas de Junhyung se abrieron en el momento en el que Yongsoo se quedó de rodillas sobre el mullido suelo de la moqueta y el chico se encajó entre ellas con facilidad, respirando contra el miembro del otro, viendo cómo todo el cuerpo de Junhyung temblaba de placer debido a aquello. No pudo evitar que una pequeña sonrisa apareciera en su rostro porque solo su respiración caliente lo había hecho temblar de placer y un poco de todo aquel nerviosismo que llevaba consigo se desvaneció. Todavía estaba terriblemente nervioso porque jamás habría pensado que se vería en aquella situación de verdad y siempre había tenido muchas ganas de estar en ella, pero en cuanto todo comenzara, sabía que se iría calmando poco a poco.

 

            Yongsoo era bueno en la cama, increíblemente bueno, según le habían comentado, y él sabía que lo era por la forma honesta en la que los cuerpos de aquellos con los que se acostaba reaccionaban… y esa noche iba a hacer que Junhyung se diera cuenta de lo bueno que era, de la misma forma que él iba a poder probar todo del mayor.

 

            Sin mayor dilación, Yongsoo llevó su mano derecha al miembro de éste y rozó con sus dedos su extensión, tocando su punta y notándola levemente húmeda. Junhyung estaba excitado, pero no iba a tardar en estar pidiéndole que le dejara correrse porque Yongsoo pensaba dejarlo al borde del abismo una y otra vez, haciendo que se acumularan en él más y más sensaciones hasta que no pudiera soportarlo más y acabara ahogándose en su propio placer. Aquello era lo que el chico pretendía hacer… y aquello fue lo que comenzó haciendo. Yongsoo envolvió el miembro de Junhyung con su mano con firmeza y la movió sobre éste, arriba y abajo, lentamente, alzando su mirada y observando todas y cada una de las reacciones que aparecían en el rostro del mayor, repitiendo el movimiento una y otra vez, agarrando y masajeando sus testículos con su otra mano, provocando que poco a poco su miembro se endureciera y que de su punta comenzara a salir pre semen mucho más abundantemente. Su mano era pequeña, sus dedos eran cortos, pero era lo suficientemente hábil para tener a Junhyung jadeando levemente con ella… no obstante, su boca era lo que iba a dejar al mayor por completo sin aliento.

 

            El chico se recolocó sobre el suelo, colocándose más cerca de la cama y alzándose un poco sobre sus rodillas para poder tener un mejor acceso al miembro de Junhyung con su boca, sin estar en una postura incómoda. Teniendo el miembro del mayor tan cerca y completamente erecto ya, Yongsoo no pudo evitar relamerse porque hacía demasiado tiempo que quería probar aquello con Junhyung, quería hacerle la mejor felación que le habían hecho al mayor en su vida y quería dejarlo completamente seco, saboreándolo, y, por ello, Yongsoo estaba excitado, muy excitado. Desde que había notado el miembro prácticamente duro de Junhyung contra su trasero en la entrada, se sentía caliente, pero en aquellos momentos, se tenía mucho más necesitado que antes, así que, mientras con una mano sujetaba el miembro de Junhyung, la otra se introdujo por sus pantalones y comenzó a acariciar su miembro, inclinando su cabeza hacia delante y empezado a lamerlo, lubricándolo. Su lengua era larga y podía lamer su extensión de arriba abajo sin mucho problema, hundiéndola en su punta, saboreando su pre semen, envolviendo su sensible glande, haciendo que los primeros gemidos leves empezaran a salir de la boca de Junhyung.

 

            Yongsoo se sintió aún más excitado por aquellos gemidos resonando en sus orejas y su mano no dejó de moverse sobre su miembro a medida que éste iba creciendo y humedeciéndose; no obstante, aunque su propio placer resonaba por todo su cuerpo, el chico no dejó de buscar darle mucho más al mayor. Por ese motivo, Yongsoo acabó envolviendo su miembro con su boca, primero solo su glande, apretando firmemente sus labios alrededor de éste y usando su lengua. Se detuvo unos momentos para alzar su vista y observar la reacción de Junhyung, encontrando una expresión de placer infinito en su rostro, mordiéndose el labio inferior para probablemente contener sus gemidos, sus ojos cerrados y su cabeza echada hacia atrás. Estaba claro que aquello le había gustado mucho, así que, Yongsoo siguió con aquello, moviendo su cabeza hacia abajo con lentitud, introduciéndose más y más del miembro de Junhyung hasta llegar a su base, la punta de éste casi rozando con el fondo de su garganta. Un gemido profundo, gutural, salió de la boca de Junhyung y Yongsoo hizo el camino inverso, sacando su miembro por completo de su boca antes de volver a tragárselo entero, repitiendo el proceso varias veces, hasta que los gemidos de Junhyung se hicieron mucho más constantes, indicándole que debía de estar a punto de llegar al orgasmo.

