Título:
Want U Back
Pareja: ChangYong
(ChanYong x ChangBum) (100%)
Clasificación:
R
Géneros:
AU, romance, escolar, drama, misterio, sobrenatural
Número de palabras: 9.431 palabras
Número de capítulos: 4 capítulos
Resumen:
ChanYong es un profesor de instituto acosado por una serie de pesadillas cada
vez más fuertes que anuncian la llegada de algo importante. ChangBum es uno de
sus alumnos que sin quererlo se verá envuelto en los problemas de su profesor e
intentará ayudarlo a lidiar con ellos.
Notas:
este fic lo comencé a escribir en Diciembre de 2013 y después de un largo
hiatus por fin ha sido terminado.
Comentario de autora:
siento mucho haberos hecho esperar tanto tiempo por esta historia, pero una vez
la inspiración se fue no pude recobrarla. Espero que os guste ^^
Capítulo 1
Malos
Sueños
Todo
estaba oscuro en aquella habitación, el único punto de luz provenía de la
puerta abierta que daba al rellano de la escalera del apartamento. En el umbral de la puerta, una figura apoyaba
una mano en esta, mientras que alzaba la otra, haciendo así que el chico que
avanzaba hacia él se detuviera de golpe y trastabillara, tropezando con sus
pies y cayendo de rodillas al suelo. Las lágrimas inundaban sus ojos oscuros y
comenzaban a recorrer ambas mejillas. Le dolía el corazón, sentía cómo si
alguien se lo estuviera estrujando, como si se lo hubieran arrancado del pecho
y jugaran con él.
Alzó la
mirada hacia la puerta, para ver por última vez a aquella persona, pero allí ya
no quedaba resto alguno. Como si se hubiera esfumado, como si no hubiera
existido jamás; sin embargo, el dolor aún persistía. El dolor de haber sido
abandonado por la persona que más amaba en el mundo.
Cuando ChanYong despertó en mitad de
la noche, lo hizo con el sudor recorriéndole todo el cuerpo y empapándole el
pijama que usaba para dormir. Los ojos le escocían y las lágrimas habían
comenzado a caer por su rostro como si de cascadas se tratasen. El dolor se
instaló de nuevo en su pecho y gritó, gritó hasta quedarse sin respiración,
hasta que dejó de doler.
A la mañana siguiente, Kim ChanYong
caminaba por los pasillos del instituto en el que trabajaba como profesor de
química sin rastro alguno que evidenciara la mala noche que había tenido.
Saludó a varios alumnos amablemente mientras se dirigía a su despacho con su
cartera de piel bajo el brazo izquierdo y un paquete de folios recogido minutos
antes en conserjería en el otro.
Su pelo negro y corto dejaba ver un
rostro algo redondo. Sus ojos oscuros petrificaban a todo aquel que no le
prestaba atención en clase y sus labios gruesos eran el objeto de deseo de las
jóvenes y no tan jóvenes del lugar. Sin embargo, el hombre no estaba interesado
en ninguna de ellas. De hecho, desde hacía años no estaba interesado de esa
forma en nadie.
ChanYong subió las escaleras
lentamente y cuando llegó a la planta en la que se encontraba su despacho,
recorrió los pocos metros que lo separaban de este. Sacó del bolsillo de su
chaqueta negra una pequeña llave plateada y la introdujo en la cerradura. La
movió con cuidado hacia la izquierda hasta que escuchó un suave “clic”. Abrió
la puerta y entró a su despacho. Dejó los folios que llevaba sobre la mesa de
madera y subió la persiana, iluminando la estancia.
No le gustaba la oscuridad.
Se dejó caer en la silla de ruedas
forrada de cuero negro y reposó su cabeza en el espaldar, dejando escapar un
suspiro de sus labios. Debía mantenerse fuerte para el resto del día y no debía
olvidar rezar para que aquellos sueños que lo acosaban por las noches cesaran.
Un chico alto y delgado, bastante
desgarbado, corría por los pasillos del instituto en el que estudiaba a toda
velocidad. Llegaba tarde. La campana había sonado hacía ya un buen rato, cuando
él estaba todavía a un par de calles del edificio. Había entrado al recinto por
los pelos, ya que momentos después habían cerrado la verja y tras cambiarse
rápidamente los zapatos por los reglamentarios en la escuela echó a correr
hacia su clase.
