Título: Red Code
Autora:
Riz Aino
Pareja:
KunTen (Kun + Ten) (NCT)
Clasificación:
PG–13
Géneros:
AU, super powers, action, pilots, romance
Número de palabras:
1.064 palabras
Resumen:
Ten es un superhéroe que trata de ocultar su identidad siendo piloto militar…
pero al atravesar una situación de alerta máxima en unas prácticas, el chico
debe tomar una decisión, exponer su verdadera identidad ante uno de sus compañeros,
o dejar que éste muera.
Notas: básicamente
la idea surgió porque Kun se sacó la licencia de piloto.
Comentario de autora:
no he escrito demasiado sobre superhéroes o poderes porque soy incapaz de
describir peleas, pero en esta historia no las hay y eso me ha ayudado mucho.
Espero que os guste.
Red
Code
El avión de dos plazas en el que Ten
se encontraba junto con Kun, uno de sus compañeros de escuadrón, había
comenzado a comportarse de forma extraña tras varios minutos de vuelo y ambos
habían decidido que lo mejor que podían hacer era volver a la base porque con
el avión de aquella forma no podían realizar las prácticas que debían y por las
cuales habían salido de la base. Ten mismo había avisado por radio al hangar
que iban de vuelta para que estuvieran preparados para su llegada y Kun, a los
mandos del avión, había cambiado la trayectoria para volver a la base. Ambos eran
pilotos bastante experimentados y sabían que debía haber pasado algo grave para
que el avión se comportase de aquella manera, pero Ten rezaba porque pudieran
volver a la base sin ningún problema. No obstante, sus rezos no debieron se
escuchados porque antes de que llegaran, cuando todavía estaban sobre las
profundas y frías aguas del mar, algo explotó dentro de la maquinaria del avión
y éste se volvió incontrolable.
—Maldita sea —escuchó a Kun decir,
mientras trataba infructuosamente que el avión le hiciera caso y dejara de descender
en picado.
Ten volvió a contactar con el hangar
de la base para avisarles del código rojo y explicarles la situación en la que
se encontraban rápidamente y darles las coordenadas aproximadas en las que
estaban en aquellos momentos, antes de dirigir sus palabras a Kun.
—Tenemos que salir de aquí.
Su compañero asintió y Ten pulsó el
botón que lo expulsaba del avión, abriendo su paracaídas y quedándose
suspendido en el cielo gracias al viento suave que soplaba, esperando a que Kun
apareciera junto a él unos segundos después. No obstante, el otro no salía
despedido de la cabina como lo había hecho él, sino que se había quedado allí
encerrado, incapaz de accionar el mecanismo que lo salvaba de la catástrofe
porque éste parecía haberse quedado encasquillado. Ten sintió pánico en ese
momento, pero sabía perfectamente que Kun debía de estar sintiendo muchísimo
más pánico porque el avión seguía cayendo en picado y no podía hacer nada por
salir de él para salvarse y no estrellarse en mitad del mar, hundiéndose en él.
Ten se mordió el labio inferior. Él podía
salvarlo, podía hacerlo porque, aunque siendo piloto trataba de ocultar el
hecho de que era un superhéroe, sus poderes le permitirían poder sacarlo de allí
y llevarlo hasta algún lugar seguro, pero nunca le había revelado su identidad
a nadie y realmente no debería de hacerlo… no obstante, Kun era su compañero,
Kun era su amigo, Kun no merecía morir en aquel instante porque tenía toda la
vida por delante y era un tío increíble de muchísimos talentos. Por la fuerza
en la que se mordía el labio inferior, dubitativo, Ten acabó haciéndose daño,
pero el sabor metálico de la sangre lo acabó haciendo reaccionar y el chico
tomó una decisión. Le daba igual que Kun lo viera, le daba igual que Kun
supiera que él era un superhéroe, siempre había sido muy discreto y si le pedía
que le guardara el secreto, lo haría, lo más importante en aquellos momentos
era salvarlo de un desastroso destino y era lo único en lo que Ten se tenía que
enfocar.
Rápidamente, se quitó el paracaídas
y usó sus poderes para sostenerse en el aire y volar, descendiendo rápidamente
para ponerse a la altura del avión que caía, subiéndose a él, frente a Kun. El otro
lo miró con los ojos abiertos al máximo al verlo allí, pero Ten no tenía tiempo
de dar explicaciones, solo le pidió que se cubriera la cara con sus brazos y en
cuanto este lo hizo cerró su mano en un puño y rompió el cristal en pedazos, adentrándose
luego en el hueco que había creado para poder romper el cinturón que mantenía a
Kun anclado en su sitio y abrazando fuertemente el cuerpo de este para sacarlo
de allí. En cuanto las piernas de Kun salieron del avión, éste las envolvió en
su cintura y Ten detuvo su caída, quedándose suspendido en el cielo,
manteniéndolos a ambos a salvo y lejos de la superficie del mar donde el avión
se estrellón tan solo unos momentos después, haciéndose pedazos mientras se
adentraba en aquellas frías aguas. El cuerpo de Kun temblaba entre sus brazos y
Ten sabía a la perfección que lo mejor que podía hacer era llevarlo a tierra cuanto
antes, pero también sabía que si lo hacía levantaría sospechas sobre cómo
habían acabado allí cuando el avión se había estrellado bastante lejos, así
que, agarrando con firmeza el cuerpo del otro, simplemente se dirigió volando
hacia un islote cercano, tocando tierra en él y separándose un poco del cuerpo
de Kun para ver cómo se encontraba. Su compañero y amigo no parecía estar
herido y lo único que parecía tener era todavía el miedo recorriendo todo su
cuerpo.
—Está todo bien —le dijo, tratando
de calmarlo—. Ya ha pasado todo.
Y Kun lo miró fijamente a los ojos,
todavía con demasiado miedo como para esbozar palabra alguna, pero con
demasiadas preguntas por hacer que Ten sabía que tendría que responder… pero no
en aquellos momentos, en esos momentos lo único que importaba era que ambos
habían salido de aquella peligrosa situación y lo único que les quedaba era esperar
en aquel islote cerca de donde se había estrellado el avión a que sus
compañeros los encontraran y rescataran, cuando todo hubiera pasado, le
contaría a Kun todo lo que este quisiera saber sin ningún problema, aunque bajo
el juramento de no revelar su identidad como superhéroe a nadie.
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