 

            Yongsoo sacó su miembro de su boca una última vez antes de volver a usar su mano en él, su palma y sus dedos resbalando gracias a su saliva y al ahora mucho más abundante pre semen de Junhyung, envolviéndolo y volviendo al inicio, moviendo su mano lentamente sobre él, retrasándole de aquella forma el inminente orgasmo a Junhyung. El chico pareció querer protestar por lo que acababa de hacer, pero cuando Yongsoo rozó con su pulgar su glande, acabo simplemente jadeando por ello, su protesta muriendo en sus labios. Después de desacelerar su orgasmo un poco con su mano, siguiendo con su estimulación, pero ésta no siendo suficiente para que se corriera, Yongsoo volvió a engullirlo con su boca, repitiendo el proceso anterior cuando notó que Junhyung estaba cerca de acabar un par de veces más, acumulándole más y más sensaciones hasta que Junhyung acabó estallando en su boca la última vez que lo hizo, su miembro temblando contra su lengua, sintiendo todo su sabor, su semen bajando por su garganta, mientras el cuerpo de Junhyung parecía no poder sostenerse más y acabó cayendo de espaldas sobre el colchón respirando de forma  entrecortada.

 

            Yongsoo esperó a que el mayor terminara de correrse y lamió su miembro para limpiarlo, prolongando las placenteras sensaciones del orgasmo de aquella forma, tragando los restos de su semen y finalmente sacando su miembro de su boca. Todavía de rodillas y todavía con su mano metida dentro de sus pantalones acariciando su propio miembro, cada vez más duro y necesitado, el chico no pudo evitar observar cómo Junhyung yacía sobre la cama, con su albornoz descolocado y con una sonrisa totalmente satisfecha en su rostro mientras debía estar sintiendo los últimos coletazos de su orgasmo. Yongsoo no pudo evitar que una sonrisa ascendiera a sus labios porque aquella increíblemente sensual estampa la había provocado él y eso hizo que se sintiera todavía más excitado. Junhyung abrió sus ojos en el mismo instante en el que Yongsoo comenzaba a levantarse del suelo, sacándose su mano de su entrepierna para poder hacerlo, apoyándose en el suelo y en la cama, encontrándose sus miradas durante unos segundos. Yongsoo tuvo que tragar saliva ante la intensidad de aquellos ojos y el movimiento de su nuez debió captar la atención del mayor porque sus ojos se desviaron hacia abajo más y más abajo, observando detenida y deliberadamente todo su cuerpo, esbozando una sonrisa pícara al llegar a su entrepierna. Yongsoo estaba excitado, erecto, y estaba seguro que su miembro se notaba en sus pantalones y por eso Junhyung había sonreído de aquella manera.

 

            —Veo que tú también necesitas follar, Yongsoo —le dijo, alzándose sobre sus codos y quedándose de nuevo sentado sobre la cama—. Desnúdate y ven aquí conmigo.

 

            Junhyung palmeó el colchón a su lado y Yongsoo asintió. Estaba muy necesitado y solo comerle la polla a Junhyung no había sido suficiente para él, quería más, mucho más, quería estallar en su propio placer y quería tener mucho más de él, probar mucho más. Por eso, sin perder ni un solo momento, comenzó a desnudarse, quitándose la camiseta y los pantalones bajo la atenta mirada del mayor, que había dejado caer el albornoz sobre la cama, desnudándose también del todo. Yongsoo dejó su ropa sobre una silla que se encontraba cerca de la cama, quitándose también los calzoncillos y después subiéndose al colchón junto a Junhyung, frente a él, volviendo a sentir el mismo nerviosismo que había sentido al principio, su corazón latiendo rápidamente dentro de su pecho, sus manos sudando y su respiración también algo acelerada, la única diferencia era su miembro, que ahora estaba prácticamente erecto, pulsando por atención, una atención que necesitaba obtener lo más rápido posible.

 

            —Ponte a cuatro patas —le pidió Junhyung mientras sacaba de uno de los bolsillos del albornoz un bote pequeño de lubricante y un condón—. Voy a follarte como nunca te ha follado nadie en agradecimiento por haberme comido la polla de esta manera.