Su mochila golpeaba incesantemente
contra su espalda y el flequillo de su cabello recién teñido de castaño se
levantaba hacia atrás, en contraposición a lo que estaba acostumbrado —que se
le metiera en los ojos—. Sus largas piernas comenzaban a dolerle ya que no
estaba hecho para correr, pero no se rindió y subió las escaleras.
Llegó frente a la puerta trasera de
su clase y paró en seco. Asomó su cabeza con cuidado por el cristal y pudo ver
cómo el profesor Kim dejaba sus papeles sobre la mesa, dispuesto a comenzar con
su lección.
Lanzó un suspiro frustrado. No se
había acordado de que tenía Química a primera hora y que ese profesor era muy
estricto.
Maldijo el momento en el que su
teléfono móvil se había quedado sin batería y se había apagado en mitad de la
noche, no sonándole así el despertador.
Hinchó sus mejillas y esperó hasta
que el hombre se diera la vuelta para escribir en la pizarra para girar el
picaporte de la puerta sin que este hiciera demasiado ruido y entrar en la
clase. Agachado, en cuclillas e
ignorando el dolor de sus gemelos, avanzó hasta el que era su asiento, al final
de la clase y junto a la ventana y se sentó sin que el profesor se diera cuenta
de lo que había pasado.
O eso creyó él.
En cuanto se estableció en su
asiento y sacó su libro y una libreta el profesor Kim se dio la vuelta y con
una precisión infinita, le lanzó una tiza que le dio en el centro de la frente.
Del golpe, su cabeza se fue hacia atrás y al dolor de sus piernas se le sumó
aquel nuevo dolor.
—¿Pensabas que no me había dado
cuenta de tu retraso, Woo ChangBum? —preguntó el profesor. El chico solo pudo
pestañear un par de veces, intentando recuperar la vista y se palpó con la mano
el lugar en el que la tiza había impactado con un gesto de dolor.
—Lo siento —pudo articular mirando
hacia el suelo.
No solía pedir perdón por nada de lo
que hacía, pero con aquel profesor debía de tener mucho cuidado. Ya habían
tenido varios altercados anteriormente y el chico era quien había terminado
perdiendo, por lo que ahora intentaba a toda costa no hacer nada en contra de
aquel hombre. Sin embargo, ese día le había salido el tiro por la culata.
—Quiero verte en mi despacho después
de que cumplas tus dos horas en la sala de castigos tras las clases —ordenó.
ChangBum abrió sus ojos, sorprendido por lo que acababa de escuchar.
—Pero tengo entrenamiento esta tarde
y no me lo puedo saltar —replicó.
—Hablaré con el profesor SangHoon
para que hagas entreno doble el próximo día.
El chico fue a replicar de nuevo,
pero el profesor no lo dejó decir una palabra más, ya que dio un fuerte
palmetazo en la mesa que sobresaltó a la treintena de alumnos que se
encontraban en la clase.
—Jo JongHwan —llamó al chico que
dormitaba sobre su mesa y este alzó su cabeza rápidamente—. No pienses que porque
esté regañando a ChangBum no veo lo que haces. También irás hoy a la sala de
castigos tras las clases.
Tras decir esto, el profesor volvió
con su lección.
ChanYong salió de la clase de
tercero con dolor de cabeza. Había estado intentando ignorarlo durante la hora
que había durado la lección, pero este se había vuelto cada vez más persistente
y ahora parecía que su cabeza iba a estallar. Nada más entrar a su despacho,
apoyó su cabeza contra la fría pared, esperando que así se calmara, pero esto
solo lo empeoró.
El frío
le caló hasta los huesos al chico que yacía desnudo en la cama. La ventana
estaba abierta y el aire de la noche hinchaba las cortinas. Ante él, otro chico
terminaba de abrocharse el pantalón
ajustado que horas antes tanto trabajo le había costado quitar con una
sonrisa cínica que hacía que se formasen unas arrugas en las comisuras de sus
labios.
—Esta
será la última vez que me veas —murmuró con voz gélida antes de desaparecer.
ChangBum comenzó a guardar sus cosas
en la mochila con rabia. El timbre que anunciaba que había finalizado la última
hora todavía resonaba en sus oídos mientras maldecía una y otra vez el haber
llegado cinco minutos tarde aquella mañana. También maldecía al profesor Kim
por tener ojos hasta en la nuca y por haberle lanzado aquella tiza que había
dejado una marca muy poco atractiva sobre su frente —menos mal que el flequillo
la tapaba—.