 

            Yongsoo no pudo evitar esbozar una sonrisa, expectante y encantado con aquello, antes de moverse sobre la cama y ponerse a cuatro patas tal y como el mayor le había pedido momentos atrás, alzando su trasero en su dirección y esperando, sintiendo cómo su corazón quería volver a salirse de su pecho de lo rápido que latía. Escuchó cómo Junhyung abría la tapa del bote de lubricante y su cuerpo reaccionó solo, abriendo sus piernas un poco más y relajándose por completo, sabiendo perfectamente el placer que iba a experimentar en tan solo unos segundos. Junhyung no tardó en comenzar a tantear su ano con sus dedos lubricados, bordeando la entrada y adentrando un dedo con precaución unos momentos después, introduciéndolo sin encontrar oposición alguna por parte de su cuerpo, demasiado acostumbrado a la penetración. Yongsoo prácticamente ronroneó de placer mientras poco a poco Junhyung lo preparaba, con cuidado, pero con rapidez, sin detenerse ni un solo segundo, penetrándolo una y otra vez primero con un dedo y no mucho tiempo después con dos de ellos, adentrándose sin encontrar todavía dificultad al hacerlo, pero haciendo que las paredes de su recto se tuvieran que amoldar a la forma de sus dedos, provocándole al chico un enorme placer por la fricción, sobre todo, cuando Junhyung comenzó a buscar su próstata. Cuando la halló, un gemido intenso salió de los labios de Yongsoo sin que pudiera hacer nada por evitarlo y Junhyung no dejó de golpear su próstata una y otra vez, haciendo que el pre semen de su miembro comenzara a caer sobre la cama.

 

            Un tercer dedo se introdujo en su interior cuando Yongsoo pensó que ya no podía aguantar más y que iba a acabar corriéndose tan solo con los dedos de Junhyung, pero este dejó de buscar su próstata activamente y simplemente se dedicó a terminar de prepararlo, creando solo el espacio suficiente para que su miembro entrara sin que le ocasionara ningún dolor. Yongsoo siguió sintiéndose al borde del orgasmo, pero el cambio hizo que éste se desvaneciera un poco y que siguiera acumulándose el pacer en su interior hasta que finalmente Junhyung sacó sus dedos, habiéndolo preparado por completo. El chico escuchó instantes después cómo el plástico del envoltorio del condón era rasgado y tuvo que contenerse de mover el trasero hacia atrás, en busca de la penetración, esperando pacientemente a que Junhyung se lo colocara. Sintió las manos del mayor agarrándose a su cintura y justo después la punta de su miembro rozando contra su entrada, empujando contra ella, duro, caliente, demasiado excitante, tanto que, en aquella ocasión, Yongsoo no pudo evitar mover su trasero hacia atrás, provocando que el miembro embadurnado en lubricante de Junhyung entrara por completo dentro de su recto, llenándolo por completo y colmándolo de placer.

 

            —Impaciente —jadeó Junhyung.

 

            Yongsoo no pudo protestar para quitarle la razón porque lo único que necesitaba era que comenzara a moverse, por lo que simplemente movió un poco su trasero para hacerle entender que lo necesitaba ya. La risa de Junhyung vibró a través de sus cuerpos unidos y aquello provocó que Yongsoo tuviera que contener la respiración unos momentos porque había sentido un placer extraño e inexplicable. Cuando la risa murió en los labios del mayor unos momentos después, éste hundió aún más sus dedos en las caderas de Yongsoo y comenzó a moverse lentamente, dentro, fuera, fuera, dentro, cogiendo algo de velocidad durante unos instantes y deteniendo su movimiento, volviéndolo lento de nuevo, torturándolo de aquella forma, dándole todo lo que quería y quitándoselo unos segundos después, dejándolo al borde del orgasmo una y otra vez, dándole más placer del que nadie le había dado nunca antes hasta que finalmente todo estalló dentro de él y su cuerpo fue recorrido por una corriente eléctrica que volvió sus extremidades de  mantequilla, haciendo que cayera sobre la cama mientras se corría sobre esta y Junhyung lo seguía penetrando una y otra vez, prolongando de aquella forma su orgasmo, hasta que sus dedos se hundieron todavía más en sus caderas y su cuerpo dio algunos débiles espasmos mientras alcanzaba su propio orgasmo.

 

            Ninguno de los dos se movió durante unos momentos, ambos disfrutando del placer alcanzado sin que nada los pudiera perturbar. Yongsoo se sentía ligero como una pluma y casi mareado, embriagado por todo el placer que acababa de sentir y que no quería dejar de sentir. Había ido a aquella habitación de hotel porque Junhyung lo había llamado y porque siempre había querido probar un poco de él… pero ahora que lo había hecho, ahora que lo había probado, Yongsoo sentía que casi se había vuelto un adicto porque lo único que necesitaba es que aquello se volviera a repetir una y otra vez, para seguir probando más y más de Junhyung.

 

 

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