Woo ChangBum era uno de los chicos
más populares de aquel instituto, todas las chicas suspiraban por él y muchas
habían caído rendidas a sus encantos, por lo que debía mantener una buena
imagen. Sin embargo, poco le importaban aquellas chicas, él solo tenía ojos
para cierto joven que se sentaba en primera fila, justo frente a la mesa del
profesor.
El delegado de su clase, Kim
RokHyun, era un chico menudo, pelado a tazón y con unas gafas demasiado grandes
para su pequeña cara. Para cualquiera que lo veía era el típico empollón, pero
para ChangBum era el sol que iluminaba sus días grises. Mas nadie más que él
sabía de esto. No podía echar por tierra una reputación labrada durante años
declarando abiertamente que era homosexual y que encima estaba enamorado del
empollón de la clase.
El chico sacudió la cabeza, alejando
así esos pensamientos de su mente y guardó su estuche en la mochila. Luego la
cerró y se levantó de su asiento, notando cómo JongHwan y RokHyun caminaban
juntos en la misma dirección que debía tomar él.
Disimuladamente, se acercó hasta
ellos dos y se colocó a sus espaldas, lo suficientemente lejos como para que
pasara desapercibido, pero lo suficiente cerca como para escuchar su
conversación.
—¿Cómo se te ocurre quedarte dormido
en clase? —decía RokHyun—. Debes prestar atención.
—Lo estaba intentando, pero anoche
me acosté demasiado tarde y no podía mantener mis ojos abiertos —contestó el
otro.
—¿Qué estuviste haciendo? —preguntó
interesado.
—Una cosa.
—¿Qué cosa?
—Por ahora no te lo puedo contar.
—¿Y dices que soy tu mejor amigo? Si
lo fuera me lo contarías.
—Lo haré, pero ahora no es el
momento.
ChangBum vio cómo el chico hinchaba
sus mejillas adorablemente antes de darle un golpe en el hombro a su amigo y
caminar hacia donde estaba ChangBum. Cuando pasó por su lado ni siquiera alzó
su mirada del suelo y el chico se sintió algo mal. Quería que algún día RokHyun
fuera capaz de mirarlo a los ojos durante unos segundos al menos.
ChanYong salió de su despacho cuando
se calmó y fue a la sala de profesores. Saludó a algunos de ellos en su camino
y al entrar al lugar fue directamente hacia la máquina que dispensaba café.
Estaba asqueroso, pero necesitaba mantenerse despierto y también ocupado en lo
que fuera para no pensar.
Los sueños que lo acosaban por las
noches habían comenzado a ser flashes que venían a su cabeza cuando estaba
despierto y eso era algo que debía detener. No era nada bueno que aquello le
pasara.
Tomó su vaso de café y lo bebió de
golpe, sintiendo cómo se abrasaba la garganta por lo caliente que estaba. Tosió
un par de veces, pero el dolor de garganta opacó el zumbido que sentía en su
cabeza, así que suspiró aliviado. En ese momento, notó la mirada de uno de sus
compañeros de trabajo y se giró con una sonrisa, encontrándose con SangHoon, el
profesor de Educación Física.
—Ese café estaba hirviendo, ¿no
podías esperar a que se enfriara un poco? —comentó.
—Lo necesitaba —contestó—. Por
cierto, he mandado a tu estrella a la sala de castigos —dijo al recordarlo.
—¿Qué ha hecho esta vez? —preguntó
con un suspiro el otro hombre.
—Llegar tarde.
—¿Y por eso…?
—Si dejas pasar que lleguen tarde un
día, lo harán por costumbre y si interrumpen la clase cada día para entrar será
bastante peor —aclaró—. Por eso lo he mandado allí.
—Está bien. Le haré recuperar lo que
se ha perdido hoy.
Tras esto, se despidió de él, ya que
debía ir a entrenar a los chicos del club de fútbol y ChanYong salió de la sala
de profesores en dirección a su despacho. Cuando entró, cerró la puerta con el
pestillo, por dentro y se sentó en su escritorio, dispuesto a realizar el
examen que tendría la siguiente semana con los alumnos de tercero.
ChangBum estaba tan aburrido que ya
ni mirar por la ventana como los chicos de su club entrenaban lo distraía.
Habían pasado ya prácticamente las dos horas que debía estar allí y no sabía
qué más hacer. Igual que él estaban los demás castigados. Los últimos minutos
los pasó sacándose la mugre de debajo de las uñas y cuando el profesor que los
custodiaba indicó que había concluido el castigo.
Rápidamente se levantó y salió de la
clase en dirección al despacho del profesor de Química, que se encontraba en el
tercer piso, junto al Laboratorio. Subió las escaleras de dos en dos intentando
acortar el tiempo que tuviera que pasar en aquel lugar. Cuando llegó, llamó a
la puerta un par de veces, pero no se escuchó nada al otro lado.
ChangBum llamó de nuevo, extrañado,
pero no volvió a tener respuesta. Se encogió de hombros y feliz por no tener
que pasar tiempo con aquel hombre, se giró en dirección a las escaleras. Sin
embargo, se detuvo a mitad de camino al escuchar un grito desgarrador que
procedía del despacho del profesor.
—Profesor Kim —llamó mientras
golpeaba la puerta una y otra vez —. Profesor Kim.
Al no obtener respuesta se preocupó
e hizo girar el picaporte de la puerta, pero este no se movió de su sitio. El
pestillo estaba echado. En un arranque de fuerza, ChangBum golpeó con su hombro
la superficie de madera varias veces hasta que la puerta cedió y entró a la
habitación.
Buscó con la mirada a su profesor,
pero no lo halló a simple vista, por lo que rodeó la mesa del escritorio,
encontrándolo sentado en el suelo, con las piernas encogidas contra su cuerpo y
sus brazos rodeando estas. Todo su cuerpo era presa de espasmos y por su rostro
caían abundantes lágrimas.
—¿Profesor Kim? —llamó, pero el
hombre no lo escuchaba—. Yo… iré a buscar ayuda —cuando se dio la vuelta para
buscar a alguien, sintió un repentino tirón en su brazo. El hombre lo había
agarrado fuertemente de la muñeca, tan fuerte que le estaba haciendo daño—.
¿Profesor?
—No me dejes —pidió con voz
ahogada—. No me dejes.
No me entero muy bien de lo que ocurre pero pinta interesante =)
ResponderEliminarDiría que espero que ójala el profesor y el alumno no terminen liados (demasiado cliché :/) pero lo cierto es que no sé que esperarme xD
Esperaré con ansias el siguiente capítulo para hacerme una idea más completa y dejarte un comentario "decente" =D
Saludos!
PD: A quién quiero engañar, mis comentarios son locuras de todo tipo menos "decentes" xD
Bueno... el primer capítulo está destinado a despistar, a intrigar y a confundir... por eso no entiendes mucho... por ahora XD
EliminarBueno... va a ser algo raro... aviso XD
Tus comentarios son siempre encantadores ^^
Nos leemos ^^
Esperaré a por más para saber si me gusta o algo... Porque ando perdida jaja
ResponderEliminarPara eso está hecho este cap, para perderos XD
Eliminar100%, MIS MACHOS <3
ResponderEliminarTe juro que quiero llorar, al fin un fanfic de ellos <3
¿Dondé esta HyukJin? Quiero a mi gordito :C
Rockhyun de nerdo, me hace que viste el video de "Still again" :3
No daré locas ideas sobre el final o relación entre Chanyonce lol y "cara enojada" ChangBum :3 y mejor lo dejamos ahí.
Espero con muchas ansias el final de esto (..)/
PD: a Nyereila, me das tu cuenta de twitter :3 creo que amo como escribes :3
100% Los mejores!!
EliminarDebe de haber más... supongo, no creo que sea la única que haya escrito sobre ellos XD
Ya aparecerá, don't worry XD
Por supuesto que lo vi... de hecho lo veo everytime, everywhere XD
No!!! Di cuáles son tu ideas!! Que no tengo final pensado para esto... -.-"
YuleSaku lo siento! Nunca llegué a leer tu posdata y de hecho me hice twitter no hace ni dos semanas xD Es @nyerelia Y gracias por eso, me siento halagada >o<
EliminarAwww se ve interesante, drama y misterio me encanta :D
ResponderEliminarademas esta mi bias de 100% Changbum~~~ tan lindo el! jeje y me encanta la couple que hace con Chanyong jeje bien, espero sigas pronto, quedo muy intrigante el final de este cap
Nos vemos & Fighting! Bye~~~~
Me alegra que te sea interesante y te guste ^^
EliminarChangBum también es mi bias ^^
Nos leemos ^^